La telaraña de Jessica Drew: Repaso a la historia de Spiderwoman

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En tiempos recientes los personajes femeninos de la Casa de las Ideas han ido ganando protagonismo a medida que autores y editores aportaban nuevos puntos de vista que los acercaban a la realidad de la mujer de hoy. Algunos de estos personajes eran de nuevo cuño, como Kamala Khan o Spider-Gwen, mientras que otros eran personajes con una larga trayectoria en Marvel, como la Capitana Marvel o quien ahora nos ocupa: Jessica Drew, la primera Spiderwoman. No obstante, mientras que Kamala o la contrapartida rockera de Gwen Stacy recibieron una fuerte acogida por parte de los fans desde el mismo comienzo de sus cabeceras, el caso de Spiderwoman es algo distinto. El principio de la serie escrita por Dennis Hopeless fue recibido con cierta reticencia por muchos lectores, quizá por lo inapropiado del dibujo de Greg Land para el tono que el guionista quería imprimirle a la serie, y no fue hasta el radical cambio de imagen que se produjo unos números después que Spiderwoman se convirtió en otro fenómeno al que había que seguir muy de cerca. Una vez que los lápices de su colección pasaron a las capaces manos de Javier Rodríguez y que Jessica se enfundó el nuevo uniforme diseñado por Kris Anka, la cabecera de Spiderwoman pasó a engrosar las filas de esa avalancha de series Marvel protagonizadas por mujeres empoderadas y rabiosamente actuales. El camino hasta este punto ha sido largo y complejo, por lo que vale la pena detenerse unos instantes a recordarlo. A lo largo de los próximos párrafos vamos a repasar la trayectoria de Jessica, desde sus orígenes hasta el momento dorado que vive en estos momentos.

El confuso origen

A finales de la década de los 70, Marvel había lanzado al mercado varias contrapartidas femeninas de sus personajes de éxito, como Ms. Marvel o Hulka. Spiderwoman fue otro de los nuevos personajes que siguió esta tendencia y quizá nunca llegó a tener el éxito que Marvel hubiese deseado, pero llegó a protagonizar una cabecera propia que alcanzó las cincuenta entregas y a disfrutar de su propia serie animada en televisión, lo cual no es nada desdeñable para un personaje cuya creación obedecía más a razones relacionadas con adelantarse a registrar el copyright antes de que lo hiciese la competencia que con cuestiones creativas.

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La primera aparición de Jessica Drew se produjo en Marvel Spotlight Vol.1 #32 USA, con fecha de portada de febrero de 1977. Sus creadores fueron Archie Goodwin, Sal Buscema y Jim Mooney, que la utilizaron como villana a las órdenes de Hydra en una historia en la que se enfrentaba a Nick Furia y que contaba una primera versión de su origen que sería revisada y matizada en años posteriores. Curiosamente, aunque la portada de aquella historia se refiere a ella como Spiderwoman, en el interior utiliza el nombre código Arachne. De hecho, la primera versión de su origen dista mucho de la que conocemos hoy y ni siquiera se la nombra como Jessica Drew, pero para que este repaso sea coherente desde el punto de vista de la continuidad vamos a incorporar algunos datos que se revelaron tiempo después.

Jessica era la hija del antropólogo Jonathan Drew y de su esposa Merrian. Siendo Jessica una niña de dos años, se trasladó con sus padres a la región europea de Transia, donde Jonathan quería establecer un laboratorio de investigación junto a su socio, Herbert Wyndham, el hombre que más tarde se convertiría en el Alto Evolucionador. Ambos científicos se establecieron a los pies de la montaña Wundagore, donde encontraron amplias reservas de uranio con las que financiar la ciudadela tecnológica que planeaban construir para dar cabida a sus controvertidos estudios sobre evolución, genética y regeneración celular.

Unos años después, la finalización de la ciudadela coincidió con el momento en el que la pequeña Jessica enfermó por culpa de la exposición al uranio. Puesto que Jonathan había centrado sus estudios en la resistencia a la radiación y las capacidades regenerativas de los arácnidos, elaboró un suero con sangre de distintos tipos de arañas poco comunes y se lo inyectó a su hija con la esperanza de que curase su envenenamiento radiactivo. Pero Jessica no respondió de forma inmediata al suero, por lo que Herbert Wyndham la colocó en un acelerador genético diseñado por él mismo para potenciar el proceso. De esta forma, la niña pasó los siguientes años en animación suspendida, con su crecimiento natural retardado una séptima parte de lo normal y recibiendo educación mediante grabaciones de ordenador.

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Cuando despertó años después, sus padres habían desaparecido en misteriosas circunstancias y Jessica había crecido hasta los catorce años. Herbet Wyndham, a quien sus experimentos evolutivos sobre sí mismo ya habían convertido en el Alto Evolucionador, la liberó de la animación suspendida y comprobó que el efecto de la radiación había desaparecido. Sin embargo, el suero de su padre había alterado su estructura genética, proporcionándole fuerza sobrehumana, una resistencia natural a venenos y radiaciones y un exceso de energía bioeléctrica que podía liberar en forma de rayos a través de sus manos. Tras la marcha del Alto Evolucionador de Wundagore, Jessica se trasladó a un pueblo cercano para retomar una vida normal.

La joven encontró trabajo como camarera y comenzó un romance con un joven local llamado Vladislav. Por desgracia, al asustarse al ser descubiertos por el padre de éste en mitad de un apasionado abrazo, Jessica disparó de forma involuntaria su rayo bioeléctrico, provocando en apariencia la muerte de su amado Vladislav. Así, Jessica fue perseguida por una muchedumbre furiosa que la acusaba de brujería y asesinato. Fue rescatada justo a tiempo por el Conde Otto Vermis, que en aquel momento era el líder de la división europea de Hydra. De esta forma, consciente de lo útiles que podían ser las habilidades de la muchacha, Vermis se encargó de manipularla mediante técnicas de lavado de cerebro. De esta forma Jessica fue adoctrinada por Hydra y recibió entrenamiento en artes marciales y espionaje. Incluso acabó enamorándose de otro agente de Hydra llamado Jared. Finalmente, ella misma se convirtió en agente de Hydra y recibió el nombre código Arachne.

Una vez que Jared fue capturado por SHIELD, Vermis envió a su nueva recluta a asesinar en venganza a su líder, Nick Furia. Jessica aún no era consciente de que Hydra era una organización terrorista cuando se enfrentó a Furia, por lo que éste le mostró una grabación en la que se veía a Jared amenazando vidas inocentes. Al descubrir la verdad, Jessica no tardó en cambiar de bando y volver toda su ira contra Vermis y la unidad de Hydra de la que formaba parte. Tratando de confundir aún más a la mujer, el villano le reveló que ella en realidad nunca había sido un ser humano, sino que no era más que una araña evolucionada por las máquinas del Alto Evolucionador (siendo esta la primera versión de su origen que sería reescrita no mucho después). Furiosa con Vermis y tratando de evitar que escapase, Jessica dañó la nave en la que pretendía huir, provocando la muerte del agente de Hydra. Cuando SHIELD llegó para asegurar el lugar, ella ya había huido en pos de un destino desconocido.

Esto es a grandes rasgos lo que nos narró aquella aventura inicial de Marvel Spotlight. La esencia de este origen permanece a día de hoy, aunque diversos detalles han sido modificados en revisiones modernas. Por ejemplo, el hecho de que Jessica sea en realidad uno de los Hombres Nuevos del Alto Evolucionador, es decir, un animal evolucionado hasta adquirir apariencia humana, fue rápidamente descartado como un último intento por parte del malvado Otto Vermis por manipular su mente. El lavado de cerebro y la manipulación por parte de Hydra también ha generado diversas variaciones de su origen: ¿Murió realmente Vladislav por culpa de Jessica o Hydra le hizo creer que había muerto como parte de su engaño? ¿Jared sentía algo por ella o no era más que otra manipulación más de la pérfida organización terrorista? El personaje de Otto Vermis también sería objeto de ciertas revisiones, aunque el misterio en torno a la desaparición de sus padres se mantuvo. No obstante, teniendo en cuenta el tiempo que pasó en animación suspendida, el lavado de cerebro y la manipulación de Hydra, no debería extrañarnos que la propia Jessica tenga grandes dudas acerca de su pasado.

Los principios de Spiderwoman

Dudando acerca de su propia humanidad por las últimas palabras de Vermis, Jessica viajó por Europa luchando contra Hydra con la esperanza de localizar a sus padres (Spider-Woman Vol. 1 #1 USA, abril de 1978). Así comenzó su serie regular, escrita por Marv Wolfman y dibujada por Carmine Infantino, con portadas de autores de la talla de Joe Sinott, Dave Cockrum o el propio Infantino.

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Recapturada por la siniestra organización, Jessica recibió un nuevo lavado de cerebro y se vio obligada a luchar contra la Cosa de los Cuatro Fantásticos, hasta que fue liberada por Modred el Místico, un mago relacionado con la montaña Wundagore en la que había vivido de niña. Gracias a Modred, Jessica se liberó al fin de las manipulaciones de Hydra y descubrió su auténtico pasado como hija de Jonathan y Merrian Drew. De esta forma se anuló de forma definitiva esa versión de su origen en la que era una araña evolucionada artificialmente y recibió oficialmente el nombre de Jessica Drew, que no era más que la combinación del nombre de la hija de Wolfman y el apellido de la investigadora de ficción Nancy Drew.

Pero durante los primeros números de la cabecera protagonizada por Jessica, ahora rebautizada como Spiderwoman, Modred no fue el único ser de naturaleza mística con el que se cruzó nuestra protagonista. Jessica compartió aventuras con Magnus, el espíritu de un mago del siglo VI que se había reencarnado en el presente y que pretendía ayudarle a encontrar a su padre. También se enfrentaría a la hechicera Morgana Le Fay, enemiga de Magnus, por la posesión de un tomo arcano conocido como Darkhold. Fue la primera de una serie de enemigos como los Hermanos Grimm, el Ahorcador o el Hombre Lobo de Werewolf by Night.

En esta época Jessica se trasladó a Los Ángeles, donde siguiendo las indicaciones de Magnus descubrió que su padre había sido asesinado. El interés del viejo espíritu por ayudarle a encontrar a Jonathan Drew se debía a que el cuerpo de su padre había sido su huésped en el pasado, aunque revisiones posteriores del pasado de Jonathan eliminaron la época en la que fue poseído por el mago del siglo VI, haciendo que estas historias del primer volumen de la cabecera de Spiderwoman queden ahora bastante desconectadas de la continuidad. No obstante, la investigación de Jessica le permitió descubrir que su padre había trabajado en una empresa llamada Pyrotechnis controlada por el Senador James Wyatt. Ayudada por SHIELD, Jessica descubrió que Wyatt pretendía usar sus instalaciones para lanzar un ataque sobre suelo americano el 4 de julio. Aprovechando el suero inventado por Jonathan Drew, su intención era inmunizar a sus propios soldados contra la radiación antes de detonar una bomba nuclear que le permitiese apoderarse de Estados Unidos. Durante su posterior enfrentamiento, en el que el malvado senador perdió la vida, se confirmó que él había sido el responsable de la muerte de Jonathan (Spider-Woman Vol. 1 #7 USA, octubre de 1978).

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Solucionado el misterio de la muerte de su padre, Jessica inició una relación romántica con un agente de SHIELD llamado Jerry Hunt y ejerció como justiciera en Los Ángeles durante un tiempo. Marv Wolfman abandonó la cabecera en el octavo número, dando paso a Mark Gruenwald, permaneciendo Infantino en el dibujo. El nuevo guionista quiso distanciarse de algunos de los elementos que había introducido su predecesor, por lo que Magnus decidió que ya se había implicado demasiado emocionalmente con Jessica y abandonó el cuerpo que había habitado, dejándola sola. La desaparición del mentor místico de Spiderwoman sería el gran cabo suelto de la serie hasta su final. No obstante, Gruenwald usó con frecuencia a algunos de los villanos que había presentado Wolfman como los Hermanos Grimm.

Quizá la aportación más interesante de Gruenwald fue que le proporcionó un nuevo poder a Spiderwoman: el de emitir feromonas con las que influir en el estado emocional de aquellos que había a su alrededor. Las primeras manifestaciones de este poder fueron involuntarias y provocaron que la gente sintiese cierta inquietud en presencia de Jessica y tratase de evitarla. En consecuencia, ella comenzó a trabajar en el Instituto Hatros como secretaria para recibir la medicación que suprimía sus feromonas. Aquello fue el inicio de una aventura que acabaría enfrentándola al Culto de Kali y a Nekra (Spider-Woman Vol. 1 #13-16 USA, abril – julio de 1979). Spiderwoman no tardaría mucho en dominar esta nueva habilidad y en incorporarla a su repertorio.

Tras haber perdido su trabajo y haber roto su relación con Jerry Hunt, Jessica comenzó a replantearse su vida e incluso llegó a dudar acerca de si convertirse en villana. De hecho, llegó a cometer un robo usando su identidad de Spiderwoman. Casualmente, Peter Parker se encontraba en Los Ángeles por un encargo del Daily Bugle, lo que provocó que Spiderman apareciese para enfrentarse a ella y detenerla. Tras una larga batalla en la que ambos intercambiaron tantos golpes como palabras, Peter logró convencerla de que había tomado el camino equivocado (Spider-Woman Vol. 1 #20 USA, noviembre de 1979). Inspirada por su encuentro con el trepamuros, Jessica se reafirmó en su intención de usar sus poderes para ayudar a la gente y ofreció sus servicios como cazarrecompensas al FBI, comenzando a trabajar junto al criminólogo postrado en una silla de ruedas Scott McDowell. Durante esta etapa Gruenwald cedió los guiones a Micheal Fleisher, que colaboró con Steve Leialoha como dibujante principal. Pero las ventas empezaron a flaquear y Marvel no tardó en reorientar de nuevo la serie, que pasó a manos de un joven llamado Chris Claremont.

Claremont se hizo cargo de la cabecera a partir de Spider-Woman vol. 1 #34 USA (enero de 1981). Tras comprobar que su relación profesional con Scott McDowell había sido un fracaso y al ver que el propio McDowell se había visto arrastrado por sus actividades superheroicas, Jessica se trasladó a San Francisco junto a su mejor amiga, la actriz Lindsay McCabe. Allí comenzó a actuar como detective privado. Con la ayuda de Nick Furia recibió las credenciales apropiadas y ofreció sus servicios a aquellos que los necesitasen. No obstante, aunque con frecuencia acababa recurriendo a sus poderes de Spiderwoman, realizó su labor como investigadora bajo el nombre de Jessica Drew.

Uno de sus primeros encargos le llevó a enfrentarse a Syrin, Tom el Negro y el Juggernaut junto a la Patrulla X, todos ellos personajes con los que Claremont se sentía muy a gusto dada su condición de guionista mutante (Spider-Woman Vol. 1 #37-38 USA, abril – junio de 1981). No mucho después lucharía contra Víbora y el Samurái de Plata, personajes igualmente conocidos por Claremont (Spider-Woman Vol. 1 #42-43 USA, febrero – abril de 1982). Claremont creó a algunos villanos nuevos en esta etapa, aunque no pasaron de anecdóticos. Es el caso de Tigre Volador o Death-Stroke (nada que ver con el Deathstroke de la Distinguida Competencia, por supuesto). Pero el guionista también reservó algo de espacio para el humor, como en aquella historia en la que el Hombre Imposible se hacía pasar por Spiderman y Jessica tenía que impedir que cometiese sus habituales travesuras (Spider-Woman Vol. 1 #45 USA, agosto de 1982).

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Sin embargo, pese a los intentos de Claremont por revitalizar al personaje y dotarlo de una idiosincrasia propia, la serie regular ya estaba tocada de muerte y no tardaría en ser cancelada. Ann Nocenti fue la encargada de guionizar los últimos cuatro números, que acabarían con la muerte aparente de Spiderwoman. Avisada una vez más por el espíritu de Magnus, Jessica supo que su antigua enemiga Morgana Le Fay planeaba acabar con ella y la única manera de evitarlo era viajar al pasado y detener a la hechicera. Gracias a la magia de Magnus, la forma astral de Jessica viajó en el tiempo y venció a Morgana, provocando la destrucción de su forma física, pero al tratar de volver a su cuerpo se dio cuenta de que su enemiga había lanzado un hechizo que le impedía reintegrarse. Por tanto, la forma astral de Jessica quedó a la deriva y accedió a marcharse al mundo espiritual junto a Magnus, dejando su cuerpo en la tierra de los vivos. Incluso llegó a pedirle a su mentor que lanzase un hechizo para que el mundo entero olvidase la existencia de Spiderwoman (Spider-Woman Vol. 1 #50 USA, junio de 1983). Fue un final triste para el personaje y los propios autores se acabaron arrepintiendo de haber optado por darle una muerte tan cruel. Cabe destacar que tanto Gruenwald como Nocenti, así como otros figuras de la Marvel de la época, aparecieron en la portada de aquel número de despedida, que en lugar de ser una portada dibujada de forma habitual era un curioso fotomontaje.

La falsa muerte y los años oscuros de Jessica Drew

La reacción de los lectores a la muerte de Jessica fue muy negativa y Mark Gruenwald se la tomó de forma muy personal. Aunque había dejado los guiones de la cabecera tiempo atrás, él había sido el encargado de editar sus últimas entregas y se arrepintió de haberle dado ese final al personaje. Redimir a Jessica se convirtió en un objetivo para él y por este motivo le pidió a Roger Stern que se encargase de escribir un arco en las páginas de los Vengadores para revivirla. Así, menos de un año después de su aparente muerte, la historia de Jessica se continuó en The Avengers Vol. 1 #240-241 USA (febrero – marzo de 1984).

Retomando la historia donde había quedado en Spider-woman Vol. 1 #50 USA, esta historia de los Vengadores mostró que Morgana Le Fay y Jessica había luchado en el pasado. Como consecuencia, el cuerpo de Morgana había sido destruido y la forma astral de Spiderwoman no podía volver a reintegrarse con su forma física por culpa de un truco de la malvada hechicera. Como la magia de Magnus se había debilitado, el hechizo de olvido que había lanzado se debilitó lo suficiente para que Tigra, que había compartido algunas aventuras con Spiderwoman, pudiese descubrir el cuerpo de Jessica. Así, Tigra contactó con los Vengadores, que a su vez recurrieron a la ayuda del Doctor Extraño. El Hechicero Supremo descubrió la barrera que había creado Morgana y que separaba la forma astral de Jessica de su cuerpo. Finalmente, los Vengadores y el Doctor Extraño viajaron al plano astral para ponerse en contacto con Jessica y allí se encontraron con que, pese a la muerte de su forma física, el espíritu de Morgana seguía existiendo. Tras el combate con la hechicera, el Doctor Extraño pudo reintegrar la forma astral de Jessica en su cuerpo y Magnus decidió sacrificar su existencia para devolverle la vida. No obstante, la barrera creada por Morgana siguió existiendo y aunque Jessica volvió a caminar en el mundo de los vivos, perdió el acceso a sus poderes bioeléctricos. Por tanto, Jessica abandonó su identidad como Spiderwoman y se centró en su carrera como detective privado en San Francisco, ayudada por su amiga Lindsay McCabe y ocasionalmente por Tigra.

Jessica se vio abocada al rol de personaje secundario que solía aparecer como invitado en otras series durante muchos años, mientras el nombre de Spiderwoman pasaba a ser usado por otros personajes. Sin ir más lejos, la segunda Spiderwoman, Julia Carpenter, hizo su aparición durante las primeras Secret Wars, no mucho después de la resurrección de Jessica.

La presencia de Jessica en las páginas de la Patrulla X fue frecuente durante una etapa en la que los mutantes estuvieron afincados en San Francisco. Poco después pasó a las páginas de la serie regular de Lobezno, donde ella y Lyndsay McCabe se convirtieron en personajes recurrentes durante las primeras entregas. En esta época su labor como detective privada le llevó hasta la isla de Madripur, donde se encontró con Lobezno (que en ese momento usaba el alias de Parche). Jessica había sido contratada para llevar la Espada Negra, un arma con propiedades místicas, hasta Madripur, pero acabó cayendo bajo su influjo y tuvo que ser rescatada por Lobezno. La espada acabó en manos del Samurái de Plata, pero Jessica pasó un tiempo en la isla al servicio del Príncipe Baran antes de volver a San Francisco y retomar su agencia de detectives (Wolverine Vol. 2 #1-3 USA, noviembre de 1988 – enero de 1989).

En ese tiempo, había aparecido una tercera Spiderwoman, la joven Mattie Franklin, y no era la única que reclamaba el nombre. La diseñadora de moda con turbios negocios en el mercado negro Charlotte Witter, nieta de la clarividente conocida como Madame Web, recurrió al Doctor Octopus para que le proporcionase poderes. El villano realizó diversas mutaciones en ella, pero para proporcionarle auténticos poderes debía enfrentarse a las antiguas mujeres araña y robarles sus capacidades. De esta forma viajó hasta Madripur para enfrentarse a Jessica, que tras el combate decidió volver a Estados Unidos (Amazing Spider-Man Vol. 2 #5 USA, mayo de 1999). Tras la derrota de Charlotte Witter, Jessica accedió a convertirse en mentora de Mattie Franklin.

Durante su tiempo con Mattie, los poderes de Jessica fueron volviendo poco a poco, aunque demostraron ser muy inestables (Spider-Woman Vol. 3 #1-18 USA, julio de 1999 – diciembre de 2000). En esta época se encontró con la también detective privada Jessica Jones, con quien colaboró (tras un pequeño malentendido durante el que intercambiaron unos cuantos golpes) para rescatar a Mattie de un peligroso traficante de drogas llamado Denny Haynes. No se trataba de un camello cualquier, sino que vendía Hormona de Crecimiento Mutante, una sustancia que permitía que los seres humanos adquiriesen superpoderes temporalmente, y mantenía a Mattie drogada en contra de su voluntad (Alias #19-21 USA, mayo – julio de 2003). Su aparición en las páginas de la serie protagonizada por Jessica Jones supuso la primera toma de contacto del escritor Brian Michael Bendis con el personaje. Fue Bendis en última instancia el que decidió insuflarle nueva vida a Spiderwoman y traerla a la primera plana del Universo Marvel haciendo que se uniese a sus exitosos Nuevos Vengadores, poniendo fin a los años oscuros de Jessica Drew.

Vengadores inusuales, invasiones secretas y reinas alienígenas

“Vengadores Desunidos” fue el arco con el que Bendis inauguró su larga etapa como responsable de la franquicia vengadora y en él participaron todos los miembros que habían formado parte del equipo en algún momento… incluso Spiderwoman, aunque técnicamente nunca había ostentado el estatus oficial de vengadora. Para algunos, su inclusión en aquella historia fue un pequeño desliz del guionista. En cualquier caso, cuando se relanzó la colección y se presentó al nuevo equipo de Vengadores (New Avengers Vol. 1 #1 USA, enero de 2005), Spiderwoman fue una de las inusuales incorporaciones que Bendis trajo a sus filas junto a Spiderman, Luke Cage, Lobezno o el Vigía.

Durante esa primera etapa de los Nuevos Vengadores, uno de los temas recurrentes fue la supuesta lealtad de Jessica Drew, pues sus compañeros no sabían para quién trabajaba en realidad. El equipo había descubierto que SHIELD estaba corrupta hasta la médula, por lo que la presencia de Jessica despertaba muchas preguntas. ¿Había vuelto al servicio de Hydra? ¿Estaba en contacto con el desaparecido Nick Furia y en realidad seguía trabajando para SHIELD? ¿Acaso era una agente doble? Su poder sobre las feromonas, que le permitía influir con facilidad incluso sobre el Capitán América, hacía que resultase complicado confiar en Spiderwoman. Lo único que estaba claro es que Jessica estaba jugando un peligroso juego a varias bandas (New Avengers Vol. 1 #14-15 USA, febrero – marzo de 2006).

La desconfianza que generaba entre sus compañeros no le impidió participar en eventos como “Dinastía de M” o “Civil War”. De hecho, durante la guerra civil superheroica Spiderwoman luchó en el bando anti-registro y acabó formando parte del grupo de Vengadores clandestinos que siguió actuando al margen de la regulación promulgada por Iron Man. Cuando Maya López, también conocida como Eco, pidió ayuda al equipo, Jessica acudió junto a ellos a Japón y se enfrentó a los ninjas de la Mano. El combate entre Eco y la líder de la Mano, Elektra, acabó con la sorprendente revelación de que la letal ninja había sido sustituida por un metamorfo Skrull (New Avengers Vol. 1 #31 USA, agosto de 2007). Aquello supuso el pistoletazo de salida de lo que acabaría siendo el siguiente gran evento de la editorial: “Invasión Secreta”. Los Skrulls se habían infiltrado en la Tierra, sustituyendo a personajes importantes en todos los ámbitos… e incluso a algunos superhéroes. Cualquier podía ser un invasor alienígena y la paranoia se apoderó de los Vengadores durante los siguientes meses.

En su momento se alzaron algunas voces críticas respecto a “Invasión Secreta”, alegando que aquella historia no era más que una burda manera de arreglar los errores que Bendis había ido acumulando a lo largo de su etapa en los Vengadores, en la que la retrocontinuidad se había vuelto frecuente y muchos aspectos no encajaban del todo bien (como la aparición de Spiderwoman en “Vengadores Desunidos”). Bendis, en cambio, defendió que aquella era una historia que llevaba preparándose desde el mismo momento en que llegó a la franquicia de los Héroes más Poderosos de la Tierra. Sea como fuere, lo cierto es que “Invasión Secreta” respondió a la dudas que había generado Spiderwoman desde su llegada al equipo y resolvió de una vez por todas la cuestión acerca de sus auténticas lealtades: la Spiderwoman que había formado parte de los Nuevos Vengadores había sido una impostora Skrull desde el principio. Y no cualquier impostora, sino nada menos que la Reina Veranke, la máxima responsable de la invasión.

Veranke

Mientras los héroes que habían sido sustituidos regresaban a la Tierra (entre ellos la auténtica Jessica Drew), los Vengadores trataron de reagruparse para un asalto final en el que la Reina Veranke acabó perdiendo la vida a manos de Norman Osborn (Secret Invasion #8 USA, enero de 2009). La invasión había terminado, pero Veranke había usurpado el papel de Spiderwoman durante tanto tiempo que Jessica no lo tuvo fácil para retomar una vida normal. Pese a que Lobezno no tardó en reclutarla para la encarnación de Nuevos Vengadores que se opuso al “Reinado Oscuro” de Osborn, otros miembros del equipo como Ojo de Halcón (bajo la identidad de Ronin en ese momento) la recibieron con muchas reticencias. Para Jessica tampoco fue fácil encontrarse de repente con que todo el mundo la consideraba una villana o, más extraño aún, con gente que la consideraba una amiga pese a que apenas habían interactuado antes. Sin duda se le pueden criticar muchas cosas a Bendis, pero el hecho de incorporar a la auténtica Spiderwoman a la serie tras haber pasado tanto tiempo viendo a la impostora fue una jugada muy inteligente.

La verdadera Jessica había estado fuera de juego durante mucho tiempo. Había aceptado volver a trabajar con Hydra para que sus poderes dejasen de ser inestables, pero también estaba en contacto con Nick Furia para actuar como agente doble y pasar falsa información. Lo que no supo es que los Skrulls ya se habían infiltrado en ambas organizaciones y que el equipo que se encargó de devolver sus poderes a la normalidad era en realidad una célula de la invasión alienígena. Fue su ADN el que permitió que Veranke usurpase su identidad sorteando cualquier método de detección mientras ella era encerrada y puesta en animación suspendida en una nave junto a otros héroes que habían sido sustituidos, entre ellos otros Vengadores como Pájaro Burlón. Jessica había pasado al menos dos años de su vida encerrada mientras una impostora usurpaba su identidad, por lo que desde ese momento albergó algo más que rencor hacia los verdosos alienígenas.

La Agente Abigail Brand de SWORD, la organización que se encarga de proteger la Tierra de amenazas extraterrestres que había fracasado sonoramente durante la invasión de los seguidores de Veranke, se puso en contacto con Jessica para ofrecerle trabajo. Como agente de SWORD, Spiderwoman se encargaría de dar caza a todos aquellos Skrulls que habían permanecido en la Tierra tras el intento de invasión, tal y como nos narraron Bendis y Alex Maleev en la serie limitada que realizaron poco después de “Invasión Secreta” (Spider-Woman Vol. 4 #1-7 USA, noviembre de 2009 – mayo de 2010).

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La presencia de Jessica en las colecciones protagonizadas por los Vengadores fue frecuente durante los años posteriores, destacando su breve romance con Ojo de Halcón, que tan fríamente la había recibido cuando se incorporó al equipo. De esta forma Spiderwoman estuvo presente en eventos como “Asedio”, “Miedo Encarnado” y “Vengadores contra Patrulla X”. Con la llegada del relanzamiento conocido como Marvel NOW!, Jessica no sólo formó parte del equipo de Vengadores que orquestó Jonathan Hickman, sino que también estuvo en las páginas de Vengadores Unidos que escribió Kelly Sue DeConnick y de Vengadores Secretos de Ales Kot. El personaje había probado sobradamente que funcionaba bien en las series grupales, así que había llegado el momento de comprobar si podía funcionar de nuevo en solitario.

Spider-Verse y la nueva Spiderwoman

“Spider-Verse” (“Universo Spiderman” según la traducción española) fue el gran evento arácnido escrito por Dan Slott entre Amazing Spider-Man Vol. 3 #9 USA (enero de 2009) y Amazing Spider-Man Vol. 3 #15 USA (abril de 2009). Esta historia unió a todos los hombres y mujeres araña del multiverso en la lucha contra Morlun y su siniestra familia, los Herederos. Peter Parker, Miles Morales, Jessica Drew, Anya Corazón, May Parker e infinidad de versiones alternativas procedentes de los universos más dispares lucharon sin cuartel para derrotar a esta familia de depredadores que recorría la realidad alimentándose de aquellos que poseían poderes totémicos relacionados con arañas. La magnitud del evento acabó desbordando la serie regular del trepamuros y abarcando varias miniseries, además de dar cabida al lanzamiento de una nueva serie regular protagonizada por Spiderwoman.

Los primeros números de la nueva cabecera escrita por Dennis Hopeless (Spider-Woman Vol. 5 #1-4 USA, enero – abril de 2015) estuvieron centrados en el cruce con “Spider-Verse”, en donde Jessica hizo equipo con Seda y acabó infiltrándose en el mundo natal de los Herederos. No obstante, quizá el dibujante elegido para ilustrar estas entregas, Greg Land, no fue el más apropiado. La tendencia de Land hacia el dibujo fotorrealista y su uso continuado de referencias fotográficas le había creado cierta mala fama respecto a su forma de representar a los personajes femeninos. En un momento en el que las series protagonizadas por mujeres de Marvel empezaban a hacer mucho ruido mediático y a acaparar la atención de los lectores, los lápices de este dibujante no parecían los más apropiados para el personaje. La figura de Jessica había sido sexualizada en exceso con bastante frecuencia desde su llegada a la franquicia vengadora y un dibujante que repitiese los mismos clichés de siempre a la hora de dibujar mujeres en acción parecía desfasado respecto a la estética de la Marvel de Carol Danvers y Kamala Khan. Quizá los editores fueron conscientes de este hecho y la colección sufrió un pequeño relanzamiento en su quinto número, continuando Hopeless al mando de los guiones pero pasando el apartado artístico a manos de Javier Rodríguez (con tintas de Álvaro López y color del propio Javier Rodríguez).

Comprensiblemente después de los acontecimientos de los últimos años, Jessica decidió replantearse quién era y darle un giro a su vida. Había sido reemplazada por una reina alienígena, había contemplado guerras entre imperios estelares y luchado a través del multiverso, pero todo aquello le parecía muy alejado de su verdadera identidad. Quería volver a los tiempos en los que todo era más simple y en los que ayudaba a la gente de la calle como investigadora privada. En cierto modo quería volver a sus orígenes. Tras abandonar a los Vengadores y enfundarse un nuevo uniforme diseñado por Kris Anka para la ocasión, la nueva Spiderwoman estaba lista para su nueva andadura (Spider-Woman Vol. 5 #5 USA, mayo de 2015).

Todos sabemos la importancia que tiene el dibujo en un cómic y hay pocos ejemplos tan contundentes como el cambio experimentado por la colección tras la llegada de Javier Rodríguez. Pese a conservar el mismo guionista, bien podría considerarse una serie distinta a la que mostró el cruce con “Spider-Verse” durante las entregas anteriores. El nuevo diseño de Jessica, mucho más práctico y menos sugerente que el traje original que había permanecido inmutable durante décadas, benefició mucho al personaje y lo colocó en la lista de mujeres Marvel a las que seguir la pista. El tono desenfadado que se le imprimió a la serie fue otro de los factores que contribuyó a su atractivo, con Jessica haciendo equipo con el veterano periodista Ben Urich mientras se enfrentaba a villanos de segunda o tercera fila y resolvía casos como en los viejos tiempos. En los últimos números del volumen el elenco protagonista incorporó al Puercoespín, un villano redimido que comenzó a actuar junto a Jessica y Ben.

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Spider-Woman Vol. 5 #10 USA (octubre de 2015) fue la última entrega del volumen, coincidiendo con la publicación de “Secret Wars”. No obstante, la llegada de All-New All-Different Marvel supuso el regreso del equipo creativo formado por Hopeless y Rodríguez para el comienzo de una nueva etapa de la colección, que arrancó con la sorprendente trama del misterioso embarazo de Jessica (Spider-Woman Vol. 6 #1 USA, enero de 2016). Con la presencia de la Capitan Marvel, Ben Urich y el Puercoespín, además de la aparición de unos Skrulls más kirbyanos que nunca gracias al arte de Javier Rodríguez, la serie regular de la mujer araña sigue siendo una de las más frescas y divertidas que publica Marvel actualmente y el misterio en torno a la maternidad de Jessica está dando mucho que hablar en la red.

Ha pasado mucho tiempo desde aquellos tiempos oscuros de Jessica Drew. Hace años parecía impensable que el personaje pudiese resultar atractivo por sí mismo, pero tras su paso por los Vengadores de Bendis su popularidad no dejó de crecer. A día de hoy, ha quedado patente que una serie regular de Spiderwoman puede funcionar muy bien sin necesidad de estar siquiera vinculada con las series de la franquicia vengadora. El cambio de uniforme y de estilo artístico demostraron ser un gran acierto por parte de los editores, acercando a Jessica al tipo de personaje femenino que la gran mayoría de los lectores actuales quiere ver en sus cómics todos los meses. Sólo queda por ver hasta dónde llegará la popularidad de Spiderwoman durante los próximos años. ¿Seguirá los pasos de la Capitan Marvel y debutará en el Universo Marvel Cinematográfico? ¿Será parte de alguna futura serie de Netflix? Sea como sea, la mujer araña aún tiene mucho que ofrecernos.

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billyboy
billyboy
Lector
24 febrero, 2016 13:07

Porque ignorais que el principal echo del cambio de vestuario fue la famosa portada de Manara?,es que ya estoy cansado de leer lo del tema del traje en otros sitios y despues los comentarios de la gente son como mi opinion,fue un movimiento para contentar algunos por la polemica de la portada,y se puede adornar como se quiera,pero fue unica y exclusivamente por esto.

Igor Álvarez Muñiz
En respuesta a  billyboy
24 febrero, 2016 13:36

Rumore rumore, por mucho que sea cierto ¿Marvel lo llegó a admitir? lo pregunto pq en una reseña del nivel de la que ha hecho Miguel Ángel igual no es el lugar idóneo para ese tipo de especulaciones, digo yo.
Por cierto, es muy pero que muy curioso que haya una portada muy similar de la época de Straczynski (creo que de Cambell) que asoma de la misma forma la parte donde la espalda pierde su nombre y nadie se ha quejado…
Y gracias Miguel Ángel por este pedazo de texto!

Luisru
Luisru
Lector
25 febrero, 2016 12:57

Estupendo artículo, enhorabuena, qué recuerdos de Jessica de secundaria en los X-Men de Claremont, que la supo transformar en una persona interesante y no solamente en una superheroína interesante.

Me han entrado muchas ganas de leer la nueva etapa, tiene muy buena pinta, he disfrutado mucho con el Daredevil de Waid o la Hulka de Soule, así que creo que me va a gustar esta propuesta.

Por cierto: no conocía la movida del Gamergate (no tengo ni idea de videojuegos) pero ha de ser algo importante, porque su ficha en la Wikipedia es más larga que la de Günter Grass https://es.wikipedia.org/wiki/Gamergate Me alegro de que se planteen estos temas y de que se busque otro modo de representar a las mujeres en los cómics de superhéroes. Yo creo que hubo un importante retroceso con este tema primero en los 90 (ROB! y sus adláteres) y después con el éxito de guionistas como Bendis o Millar (así como el de dibujantes como Greg Land), que, no sé si porque exageraban los tópicos del género, las superheroínas que presentaban eran en muchas ocasiones meras comparsas hipersexualizadas, cuando desde los 80 se intentaba que los personajes femeninos no fuesen solamente “la chica del grupo”: Claremont, Byrne, Stern, David, etc., presentaron mujeres fuertes y con estéticas más naturales (la Capitana Marvel, Kitty Pryde, Hulka, La Mujer Invisible…). Y creo que ahora las cosas están volviendo a cambiar, retornando a los planteamientos de aquella época. O por lo menos, se debate que han de hacerlo.

Pero bueno, este debate sería quizás para otro hilo, ya me callo 😛

billyboy
billyboy
Lector
En respuesta a  Luisru
25 febrero, 2016 19:16

El problema es el «debate» y no hacerlo de manera natural,yo no se si había un movimiento feminista en los 80 sobre el mundo de los comics,pero que la capitana marvel se publicitase asi en lugar de salir tal cual y ya esta como fue el cambio gradual de ororo pues tiene su aquel.

Esto no va por Jessica,creo que no a buscado ese palo,si no alimentarse de otro palo como fue el tema de batgirl,pero bueno,al menos no se hacian charlas y charlas y charlas sobre polemicas como con la capitana marvel y por eso da gusto el exito de Kamala como Miss marvel cuando no hay bombo detras (aunque sigo sin apoyar que entre en los vengadores y no en un super grupazo de jovenes marvelianos que ahora seria un exito seguro).