Entrevista a Fabian Nicieza

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La pasada Héroes Comic Con Madrid (Noviembre 2017) estuvo plagada de invitados estrella y grandes figuras del noveno arte, pero si uno de ellos supo meterse al público en el bolsillo, ese fue Fabian Nicieza. El autor nacido en argentina (aunque a los tres años ya estaba viviendo en los USA) se animó a hacer la conferencia en castellano para agradecimiento de todos los presentes. Su humor, sus anécdotas, su falta de pelos en la lengua y su conocimiento de las bambalinas de Marvel Comics donde ha trabajado en distintos puestos fueron un coctail de lo más interesante a lo largo de casi una hora de conferencia, así como la entrevista previa que pudimos hacer al autor. Conocido por ser el co-creador de Masacre junto a Rob Liefeld, Nicieza ha colaborador en varias etapas de éxito en la Casa de las Ideas como X-Men, Thunderbolts, Cable & Deadpool o Gambito, por nombrar algunas. A continuación os dejamos con la entrevista, no sin antes afirmar en nota personal que esta es una de las más interesantes y divertidas que he podido hacer (y ofrecer) hasta la fecha. Grande Fabian.

Entrevista a Fabian Nicieza

Pedro Monje: La primera pregunta seguro que no la adivinarás. ¿Cómo empezaste a leer cómics, y cuáles eran los que más te gustaban?

Fabian Nicieza: Empecé a leer cómics cuando estaba en Argentina, con tres o cuatro años. Nací allí y viví mis primeros años, pero el resto del tiempo he estado en Estados Unidos y me considero americano. Digo que soy argentino cada cuatro años cuando se celebra el mundial de futbol y cuando digo que Messi es el mejor jugador del planeta [Aplausos y risas del público. Fabian ya se los ha metido en el bolsillo]. En Argentina había una serie que se titulaba Anteojito y Antifaz, de humor infantil. Cuando nos mudamos a Estados Unidos, lo que más me sonaba era Superman. No por los cómics en sí, sino porque en Argentina se emitían en bucle varios de los seriales de Superman, así que lo conocía. Y los cómics me ayudaron a aprender inglés más rápido. Estamos hablando del año 66 o 67. Lo que leía era mayoritariamente DC, hasta que uno de los amigos de mi hermano me dijo un día que no tendría que estar leyendo esos cómics, que no molaban. Había otros que eran mucho mejores. Eran los de Marvel. Y tenía razón. Mi hermano me dijo que teníamos que ser modernos, así que empezamos a leer los Cuatro Fantásticos y Spiderman. Así que leíamos, y dibujábamos a los superhéroes. Todo el rato. Nos encantaba dibujarlos, porque mi padre aunque era ingeniero tenía muchas inclinaciones artísticas. Copiábamos los superhéroes e intentábamos hacerlos como en los cómics. Eran nuestra prioridad, por encima de los cromos de beisbol y las golosinas. Mis favoritos eran Los Vengadores, que los compraba religiosamente. Básicamente me gustaba porque tenía todos los personajes en una misma seria. Cuando cumplí once o doce años es cuando empecé a hacer criba de las series que de verdad quería comprar. Me costaba elegir, y a veces elegía mal. Pero otras veces elegía muy bien, y podía disfrutar del Conan de Barry Windsor-Smith. El Capitán Marvel de Jim Starlin desde el principio. Me encantaba el dibujo de Dave Cockrum en la Legión de Superhéroes para DC, así que cuando le anunciaron como el dibujante para los nuevos X-Men en Marvel, me lancé de cabeza. Los X-Men no molaban mucho, o casi nada, antes de aquello. Pero me emocionaba ver a Cockrum. Pero lo que nunca dejé de leer eran los Vengadores. De hecho, en toda mi colección de cómics, la única que está completa es la de Los Vengadores.

P.M.: Una serie que, por cierto, guionizarías muchos años más tarde pero en una situación un tanto particular.

F.N.: Me suelen preguntar mucho de que me arrepiento en lo que a los cómics se refiere. Me arrepiento de haber dejado escapar la oportunidad de hacer Spiderman cuando me lo ofrecieron, ya que nunca más pude hacerlo y me hubiera gustado tenerlo en mi currículum. Pero de lo que verdad me arrepiento es de no haber podido escribir a los Vengadores de una forma regular. Cuando pude hacerlo fue durante ocho números… y fue un jaleo absoluto. Tuve que acabar una historia de John Byrne porque iba a dejar la serie, y tuve que hacerlo a toda velocidad y a partir de unas ideas muy genéricas. Íbamos con dos o tres de retraso y encima luego la serie pasaba a quincenal porque llegaba el verano y tuve que hacer guiones al doble de velocidad. Es un claro signo de un guionista novato desesperado por hacer lo que sea para que le den trabajo. Y lo que hice fue lanzar todos los personajes que podía en aquella saga [Nota de editor: La Línea Divisoria]. Eran ideas que había pensado originalmente para un arco argumental que tendría que haber durado un año y que al final fueron comprimidas en seis números de 22 páginas, con distintos dibujantes porque claramente Paul Ryan no podía hacer 44 páginas todos los meses. Condensé en mi cerebro todas esas ideas y salió lo que salió. Me arrepiento porque quería haber dejado la marca en la serie, son mis referentes en lo que superhéroes se refiere. Recuerdo cuando he comprado cada número de la serie cuando era mi pequeño.

P.M.: Ya que estamos con los Vengadores, ¿qué opinas del cambio de concepto de la serie a raíz de la llegada de Brian Michael Bendis con personajes que no eran habituales del grupo?

F.N.: No me gustó la idea, pero creo que fue una forma de pensar y de verlo muy antigua, muy cerrada. No me gustó el trabajo de Bendis cuando lo leía en su día de forma mensual, así que dejé de coleccionar la serie por primera vez en mi vida, y lo recuperé en forma de tomos recopilatorios y con la lectura admití que se merecía mi respeto como lector a cómo lo había hecho. Leído en forma de arcos argumentales se leía mucho mejor que de forma mensual. Respeto enormemente lo que Bendis ha hecho con los Vengadores. Su etapa es una etapa importantísima. Y lo dice alguien que ha coleccionado a los Vengadores desde el número 17, pero es que somos dos autores que vemos al grupo de forma muy distinta.

P.M.: Tu primer trabajo como guionista en Marvel fue Psi-Force, tras haber trabajado varios años en el departamento de marketing. ¿Cómo te llega esta oportunidad?

F.N.: En Marvel no empecé en marketing y promoción. En realidad empecé en otro departamento pero solo estuve cuatro meses y en cuanto pude me cambié a marketing. Es lo que quería hacer. Es para lo que había estudiado (publicidad y relaciones públicas). Trabajé unos años en una editorial de libros de bolsillo e iba cambiando, porque la única forma de “ganar más plata” era cambiando de trabajo. La oportunidad de un trabajo en Marvel era algo que quería. Hice entrevistas al salir del instituto en Marvel y en DC pero no pude conseguir el trabajo porque no tenía la experiencia que pedían. Hasta que llegó el día que un amigo de un amigo de mi hermana me dijo que sabía que en Marvel buscaban gente, como asistente. Fui para el trabajo… pero no era marketing. Así que cuatro meses después, ya en 1985, me cambié. Sí, os sonará raro, porque queda claro que ahora tengo 32 años [Risas del público]. Mi nuevo trabajo consistía en trabajar con el departamento de ventas y así lo hice durante cinco años. Al final de este plazo ya empecé a escribir mis primeros intentos de guiones, pero en casa. El trabajo diario de oficina no era para hacer trabajo de freelance, salvo si necesitaban que les echáramos una mano concreta. Me pasaba el día yendo de Nueva York a Nueva Jersey… Y así, casi sin darme cuenta, llegó un momento en el que era editor de unos ocho títulos por mes y además estaba escribiendo unas seis o siete series mensuales. Era una locura [Risas]. La cabeza me explotó aquellos años.

P.M.: Aquellos años, del 85 al 90, parecía que a Marvel le funcionaba casi todo lo que publicaba, pero precisamente el Nuevo Universo, que es donde entraste a trabajar, no le funcionó.

F.N.: No le funcionó por varias razones, pero tenéis que entender que no funcionó bajo los estándares de aquel día. Pero si lo miramos por los estándares de hoy, cada título estaría entre los cincuenta más vendidos. Psi-Force vendía 40,000 copias todos los meses. Hoy en día esos 40,000 sería Top 50. No funcionó por muchas otras razones, por cosas que pasaban dentro de la editorial. Había muchos problemas con Jim Shooter, que era el Editor Jefe, había muchas problemas con los editores… Y luego ten en cuenta que decidieron promocionar el 25º aniversario del Universo Marvel creando un nuevo universo para la ocasión. Uno completamente diferente. Era contradictorio. Yo estaba en promoción y no me gustaba el mensaje que teníamos que lanzar. Creo que no fue algo inteligente. Para mí era fantástico, porque pude tener una serie mensual que escribí durante 16 episodios en los que aprendí a escribir una serie. Y encima me pagaban por ello [Risas]. Como si estuviese en prácticas… pero pagadas.

P.M.: Pronto llegaron los Nuevos Guerreros, que fue tu primera serie larga. ¿Cómo recuerdas aquella época con Mark Bagley, trabajando en la serie adolescente del momento pese a ser casi un recién llegado?

F.N.: Bueno, yo era muy muy joven pero Mark era ya muy viejo [Risas]. No, en serio, él tenía unos 6 o 7 años más que yo. Había ganado un concurso en Marvel para entrar a ser dibujante de la editorial. Fue el primero e hizo unos trabajos en Marvel durante dos o tres años, aquí y allí. Pero esto iba a ser su primer encargo de superhéroes. Para mí también. Tuvimos mucho tiempo antes de que se aprobase la propuesta y se decidiera que yo iba a ser el guionista, y pudo ir trabajando en varios conceptos para la serie. Fueron seis meses muy largos antes de salir al mercado. Tom DeFalco, Mark Grenwald y compañía querían que yo fuera el guionista de la serie, pero el editor Danny Fingeroth acababa de volver a Marvel, después de que unos años antes le hubieran despedido, y estaba muy nervioso porque no quería arriesgarse mucho con esta serie. Así que yo no paraba de intentar convencerle de por qué yo tendría que hacer esta serie. Pero cuanto más lo intentaba… más nervioso se ponía [Risas]. Pero aún a día de hoy, sigo considerando este trabajo mi preferido. Por muchas razones, sobre todo la emocional, por lo importante que fue para mí. Y que creo que hice un muy buen trabajo en aquella serie. Me gustó mucho. Y la gente que compró esa serie todavía sienten que eran parte de algo. Vendía 250,000 unidades cada mes, vendía en el Top 30, y vendió muchísimo más de lo esperado. Para todos fue un trabajo muy bueno. Para Mark lo fue. A partir de aquí fue a Spiderman. Yo fui a escribir X-Men. Lo irónico es que al editor de X-Men no le gustaba esta serie.

P.M.: En la charla anterior ha estado aquí Kevin Maguire. Con él, aquellos años, en 1991, hiciste una miniserie del Capitán América, que además ha tardado muchos años en volver a ser recopilada. Ha sido raro. Y es un proyecto que recuerda mucho a la primera película del Capitán América…

F.N.: ¿Sí? ¿Te parece? [Risas] Qué casualidad [Risas]. La razón de este proyecto en realidad son dos razones. Teníamos a Kevin en Marvel por aquellos años. Trabajaba haciendo correcciones en los libros. Kurt Busiek, que era editor y freelance writer por aquel entonces, le propuso dibujar un proyecto que se llamaba Wildcard y se lo propuso a DC. A DC les gustó tanto que a Kevin le ofrecieron hacer Justice League. Pero por aquel entonces yo estaba viviendo con Kevin Maguire. Éramos compañeros de piso. Y Tom DeFalco quería que Kevin dibujase para Marvel. Así que cuando supimos que Kevin iba a hacer Justice League, desde Marvel le ofrecieron hacer Silver Surfer. Recuerdo estar en casa y cómo debatía cuál de los dos proyectos quería hacer. Le gustaba desde siempre Silver Surfer y además me decía que como era en el espacio así no iba a tener que dibujar fondos [Risas generalizadas y aplausos en la sala, ya que en la conferencia justo anterior Kevin Maguire había acabado diciendo que dibujar los cómics de Guardianes de la Galaxia había estado bien porque no había tenido que dibujar fondos, algo que odiaba]. También recuerdo que le acabé convenciendo de que tenía que hacer Justice League porque iba a ser algo más importante, sin yo saber que eso acabaría siendo una comedia tan trascendente. Pero Tom DeFalco lo quería. Me preguntó a ver qué le podríamos ofrecer para que volviese. Lo hablé con él y me dijo que al Capitán América. Así que ahí surgió el proyecto. Kevin no dejaba de repetirme que quería hacer: “Capitán América: La Película”. Todo el rato me lo decía. Así que la ambienté en la Segunda Guerra Mundial. Era más trabajo para los dos. Y empezamos. Fue fantástico… durante el primer año, hasta que se tuvo que poner a dibujar [Risas]. Teníamos un sótano donde poníamos en el corcho todas las cosas que se nos ocurrían. Teníamos una historia en mente sobre la frontera con Méjico, que al final no salió pero que acabé reciclando en USAgente y en Solo Avengers. Una vez que vi el estilo que iba a hacer, me di cuenta de cómo tenía que ser el proyecto. Kevin fue el primero en dibujar la cota de malla del traje del Capitán América. Con todo detalle. Luego el resto de dibujantes le copiarían con el paso de los años, pero él fue el primero. Fue un loco [Risas].

P.M.: Por aquellos años, un día, te llamó por teléfono un adolescente desde la casa de sus padres diciéndote que le gustaba tu trabajo y que quería trabajar contigo en algún proyecto. Ese chaval, que no había publicado nada, se llamaba Rob Liefeld.

F.N.: [Risas] Si, si. Yo creo que esto tuvo que ser en torno a 1988 o así. Él conocía a Ron Lim, yo estaba trabajando con Ron Lim en Psi-Force y a Liefeld le debió de gustar. Estaba empezando a intentar trabajar para las editoriales, creo que había empezado a hacer Hawk & Dove para DC. Tenía mucho entusiasmo y una vez que hizo tan bien Hawk & Dove, Bob Harras le ofreció venir a trabajar a Marvel. Fue muy fácil. Todo lo que tenía que hacer era ofrecerle trabajar en la oficina mutante. No tardó nada en contestarle.

P.M.:¿Cómo recuerdas recoger la serie de X-Men tras 17 años de Chris Claremont?

La serie como tal la escribí mensualmente tras Jim Lee, pero sí que es cierto que el primer número de X-Men que no escribía Claremont tras 17 años fue con guión mío [Uncanny X-Men #279 USA]. Yo sabía que Chris y el editor tenían muchos problemas. Y lo sabía porque yo trabajaba todos los días en la oficina. Tuve que completar la historia que él había empezado, sin saber cómo lo pensaba hacer él. Era lo normal. Bob [Harras] me preguntó a ver si yo lo quería hacer y dije que sí, porque quería tener mi nombre ahí. Sabía que podía parecer algo sucio. Pero para mí era una oportunidad. Yo no tenía que ver con los problemas que ellos estaban teniendo. Y sé que Chris nunca me vio a mí como un enemigo. Yo trabajé con la esposa de Beth en Marvel, en el departamento de marketing, antes de que ellos se casaran. Él sabía que yo estaba ahí, con mi pie en la puerta, pero no estaba tirando la puerta abajo. Sabía que tenía problemas, entendí los puntos de vista de todo el mundo, Bob y Chris, pero estaba dispuesto a aprovechar la oportunidad. Nunca critiqué a Claremont. Simplemente dije que “si me necesitáis, estoy aquí”. Pero sí, me sentí un poco mal. O mucho [Risas].

Después de eso creía que me iban a ofrecer la serie regular. Pero no fue así. Porque apareció por allí John Byrne. Que apareció muy rápido para llamar a la puerta en cuanto supo que Chris se iba [Fabian aporrea la mesa imitando a Byrne y las risas se desatan por toda la sala]. “Yo te escribo el libro”, decía. Bob no quería a John para escribir la serie, porque se iba a encargar Jim [Lee] de hacer el plot de los X-Men. Pero a John no pareció importarle mucho y aceptó al menos hacer el diálogo de la serie. En ese momento yo supe que John Byrne no iba a estar mucho tiempo en la serie y me tocó a mí. Pero me fascina como aún hoy, 25 años después de aquel momento, nunca escuché las palabras “¿Quieres ser el guionista de X-Men?” de la boca de Bob Harras. Nunca me lo dijo. Nunca me dijo que quería que fuera el guionista de X-Men. Me decía “Necesito que escribas dos episodios” o “Viene este gran crossover y necesito que guionices estos tres capítulos”. Pero nunca me dio un voto de confianza. Así cada mes yo encaraba esa serie sabiendo que mi editor no quería que yo estuviera allí. Lo cual acabó siendo una experiencia magnífica [Risas].

P.M.: En cambio cuatro años después si te despidió de X-Force, donde sí eras el guionista regular. ¿Te explicó por qué?

F.N.: No, nunca lo hizo. Yo tampoco le pedí ningún tipo de explicación. Bob y Scott [Lobdell] trabajaban muy a gusto juntos. Se llevaban bien y se manejaban bien en su caótica forma de trabajar. Pero a mí no me gustaba trabajar así. Yo quería poder trabajar un año sabiendo las tramas que iba a plantear al año siguiente. Así trabajo. Si lees las series que creo que son mi mejor trabajo, es cuando puedo hacer eso: New Warriors, Thunderbolts, Cable & Deadpool… Eso es lo que puedo hacer cuando tengo tiempo. En X-Men no era así. Muchas veces yo no sabía cómo iba a poder terminar un cómic cuando lo empezaba a hacer, porque Harras y Lobdell cambiaban de idea constantemente. Cada día tenían una idea distinta. Y cambiaban para el día siguiente. No solo cambiaba mes por mes… sino dentro del mismo mes. Era un lio. Me echó de X-Force cuando era una serie que vendía en el Top Ten… y seis meses más tarde yo mismo dejé X-Men. Estaba haciendo muchísimo dinero haciendo un trabajo que no me gustaba mucho, y que además era muy difícil. Lo hice por mucho tiempo, si. Pero sabía que nunca más iba a poder estar en una cresta de la ola como aquella, así que quise intentarlo. Nos dieron de golpe muchas tablas de surf y nos pidieron que cogiéramos las olas a toda velocidad. Yo lo hice lo mejor que pude. Muchos se cayeron al agua. Yo llegué a la orilla. Y Jim Lee llegó a la orilla, dio unos pasos y se construyó un chalet de varios pisos [Risas, muchas risas]. Yo conseguí ganar suficiente dinero para pagar la universidad de mis hijos. Y de mis nietos. Y eso que mis hijos todavía no habían nacido por aquel entonces [Risas]. Al menos supe encontrar el equilibrio entre lo que estaba haciendo y tener una estabilidad económica para toda mi vida. No solo para uno o dos años. Para toda mi vida.

P.M.: También guionizaste la primera miniserie de Cable, la primera serie regular… ¿Sabías que eres el guionista que más ha escrito Cable?

F.N.: Si, si lo sabía. Porque lo digo mucho. Sobre todo ahora que va a salir en la película [Risas]. Y además el que más pero con mucha más diferencia. Creo que he escrito como cien números de Cable. Y el siguiente guionista que más ha escrito han sido 30 números. Tengo que decirlo porque llegará un momento que me superará. Así que hasta entonces, tengo que decirlo y repetirlo mucho. Y cuando llegue ese día, diré que soy el segundo que más ha escrito a Cable.

P.M.:¿Qué opinas de la elección de Josh Brolin como Cable?

F.N.: Es interesante. No pensé en él como uno de los posibles candidatos, pero ahora me parece muy interesante y tengo ganas de ver cómo lo hace. No me imaginaba que podría haber alguien de 1,80 y 90 kilos que pudiera hacerlo. Hay alguien, pero no era un actor, sino un jugador de futbol americano. Hizo algún pinito en el cine y ahora es comentarista en la televisión: Havey Long. Usaba a este jugador como referencia cuando les escribía a mis dibujantes para darles detalles. Y con el pelo como Cable. Pero no era muy buen actor [Risas]. Nunca dije que él hiciera a Cable en el cine. Pero si lo hice con Masacre. En 2004, cuando estaba escribiendo Cable & Deadpool, Deadpool se describe a sí mismo como Ryan Reynolds cruzado con un perro. Lo hice en un par de episodios mucho antes de que le contrataran para hacer de Masacre en la primera película de Lobezno. Alguien me ha dicho que ha habido una primera película de Lobezno, pero yo no la he visto [Risas], porque igual es muy mala.

P.M.: Durante un tiempo aterrizaste en Acclaim y fuiste el Editor Jefe de Valiant, donde hicisteis un reboot del universo Valiant. ¿Cuándo crees que es buena idea hacer reboot y cuándo no?

F.N.: No sé si es una buena idea o no. Pero esto es lo que decidimos juntos que había que hacer. En Valiant me habían hecho la oferta para que fuera el Editor Jefe un año antes de que yo fuera, pero el principio no me iban a dar el título de Editor Jefe porque había problemas contractuales con Bob Layton. Y yo no iba a ir si no era siendo el Editor Jefe. Tenía interés en ser Editor Jefe y por un tiempo pensé que esa oportunidad iba a llegar en Marvel. En cuanto vi que eso no iba a pasar, quería hacerlo y me lo ofrecieron en Valiant. Era un trabajo difícil, por muchas razones. La parte del reboot era algo que el presidente y el encargado de ventas querían hacer. Querían hacer algo diferente a lo que se estaba haciendo. Pero la razón más importante era que la compañía que había comprado Valiant [Acclaim] quería hacerlo. Pagaron 60 millones de dólares para comprar Valiant y no vendían nada. Estaban perdiendo dinero y pensaron que si hacían una segunda versión y enfoque de los personajes, podrían posteriormente tener más opciones para elegir a la hora de adaptarlos a videojuegos, que era su objetivo principal. Más allá de eso, no nos influenció. Fue un acuerdo mutuo entre todos los que estábamos involucrados, y por eso lo hicimos de una manera que no eliminara el universo original. Si nuestro plan hubiera seguido adelante, alrededor del año 2000 pensábamos hacer nuestras particulares Crisis en Tierras Infinitas.

P.M.:¿Cómo acabó aquella etapa?

F.N.: Me fui de las oficinas de Acclaim Entertainment. Me dijeron que tenía que reducir la plantilla de las oficinas de 25 personas a tan solo siete y cerrar las oficinas de Nueva York, en Manhattan, y movernos a la compañía central que estaba en Long Island. Eso estaba a tres horas de donde yo vivía y sabía que no iba a seguir ahí mucho más tiempo. Hice la transición y dejé Acclaim un viernes en un mes de Agosto y el lunes siguiente me llamó Marvel para trabajar para ellos. Todavía no sabía que iba a hacer, pero dije que sí. Y esta fue la primera vez que me convertí en un freelance trabajando para Marvel al 100%. Esto era en 1998. Para 1999 ya odiaba ser un freelance [Risas].

P.M.: Al volver a Marvel Comics e hiciste dos series muy distintas e interesantes: Gámbito y Thunderbolts. En Gámbito se notaba que te lo estabas pasando bien, ¿no?

F.N.: Si, la mayor parte del tiempo, si. El primer año me lo pasé muy bien. Pero eso era porque en realidad el 90% lo estaba haciendo el dibujante [Risas]. El dibujante era Steve Skroce. Yo hacía la trama, el cogía el principio y el final del guión y el resto lo cambiaba por completo [Risas]. Habitualmente no me importaba, porque mientras lo dejase donde yo quería, pues estaba bien. Se notaba que era la primera vez que Skroce podía desatarse así con las páginas, y de ahí fue a trabajar en las películas de Matrix. Fue una buena experiencia para ambos.

P.M.: También trabajaste con los Thunderbolts.

F.N.: Eso también fue muy divertido. Tom [Breevort] es un editor al que tengo mucho respeto. Kurt [Busiek] es una persona a la que tengo mucho respeto. Mark [Bagley] es un amigo… Thunderbolts era de las pocas series que estaba leyendo por aquel entonces. No eran muchas las que seguía, pero Thunderbolts me gustaba mucho. Cuando Kurt terminó con el número 25, se empezaba a notar que la serie estaba bajando un poco. Se podía percibir. Se podía oler. Y nadie quiere pasar de oler un poco raro a oler a animal muerto. Kurt es muy inteligente y sabía que iba a continuar la serie, pero no quería cerrarla. Entre él y Kurt pensaron quién podría ser su sustituto y me eligieron, lo cual para mí fue un honor. Además estaba la oportunidad de volver a trabajar con Mark. Y fue muy divertido, porque además durante seis meses las cartas que llegaban al correo de Marvel seguían dirigidas a Busiek. Muchos no se dieron cuenta que había habido un cambio de guionista [Risas]. Y no hablo de dos o tres cartas. Hablo de unas cuarenta de las cien que llegaban todos los meses. Era espectacular. Para mí era una buena noticia, porque significaba que la transición había ido bien. Era curioso, porque es que no creo que Kurt y yo escribamos de la misma manera. Nadie lo hace. De todas formas yo nunca he sido un guionista que llegue a una serie y la cambie por completo sin tener en cuenta nada de lo que se estaba haciendo antes. Lo he hecho un par de veces en toda mi carrera, por varias razones, pero no porque no respete a los anteriores.

P.M.:¿Cómo era trabajar con Liefeld?

F.N.: Era una mezcla de emoción y agotamiento. Estoy siendo 100% justo con lo que digo. Rob tiene millones de ideas. Millones. Y siempre quiere hacer todas en un mismo episodio [Risas]. Hay muchas energía en eso. Nosotros sabíamos que estábamos haciendo una serie para chavales de 8 a 12 años. No estábamos haciendo para una serie para [Nicieza cambia el tono de voz] “señores de 24 años que queremos leer algo maduro”. No nos importaba ese target. Queríamos hacer una serie nueva, en un tamaño nuevo, para gente joven. Trabajábamos para ellos, no para otros idiotas que tenían 40 años y no les gustaba nada nuestra serie. Esos no nos importaban. Ni a Rob ni a mí. En cuanto a la parte del agotamiento… [Risas]. Es que el trabajo no era consistente [Risas]. Cada mes él no dibujaba todas las páginas. Tras tres o cuatro episodios te empiezas a dar cuenta que el tiene cuatro o cinco dibujantes trabajando para él. Las páginas no son iguales. Las páginas no se reciben en orden. No pasa nada, hay muchos dibujantes que hacen eso, es cierto. Hay dibujantes que hacen todas las páginas que tienen acción y luego se ponen con las que son más aburridas de dibujar, con gente hablando. No pasa nada, pero si tienes que dialogar tienes que esperar a recibir todas. Así no se puede hacer nada. Las tres páginas que faltan llegan siempre a última hora y ahí tengo que ponerme a hacer los diálogos de las 22 del cómic, el último día. Ya sea en el tren o en casa. El otro día encontré en el sótano el cuaderno de guión con las primeras páginas que salía Masacre, entre las páginas 13 a 22. Lo tenía todo anotado, a mano. No importa lo que diga y cuente Rob ahora, pero él me describió al personaje como un cruce entre Spiderman y Punisher. Pero solo se refería a la parte visual. Cuando le pregunté por su personalidad, me contestó “La que tú quieras” [Risas desatadas en el público]. Si Masacre si hubiera tenido que aparecer en la página 3, en vez de la 14 o 15 que es cuando salió, seguramente habría tenido una personalidad diferente. Para la página 13 y 14 yo ya estaba aburrido de tipos duros con mucho mentón por ese mes, hablando todos “muy angry” [Risas]. Así que me acordé que Rob quería que fuera una mezcla de Punisher y Spiderman, así que pensé que si iba a ser un antagonista de Cable, podría ser interesante que este nuevo tipo fuera un idiota, un boludo [Risas] que no deja de hablar. Porque Cable no tiene mucho sentido del humor. Pensé que eso podría ser interesante. Lo escribí así de una forma, aunque salió distinto, porque yo si quería reflejar que tenía sentido del humor. En la última viñeta de la pelea entre Cable y Masacre, Cable ataba a Wade y hacía un chiste. Decía que se lo iba a mandar a Tolliver vía Fedex. Aquello era gracioso en su día porque Fedex estaba empezando en 1992, hoy quizá no sería tan “humoroso”, claro. Pero Rob lo cambió por completo [Risas] y en la siguiente página salen todos hablando enfadados pero nada de mi chiste. Yo sí que creo que Nathan tiene sentido del humor pero es que Masacre es un hinchabolas [Risas]

P.M.:¿Hinchabolas? [Risas]

F.N.: Si, si. Eso es algo que siempre decía mi padre. Hinchabolas. En Argentina se usa mucho.

P.M.: Te vamos a hacer la clásica pregunta de con qué dibujantes has trabajado mejor.

F.N.: Uf. Son tantos. Tantos y tan buenos… Hacer diferencias entre unos y otros no tendría sentido. ¿Cómo dices que Mark Bagley es mejor o peor que Greg Capullo? ¿O peor o mejor que John Romita Jr.? Sería estúpido. Cierto que hay muchos con los que he trabajado que no me han gustado, pero no los voy a decir aquí [Risas]. Los dibujantes yo prefiero siempre son los que están ahí cada mes, trabajando como un equipo. Mes a mes, juntos. Podían hacer 10 o 12 episodios por año, no 6 o 7. Esos son los mejores.

[Pregunta del público] ¿Por qué nadie había sacado antes del armario a la Asesina de Hombres [Fabian lo hizo durante su etapa en Thunderbolts]?

F.N.: Yo compré el cómic de su primera aparición, el Marvel Team-Up #8 USA. Spiderman y La Gata. Y ahí salía este personaje que se llamaba la Asesina de Hombres. Tenía trece años pero enseguida entendí qué quería decir esto [Risas]. Las razones por las que la saqué del armario es que todo cambia con el tiempo. Yo escribía Psi-Force sabiendo que uno de los personajes era gay, pero no podía decirlo. No podía decir en el comic que era gay. No se podía por aquel entonces hablar de eso. Traté de hacer una historia durante mi etapa de Nómada en el año 91 en la que un personaje tenía el SIDA, y esta historia llegó hasta los jefes de Marvel. No los jefes editoriales, sino los dueños de la compañía. A los primeros les parecía bien, a los segundos no. Dijeron que eso amenazaría a las acciones de la compañía. Como estaba escribiendo muchas series para Marvel y me tenían respeto, pude reunirme con el dueño de la compañía. Me junté con aquel hijo de puta que… oh, ¿he dicho hijo de puta? [Risas tremendas entre el público] Bueno, no pasa nada. Me enteré hace poco que este tipo está muerto y eso está bien, por muchas razones [Nota de editor: evitaremos la identidad del sujeto, aunque es bastante obvio adivinar a quién se refiere]. Tuve una discusión con él y no entendía la realidad. En el fondo es que no querían hacerlo porque tenían miedo. Estamos hablando del SIDA en el año 91. Yo iba a escribir el primer episodio de Estrella del Norte en Alpha Flight en el que salía del armario, porque todo el mundo ya sabía que él era gay, pero dejé la serie antes de poder escribir eso. Sí que pude introducir en la serie a su novio un año antes. Lo íbamos enseñando poco a poco, veíamos cómo vivían juntos y demás. Iba a hacerlo poco a poco, pero lo que fijo que no iba a hacer es hacer que de repente Estrella del Norte saliera gritando “Soy gaaaaaaay”, que es como lo acabaron haciendo. Siempre que veo a Scott Lobdell me rio de él y le grito “Soy gaaaay” [Risas de nuevo en el público]. Ahora sí se pueden hacer este tipo de cosas, cada vez más y más, pero siempre va a haber otro grupo de gente muy grande que van a poner problemas a que esto se haga, porque viven en el pasado.

P.M.: Bueno, Fabian, muchísimas gracias por tu tiempo, por todas las anécdotas contado y todas las carcajadas que nos has sacado.

F.N.: Muchas gracias a vosotros.

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Japacore
Lector
18 mayo, 2018 10:34

Jaja, me ha parecido genial la entrevista! Grande Pedro y grande Fabian!!

Captain Eo
Captain Eo
Lector
18 mayo, 2018 11:36

Buenísima, aunq me he quedado con la duda de saber quien era el dueño hijo de puta 😀

Linkin Boy
Linkin Boy
Lector
18 mayo, 2018 12:18

¡Genial la entrevista!

Drury Walker
Drury Walker
Lector
18 mayo, 2018 20:40

Una entrevista muy simpática! Y yo que me alegro mucho de que le dediquéis un día. Este caballero es el responsable de que me enganchara a la Patrulla una larga segunda etapa (de años!) a las duras y a las maduras en múltiples colecciones, que acabó como grupo poco antes de AvX y tuvo un epílogo con la serie de Magneto. Muy divertido su Gambito. Curioso lo de Spiderman, recuerdo vagamente un número guionizado por él con dibujo de Alex Saviuk en el que Peter daba una fiesta de despedida de su piso de soltero con el Duende quejoso dando vueltas por ahí… podría haber sido un gran guionista del trepamuros. En DC, aunque con un papel más discreto, su etapa en la franquicia de Batman elevó la calidad media y le dio coherencia a una época que iba un poco como pollo sin cabeza a nivel de cohesión como franquicia, y evolucionó de forma muy sobresaliente a Tim Drake como Red Robin. Un profesional que trata a los personajes con cariño, respeta el trabajo de sus predecesores, que capea de forma bastante airosa las imposiciones editoriales y tiene un gran sentido del humor. Parece fácil hacer lo que hace… así de bueno es.

golazo
golazo
Lector
19 mayo, 2018 2:41

gran entrevista. Todavia recuerdo el puñetas de Rob!! poniendo un twitt cuando salio la primera pelicula de deadpool diciendo que el habia creado el personaje al 100% y el guionista no hizo nada. Vaya ijodepu
Los tbolts de niciera estan en mi top 3. Sobre todo el reencuentro de los originales contra graviton por ahi del numero 68 o 69

Igverni
Lector
19 mayo, 2018 10:34

Buenísima entrevista!!
Que diferencia entre un autor que claramente es un jugador de equipo y el que se considera un autor Hot.
Para mi, Nicieza para mí era exponente de la peor Marvel de los 90 en la franquicia mutante, pero mi respeto hacia el es total ahora tras leer y conocer las condiciones de trabajo de la época. Quien no tiene que hacer cosas que no le gustan en su trabajo? Pues eso.

dhaldon
dhaldon
Lector
19 mayo, 2018 12:12

Pedazo de entrevista y pedazo de autor.
Sus 25 primeros números de New Warriors están en el top 5 de mejores series de grupos de siemprea, y sus Thunderbolts mejoraron a los de Busiek que ya es decir.

Un guionista de los que ya no ahí y al que se le da muy poco reconocimiento.

Más Niciezas y menos Bendis de la vida.