ZN Series – Cómo conocí a vuestra madre. Novena Temporada. De cómo enamorarse y sobrevivir al intento

 

Género: Comedia romántica, Drama
Creador: Carter Bays y Craig Thomas
Reparto: Josh Radnor, Jason Segel, Cobie Smulders, Neil Patrick Harris, Alyson Hannigan, Cristin Milioti, Bob Saget
Producción: Bays & Thomas Productions y 20th Century Fox Television
Canal: CBS
País: Estados Unidos

 

Durante nueve temporadas ese arquitecto algo soñador y un poco snob llamado Ted Mosby nos estuvo contado una larga y retorcida historia sobre cómo conoció a la madre de sus hijos. La resolución a las pesquisas y diatribas amorosas del personaje interpretado por el actor, guionista y director Josh Radnor llegaban a su clímax en Estados Unidos a principios de este mismo año y, como suele pasar en estos casos, la resolución no llovió a gusto de todos. Para muchos espectadores Cómo conocí a vuestra madre siempre había tenido fecha de caducidad y esta había sido rebasada desde hacía bastante tiempo desvirtuando su planteamiento original y perdiendo gran parte de su magia. No hay que perder de vista que en la caja tonta las historias acostumbran a morir de éxito y no son pocas las que protagonizan una deshonrosa huida hacia adelante para exprimir hasta su última gota de sangre. Pero para otros tantos aficionados, como se suele decir, el viaje ha sido lo importante, compensando sobradamente sus defectos. En muchos aspectos la serie emitida en la CBS no dejaba de ser una sitcom clásica, con sus lugares comunes y sus risas enlatadas, pero era su forma de contar las cosas, su narrativa, la que marcó distancia con el resto de cabeceras de la hoy rica y variada parrilla estadounidense.

No sabemos exactamente cómo pudo cambiar la visión de sus creadores, Craig Thomas y Carter Bays, a la postre también guionistas y productores ejecutivos de su criatura, desde el estreno de la serie allá por el último cuarto del año 2005 y hasta los capítulos finales de su novena temporada. Pero lo que sí parece es que las aventuras del quinteto de amigos encarnado por Josh Radnor, Neil Patrick Harris, Cobie Smulders, Alyson Hannigan y Jason Segel tenían claro su punto y final desde un primer momento. Esto les ha ayudado, pese a cierta deriva en sus temporadas finales, a mantener el rumbo y los principios de su filosofía así como el cariño por sus carismáticos personajes y su fábula televisiva. De esta manera, la última temporada de esta comedia romántica serializada en capítulos de poco más de veinte minutos ha supuesto la despedida de una de las cabeceras que en sus mejores tiempos podíamos calificar sin problemas como una de las más frescas, originales y divertidas del panorama televisivo estadounidense. La serie concebida por Craig Thomas y Carter Bays siempre ha jugado con ese punto característico de nostalgia, cruel en ocasiones pero sincera hasta en sus mentiras al nacer del propio conocimiento. El espectador ha conectado fácilmente con sus protagonistas y disparatadas situaciones porque pese al humor y la parodia los guiones del show se basan en historias, relatos y vivencias barnizadas con el halo personal de sus responsables.

Esto ha posibilitado reconocer en Cómo conocí a vuestra madre una de esas sitcoms generacionales capaces de retratar el espíritu y la mentalidad de los tiempos en los que se enmarca, como hicieron a su manera Friends, Seinfeld o Cheers. En este punto el espectador acaba atrapado por el contenido pero también y, especialmente, por las formas y maneras de la propuesta. Lo mejor de esta serie era su rapidez de ideas y planteamientos, las vueltas y giros para relatar sus historias con unos guiones ingeniosos, ácidos e imprevisibles. Empezando por ese tramposo narrador con la voz en off de Bob Saget hablando desde el año 2030 y contándonos sus vivencias más desde la melancolía y el corazón que desde la realidad y la fidelidad exacta a los hechos a los que hace referencia. Este cuentacuentos moderno, con la ayuda indispensable de los responsables de la serie, plantea todo un rompecabezas con sus propios recuerdos, se sirve de flashbacks, cliffhangers y todo tipo de recursos a su alcance para acercarnos sus experiencias pasadas con el amor y la amistad en una Nueva York que pese a limitarse habitualmente a unos pocos escenarios acaba cuajando como un personaje más de la ecuación. Esas emotivas y azucaradas escenas no aptas para diabéticos, los chistes sobre canadienses, los inacabables trucos y retorcidas teorías de ligoteo, los guiños y referencias a la cultura pop, los encuentros y desencuentros entre sus entrañables protagonistas…

Para lo bueno y lo malo, esto ha sido Cómo conocí a vuestra madre, una cabecera aplaudida por la crítica con hasta 28 nominaciones a los Premios Emmy, con mención especial para Neil Patrick Harris que recibiría también su reconocimiento en los Globos de Oro y se alzaría con el People´s Choice Award con el que también sería galardonada su compañera Alyson Hannigan y la misma serie en la categoría de Comedia de Televisión Favorita. En la dirección la estabilidad ha estado asegurada por el trabajo de una entregada Pamela Fryman que sólo puntualmente ha cedido su puesto a Rob Greenberg, Michael Shea o al mismo Neil Patrick Harris que firmaría el capítulo titulado Jenkins. En los guiones el corazón lo han puesto Craig Thomas y Carter Bays y lo han apuntalado una larga lista de colaboradores como Matthew Zinman, Matt Kuhn, Chuck Tatham, George Sloan, Stephen Lloyd, Joe Kelly o Chris Harris. Todos aportando su granito de arena a la gran epopeya de Ted Mosby que partiendo desde el futuro comenzaba en 2005 cuando sus mejores amigos, Marshall Ericksen y Lily Aldrin, toman la decisión de casarse después de nueve años de compromiso. Este hecho hace replantearse al arquitecto neoyorquino su vida amorosa llegando a la conclusión de que los tiempos de correrías con su compañero Barney Stinson ya no le llenan, ha llegado el momento de sentar la cabeza y la atractiva reportera canadiense Robin Scherbatsky parece la chica perfecta para ello.

La búsqueda del amor ha copado los guiones de la serie y sirvió para definir un estilo muy personal a la misma. Pero hay que reconocer que la novena temporada ha intentado cambiar un poco las reglas con resultado agridulce, tanto por su final como por la decisión de extender a toda una temporada una trama que podría haberse resumido y sentenciado en un par de capítulos. La boda de Barney y Robin ocupa un tiempo material innecesario y limita en cierta manera los guiones de una serie que precisamente había destacado por ellos. La apuesta de sus creadores ha pasado por intentar marcar el primer encuentro de Ted y Tracy de toda una suerte de coincidencias y providencias casi divinas -refrescando muchos pasajes y personajes pasados de la serie- complementarios con la comedia pero insertados en un argumento que se acaba sintiendo la mayor parte del tiempo como impuesto y carente de fuerza. Finalmente, en los últimos tres capítulos de esta temporada la serie toma conciencia de sí misma presentándonos la conclusión a tantos quiebros sensibleros de esa manera tan terriblemente melancólica y triste característica de la producción. Porque Cómo conocí a vuestra madre ha sido una historia de amor pero no sólo romántica, no ha sido un simple y habitual «enamorarse y sobrevivir al intento», sino también un relato de amor surgido del calor de la verdadera amistad y, por extensión, del reconocimiento de esa otra familia a la que sí acabas eligiendo.

En definitiva, en Cómo conocí a vuestra madre subyace una lección, dura y áspera, sobre la manera en qué cambian los años a las personas y sus aspiraciones, de lo que se aprende de los reveses y fracasos, del lado oscuro de los sueños cumplidos y las alegrías de la vida. De lo que significa de verdad madurar y hacerse cargo de nuestra vida. En ese sentido, Craig Thomas y Carter Bays nos ofrecen un final a la altura de los grandes momentos de la serie, arriesgado y valiente pero también natural y verosímil con sus personajes y su historia. Esto nos reconcilia con esta producción, aceptando sus defectos, por exceso y tono, de su última temporada. No queda otra a la hora de despedirnos que alabar los mejores instantes de su engranaje aún cuando la serie pudiese pecar en ocasiones de gustarse demasiado a sí misma o cuando parecía olvidarse del sentido de su viaje. Nos quedan las amenazas de secuelas y spin-offs aunque, por ahora, parece ser que la prometida How I Met Your Dad ha sido descartada por la CBS y sus creadores. Para los que de verdad echen de menos su ración de Cómo conocí a vuestra madre tienen como opción acercarse a «las películas de Ted Mosby», su alter ego Josh Radnor ha dirigido y guionizado en los últimos años un par de simpáticas películas como HappyThankYouMorePlease -con Kate Mara y Malin Akerman– y Amor y Letras -al lado de Elizabeth Olsen– con un tono y espíritu tan similar a la serie que protagonizó durante nueve años que bien podrían pasar por capítulos extendidos y especiales de la misma.