El juego lúgubre

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Edición original/ España: El juego lúgubre (La Cúpula, 2001).
Guión y Dibujo: Paco Roca.
Color: B/N.
Formato: Comic-book 64 págs.
Precio: 2’85€.

 

Hay miedo -o tal vez cabría mejor decir: reticencia- a alabar en exceso a ciertos autores, sobre todo si son jóvenes y cercanos. Podemos decir -lo llevamos diciendo años- “Alan Moore es un genio” y quedarnos con la conciencia bien tranquila, porque lo es y no corremos riesgo en proclamarlo. Por distancia geográfica e idiomática, son escasísimas las posibilidades de que nos lea y nos pase como en aquella anécdota atribuida al cineasta John Ford, quien, preguntado en una entrevista por las películas de Ingmar Bergman, contestó: “¿Bergman? ¿Ese realizador sueco que va diciendo por ahí que soy el mejor director del mundo?

Miedo, decía. Reticencia. Porque si mencionamos a un autor de aquí, las cosas se complican. Ronda el peligro de tropezárselo un día y encontrarnos en la situación relatada. O, peor, el lector puede sospechar que el elogio no es sincero y que parte de un trato frecuente y amigable, que obnubila el juicio del cronista. No importa. Me arriesgaré de todos modos.

Paco Roca es un genio. Ale, ya lo he dicho.

Me acusaréis de jugar sobre seguro. Arrugas, El invierno del dibujante y Los surcos del azar, amén de obras maestras de lectura obligada, le han reportado premios, prestigio y el favor del público. Pero ya me conocéis, amigos. Salto al ruedo para defender esta afirmación con la obra que no ha leído nadie, o muy pocos, con un trabajo que se suele encuadrar, no sin motivo, en sus años de formación y que, sin embargo, volviendo la vista atrás, a la luz de los gigantescos logros actuales, ofrece otra faceta del autor, apunta otras influencias e inquietudes que nos lo acercan y perfeccionan.

Sinopsis: Estamos en 1936, tiempo de agitación artística y política. El fascismo cada vez tiene más fuerza en Europa. En España, la Guerra Civil está a punto de estallar. Jonás deja Madrid y viaja a Cadaqués (Girona) en busca de un lugar tranquilo, pero un ambiente de misterio envuelve el pequeño pueblo pesquero. Sus habitantes están atemorizados por el pintor que vive en la playa de Port Lligat. Salvador Deseo, el pintor surrealista catalán, atraviesa su etapa creativa más excéntrica y genial. Necesita de la tierra del Cap de Creus para pintar. Y según descubrirá Jonás en los días que pasará en su casa, también necesita de sus gentes para dar forma a sus pesadillas… [Extraído de la contraportada]

Internarse en la guarida del excéntrico pintor tiene sus peligros, como descubriá Jonás
Internarse en la guarida del excéntrico pintor tiene sus peligros, como descubriá Jonás

El juego lúgubre nace con la intención confesa del autor de hollar los terrenos del escalofrío viñetil. Impactado -según revela Koldo Azpitarte en Senderos (Laukatu, 2009)- por la adaptación de Richard Corben del cuento de Edgar Allan Poe La caída de la Casa Usher, el autor, para quien el género, en sus palabras, “es muy difícil de hacer en un cómic” se propuso “conseguir al menos esa inquietud que Corben transmitía”. ¿Cuántos hubiéramos dicho que Corben alentaba, soterradamente, en el pasado de Paco Roca? Incluso leyendo el relato, y asumiendo las resonancias de Lovecraft y Poe, estilos tan antagónicos como los del valenciano y el de Missouri nos habrían despistado. Nada que hayamos leído de Corben se asemeja a El juego lúgubre, tan español en sus raíces (incluyendo la paráfrasis, apenas escondida, del pintor) como norteamericano es el sustrato de los relatos de Poe. Y, pese a ello, ¿no hay un latido sordo al ritmo del gótico anglosajón, con sus aldeanos recelosos (y, sin embargo, acertados), con sus élites licenciosas, con sus macabros rituales, etc.?

La primera parte de El juego lúgubre homenajea con sentimiento la novela gótica por excelencia: Drácula. Como en las páginas de Stoker, Jonás Arquero, nuestro protagonista, viaja a una región inhóspita para emplearse como secretario de un hombre misterioso, a quien los lugareños temen. Roca se complace en recrear, en la España pre guerra civilista, algunos de los hitos menores de la visita de Jonathan Harker al noble transilvano. Establecidas las coordenadas, poco a poco se distancia de esos pasajes, acudiendo a la alucinación y a la locura en su tramo final.

Paco Roca sostiene en la introducción que lo narrado sigue fielmente “un extraño y macabro facsímil” que encontró en una tienda de antigüedades, hermanándose con la tradición del relato de terror decimonónico, siempre adscrito a una epístola o a una postrera confesión. Las alucinaciones con la absenta (que se menciona en el Drácula de Francis Ford Coppola, estrenado en 1993 y que, sin duda, el autor conoce), con barcas que parecen ojos de deidades marinas, nos recordarán los pueblos costeros de Lovecraft. En tal momento, Roca tiene el detalle de introducir la pintura de Dalí Los desastres de la guerra, conflicto en ciernes a la hora de empezar la historieta. Otros dibujos y lienzos asomarán cuando oportuno. Como es costumbre en el autor, la documentación aporta verosimilitud a todos los aspectos del relato, de los atuendos a los personajes y las circunstancias históricas que se mencionan.

El dibujo de Roca, entonces, empezaba una labor de simplificación que podemos decir, a ojos actuales, que ha coronado con éxito. Quien lo lea ahora, conociendo sus trabajos posteriores mas no los anteriores, podría inferir, equivocadamente, que el dibujo es un poco tosco, a medio hacer, cuando, en realidad, estaba deconstruyéndose, abandonando sus influencias de Kiss Cómics y El víbora donde principiara su carrera como historietista para abrirse un camino propio. La adscripción un poco cartoon de su trazo le dificulta la creación de ambientes tenebrosos. Un riesgo calculado, que solventa con el montaje, y que, a la postre, le proporcionará su mejor baza: algunas de las viñetas finales son difíciles de olvidar. Una en concreto, para mí, me resulta fascinantemente dolorosa y perturbadora. Cualquiera que lea el tebeo descubrirá, sin duda, a cuál me refiero, pues no concibo que deje a nadie indiferente.

Extraños delirios nublan la mente de los residentes cercanos a Salvador Deseo
Extraños delirios nublan la mente de los residentes cercanos a Salvador Deseo

Con la aparente sencillez que le caracteriza, y que esconde dosis importantes de elaboración y estudio, la narración sigue un patrón clásico de introducción del elemento fantástico, con la normalidad del ajetreo en Madrid y el progresivo extrañamiento del retiro en Cap de Creus. Roca construye la página en cómodas diagramaciones de tres filas, salvo alguna excepción de justificación onírica (por ejemplo: pág.10 y pág.55, ed. La Cúpula). Estas rupturas del ritmo implacable tienen el efecto buscado: el desasosiego. Engañosamente simple, con un argumento fácil de relatar en voz alta, El juego lúgubre no se agota en su descripción sino que sigue expandiéndose infecciosamente en nuestro subconsciente, como las obras del pintor surrealista que usa como referencia; una sombra de atrocidad inevitable que no deja de reconcomernos una vez cerrado el libro.

El juego lúgubre, que fue candidato al premio al Mejor Guion en el Salón del Cómic de Barcelona y al Gran Prix de la Critique en el Festival de Angoulême, cuenta con hasta tres ediciones en España. La Cúpula lo publicó en 2001 en su colección Brut Comix, un formato comic book en blanco y negro para sus 64 páginas. Más tarde, Dolmen aceptó el desafío de publicar un álbum en color siguiendo el patrón del mercado francobelga. En la actualidad, Astiberri tiene en las tiendas una cuidada edición en tapa dura, bitono negro y rojo y nueva rotulación -es decir: prestaciones semejantes a la reedición de El faro– al precio de 13€ ejemplar. Para esta reseña me he basado en el ejemplar de La Cúpula y cotejado a vuela pluma los cambios de las ediciones posteriores. Las imágenes que acompañan al texto corresponden al álbum de Dolmen.

  Edición original/ España: El juego lúgubre (La Cúpula, 2001). Guión y Dibujo: Paco Roca. Color: B/N. Formato: Comic-book 64 págs. Precio: 2'85€.   Hay miedo -o tal vez cabría mejor decir: reticencia- a alabar en exceso a ciertos autores, sobre todo si son jóvenes y cercanos. Podemos decir -lo…

Review Overview

Guion - 9
Dibujo - 7
Interés - 9

8.3

Vosotros puntuáis: 8.08 ( 4 votos)
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New_Rodro
New_Rodro
Lector
2 diciembre, 2014 11:03

Que no es engañen: el mejor cómic de Paco Roca. O al menos el que mas he disfrutado. Ojala se prodigase más en este tipo de historias (aunque no le renten tanto). Guardo mi ejemplar Brut como oro en paño.

Reverend Dust
Lector
2 diciembre, 2014 13:10

Odio a Javier Agrafojo. Lo odio mucho.

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
2 diciembre, 2014 16:08

Pues yo no.
Mi bolsillo, en cambio, no quiere ni oír hablar de él.

Hala, otro que me apunto.

guolberin
guolberin
Lector
2 diciembre, 2014 16:21

Menos mal que también tengo el Brut. Y también opino que es de lo mejor de Roca, aunque también tengo que decir que en general no me entusiasma mucho este autor.

manolin
manolin
Lector
2 diciembre, 2014 16:22

De acuerdo tanto con el reseñista , como con New Rodro, la mejor obra de Paco Roca. Mola, mola mucho. Si como a mí Dalí te caía mal ya de antes, después de esto te caerá peor. Si te caía bien esto te traumatizará, je,je,je,….

manolin
manolin
Lector
2 diciembre, 2014 16:23

Por cierto, si alguno tiene planeado veranear en Fuerteventura que sepan que en la Biblioteca de Corralejo, que es donde lo pillé yo, pueden encontrarlo.

Mathieu
Mathieu
Lector
2 diciembre, 2014 18:34

Yo tenia un problema con Paco Roca y es que leí Arrugas y me aburrió. Pero hará cosa de un mes andaba yo con unos eurillos en el bolsillo y me pillé las memorias del tipo en pijama y «Las calles de arena» y me gustaron mucho. A mi también me gustaria que volviese a hacer este tipo de cómic/ ficción-ensoñación. Pero bueno, luego leí «Los surcos…» y también me gustó. Asi que me haré con este «juego lugubre» a ver que tal. Lo de Moore són palabras mayores. Yo al muchacho no lo veo como un genio, sencillamente un tipo que hace lo que le gusta y mima su trabajo.

frankbanner49
frankbanner49
Lector
3 diciembre, 2014 12:51

vale,poco a poco,y ahora que no nos oye nadie…..

paco roca es un narrador de la ostia.

durante las dos semanas de noviembre que estuve de vigilia hospitalaria por mí padre,me llevé un buen surtido de comics para que las horas en aquella habitación no se me hiciesen eternas(fascinante ese Harry potter oscuro que se saca de la manga alan moore en la liga 2009,por cierto,ya que se menciona al barbudo) y de paco roca (autor al que no conocía) me leí tres de sus obras:el faro,el invierno del dibujante,y arrugas.

esa primera historia sobre un soldado republicano cuya huida le lleva hasta un faro,(hogar de ese personaje trasunto de chanquete),es un relato muy bien contado,y que rezuma optimismo por los cuatro costados,pese a lo crudo del relato.incluso la propia estética es extrañamente luminosa.francamente,me deja un buen recuerdo. tanto la historia,como la forma en que se cuenta.

arrugas,por el lado contrario,me deja un poso amargo en la memoria.

entiendo su valor.las teclas que toca son las adecuadas para que te dejen huella.y la historia que cuenta es universal.todos tenemos que pasar por ahí.por caminos parecidos a los que transita el relato.en el caso de mí padre se mantuvo lúcido hasta el final,pero he tenido algún familiar que sí que padeció alzheimer,y en efecto,la cosa resulta dura.mucho.lo que ocurre es que,al contrario que el faro,no he encontrado un asidero como lector al que agarrarme.la historia es tan desesperanzadora en su planteamiento que te resulta difícil agarrarte a algo dentro de ella que te deje un buen recuerdo de ella.ni siquiera la figura del anciano carterista me supuso un cierto alivio cómico dentro de la historia.entiendo también,eso sí, que el estado de animo en el momento en que lees esta historia necesariamente ha de influir.y el mio en aquel momento no era el adecuado para encarar una historia como esta.fallo mio.

pero que los arboles no nos impidan ver el bosque.otro gran trabajo de paco roca.

y llegamos a EL INVIERNO DEL DIBUJANTE.

de los tres comics de paco que pude leer,para mí esta fue la joya de la corona.los que ya me conocéis un poco ya sabeis de mí querencia por los tebeos de la vieja bruguera,y este es sin duda un trabajo IMPRESCINDIBLE para todo aquel que ame aquel periodo histórico.para todo aquel que quiera indagar en la historia de toda una generación de absolutos genios del humor gráfico, a los que cualquier homenaje que se haga, necesariamente ha de saber a poco.

por todo lo que he leído(y visto,además)el exhaustivo trabajo de documentación se refleja en un trabajo que resulta ciertamente ajustado a la realidad de lo que cuentan muchas de las partes implicadas:el genial vazquez,ese emergente currante llamado ibañez,rafael gonzalez,y su forma de «marear» el lápiz entre sus manos fingiendo un elemento de seguridad frente al que tenia delante,las reuniones del grupo de dibujantes.relatos comunes que se han contado de distintas maneras, pero que parecen ajustarse bastante a la realidad de lo que pareció vivirse en aquellos días.

lo de victor mora y la secretaria,es algo que desconocia,y me ha fascinado verlo en imágenes.lo de la página 30,en cambio,con esa viñeta en la que se dice mortadelo y Filemón iba a llamarse,en principio,fideino y nosequé,me choca(¿en serio era así).según tenia entendido la idea inicial era que se les llamaría ocarino y pernales.si,un detalle nimio,lo sé,peeeero….

si alguien tiene alguna información,que rule,please…. 🙂

en cualquier caso,un trabajo de integración de paco roca fascinante.la narración fluye a la velocidad de un tren bala.sin trabas,sin concesiones.y más importante aún,marcando distancias,equilibrando todas las partes del relato.roca entiende que cada parte en conflicto puede tener su parte de razón,y en consecuencia,las integra en lo que cuenta,sin mostrarse como juez y parte.y eso es algo que habla muy bien del autor.el saber que hay momentos en los que es imposible dejarse llevar por un debate reduccionista en blanco y negro,y necesariamente has de refugiarte en los grises.

esas tres últimas páginas con Rafael gonzalez….

pero lo que mas me maravilla es la naturalidad en los diálogos de paco roca. como el cabronazo es capaz de sumergirte en cada escena en las que los dibujantes se mueven casi como si fueses un testigo real de lo que esta sucediendo allí mismo,y eso tiene un merito ENORME,en serio.para cualquiera que aspire a convertirse en guionista(yo aún lo intento,y no cejo en el empeño)sin duda ha de ser consciente de la dificultad de encontrar la «voz» del personaje dentro del relato que pretende contar.y ese riesgo, traducible en éxito,que asume en cada trabajo paco,resulta casi insultante.

como las dudas de victor mora a lo largo del relato,uno no deja de pensar cuanto ha de pasar para que a paco roca le absorba el campo de lo audiovisual,y le haga abandonar el de la historieta.espero que ocurra tarde.pero un talento para narrar historias como el de este tio,la forma en que fluyen sus historias,es algo que dudo que pase desapercibido durante demasiado tiempo,sin que se acabe plasmandose en un paso adelante a la dirección.

o quizá no.él sabrá.

me intriga(y me encantaría saberlo,de verdad que sí),si paco ha llegado a ver el documental HISTORIES DE BRUGUERA(me parece que es posterior a EL INVIERNO DEL DIBUJANTE)por que la visión que se muestra de la familia bruguera a través de sus trabajadores,la gente de base,difiere algo de la visión de los citados hermanos como los «negreros» a los que la historia retrata.incluso lo que se cuenta sobre el retorno de los cinco artistas fugados,se plantea a lo largo de dicho documental no como un fracaso,sino más bien como una jugada que les salió mejor de lo que hubiesen esperado,saldado con un significativo aumento en sus retribuciones,que no se detalla en el documental,pero que por la sonrisa del que habla sobre aquello,se intuye fue muy superior a lo que estos cobraban en sus inicios.

conste que no entro a valorar a quien asiste la razón en la cuestión que se dirime entre ambas partes.como menciono arriba,este tipo de debates nunca llegan a ser del todo concluyentes,por mucho en que nos empeñemos en que las cosas siempre son más sencillas de entender.o incluso de justificar.y el contexto histórico pesas tanto en lo que se cuenta,y el como se cuenta….

estoy en contra de que los citados dibujantes no obtuviesen el control de sus creaciones,y por supuesto de que trabajasen bajo contratos «leoninos»,pero también resulta evidente que a aquel grupo de dibujantes las cuestiones editoriales le venían demasiado grandes.aquí podríamos trasladar el debate a los tiempos actuales,y trazar paralelismos con lo que supuso el movimiento de IMAGE en el campo de las grandes editoriales.pero el contexto de aquella época es notoriamente distinto,y el debate ya arrancaría de forma tramposa desde su base.

Rafael gonzalez pudo muy bien ser el tirano que muchos retratan,pero cada vez resulta más notorio (a medida que se producen aproximaciones a su vida),que aquel hombre grís fué tambien el pegamento que mantuvo el engranaje que movia los distintos estamentos dentro de la editorial.tambien jim shooter fue un tirano,en boca de quienes trabajaron para él.pero los resultados de su gestión están ahí.y resultan notables.

¿los justifico a ambos?.

en absoluto.

y sin embargo, esas dos ó tres ultimas páginas de EL INVIERNO DEL DIBUJANTE resultan tan clarificadoras.esa figura de rafael gonzalez, consciente de la antipatía que provocaba entre sus propios trabajadores dentro de la editorial,pero que al mismo tiempo,asumia como un mal necesario para que los engranajes de aquel gigantesco movimiento editorial continuase girando pese a todo,habla de un hombre con un fuerte compromiso.equivocado o no.aquí cada uno puede tener su opinión formada al respecto.pero a mí me gusta pensar que aquel tipo era perfectamente consciente de la importancia del movimiento histórico en el que vivía, y asumia,pese a todo,que el coste de aquello era que la historia le recordase como el villano de la película.casi como la figura del héroe crepuscular que juega con las cartas equivocadas,y pese a todo sigue adelante,porque entiende que su destino es el que es,y poco puede hacer para cambiar las reglas del juego.

o quizá solo era un tipo grís y aburrido,que jugaba a favor de la editorial.que se yo.

lo que si tengo claro es el notable y logradísimo trabajo que ha logrado este tipo sumamente creativo con este trabajo superlativo.un producto del que sencillamente te puedes sentir orgulloso,por lo que significa para reivindicar(sí,aún más)la figura de todo un universo editorial de grandes dibujantes y creativos,y que a mí parecer resulta notablemente superior a su premiadísima obra posterior:ARRUGAS.

que jodio el roca.

y que bueno es.

bonus track(para no perder las buenas costumbres).

http://www.youtube.com/watch?v=aXa8s9R7-24

y si no sale,(cosa probable),buscadlo como DESTINO.el trabajo conjunto de dalí y walt Disney.

frankbanner49
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Lector
3 diciembre, 2014 12:59

recuperando costumbres…y perdiendo otras,nstch….

una muy buena reseña de Javier que me anima a buscar este comic que,sin duda,tiene muy buena pinta.

a ver.

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
3 diciembre, 2014 13:12

Ey, Frank, se te echaba de menos.

Siento lo de tu padre, tío.

Y me apunto El Faro, que también lo tengo pendiente.

frankbanner49
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Lector
3 diciembre, 2014 13:15

gracias,retran.

eres un grande 🙂

manolin
manolin
Lector
4 diciembre, 2014 21:30

Frank Banner, me sumo a los que te recomiendan el «Juego Lúgubre», y me lo cobro siguiendo tu consejo de conseguirme «EL Invierno del Dibujante», que como nostalgico y aficionado que soy a la escuela Bruguera seguro que disfrutaré. Saludos y ánimo amiguete.

the drummer
the drummer
Lector
4 diciembre, 2014 22:50

un abrazo franky

frankbanner49
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Lector
29 diciembre, 2014 10:13

me lo leí ayer.

es cierto que el dibujo de paco roca no tiene esa definición y buen acabado de sus últimas obras.y no solo eso.tampoco el nivel de sus diálogos es al que nos tiene (mal)acostumbrado.sigue estando muy bien,pese a todo.la secuencia en la que deseo habla de los otros artistas ninguneándolos con esa forma tan característica del genio de expresarse,o esas dos páginas en las que Jonás huye de la gente del pueblo(no sé porqué,pero me gustan especialmente esas dos páginas,en concreto) nos recuerdan porque roca es el que es,pero,ciertamente,es un autor algo primerizo el que se nos presenta en este trabajo.pero,oye,que mola a pesar de todo.las cosas como son.

ahora,lo de dalí en plan «serial killer»,ahí ya se nos va un poco la pelota,¿eh?.como juego literario,vale,pero hasta ahí…. 😉

frankbanner49
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Lector
29 diciembre, 2014 10:16

muy buena reseña,por cierto,javier.estoy de acuerdo en todo lo que expones. 😉

y ya me pilla tarde,pero me hubiera gustado leerla en color.lastima no haber caído antes.