#ZNCine – Crítica de Segundo Origen, de Carles Porta

1
900

 

Dirección: Carles Porta
Guión: Marcel Barrena, Carmen Chaves, Bigas Luna, Carles Porta, David Victori (Novela: Manuel de Pedrolo)
Fotografía: Albert Pascual
Reparto: Rachel Hurd-Wood, Andrés Batista, Sergi López, Ibrahim Mané
Duración: 102 minutos
Productora: Antartida Produccions / ICIC
País: España

 

Mecanoscrito del Segundo Origen de Manuel de Pedrolo es una de las novelas más populares y vendidas de la literatura catalana, una lectura obligatoria en muchos institutos y colegios que nos habla desde el marco de la ciencia ficción del paso de la infancia a la adolescencia y el abandono de esta última por la madurez. Este clásico se publicó en 1974, en los últimos estertores del régimen franquista y, por tanto, también habla de un nuevo comienzo, una segunda humanidad que funciona como metáfora del ansiado cambio social y político que llevaba décadas esperando la sociedad catalana y española. La historia presenta a la Alba y el Dídac, unos jóvenes del pequeño pueblo de Benaura, de catorce y nueve años respectivamente, supervivientes de un cataclismo provocado por un ataque extraterrestre a la Tierra que les obligará a sobrevellar un duro día a día en un mundo lleno de peligros y recuerdos rotos. Este relato se hizo ya muy conocido en Catalunya en los años ochenta debido a una adaptación televisiva producida y emitida en el canal autonómico de TV3. La novela ha sido traducida además a diversos idiomas. Pero, a pesar de ello, Mecanoscrito del Segundo Origen sigue siendo un clásico a descubrir para muchos aficionados a la ciencia ficción. Hace unos años la productora catalana Antàrtida Produccions adquirió los derechos de la obra para realizar una adaptación a la gran pantalla que estaría escrita y dirigida por el fallecido Bigas Luna. El proyecto siguió adelante sin él convirtiéndose la película, titulada simplemente como Segundo Origen, en un homenaje póstumo al cineasta en manos de su compañero Carles Porta, heredero de su sillón en la dirección.

El guion de la película tiene aportaciones de Bigas Luna y Carles Porta pero han sido Marcel Barrena, Carmen Chaves y David Victori los encargados de matizarlo intentando actualizar la premisa original de Manuel de Pedrolo a los nuevos tiempos y a una realidad que pese a los cambios mantiene ciertos paralelismos con la época de la Transición durante la cual el autor concibió su obra más famosa. En este sentido, resulta inevitable ver en Segundo Origen el halo de las reivindicaciones independentistas, no por casualidad Manuel de Pedrolo siempre ha sido un referente intelectual para la izquierda catalanista y su famosa obra se presta con facilidad a la jugosa metáfora aunque sus letras sean más sutiles y naturales que la película de Carles Porta que necesita recurrir al “estímulo futbolístico” para intentar implicar al espectador. El filme rodado en su versión original en catalán cuenta con un escueto reparto encabezado por joven actriz inglesa Rachel Hurd-Wood, una decisión de casting sorprendente justificada en el guion por el trabajo de profesora de inglés de la protagonista, y Andrés Batista e Ibrahim Mané que encarnan en ambos casos a Dídac como niño y adolescente respectivamente. En roles más secundarios tenemos a Sergi López y Philip Hurd-Wood, el primero como verdadero generador de caos de la historia y el segundo el pretendido incentivo a la filosofía de vida de sus sufridos personajes principales.

La adaptación de un libro como Mecanoscrito del Segundo Origen no resulta sencilla, no por su trama, nada enrevesada ni excesivamente compleja, más bien directa y lineal hasta atravesar el corazón, y tampoco por las grandes escenas de acción que no existen en su argumento, sino por sus sensaciones, por el tono dulce de la prosa de Manuel de Pedrolo que esconde una gran capacidad para plantear verdaderos dilemas morales derivados de su geografía postapocalíptica. Su traslación a la gran pantalla requiere de una sensibilidad de relojero. La primera lectura de esta obra nos puede recordar la cruda fábula de El Señor de las Moscas de William Golding o la punzante desolación de Cormac McCarthy en la más reciente La Carretera, sin olvidar un cierto trasfondo a El lago azul, ese peliagudo clásico cinematográfico dirigido por Randal Kleiser, y basado en la novela del mismo título de Henry De Vere Stacpoole, con el que Mecanoscrito del Segundo Origen comparte maneras a la hora de acercarse a temas como la sexualidad y los cambios de la adolescencia. Todo esto está de alguna manera en la película de Carles Porta pero, por desgracia, desprovisto del punto fuerte de la novela, su valentía a la hora de transgredir limites, su manera de poner el dedo en el ojo y plantear cuestiones difíciles sin por ello dejar de ser consciente de su condición de sencillo y accesible relato de autodescubrimiento.

segundo-origen-1
Rachel Hurd-Wood y Ibrahim Mané en una escena de Segundo Origen

De esta manera, lo que en el libro se siente natural y arriesgado en la película resulta artificioso y conservador, sus protagonistas apenas se enfrentan a los estragos de la supervivencia, la trama no nos ofrece verdaderos momentos de tensión y sus actores parecen desconcertados y, pese a sus esfuerzos, incómodos de tener que cargar con el peso de la mayor parte de la producción. En este sentido, flaco favor se hace a la historia el vincular el que pretende ser uno de sus pasajes más emotivos y relevantes con ese gratuito “estímulo futbolístico” que comentábamos anteriormente, lo que parece un espacio patrocinado por el F.C. Barcelona, en una escena situada en un Camp Nou derruido, en el que se incluso podemos escuchar el famoso himno del club catalán mientras vemos a su protagonista masculino intentar imitar a Lionel Messi y su compañera hace las veces de reportera improvisada. Este momento mejor que ningún otro da muestra del fracaso de la adaptación cada vez que intenta acercarse a la dura calidez del libro; la película intenta replicar ese árido y depresivo ritmo de la obra original que no impide a Manuel de Pedrolo esculpir imágenes muy poderosas en nuestra mente, pero sus sentimientos y emociones, sus reflexiones y su esperanzadora filosofía sobre el apocalipsis, tan rica e interesante sobre el papel, no florecen con la factura técnica desplegada por Carles Porta en Segundo Origen.

Es meritorio su desempeño en este apartado, sobre todo si tenemos en cuenta que estamos hablando de su debut en la dirección de un largometraje de esta talla. No obstante, bien sea por temas de presupuesto, o por otras cuestiones, la historia se centra especialmente en los parajes rurales aislados y remotos, tomando muy en segundo plano la ciudad de Barcelona y desperdiciando los recovecos de su arquitectura como si supieron hacer Àlex Pastor y David Pastor en la superior y rescatable Los últimos días que también se atrevió a situar el fin del mundo en tierras catalanas. El Segundo Origen de Carles Porta nos deja, por desgracia, un balance muy pobre, una producción que no alcanza a su referente y no consigue jugar con sus planteamientos ni contarnos nada diferente a lo ya visto acabando por naufragar en terrenos muy convencionales que no aprovechan los puntos fuertes de la narrativa de Manuel de Pedrolo. Es una película a la que le falta alma, con una interpretación de la historia que le ha hecho prescindir de ciertas características que la hacían especial, confundiendo la sencillez y sobriedad con lo ligero y contenido de su guion y puesta en escena. La misma mezcla de elementos en otras circunstancias, y con una mayor ambición, podrían haber dado mejores resultados pero no ha sido este el caso, por lo que solo acabe abonarnos a esa frase hecha tan recurrida: «el libro es mucho mejor».

  Dirección: Carles Porta Guión: Marcel Barrena, Carmen Chaves, Bigas Luna, Carles Porta, David Victori (Novela: Manuel de Pedrolo) Fotografía: Albert Pascual Reparto: Rachel Hurd-Wood, Andrés Batista, Sergi López, Ibrahim Mané Duración: 102 minutos Productora: Antartida Produccions / ICIC País: España   Mecanoscrito del Segundo Origen de Manuel de Pedrolo…
Dirección - 4
Guion - 4
Reparto - 4
Aspecto Visual - 6

4.5

VALORACIÓN GLOBAL

La adaptación del clásico de la literatura catalana Mecanoscrito del Segundo Origen, en manos del debutante Carles Porta, se salda con una decepcionante producción que se ve incapaz de sacar fruto de los puntos fuertes de la novedad dejando en su lugar una historia carente de fuerza y alicientes para ofrecernos algo diferente al habitual relato postapocalíptico.

Vosotros puntuáis: 6 ( 3 votos)
Subscribe
Notifícame
1 Comment
Antiguos
Recientes
Inline Feedbacks
View all comments
Alejandro Ugartondo
Autor
27 octubre, 2015 23:03

Pues vaya chasco. Tenía ganas de verla porque el libro me gustó mucho pero después de esta crítica se me han pasado las ganas. Es una pena que Bigas Luna no pudiera desarrollar el proyecto ya que por lo menos hubiera hecho algo con un poco más de personalidad.