Aviso de Spoilers: La siguiente entrada contiene spoilers importantes de la trama de Adolescencia.

Género: Drama, thriller
Creador Stephen Graham, Jack Thorne
Reparto: Stephen Graham, Owen Cooper, Christine Tremarco, Ashley Walters, Erin Doherty, Amelie Pease, Faye Marsay, Mark Stanley, Jo Hartley, Austin Haynes, Claudius Peters
Producción: It’s All Made Up Productions, Plan B Entertainment, Warp Films.
Canal: Netflix

Vivimos en la época de mayor sobreproducción de la historia del medio audiovisual desde su creación misma. Las plataformas de streaming y su insaciable ansia por mantener la maquinaria del consumo en funcionamiento, y la pandemia del COVID 19 con el consiguiente confinamiento a nivel global, han dado pie a que la cantidad de películas y series ofrecidas por el vídeo de pago por visión sea a día de hoy tan descomunal que desde hace años impiden al espectador consumir ni el 25% de lo que productores, guionistas, directores y programadores ofrecen a sus suscriptores. Dentro de estas plataformas, la que más material de producción propia contiene en su catálogo es Netflix. La desproporcionada oferta del titán estadounidense incita a que la mayor parte de su producción sea «comida rápida» de consumo apresurado y olvido inmediato. Las obras más reseñables de la compañía creada por Reed Hastings y Marc Randolph, sobre todo en lo concerniente a series, se suelen dividir en brutales éxitos de reproducción que llegan a millones de espectadores o piezas de culto que no consiguen una visualización tan notoria, pero sí el respeto y las alabanzas de la crítica y parte del público. Aunque en ocasiones llega al catálogo de la plataforma un producto que milita en estas dos vertientes, como el de la obra que nos ocupa en esta entrada.

Adolescencia es una miniserie británica creada por el guionista Jack Thorne y el actor Stephen Graham, a los que se debe sumar el realizador Philip Batantini, con las compañías It’s All Made Up Productions, Plan B Entertainment y Warp Films detrás de su desarrollo y producción de la ya citada Netflix. De su equipo creativo cabe mencionar que su co creador, guionista y protagonista ya trabajó a las órdenes del director en la película Hierve (Boiling Point, 2021) y con su colaborador a la escritura en la serie The Virtues (2019), por lo tanto los tres son viejos conocidos, estrechos compañeros y, seguramente, amigos. De la ya mencionada cinta sobre el mundo de la cocina, estrenada antes de la exitosa The Bear, cabe mencionar el leit motiv conceptual, visual y narrativo que hereda de ella Adolescencia, el muy comentado, para bien o para mal, recurso del plano secuencia. Cada uno de los cuatro episodios de los que consta la ficción de Netflix está rodado en un único plano sin cortes o trucaje alguno, decisión que ha hecho correr ríos de tinta digital, a favor y en contra, con respecto a la propuesta de Grahamn, Thorne y Batantini y a la que dedicaremos un apartado en esta entrada.

Adolescencia se divide en cuatro episodios bien diferenciados. En el primero asistimos a cómo un grupo de asalto de la policía de Inglaterra, comandado por los inspectores Luke Bascombe (Ashley Walters) y Misha Frank (Faye Marsay), irrumpe en la casa de la familia Miller para detener a Jamie (Owen Cooper) el hijo pequeño acusado del asesinato de una compañera de colegio ante la atónita mirada y la incredulidad de su padre, Eddie (Stephen Graham), su madre, Manda (Christine Temarco) y su hermana, Lisa (Amélie Pease). En el segundo los dos inspectores visitan el colegio de Jamie y, entre otros alumnos y algún profesor, hablan con Adam (Amari Bacchus), hijo de Bascombe. En el tercero, cuyos hechos se desarrollan siete meses después, somos testigos de la última sesión de terapia de Jamie con la psicóloga Briony Ariston (Erin Doherty). Por último, en el cuarto, seguimos a los Miller durante el cumpleaños de Eddie en un día que tornará en tortuoso por una serie de hechos relacionados, directa e indirectamente, con el supuesto crimen de Jamie.

La idea de Adolescencia nace después de que Stephen Graham se encontrara en la prensa con dos casos diferentes, los de Ava White y Elianne Andam, unas chicas británicas asesinadas con arma blanca por dos adolescentes varones. El actor se asoció con su colaborador, el guionista Jack Thorne, para abordar el proyecto como un retrato sobre la furia masculina arraigada en los adolescentes y el influjo que en muchos de ellos ejercen los discursos de extrema derecha de celebridades como Andrew Tate, al que se hace mención explícita en el segundo episodio de la serie, que pueblan internet con un ideario misógino, machista e intolerante que cala profundamente en niños cuyas personalidades a sus edades se antojan maleables e influenciables, siendo receptores de una oleada de odio que normalizan y toman como propio. El movimiento incel y su presencia en la red tiene notable peso en la ficción que nos ocupa, pero sus guionistas van más allá, apelando en última instancia al concepto social de lo que es la masculinidad.

Antes de profundizar en los temas que aborda Adolescencia debemos hacernos la misma pregunta que todos los espectadores y representantes de la prensa especializada se han hecho desde el estreno de la ficción. ¿Era necesario que la serie de Netflix se rodara en plano secuencia?. ¿Esta decisión técnica y narrativa hace de Adolescencia un mejor producto?. ¿Dicho alarde audiovisual potencia el discurso planteado por sus máximos responsables o es solo una decisión caprichosa que lo devora en pos del virtuosismo estilístico?. Para el que suscribe la respuesta la ofrece ya el primer episodio, pero en caso de que no sea suficiente recomendamos al espectador tener una visión global de la serie visionándola en su conjunto. Sí, que Adolescencia esté rodada en planos secuencia es, no solo todo un logro digno de elogio por parte de su equipo, sino una elección de sus creadores para potenciar todos los hallazgos narrativos, interpretativos y audiovisuales puestos en escena por Philip Batantini para que la experiencia de enfrentarse a ella se antoje difícilmente olvidable.

Podríamos recurrir a lugares comunes y tópicos manidos indivisibles al recurso del plano secuencia, como que su ejecución permite una inmersión mucho más activa y orgánica para el espectador al experimentar los hechos de estas cuatro horas en la vida de la familia Miller y los inspectores que investigan el caso de Jamie en tiempo real. 240 minutos en los que vemos un núcleo familiar de clase obrera desmoronarse por un hecho trágico imposible de asimilar viniendo de un niño de trece años aparentemente normal. Pero más allá de la inmediatez del aquí y el ahora la ausencia de montaje agudiza el instinto de sus autores, ya que deben elegir durante un plano sin cortes a qué personaje es más interesante que siga la cámara para continuar desarrollando una historia coral que se revela como un fresco en el que fuerzas de la ley, ordenamiento jurídico, educadores, alumnos y padres cobran relevancia capital al verse implicados, de manera directa o indirecta, en un crimen que conmociona a toda una comunidad.

Evidentemente, esta decisión por parte de Graham, Thorne y Batantini limita el desarrollo argumental de Adolescencia y el retrato que plantea exponer de cara al espectador con respecto al crimen que supuestamente ha cometido su joven protagonista, ya que la ausencia de montaje anula cualquier posibilidad de que más de una subtrama discurra en paralelo, de manera que la carga dramática recae en los inspectores Bascombe y Frank primero y en Jamie y los Miller después. Otro hallazgo de la ficción, poco usual en este tipo de producciones, es la decisión de centrar la historia en la familia del ejecutor y no en la de la ejecutada, que es lo habitual en los relatos sobre crímenes y crónica negra, ya que es más sencillo empatizar con los parientes de la víctima, que con los del asesino, ya que, contra todo pronóstico, llegan a encontrarse en una situación personal y social mucho más compleja como un clan hecho añicos.

Cada uno de los episodios de Adolescencia cobra entidad propia y tiene una misión clara a la hora de ofrecer una visión lo más amplia posible sobre el trágico hecho que bascula su trama central. En el primero de ellos Thorne, Graham y Batantini asientan las bases conceptuales de una historia que durante sus primeros pasos transmite impotencia y confusión, sobre todo con el asalto policial a la casa de los Miller. En este capítulo los autores nos ofrecen el primer pasaje que justifica el uso del plano ininterrumpido, ese cacheo al que los agentes someten a Jamie desnudándolo en busca de heridas o marcas en el que solo vemos en primerísimo plano la cara de incomodidad de Eddie que, indudablemente, se encuentra mucho más violentado que su propio hijo. El momento en el que ambos roles ven el vídeo que supuestamente confirma a Jamie como el asesino de Katie es el primer punto de carga dramática de la serie, que encontrará su culminación en la última entrega.

El segundo episodio, el que se desarrolla en el instituto, no solo es el más complejo en cuanto su realización con decenas de figurantes interactuando los unos con los otros en pantalla, sino que es el que más y mejor profundiza en la lectura social de Adolescencia. Los alumnos haciendo mofa con el crimen, la amiga de Katie explotando violentamente por la muerte de su amiga, esa profesora cándida e ingenua totalmente desconectada de la realidad en la que se mueven los escolares y, sobre todo, la conversación de Bascombe con su hijo transmiten un mensaje desolador, la incomunicación entre adultos y adolescentes y el enorme salto generacional que los separa. Adam explicando los códigos con los que él y sus amigos se comunican en las redes sociales y el ciberbullying al que unos someten a otros son la prueba cristalina de que la generación Z, la criada con un dispositivo digital en sus manos, pareciera vivir en una dimensión paralela que a las personas de mediana edad les resulta tan ajena como realmente desconcertante.

El tercer capítulo, unánimemente considerado como el mejor de la producción, es un descomunal tour de force entre Jamie y su psiquiatra en una sola localización, una sala en la que tiene lugar la última sesión entre los dos personajes. En esta hora de metraje se lleva a cabo al escalpelo el mejor y más completo análisis psicológico del rol protagonista, lo que pareciera ser una víctima desvalida y confusa torna con solo un par de gestos en una figura amenazante, bordeando la sociopatía, en lo que puede considerarse una master class de interpretación por parte de unos descomunales Owen Cooper y Erin Doherty, especialmente reseñable la labor del primero si tenemos en cuenta que este es su primer trabajo y que no contaba con más de catorce años cuando rodó la serie. El dúo de intérpretes se ha llevado todas las alabanzas por su entrega y el handicap que supone mantener ese nivel de energía durante sesenta minutos sin cortes, ayudados por un guion exquisito a la hora de abordar de manera realista la sesión desde un punto de vista psicoanalítico.

Hay quien dice que el cuarto episodio es el menos redondo de la ficción e incluso que su existencia podría ser innecesaria. Un servidor no puede estar en más desacuerdo, ya que no solo me parece el mejor de los cuatro, sino el más desolador y triste. En esta cuarta hora somos testigos privilegiados del infructuoso y fracasado intento de los Miller por intentar llevar una vida normal durante el cumpleaños del padre de familia. No solo el rechazo social en forma de insultos o pintadas resquebrajan esa normalidad que nunca volverá a ser tal, es que hablamos del capítulo en el que la presencia de Jamie sobrevuela con más fuerza la narración sin aparecer físicamente en ningún momento, ya que solo llegamos a escuchar su voz. Esa conversación en la camioneta entre marido, mujer e hija hablando de cómo los dos primeros se conocieron en el arranque del episodio encuentra su reflejo deformado con la llamada de teléfono que termina por dilapidar cualquier intento de que esa familia pueda volver una tranquilidad que les ha sido robada a manos de su hijo pequeño, ya casi un desconocido, una voz convertida en el constante recuerdo de qué han podido hacer mal Eddie y Manda con respecto a la educación de Jamie.

Cuando Adolescencia baja el telón, con un pasaje final por el que a Christine Tremarco, Amélie Pease, y sobre todo a un Stephen Graham que no es de este mundo, deberían ganar todos los premios de interpretación; este último y sus dos colaboradores no ofrecen respuestas, de hecho abren más interrogantes. Solo quedan dos padres derrotados, incapaces de asimilar que la situación en la que se encuentran es aterradora, ya que han perdido a su hijo, pero no en un plano físico (algo que podría gestionarse de manera mucho más orgánica, como suponemos lo están haciendo, con todo el dolor imaginable, la familia de Katie Leonard) sino en el moral. Eddie se abre en canal por primera vez en la serie, afirma que juró no corresponder a los malos tratos de su padre negándose el legarlos a sus hijos, lamentando si esos partidos de fútbol en los que Jamie no estaba a la altura y él sentía vergüenza por las burlas que le proferían fueron la causa primigenia de que cometiera el acto inenarrable por el que ha sido condenado.

En el último pasaje, la habitación del niño, esa en la que sus progenitores creían que estaba a salvo, está coronada por el set up de Jamie, un ordenador como gargantuesco emisor de odio que sirvió de catalizador para que un adolescente alienado se empapara del odio de una horda de misóginos que no dejan de ser el resultado de la masculinidad tóxica a la que nos aboca una sociedad que señala a los «hombres débiles» para dejar en evidencia lo que no es una virilidad hegemónica que somete a las mujeres o las cosifican hasta convertirlas e una idealización que no se corresponde con la realidad. Stephen Graham, Jack Thorne y Philip Batantini han facturado una pieza audiovisual excelsa, con una enorme carga social que ya se encuentra entre lo mejor de la producción propia de Netflix y dando lugar a algunos de los mejores trabajos recientes de divulgación en la red, como este superlativo análisis que Jordi Maquiavelo dedicó a la serie en su canal de Youtube.

Adolescencia me ha tocado tan profundamente, de tantas maneras y formas, como para poner la mano en el fuego con respecto a que no se va a estrenar este 2025 otra serie que la supere en cuanto a calidad, trasfondo, profundidad dramática y visionado obligatorio para padres e hijos y, sobre todo, que me haga estremecerme como lo hace ese final con un padre compungido pidiendo perdón a su hijo ausente que jamás volverá a ser mismo con todo lo terrible que supondrá, una vez cumpla su condena, su reinserción social para él y los suyos. Tengo un sobrino con la misma edad que el personaje de Jamie, un niño estudioso, responsable y empático por el que daría la vida misma y me causa terror pensar que pueda tomar como suyo el discurso de algún descerebrado con millones de seguidores que le haga creer que por el simple hecho de ser un hombre tiene derecho a someter o vejar a una mujer vendiendo como valores tradicionales el odio, la intolerancia y la violencia.

Aviso de Spoilers: La siguiente entrada contiene spoilers importantes de la trama de Adolescencia. Género: Drama, thriller Creador Stephen Graham, Jack Thorne Reparto: Stephen Graham, Owen Cooper, Christine Tremarco, Ashley Walters, Erin Doherty, Amelie Pease, Faye Marsay, Mark Stanley, Jo Hartley, Austin Haynes, Claudius Peters Producción: It's All Made Up…
Dirección - 10
Guión - 10
Reparto - 10
Apartado visual - 10
Banda sonora - 10

10

Con Adolescencia, Stephen Graham, Jack Throne y Philip Batantini han facturado la, posiblemente, mejor y más necesaria serie de producción propia salida de Netflix. Una obra maestra en fondo y forma que debería ser de visión obligada para adultos y adolescentes. La mejor serie de lo que llevamos de año.

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Justiciero Desmesurado
Justiciero Desmesurado
Lector
15 mayo, 2025 16:22

El chaval era normal hasta que se abrió un perfil en el insta y acabo como Charles Manson. Hoy gracias a una serie con ínfulas de tratado sociológico (ni más ni menos que de visión obligada, ojo) sabemos que la culpa es del machismo que nos venden charlatanes misoginos por el interné.

En los noventa eran los juegos de rol, en los ochenta la música heavy satánica, en los setenta las drogas y en los cincuenta Fredic Wertham aseguraba que eran los comic.

A ver dentro de unos años que les pasa a los adolescentes. Pero lo que es seguro que la próxima generación tendrá, como siempre, a sus todólogos aprovechando las tragedias para hacer propaganda de su ideología cutre.

Justiciero Desmesurado
Justiciero Desmesurado
Lector
En respuesta a  Juan Luis Daza
15 mayo, 2025 19:25

No, antes ni de lejos. Porque lo de antes era censura conservadora de viejos hablando de cosas que no entendían aplicando una solución equivocada a un problema mal diagnosticado. Pero llenaban horas en los medios y el morbo y asustar a los padres vendía.

Ahora como es educación progresista y somos nosotros los mayores parece que sí está bien. Es nuestra hora de dar la chapa a los chavales y tratarles como seres sin voluntad. Nuestra hora de aterrorizarnos con que les llenen la cabeza de ideas equivocadas así que antes se la llenamos nosotros, y nada mejor que una serie de mundos paralelos machistas de Netfix para ello. Repetirles que no sean demasiado masculinos una y otra y otra y otra… vez. El pecado original ahora está en ellos y hay que dejárselo clarito.

Xlin
Xlin
Lector
En respuesta a  Justiciero Desmesurado
15 mayo, 2025 20:37

Hombre, igual esa lectura es un poco simplista, no?
Donde tú ves ideología cutre yo veo una llamada a la reflexión.
No creo que la serie criminalice las rrss, ni reduzca todos los problemas del sector juvenil del primer mundo a un machismo mediático.
Pero bueno, que cada uno hace su interpretación y no todos vamos a opinar igual ni de la serie ni de lo que pretende transmitir.

Es obvio e innegable que vivimos en una sociedad donde el machismo sistemático sigue siendo un grave problema que hay que combatir desde la educación y la concienciación. De ahí a creer que eso es lo mismo que señalar al género masculino como un mal en sí mismo, pues hay una distancia tan abismal que me resulta impensable mezclarlo en la misma conversación.

En definitiva, quería decir que la serie me parece muy buena y no estoy de acuerdo con tu interpretación de la misma, aunque la encuentro inquietante de veras.

Justiciero Desmesurado
Justiciero Desmesurado
Lector
En respuesta a  Xlin
15 mayo, 2025 22:26

La llamada a la reflexión de la serie es “el machismo sistémico” que se trasmite por internet transformo a un adolescente inocente, porque nadie nace malo, en asesino”.

El adolescente era inocente pero ingenuo, se metían con el en el insti y en internet encontró al machismo, en el que se apoyó para levantar su moral hundida y como el patriarcado es así de malo, Pascualo, pues termino matando niñas.

Conclusión 1 = Este hecho concreto podría ser el síntoma de un problema generalizado.

Conclusión 2 = Sin mensajes machistas que se trasmite por internet esto no habría ocurrido.

Esa es la reflexión de la serie.

Así que a educar y concienciar en que matar chicas es malo, que el chaval con trece años no lo había asimilado, quizá si le hubieran insistido hasta la treintena bien entrada lo habría terminado comprendiendo. Así que habrá que dedicar recursos (o sea, dinero público) a ello.

A mi me parece bastante ideologizado y tendencioso. Otra cosa es que como la tendenciosidad coincida con nuestro sesgo pues nos parezca bien.

ZN Reseñas: Daredevil: Redención – Zona Negativa

Los de la reseña enlazada mataron a uno por culpa del heavy y satan y tal, El caso real era en los noventa así que las modas y tendencias eran otras. Ya te digo que aunque Juan Luis se lo ha tomado a coña en casos mediáticos anteriores culpaban indistintamente al rol, a la inmersión en la fantasía, la musical, y obviamente las drogas.

Y como tantos casos mediáticos más, donde tantos creían que “llamando a la reflexión” y concienciando y educando íbamos a llegar a esa sociedad de cero coma cero crimen.

Xlin
Xlin
Lector
En respuesta a  Justiciero Desmesurado
16 mayo, 2025 8:08

Me sigue pareciendo una lectura de lo más simplista. Veo mucha más ideología en tu interpretación que en la serie.
Tus conclusiones no las comparto en absoluto, creo que la serie plantea mucho más que eso. Habla de las relaciones sociales, familiares, del modelo de educación… Como para reducirlo todo a «el machismo es malo». Por supuesto que lo es, pero todos los demás problemas y dificultades sociales que muestra la serie y que tu obvias ¿deliberadamente? en tu análisis, son los que invitan a la reflexión.
Si a ti te ha ofendido que se señale el machismo como un problema social, pues vale, pero es que la serie habla de mucho más.
Sin ir más lejos señala, de manera mucho más destacada que esa «cruzada antimachista» que tanto denuncias, los problemas de la sociedad actual para lidiar con la frustración, tanto en jóvenes como en adultos y lanza la pregunta de ¿qué hacemos mal? para ser incapaces de frustrarnos.
Todo eso no aparece en tus palabras para nada. Lo reduces todo a «la serie dice que el machismo es malo y fabrica asesinos adolescentes y eso es una aberración». Tal vez es más aberrante que alrededor de 4 horas de marerial audiovisual tratanto de mostrar (con mayor o menor acierto y sí, por momentos tendenciosamente) algunos de los problemas de las sociedades «acomodadas» de hoy en día, logren una lectura tan reducida en el público, precisamente una muestra de que lo que lanza ha dado en el blanco.

Justiciero Desmesurado
Justiciero Desmesurado
Lector
En respuesta a  Xlin
16 mayo, 2025 13:41

A mi lo que me ofende es haber perdido el tiempo comiendo propaganda, que para eso me leo mejor las ofertas de supermercado. Cuando digo que la serie tiene carga ideológica no es (solamente) por su mensaje de “el machismo convierte a nuestros niños en asesinos”, pero que lo tieneç muy evidente que hasta lo subrayan con el tema de los youtubers machistas.

Sino la premisa de la serie, de que el individuo, en este caso en protagonista, un criminal que ha cometido un asesinato con premeditación, parece que no es responsable de sus actos, que con trece años no tiene capacidad de distinguir el bien del mal y no debe asumir las consecuencias. Aquí importa más los motivos que le llevaron a matar que el hacer justicia a la victima y sus allegados.

El asesino es solo un jarrón vacío relleno de malas ideas y eso prácticamente le exime. Como dice la canción, la sociedad es la culpable, y los demás deben y debemos “reflexionar”. No vaya a ser que el resto de efectivamente sean (y seamos) potenciales armas letales.
Puro panfleto, exagerado y alarmista.

Xlin
Xlin
Lector
En respuesta a  Justiciero Desmesurado
16 mayo, 2025 15:26

Y dale con el machismo

Justiciero Desmesurado
Justiciero Desmesurado
Lector
En respuesta a  Xlin
16 mayo, 2025 18:47

Párrafos del articulo:

“el influjo que en muchos de ellos ejercen los discursos de extrema derecha de celebridades como Andrew Tate, al que se hace mención explícita en el segundo episodio de la serie, que pueblan internet con un ideario misógino, machista e intolerante que cala profundamente en niños cuyas personalidades a sus edades se antojan maleables e influenciables, siendo receptores de una oleada de odio que normalizan y toman como propio. El movimiento incel y su presencia en la red tiene notable peso en la ficción que nos ocupa, pero sus guionistas van más allá, apelando en última instancia al concepto social de lo que es la masculinidad”

“emisor de odio que sirvió de catalizador para que un adolescente alienado se empapara del odio de una horda de misóginos que no dejan de ser el resultado de la masculinidad tóxica a la que nos aboca una sociedad que señala a los «hombres débiles» para dejar en evidencia lo que no es una virilidad hegemónica que somete a las mujeres o las cosifican hasta convertirlas e una idealización que no se corresponde con la realidad”

Y dale con el machismo … sino tiene nada que ver.

Xlin
Xlin
Lector
En respuesta a  Justiciero Desmesurado
16 mayo, 2025 19:36

Estás hablando del artículo, yo de la serie. Sí, tiene mucho que ver, pero hay mucho más

ultron_ilimitado
ultron_ilimitado
Lector
En respuesta a  Xlin
16 mayo, 2025 10:41

La serie es inverosímil. El caso de que alguien completamente normal, en una familia normal cometa un crimen terrible solo porque se ha metido en internet y ha leído comentarios machistas es altamente improbable.

El mensaje es claramente ideológico.

Xlin
Xlin
Lector
En respuesta a  ultron_ilimitado
16 mayo, 2025 10:59

Eso de alguien «completamente normal» denota que no has captado lo que la serie, entre otras cosas, muestra: Problemas de desconocimiento del estado emocional de los jóvenes.
«cometa un crimen terrible SOLO porque se ha metido en internet y ha leído comentarios machistas» te lo estás sacando de la chistera, porque la serie no dice eso para nada. Está hablando de cómo se relacionan los adolescentes, los círculos tóxicos que pueden frecuentar, el mal uso de las rrss, el machismo, la misoginia, el bullying, la normalización de la violencia, el racismo… Como causas de que alguien proveniente de un «entorno normal» pueda acabar cometiendo un terrible crimen.

Pero que sí, que como toca el tema del machismo, todo lo demás queda eclipsado y la serie es «claramente» propaganda ideológica.

Por cierto, ¿qué análisis hacéis del capítulo 4? ¿Cuál es la ideología que promulga en ese capítulo?

ultron_ilimitado
ultron_ilimitado
Lector
En respuesta a  Xlin
16 mayo, 2025 11:34

El «estado emocional» de los jóvenes no lleva a cometer este tipo de crímenes. Cuando se producen este tipo de asesinatos concurren múltiples factores: familias desestructuradas, entornos marginados, abuso de sustancias, problemas mentales graves, malos tratos.

El caso presentado en la serie simplemente no se da en la vida real. Los crímenes en los que se inspira la serie no se parecen en nada y de hecho la raza del protagonista está cambiada, no sea que alguien fuera a pensar que se están incluyendo los temas raciales y se desviara el foco de lo verdaderamente importante aquí, claro.

Que lo del tema del machismo no es que sea una ocurrencia nuestra, es que básicamente es lo que han dicho los propios autores y es básicamente en lo que se centran todas las críticas positivas de esta serie, que siempre lo enfocan desde el punto de vista del machismo.

Pero vamos, que cada cual es libre de tener su punto de vista.

Justiciero Desmesurado
Justiciero Desmesurado
Lector
En respuesta a  ultron_ilimitado
16 mayo, 2025 13:58

Aún aceptando la premisa de la serie, un chico ha cometido un asesitano con premeditación. La carga de comecabezas de la producción es más que evidente.

A la victima, que le hayan matado por al chico le insultaban las chicas y se volvió misógino porque el cryptobro de las burpees le dijo que era un looser, o porque se lo mando dios, o el perro del vecino que le hablaba, o que se quedo traumatizado tras la dimisión de sergio Scariolo de la selección de baloncesto … u otra le da igual. Esta muerta y fue una persona la que le asesino. La sociedad no tiene nada que reflexionar ahí, sino aplicar la ley tratar de hacer la justicia que se pueda.

Las reflexiones, y las llamadas a la educación y la concienciación, es cosa de políticos que quieren instrumentalizar una tragedia y de prensa amarilla dispuesta a capitalizar un acto particularmente horrible.

Veo pocas series y me molesta perder el tiempo con cosas tán maniqueas como esta. Por hacer un contraste, hace año y poco vi la serie «por trece razones», una serie de instituto donde se veía un machismo ambiental tratado de forma bastante más real y orgánica que en esta serie de Adolescencia, que realmente parece un what if del mundo real.

nmarango
nmarango
Lector
En respuesta a  Justiciero Desmesurado
16 mayo, 2025 14:44

«A la victima, que le hayan matado por al chico le insultaban las chicas y se volvió misógino porque el cryptobro de las burpees le dijo que era un looser, o porque se lo mando dios, o el perro del vecino que le hablaba, o que se quedo traumatizado tras la dimisión de sergio Scariolo de la selección de baloncesto … u otra le da igual. Esta muerta y fue una persona la que le asesino. La sociedad no tiene nada que reflexionar ahí, sino aplicar la ley tratar de hacer la justicia que se pueda»

Disculpa que me meta pero la última oración (que llega como conclusión de todo el párrafo precedente) me parece una barbaridad.

Justiciero Desmesurado
Justiciero Desmesurado
Lector
En respuesta a  nmarango
16 mayo, 2025 14:57

Nah, sin disculpas. Con lo de Sergio Scariolo he derrapado. Pido perdón.

Xlin
Xlin
Lector
En respuesta a  nmarango
16 mayo, 2025 15:28

Es una gran barbaridad, pero es lícito interpretarlo como uno quiera

Xlin
Xlin
Lector
En respuesta a  Justiciero Desmesurado
16 mayo, 2025 15:27

Precisamente el mensaje de la serie es lo menos maniqueo posible. Pero, oye, machismo… ideología… y tal y tal

ultron_ilimitado
ultron_ilimitado
Lector
En respuesta a  Xlin
16 mayo, 2025 15:28

¿Pero cómo va a ser lo de menos si los propios autores lo dicen y hasta este mismo artículo le da una importancia capital?

Xlin
Xlin
Lector
En respuesta a  ultron_ilimitado
16 mayo, 2025 15:24

«El «estado emocional» de los jóvenes no lleva a cometer este tipo de crímenes. Cuando se producen este tipo de asesinatos concurren múltiples factores: familias desestructuradas, entornos marginados, abuso de sustancias, problemas mentales graves, malos tratos».
Simple y llanamente falso, además de estereotipado. Trabajo con adolescentes y te aseguro que eso es del todo inexacto.

ultron_ilimitado
ultron_ilimitado
Lector
En respuesta a  Xlin
16 mayo, 2025 15:27

¿Sí? ¿Y cuántos de los adolescentes con los que trabajas han matado a alguien?

Xlin
Xlin
Lector
En respuesta a  ultron_ilimitado
16 mayo, 2025 18:19

En mi experiencia, de alrededor de 700/750 adolescentes, ninguno. Únicamente 2 agresiones que pudieron costar 2 vidas, una de ellas con arma blanca. En ambos casos no fue asesinato porque la moneda cayó cara, pero las víctimas sufrieron heridas graves.
Y no había familia desestructurada, ni abuso de sustancias, ni entorno marginado etc
Lo que sí había eran problemas mentales, igual que lo que muestra la serie. Supongo que el tercer capítulo se centra en el machismo y no en la salud mental de los adolescentes. Supongo que no entendí nada, ni yo ni los cerca de 60 profesionales y la decena de padres y madres con los que debatí sobre el contenido de la serie.

Justiciero Desmesurado
Justiciero Desmesurado
Lector
En respuesta a  Xlin
16 mayo, 2025 18:42

Hablamos sin saber porque no trabajamos con adolescentes. De hecho ojalá Ultron o yo alguna vez en nuestra vida podríamos haber crecido y vivido entre adolescentes, o hasta haber sido adolescentes para saber que se siente y como son para tener mejor criterio.

Xlin
Xlin
Lector
En respuesta a  Justiciero Desmesurado
16 mayo, 2025 19:28

Pero no es el caso, nacisteis adultos y sin ombligo, se siente, mala suerte.
Ahora en serio, espero que no haya acritud y me encanta haber debatido sanamente contigo y con Ultron, pese a que el hecho de no trabajar con adolescentes os desautoriza totalmente a opinar sobre esta serie y todo lo relacionado con la adolescencia y vuestras palabras no han de ser tenidas en cuenta ;p

Justiciero Desmesurado
Justiciero Desmesurado
Lector
En respuesta a  Xlin
17 mayo, 2025 10:45

Y con bigote, si ya con cinco añeles me llamaban señor.

Por supuesto acritud para nada… ¡más debates en comentarios hacen falta!

Pero como ya están los puntos de vista dados en este tema ya no voy a aportar nada. Abrazos.

ipso_facto
ipso_facto
Lector
En respuesta a  Xlin
16 mayo, 2025 18:44

Solo por dejar constancia: mi TOTAL apoyo a tus palabras y tus opiniones (que suscribo al 100%)

Y ya de paso, sin entrar en temas ideológicos, a nivel formal y narrativo, y respecto a las decisiones estéticas tomadas en la serie (más allá del echo de rodar todos los episodios en plano secuencia está la decisión de cómo mover la cámara en espacios cerrados, o qué meter en el encuadre y qué dejar fuera del mismo), la serie es de 10. Sin discusión.

Seperic
Seperic
Lector
En respuesta a  Xlin
16 mayo, 2025 20:04

«Es obvio e innegable que vivimos en una sociedad donde el machismo sistemático sigue siendo un grave problema que hay que combatir desde la educación y la concienciación. De ahí a creer que eso es lo mismo que señalar al género masculino como un mal en sí mismo, pues hay una distancia tan abismal que me resulta impensable mezclarlo en la misma conversación.»

Se puede decir más alto pero no más claro.
Se nota con quien se puede debatir ideas y contrastar opiniones y con quien no.
Bravo Xlin.

Justiciero Desmesurado
Justiciero Desmesurado
Lector
En respuesta a  Juan Luis Daza
17 mayo, 2025 10:46

Y ti (y ZN por extensión) por dedicaros a escribir.

Xlin
Xlin
Lector
En respuesta a  Juan Luis Daza
17 mayo, 2025 11:40

Un placer y gracias a todos, con gente así da gusto!

Dr Kadok
Dr Kadok
Lector
En respuesta a  Juan Luis Daza
11 junio, 2025 1:43

Que mundo estamos viviendo para que una serie de hace un mes sea conversación vieja!!!

Dr Kadok
Dr Kadok
Lector
10 junio, 2025 21:37

No se…me gustó tu análisis pero pareciera que hubieramos visto dos series distintas. A mi justamente el 3er capítulo me pareció el más desubicado. Bien el pibe actor, pero las decisiones que tomaron los guionistas…o sea, tooodo el resto de la serie en un enrostramiento bastante grosero de las redes, el machismo, bulllying, etc. Pero en ese capítulo nos muestran directamente un Hannibal Lecter que iba a saltar con las redes o si la mamá lo mandaba a hacer la tarea. Quien se cree a ese personaje que salta ultraviolento con una desconocida ¡¡3 veces!!, y que nunca lo había hecho antes? Y no contestando fuerte: directamente amenazando, a una adulta, mirando de arriba abajo: muy poco creible, y desarma todo el resto de la propuesta. Y lo otro que no entiendo si es justamente una opción narrativa o que, es que se llame adolescencia, y de eso poco y nada: nos muestra el punto de vista de casi todos adultos, salvo instantes. Por lo demás, interesante, sobre todo lo de los planos secuencia, especialmente el 2o capitulo como remarcás. Por ser de netflix, bueno, le doy un 7 (si fuera HBO no pasa el 4)
Por favor, que no se sobreentienda con este comentario que estoy en lo más mínimo de acuerdo con algunas cosas que se dicen por acá. Entiendo perfectamente el mensaje que «pretende» enviar la serie, los temas que se mencionan son reales, actuales, ok, pero me parece muy, muy torpe su resolución.

Last edited 4 días atrás by Dr Kadok