Jovenes Titanes #01 (Renacimiento)

Los Titanes estrenan serie con Renacimiento y tras su desastroso paso por los Nuevos 52 es necesaio analizar que nos puede ofrecer este nuevo equipo creativo. ¿Volveremos a poder creer en los Titanes?

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Edición original: Teen Titans: Rebirth núm. 1 USA (one-shot), Teen Titans núms. 1 a 7 USA.
Edición nacional/ España: ECC Ediciones.
Guión:Benjamin Percy.
Dibujo: Diogenes Neves, Jonboy Meyers, Khoi Pham, Phil Hester.
Entintado: Ruy José, Sean Parsons, Wade Von Grawbadger.
Color: Jim Charalampidis.
Formato: Rústica, 184 págs. A color.
Precio: 17,50 euros.

 

El concepto de los Titanes viene de muy atrás en el Universo DC. Un concepto que se resiste a morir desde que se planteara en Brave And the Bold #54 (1964), donde se asociaban por primera vez, Robin, Aqualad y Kid Flash para hacer frente a Mr. Twister. Bob Haney, el escritor de aquel número, nunca les dio un nombre como grupo, pero sin duda alguna se trata del germen inicial sobre el que el concepto del grupo de adolescentes se iba a cimentar. Se volverían a encontrar de nuevo en el Brave and the Bold #60 (1965) y para lo ocasión, Haney añadió un nuevo miembro, Wonder Girl. Fue en el año 1966 cuando al grupo se le bautizó como Jóvenes Titanes y estrenaron cabecera en febrero de ese mismo año. La serie se canceló en 1973 y no sería recuperada hasta el año 1976, escrita por Paul Levitz y Bob Rozakis y dibujada por Pablo Marcos, no lograrían que el grupo se asentara y se cancelara de nuevo en el número 54 (1978). Pero, aunque muchos pudieran pensar que el grupo iba a quedar ya sumido en el olvido editorial, la verdad es que con el cambio de década las cosas iban a cambiar para bien con la llegada de un nuevo número uno gracias a la irrupción Marv Wolfman y George Perez, que iban a sellar sus carreras de forma irremediable a una nueva encarnación de Los Nuevos Jóvenes Titanes, que sería el título que iba a recibir la serie en noviembre de 1980. Al grupo inicial de Robin, Kid Flash y Wonder Girl, se le unieron tres personajes de nueva creación, Cyborg, Starfire y Raven, que se complementarían con Changeling (antiguo miembro de la Patrulla Condenada y conocido anteriormente como Beast Boy). Wolfman y Perez cambiaron la forma de hacer las cosas y centraron sus esfuerzos en la caracterización, siendo su seña de identidad a partir de ese momento, donde la acción era casi más un complemento para generar los conflictos internos que eran el verdadero motor de la trama. El éxito fue arrollador y pronto fue una de las series más vendidas de DC.

Esta nueva serie es, sin duda, el patrón por el que se miden todos los demás intentos de revitalizar o recuperar, el concepto del grupo de héroes adolescentes. Fueron 99 números en su primer volumen y 130 en el segundo volumen los que hicieron posibles que se forjara la leyenda.

Paralelamente a esta serie de éxito, durante el arco argumental, Caos Total, se lanzó una segunda serie titulada, Team Titans, con miembros adolescentes de un futuro alternativo, escrita por Marv Wolfman y que se prolongaría durante 24 números.

Hubo que esperar hasta el año 1999 para que de nuevo hubiera en la calle una nueva serie dedicada a estos personajes titulada, para esta ocasión, Titanes, escrita por Devin Grayson, que supo aportar un nuevo enfoque, rescatando a miembros de varias de sus formaciones, para consolidar una etapa que duró 56 números.

En septiembre de 2003 se produjo un nuevo lanzamiento, una nueva serie dedicada a los Titanes, bajo el título clásico de Jóvenes Titanes, con Geoff Johns al mando. Johns fue el primer autor que de verdad supo acercarse a lo que Wolfman y Perez lograron construir en la década de los ochenta. Formó un grupo reconocible, Raven, Cyborg, Kid Flash (Bart Allen), Starfie, Robin (Tim Drake), Wonder Girl y Superboy (Kon-El), con el que, usando la misma fórmula que en los ochenta, devolvió a la formación al estrellato.

Tras esta serie, lo que llegó a continuación, no puede ser tratado como serie, sino como una aberración mal concebida que traicionaba los pilares básicos de la formación, con un grupo desestructurado, por mucho que tuviera en sus filas a miembros más que reconocibles (pérfidamente rediseñados), pero en manos de Scott Lobdell eran menos que tristes sombras de lo que un día fueron en manos de Johns, Wolfman o Grayson.

¿Y para que este rápido repaso por la historia del grupo?

Sencillamente para posicionarnos y poder entender mejor la terrible sensación que genera en los lectores esta nueva encarnación del grupo con la llegada de Renacimiento. El listón anterior estaba muy bajo, podría decirse que enterrado bajo tierra, pero no es suficiente para desterrar los temores que se despiertan en los aficionados al grupo que aún recuerdan la encarnación de los Nuevos 52 con sudores fríos en mitad de la noche.

Lo cierto es que no es sensato esperar lo mismo que se pudo ver en los Nuevos 52. DC ha demostrado que con Renacimiento las cosas han cambiado, ¿pero cuanto lo han hecho? Tampoco es razonable buscar la misma fórmula que usaron Wolfman y Perez en los años 80, ni la de Devin Grayson, ni siquiera la de Johns, porque las cosas han de cambiar, evolucionar y transmutar para buscar esa novedad fresca que siempre anhelamos los lectores. Los Jóvenes Titanes de Benjamin Percy son un poco de ayer y un poco de hoy, para erigirse como una serie interesante, con personalidad, entretenida y con su lector tipo muy bien definido.

Este primer tomo de ECC nos trae el acto fundacional del grupo que arranca con Damian reclutando, de forma nada ortodoxa, a cada uno de los miembros de esta nueva formación. Su objetivo es táctico, basado en la estrategia, sin sentimentalismos. Damian necesita aliados para poder hacer frente a su abuelo y los necesita cuanto antes porque su pasado, su herencia, parece estar a punto de colisionar con su persona.

Percy, para esta nueva formación, recurre al actual Robin, Kid Flash, Raven, Starfire y Beast Boy, aunque pronto se incorporarán otros miembros, consolidando un grupo con un pie en el pasado y un pie en el presente. Se percibe como recupera conceptos de dos de las etapas más celebradas del grupo, como son la Torre de los Titanes en San Francisco y que sus miembros se reúnen todos los fines de semana. Esa misma dualidad se percibe también en como gestiona a los diferentes miembros, recayendo su atención en estos primeros números sobre varios de ellos, Damina y Garflied, Robin y Beast Boy, que son los que más peso llevan en el primer arco. Damian es obvio que ha de ser así, pero la figura de Garfield se erige entre las demás por el fino humor con el que Percy es capaz de caracterizar al personaje. Un humor simpático, a medio camino de lo soez y lo elegante, que permite aliviar la lectura cuando esta se vuelve más oscura de lo que en este tipo de serie uno puede esperar. Percy, persigue que la serie resulte muy accesible a un lector más preadolescente, con una trama ligera, sencilla de desarrollo, muy bien llevaba, con un ritmo intenso, donde cada personaje tiene su propia voz.

Percy parece haber entendido bien a los protagonistas y solo queda esperar para ver el camino que van tomando las sucesivas nuevas historias y como controla las interacciones entre ellos.

La serie, para mantener el tono más juvenil, está ilustrada por Jonboy Meyers, un dibujante de estilo moderno y personal, que demuestra tener talento para conjugar a la perfección el lenguaje no verbal de cada uno de los miembros del grupo. También los acompañan en este tomo Khoi Pham, cuyo trabajo resulta inferior al de Meyers, sobre todo a nivel de rostros. El tercer dibujante es Diógenes Neves, que atesora los lápices más naturales de los tres, siendo también el que mejor demuestra tener un mejor control gestual.

Jóvenes Titanes es una lectura amena, directa, sin dobleces, sin dobles lecturas, donde el grupo se va definiendo a sí mismo, de rápida consumición, capaz de dejarnos con ganas de más. Su lector tipo podría decirse que es algo más joven que el que puede esperarse de otras series, aunque Percy apunta maneras en cuanto a que va a tratar temas de importante calado social y personal entre los miembros de los Titanes. Sin duda alguna se ha dejado atrás el desastre de los Nuevos 52 y estamos frente a una prometedora etapa de un grupo que desde 1964 se resiste a abandonarnos.

  Edición original: Teen Titans: Rebirth núm. 1 USA (one-shot), Teen Titans núms. 1 a 7 USA. Edición nacional/ España: ECC Ediciones. Guión:Benjamin Percy. Dibujo: Diogenes Neves, Jonboy Meyers, Khoi Pham, Phil Hester. Entintado: Ruy José, Sean Parsons, Wade Von Grawbadger. Color: Jim Charalampidis. Formato: Rústica, 184 págs. A color.…
Guion - 6.5
Dibujo - 8
Interés - 7.5

7.3

Cambio de rumbo.

Una serie que tiene muy claras sus intenciones, que busca contentar a un lector muy concreto y que nos hace recuperar la esperanza con este grupo. Veremos como continua evolucionando.

Vosotros puntuáis: 7.64 ( 6 votos)
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ZombieSquirtle
ZombieSquirtle
Lector
28 octubre, 2017 16:45

Lo del 8 en dibujo es una broma, verdad?

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Lector
28 octubre, 2017 17:43

Bien, gracias por la reseña y por el repaso de la historia de los personajes [aunque te hayas olvidado del mejor equipo de Titanes: Young Justice (:] me ha dado ganas de comentar ambos aspectos.

Con respecto a la historia del grupo creo que tengo comentarios poco populares pero aquí voy:

Con la etapa de Wolfman y Pérez me ocurre lo mismo que con Watchmen: Reconozco su valor histórico, tiene buenos momentos, y creo que su historia (la de los Titanes) merece volver a la continuidad, pero en si no me gusta mucho.

Wally no tenía mucha personalidad, Starfire tampoco, Dick Grayson me gusta como personaje por ser tan bueno a pesar de todas las cosas que le han pasado, pero aquí tiene momentos en los que es un tanto grosero, Donna no es mal personaje pero me da cierta pena como la casan con alguien sólo para que luego su esposo y a su hijo mueran. Cyborg no está mal y su amistad con Gar es de lo más conseguido ahi, pero me llega un poco en general no solo en esta etapa sino en general, como es algo pervertido y no lo critican por eso.

Y luego está Deathstroke, que es un buen villano, pero su razón para odiar a los Titanes me parece un tanto infantil: Si su hijo murió por el tratamiento que le dio HIVE mientras peleaba con los Titanes fue porque el fue un pésimo padre, no por los Titanes. Entonces, ¿si Grant hubiera peleado con Batman, Flash o un gato que pasaba por ahí, entonces Deathstroke le hubiera jurado venganza a ellos? ¿Por que no mejor le jura venganza a HIVE? En fin.

Por otro lado, la etapa de Devin Grayson me parece la mejor. Supo rescatar conceptos, aportar nuevas ideas sin que parezca un festival de nostalgia (te miro a ti Johns) y desarrollar a los personajes. Creo que no se le valora lo suficiente a esa etapa.

Y la etapa de Johns, leí como 20 números y mi sensación es que si eres un nostálgico/a de Wolfman o si eres un nuevo lector, a lo mejor lo disfrutas, pero si te importan los «4 Young Justice», es posible que te lleves un disgusto:

Bart, que solo le importa lo que sus seres queridos digan de él, de repente le importa lo que le piensa Wally (si, es verdad que Bart le gustaría ser Flash en algún momento pero no olvidemos que Wally con frecuencia lo trataba como un primo menor al cual no le tenía mucha paciencia) y decide ser Kid Flash, cuando se había hecho su identidad para el mismo. Tengo entendido que esto fue idea de Didiot y no de Johns, pero bueno. Destacó esto último porque da la sensación de que más que un verdadero legado, Didio lo ve en plan Pokémon donde primero eres Impulse, luego «evolucionas» a Kid Flash y así sucesivamente. Que luego Irey se vuelva Impulse apoya mi idea.

Y más allá de su estética también modificó la personalidad de Bart como si Geoff hubiera sacado su «Bendis interno» y le quito todo su carisma que tenía en su serie.

Tim es el que quedo mejor parado, así que no omento mucho el.

Bueno, en realidad mi problema va más que nada con Bart, así que prosigo.

En fin, me pareció que la etapa cometía «pandering» hacia un público mayor.

No me molesto en comentar lo de New 52, además de que ya he escrito demasiado.

Y bien, alguien sigue leyendo? Jeje. Ahora comentaré está etapa actual.

No comprendo por qué NuWally sigue existiendo, es redundante y solo existe para dar confusiones (no digo la diversidad porque es insultante que para crear personajes no blancos tengan que cambiarle la raza a un personaje existente y tan querido). Da la sensación de que Didio y Lee querían que este personaje fuera aceptado y que trajeron al original de mala gana (y para generar ilusión en el especial de Rebirth, claro) y por eso le dan un trato preferencial para que nuevos lectores lo asocien a el como «El» Wally. Espero que al final del Rebirth vuelva Bart y está cuota la manden a otra dimensión o algo así.

Espero que ya regresen a Gar y Raven a su edad original. Si, que en la etapa de Geoff Raven era más joven, pero me refiero a que estos dos siguen siendo versiones New 52 (en The Lazarus Contract, Roy no reconocía a Raven y a algunos más, por mencionar un ejemplo).

De Starfire no digo nada, pero aquí, o más concretamente, en el mencionado crossover, mataron a Damian para mí. No diré lo que le hicieron hacer para no espoilear a nadie, pero es que ni siquiera parecen interesados en redimirlo. Me molesto.

Pero bien, como punto positivo, diré que la serie mejora cuando Jackson Hyde (Aqualad) se une al grupo, aunque para entonces mi paciencia se fue y me baje de la serie.

Saludos y disculpen por el tamaño del comentario, es que me dio ganas de escribir al ver esto.