Un villano Marvel de serie Z en Original sin: El Orbe

El Orbe, es un villano que lleva paseándose por el universo Marvel sin pena ni gloria desde los años 70. Ninguno de los dos personajes que han ostentado tal nombre ha alcanzado jamás un lugar de prominencia entre los oponentes que se suelen enfrentar a los héroes de la casa a pesar de ser uno de los enemigos recurrentes de uno de los iconos editoriales: El Motorista Fantasma. También es cierto que no todos los villanos están llamados a la grandeza y que muchos son simplemente excusas para contar aventuras, sin pretenderse que cautiven al público con su carisma o la enormidad de sus actos. Todo eso parece a punto de cambiar con Pecado Original, en la que da la impresión de que Jason Aaron pretende dotar a este villano de apariencia algo surrealista de un lugar preeminente en el cosmos Marvel, por lo menos mientras dure el evento. Dado que no es precisamente un personaje muy conocido, hemos juzgado oportuno ofreceros un pequeño repaso para aquellos que no estén familiarizados con él.

Drake Shannon, el primer hombre conocido como el Orbe apareció por primera vez en 1973, en la colección Marvel team-up, la cual a grandes rasgos nos relataba historias de Spiderman acompañado de un superhéroe distinto en cada número. En su decimoquinta entrega, obra de Len Wein y Ross Andru se nos contaba que el tal Shannon había sido un motorista acrobático que tenía un negocio de espectáculos de éste tipo a medias con un tal Crash Simpson. Cuando llegó la hora de definir quien se quedaba con todo el negocio, los antaño amigos decidieron enfrentarse en una carrera en moto. Shannon sufrió un accidente que le dejó terriblemente desfigurado y Simpson se quedó con el espectáculo.

Años después, unos conspiradores llamados Aquellos que ostentan el poder, que entre otras cosas se dedicaban a equipar supervillanos para usarlos posteriormente como peones en sus juegos de dominación mundial le dieron un casco con forma de ojo que le otorgaba poderes hipnóticos. Con Simpson ya fallecido, decidió recuperar el negocio que sentía suyo mediante el secuestro y el asesinato. La mala suerte del Orbe (como decidió llamarse Shannon en su nueva vida delictiva) le llevo a encontrarse con que el heredero del espectáculo era un chaval que al quedarse huérfano había sido criado Simpson, un tal Johnny Blaze: ni más ni menos que el Motorista Fantasma. No es buena idea tratar de presionar a alguien poseído por un demonio que le transforma de vez en cuando en un esqueleto llameante montado en una motocicleta de fuego infernal. Con una ayudita del Hombre araña, el Orbe vio frustrados sus criminales planes.

A partir de ahí, y con la excepción del propio Satán (luego se revelaría que en realidad era el marveliano Mefisto), el Orbe pasó a ser lo más parecido a una némesis que el Motorista Fantasma tuvo durante los años setenta y primeros ochenta. El villano, a pesar de estar fuera de la órbita frecuentemente sobrenatural de la colección, aparecía cada cierto tiempo liderando alguna banda de criminales moteros para tratar de vengarse de Blaze y del Motorista. Sus poderes se ampliaron al actualizar su equipo Sunset Bain , Madame Amenaza, siendo capaz a partir de entonces de lanzar rayos por el iris de su ocular casco. Como ya hemos dicho, no era tampoco ningún Magneto, y solía ser derrotado en el mismo episodio en el que aparecía, siendo su mayor logro haberle causado amnesia a Roxanne Simpson, amor de Johnny e hija del fallecido Crash. No es que se pretendiese presentarle como un villano patético o humorístico, simplemente, sus planes nunca llegaron a ser una gran amenaza para el Espíritu de la Venganza. Como normalmente sus oponentes no solían repetir aparición, el Orbe se quedó con ese curioso papel de villano secundario a la vez que archienemigo.

Drake Shannon tuvo una muerte que casi pasó desapercibida en el gran esquema de Marvel, en una colección totalmente ajena a sus circunstancias habituales, cuando su némesis llevaba ya algunos años retirado y sin colección propia. En Solo Avengers número 21, en un relato de Ojo de Halcón, el Orbe fue asesinado por los secuaces de otro villano, el Hombre planta.

Con los años, el Orbe tuvo alguna aparición fruto del despiste de algún artista, haciendo bulto en escenas del bar sin nombre, ese local frecuentado por supervillanos del Universo Marvel. Cuando Jason Aaron empezó a escribir la serie del Motorista Fantasma en 2008, el editor Tom Brevoort le sugirió que usase al criminal con cabeza de ojo como oponente. Aaron decidió establecer que éste Orbe que habia sido visto fugazmente era en realidad un nuevo personaje que había empezado a usar la villanesca identidad del difunto Drake Shannon. Rediseñado ligeramente por Tan Eng Huat, se nos presentaba, ahora sí, al delincuente cómo un personaje patético al cual sus compañeros supervillanos apenas aguantaban dada su incontinencia verbal, su incompetencia y su malísima puntería con una pistola repulsora de la que sin embargo no paraba de presumir.

Uniéndose a un grupo de mercenarios con poderes dirigidos por el ángel Zadkiel, el nuevo Orbe acababa siempre hospitalizado, descubríamos que había sido abandonado de pequeño por sus padres al nacer con un globo ocular por cabeza (su apariencia no era debida por tanto un casco como en el caso de Shannon) y que tal deformidad le había llevado a formar parte de un espectáculo de freaks de estos que recorren la América profunda. El personaje era un alivio cómico destinado a arrancar unas risas del aficionado mediante un negro y cruel sentido del humor, como si uno de los del reparto del Predicador de Garth Ennis se tratase.

Aaron volvió a utilizar a este perdedor que fue virgen hasta los 37 años (y que dejó de serlo pagando) en la miniserie Astonishing Spiderman & Wolverine, y posteriormente en el fugaz paso del escritor por la colección de Hulk. Allí sin embargo, nos pudimos encontrar con un Orbe mucho más inquietante, preso de la demencia, que arrancaba a sus víctimas los globos oculares y que era capaz de juzgar con mucha precisión a sus oponentes mirándolos a través de esas ventanas del alma que son los ojos.

Ahora, en Pecado Original, Jason Aaron ha retomado a este retorcido villano de nombre real desconocido para insertarlo de lleno en una trama que va a resultar crucial para todo el universo Marvel. Atrás parece quedar el rumbo humorístico que se le imprimió al criminal en un principio, y que sin duda era fruto del bizarro aspecto que presentaba su antecesor.

¿Llegará el Orbe a convertirse en un peso pesado de la villanía Marvel a la altura de Veneno, el Doctor Muerte, Kingpin o Thanos? Plantearse siquiera tal pregunta hace unos años hubiese sido inaudito, pero tal vez el guionista de Scalped sea de los pocos que puedan llevar tal desconcertante giro a buen puerto.