EL MITO (THE MYTH), de Stanley Tong

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El Mito (The Myth)

 

El Mito (San Wa). Hong Kong, 2005. 122 minutos. Castellano.
Dirección y guión:
Stanley Tong
Reparto: Jackie Chan, Hee-seon Kim, Tony Leung, etc
Música: Gary Chase, Nathan Wang
Nota final:6,5

 

Sinopsis: Un arqueólogo tiene un sueño recurrente: se ve a él mismo como un general de la Dinastía Qin y tiene que custodiar a una concubina dada en matrimonio a un país vecino para salvar las buenas relaciones. Pero por problemas que surgen deben huir ellos solos y se inicia una relación de amistad-pleitesía-amor entre clases. Paralelamente, en la vida real, él mismo y un amigo científico han hecho un descubrimiento que sería una revolución: como vencer a la gravedad. Al visitar en la India un anciano que consigue levitar gracias a una extraña piedra, empieza una aventura donde se mezclarán realidad, sueño, ficción, fantasía y amor donde el arqueólogo vivirá la aventura del general y se enamorará de la concubina en momentos de sueño o aturdimiento, creándose un fino lazo que une las dos épocas y que acabarán confluyendo en un escenario terrícola pero a la vez fuera de nuestro parámetros terrenales.

Valoración: Bien, creo que la sensación que deja esta película es la de “querer y no poder”, o si preferís, “que lastima de buen guion dentro de lo posible en el género desperdiciado”. Me explico: después de una muy buena experiencia con New Police Story, que significaba el regreso del amigo Jackie Chan a su Hong Kong que nunca tendría que haber abandonado, decidió hacer una película de época, épica, donde poder encarnar un tipo distinto al habitual policía o detective privado que nos tiene acostumbrados. Aquí interpreta a Jack, un arqueólogo que vive con todo lujo de detalles y también al general Meng-yi de la dinastía Qin que tiene el deber de proteger, servir y devolver a su país a la concubina Ok-soo, pero las vicisitudes hacen que tengan que convivir solos durante el viaje de regreso, rompiendo las barreras de clase que les separan para vivir un amor más allá de la muerte. Esto le permite combinar su parte más divertida, la que conocemos de “payasete de Hollywood” de los últimos años, aunque más comedido, y su parte más seria, la del General, que siente un profundo respeto y amor por la concubina.


Sólo por verle así de distinto vestido ya vale la pena …

Podríamos decir que la película va de menos a más, aunque sería más exacto decir que tiene sus ratos como una montaña rusa. El comienzo no es muy esperanzador: no hemos tomado asiento en la sala que ya notamos algo raro: la película tiene un aspecto extraño. Resulta que por alguna razón de conversión del tipo de grabación en Hong Kong a los stándards europeos, las caras aparecen alargadas creando un efecto que no te permite seguir cómodamente la historia. Será que nos acostumbramos o que el efecto desaparece (es el mismo efecto que aparece en algunas películas de Hollywood de los años 50,60 y 70, donde el principio de las mismas todo el metraje está “comprimido”, hecho que desaparece ostensiblemente a lo largo de los minutos), pero nos vamos olvidando de ello, aunque vuelve a aparecer sobretodo en primeros planos o contraplanos (rodados a posteriori? Con otro tipo de cámaras?). Otro aspecto que nos hace pensar que el presupuesto no era muy elevado es el tono de algunos colores: los azules y verdes dejan claro el uso de cromas, ya que relucen demasiado en escenas de peligro (al borde de un precipicio con el carruaje en llamas, por ejemplo). No es un efecto que te deje buen sabor de boca, la verdad. Las armaduras de los ejércitos tampoco parecen muy reales, más bien de cartón piedra, nada que ver con las de otras míticas cintas, como las del maestro Kurosawa (Ran, etc), aunque sí están trabajadas.

Lo que no tiene nada que ver con el presupuesto pero sí con la pericia del director es cómo está narrada la historia: en muchos momentos no tiene el tono adecuado, sobretodo cuando aplica música casi épica o de batalla en momentos que no cuadra ni a punta de pistola. Error del creador de la banda sonora, pero peor aún es el director por dejarlo pasar creando confusión al espectador que cree que vendrá algo grande a continuación cuando es sólo una escena de transición. La dirección en general no es muy competente, y aunque el intercambio entre las dos historias se hace normalmente bastante bien, no se puede decir que tenga una buena factura, a excepción de la levitante última escena que está rodada bastante bien. Otro error bastante grande es la confusión de las peleas entre lo que parecen facciones del mismo ejército del Emperador. La verdad es que para los occidentales en este tipo de escenas se tiene que estar muy al tanto porque te puedes perder si pestañeas demasiado. Si no aprendes rápidamente quién es quién en la contienda, lo único que verás es una sanguina sin sentido. Aquí pasa algo similar: a pesar de que haya un enemigo exterior, el ejército tiene muchos más problemas en su interior. Pero la verdad es que no queda muy claro. Pero por suerte estas batallas no tienen excesivo peso en la narración una vez el general y la princesa ya están solos. La aparición de un villano de la nada tampoco ayuda demasiado, y el hecho de que empecemos buscando una piedra antigravedad pero que nos olvidemos de ella hasta el final de la cinta también delata que los guionistas habituales de Chan quizá ya no son válidos para una historia algo más seria que la payasaditas hollywoodienses. Es evidente que el actor nacido en Hong Kong quiere madurar su personaje de toda la vida, sin dejar de lado algo de humor pero proporcionando más profundidad a sus personajes. Siempre ha trabajado con un grupo muy leal de guionistas y demás trabajadores anónimos, pero quizá sea hora de contratar a gente más competente para hacer historias más serias.

Así que nos queda? Las peleas, escenas espectaculares y la confluencia de las dos historias. De lo primero, destacar que el amigo Chan continúa en buena forma repartiendo leña, aunque de una forma algo más lenta, al que se le une Mallika Sherawat, la princesa india que rescata a Jack de ahogarse en el río. Sobre lo segundo, hemos de comentar que durante gran parte de la proyección las escenas que transcurren en la antigüedad parecen un sueño o un desvarío. Los traspasos entre historia actual y antigua están hechos con oficio, sencillos pero efectivos, y no notas a faltar en ningún momento “la otra” historia, ya que las dos tienen atractivo suficiente como para seguirlas por sí mismas. Como dos afluentes que se convierten en río único casi sin darse cuenta, la escena del cruce de las dos historias está bien resuelta, sin caras raras humorísticas por parte de Jackie, simplemente dejándose llevar por la belleza de su amada concubina (que % de Jack y de Meng-yi hay en esa escena?). Insisto en que la dirección no es la mejor que podría haber sido. Y esto se nota cuando el personaje de Jack se prepara para una escena que podría haber sido muy espectacular (tanto como la caída libre desde el terrado de un edificio en New Police Story) y se ejecuta de forma algo brusca y decepcionante, usando CGI, es decir, dobles informáticos. En efecto, por primera vez (si no nos equivocamos), el actor y especialista Jackie Chan ha recurrido a la infografía para algunas escenas difíciles, como la que mencionamos pero no revelamos para deleite del espectador o saltos imposibles o la presencia demasiado cercana de una serpiente. Ahora una diatriba: si los que vamos a ver una peli del amigo acróbata Chan lo hacemos para verlo a él “en directo” sabiendo que no usa dobles, que nos queda si sigue usando dobles informáticos a partir de ahora? Bien, si la historia está bien narrada y con interés, podemos disfrutar de sus intentos de ser buen actor (en bastantes ocasiones consigue transmitir aquí sus pensamientos y sensaciones sin decir una palabra) y en general de la historia, sobretodo de sus aún buenas luchas cuerpo a cuerpo en primera persona. Y la inclusión de dobles artificiales tampoco tendría que ser un problema, ya que el señor ya sobrepasa los 50 años y la edad pesa, como los kilos. Eso sí, si se hace bien. Si el presupuesto no da más que para incluir un monigote haciendo esa escena arriesgada pues queda bastante cutre, la verdad. Y no es el único ejemplo. Otro detalle más que nos hace pensar con el poco dinero que debió moverse el director, viejo amigo del protagonista al que ya dirigió en varias de las entregas de sus Police Story.


La verdad es que estamos sacando más los puntos negativos de la cinta que los positivos. No se si será por simpatía hacia el actor, pero me cuesta calificar esta película como mala. A lo largo de la proyección, unos bien aprovechados 120 minutos a pesar de todo, se nota que la intención era la de hacer una historia de aventuras, amor y acción, sin pretensiones pero amigable, con variedad de escenarios y situaciones. Desgraciadamente la dirección y algunas escenas que sobran (la entrepierna de la princesa india se ve a pelo o lleva ropa color carne? igualmente sobra de la forma en que está insertada) tiran por el suelo estas intenciones, dejando la sensación a la que nos referíamos al principio de la reseña. Es una lástima porque con algo más de buena dirección, un estilo visual más depurado y subsanando algunos errores ya comentados podría haber quedado una muy apreciable película. Lo que nos queda ahora no es malo, pero tampoco es una maravilla. Deja un sabor agridulce sobretodo a los fans de este tipo de historias, a los que entran en la sala de cine a ver lo que les echen quizá saldrán algo decepcionados. Aunque la impresión que nos gustaría dejar al final es que es un producto visible y disfrutable perfectamente por su larga pero bien estructurada duración.


Esta serpiente SI es de verdad! (pero es una foto de producción)

Lo mejor: la lucha cuerpo a cuerpo, lo más clásico de Chan; la escena en la máquina con un corta-personas al final de la cinta que además está repleta de pegamento extrafuerte, resuelta con el mejor humor del actor; la escena final, con unos efectos especiales bastante mejores que los del resto del film; la intención de hacer un producto agradable de aventuras es palpable; en el cine de Bollywood se acaban de enterar que la guapísima Mallika Sherawat tiene aptitudes para la lucha.
Lo peor: una dirección bastante pobre que lastra muchas veces buenos conceptos o escenas; la historia de amor no pasa de ser rudimentaria pese a tener momentos bonitos; poco presupuesto, por lo que armaduras y CGI son pobres y desmerecen el resultado final
Cosas curiosas: quizá sean imaginaciones, pero tenemos la impresión de que la película ha aprovechado para incluir escenas exclusivamente para la promoción turística de la zona. Concretamente, el barco-casa-despacho donde vive Jack tiene unas vistas preciosas del puerto de Shangai (o Hong Kong, o alguna gran ciudad pero la verdad es que es muy bonito). La inesperada visita al almacén donde se guardan y se mantienen las figuras de los Guerreros de Xian no aporta nada a la trama pero las vistas de la gran bóveda donde se conserva esta maravilla del pasado es impresionante y un buen ticket turístico para la zona.


Impresionante vista de la Muralla, que cuesta un riñón subir, por cierto….

Web Oficial / Link IMDB

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Jordi Querol
Nací en Barcelona durante el régimen anterior, por pocos meses. Los primeros cómics que cayeron en mis manos fueron Mortadelos, Tintins (lloré mucho por tener Las Joyas de la Castafiore en castellano y no catalán), Asterix desde la biblioteca del pueblo, revistas de Bruguera...hasta que llegó el manga, con su "sexo y violencia" primero y su diversidad de historias después. Bye bye superhéroes. Cómic europeo, español e independiente USA, cuando se ha podido. En 2006 Toni Boix me llamó a filas en ZN,y por aquí sigo. Siempre digo que no sé escribir pero es #postureo. En realidad soy un crack ^^
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Tomás Pardo
Tomás Pardo
10 septiembre, 2006 12:14

Soy un fan del cine de Jackie Chan pero nunca lo he considerado un buen actor. Puede ser incompatible una cosa con otra pero a mi me sucede.

Uno de los motivos por lo que nos parece un actor simpatico es debido a que sus a veces peligrosas, a veces acrobáticas escenas, las realiza sin necesidad de dobles. Pero precisamente, son películas como esta y El Smoking en donde se notan más sus carencias como actor y en donde sólo queda su parte de payasete.

Jackie Chan no es un actor de efectos especiales y estos les hacen un flaco favor. Quizás debería plantearse, como hizo en su momento Belmondo (otro que realizaba todas las escenas de acción… aunque bastante mejor actor que el asiático). Debería dejar de hacer el tipo de películas que nos tiene acostumbrados y cambiar el registro… o adecuar el guión a su edad.

Ragnarok
Ragnarok
10 septiembre, 2006 13:53

Buena, extensa y razonada crítica. ¡Buen trabajo!

branhunter
branhunter
Lector
10 septiembre, 2006 22:58

«La verdad es que estamos sacando más los puntos negativos de la cinta que los positivos. No se si será por simpatía hacia el actor, pero me cuesta calificar esta película como mala»

6,5, ¿tu ´qué crees? xD La generosidad poniendo puntos no tiene límite en la crítica cinematográfica de esta web xDDD

Meisenhauser
Meisenhauser
11 septiembre, 2006 12:07

Crítica exhaustiva y, como han dicho antes, razonada, felicidades (me ha aumentado el interés en ver la película, en contra de lo que pudieras creer, Jordi xD).

Respecto a Jackie Chan en sí, sé que recibió en Hong-Kong un premio al Mejor Actor por la película «Crime Story», pero claro, esa tenía truco: no era de artes marciales y las únicas peleas en las que se metía eran «realistas», pretendía ser un drama policiaco.
No la he visto y no la puedo juzgar, pero creo que eso ejemplifica que Jackie Chan tiene el problema de que en sus películas generalmente la mente la tiene puesta en las escenas de riesgo, cómo las va a rodar y cómo se va a superar en la siguiente película (o al menos eso se desprende de los documentales sobre él y las películas en sí). Incluso aunque la película no la dirija él, se nota que está demasiado pendiente de cómo saldrá el espectáculo resultante.

Si se centrara más en actuar, podría resultar una sorpresa agradable para los que le conocemos más por ser, digamos, el cruce entre Buster Keaton y Bruce Lee (que tampoco está mal). A Jackie se lo ha «comido» su personaje, ese que usa en casi todas sus películas, y le puede pasar factura.