RESEÑAS
Burbujas, de Daniel Torres; Norma Editorial; 282 págs., BN, 24 €.
Junto con la edición de material foráneo, el boom del cómic adulto español estuvo protagonizado por un conjunto de dibujantes «del país» que se habían bregado durante años y años en el trabajo de agencia. Algunos – como Jordi Bernet, Leopoldo Sánchez o José Ortiz – se mantuvieron siempre en su papel de ilustradores, estableciendo colaboración con los guionistas todoterreno del momento (léase Antonio Segura, Enrique S. Abulí o el argentino Jorge Zentner). Otros, sin embargo, presos de inquietudes comunicativas profundas dado que la Transición democrática era un periodo propicio para ello, se fueron iniciando progresivamente en la autoría completa de sus obras. Así, profesionales como Carlos Giménez, Alfonso Font, Enric Sió o Josep Maria Beà consolidaron un nuevo patrón de creador de historietas que, en buena medida, fue asumido al cien por cien por las generaciones posteriores. Y es que, tras la estela de los más veteranos, fueron surgiendo nuevos valores de la Historieta nacional que gustaron de probarse como artesanos del dibujo y la palabra. Fueron muchos. Muchos, también, se quedaron por el camino. Unos pocos, no obstante, consiguieron consolidarse como artistas de primer orden, a nivel mundial, y es así que los vemos ahora alcanzando la mediana edad con un envidiable dominio de los intríngulis del relato historietístico. ¿Qué frutos puede darnos una conjunción como esa, de experiencia vital acumulada y maestría en lo que a su disciplina artística se refiere? En el caso de Daniel Torres, la respuesta está clara: Burbujas, una obra sobre la crisis de los cuarenta y tantos contada por un maestro del Noveno Arte.
Esperemos que nadie se llame a error a tenor de la sinopsis apuntada: Burbujas no es una obra ni deprimente ni tremendista. De hecho, es una historia más bien simpática, a la que algunos tal vez podrían atribuirle los inconvenientes que mi amigo José Torralba achacaba a George Sprott. 1894-1975:»Un producto vocacionalmente concebido para hacer pensar (poco), entre reportaje y reportaje, a una clase media alta que se desayuna los domingos leyendo tranquilamente el dominical de su periódico favorito, y que gusta de sentirse inteligente mientras afronta su particular crisis de la mediana edad.»
De todas formas – al menos en lo que respecta a Burbujas – yo no veo problema alguno en lo que planteaba José. Ciertamente, Daniel Torres no pretende convertirse en adalid de la angustia existencialista ni la crisis que nos retrata adopta los visos de un interrogante irresoluble y doloroso sobre el sentido del vivir universal. Ni falta que le hace. Al protagonisa de Burbujas, supongo que como al mismo Torres, le preocupa simplemente su pequeño retazo de vida: los sueños incumplidos, las realidades desvitalizadas, las promesas rotas, la insidiosa y silente incomunicación, las exigencias ajenas… Un buen día se encuentra compuesto y sin novia o, en su caso, con lumbálgia y su solvencia profesional puesta en duda. Descubre entonces su fragilidad y el escaso control que ejerce sobre sus circunstancias, e inicia a partir de ese punto un particular viaje interior para poder reencontrarse a sí mismo. Todo ello contado con mucho humor y con mucho oficio por parte de Torres, quien aprovecha con sencillez las escasas posibilidades de diseño de página que posibilita el formato de Novela Gráfica para narrar con agradable fluidez, al tiempo que encuentra verdaderos hallazgos simbólicos con los que acercarnos a la entraña del personaje… Llegados al final, son esos referentes simbólicos que configuran el mundo interior del protagonista los que – sin palabras – nos dan las claves de su proceso de reconciliación consigo mismo… pero eso es algo que yo no les voy a destripar 😉
[Interesante entrevista al autor sobre la presente obra]
Planeta Extra, de Diego Agrimbau y Gabriel Ippóliti; Planeta DeAgostini; 80 págs, color, 13,95 €.
Aunque Agrimbau e Ippóliti sean argentinos afincados en Argentina – y sin ánimos de reavivar cierta polémica sobre la españolidad de ciertos autores «de fuera» que llevan ya muchos años entre nosotros – he escogido reseñar Planeta Extra en Píldoras Nacionales por dos razones:
Por un lado, porque éste ha sido un cómic promovido, producido y editado en primera instancia por una editorial española y, si algunos ponían en duda al inicio de esta sección la nacionalidad de productos como Brujeando o Ken Games por el hecho de haber sido costeados con capital francés, algo de español tendrá este tebeo si ha sido sufragado y alimentado por una empresa de nuestro territorio.
En segundo lugar porque Agrimbau e Ippóliti son la repanocha y en Planeta Extra vuelven a demostrarlo, así que cualquier excusa es buena para hablar de ellos 😀
El presente trabajo sigue la estela de obras anteriores de este duo (El último sur 1: La burbuja de Bertold , El último sur 2: El gran lienzo) en su uso de la ciencia ficción como proyección y metáfora de nuestra realidad. Ocurrentes resultan los paralelismos que establecen Agrimbau e Ippóliti entre lo que se ha dado en llamar Tercer Mundo y la Tierra como tercer planeta del Sistema Solar, así como también entre el Primer Mundo comandado por Estados Unidos y el Viejo Continente y uno de los satélites de Júpiter bautizado – casualmente – con el nombre de Europa. Es a partir de esos mimbres que nuestros autores confeccionan el escenario de un relato que, posiblemente, tendrá mucho de la Argentina del Corralito que veía como sus hijos marchaban del país en busca de veredas menos empobrecidas. Pero, mientras que este tipo de planteamientos fantástico-políticos cercanos a ciertos clásicos de nuestra ci-fi como El Eternauta (Héctor Germán Oesterheld y Gabriel Solano López) o La ciudad que nunca existió (Pierre Christin y Enki Bilal) están en consonancia – como decíamos – con lo que estos dos creadores ya nos ofrecieron en sus colaboraciones previas, Planeta Extra va todavía más allá.
En cierta manera, siendo el retrato que hacen de nuestro futuro un tanto más social que en la serie de El último sur, Agrimbau e Ippóliti incorporan a esta última obra una mayor riqueza de ambientaciones. Su mirada ya no se centra solamente en los protagonistas de la peripecia argumental que han decidido presentarnos y, de esta forma, juegan con fondos y figurantes a la manera de Muñoz y Sampayo (también argentinos) para que, así, el marco de Planeta Extra devenga también protagonista de pleno derecho de la historia.
Sin embargo, no es ésta la mayor cualidad que estos autores consiguen dominar por primera vez a la perfección en su tercera propuesta conjunta entre nosotros. En Planeta Extra, a diferencia de lo que ocurría en sus otras obras, los personajes cobran verdadero peso, son mucho más que simples alegorías conceptuales, y desde ahí establecen una fecunda y polifacética interrelación que insufla un profundo humanismo al todo argumental. De forma semejante a lo que en el cine argentino han venido haciendo directores como Juan José Campanella y Fabián Bielinsky, Agrimbau e Ippóliti presentan un elenco de perdedores que acaban dedicándose al granujeo como única vía de escape ante una realidad decepcionante. Con sus miserias, ilusiones y pesares se ganan nuestra simpatía y, cuando literalmente les vemos con el agua al cuello, nos damos cuenta de que se han hecho también con nuestro afecto. Es entonces que ese mundo suyo se vuelve verdaderamente nuestro para que así, cuando el relato llega a su desenlace, sintamos con los personajes que, al final, todo está bien.
Por todo ello, porque Ippóliti es un mago del dibujo y del color y Agrimbau domina cada día con mayor solvencia los distintos engranajes del relato gráfico, Planeta Extra es… nuestra recomendación de la semana.
Nota: En caso de que seas un editor que publique material de autores nacionales y te interese colaborar con esta sección ponte en contacto con nosotros en la siguiente dirección de e-mail: info@zonanegativa.com
Nota: En caso de que seas un autor nacional y que estés interesado en hablarnos de una obra tuya que se va a publicar en breve por favor ponte en contacto con nosotros en la siguiente dirección de e-mail: info@zonanegativa.com
Cortocuentos, de Borja Crespo y Chema García; Astiberri Ediciones; 128 págs, color, 17 €.
«Así como al tuntún, Crespo y García han acumulado un montón de historietitas mínimas en su formato, pero grandes en sus hechuras y, a veces, en el espacio que recrean, en el aire que transpiran.
De la estructura basada en la «punch line» final de algunas al «cogito interruptus» (historias apenas intuidas, dejadas voluntariamente a medias, que el lector debe completar según le parezca) de otras, Crespo compone un universo melancólico, a retazos, un poco mágico y un muy cotidiano. A veces poético, a veces metafórico y a veces cabroncete. Siempre divertido, eso sí.
Le acompaña, en un ejercicio camaleónico, un García en plena forma gráfica, protéico, un momento guiñando hacia Gorey, otro hacia el Banksy de los graffitis londinenses, pero absolutamente coherente con ese tono suyo, entre el underground marciano americano y la tradición, no menos marciana, de nuestra querida Bruguera (me chifla, qué queréis que os diga, cómo se le va la pinza al Chema y como lo integra todo sin que se noten las costuras).
Un consejo, si me permitís, los cuentos son cortos, pero merecen leerse despacito, saboreándolos; solo así el efecto conjunto del texto minimalisma y la exhuberancia visual crean una música envolvente y muy acogedora.
Igual podéis aprovechar la coyuntura y abriros un Rivera medio en condiciones para acompañar.
A lo mejor no lo parece, pero es puro tebeo.»
Ángel Sefija con el sexto sentido, de Mauro Entrialgo; Astiberri Ediciones; 80 págs., color, 13 €.
«Parece que el contar con un recopilatorio de las historietas de Ángel Sefija a finales de año, se está convirtiendo en otra tradición navideña, una de las más placenteras.
Cuando empiezas a leer un álbum de Mauro, ya no puedes dejarlo hasta leer la última solapa, donde en esta ocasión el autor hace un pequeño juego que no desvelaremos.
Lo que Mauro nos cuenta, se puede leer muchas veces, y aunque hayamos seguido a su personaje en El Jueves semana tras semana, Ángel Sefija siempre gana en cada relectura..
Después de mucho tiempo, solo Mauro nos puede seguir sorprendiendo con páginas como “Cuatro tipo de polímeros termoplásticos”, “Cuatro tipo de personas según su manera de poner el lavavajillas”, “Cuatro maneras de matar cucarachas”… Divertidísimo.»
Ken games 2: Feuille, de José Manuel Robledo y Marcial Toledano; Diábolo Ediciones; 48 págs., color, 15,95 €.
«En Ken games 01 Robledo presentaba a los personajes y mostraba como la única forma que tenían de sobrevivir era llevando una doble vida; esto es, sosteniendo su existencia sobre una mentira, o sobre una media verdad. Ahora, las dobles vidas de los protagonistas interseccionan y la tensión se eleva hasta límites que la adrenalina del lector no puede más que agradecer.
El guión es una pieza de relojería que avanza in crescendo en tres frentes con unos diálogos acertados, aunque no demoledores ni lapidarios, que profundizan en el carácter de los personajes. Ken Games juega con elementos más que sobados en el relato de género (el boxeador fracasado, el tahúr súper-espabilado y la muñeca asesina falta de cariño), pero les da un discurso unificado y no baladí: ¿Es la mentira el territorio de juego de la vida humana?
El dibujo de Toledano es notable, tiene un toque manga en los personajes y un entintado resultón que logra que el dibujo aparezca nítido en el formato de álbum francés con tropecientas viñetas por página. Lo que es sobresaliente es la narración gráfica que emplea, todo un festín para los sentidos. Un pequeño pero sería la estrecha gestualidad de los personajes femeninos; tal vez achacable a unos ojos superlativos.
Si sirve el símil, diremos que hemos asistido a la presentación de las piezas, al intercambio de golpes para dominar el tablero y nos aguarda un festín que debe culminar con un apoteósico jaque mate.
¿Es Ken Games un cómic inscrito en la tradición española o deberíamos englobarlo en la tradición francesa? Toledano y Robledo aplazan este debate mediante la única dilación posible en la respuesta. Se opine lo que se opine, lo que es seguro es que se convendrá en que es un gran cómic.»
Archivo de Píldoras nacionales.
PLANETA EXTRA una de las sorpresas de éste año,sin lugar a dudas.Me ha ofrecido más de lo que esperaba,..Un gran cómic,sí señor.
Saludos!
PD:Alguien se ha leido SAVE OUR SOULS que ha publicado recientemente Apa Apa??
No se ha oído casi nada de él.
Pues particularmente yo es la primera vez que oigo mencionarlo. Me informaré.
Si te ha gustado Planeta Extra, prueba también con la serie Último Sur, de los mismos autores. Probablemente también te gustará. El apartado gráfico tiene un acabado más preciosista que Planeta Extra y a nivel argumental la ambición creativa es incluso mayor que en este cómic, aunque creo que Planeta Extra tiene un guión más equilibrado en sus distintas parcelas (ideas subyacentes, contextualización, caracterización…)
Justo hace una semana acabé de leer Burbujas. Desde entonces no dejo de recomendarlo a amigos y familiares.. hasta el punto de ser un plasta. Pero es que desde la «reflexión» de la primera página ya me di cuenta que este cómic prometía y para nada me ha decepcionado. Un uso de los diálogos, que sólo un maestro como Daniel Torres, puede llevar a cabo. Fresco. original, sentimental y a la vez gracioso! Y mira que no tengo ni cuarenta ni mucho menos la susodicha crisis, pero el personaje posee tanta empatía, que aunque muchas de las comparaciones no fueran a referentes a acontecimientos de mi generación, me sentí muy identificado.
Leedlo!!
Suscribo lo dicho por Slayton. Tal vez no haya quedado del todo reflejado en la reseña, pero el despliegue de esta «crisis» ante el lector combina con gran frescura la reflexión con el humor y hace que la lectura sea muy agradable.
Bueno, por fin me habéis contestado con respecto al correo que os mandé por si estabais interesados en mi primer comic editado, y la verdad, si los é no os digo nada. La respuesta ha sido que como no me llama la atención tu comic, que sepas que le voy a hacer una reseña mala, así, sin ver ni una sola pagina.
Entiendo que no llame la atención, que la primera impresión sea que no te va a gustar, y no pretendo que te tenga que gustar mi comic ni a ti ni a nadie, pero que sin haberlo visto lo tengas tan claro, no lo entiendo.
Yo he leido Save Our Souls y me parece que el empieza bien la historia pero al poco se vuelve bastante repetitivo eincluso soez…
Bueno, Toni Boix ha contactado conmigo de nuevo y me ha aclarado lo que quería decir, todo ha sido un pequeño malentendido, no quería decir que fuera hacer una mala reseña de mi comic sin haberlo visto, si no que no me garantiza que pueda hacer una buena, ya que el tema sobre el que trata no es algo que en principio le atraiga, y eso es algo que sí entiendo perfectamente.
Eso es todo, solo quería aclararlo, y reconocer que mi reacción ha sido un poco exagerada.
Saludos
Mira jbg, deja que te dé un pequeño consejo: los autores noveles tienen que saber diferenciar entre conservar su dignidad por encima de estar empezando y resultar chulos, arrogantes y altivos. Pedirle a alguien que lea tu cómic y lo reseñe no es pedir ningún gran favor, así que no tienes que compensar ninguna vergüenza con la exhibición de soberbia que diste la semana pasada o que estás dando ésta… exigiendo una pronta respuesta a tu correo de muy malas maneras –podría haberse preguntado lo mismo con más amabilidad–, mostrándote agresivo o intentando resultar coercitivo amagando con escándalos a partir de las interpretaciones de una conversación privada entre tú y los responsables de la web.
A los lectores de la web, entérate bien, nos importa un mojón el proceso de promoción de tu primer cómic editado o los correos que intercambies o dejes de intercambiar con Toni Boix & Co. Y estamos a un paso de que nos importe un mojón el propio cómic… que el autor te empiece a caer como una patada en los cojones quita las ganas, créeme, de comprar y leer nada. Si esta gente acaba leyendo tu cómic y dice que es una mierda los acusarás sin duda de algún tipo de represalia, pero a mí me da igual que me acuses de represalia al no comprar el tebeito. Al fin y al cabo me gasto el dinero donde quiero.
Así que eso es un consejo que te doy: cuando se está empezando y se tiene aún que demostrar lo que uno vale es mejor ser amable y campechano. Nadie lo va a confundir con mendigar y tendrás muchas más oportunidades. Más en este mercado, cada vez más dado a moverse por autores que por personajes, iconos o cabeceras. Un saludo.
¿Me conoces de algo? ¿y yo a tí? Hablando en tu idioma, a mí me importa un mojón lo que tú pienses de mí o de mi comic, mucho consejo das tú y lo primero que haces es insultarme. Consejos vendo que para mí no tengo
Juan Muñoz, ese rapapolvo es totalmente desproporcionado e innecesario. Imagino que Toni Boix puede defenderse solito de los «ataques» de jbg sin necesidad de ningún perro de presa cuya ayuda no ha solicitado. Parece bastante claro que las cosas se han aclarado entre ambos, hay disculpas de por medio y todo parece zanjado.
En mi opinión, si alguien parece chulo, altivo y arrogante por aquí, ese no es jbg.
Un saludo.
De toooooooda la producción de cómic que no sea manga, siempre acabo pillando los recopilatorios de Angel Sefija y resto de obras de Mauro, vamos, es que ni lo puienso (excepto si el precio es muy caro, como alguna obra suya publicada hace años, bastante antes del Como Ser un Hijo de Puta, creo recordar que eran obras teatrales algo así), o sea que imagináos la importancia que tiene. Y por lo que veo no decae en su mirada y humor satírica y punzante, que así sea por muchos años.
Gran trabajo como siempre, Toni. Si pudiese me pillaría Burbujas o al menos lo consideraré, aunque sería lo primero de Torres que tengo, y me da un poco de cosa, no me acaba de convencer el dibujo de su Rocco Vargas, aunque parece que está teniendo bastante éxito en el canal infantil de TVE Clan con la versión animada (es un decir) de Tom.
Creo que la mejor obra de Daniel Torres, a años luz de todo lo demás porque es una maravilla absoluta tanto de dibujo como de guión, es La estrella lejana. Pertenece al ciclo de Roco Vargas y dudo de que hoy por hoy pueda conseguirse independientemente a no ser en alguna tienda con descatalogados (se trataría de conseguir el Cimoc Extra Color 26), pero es un tebeo absolutamente fantástico: transmite a la perfección un ambiente temporal y emocional de indudable atractivo romántico y todos los personajes están perfectamente esculpidos, rebosando carisma.
Dado que el ciclo de Roco Vargas se desarrolló a lo largo de muchos años, existen muchas discrepancias en él en cuanto a grafismo y tono de las historias, es por eso que recomiendo encarecidamente sólo este cómic (si alguien quiere tener toda la serie, es bien libre de apostar por ella, por supuesto). Por suerte para todos, La estrella lejana está tan bien hecho que puede leerse sin necesidad de haberse leido nada más. O sea que ya sabéis, aprovecho el comentario de Jordi Querol para recomendaros encarecidamente que os regaleis este cómic para estas Navidades: no os defraudará.
Mipey, que bueno!
No se ha notado!
XDDD
Explíquese, Sr. Lizzard.
eehhh…
Pues va a ser que hoy no acepto peticiones.
Otro día quizás.
Curioso como algunos tiran la piedra y luego esconden la mano
Eso es verdad de la buena. A mi nunca me hizo falta. Soy manco… de las dos. XDDD