Dominó, mercenaria y mujer-X

Dominó ha sido y sigue siendo un personaje importante dentro de la franquicia mutante aunque la mayoría de sus apariciones son en grupo y como secundaria. Es difícil concebir un X-Force sin ella. Aquí contamos su historia.

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Hoy toca repasar la vida de una mutante que se ha paseado por un número considerablemente alto de series relacionadas con los X-Men pero que, en la gran mayoría de ocasiones, lo hace como secundaria o incluso como figurante. Dominó es vista por muchos autores más como un arma que como un personaje, es alguien mortal dentro de un grupo pero que no tiene tendencia a llevar la voz cantante ni a ser una buena conversadora sino que es la que está detrás y sale para ayudar a acabar con el villano de turno, esto dificulta un poco seguir la vida del personaje y hablar, en general, sobre ella pues en la inmensa mayoría de sus apariciones no hace más que luchar sin que su historia personal tenga la más mínima importancia. Evidentemente esto no es siempre así, Dominó ha protagonizado buenos momentos así como alguna serie limitada propia y ha formado parte de grandes eventos de los mutantes por lo que aquí trataré de hacer una mezcla tomando una perspectiva general pero centrándome en los momentos importantes para el personaje, aprovechando ahora que va a tener cierta relevancia por dos motivos, aparecer en la nueva película de Masacre, ya se verá lo que se respeta y la importancia que pueda tener, y el segundo y mucho más interesante para nosotros es su nueva serie de cómics escrita por Gail Simone y dibujada por David Baldeón, que por lo que se sabe tiene muy buena pinta (y cuya reseña del primer número podéis encontrar aquí por José María Vicente). Sí, es cierto que lo más importante de la película es que sale Cable, pero de él ya hablamos hace un par de años aquí así que toca repasar a Neena que, sin tener una historia tan interesante como la del mesías mutante, es un buen personaje.

INICIOS EN X-FORCE

El primer cómic en el que sale Dominó es el X-Force número 8 a modo de flashback, un número escrito por Fabian Nicieza y dibujado por Mike Mignola, sin embargo todos hemos visto al personaje antes y se sabe que fue creado por Nicieza con Rob Liefeld, ¿a qué se debe todo este lío?, a una metamorfa. En 1991 veíamos a Dominó en la serie de los Nuevos Mutantes, número 98, pero un año después nos enterábamos de que en realidad se trataba de Copycat, una mutante con la capacidad de imitar la forma de otros humanoides e incluso sus poderes, no es un personaje muy famoso pero sale en las dos películas de Masacre con su nombre real: Vanessa Geraldine Carlysle, haciendo de novia del mismo (cosa que también fue en los cómics), pero sigamos con Dominó. Físicamente fue creada por Liefeld y sus formas fueron dibujadas en X-Force solo que en el plan de Nicieza y él para la serie entraba que la verdadera Dominó estuviera apresada por uno de los enemigos de Cable, el conocido como Tolliver, esto es algo que se nos revela en el número 11, entonces ¿por qué hay que empezar por el 8?, porque en él hay un flashback donde aparece la verdadera Dominó, en él nuestro personaje forma parte del grupo de operaciones especiales de Cable llamado La Media Docena o Los Seis (Six Pack), en este número no pasa nada relevante para nuestro personaje más allá de su primera aparición real en la que el grupo ataca una base de Hydra.

La primera vez que vemos a Dominó en el presente del universo Marvel es en el número 11, encadenada en un sótano por un secuaz de Tolliver, más o menos en la misma fecha que eso sucede Cable obtiene su primera serie limitada, Sangre y Metal, en sus dos primeros números se explica un poco más el funcionamiento del Six Pack con una Dominó muy cercana a Cable, ya tenía su confianza, y todos ellos realizando misiones para un Señor Tolliver que les traiciona. En el número 14 de X-Force, donde un Terry Shoemaker casi nos hace echar de menos a ROB!, Cable encuentra a la verdadera Dominó y en el siguiente, ya con Greg Capullo a los lápices, Cable libera a Dominó y esta le salva la vida medio desnuda y con un gran arma en las manos al más puro estilo de principios de los noventa. Ambos se separan y Cable asigna a Dominó la misión de reunir de nuevo a X-Force. Aquí ya sabemos que los poderes del personaje tienen que ver con la suerte aunque no se aclara mucho.

En los siguientes números vemos cómo nuestra heroína comienza su búsqueda de X-Force y para ello reúne a lo que queda del Six Pack, que no son más que dos miembros, con los cuales va directa a enfrentarse a Vanessa como venganza, no sin antes encontrar alguna buena pelea por medio. Durante estos números Fabian Nicieza y Greg Capullo mantienen la historia de X-Force como principal, es la que más páginas ocupa, pero durante un buen puñado de números la historia de Dominó cobra importancia, una importancia que va creciendo al aumentar las páginas que le dedican, sin embargo el reencuentro de Dominó y Cable no se da en esa colección sino en la recién estrenada serie de Cable, en su cuarto número por Nicieza con Art Thibert.

A Vanessa la mantiene viva gracias a que sabe dónde está X-Force y Cable, o gracias a que sus compañeros la convencen de ello, sea como sea los dos personajes se vuelven a encontrar pero lejos de ser una reunión en la que todo converge para formar alianzas, Dominó se marcha con la reconstruida Media Docena para ayudar a uno de ellos, Kane, y hacer algún trabajo de mercenarios. Esto durará poco ya que dos números después Dominó regresa primero a la serie de X-Force donde Nate le pide que se una al grupo (número 29) y luego a la serie de Cable para una saga de “Padres e hijos” con Tolliver, Mister Siniestro o Dyscordia por medio sin olvidarse de Cíclope, Jean y Rachel. Aquí nuestra mutante no tiene un papel propio como antes, es simplemente una secundaria que se preocupa por su amigo, los autores siguen trabajando la relación entre ambos pero de forma muy leve, eso sí, a partir de aquí empezará a salir en ambas series.

Hasta este momento Dominó es un personaje del que sabemos poco, eso no siempre significa que el personaje sea simple pero en este caso, por desgracia, sí lo es. Se trata de una mujer agresiva, generalmente con armas grandes, aunque en algún número muestra una mayor sutileza que el resto del equipo, bastante encasillada y muy en la línea de los cómics de Marvel de la época, mucha acción y poco fondo. Eso no significa que estas series sean malas, eso depende del gusto de cada uno, a mi me parecen entretenidas sin más.

Nuestra querida mutante se queda con X-Force y poco a poco se va mostrando más sentimental, se preocupa por lo que los militarizados ex-nuevos mutantes piensen de ella, trata de ser sincera y ayudar en su entrenamiento. Además sustituye a Cable como líder de campo ya que este está impedido por culpa de su virus tecno-orgánico. Fabian Nicieza siempre fue bastante ambiguo con la relación entre ambos pero no llegó a dar un paso más allá de la amistad, sin embargo cuando Jeph Loeb toma el testigo en la serie de Cable hace que se sinceren y se besen aunque aquí hay un poco de trampa ya que el momento en que esto ocurre es cuando el cristal M’Kraan destruye la realidad para llevar a los mutantes al evento “La era de Apocalípsis” en el Cable número 20.

EL CRECIMIENTO DE DOMINÓ

Volvemos de “La era del Apocalipsis” y Dominó regresa a las páginas mutantes por partida doble, en la serie de Cable y en la de X-Force, ambas guionizadas por Jeph Loeb que, todo sea dicho, tiene una mayor coherencia con el pasado de los personajes, se acerca más a la manera en que Claremont los había definido. En X-Force asistimos a una nueva etapa en el grupo en la que se acercan más al sueño de Xavier con su nueva base de operaciones en el propio instituto y ahora sin Bala de Cañón que pasa a formar parte de la Patrulla-X, esto es importante porque ahora Dominó pasará a ser la co-líder del grupo junto a Cable. En este número también es presentada como “la novia de Cable”. Por otro lado, en la serie del mesías mutante Dominó va adquiriendo cada vez más protagonismo, tiene mucho más diálogo que antes pero sigue a la sombra de Cable asistiéndole en las misiones que a él le surgen. En el número 23 tiene algo más de soltura al irse ella sola a buscar a su antiguo compañero de equipo Grizzly en unas páginas que se pueden definir como su primera aventura en solitario, Cable se dedica a otros menesteres con dibujo de Ian Churchill mientras que las páginas dedicadas a Dominó son de Tim Sale, mucho mejor, aunque sea una aventura sencillita es interesante por su dibujo y porque se ve que a Loeb le gusta el personaje más allá de hacerla disparar y pegar a la gente como hicieran sus creadores.

El número 24 culmina esta historia con final trágico ya en un cómic íntegramente dibujado por Salvador Larroca que dignifica bastante la figura de Dominó al hacer que no le quede más remedio que matar a su antiguo amigo para salvar a la gente. De hecho en los siguientes números, aunque siguen más a Cable con viajes al futuro y temas que le tocan de manera personal, se ve en Dominó una persona con mayor capacidad de decisión a la que Cable hace caso en momentos de tensión, con voz y voto, por el contrario en X-Force aun siendo la segunda al mando de Cable no tiene apenas diálogo durante unos cuantos números, tenemos que saltar a 1996 para ver como Loeb le da más protagonismo al personaje hasta llegar a un cruce con X-Man hacia el número 56 del grupo de jóvenes mutantes, en el que ella toma el liderazgo para luchar con Mister Siniestro y desde aquí su actuación será más constante en la serie.

Quizás lo más importante que le ocurre en esta época es su reencuentro con Vanessa, lo cual le lleva a un enfrentamiento con Psicoman y un viaje al microverso. Al final ambas se reconcilian y Dominó perdona a Vanessa, momento en el que se nota que Loeb ha hecho evolucionar al personaje. Eso sí, en cuanto la serie de Cable cambia de guionista Dominó desaparece de ella, pero aun la podemos ver en la X-Force escrita por John Francis Moore, pero antes debemos ir al gran momento que Dominó vive en 1997 cuando Marvel decide darle una serie limitada de tres números.

Esta pequeña serie está escrita por Ben Raab, bastante novato por aquella época, y dibujada por David Perrin, un autor con una corta carrera en el medio, digamos que el cómic nos da una primera imagen de Dominó en bañador con un dibujo que, más que atraer, asusta. Cosas de los noventa, de su parte más decadente. Diálogos sosos y escenas algo ridículas son lo que caracteriza a un primer número en el que Dominó se encuentra con Puck el cual le dice que el Departamento H tiene a un antiguo amor suyo encerrado, al ir a por él acaba cara a cara con Dama Mortal. El segundo número es básicamente una pelea entre ambas con algún flashback en el que nos cuentan que a Dominó se le encarga proteger a un hombre muy listo, el Doctor Thurman, capaz de predecir sucesos futuros, sigue con cómo se enamora de él y que se acaban casando, ella toma el nombre de Beatrice, pero su nombre real es Neena, el que le puso el sacerdote que la acogió. La protagonista vence a Dama Mortal pero acaba en manos de su jefe, Donald Pierce con una estética que no le pega nada, la insulsa historia termina con su ex-marido muriendo y ella eliminando a los malos. Sin más, el momento perfecto para hablar de las partes importantes de su pasado se diluye al topar con dos autores flojos en una serie que no parece interesar ni a ellos mismos y que, por increíble que parezca, en España se publicó en grapa.

Por suerte John Francis Moore, un autor mucho más interesado en trabajar el fondo de los personajes femeninos que muchos de los anteriores, hace una simple referencia a todo esto y se dedica a seguir donde Loeb lo dejó, es decir, haciendo que el personaje crezca, todo ello dentro de la colección de X-Force. Dominó ya se hace con el liderazgo del grupo y cada vez que hay un problema es la que encuentra la solución, la que toma las decisiones difíciles y a la que el resto de chavales sigue sin problemas.

En medio del cruce Operación: Tolerancia Cero, Dominó es secuestrada por Ekatarina Gryaznova, una mujer que quiere vengarse de ella, y se habla por primera vez de su pasado pero de forma muy breve, una niña con antecedentes por robo llamada Jessica Marie Costello se convierte en una luchadora en la arena de Madripur, allí es vista por Agencia Nacional de Seguridad y toma el nombre en código Dominó, de ahí en adelante irá cambiando de identidad para realizar diferentes misiones. Los villanos la sedan y en el número siguiente aparece en medio de una carretera, desorientada, con el pelo rapado y una operación hecha en su cerebro que parece haberle quitado su suerte mutante, más tarde averiguará que tiene un implante y quitarlo podría dejarla paralítica. En el X-Force número 70 Dominó, consciente de que lo que le han hecho puede tener repercusiones importantes, decide cambiar alguna cosa en su vida, empieza por terminar su relación amorosa con Cable, este deja el grupo y Dominó hará lo mismo pero seguirá saliendo en la serie durante unos números, hay más cambios en el grupo lo que deja ver que Moore tiene intención de marcar su propio rumbo en la colección.

En unas aventuras en solitario que podemos ver en las páginas de X-Force primero y de Cable después, la historia de Dominó regresa un poco a sus orígenes con diversos trabajos de mercenaria y adoptando otras identidades como solía hacer en el pasado. Uno de sus trabajos le llevará a luchar contra Estrella Rota por culpa de Arcade y de ahí salta a la serie de Cable con Joe Casey al guión y José Ladronn a los lápices. Hay un pequeño fallo aquí, Dominó le cuenta lo que le pasó en Operación Tolerancia Cero y en su serie limitada como si no se hubieran visto después, cosa que ocurría en X-Force, dejémoslo de lado, nuestra querida mutante parece no encontrar su camino, algo que tiene en común con Cable, a pesar de ello discuten y se separan, ahí Dominó es atacada por los enemigos de Cable acabando en el hospital. Moore es consciente de lo poco importante de este encuentro pero lo cita y lo utiliza para seguir con sus ideas unos pocos meses después en su serie de X-Force con la intención de poner punto y final al tema del implante y Gryaznova.

Dominó sigue una pista que le lleva a la villana, ahora deformada y convertida en un monstruo por fuera, por dentro ya lo era, solo que esta la captura antes. Un conocido suyo llamado Jesse avisa a X-Force y van al rescate, durante la pelea Jesse, que tiene poderes eléctricos, desactiva el implante de Dominó y esta acaba deteniendo a la villana, pero Gryaznova no se deja capturar, activa un explosivo para tratar de matar a todos los mutantes allí presentes pero solo ella muere. Con esto Dominó se reencuentra con X-Force y vuelve al grupo ahora con una nueva misión, encontrar al hermano de Jesse, cosa que cumple.

Tras esto Moore sigue dando importancia al personaje y le hace vivir alguna aventura en solitario como cuando la secuestra un viajero del tiempo llamado Halloween Jack, un científico de Alchemax venido del 2099 que se obsesiona con ella, una historia con toques de humor que ahonda un poco en los sentimientos del personaje y habla levemente de su pasado pero sin dar muchos datos, a lo que sabíamos se le añade que tiene una hermana. El villano pretende mantenerla a salvo en parte por su obsesión y en parte porque sabe que va a morir pronto, cosa que le revela por si puede evitarlo, pero antes de que de tiempo a esto hay un cambio en el equipo creativo, entra Warren Ellis con su iniciativa Counter-X que se dio en varias series mutantes, en esta le acompaña Whilce Portacio al dibujo el cual no aguanta mucho el ritmo y lo va dejando poco a poco. Ellis no se olvida de Dominó, de hecho toma cosas de Moore, pero sí de lo de que iba a morir o de lo de su hermana, por ejemplo, en uno de sus últimos números Moore había hecho que secuestrasen y dejasen sin poderes a X-Force, como respuesta Ellis hace que Dominó los entrene de forma más militar, al estilo de lo que hacía Cable en sus inicios y, aunque tarda seis números en sacarla, le sigue dando una cierta importancia dentro del grupo.

Warren Ellis se compenetra con Robert Weinberg y Michael Ryan, el equipo creativo de Cable en aquel momento, y cuenta en la serie que el motivo por el que no sale en esos seis números era porque estaba con Cable, efectivamente, en los meses anteriores a ese X-Force número 106, donde reaparece Dominó, la vemos en los números 83 y 84 de Cable donde es poseída por una entidad que la hace malvada, sin más, sin ningún interés, pero Ellis decide que esto le hizo volver a su carrera de mercenaria (ya que los X-Force estuvieron seis meses fuera, de misión) pero una mala jugada le puso frente a un mutante con el poder de asesinar a quien marca lanzando balas virtuales y ella está marcada, uno de esos personajes interesantes y extraños marca del guionista.

Como no podía ser menos, la historia es bastante buena y nos deja con una Dominó que es salvada por sus compañeros y que al final los intenta atacar por una especie de parásito que tiene en la espalda del cual la curan unos aliados que X-Force había hecho (la hermana de Pete Wisdom para ser exactos, personaje de la etapa de Ellis en Excalibur y que aquí salía en esos meses en los que Dominó no estaba), seguimos con el reconocible estilo de Warren Ellis. En el número 110, Ian Edinton y Jorge Lucas toman el relevo al frente de la historia y en los seis números que hacen también hay cabida para Dominó, de hecho la presentan como líder del equipo y es la que elige las misiones, o mejor dicho “la misión”, que no da para mucho más ya que la serie cambiará de rumbo totalmente con otros personajes. Al final se supone que todo el equipo muere excepto ella.

Unos meses después de esto, en el anual de los X-Men del 2001, Dominó aparece como miembro de la Corporación-X, una organización mutante creada por Grant Morrison y Leinil Francis Yu con varias bases repartidas por el mundo y algunos mutantes conocidos en sus filas. Dominó hará alguna aparición más, pero lo importante viene por otros caminos.

PASADO Y PRESENTE

A mediados del 2003 Dominó obtiene su segunda miniserie en solitario, esta vez de cuatro números, escrita por Joe Pruett y dibujada por uno de los nominados a los premios Eisner de este año, Brian Stelfreeze en la que, por fin, conoceremos su pasado a base de cosas que le suceden en el presente. Los autores dejan patente desde el principio que ya no son los noventa con alguna puya de la protagonistas hacia esa década, pero lo cierto es que se nota una gran distancia entre esta serie y los papeles anteriores de Dominó, sigue siendo una serie de acción, presentada como si de una película del mismo género se tratase, pero hay una gran diferencia a varios niveles, empecemos con que el tratamiento del personaje es más personal, se ven sus pensamientos y sus motivaciones, le gusta la acción y toma la iniciativa, comienza con una misión en solitario de esas que coge a cambio de algo pero que poco se han visto, al final es una mercenaria que utiliza tácticas muy inteligentes. Eso sí, todo ello sin cambiar al personaje, igual un poco más de humor pero nada más, el dibujo de Stelfreeze, muy bueno por cierto, deja de utilizar al personaje como un objeto sexual que ayuda mucho a alejarla de esa visión estereotipada de los noventa.

La cuestión es ¿por qué volver a hacer esto ahora que trabaja para la Corporación-X?, la respuesta es simple, lo que recibe como pago es información sobre su misterioso pasado del que ni ella sabe la verdad. El tono es de un cómic de espionaje y acción con conspiraciones, Dominó encuentra a alguien que le consigue la información pero justo cuando se la van a dar otro lo mata, alguien poderoso que les ataca con un helicóptero y varios tiradores.

“Proyecto Armagedon” y “Arma Perfecta” es lo primero que Dominó encuentra en casa del hacker que le había ayudado, entre eso y las pistas sobre los hombres que la intentaron matar a la mutante solo le queda empezar a tirar del hilo para descubrir su pasado. La pega que podríamos poner hasta aquí es que no parece muy normal que una persona con amigos tan poderosos como Cable o los X-Men y con muchos recursos haya tardado tanto en buscar información sobre su pasado, y eso que pide ayuda a Nathan en la serie, aunque este está ocupado, por lo demás la historia avanza bien. Ese proyecto que quiere fabricar esa arma es lo que Dominó asalta y al llegar a su objetivo se encuentra un niño igualito que ella.

Dominó trata de escapar con el niño pero se topa con otra amenaza que la sigue desde el principio de la serie, una orden religiosa llamada los “armajesuits” liderada por la madre de la protagonista. Aquí empieza la explicación, Dominó es hija de una mujer inseminada artificialmente en multiples ocasiones para dar a luz mutantes que pudieran ser utilizados como armas por el gobierno, su marca en el ojo la identifica como sujeto experimental, la única que queda de su edad ya que sus hermanos murieron en el experimento, ella también es un fallo pero que logró escapar gracias a que su madre la sacó de ahí tras traicionar a los suyos dejándola en una iglesia, el niño sin embargo es un éxito, un embrión madurado tarde y unos lo quieren guardar mientras que su madre lo quiere matar. El niño, llamado Lazarus, es poderoso y Dominó decide salvarlo para dejarlo en la misma iglesia que su madre la dejase a ella, por el camino la madre morirá así como el jefe del proyecto, sin embargo los autores nos dejan un epílogo en que se ve a la madre viva agarrando al niño con una espada en la mano y diciendo que para ella no hay segundas oportunidades. No hubiese estado nada mal una continuación pero hasta este año no hemos vuelto a ver una serie de Dominó en solitario.

DE VUELTA CON CABLE

Durante el resto del 2003 y el 2004 Dominó tendrá apariciones contadas y de nuevo ligado a Cable, una muy breve en la serie de Soldier-X y otra algo mayor en el segundo volumen de Arma-X con poco diálogo, muchas balas y nada importante para ella más allá de que deja oficialmente la Corporación-X para volver con Nathan y, al acabar sus misiones, vuelve a formar parte de un nuevo Six Pack. Este grupo actuará en la serie de Cable y Masacre donde son reunidos por G. W. Bridge en misión para Shield con miedo por las acciones de Nathan en la serie, las cuales llegan a tener repercusión mundial.

Fabian Nicieza retoma su historia con el mesías mutante y lo hace uniéndolo con Masacre, su idea está bastante bien al tratar de convertir a Cable en otro tipo de personaje, uno que quiere hacer del mundo un lugar mejor, ahora sin sus grandes armas sino creando una isla, Providence, donde juntar a lo mejor de lo mejor para ayudar al resto del planeta. El papel de Dominó en la Media Docena al servicio de Shield es atacar a Cable, una vez más Nicieza usa a Dominó como un arma al igual que hiciera en el pasado. Pero la Media Docena son un grupo de mercenarios, no les cuesta nada pasarse al bando de Cable, y Dominó le volverá a ser leal, incluso luchará contra los X-Men por él.

Por estas fechas, finales del 2004, también aparecerán ambos en una serie limitada de seis números sobre X-Force por el equipo original, es decir Fabian Nicieza y Rob Liefeld, una serie que no pasa nada por olvidar y en la que Dominó tiene un papel de figurante. Por lo sucedido en ambas series, Dominó decide separarse un tiempo de Cable e irse de Providence, eso supone que el personaje desaparecerá durante un tiempo para reaparecer en la serie de Cable y Masacre, en su número 28 en el 2006. No es que Nicieza borre todo lo anterior, la Dominó que aquí aparece sigue teniendo alguna de las cualidades que Loeb o Moore le pusieran, pero sí que la devuelve a estados que ya vimos en su etapa en X-Force, como persona que está detrás de Cable y que le es leal, por suerte al llegar a este punto en la serie de Cable y Masacre el guionista decide tirar por otro lado, Dominó se deja de fiar de la moralidad de Cable cuando este actúa en Rumekistan, ella cree que está conquistando el país de forma no lícita (y eso que es ella la que realiza el disparo que mata al antiguo líder) y que va acabar haciendo algo malo, llega a dispararle, ya no confía en él, como maniobra contra Cable decide mantenerse unida a Shield y al gobierno norteamericano una vez más.

Hasta aquí bien, parece que la hace volver para atrás para luego darle otra dirección separándola de Cable pero nada más lejos, Nicieza hace de Dominó un personaje inseguro que solo sabe actuar en función de lo que haga Nate. Unos meses después reaparece en la misma serie, pero antes debemos ir al gran evento de ese año, la Civil War, concretamente a su tie-in de los X-Men en el que David Hine y Yanick Paquette sí que nos devuelven a la Dominó que toma la iniciativa, lo hace reformando brevemente a X-Force para liberar a los 198 mutantes que quedaban vivos y con poderes que además estaban siendo custodiados por el gobierno mediante centinelas, de esta manera se posicionaba en el bando del Capitán América. Ahora volvamos con Nicieza a Cable y Masacre, allí el guionista hace de Dominó la persona más indecisa del mundo, en el número 33 comienza una historia en la que el gobierno de los Estados Unidos está quedando mal a nivel internacional por los actos de Cable gobernando Rumekistan y manda una vez más a la Media Docena contra él, una Media Docena con nuevos miembros entre los que están Masacre y Dominó, habíamos terminado con que Dominó no se fiaba del Cable, como sucedía al principio de la serie y una vez más decide atacarlo para, una vez más, acabar volviéndose de su lado, la historia se repite demasiado para Dominó en esta serie, no es raro, no es que Nicieza trate muy bien al personaje en general aunque aquí le da más diálogo que antes. De hecho al final de esta historia hace lo que no hizo en X-Force, que ambos se besen. Esto no se explota mucho, durante unos números Dominó volverá a ser ese personaje que está disparando detrás de Cable con algún pequeño momento de protagonismo y cuando la aventura de la isla de Providence acaba para el mesías mutante Dominó desaparece del mapa, la última vez que se ve a Neena es con Shield, con ellos mismos reaparecerá en la serie de Punisher pero para algo más importante hay que ir de nuevo con los mutantes.

VARIAS NUEVAS Y REFORMADAS X-FORCE

En el año 2008 sale al mercado una nueva serie de X-Force, el que sería su volumen tres tiene poco que ver con el original, Lobezno crea el grupo con intención de hacer un brazo armado de los X-Men para misiones encubiertas que necesiten violencia rápida y extrema. Cuando Dominó se entera de esto, al coincidir en una misión en el octavo número de la serie, decide unirse, todo ello por Craig Kyle, Christopher Yost con Mike Choi y Clayton Crain como dibujantes principales, y en ella Neena se mantiene hasta su final en 2010.

La idea es la de devolverla a ese estatus militar que tuviera en sus orígenes pero con ciertos matices, su actitud se acerca más a la que le dieran Joe Pruett y Brian Stelfreeze en su segunda serie propia, con mucha seguridad y un toque de ironía, además se ve que está muy integrada en el mundo mutante como un personaje importante que se ha relacionado con todos, vamos, como lo que es cuando esta lejos de la sombra de Cable y de Fabian Nicieza. No obstante, aunque es un personaje con mucho diálogo en estas páginas, las historias de esta X-Force no giran en torno a ella, en principio porque había grandes tramas con activistas anti-mutantes, porque James Proudstar y Loba Venenosa se llevaban bastante peso personal en los primeros números y de la mitad en adelante la serie se verá envuelta en diversos cruces relacionados con Cable y Hope (La guerra del Mesías y Advenimiento) y con el evento Necrosha. Estos cruces enturbiaron un poco el buen devenir de la serie pero el resultado de la misma fue bastante notable.

Sin embargo los autores dieron un cierto espacio a Dominó para que tuviese su historia, ese espacio se publicó en nuestro país en forma de novela gráfica, aunque en Estados Unidos era una serie de tres números, y se tituló X-Force sexo + violencia, con Kyle y Yost al guión e ilustrado por Gabriele Dell’Otto. La historia está bastante bien en guión y en dibujo, nos narra los momentos de Dominó después de la caída de Providence y antes de llegar a estos X-Force, pero lo hace desde el presente, Neena le cuenta a Lobezno que se ha metido en un follón con el Gremio de asesinos, aceptó un trabajo de ellos para atacar una instalación de La Mano por un botín, este resultó ser unas mujeres traídas al país de forma ilegal desde Japón para convertirlas en esclavas, algo que Dominó no aguantaba y decidió ayudarlas a escapar del Gremio y de La Mano, ahora el Gremio va a por ella y Lobezno piensa ayudarla. La historia nos presenta a esa Dominó algo pícara con un toque de humor en los diálogos con Neena ocultando a Logan que también se llevó dinero o graciosos secuestros finales, con planes detrás de planes pero siempre actuando con cierta bondad. No debemos olvidarnos que el tomo es un festín de violencia y sangre con varios villanos de Marvel y, como el nombre indica, algo de sexo ocasional entre Dominó y Lobezno.

Durante la serie de X-Force Dominó aparecía en otros cómics, por ejemplo en Hulk fue una de las primeras en saber la verdadera identidad del Hulk rojo, pero una vez termina estará un tiempo si ser persona importante dentro de una colección, esto no significa que desaparezca, la vemos en Cisma, en Utopía y formando parte del grupo personal de seguridad formado por Tormenta en los X-Men dentro del volumen tres de la colección X-Men, allí ejercerá su papel de siempre, un poco más de infiltración que de fuerza bruta y bajo la vigilancia de Ororo, donde se mantendrá hasta que finalice la serie. En esta además, poco antes de que cierre, tiene una pequeña aventura que dura dos números co-protagonizada junto a Daredevil la cual está escrita por Seth Peck con dibujos de Paul Azaceta. La historia no es nada especial, Dominó se toma un día libre e investiga un casino lleno de villanos en el que irrumpe Daredevil, ambos se lían a puñetazos con el resto de invitados y acaban por descubrir una trama de venta de armas y robots a villanos por un ex-agente de Shield con el que logran terminar.

Al final Dominó afirma querer tomarse un descanso de la Patrulla-X y así hace durante… ¡un mes!, es principios del 2013 y Dennis Hopeless la reclutará para su nueva versión de X-Force bajo el título Cable & X-Force, una serie con un sabor muy de aquí al ser dibujada por Salvador Larroca en su mayoría, Gerardo Sandoval en un par de números y Ángel Unzueta en la recta final. Para estar tan poco tiempo sin equipo a Dominó le dio tiempo a volver a su antiguo trabajo, en una de esas misiones se encuentra con Hope que la insta a unirse a un nuevo grupo con Cable, el cual se está muriendo y necesita ayuda. Neena no duda en ir pero estos autores nos muestran una unión con Cable diferente a las que vimos por Nicieza, son amigos y le ayuda porque lo necesita. Dominó se preocupa por Cable pero también por Hope a la que reconoce como hija de este, en sus aventuras tiene más decisión y toma la iniciativa como hiciera con Loeb o Moore pero con el toque de picardía del que antes hablaba de su serie propia o de la anterior X-Force. Tiene una breve relación con Coloso, una aventura de una noche muy bien narrada sin dejarlo como “algo malo” que acaba con una sonrisa en la boca de ambos, lo que nos deja con otra cuestión, de la última relación que mantuvo con Cable no se volvió a saber más. Esto abre un punto nuevo en su vida ya que la aventura con Coloso será algo recurrente en la serie con cierto tono humorístico.

Hopeless se maneja muy bien con estos personajes, consigue dar su espacio a cada uno y Dominó tendrá unas cuantas páginas para ella sola con misiones de infiltración como cuando rescata a Coloso, de escape como su huida de los Vengadores junto a Bum Bum o hasta de matademonios, pero hay algo clave en el tipo de Dominó que quieren los autores y se ve en el momento en que esta le dice a Cable “Delega… …creo que te sorprendería lo que podemos hacer solos”. De ahí en adelante Dominó estará a las ordenes de otros a la hora de ir a las misiones pero en ellas es Neena que toma la iniciativa, quien decide cómo y qué se hace, además demuestra hacerlo con una gran inteligencia.

Al acabar esta serie Dominó desaparece un rato, hay unos nuevos X-Force (volumen 4) con Cable al mando pero sin Neena… hasta el número siete y es que ya estamos a una altura en la que podemos decir sin miedo que no hay buen X-Force sin Dominó en medio. Los encargados de esta serie son Simon Spurrier y Rock-He Kim, este último sustituido solo en un par de ocasiones, los cuales empiezan como siempre, con Dominó en una misión propia. Esta vez la cosa no le está saliendo bien y trata de ponerse en contacto con Cable para que le ayude pero es capturada por el enemigo, aunque el tema es más complejo de lo que parece y tiene algún giro que otro, en realidad Cable había enviado a Dominó a esa misión hacía meses, dentro de los parámetros de la misma entra que ella sea capturada y unos números después, cuando X-Force entra en la base de los villanos, sea Neena quien los salve, lo de damisela en apuros no es algo que vaya con este personaje. Se queda hasta el final de la aventura, que es a su vez el final de la colección, y en la última imagen parece formar parte de un nuevo grupo encabezado por Hope y con Cable fuera, pero esa supuesta continuación no llegó a salir en ningún sitio.

MERCENARIA Y ARMA

Desde el final de la anterior serie en 2015 las apariciones de Dominó disminuyen considerablemente hasta que, un año y medio después, forma parte de los Mercenarios de Masacre, los Mercs for Money, en su segundo volumen y se les llega a conocer en algunos círculos como Los Mercenarios de Dominó. Ya en la primera historia Wade recurre a Dominó para pedirle ayuda porque su grupo no le hace caso, esta tampoco lo hará y por ello tarda un poco en salir como personaje fijo en la serie, concretamente en el número cuatro donde reúne al equipo para ayudar a Masacre y rescatar a Cabeza Nuclear Adolescente Negasónica (sí, el personaje que sale en la película y que fuera creado por Grant Morrison a la que le puso el nombre por la canción de Monster Magnet Negasonic Teenage Warheadde un disco con una cierta relación con el universo Marvel).

Cullen Bunn e Iban Cohello son los autores de esta serie que termina en su número 10 en la que nos hacen pasar un buen rato con violencia, humor y Neena vestida con un traje azul como el de Masacre. El final de la serie no está exenta de cruces, primero dos números con el evento Inhumanos Vs X-Men y luego otros dos con la propia serie de Masacre.

Según finaliza esta serie, en 2017 y hasta la actualidad, Dominó pasa a formar parte de la nueva colección titulada Arma-X. La malvada organización que se dedicaba a crear armas utilizando mutantes ahora quiere matarlos y una de las atacadas es Dominó, a la cual ayudan el Lobezno de avanzada edad y un Dientes de Sable reformado. La primera historia los llevará a hacer equipo con gente tan dispar como Sendero de Guerra, Dama Mortal, X-23 y Hulk (Amadeus Cho) para detener a un nuevo «Arma-H» que mezcla elementos de Hulk y Lobezno y al que Marvel a tenido a bien dar una serie propia, de la historia se encargan primero Greg Pak con Greg Land y luego apoyado al guión por Fred Van Lente y con otros dibujantes, entre los que cabe destacar a Marc Borstel y a Ibraim Robertson. Dominó dispara más balas que frases pero los autores son consecuentes con el personaje y su trayectoria a pesar de que este primer (y largo) arco argumental no es gran cosa. Por suerte mejora con la llegada de Marvel Legacy y la trama de Guerra Nuke-clear, pero, dado que eso ya nos mete en spoilers con respecto a la edición española, es el punto en el que debemos parar. Esperemos que Panini publique pronto la nueva serie y podamos disfrutarla cuanto antes porque aquí lo hemos hecho.

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elBlueNules
elBlueNules
Lector
17 mayo, 2018 14:30

Muy buen artículo. A ver cómo le sienta el empujón cinematográfico a Domino, de momento su serie está yendo guay.

En lo que respecta a X-Force, molaría otro análisis de cara a la peli, ya que es curioso, pero tiene 4 etapas muy buenas y que destacan sobre el resto, las cuales apenas se parecen entre sí en cuanto a enfoques, ni mucho menos a la noventerísima etapa inicial de Nicieza y ROB!: la ubicada en Contra X con Wisdom de líder y los trajes negros que inspirarían a Singer, la de Milligan y los Allred que luego sería X-Statix (la mejor, para mí, un cómic imprescindible), la de Kyle y Yost siendo un festival badass, y la de Remender, uno de sus mejores trabajos y una pieza angular del universo mutante actual (Evan, Tábula Rasa, las consecuencias que tuvo la Saga del Ángel Oscuro, la relación Fantomex-Mariposa Mental, etc). Luego vendría lo de Hopeless, bastante flojo, y lo de Spurrier, que tampoco acababa de petarlo. En la formación de Deadpool 2 es evidente que han bebido de ROB! pero no sé, veo también bastante de Milligan en ella.

Ziggy
Ziggy
Lector
17 mayo, 2018 23:33

Interesanterecorrido del personaje. Buen artículo.
Entre parentesis, tras leer el titulo del artículo, me empece a preguntar porque Marvel nunca ha sacado una cabecera que se llamara X-Women. Pero me di cuenta que eso no suena tan bien.

Nacho Teso
Autor
En respuesta a  Ziggy
17 mayo, 2018 23:53

Si no recuerdo mal, cuando se lanzó la serie X-Men de Brian Wood con el equipo completamente femenino, la gente se hizo esa misma pregunta. La respuesta fue en la línea de que todos y todas son X-Men, sin diferencia de género, o alguna zarandaja así. No lo aprovecharon en aquella ocasión y dudo que siquiera se lo planteen.

Ziggy
Ziggy
Lector
En respuesta a  Nacho Teso
18 mayo, 2018 0:19

Es que hombre, yo veo una revista con un titulo que dice «X-men» y una portada que muestra solo chicas y si no sé de comics no puedo evitar pensar en Priscilla, la reina del desierto (buena pelicula) en version superheroes. Lo sé, el chiste es fácil.
Será que soy un troglodita retrogrado aliado del patriarcado.

Sith
Sith
Lector
En respuesta a  Ziggy
18 mayo, 2018 0:31

Interesante planteo, pero no hay que olvidar que hubo un One Shot al respecto de tu consulta y justamente guionizado por Claremont, es el X-Women One-Shot con dibujos de Milo Manara; es una pena que núnca hicieran más intentos de esa indole.