Los ojos del gato

10
3662
 

Edición original: Les Yeux du Chat.
Edición nacional/ España: Norma Editorial.
Guión: Alejandro Jodorowsky.
Dibujo: Moebius.
Color: Bitono.
Formato: Novela Gráfica.
Precio: 14€.

 

Me perdonarán ustedes, pero no puede incluírseme en el nutrido grupo de exégetas de los animales de compañía, llámense perros, gatos, hamsters o peces de colores. Sí, ya sé que con revelaciones así no estoy haciendo mucho por granjearme el afecto de mis lectores potenciales, pero nada ganamos con ocultarlo. Tienen ante sí a una persona completamente indiferente a los vídeos de mininos que pueblan Internet. Hale, ya lo he dicho. Así que el día que visité mi tienda de cómic y sobre las baldas vi un bello tomito en lila con todas las papeletas para ser una alocada historia sobre las vicisitudes del primo de Don Gato, mi mirada resbaló indiferente sobre él, a pesar de estar escrito por el chileno Alejandro Jodorowsky (autor al que admiro) y dibujado por el francés Jean Giraud, en su personalidad mutante de Moebius (ilustrador al que idolatro).

Me equivoqué. Ha pasado otras veces. Y aquí estoy ahora tratando de evitar que otros caigan en el mismo yerro.

Hay obras que hipnotizan al lector con propuestas fascinantes, que exceden la narración argumental para entrar en el ámbito del sueño o de la poesía. Relatos ante los que nos rendimos incondicionalmente, dejando de lado la verosimilitud, la coherencia o la descripción para abrazar la experiencia sensorial, alucinógena. Como un ritmo que te atrapa, una salmodia que lleva al éxtasis. Y mucho de letanía envolvente encierra este álbum. Matrimonio entre la epifanía y la crueldad, las páginas de Jodorowsky y Moebius pulsan con una cadencia metronímica: a la izquierda una viñeta larga con una figura que observa, encerrada en el marco de una línea gruesa que la convierte casi en un marcapáginas, donde el expectante protagonista, de espaldas, ocupa el tercio inferior, dejando los dos tercios restantes a un cielo impoluto enturbiado a veces por el vuelo amenazador de un pájaro; a la derecha una viñeta-página, casi una postal, de un mundo distinto, donde -gracias a las reglas de la composición- los personajes (un gato, un halcón, un hombre calvo que bien podría ser el sacerdote de un culto olvidado) parecen moverse en libertad en un escenario decadente que aúna la arquitectura imposible de las ciudades perdidas de Lovecraft, habitadas por dioses primigenios, y el futuro apocalíptico de Mad Max, con cables y tecnología amontonada e inservible. El bitono (un sepia que tizna las imágenes de pasado) no hace sino reforzar el armazón binario de la fábula, extrayendo del contraste de opuestos incómodas sugerencias.

Los autores son de sobra conocidos por otros títulos. Tanto juntos (El Incal, El corazón coronado) como por separado (Jodorowsky: La casta de los metabarones, Bouncer, Los Borgia; Moebius: Blueberry, El garaje hermético, Los mundos de Edena) la historieta les debe mucho. Sin embargo, ninguno de sus proyectos anteriores ni posteriores anticipan la originalidad, el destello, de esta propuesta. Es cierto. Jodorowsky siempre ha buscado la ternura en la crueldad (¿o es al revés?). Y Moebius frecuentemente atisba mundos extraños, sutilmente hieráticos, estampas de una vida vivida con reglas distintas a las nuestras. Ambas características pueden hallarse aquí en toda su plenitud. El protagonista es caprichoso, cruel, patético, en busca de una satisfacción condenada al fracaso. La arquitectura imaginada por Moebius es extraña y familiar al mismo tiempo, como si todo lo que retrata hubiera existido, pero no necesariamente en ese orden ni en el mismo lugar. Sus animales posan con ese rango mítico que da el arte asimilado de distintas culturas y periodos (el mismo Moebius admite en la introducción que su gato no es un animal real sino “un gato egipcio”). La mezcla impacta con la novedad, pero también la familiaridad, de lo que siempre ha estado ahí pero no habíamos aprendido a ver. Aún siendo la trama clara y explícita, apenas sabemos nada de por qué sucede en realidad lo que sucede. No importa. Con la verdad de lo necesario, los autores nos embaucan en un viaje del que no saldremos igual que partimos.



El libro no llega a las 60 páginas y se lee en dos minutos. Se grabará a fuego, sin embargo, en nuestra memoria. Y a pesar de ello, querremos volver a leerlo. Y a leerlo. Y cada vez nos atrapará y repugnará. Y entonces volveremos a leerlo. Como si, a pesar de haberlo entendido, aún nos faltase un poco para acabar de creérnoslo. Y entonces volveremos a leerlo. Como si lo necesitásemos. Y otra vez.

No obstante, con todo lo que me ha gustado, pido por favor a Jodorowsky que jamás continúe esta historia en forma alguna. Podría alegarse que, con la desaparición de su paternaire, la cosa ya no tendría razón de ser, pero quienes hayan leído el relato hasta su última y desoladora viñeta conocerán el motivo auténtico de mi petición.

Ediciones disponibles

Los ojos del gato llegó a nuestro país en el primer número de la mítica cabecera Metal Hurlant, en una versión remontada que prescindía, además, del bitono. Norma Editorial dispone hoy día de dos ediciones de la obra en formato álbum. La primera, publicada en 2010, en tapa dura y respetuosa con el original, si bien con una significativa reducción de tamaño, por 14€; y una segunda, publicada en 2012, limitada a 500 ejemplares, de gran formato (30×40 cm), por 49€.

Subscribe
Notifícame
10 Comments
Antiguos
Recientes
Inline Feedbacks
View all comments
BLUNTMAN
BLUNTMAN
Lector
17 diciembre, 2012 11:33

Siendo navidad este album se antoja como una buena compra para celebrar estas fechas (aunque 14 euros es un poco excesivo).
Una historia corta donde se juntan dos titanes de la bande desinee que sirve de tarjeta de presentacion (por eso no creo que jodo quiera hacer una segunda parte, no le hace falta) muy buena referencia

BLUNTMAN
BLUNTMAN
Lector
17 diciembre, 2012 14:39

Soy el unico al que le interesa esta reseña??? Joer…

Omar Little
Omar Little
Lector
17 diciembre, 2012 20:58

 Por ese precio, prefiero pillar un álbum de Blueberry. Ya tuve suficiente Jodorowski cuando vi «El topo». 

Liponidas
Liponidas
Lector
18 diciembre, 2012 0:30

Me interesa muchísimo pero joer, como se pasan con el precio. Al igual que Samanosuke y O. Little me tira para atrás comprar un comic de tan pocas páginas por ese precio. Esa es la razón por la que compró pocos comics tipo BD

Omar Little
Omar Little
Lector
18 diciembre, 2012 13:48

  Me suena haberlo visto en la biblioteca. Si eso le daré una oportunidad aunque lo poco que he leído de Jodorowski (salvo Juan Solo) me haya parecido demasiado lisérgico.

Señor Javier, que sepa que me ha matado tratándome de Ud. No le pienso disparar con mi escopeta ni nada parecido, oiga.

Ocioso
Ocioso
Lector
18 diciembre, 2012 14:25

Javier Agrafojo ha comentado: Ojalá en un futuro cercano se acometiera una Biblioteca Moebius

Eso, reducido, en blanco y negro y con textos de Raimon (Fonseca)

Vale, ya me he leido lo del gato. No sé, como libro de ilustraciones bien vale los 14 euracos, pero como comic me cuesta mas aceptar una edición tan megalujosa. Seguramente sería suficiente con una grapa, pero parece que hoy en día no es un formato lo bastante «digno»
Por otro lado soy de los que defienden los formatos grandes, esos en los que la vista no puede abarcar la totalidad de la página, y que permiten una mayor inmersión en la historia.
No sé…Bueno, venga, vale, en formato grandote y que se jodan los pobres.