Remender y el Capitán América escapan de la Dimensión Z

13
1459
Aviso de Spoilers: El artículo que sigue a continuación trata información de actualidad en Estados Unidos, por lo que puede desvelar detalles argumentales que todavía no han sido abordados en la edición española.
Portada de Capitán América 11, por Carlos Pacheco
Portada de Capitán América 11, por Carlos Pacheco

Pocas series han reflejado el espíritu de Marvel Now! con tanto tino como el nuevo volumen del Capitán América. Al igual que lo hecho Mark Waid en Daredevil o Matt Fraction y David Aja en Ojo de Halcón, el relanzamiento de la Casa de las Ideas se presentaba como un lavado de cara de sus personajes más punteros, creando historias distintas a lo antes contado, de la mano de autores no ligados a su trayectoria.

Rick Remender tenía frente a sí un reto todavía más complicado: sustituir a Ed Brubaker en la colección protagonizada por Steve Rogers, etapa de más de siete años convertida en clásico moderno y definida por el espionaje, la muerte y resurrección. La mejor estrategia era, sin duda, alejarse lo más posible del tono underground por el que se había caracterizado. No copiar ni una línea de lo hecho por Brubaker. No habría ni rastro de Cráneo Rojo (Remender se lo reservó para su macro-historia de Imposibles Vengadores), de Bucky Barnes, del Halcón, La Viuda Negra o del sello lúgubre que la etapa anterior había impreso. Porque hacer algo mejor con ese material, sería imposible. Tras el primer arco, ha quedado claro que Remender y John Romita Jr. han alcanzado su objetivo, con creces. Ahora es el momento de devolver las aguas a su cauce.

Influenciado claramente por las épicas fantásticas de Edgar Rice Burroughs, y con La Carretera de Cormac McCarthy como inspiración narrativa, el plan consistía en enviar al héroe a una odisea en la Dimensión Z, un universo creado por su archienemigo Arnim Zola. Allí, en una lucha constante por la supervivencia y la protección de un hijo adoptivo nacido en los laboratorios de Zola, el Capi se veía obligado a alejarse de su faceta superheroica, restregándose en el barro y llegando a lo más bajo de su ser. Con una victoria temporal y pírrica en su haber, veíamos a Steve en su peor situación física y emocional, contagiado además por un virus que el villano había inyectado en su cuerpo. Poco a poco, Zola se apoderaba de su mente. Un fundido negro nos anunciaba que en un número habían transcurrido diez años. Rogers seguía perdido en dicha dimensión, con la esperanza de que su protegido viera algún día el cielo azul que el antiguo artista dibujaba en sus cuadros.

Este entramado le ha dado carta blanca a Remender no sólo para poner a su protagonista en un brete al que nunca se había enfrentado, sino también para presentar a nuevos secundarios, revitalizar un villano ridículo en cualquier otro ambiente, y crear un nuevo status quo difícil de escapar. Tras el número 10 del nuevo volumen, el Capitán América ha logrado escapar de La Dimensión Z, no exento de secuelas físicas y psicológicas. No en vano, el Capi ha permanecido más en la línea temporal de Zola que en el mundo contemporáneo actual (ya sabéis que el tiempo Marvel se torna erróneo y complicado). La otra Dimensión es más reconocible para Steve que el Universo Marvel actual, es un hombre “todavía más despegado de su tiempo”.

Página de Capitán América 11
Página de Capitán América 11

Quería que hubiera una gran carga emocional con la que Steve tuviera que lidiar en su escape de la Dimenzión Z, porque, durante esta historia, he utilizado la noción de que el Capi no puede ser derribado y siempre seguirá poniéndose de pie. Ahora, veremos ese concepto puesto en jaque. Veremos alguna grieta en su armadura “, comenta Remender a tenor de todo lo que ha perdido en los últimos números.“Eso es lo divertido de tomar a un personaje definido por su fuerza interior y de hacérselo pasar tan mal. Se recuperará, pero el tiempo de procesar todo lo que le ha pasado puede ser una experiencia incluso peor.

Pero la historia que está tratando de contar el guionista no es sólo una épica interdimensional de ciencia-ficción, sino también un retrato sobre la familia, la paternidad, y la perdida. Tras destapar que el carácter del militar fue forjado en parte por los conflictos que tuvo con su padre en la niñez (los daddy issues es una herramienta narrativa recurrente de la ficción), y el truncado historial de sus jóvenes sidekicks, la lucha de Rogers por convertirse en un buen tutor y mentor se ha convertido en el alma de la serie.

Por eso, y pese a que sólo hubiéramos pasado unos cuantos números a su lado, la muerte de Ian fue un duro revés tanto para Steve como para el lector. Matar a un niño siempre es una decisión polémica. La manera en la que ocurrió, además, se presentó de lo más cruenta. Después de que su otro padre le hubiera lavado la mente a lo Naranja Mecánica, Ian se enfrenta a su padre adoptivo, que le intenta hacer ver las diferencias entre el bien y el mal. Por desgracia justo en el momento en el que comienza a recordar a su otro yo, Sharon Carter reaparecía disparándolo en la espalda.

Sin embargo, el número 10 nos ha revelado un destino muy diferente, donde Ian, crecido y melenudo, se ha convertido en el salvador de los Phrox (quienes dieron cobijo a él y a su padre durante años) frente a las hordas de mutados que amenazaban con volver a poner en pie el plan de Zola. Ahora es un hombre sin hogar, un Nómada, seudónimo enseguida reconocible para los seguidores de la serie.

Narrar esa evolución había sido el plan de Remender desde el principio, y, aunque no vaya a volver a las tramas de la Dimensión Z a corto plazo, hay un plan para que esa última revelación dé sus frutos en el futuro. No en vano, el escritor tiene la tramas trazadas al menos hasta el número 25.

Entre dicho suceso y la otra gran revelación del último número, la idea de crear una familia se ha vuelto contra el Capi en sólo unas viñetas. “Creo que Steve siempre se ha alejado de la idea de tener familia. Siempre ha acabado con sidekicks, compañeros de aventuras Vengadores, básicamente con gente que hace lo que él. Sharon era una de esas personas.” El volumen comenzaba con Sharon Carter prometiéndose a su eterno novio, una luz al final del túnel en su vida personal. Ahora, 12 años después, no le queda nada de aquella esperanza de forjar una familia, sólo la joven primogénita de Zola, que regresa con él a un mundo desconocido.

Página de Capitán América 11
Página de Capitán América 11

Al salir de esta aventura donde tenía una familia que ha perdido, Steve no está, obviamente, buscando un reemplazo. Además tiene que lidiar con un mundo que no sabe lo que le ha pasado (allí sólo ha pasado una hora). Todo es top-secret. La próxima parte de la historia explorará cómo se eleva y toma su puesto de vuelta después de darse cuenta de que quiere algo más”, Remender anticipa. “Durante la saga de Dimensión Z, Steve se ha dado cuenta de que sí se quería casar con Sharon y criar a Ian. Quiere una familia. Se volvió parte del clan Phrox y tiene eso durante los años en los que creció su hijo. Ahora que ha tenido eso y lo ha perdido, ¿cómo lidia Steve con la vida?

Pero ésa es sólo una de las consecuencias emocionales a los que El Capitán América deberá enfrentarse tras escapar del otro mundo. También habrá un factor que ahonda en su mitología y que afectará a su percepción (asimismo arreglando un problema con el que próximos guionistas se laven las manos). “Steve no está envejeciendo de manera normal. Estuvo en la Dimensión Z alrededor de 12 años y regresa más o menos con su aspecto de siempre. Así que puede que el suero Supersoldado ampliara su esperanza de vida. Se da cuenta de que puede vivir por un largo tiempo y que, si algún día tiene otra familia, les sobrevivirá. Así que, junto a todos los problemas a los que se enfrenta, existe la idea de que con toda probabilidad enterrará a todos los que conoce y ama.” Conflictos que también hará reflejar Remender en las páginas de sus Imposibles Vengadores, la serie vengativa que, sin duda, más se preocupa por la profundidad de sus personajes.

Página de Capitán América 11
Página de Capitán América 11

Por suerte, de vuelta a la Tierra, el Capi tendrá algún antiguo amigo que le ayude en su luto. Ambos personajes de su próxima película, Halcón y el Soldado de Invierno irán recuperando parte de su rol en la serie. Algo que hará a los lectores de Brubaker sentirse menos extraños, lejos de la fantasía del primer arco. Sin olvidarse, eso sí, de la secundaria de nuevo cuño Jet Black, hija biológica de Zola y hermana de Ian, que vivirá con el héroe de guerra mientras se aclimata a este nuevo mundo, su “Dimensión Z”. “En el número 16 veremos a unos amigos de Zola acercándose a ella. Allí plantaremos una nueva trama y una serie de elecciones difíciles para Jet. Tendrá un enorme papel en el futuro de la serie.” Dado que Jet todavía dudaba sobre la moralidad en los últimos números, el personaje se presenta sobradamente complejo.

Steve es su salvavidas. Es la única persona que tiene en el mundo. La situación se ha invertido, y Steve tendrá que guiarla. Es su único amigo, pero no lo conoce tan bien. (…) Para Steve, Jet es la única persona que conocía a Ian con la que puede hablar. Es un recuerdo de la vida que ha vivido.

Al otro lado, un nuevo villano se aproxima, dando un poco de guerra en la primera misión de Rogers. Carlos Pacheco sustituye a Romita Jr. (quien todavía no tiene su futuro en Marvel cerrado) en un arco argumental que reintroduce a Nuke, a quien Remender, inspirado por la versión de Miller y Mazzuchelli (y no tanto en lo visto en Thunderbolts, apropiadamente borrado de su memoria), ve como un reflejo negativo del Capi, de lo que podría haber sido en otro tiempo y lugar. “¿Cómo ese Capitán América que ha vivido 12 años en la Dimensión Z, y perdido a Sharon y a Ian, reacciona cuando cinco días después de regresar a casa es enviado a Europa del Este para capturar a Nuke, que anda matando civiles, haciendo explotar instalaciones militares y plantando banderas americanas en países extranjeros?, esto provoca mucha fealdad en Steve. Cómo se enfrenta a ello será otra manera de definir dónde se encuentra ahora el personaje”.

Capitan_America_12_PortadaPortadas de Capitán América 11 y 12
Portadas de Capitán América 11 y 12

Dado que Grant Morrison conectó en su día el suero Super-Soldado de Nuke con el programa Arma Plus, esto le da la oportunidad a Remender a atar cabos y volver a bucear en el programa que también creara a Lobezno y Fantomex, personajes a los que ha estado ligado el guionista durante los últimos años. Esta vez, utilizará el aire de conspiración y secretismo no ajeno a la serie para construir un nuevo entramado, alrededor de otro programa secreto llamado Arma Minus. Allí nacieron dos flamantes villanos a los que introducirá en el nuevo arco: Iron Nail y Dr. Mindbubble (“una mezcla de suero SS, LSD, adamantium y libros de Timothy Leary”), creados para contrarrestar a Nuke. Ambos serán piezas clave en el cuarto arco del volumen.

Las piezas comienzan a alinearse para lo que tiene visos de ser una época distintiva del Capitán América. La nueva situación promete, y las consecuencias a veces son más interesantes de explorar que la propia acción. El estudio de personajes, llevándolos a lo peor de su ser, es el sello del escritor, y ya sabemos que a Remender le gusta cocer las cosas a fuego lento, así que, probablemente, lo mejor está por llegar. Y, recordad, Sharon Carter también aparecerá en El Capitán América: El Soldado de Invierno.

Fuente: CBR. Newsarama.

Subscribe
Notifícame
13 Comments
Antiguos
Recientes
Inline Feedbacks
View all comments
El Asombroso Espaiderman
El Asombroso Espaiderman
Lector
3 septiembre, 2013 15:21

Le tengo bastantes ganas al Capitán de Remender, porque el tono que parece tener me gusta. A ver si este sábado, tras la resaca post-Sandman, me puedo hacer con el primer número, que por fin lo tienen y le quiero hincar el diente.
Y dos cosas:
1: que mal le sientan a Pacheco las tintas de Janson, entintados que para dibujantes estiló Miller va bien, pero para Pacheco le va fatal.
2: Remender, pesado. Me temía que empezara a dar el coñazo con las Armas en el arco de Nuke y así parece ser. A ver si un día de estos se inventa un argumento nuevo.

Ocioso
Ocioso
Lector
3 septiembre, 2013 15:35

Oye, pues eso de que no se hagan los locos con el tema del paso del tiempo me atrae. Otras veces se han escaqueado en situaciones parecidas.

ultron_ilimitado
ultron_ilimitado
Lector
3 septiembre, 2013 16:18

Aún tengo pendientes de leer los números del 4 al 6, de la edición española (que si no me equivoco son los del 5 al 7 en la yanki)pero para mí esta colección ya es de lo mejorcito de Marvel Now. Un comic delicioso como pocos.

Puly1333
Puly1333
Lector
3 septiembre, 2013 17:10

Qué nos pasó Carlos, qué nos pasó? Antes… antes tenías el mundo a tus pies pero ahora. De Ultimate Thor para adelante, no sé, simplemente no veo al mismo Pacheco de la, extraordinaria, Avengers Forever

katmudah
katmudah
Lector
3 septiembre, 2013 17:21

Los lápices de Carlos Pacheco son increíbles, maravillosos, pero es al combinarse con las tintas de Jesús Merino cuando realmente veías MAGIA.
Ahora toca disfrutar de los dibujos de Carlos pese al entintador de turno, igual que en X-men o Excalibur

billyboy
billyboy
Lector
3 septiembre, 2013 17:45

Y recordad,si no hay cadaver no hay difunto,y si,lo digo por Sharon.

Ocioso
Ocioso
Lector
3 septiembre, 2013 18:11

¡Aunque haya cadaver! Como si eso fuera un problema.

Deke Rivers
Deke Rivers
Lector
3 septiembre, 2013 18:27

Carlos Pacheco siempre me pareció un autor un tanto sobrevalorado.

Espero que con los años haya pulido sus defectos (sus caras desdibujadas y su mediocre narrativa).

Lemmytico
Lemmytico
Lector
3 septiembre, 2013 23:21

Es una pena que esta serie no haya gustado a los lectores yankees, porque coincido en los parabienes y en considerar que el cambio de rumbo se hacía necesario.

Quizás ha alargado el primer arco un poco demasiado, pero para mi ya queda como una de las mejores sagas del Capi. A ver cómo evoluciona la serie a partir de ahora.

Phantomas
Phantomas
Lector
4 septiembre, 2013 0:25

Aquí uno más que disfruta enormemente de la etapa del Capi de Remender en lo que llevamos visto por aquí. A ver si realmente nos hacen ver esa evolución de Steve.

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
4 septiembre, 2013 7:06

Aquí otro que empezó a leer esta etapa con reparos y que ahora está enganchado a ella.

Spirit
Spirit
Lector
4 septiembre, 2013 8:02

Yo, que sigo la edición a ritmo español, estoy encantado con la serie y ese sentido de ci fi de serie b que se le ha dado. Sin embargo, creo que ha alargado un poco el arco argumental; con 8 números en vez de diez se hubiera ido más al grano.

Puede que Pacheco ya no sea el que era, pero desde luego quien no lo es es ROMITA JR, que en esta cole del capi hace un desfile de despropósitos considerables, empezando por el niño-cabezón. Quien le iba a decir que Klaus Janson que iba a salvar un dibujo en vez de estropearlo…

En todo caso, yo tengo interés en ver cómo evoluciona la serie y me ha enganchado lo suficiente como para ello.