Crítica de Resident Evil 2. (Por Pablo Gutiérrez).

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Resident Evil 2: Apocalipsis

La Noche de los Cristales Rotos.

Resident Evil 2: Apocalypse (EEUU 2004, Acción, 94 Minutos)
Dirección: Alexander Witt
Guión: Paul W. S. Anderson
Reparto: Milla Jovovich, Sienna Guillory, Oded Fehr, Thomas Kretschmann, Jared Harris, Sandrine Holt, Mike Epps, Zack Ward, Eric Mabius.
Música: Jeff Danna

Valoración: 1/10
Resumen: Tras los extraños acontecimientos sucedidos en la Colmena, los afectados por el virus T han escapado al control de la malvada Corporación Umbrella, creando el caos en la tranquila ciudad de Raccoon City.

Conclusión: La amenaza se ha convertido en una tenebrosa realidad. La espada de Damocles que pendía sobre nuestras cabezas ha caído, cercenándonos nuestro más preciado instrumento de pensamiento: la segunda parte de Resident Evil ha llegado. La adaptación del excelente videojuego ha alcanzado su punto álgido en este Apocalipsis de muertos “durmientes” (no cuela que estén muertos) y villanos remezclados de Frankenstein, Terminator y Leatherface.

El inefable Paul W. S. Anderson (no confundir con Paul Anderson, por favor) vuelve a la carga, acompañado por su eterna musa Milla Jovovich. La europea da vida a Alice, que tras pasar por las terribles manos de los científicos de Umbrella, es liberada en una ciudad asolada por multitudes de muertos vivientes y peligrosos engendros mutantes. Es sin duda el comienzo la mejor parte de la película, en la que se nos muestra de manera demasiado fugaz los preparativos para un Armaggeddon metropolitano de carne, sangre y huesos.

Tras la resultona, aunque no muy original, escenita de la batería de coches negros, y su sorprendente resolución, lo único resaltable del resto del metraje es la fetichista presentación del gran descubrimiento de la película: la fascinante Sienna Guillory. El alter ego de la heroína pixelada Jill Valentine es el único atractivo de una historia que deriva inevitablemente en diálogos que rayan la estupidez, personajes carnaza (siempre surge uno que muere a manos de un engendro, a modo de presentación de las habilidades destructivas del ser) y situaciones que pretenden rozar el límite sin tan siquiera vislumbrarlo.

Los personajes principales se saben invulnerables y no se cortan en demostrarlo en los continuos combates en los que se ven envueltos, ayudados por la pretenciosa actividad visual de la que hace gala su director, olvidando los más simples cánones de narrativa a favor del más agotador frenetismo. Una vez más se ha olvidado por completo el trasfondo de terror de una survival horror mutada en película de acción para desilusión de los fans de la saga original, que verán además a su otrora terrible enemigo Némesis transformado en un monstruo de vil apariencia pero de buen corazón. La única satisfacción que se llevarán los más fieles seguidores del juego es ver por fin en la gran pantalla los escenarios que envenenaron sus sueños mientras permanecían atrapados en la Raccoon City renderizada.

Lamentable adaptación de una saga legendaria de videojuegos, que no se preocupa ni tan siquiera en dar una visión distinta (28 Días Después o Dawn of the Dead) de un género cargado de tópicos y versiones. Tal vez la mayor demostración de talento del director es la continua referencia a la destrucción de cualquier tipo de sólido cristalino, en una acertada alegoría de imaginación desaprovechada y tiempo perdido.

O.K.: -La fascinante presencia de Sienna Guillory.

K.O.: -Todo lo demás.

La Escena: -Jill regresa a casa tras una noche de fiesta para recibir el aviso de que los muertos caminan. No tardará en encontrar la solución más adecuada a este inconveniente.

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