Grandes Sagas Marvel Daredevil nº 1: La caída de Kingpin

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Edición original: Marvel Comics – mayo 1991 – enero 1992
Edición España: Comics Forum – noviembre 1994
Guión: Dan G. Chichester
Dibujo: Lee Weeks, Ron Garney
Entintado: Fred Fredericks, Al Williamson
Color: Max Scheele
Portada: Lee Weeks
Precio: 1650 pesetas (tomo en tapa blanda de 240 páginas)

 
Prólogo: una etapa olvidada

Cuando se habla de las épocas memorables en la historia del hombre sin miedo, lo normal es mencionar, en primer término, los dos períodos en los que Frank Miller estuvo en la colección y, a continuación, hacer referencia al equipo compuesto por Ann Nocenti y John Romita JR. También es habitual traer a colación otras etapas como las de Brian Michael Bendis y, si tiramos mucho de la memoria, aflorarán las de Ed Brubaker, Karl Kesel o Joe Kelly. Sin embargo, no parece desacertado afirmar que las dos primeras menciones proyectan una sombra sobre el resto y solo la preferencia, el recuerdo y el cariño permiten evocar las aportaciones y trabajos de otros guionistas y dibujantes que contribuyeron a que el cuernecitos acudiera fiel a su cita en los quioscos desde 1964.

Si nos centramos en los años ochenta y noventa, vuelven a surgir, de forma incontesada, los nombres de Miller y Nocenti -con menciones especiales para David Mazzucchelli y John Romita JR-. Los nombres citados dieron al personaje el favor del público y la crítica. Don Frank recuperó a Daredevil del peligro de la cancelación y doña Ann demostró que había vida después de Born again. Tras su marcha, volvió a plantearse la incógnita de lo que habría de venir y el elegido para sustituir a la guionista y editora fue un caballero cuyo nombre sería relativamente popular durante la década de los noventa del siglo pasado: Dan G. Chichester.

En España, la publicación de las aventuras de Daredevil -o Dan Defensor, como se le conocía en los tiempos de Vértice- fue bastante accidentada. La primera colección editada por Forum duró solo cuarenta números y la primera edición de Born again fue como complemento de la serie dedicada a Spider-Man. Al calor del éxito en Estados Unidos del trabajo de Nocenti y Romita JR, hubo una segunda oportunidad -previo tanteo de la publicación de los dos números dedicados a La caída de los mutantes, como complemento de la colección de la Patrulla-X-. Esta nueva intentona terminaría dos años y medios después, muy poco antes del fin de la presencia de doña Ann como guionista. Pasarían dos años y medio antes de que las andanzas de Matt Murdock volvieran a verse por estos pagos -dejando aparte su participación en el evento Juego mortal- y el formato escogido fue de los tomos de la línea Grandes Sagas Marvel. La aventura contenida en esta primera entrega sería Last rites, en la que Daredevil devolvería golpe por golpe a uno de sus mayores enemigos: Kingpin.

La aventura de aventurarse en territorio sagrado

Cuando Chichester se hizo cargo de la colección, Nocenti acababa de concluir un arco argumental centrado en el enfrentamiento entre Daredevil y Bullseye -cuyo desenlace cerraba el segundo volumen de Forum- de modo que decidió echar mano del otro gran adversario del cuernecitos, Wilson Fisk. Los caminos del intocable señor del crimen y su indoblegable némesis se volverían a cruzar pero, esta vez, David tendría la oportunidad de vencer a Goliat.

La historia comienza cuando Daredevil se ve envuelto en una extraña competición en la que hampones como Lápida o el Supervisor intentan demostrar quién es el más hábil en la práctica de las artes marciales y en su uso como herramienta para el homicidio. Esta rivalidad -que supone un cambio sensible respecto de lo que se había visto de esos personajes hasta aquella fecha- oculta la presencia de unos viejos conocidos de la época de Frank Miller: la Mano. La organización de asesinos orientales que se las había visto con Daredevil y con Lobezno -en la primera miniserie dedicada al personaje- y sus apariciones están fuertemente vinculadas a la saga de Elektra. Su aparición, permite intuir que don Dan -Chichester- llevará de vuelta a don Dan -Defensor- a un terreno que, hasta ese momento, había estado implícitamente vetado, merced a la íntima vinculación entre creador y creación. No hay que olvidar, no obstante, que en el año anterior -1990- se había enmendado la plana a don Frank con el carácter canónico de Elektra lives again! por lo que tampoco sería errado afirmar que ese respeto reverencial estaba empezando a relajarse. El nuevo guionista aprovecharía la ocasión para mezclar este colectivo de asesinos encapuchados con otros elementos que ya había utilizado en otros encargos para la casa de las ideas.

Uno de los detalles que llama la atención en la trayectoria de Chichester en Marvel es que, allá donde fuere, siempre llevaba consigo a la organización criminal Hydra y a su cabeza visible, el redivivo barón Werner von Strucker. La primera toma de contacto se produjo, si no me equivoco, cuando sustituyó a Bob Harras como guionista del tercer volumen de las aventuras de Nick Furia como agente de SHIELD. Desde entonces, ya fuera contando historias sobre el cuernecitos o sobre los Cazadores de Vampiros de la franquicia de los Hijos de la Medianoche, siempre habría un espacio para Strucker y sus nazis de diseño. Don Dan parece creer en la máxima -formulada por don Paco Fox en sus programas de radio a la carta- según la cual, cualquier historia mejora si metemos al III Reich y sus herederos en danza. Aquí, disfraza a Strucker de una suerte de millonario sureño con intereses televisivos -con vagas reminiscencias del magnate Ted Turner- y le convierte en socio de un Wilson Fisk que aspira a desembarcar en el mundo de la comunicación audiovisual.

La acción se desarrolla a dos niveles, teniendo como punto de unión la presencia de Hydra. Por un lado, tenemos el enfrentamiento entre Daredevil y la Mano, lo que le llevará a encuentros con otros guerreros urbanos como el Castigador o el motorista Fantasma. Por otro, tenemos las maniobras empresariales por las que Kingpin se convierte en circunstancial aliado e involuntario peón en las estrategias de Strucker. En el primer área, Matt volverá a vérselas con la Casta, el equipo que otrora dirigiera Stick, su mentor. Ahora es Piedra, el lugarteniente del ciego caballero, el que comanda una nueva generación de luchadores, con el fin de hacer frente a la secular amenaza que supone el clan de la Mano. Su reaparición resuelve uno de los enigmas secundarios del final de la saga de Elektra, pues no estaba del todo claro qué había sido del pétreo discípulo de Stick. Su presencia abriría la puerta a una pregunta que, poco después, se vería respondida: ¿se atreverían en Marvel a hacer algo con Elektra Natchios, sin el concurso y / o contra el parecer de su creador? Por otro lado, Daredevil se las verá con SHIELD, que anda enzarzada con una nueva entrega de su viejo enfrentamiento con Hydra. Las estrategias de Matt y de Furia chocarán y el enmascarado hará ver al agente no-tan-secreto que le importan poco los planes que su organización pueda tener respecto de Kingpin.

Guerreros urbanos
Daredevil contra el Castigador (otra vez)

Retribuciones y perdones

El arco argumental relativo a la caída de Kingpin se concreta con una serie de movimientos por parte de Daredevil en los que parece desarrollar una estrategia simétrica respecto de aquellos acontecimientos que llevaron a Matt a la situación en la que se encuentra al comienzo del tomo. Debemos recordar que, en esos momentos, el amigo Murdock sigue sufriendo algunas de las consecuencias de Born again, entre ellas, la pérdida de la licencia que le permitía el ejercicio de la abogacía. También está reciente la manipulación a la que fue sometido por María Tifoidea, en los días de Nocenti y JRJR. El patrón y su ejecutora recibirán, de manos de su enemigo, una justa compensación por sus buenas malas obras.

Para empezar, la asesina principal de Fisk -cuya múltiple personalidad fue el caballo de Troya que le permitió ganarse la confianza de Murdock- será la primera en recibir la contraprestación por sus actos. El paso que Matt da en este sentido, indica a las claras que está dispuesto a traspasar ciertas barreras que, antaño, consideraba infranqueables. El burlador se convertirá en burlador y la traicionera se verá, a su vez, traicionada.

Para terminar, Murdock atacará directamente al prestigio de Fisk. Durante años, don Wilson ha mantenido una apariencia legal inatacable y, en la mejor tradición de los capos, ha sido imposible vincularle a las acciones de su imperio criminal. De la misma manera que, años atrás, Kingpin se las arreglara para hundir en el fango el honor profesional de Matt -arrebatándole de paso la autorización para trabajar como abogado- Murdock encontrará la manera de demostrar que Fisk es el señor criminal de Nueva York. Lo que en Born again era una pírrica victoria y en los días de Nocenti y JRJR la batalla entre un gran depredador y un persistente y molesto mosquito, se convierte aquí en un triunfo incontestable.

Daredevil contra María Tifoidea
Amigos, amantes, enemigos

En conclusión:

La caída de Kingpin es una historia entretenida en la que, sin llegar a los niveles de etapas precedentes, Chichester da a Daredevil una cierta restitución por las penurias de los años precedentes. Se atrevió a hollar el terreno «milleriano» y, aunque ni de lejos alcanza el nivel de don Frank en los asuntos relativos a la Mano y la Casta, su uso no resulta ni particularmente molesto ni especialmente discordante. En la parte gráfica, es menester destacar el óptimo trabajo de un currante tan competente y fiable como Lee Weeks, acompañado a las tintas por profesionales competentes como Fred Fredericks o legendarios como Al Williamson. El dibujante, que ya estaba en la serie en la última época de Nocenti, desarrollará aquí una labor sólida y continuada -con una breve aportación de un primerizo Ron Garney-. En el color, un nombre bien popular en esos años como el de Max Scheele, que realiza una función adecuada y bien adaptada al tebeo en cuestión.

Después de este tomo, llegaría la aventura Juego mortal -publicada en España un año y medio antes, en la forma de serie limitada-. En ella, Daredevil, el Castigador y el Nómada pecharían con las consecuencias del vacío de poder dejado por Fisk. Chichester seguiría al frente de la nave, dando aventuras tan discutibles como Caída del paraíso o El árbol del conocimiento, hasta su accidentado despido de la colección, a mediados de los noventa. Lee Weeks sería sustituido por Scott McDaniel, un dibujante con un estilo bien distinto, que colaboraría con Chichester en varios productos relacionados con el cuernecitos.

Por su parte, Kingpin se las arreglaría para sobrevivir, luchando por recuperar su posición de privilegio. En la última etapa de Chichester como guionista de la colección del cuernecitos -donde firmó bajo un pseudónimo genérico por problemas con la editorial- pudimos verlo intentando conseguir cierto estatus en un mundo subterráneo. Poco después, le veríamos en Oriente, enfrentado a la Patrulla-X y a Shang Chi, en una decepcionante aventura escrita por Scott Lobdell y bellamente ilustrada por Carlos Pacheco. Matt Murdock volvería a la abogacía, pero sus desventuras no habían tocado a su fin. Poco después, tendría que morir y Chichester sería el encargado de narrar la historia de fallecimiento. Ese relato queda, sin embargo, para otro día.

  Edición original: Marvel Comics – mayo 1991 – enero 1992 Edición España: Comics Forum – noviembre 1994 Guión: Dan G. Chichester Dibujo: Lee Weeks, Ron Garney Entintado: Fred Fredericks, Al Williamson Color: Max Scheele Portada: Lee Weeks Precio: 1650 pesetas (tomo en tapa blanda de 240 páginas)   Prólogo:…
Guión - 7.1
Dibujo - 8
Interés - 7.1

7.4

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Alejandro Ugartondo
Autor
4 junio, 2018 10:27

Gracias por la reseña. Tengo muchas ganas de que Panini reedite este material porque en su día me lo perdí y tienen muy buena pinta. También me gustaría romper una lanza en favor de las denostadas sagas Caída del Paraíso y El árbol del Conocimiento. Puede que tuvieran sus defectos pero fueron un paso más que digno del personaje por los tumultuosos 90 y también merecerían ser recuperadas, junto con la miniserie que el mismo equipo artístico dedicó a Elektra

Johnny99
Johnny99
Lector
En respuesta a  Alejandro Ugartondo
4 junio, 2018 11:27

Lo firmo ya! Y si me apuras, continuar con la saga que firmó warren ellis, y los números que realizo dematteis, muy apreciables, poniendo la cosa en orden para que luego karl kesel hiciera un run corto pero muy entretenido. No fueron una maravilla, pero para dd los 90 no estuvieron nada mal

Kaulso
Kaulso
Lector
En respuesta a  Johnny99
4 junio, 2018 15:40

Que va, Ellis no hizo ninguna saga en esta etapa. Solo realizó un mísero número de relleno tras la horrorosa saga del «Retorno de Kingpin»…

Johnny99
Johnny99
Lector
En respuesta a  Kaulso
4 junio, 2018 17:47

cierto, lo he confundido con sombras de humanidad, de gregory wright. mis disculpas!

Linkin Boy
Linkin Boy
Lector
En respuesta a  Alejandro Ugartondo
4 junio, 2018 16:30

También me uno a la petición de que Panini reedite la etapa de Chichester, como seguidor del cuernecitos es de lo poquito que no he leído.

elBlueNules
elBlueNules
Lector
4 junio, 2018 15:21

Sagaza. Chichester tomaría el relevo de Nocenti con maestría, aunque se terminaría desinflando en las sagas posteriores. Una de las historias imprescindibles para los fans del cuernecitos.

TheQuestion
TheQuestion
Lector
4 junio, 2018 23:29

Espero que Panini retome los Marvel Gold de Daredevil (sólo han sacado un volumen y fue hace dos años). Se reedita el DD de Miller en todos los formatos habidos y por haber, pero se dejan etapas interesantísimas tanto antes, como después del gran Frank.

Alejandro Ugartondo
En respuesta a  TheQuestion
4 junio, 2018 23:33

Según el plan editorial de Panini, debería salir el segundo Marvel Gold de Daredevil en otoño. Este segundo tomo llegaría hasta el número 47 USA.

TheQuestion
TheQuestion
Lector
En respuesta a  Alejandro Ugartondo
4 junio, 2018 23:52

Muchas gracias por la respuesta. Espero que se den un poco más de prisa editando los siguientes volúmenes. A este ritmo no hay cuerpo que lo aguante 😉