El otro día me decía el compañero Morales que el mundo del cómic patrio anda algo agitado, casi pre-menstrual, en visperas de la hemorragía masiva de títulos que para los días del Salò del Còmic saldran de los úteros editoriales.
En este Salò se repite recinto (FIRA DE BARCELONA) y periodo (principios de Junio) haciendo caso omiso de las voces que, ante el descenso de visitas del año anterior, optaban por volver a las fechas de Mayo… siempre mucho más adecuadas para «esos extraños seres en edad lectiva«. Porque en Junio, saben, abundan los exámenes. Cabe suponer que los organizadores del Salò habrán pensado que los lectores de «tebeyos» ya no estudian. O que son tan burros como presupone el común de las gentes y no se preocupan ni de hacerlo ni de aprobar. O que son tan listos como dicen los anuncios de Panini y no les hace falta ni hincar los codos para conseguir un expediente académico tan brillante como las Murallas de Samaris… que por cierto, creo recordar que no brillaban.
Desde la organización, claro, se argüirán otros motivos para justificar el menor volumen de visitas que se registró en Junio del año pasado con respecto a los años en los que el Salò se celebraba en Mayo. Que si el tipo de lector está cambiando. Que si el mercado ahora crece por el sector otaku y a éste le va más la macrofiesta que se monta en la Farga de l’Hospitalet que no está cosa tan indefinida, impersonal y aburrida que es el Salò. Pero obras son amores y no buenas razones. Por cierto, más detalles sobre el evento también en Can Morales.
Osease que todo como el año pasado y todos a vestir nuestras mejores galas. Por aquí y por allá van empezando a anunciarse novedades. Ya nos hicimos eco de las de Planeta. Hoy nos llega también un breve avance de las de Norma: Héroe² de Giffen y DeMatties, la continuación de Sky Doll y el manga New Ufo Baby.
Por aquí y por allá se van dejando oir también otras voces, otras historias, otros avances y otras derrotas. Mientras que en el Congreso se aprueba crear un Premio Nacional de Cómic, resuenan amargas las palabras del dibujante que hizo saltar la liebre sobre la noticia en Con C de Arte: «No sabe(n) que el cómic español no es ya una industria. Ni sabe(n), de hecho, que un día sí lo había sido. » Como si recibir ciertos certificados institucionales fuera el primer anuncio de la futura entrada del cómic en los mausoleos. No lo creo, pero sí que parece claro que la industria del cómic tal como la conocemos hoy – y tal como la conocimos – y el contenido y los formatos de lo que se publica llevan visos de cambiar.
Será por eso, quizás, que también FICOMIC prepara la creación de un Libro Blanco del Cómic, un amplio estudio que permita situar el peso específico de la historieta dentro del sector del libro. O que también @bsysnet.com, centro de servicios y recursos para los profesionales de las bibliotecas de habla española, acaba de publicar un especial sobre cómics titulado El panorama de la publicación de cómics en España: líneas y tendencias, como bien se nos explicaba hace unos días en Tirafrutas. El panorama de la publicación de cómics en España… quizás deberían preguntar también la opinión de todos los dibujantes españoles que se debaten entre trabajar para el extranjero o para Penthouse.
Pero lo cierto es que los títulos seguiran saliendo… mientras que Morrison y Millar van anunciando el advenimiento de la Era del Còmic. Cuando cualquiera con cuatro bártulos y dos viñetas podrá vender sus obras a Hollywood y hacerse millonario… siempre que publique en América… o en Japón.
