En un Universo de ficción en el que sus personajes rara vez envejecen, como es el caso del Universo Marvel, suelen tener bastante tirón entre los fans aquellas obras que, por medio de historias contadas fuera de continuidad, o dentro de su continuidad específica juegan con la edad de los personajes más emblemáticos de la Casa de las Ideas, haciéndolos envejecer para contarnos cómo les sienta el traje de superhéroe cuando tienen unos cuantos años más, y la vida les ha dado diversas lecciones trascendentales.
Este el caso de obras como la reciente Spiderman: Toda una Vida, en la que nuestro arácnido favorito vive sus más de cincuenta años de historia editorial de una forma real, envejeciendo junto con sus lanzaredes. Pero antes de que Chip Zdarsky y Mark Bagley tuvieran ocasión de contarnos este viaje existencial por la vida de Peter Parker, durante la primera década del Siglo XXI, hubo otros autores que decidieron darle un final a los personajes que llevaban un tiempo manejando.
Este es el caso de la línea El Fin, The End en inglés, que con el guión de Peter David nos contó los últimos días del Increíble Hulk, o que de la mano de Garth Ennis puso fin a la vida del Castigador, siendo Jim Starlin el que se encargara de un final para el Universo Marvel en el que Thanos tenía gran protagonismo. Como vemos, autores todos ellos de una importancia determinante para los personajes sobre los que escribían, siendo del todo lógico y normal que dichos autores fueran los encargados de darles un final.
De este modo, la línea El Fin, funcionaba por un lado en cada una de sus obras que la componían, como historias autoconclusivas del personaje en cuestión para cuya lectura no se necesitaba ningún bagaje previo, y a la vez, como digno final a la etapa en cuestión del personaje de que se tratara.
En el caso de Lobezno, su final sería narrado por
Como ocurre en otras obras similares, como Lobezno: El Viejo Logan de Mark Millar y Steve Mcniven, en este cómic se nos presenta a un Lobezno de pelo cano, avejentado y cansado, que en esta ocasión no vive en un mundo acosado por villanos que se lo han repartido, si no en el Canadá que lo vio crecer, donde vive un merecido retiro a lo largo del que ha visto caer a muchos amigos y enemigos, hasta el punto de ser uno de los pocos héroes que quedan con vida, todo ello debido, como no podía ser de otra manera, a su útil factor curativo.
Podría desgranar el argumento de esta obra, hablaros del misterioso George, o del papel que Arma X parece jugar en el fin de Lobezno, pero todo ello sería aportar detalles sobre una historia escrita con mucho oficio en la que es mejor que os sumerjáis por vosotros mismos. Jenkins, demuestra conocer perfectamente al personaje, comprender la vida de alguien que es prácticamente inmortal y que está cansado de luchar, y de no poder llevar una vida normal, lo que por otro lado tampoco le resulta cómodo. Y es que, Logan es un personaje complejo que va mucho más allá de sus garras de adamantium y de rajar todo lo que ve poseído por una furia asesina.
Paul Jenkins es consciente de esto, y en lugar de ofrecernos una historia en la que lo único que importe sea la acción, ahonda y muy bien en la rota psique de un personaje que por muchos años que pasen por él, nunca dejará de ser misterioso, o de tener un pasado del que todavía hoy, no conocemos todos los detalles.
Desde luego una obra que resulta ser digna de la magnífica línea El Fin, la cual ahora está siendo muy descafeinada con los nuevo integrantes de la misma, que están viendo la luz en USA y que pronto podremos ver editados en España, obras sin alma ni atractivo que se aprovechan de una línea que resulto estar muy bien construida y trabajada, para lograr un éxito que este redactor duda mucho que alcancen.
En ese sentido, resulta muy hábil el uso que Jenkis hace de la memoria de Lobezno, aprovechando el difícil acceso del personaje a la misma para utilizarla como motor de la trama cuando así le conviene.
En cuanto al dibujo, éste es llevado a cabo por
Una obra que gustará a los fans y no tan fans del personaje de Logan, y cuya compra aconsejo encarecidamente aprovechando esta magnífica reedición.
Guión - 7
Dibujo - 8
Interés - 7
7.3
Crepuscular
Panini Cómics reedita esta historia crepúscular de Paul Jenkins y Claudio Castellini protagonizada por Lobezno.
Lo tengo en grapa desde hace mil años y no lo he leído. Igual que con Marvels: El Ojo de la Cámara.
Pero eso sí, viendo lo que valen los tomos que van sacando de estas cosas, me alegro mucho de haberlo pillado en grapa en su momento.
Quizá el formato no esté tan muerto como se cree.
Ufff… Recuerdo esta historia muy flojita, ni guión ni dibujo ni argumento…