Opinión vs Crítica

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Como lo prometido es deuda, continúo donde lo dejamos la semana pasada. Para aquellos que no leyeron el laaaargo artículo del Domingo anterior, os recuerdo que durante unas semanas romperé con el habitual contenido de la Sección de Cine para dedicarle algunas líneas a temas que creo serán del interés de todos. En cualquier caso, volveré puntualmente con posts más tradicionales como la crítica de El Laberinto del Fauno. Con el fin de no alargar el ya de por sí bastante dilatado post de la semana pasada, dejábamos pendiente un tema que inevitablemente trae multitud de opiniones diversas y diferentes visiones ligado a sí (de hecho, algunas se dejaron caer en el artículo anterior).

En ocasiones me dejo llevar por mi espíritu curioso. Normalmente intento aplacarlo, por aquello de no dejarme llevar por argumentaciones ajenas (de juicio volátil que es uno), pero es inevitable no echar alguna ojeada al trabajo de algún colega. Durante estas exploraciones de los fueros prójimos, leo en un gran número de críticas líneas como “Me ha molado.” “Estaba muy bien”. “Me ha parecido una chorrada”. “A mis amigos les ha gustado bastante”. “En definitiva: es una mierda”. “Me he echado unas risas”. Ante tales aseveraciones, leídas desde el punto de vista del lector ávido de orientación y guía, uno se cuestiona ¿Hasta que punto son, no ya válidos, sino útiles tales análisis?

Pero avancemos de forma gradual. El simple hecho de consumir dota del derecho de opinar. Hay millones de consumidores y, por tanto, el mismo número de opiniones. Al final, cada cual es su propio (y justo) crítico, pero cuando trasladamos nuestro sentido de la crítica a otras personas, todo cambia.

¿Acaso estamos diciendo que una opinión no tiene peso analítico? En absoluto. Lo tiene. Pero con matices importantes. Pongamos por ejemplo esas encuestas a pie de sala que realizan algunos programas de cine. Los espectadores salen de la sala y opinan ante el micrófono. “Pufff. Muy lenta. Muy aburrida.” Dicen algunos. “Yo he llorado”. Afirma otro.

“¿Y a mí qué?” Digo yo.

Tras los merecidos latigazos a mi soberbia, me explico. ¿Tienen peso crítico esos análisis? En mi opinión la respuesta es clara. No. No lo tienen. En cualquier caso, tendrán cierto valor como elementos estadísticos de la opinión pública respecto a tal o cual película, pero su peso crítico es nulo. Volvemos a la pregunta fundamental. ¿Acaso estamos diciendo que una opinión no tiene peso analítico? Y de nuevo afirmo, lo tiene. Pero lo tiene una vez se han ganado un estatus superior al de mera opinión personal, que es el de una opinión sustentada por ciertos criterios.

En el caso de conocer los “gustos” del crítico, ese criterio es visible y reconocible. Por ejemplo, el amigo que te da su visión sobre una obra, tiene un mayor peso crítico que cualquiera de las opiniones anteriores. Al conocer su criterio, “de qué pie cojea”, podemos hacernos una idea aproximada del valor real de la obra en cuestión. No se puede decir lo mismo, por desgracia, del señor anónimo que aparece por televisión 10 segundos narrando su tediosa experiencia en la butaca, o del analista oculto tras un nick que dedica unas líneas a una obra desde su propio blog.

Ante tal circunstancia perogrúllica, la receta fundamental para dotar de criterio crítico a una opinión personal, es la argumentación. A esas afirmaciones que hemos tratado les faltaría una frase más. Un inciso crítico en el que se introducen argumentaciones y valoraciones. “Pufff. Muy lenta. Muy aburrida. El director prolongaba las escenas de manera innecesaria, prestando atención a detalles irrelevantes en el desarrollo de la historia.” O “Yo he llorado. Los momentos épicos estaban tratados con una sensibilidad enternecedora.” Ahí la cosa cambia. Una opinión personal, si está sedimenta en argumentos consistentes, se gana los galones de juicio. De una orientación real para el resto del público.

He aquí entonces la dificultad de basar una crítica en una opinión personal: ¿Hasta qué punto es fiable una crítica simplemente basada en argumentos guiados únicamente por un dictamen personal? Me temo que aquí hemos entrado en el controvertido dilema de la objetividad contra la subjetividad.

Leía entre los comentarios de Enfermedades de la Crítica opiniones como la de Ragnarok, que argumentaba:

(…)creo que una crítica puede ser objetiva. Lo que no puede ser objetivo es una opinión. Una crítica cinematográfica puede y debe atenerse a aspectos valorables, magnitudes aprensibles, tales como la calidad de la actuación, la fotografía, la música, el montaje, el guión, la dirección, etc. Y bajo ese punto de vista una película puede calificarse de buena o de mala (que es muy distinto a “me ha gustado” o “no me ha gustado”). Y la cultura de base y los gustos personales son relativamente influyentes si la película es buena y está bien contada.

Por el contrario, Álvaro expone:

Pues discrepo: la crítica no puede ser objetiva. Pero debe ser coherente, que es muy distinto.
Y me explico: por definición, una crítica es un análisis basado en argumentaciones que son subjetivas, ya que se basan en criterios preestablecidos. Es decir, siempre que se hace una crítica se parte de unas preconcepciones estéticas que son obligatoriamente pasadas por un criterio personal.
Cuando se habla de arte, ya sea cine, cómic, pintura o literatura, es obligatoria la subjetivización del análisis, ya que el arte depende de la respuesta que da el receptor y ésta es, por definición, subjetiva. A lo que se podría añadir que existe además un mensaje que puede o no llegar al receptor.
Eso sí, lo que es exigible siempre es que el crítico sea coherente, que siempre defina correctamente sus criterios y los aplique de forma similar, para que las comparaciones en el que lee la crítica sean posibles.

Partiendo del hecho de que las dos opiniones son coherentes y están fuertemente argumentadas, llega la hora de mojarme. Ciertamente si se conciben este tipo de obras como un arte, deberían traer ligadas a sí un mensaje. Pero como dice Álvaro, ese mensaje se recibe de manera subjetiva, y afecta por tanto a cada individuo (si llega a afectarle, que esa es otra) de formas diversas. A algunos les conmueven profundamente escenas de Superman Returns, así como su alegoría evangélica y, por el contrario, a otros les deja fríos. Probablemente se puede analizar con coherencia dicho mensaje, pero ¿es ese el cometido de la crítica? Sin ponernos radicales ¿es mejor una obra la que lanza un mensaje contra un gobierno, que la que lanza un mensaje apoyándole?

¿Debe la crítica juzgar el mensaje, o la forma en la que se ha emitido? Yo personalmente creo, y es algo que en mis propias reseñas aparece mucho, que la primera parte escapa de los parámetros de la propia crítica para adentrarse en los del comentario. Desentrañar el mensaje, dar a conocer la forma en ala que TE afecta, mostrar el otro lado de la metáfora, el significado de las imágenes es algo que, más que de una subjetividad colectiva, es puramente personal. Y en este punto coincido plenamente con la opinión de Ragnarok. La crítica, dirigida al público general, se basa en parámetros objetivos. La habilidad narrativa, la cadencia rítmica, la dirección de actores, las interpretaciones, los aspectos técnicos y, finalmente, la coherencia de todo ello con el mensaje que se quiere transmitir son, por poner un ejemplo a mi alcance, factores que pueden ser valorados a través de una base cultural académica o empírica.

Ese es el valor, por tanto, de un crítico. Sin ponernos prepotentes ni soberbios, lo que diferencia una crítica (ya sea profesional o amateur, como es el caso) de una opinión. La crítica es, o debería ser, una guía prácticamente universal, que orientara a cualquier tipo de lector.

Aunque aquí ya entran en juego los gustos personales del consumidor, y ante todo su visión de este tipo de obras. ¿Las concibe como arte, cultura, o como una mera diversión? Para la próxima semana: Arte vs Entretenimiento.

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Fran
Fran
15 octubre, 2006 13:15

Muy interesante, y de acuerdo en general con todo, pero yo añadiría un matiz: una opinión debe estar argumentada. Mejor o peor, pero argumentada.

Es decir, «me ha gustado», «es una mierda» o «yo creo que es una mierda» no son opiniones, simplemente el interlocutor me está gustando sus gustos. Tiene tanto valor informativo como «me gusta el color azul» o «la tortilla de patatas me gusta sin cebolla». simplemente, me está contando su vida, pero no me aporta información relativa al elemento que está opinando.

Ya estamos acostumbrados en estos foros y blogs de diso que cualquiera pega un puñetazo sobre la mesa y dice que sólo es su opinión, pero no, eso no es una opinión, es… un puñetazo sobre la mesa.

Álvaro
15 octubre, 2006 13:51

Excelente reflexión, pero a la que pongo peros… :), ya que limitas la opinión a algo que no afecta realmente al sentido de la película. Sería como criticar una pintura diciendo «El marco es perfecto y aguanta sobradamente el peso de la pintura. La pintura es de un óleo de gran calidad, que el pintor sabe utilizar»…¿Y? ¿Qué ha aportado esa crítica al receptor que busca que esa crítica le guíe en la decisión?
Nada.
La opción de que la crítica se debe quedar en el «análisis técnico» puede ser válida pero, a mi entender, no aporta nada al receptor más allá de unos datos que serán poco útiles si el receptor no sabe de qué va la cosa. Se queda en una información técnica que no dice más que una sinopsis previa y unos datos técnicos.
En la crítica se deben analizar todos los argumentos que comentas, pero siempre conjugándolos con la realidad: si han sido eficaces en la transmisión de un mensaje. Y eso obliga, necesariamente, a que el crítico haga un posicionamiento subjetivo sobre lo que ha visto/leído/escuchado. Porque si no lo hace, parece como si no se atreviese a ir más allá, a quedarse sólo en una superficie.
Volvemos entonces a la realidad de la crítica: no es universal, no puede ser objetiva. Depende claramente del crítico y del conocimiento que el receptor de la crítica tiene de su autor. Lo que no obliga necesariamente a haber leído todas las críticas previas (aunque sea mucho mejor, es obvio), ya que para un buen crítico es posible destilar en una crítica sus ideas de forma paralela para que el recpetor compare.

No olvidemos la definición de crítica: «Examen y juicio acerca de alguien o algo y, en particular, el que se expresa públicamente sobre un espectáculo, un libro, una obra artística, etc»
Examen y JUICIO. Si dejamos fuera el juicio final, la crítica se queda en coja, en vacua. Y no se puede establecer un juicio sin incluir aspectos subjetivos.
Pongamos el caso del cine: ¿cuántas películas hay que tienen buena fotografía, dirección, dirección de actores, actuaciones, montaje, etc…y luego son una mierda? Es un juicio que va más allá de la parte técnica objetiva, es un juicio subjetivo. Porque lo hemos hecho sobre el guión, sobre el mensaje que transmite.
Ese juicio es, a mi entender, fundamental para que tenga sentido la crítica. Y es lo que la hace subjetiva, porque una de las grandes maravillas del arte (y el tebeo lo es) es que provoca diferentes respuestas en tantos receptores como tenga.
Podemos hacer un análisis exhaustivo técnico de un tebeo… ¿pero nos garantiza eso que el juicio es universal y objetivo? No.
Pero más importante…¿hace la crítica más útil? No, menos si cabe.

Álvaro
15 octubre, 2006 14:19

Era una exageración… :), pero mejor el ejemplo de la película. Si te fijas, el cine americano actual cumple a la perfección la excelente fotografía, buenas actuaciones, dirección de actores, etc… ¿pero eso te permite calificar una película como buena o mala? A eso me refiero: el juicio final es subjetivo, obligatoriamente. Porque esa coherencia con el mensaje te obliga a juzgar el mensaje.
Prueba a coger una película que calificas de mala: al final ¿qué ha sido realmente lo que te ha llevado a ese juicio? ¿la coherencia con el mensaje¿..¿o el mensaje?

Oye, aparte de todo, genial la serie, da gusto ver argumentaciones tan curradas… 🙂

R
R
15 octubre, 2006 15:46

Disfruto mucho leyendo estos artículos, gracias.
Personalmente creo que las críticas no suelen ayudar demasiado si no sabes quién las escribe, porque prefiero un «no vayas a verla» de alguien cuyo criterio conozco y he tenido posibilidad de compararlo con el mío propio que todos los razonamientos y argumentos del mundo de alguien que al final no sé qué piensa de la película sino sólo de la suma de sus partes.

También espero que en el próximo artículo, ese «Arte Vs Entretenimiento» nos expliques por qué crees que hay que contraponerlos.

Peter
Peter
15 octubre, 2006 17:05

SOBRE ESTO DE LA CRÍTICA

Pues a mi también me ha gustado el artículo. Pero como no, yo también tengo un pero.

Me parece acertado el que quieras darle un caracter de empirismo al ejercicio de la crítica, y creo que es lo que un crítico o cualquier persona que se dedique a esto de manera profesional debería hacer.

Sin embargo, me ocurre un poco lo que a R. Paso a explicarme a continuación y pondré un ejemplo concreto para explicar mi opinión. ¿Cuántas veces he oido a mas de un crítico decir que tal o cual película española es buenísima o incluso una obra maestra? Muchas. Que si Almodovar es un genio, que si Amenabar es el maestro del suspense (por citar dos de los mas famosos cineastas de nuestro cine patrio) y un largo etcétera de directores. Cada vez que estrenan alguna (de las muchísimas) película española que se hacen aquí, salen un montón de críticos aplaudiendo y elogiando los detalles técnicos y argumentales de la peli. Pero luego vas a verla y (salvo contadas excepciones) no pasa de ser una peli corriente.

Entonces vas y llegas, tras varios fiascos de este estilo, (el último fué Alatriste) a la conclusión de que los críticos; o bien no saben tanto de cine o bien hay un montón de estómagos agradecidos en el mundo de la crítica. (Este comentario no va por ti, a mi tus críticas me suelen gustar, no todas, pero si la mayoría)

Y entonces te acaba pasando lo que dice R en su comentario, que lees a uno o dos críticos y acabas buscando criterios afines al tuyo. Sé que esto no es muy empírico y tiene mas en común con la subjetividad, pero en parte es también por culpa de los críticos.

Ragnarok
Ragnarok
15 octubre, 2006 21:17

Álvaro, en mi opinión no llevas razón. te lo voy a poner con un ejemplo cotidiano: me gusta comprar publicaciones especializadas en cine (generalmente el Fotogramas y el Cinemanía) y siempre me llama la atención fenómeno muy curioso: vete al apartado de críticas, donde recogen para cada película las críticas de todo el elenco de colaboradores y te darás cuenta que hay películas que poseen 5 estrellas en un casillero y 1 o 2 en otro.

Si analizas una película sólo por su mensaje, si tu crítica se orienta a analizar el mensaje y a fundamentarlo aún más o no; a dar tu opinión sobre eso, a como tu dices, «destilar en la crítica tu propia opinión», te conviertes en un gurú, no en un crítico. Sólo te leerán aquellos que opinan como tú, y los que no buscarán una crítica que refuerce su pensamiento. Te conviertes en una suerte de amigo mediático de quien fiarse, pero no estás realmente valorando la película.

A mi modo de ver, el mensaje de una película también puede criticarse por su complejidad, por si es claro, está bien contado y se ha escogido el vehículo adecuado para hacerlo. Al igual que todo el apartado técnico. Y si una película tiene un mensaje bien contado, está bien narrada (¡ojo Pablo!, que la capacidad narrativa es un aspecto técnico como cualquier otro), tiene buena fotografía, buena dirección, etc… La película será buena. Luego podrá o no gustarte, pero es buena.

Y no conozco ninguna película que, reuniendo esas condiciones, sea una mierda como tú dices. Y ves: fíjate bien, ya has vuelto a confundir crítica con opinión. Ya pones estrellas.

Ragnarok
Ragnarok
15 octubre, 2006 21:34

Y otra cosa… es cierto que las emociones que una obra de arte puede generar son tantas como espectadores tiene la película. Pero si no existiera un nexo común, algo intelectualizable y aprehendible en ellas, nadie coincidiría. No podrías criticar una película, y los premios y los festivales estarían de más. Pero de hecho se coincide. Y es más… manipular emocionalmente al espectador es otra cualidad técnica de una película (conseguida con mayor o menor éxito según que secuencia).

PD. Por cierto… eso de que las películas americanas (así en general) cumplen todos esos criterios no es ni siquiera discutible: es totalmente falso. En la mayoría lo único que hacen los efectos técnicos es no chirriar; funcionar… limitarse a cumplir el expediente. Es lo que se dice una factura técnica correcta.

Ragnarok
Ragnarok
15 octubre, 2006 21:39

PD2. Ni que decir tiene que también me encanta la sección 😉

Álvaro
15 octubre, 2006 22:19

Ragnarok: Ok, está claro, quizás me he explicado mal. Me refiero a que la crítica debe tenerlo todo, es decir, desde el análisis al juicio. Pero no comparto contigo la opinión de que una película con buena fotografía, buena dirección, etc… sea buena. Porque contraejemplos hay muchos.

De hecho, me temo que el Pablo ha repetido en su argumentación un enfrentamiento clásico de lo que se conoce como «Teoría del crítica», entre dos escuelas, una que defiende una crítica «científica» y «aséptica» y otra que es «subjetiva».
Yo me decanto por la subjetiva por una reducción al absurdo muy simple: la crítica tiene como finalidad el arte (cómic, cine, lieratura, pintura..), cuyo objetivo es provocar la emotividad, la respuesta del lector. Si la crítica analiza las estructuras que lo forman, no enjuiza lo fundamental, su objetivo.
Te pongo un contraejemplo artístico: según la tería científica, el análisis crítico de un edificio sería estudiar si se ha construído bien, si está bien diseñado, si se han utilizado correctamente las normas de la arquitectura, etc.. Pero…¿se puede vivir en él? No se puede inducir con facilidad que de las partes técnicas correctas se deriva que el resultado tiene que ser bueno.
Repito, que los contrajemplos en tebeo son muchos. Incluso muchos en los que el dibujo, técnicamente, no es bueno, pero que el cómic al final lo es.

Y, además, una trampa que esconde ese argumento: si la crítica sólo atañe a la parte técnica…¿qué hacemos hablando nosotros? Porque evidentemente no tenemos esos conocimientos. No somos dibujantes en el caso del tebeo o cualquiera de las partes oficiantes de una película. Y si vamos a enjuiciar las partes técnicas debemos serlo, porque si no, sólo estamos enjuiciando la respuesta emotiva que tenemos a esas técnicas. Y eso, quizás, e suna trampa en la que se cae, que estamos juzgando cosas que desconocemos por nuestra respuesta emotiva y lo confundimos con un análisis técnico.
Porque…¿qué es un buen dibujo?¿qué es una buena narrativa?… 🙂

Álvaro
15 octubre, 2006 22:20

Ragnarok: pero… cuando una factura técnica es correcta… ¿podemos decir que la película es mala?
¿No es un contrasentido?
🙂

Peter
Peter
15 octubre, 2006 22:48

A Álvaro y Ragnarok

Interesante debate el que teneis aqui y me gustaría aportar algo si me lo permitis.

Vereis, hace algún tiempo que se viene debatiendo lo mismo en la literatura: «que si esta obra es buena» «pues yo creo que no, porque estéticamente tampoco es una maravilla» y demás pullazos que se dan unos criticos a otros (ahorro esta parte para no aburrir al público con las miserías de la trastienda de la literatura)

En fin, a lo que íbamos. Para añadir un poco mas de controversia a este tema: «Qué es necesario para que una obra literaria sea considerada como de obligada de lectura» hace algunos años un judío, llamado Harold Bloom partiendo del razonamiento de que es imposible leer todos los libros existentes en una sola vida, publicó un canon con los libros de obligada lectura para poder entender la historia de la literatura universal.

Lo llamó El canon Occidental. En este canon incluyó un criterio para distinguir cuando una obra podía considerarse lo bastante buena como para ser incluida en este canon.

Si no lo habeis leido, os invito a hacerlo. Quizá pueda ayudaros con este debate sobre cine, crítica y estética que estais manteniendo.

Álvaro
15 octubre, 2006 23:12

Bloom y Gombrich son dos lecturas obligadas para cualquiera que quiera hacer crítica… 🙂
Pero en el fondo es lo que te comentaba, el enfrentamiento entre crítica científica y subjetiva. 🙂

Ragnarok
Ragnarok
16 octubre, 2006 0:02

Estoy de acuerdo… pero mucho más Gombrich que Bloom. En cualquier caso, y siguiendo con el debate primero contestaré a tu pregunta. De una película con una factura técnica correcta pueden decirse muchas cosas: entre una película buena y una mala hay gradaciones. En segundo lugar te contestaré algo de perogrullo y que ya supondrías que te contestaría cuando hiciste la observación: nadie que no sepa de los entresijos de algo debería atreverse a emitir juicios críticos y si lo hace no tiene que esperar respeto hacia los mismos. Yo opino de cine porque no sólo he visto películas; empecé viendo películas, luego vi muchas más películas y acabé leyendo acerca de cómo se hacen las películas, y forjándome una más que aceptable cultura amateur. Pero no opinaría tan alegremente de arquitectura por ejemplo (y conste que de todas las artes has escogido la más espinosa, porque es la única que tiene función necesaria, pero en fin).

En cualquier caso, y a lo que íbamos… estarás conmigo en que sí tiene que haber criterios objetivos por varias razones. Y la primera es demoledora: ¿por qué se te ocurre a ti que cuando viendo una película desarrollas una respuesta emotiva eso es totalmente aleatorio? Si te fijas y comentas la película, muchas personas sintieron esa emotividad en el mismo instante. Cuando esa emotividad falla, cuando la pretensión de una escena es ser emotiva o generar cualquier tipo de sensación y no lo consigue, la escena nos chirría… y decimos… «esta película es mala».

Pero lo que a lo mejor no te has planteado, es que la emotividad ha sido mucho más controlada por el realizador de lo que crees… Esa emotividad ha sido introducida en primer lugar por un guión (cuya redacción, punto de vista e interés es un factor técnico), una narrativa, una construcción de personajes, una actuación y una dirección actoral muy determinada… la historia te ha llevado a ese momento; a esa escena. A continuación, el tempo narrativo de la secuencia; si la música es necesaria, creativa, empática, diegética o integrada; el tipo de grano y saturación de la fotografía; la iluminación; la modulación de la voz… Todo contribuye a un estímulo respuesta que tú crees intuitivo porque a lo mejor desconoces, o prefieres ignorar en ese momento, qué lo causa.

La segunda razón es lógica. Si no hay objetividad en la crítica, no puede hablarse de películas buenas o malas. Y sugerir que la diferencia entre «Serpientes en el avión» y «Ciudad de Dios», por poner un ejemplo, es puramente subjetiva me parece nihilista. Esto nos lleva a una consecuencia que habitualmente es políticamente incorrecta: hay personas que no poseen un gusto educado, que no son capaces de valorar el arte, y que poseen un nivel de conformismo artístico pobre.

¡Pero ojo! Que una película mala, o simplemente normal, nos guste no tiene nada que ver. La diferencia está en que mientras uno sabe que la película no es gran cosa pero le entretiene, el otro cree que se encuentra ante una maravilla. Se confunde el «es buena» con el «me ha gustado».

¿No hay lugar en la crítica para el «me ha gustado»? No digo que la crítica no deba contener opiniones y juicios subjetivos. Digo que no SÓLO debe tenerlos y que, si hay que prescindir de algo, esa es la parte más prescindible y, además, la parte que no debe influir a la hora de poner las estrellitas, la nota o a la hora de decir si la película es buena, o es mala.

Ragnarok
Ragnarok
16 octubre, 2006 0:19

Offtopic

Con respecto a teoría de la crítica… es cierto esa dicotomía entre la Teoría critica subjetiva y la objetiva. Gombrich de hecho dice en el prólogo a su Historia del Arte que no existe el arte, sino los artistas. Pero esa afirmación, y toda la teoría subjetiva creo que viene de la mano de la imposibilidad de definir el arte y la respuesta emotiva y estética a nivel objetivable. Si Gombrich pudiera definir el Arte de una manera satisfactoria lo habría hecho, pero no pudo ni nadie puede.

Pero eso no significa que no exista. Aunque percibamos el arte y la experiencia estética como intuitivos, aquellas personas consideradas comunmente como cultivadas (y preferentemente sin necesidad de demostrarlo cayendo en la pedantería o el snobismo), tienden a una posición común. La neurofisiología cognitiva y la psicología a nivel artístico no son muy conocidas, pero ignorarlas supone el mismo error que explicar la vida mediante una hipótesis creacionista.

El problema es que esa homogeneidad de criterio sumado a la imposibilidad de definir criterios artísticos objetivos está llevando a muchos críticos, curator, galeristas e historiadores del arte reconvertidos a jueces de concursos públicos a introducir ese nihilismo de criterios: si no hay criterio vale todo; todo lo que nosotros digamos, que somos los que entendemos. Y si no te gusta no llevas razón. Casualmente, esto pasa sólo con obras de este siglo.

Pero en fin… esto ya daría para otro post, o si me apuras, o una comida, un café, una copa y toda la tarde por delante. En cualquier caso un placer compartir este tiempo y estas reflexiones con vosotros. Si de algo me doy cuenta es que este tipo de post atraen pocos comentarios pero en donde son más respetuosos y fundamentados.

Cannonball
16 octubre, 2006 8:48

Sin animo de añadir mas leña al fuego, es imposible realizar una critica objetiva sobre la percepcion de un suceso artistico, cuya impronta es algo totalmente subjetivo… y no solo es que sea imposible, nuestro bagaje va a condicionar siempre el resultado, incluso en la valoracion de los aspectos tecnicos, sino que no es deseable. Coincido plenamente con Alvaro cuando afirma que parte de la critica, la parte interesante ademas, es el juicio; si no hay juicio, no hay critica.

>>[…]si no hay criterio vale todo

Si que hay criterio (cada uno tiene el suyo propio) lo que pasa es que no se trata de criterios universalizables, no hay un canon estetico con el que se puedan juzgar todas las obras

Toni Boix
Autor
16 octubre, 2006 13:55

Bueno, ahora entra el pato en la cacharrería. Porque mío fue aquel desatino «disertativo» sobre Superman Returns.

Ante todo felicitar nuevamente a Pablo.

Después decir que, como tantas otras veces, me posiciono mayormente junto a Álvaro. ¿Qué tendrá este hombre?

No creo que el mensaje pueda dejarse de lado a la hora de establecer nuestro juicio de una película.

Junto a los detalles, más que técnicos, formales, se halla el contenido.Y de manera especial en aquellas artes narrativas tales como cine, cómic, teatro o literatura.

Los detalles formales y su grado de adecuación/coherencia con el contenido son, posiblemente, muy objetivables. Incluso la falta aparente de grado de adecuación entre contenido narrativo y envoltorio formal puede dar lugar a nuevos contenidos, sugeridos precisamente por ese desfase.

Pero de una manera u otra terminamos en el mensaje. Una película que apenas pretenda contar nada y que formalmente esté cuidada podrá presentar una gran adecuación forma/contenido y no llevarnos absolutamente a ninguna parte ni tener para nosotros valor alguno. Se convierte en un puro experimento formal o tal vez ni eso.

El argumento de algo es objetivable y el mensaje tras él puede llegar a serlo mucho, bastante o poco. Pero esa voluntad de comunicar un mensaje o de no hacerlo son también hechos objetivables. Y ese argumento y ese mensaje son, también, elementos de valor, elementos valorables.

A partir de ahí, claro, entra la subjetividad. Porque, continuando con lo que decía creo que Ragnarok, la respuesta emocional no viene sólo de la adecuación y de la forma en qué una película esté contada, sino de cómo el mensaje impacta en nuestra preconcepción de las cosas. Cómo se adecua con ella. Y puedes, incluso, valorar una película como tramposa cuando sientes que ha intentado engañar»te» al presentar de una determinada manera algo que tú concibes de otra. No digo que ahí el «opinador» lleve razón. Sólo digo que un realizador puede llevarte a emocionarte positivamente frente a algo contra lo que tú, intelectualmente, quieras rebelarte… y sientas entonces que te están manipulando. En verdad, claro, te están manipulando, ahí está la gracia.

Pero, y ya me estoy perdiendo, lo que quería remarcar es que el mensaje creo que debe ser más o menos explicitado en una crítica y el crítico debe, luego, manifestarse frente a ese mensaje. Porque el mensaje, cuanto más marcado, habrá condicionado su juicio de valor sobre la obra (también valoramos los mensajes, claro) y, al posicionarse frente a él, manifestará los preconceptos desde los cuáles lo ha juzgado.

Ragnarok
Ragnarok
16 octubre, 2006 16:14

Una cosa es que se valoren y otra que en el ejercicio crítico se deba tener en cuenta esa valoración. Aparte… esperad un momento… ¿cuando habláis de mensaje habláis de guión? ¿de intención moral? ¿de referencias? ¿o de qué? Por ejemplo me viene a la cabeza Pulp Fiction… que a mi modo de ver no contiene ningún mensaje pero posee un guión basado en la narración apabullante, y no nos quiere decir nada. Y sin embargo obras de mayor calado pueden antojarse mediocres o pretenciosas (por ejemplo, Superman Returns).

En cualquier caso, y para que quede claro yo no digo que la opinión del crítico sea prescindible, digo que a mi sólo me interesa su crítica, y cuando me refiero a crítica, me refiero a aquellos valores objetivables de una película (y el guión y su narración forman parte de ellos). Pero, por ejemplo, que un crítico ponga mal Mystic River porque sea moralmente ambigua, Million Dollar Baby porque se oriente a la eutanasia o a Pulp Fiction porque su violencia resulte obscena… pues entonces no digo que deba dimitir; digo que para mi está ejerciendo una labor de opinión, no de crítica.

Ahh… y eso de que no hay un canon objetivable es relativamente cierto. Sigo diciendo lo mismo: ¿si no lo hubiera cómo sería posible que algunos premios se entregaran por unanimidad o tuvieran un alto porcentaje de votos?

Ragnarok
Ragnarok
16 octubre, 2006 16:17

Y por cierto… la respuesta a «si no hay criterio vale todo» no me vale. El hecho de que exista un criterio por persona es equivalente a decir que no hay criterio (es de perogrullo). Vale todo porque siempre habrá alguien que opine de forma contraria.

Sin embargo hay películas objetivamente infumables y películas objetivamente impresionantes (si no ya acorde a una serie de criterios, acorde a la estadística).

Cannonball
16 octubre, 2006 17:49

>>Sin embargo hay películas objetivamente infumables y películas objetivamente impresionantes (si no ya acorde a una serie de criterios, acorde a la estadística).

Bueno, segun la estadistica, tirando de la base de datos del IMDB, «ESDLA: El retorno del rey» es mejor pelicula que «Pulp Fiction», «Casablanca», «Ciudad de Dios», «Psicosis», «Apocalipse Now», «Senderos de Gloria» o «Ciudadano Kane»…

Cannonball
16 octubre, 2006 18:07

Por cierto, Ragnarok, si tenemos en cuenta que la expresion artistica es, siempre, una manifestacion personal (del artista/creador) y, por tanto, subjetivo ¿como se valora objetivamente?

Toni Boix
Autor
16 octubre, 2006 19:17

He cruzado la línea entre crítica y opinión. Asumo el error. Aunque algo hemos ganado. El guión es un valor objetivable. En eso estamos de acuerdo. Pero claro, en el guión muchas veces va más o menos explícito un determinado mensaje. No digo que el crítico deba defender un mensaje en beneficio de otro, evidentemente, pero sí que creo que es asumible que la concordancia con ese mensaje condiciona la valoració e incluso la crítica que el crítico haga. Y luego lo de los premios de los Jurados… pues creo que precisamente en uno de los Festivales de Venecia las dos películas premiadas iban la una defendiendo la eutanasia y la otra el derecho al aborto. No lo «critico», sólo creo constatar que el «mensaje» influyó en esa valoración del jurado.

Ragnarok
Ragnarok
16 octubre, 2006 20:23

Perdón, pero la expresión artística es una manifestación personal del artista/creador con voluntad y necesidad de reconocimiento. No basta que un fulano se exprese de una manera personal y subjetiva y que diga que es arte. Es por ello por lo que digo que hay criterios objetivos subyacentes en la expresión artística sobre los que se puede hacer una crítica: porque si no los hubiera no habría nada que nos permitiese decirle a ese fulano que lo que hace no es arte. Por poner un ejemplo: Uommmphagorg… acabo de inventarme un neologismo… nadie ha escrito nuunca Uommmphagorg…. y joder a mi me suena tela de bien… yo digo que he hecho «arte fonético»… Además para colmo, fijaos bien: el mensaje de Uommmphagorg es demostrar que la manifestación personal subjetiva con vocación artística es arte subjetivo, y que el arte subjetivo es siempre arte. Si consigo que un número de imbéciles X considere ese arte subjetivo como propio alcanzaré cotas estadística de arte. Tengo continente y contenido ¿estáis de acuerdo en que es arte? ¿Qué os pone de acuerdo al respecto?

Respecto a la otra objección que se ha planteado respecto al Señor de los Anillos y la estadística… ¿no ves que implicitamente me das la razón? Primera pregunta: ¿quién vota exactamente en imdb? ¿cómo se escoge? y Segunda cuestión: por tu manera de escribir ese comentario diríase que consideras todas esas películas superiores a El Señor de los Anillos… es más… consideras que yo debería considerarlas así… que la inmensa mayoría de los que discutimos aquí lo consideramos así y todavía diría más: que no se te ocurre que lo consideremos al revés. ¿Qué te lleva a estar tan seguro? ¿Un criterio subjetivo acerca de lo que debería ser nuestra subjetividad? ¿Acaso es posible que un criterio subjetivo sea tan general y homogéneo respecto a una misma película (entre los que entienden y valoran el cine) como para que tú, defensor del subjetivismo artístico, considere que es cuasi imposible que alguien considere al Señor de los Anillos mejor que Ciudadano Kane?

Ragnarok
Ragnarok
16 octubre, 2006 20:37

A Toni: Evidentemente hay películas cuyo mensaje quiere trascender… El secreto de Vera Drake por ejemplo da primacía a una reacción intelectual que a una artística… Pero no te equivoques; sin la interpretación de Imelda Staunton; con una interpretación más mediocre esa película no habría ganado. Esa película te conmueve porque el mensaje está vehiculado en una interpretación objetivamente impresionante: veraz, creíble, nada forzada, sentida pero no exagerada. Expresada a través de un enfoque de cámara y un tempo narrativo dererminado. Y luego, esa interpretación estaba inserta en una narración ágil y verídica. Si tu hipótesis fuese correcta, esa película tendría el mismo calado artístico si la hiciera Paris Hilton y tuviera estética de videoclip, eso sí… mantieniendo el mensaje.

Ahora bien… segunda parte: esa película está hecha para reflexionar. Y no reflexiona el que ya es pro abortista… ese sólamente aplaudirá el mensaje de la película y valorará su naturaleza artística (y si es miembro de jurado la premiará, pero no lo hará si la hace Paris Hilton por mucho que sea proabortista).

¿Quién pretende que reflexione? La sociedad en general… la parte de la sociedad que no tiene tantos prejuicios para cambiar de opinión o que aún debe decidirse. Y te aseguro que ellos precisan de un vehículo artístico para ideas así, porque sencillamente no verían otro.

Ragnarok
Ragnarok
16 octubre, 2006 20:42

Y por cierto se me olvidaba Toni… por supuesto que la valoración del mensaje condiciona la valoración del crítico. La cuestión es ¿debería ser así? ¿Para qué se hace la crítica? ¿para orientar a los que desean ver una buena película, independientemente si expresa ideas que te gustan o no? ¿o para los que quieren adoctrinamiento político, moral, religioso, etc? ¿y en este último caso… de qué se termina hablando? ¿de la película o de la posición frente a un tema concreto?

Además se me acaba de ocurrir otra cosa: las adaptaciones conematográficas. ¿El remake de psicosis es tan artístico como la propia psicosis? ¿no? Pero si está copiado plano a plano. ¿El Padrino de Puzzo es tan buen libro como la película de Coppola? ¿A los que nos gusta el Padrino… estamos de acuerdo con la mafia?

Toni Boix
Autor
16 octubre, 2006 20:58

Imagino que posiblemente sea un prejuicio mio, pero prefiero una película, y te cito, «cuyo mensaje quiera trascender», una película «que esté hecha para reflexionar». Para mí eso es algo valorable y valioso. En ningún momento he negado todos los demás valores objetivables que pueda tener una película, y por tanto, es evidente que coincido contigo en lo de Paris Hilton.
Lo de que la valoración del mensaje condicione la valoración del crítico es un mal inevitable, imagino que fruto de nuestra condición de hombres. Aunque algunos lo puedan controlar más y otros menos.
Con respecto a la valoración de una obra original frente a los remakes, y también con respecto a la valoración de la capacidad de reflexión que vehicula una obra, supongo que la gracia está en la riqueza, profundidad u originalidad de la propuesta.

Cannonball
16 octubre, 2006 21:12

>>¿Acaso es posible que un criterio subjetivo sea tan general y homogéneo respecto a una misma película (entre los que entienden y valoran el cine) como para que tú, defensor del subjetivismo artístico, considere que es cuasi imposible que alguien considere al Señor de los Anillos mejor que Ciudadano Kane?

Yo no he hecho ningun juicio de valor sobre la estadistica.

>>por tu manera de escribir ese comentario diríase que consideras todas esas películas superiores a El Señor de los Anillos

A mi me gustan mas, pero eso no significa que tengan que ser superiores.

>>¿Acaso es posible que un criterio subjetivo sea tan general y homogéneo respecto a una misma película (entre los que entienden y valoran el cine) como para que tú, defensor del subjetivismo artístico, considere que es cuasi imposible que alguien considere al Señor de los Anillos mejor que Ciudadano Kane?

Pero el criterio subjetivo que prevalece es que ESDLA es mejor a Ciudadano Kane… ¿mejor abogamos por el proselitismo? ¿»Los que entienden» tienen que definir al resto de la poblacion que es arte?

>>No basta que un fulano se exprese de una manera personal y subjetiva y que diga que es arte.

Es que es la sociedad y no el artista la que evalua la obra artistica y la incorpora a su cultura.

>>Perdón, pero la expresión artística es una manifestación personal del artista/creador con voluntad y necesidad de reconocimiento.

No creo que, en general, el artista busque el reconocimiento y este tema si que daria para largo y tendido. Pero vamos, ahi tenemos el ejemplo de Herman Melville.

>>Uommmphagorg… acabo de inventarme un neologismo… nadie ha escrito nuunca Uommmphagorg…. y joder a mi me suena tela de bien… yo digo que he hecho “arte fonético”… Además para colmo, fijaos bien: el mensaje de Uommmphagorg es demostrar que la manifestación personal subjetiva con vocación artística es arte subjetivo, y que el arte subjetivo es siempre arte. Si consigo que un número de imbéciles X considere ese arte subjetivo como propio alcanzaré cotas estadística de arte.

¿Estamos hablando de Piero Manzoni?

Ragnarok
Ragnarok
16 octubre, 2006 21:14

¡Coño! (perdón) Entonces me estás diciendo que la originalidad es un valor objetivable necesario pero insuficiente para que algo se considere arte… Una maravilla copiada es cuasiartesanía.

Por otra parte te voy a poner dos casos un tanto complejos que te harán cagarte en mi: «Olimpiada» y «El acorazado Potemkin». Dos obras estéticas, artísticas, revolucionarias en su época, que consiguieron (una mediante la fotografía y otra mediante el montaje) exaltar, conmover y en cierto modo apoyar dos regímenes totalitarios. Su carácter artístico es innegable y sin embargo espero que nadie se identifique con ellas. Y eso sí… mensaje tienen. Por un tubo.

Ragnarok
Ragnarok
16 octubre, 2006 21:24

A Cannoball

Si intentas convencerme de que respetas a alguien que te dice que Starsky y Hutch le da mil vueltas al Padrino haces demagogia barata y es más: tú lo sabes. Y si intentas convencerme de que cuando escribiste lo de ESDLA no estabas queriendo decirme que la estadística (obejetividad por excelencia) no es un criterio aplicable y ahí estaba la prueba (una película claramente inferior considerada mejor que otras superiores) mientes como un bellaco. Principalmente porque no escribías ese argumento para ti, sino para mi. Admítelo al menos 😉 Por cierto no sé qué tiene que ver el proselitismo con todo esto. Y por supuesto que sí… si alguien tiene en cuenta (o respeta) la opinión crítica de un cani que va con su yeni a ver blockbusters americanos a mansalva que me lo diga.

Y bueno… cito textualmente

>>Por cierto, Ragnarok, si tenemos en cuenta que la expresion artistica es, siempre, una manifestacion personal (del artista/creador) y, por tanto, subjetivo ¿como se valora objetivamente?

Bajo bajo ese punto de vista la «mierda de artista» podría ser una obra de arte si Manzoni no la hubiera hecho con carácter de denuncia. Si hubiera creído en ella ¿quién es la sociedad para decir lo contrario? ¿en qué se basa sin criterios objetivos?

Ragnarok
Ragnarok
16 octubre, 2006 21:26

Además… ¿quién ha dicho que ese creador es un artista? ¿Por qué pones barra de equivalencia?

Cannonball
16 octubre, 2006 21:32

>>Si intentas convencerme de que respetas a alguien que te dice que Starsky y Hutch le da mil vueltas al Padrino haces demagogia barata y es más: tú lo sabes.

Sinceramente, y aunque no comparta su opinion, le respeto, te lo creas o no. Y esta en su pleno derecho.

>>¿quién ha dicho que ese creador es un artista? ¿Por qué pones barra de equivalencia?

Desde mi punto de vista, nadie puede decir que no lo sea

THALCAVE
THALCAVE
16 octubre, 2006 22:16

Yo estoy de acuerdo totalmente con Pablo. ¿Es verdad que la inmensa mayoría de la crítica considera a Casablanca una película extraordinaria?.¿No se puede decir lo mismo de Cien Años de Soledad, del Gernika, De Dark Knight, de Watchmen, de Apocalipsis Now, de blade Runner, de El Resplandor, de Centauros del Desierto, de Spirit, de Crazy Cat y de Muerte Entre las Flores?.

Hay criterios objetivos para que Jhon Ford sea idolatrado mientras que Ed Wood sea considerado el peor director de la historia. Realmente solo hay polémicas con obras muy próximas en calidad entre sí. ¿qué a tí te pareció Lost in Traslation maravillosa y a mí me pareció un cortometraje estirado hasta alcanzar (a duras penas) la hora y media?. Pues quizás es que sea un termino medio y simplemente exageramos nuestra crítica para diferenciarnos (lo cual es frecuente en todos los artes).
Yo creo en la crítica racional (y en música se hace constantemente y con pocas pifias), y en la capacidad de abstraerse de los gustos personales para evaluar una obra.
A mi nunca me ha ido el romanticismo, pero eso no quita que considere a los Puentes de Madison un peliculón. Sin embargo recuerdo a Trueba (que sabrá el triple que yo de cine) renunciar a cualquier criterio objetibo para criticar negativamente a esta película. Su argumento consistía en que no se podía vender a las marujas que debían renunciar al amor de su vida si este apareciera, porque lo fundamental era mantener unida a la familia. Decir esto es subjetividad. Criticar una película en función de tus filias y tus fobias en vez de usando la razón.

Álvaro
16 octubre, 2006 23:33

Pero Ragnarok, no crees que ese concepto de objetividad que comentas es el que da el tiempo, es decir, que existe un cuerpo teórico suficientemente amplio de consenso entre muchos críticos. Porque por ejemplo dices que «cómo es posible que un jurado de un premio por unanimidad», a lo que sólo te puedo repsonder: depende del mecanismo de votación y de la composición del jurado. Yo te puedo poner dos jurados de premios sobee cómic, uno con unanimidad y otro en que cada uno vote una cosa diferente.
Yo creo que se confunde en esta argumentación lo objetivable con lo consensuado. Es decir, en otras artes, como la pintura o escultura, existe un amplio consenso sobre lo que es de máas calidad o no, pero si te retrotraes al momento de creación de la obra, las discusiones criticas siempre han sido contradictorias. Pon el ejemplo del cubismo, hoy reverenciado como corriente artística y en su día tan despreciado como el exabrupto fonético que te inventabas (quien sabe, en el futuro a lo mejor has creado una nueva forma artística). O la obra de Bacon o Duchamp, criticada hasta la extenueación y hoy reconocida.
Si de verdad existieran esos criterios objetivables, científicos, hubieran existido desde la primera crítica que se hicera a una obra recién creada, pero la historia nos dice que durante mucho tiempo, una obra genera opiniones dispersas, contrapuestas, antagonistas o sinergéticas, y que sólo el tiempo, por una especie de selección natural, decide dejar una línea de pensamiento más o menos unificada…»objetiva».
Sin emabrgo, tanto cine como cómic son artes jóvenes y sufren el que esos criterios son todavía poco definidos. Por ejemplo, te recuerdo que hace apenas 40 años toda una generación de críticos reivindicó el género negro cinematográfico, considerado hasta entonces como cine de segunda, o el western de Ford, un director poco reconocido hasta el momento. O que Ciudadno Kane fue recibida como una pelicula mal hecha por las primeras críticas. Si realmente los criterios son científicos, un análisis pormenorizado hubiese definido estas obras como maestras desde su estreno. Sin embargo, ha sido el tiempo y el consenso entre diferentes líneas de pensamiento ý análisis crítico el que lo ha conseguido. Lo que puede llevar, por supuesto, a exabruptos, como toda una línea crítica que reivindica a Jess Franco. A mí personalmente me aprece una aberración, pero sus agrumentaciones son lógicas y construídas, aunque pienso que el tiempo dará la razón a los que estamos en contra de esa teoría.

Es decir, que abogo por una transaccional en esta discusión: los crítica puede llegar a establecer una base de criterios objetivados (que no objetivos) a través d e un consenso estabelcido con el tiempo. Pero creado desde posiciones subjetivas de análisis.
Lo que nos llevaría a que hoy por hoy, sin apenas un cuerpo real de crítica dentro del tebeo (no como en el cine, donde ya comienza a haber, aunque referido a pelñiculas con 50 años más o menos de antigüedad), la crítica es todavía subjetiva, a falta de que en un futuro el consenso lleve a estabelcer criterios objetivados…
¿Sirve? 🙂