Vengadores: Operación Tormenta Galáctica

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Edición original: marzo-mayo-1992-Marvel Comics
Edición España: 2009 – Panini Comics
Guión: Mark Gruenwald, Roy Thomas, Dann Thomas, Gerard Jones, Bob Harras, Len Kaminski, Tom DeFalco
Dibujo: Rick Levins, Dave Ross, Jeff Johnson, Steve Epting, Paul Ryan, Pat Oliffe, Greg Capullo, Rurik Tyler
Entintado: Tim Dzon, Danny Bulanadi, Harry Candelario, Bob Wiacek, Tom Palmer, Dan Panosian, Al Milgrom
Color: Christie Scheele, Tom Palmer, Mike Rocwitz
Portada: Steve Epting, Tom Palmer
Precio: 9,25 € (Serie limitada de tres tomos de la línea Marvel Gold)

 

Cuando una colección o franquicia lleva ya cierto tiempo en el mercado (pongamos unas cuantas décadas) es normal que formen parte del paisaje local discusiones en torno a las mejores etapas (por una y otra punta) de la misma. En el caso de Los Vengadores, hablamos de una serie que pronto alcanzará la apreciable cota de medio siglo de existencia y que actualmente conforma la columna vertebral de la franquicia marveliana. Sin embargo, su privilegiada posición actual ha sido consecuencia de una serie de cambios creativos y editoriales que no han gustado a todo el mundo y que han generado interminables discusiones entre integrantes de la facción que gusta del concepto vengativo tradicional (más bien el configurado por Jim Shooter a finales de los setenta) y militantes del colectivo que defiende la labor de Brian Michael Bendis como refundador y actualizador del mito vengador. En estos casos, unos y otros echan mano de la socorrida mirada atrás para encontrar ejemplos en el pasado de la franquicia para explicar una evolución en positivo o en negativo. Un buen elemento de discusión podría ser Operación: Tormenta Galáctica, la saga que en 1992 reunió y enlazó a todas las colecciones de la franquicia vengadora, gozando de una relativamente reciente reedición de la mano de Panini.

Ahora que vuelven a estar de moda (para deleite de algunos y lamento de otros) las historias que recorren en forma de capítulos varias series regulares, no está de más recordar que veinte años atrás el formato estaba en el pináculo de su explotación. Eventos como Crisis en Tierras infinitas o Secret Wars habían abierto una rentable caja de los truenos que luego se explotaría hasta la náusea, hasta el punto de programarse un evento anual de repercusión creciente. Primero fueron La masacre mutante y La caída de los mutantes, aprovechadas por Claremont y sus escuderos para cerrar tres cabos sueltos en la franquicia-x y abrir siete frentes nuevos. Cada una de estas sagas tuvo un pálido reflejo en la forma de episodios sueltos en otras colecciones protagonizadas por Daredevil, Thor o los Cuatro Fantásticos. Nada serio, pero después vino Inferno, donde el número de capítulos creció, abarcando a más colecciones no mutantes y el más difícil todavía vino de la mano de Actos de Venganza, donde la práctica totalidad de los héroes marvelianos tenía que partirse la cara con enemigos no pertenecientes a su galería tradicional de villanos. La fórmula tenía sus alicientes: las colecciones y personajes más populares podían arrastrar lectores hacia sus colegas menos afortunados, al tiempo que se reforzaba la visión unitaria del universo de turno. Sin embargo, también tenía sus contrapartidas negativas. Por lo general, había autores que consideraban los cruces como imposiciones editoriales que rompían el ritmo de su planificada actividad, por lo que no han sido escasas las renuncias motivadas por tal causa, ni los refugios en colecciones teóricamente secundarias para poder gozar de más libertad.

A principios de los noventa del siglo pasado, Marvel se enfrentara a la defección de los llamados “siete magníficos”, los autores que marcharon a fundar Image Comics. La aparición de este nuevo competidor trajo consigo un pulso entre las editoriales ya establecidas y un puñado de nuevas empresas que, con mayor o menor fortuna, iban a intentar disputar un mercado donde, se creía, todo –o casi- eran habas contadas. Al mismo tiempo, los Estados Unidos acababan de salir victoriosos de la Primera Guerra del Golfo (aún ignorábamos que doce años después veríamos su secuela, pero ésa es otra historia) así que la casa de las ideas decidió aprovechar el argumento que la Historia le había brindado para meter a los Vengadores en un conflicto de dimensiones cósmicas.

Operación: Tormenta Galáctica fue el desafortunado nombre (acompañado de una no menos desafortunada ilustración promocional) que se dio al evento, tomando como base la Operación: Tormenta del desierto que el General Norman Schwarzkopf ejecutó para recuperar Kuwait frente a las tropas del Irak de Saddam Hussein. El argumento planteaba la apertura de hostilidades entre los imperios Kree y Shi´ar, dos potencias estelares que necesitaban la Tierra como trampolín para llegar hasta el territorio enemigo. Como cuerpo sancionado por las Naciones Unidas (estatus proporcionado por el guionista Larry Hama que no tuvo demasiada continuidad) los Vengadores deciden intentar mediar entre ambas potencias para evitar que el planeta sufra las consecuencias de un conflicto bélico de esa magnitud. Como plantea Bob Harras por boca del Capitán América, una empresa tan quijotesca como luchar con molinos de viento y una idea que entroncaba directamente con una de las aventuras legendarias del grupo: La Guerra Kree-Skrull. Para reforzar este parentesco, nadie mejor que Mark Gruenwald para abrir fuego en la colección del Capitán América, donde aprovechó para reunirle con su viejo compañero Rick Jones e intentar resolver un distanciamiento de décadas.

La historia continúa narrando los primeros conflictos que enfrentan por separado a las fuerzas kree y shi´ar con los Vengadores, bien por separado o bien en cualquiera de los grupos. Roy Thomas vivía su segunda etapa en Marvel y se encontraba al frente de los Vengadores de la Costa Oeste, pero aprovechó para desempolvar viejas referencias de sus días en la colección principal de la franquicia y en otras colecciones de la casa como Capitán Marvel. Después llegarían Quasar (que en aquellos tiempos disfrutaba de una colección propia escrita por un Gruenwald en estado de gracia y dibujada por un Greg Capullo que aún gozaba de un agradable estilo precursor del amerimanga y en las antípodas de la copia mimética del ínclito Todd McFarlane que le caracterizó posteriormente) y el Hombre Maravilla (que intentaba compaginar su carrera de actor con su condición de vengador en una colección en la que Gerard Jones y Jeff Johnson introducían grandes dosis de comedia). Después de estos primeros intercambios, los Vengadores se reúnen y deciden pasar a la acción. En estos momentos todavía funciona la idea de John Byrne de que todos los miembros pueden ser llamados a la acción cuando la ocasión lo requiera, y Bob Harras, que aún está asentándose en la colección, decide echar mano de ese concepto. El que fuera implacable editor de la franquicia mutante es también un guionista que ha visto en acción al patriarca-x, algo que se notará durante el tiempo en que esté al frente de una colección, la de los héroes más poderosos de la Tierra marveliana, a la que insuflará gran parte del vigor perdido.

El Capitán América decide dividir sus efectivos en tres grupos: uno, con él a la cabeza, tratará con los kree. Otro, dirigido por la Capitana Marvel, lo haría con los shi´ar. Un tercero guardaría el fuerte en la Tierra y sería el que menos cancha tendría. Las expediciones estelares se quedaban con los pesos pesados y con los personajes con colección propia.

Parece mentira que hayan pasado veinte años, pero parece que fue ayer cuando el puesto de Thor lo ocupaba el inexperto Eric Masterson o aún existían los Vengadores Costa Oeste. Sin embargo, pese a todo el tiempo transcurrido, un lector relativamente novato (que no conociera esas historias y cifrara sus lecturas de Dinastía de M para acá, por ejemplo) encontraría no pocas similitudes entre las historias de ahora y las de entonces, empezando precisamente por la presencia de aventuras que conectan entra sí diversas series y en las que “nada volverá a ser lo que era”. Al final de la historia se escenifica una profunda divergencia entre el Capitán América y el Hombre de Hierro, igual que sucedería con Guerra Civil pero que, en honor a la verdad, tampoco era nueva (venía, por gentileza de Mark Gruenwald, David Michelinie y Bob Layton, de la primera guerra de las armaduras). Como Bendis, Harras aprovecharía la ocasión para diseñar sus propios vengadores, añadiendo las barbas de tres días, las cazadoras, las hombreras y los cinturones con bolsillos tan propios de la época. Hércules, el Caballero Negro, Crystal y Sersi tendrían un protagonismo equivalente al que hoy día ostenta Luke Cage y entonces como ahora, también se escucharon numerosas críticas (que aún hoy resuenan cuando se habla de sagas como la de Proctor) pero la serie recuperó el favor de un público que se había alejado paulatinamente.

En la parte creativa hay que mencionar una larga lista de nombres que en aquellos días eran habituales de la casa de las ideas: el jefazo Tom DeFalco, al frente de una larga etapa en Thor que, con los años, ha ido devaluándose; el veterano Roy Thomas, que volvía a la franquicia para contar historias de su división playera (después) de la espantada de John Byrne); el inolvidable Mark Gruenwald, que escribiría el cuarto centésimo número de la colección del Capitán América mientras ejercía de enciclopedia viviente en Quasar. En la parte gráfica un Steve Epting que lograba marcar su estilo pese a la inconfundible tinta de Tom Palmer, unos prometedores Jeff Johnson y Greg Capullo, unos currantes Paul Ryan y Pat Oliffe y unos desaparecidos (a día de hoy) Rick Levins y Rurik Tyler. Nombres consagrados junto a jóvenes promesas de las que florecieron unas y se agostaron otras.

Operación: Tormenta Galáctica es una buena ocasión para echar un ojo, recordando o conociendo cómo estaba la franquicia vengadora hace dos décadas. Quizá no llegue al nivel de clásico que tienen La Guerra Kree-Skrull o La Saga de Korvac, pero no ha envejecido nada mal.

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Carlos
15 marzo, 2011 8:29

A veces tengo la sensación, errónea o simple acción del tiempo transcurrido, de que décadas antes (y no digamos en la época de Lee, Buscema y compañía) que se hacían comics para entretener y divertir, mientras que ahora se busca crear expectación mediática y, muchas veces, gloria personal. Tal vez por eso los comics de antaño se reeditan y se recuerdan con cariño, y los actuales gustan el tiempo necesario para leerlos.

Erik Lensherr
Erik Lensherr
15 marzo, 2011 9:20

Pues a mi la Operación Tormenta Galáctica ( con su aciertos y errores, que tb los tuvo) me parece una saga muy entretenida de los Vengadores….es verdad que con tanto crossover entre series quizá la alargaron mas de la cuenta (sobre todo en aquellas series como las de Quasar, Wonder Man o Iron Man en las que realmente poco o nada trascendente pasaba), pero no deja de ser un remake (adaptado a los 90) simpático de la clásica Guerra Kree-Skrull….

Mjollnir1066
Mjollnir1066
Lector
15 marzo, 2011 10:16

Yo tampoco diría tanto, hay de todo. A veces cojo historias de hace un par de décadas y me parecen algo simples o infantiles (recalco lo de «a veces»), y las de los años 70 y sobre todo los 60 ya no las puedo leer y disfrutar como cuando era niño (y mira que lo intenté con la Biblioteca Marvel, pero tuve que dejarlo). Dentro de 20 años sabremos lo que ha merecido la pena de esta década; o no, porque como esto va por gustos.

El nota
El nota
Lector
15 marzo, 2011 10:31

Esta saga es totalmente prescindible. Demasiado larga, previsible y aburrida
 

dario
dario
15 marzo, 2011 10:47

Yo hecho de menos el «sense of wonder», y lo he encontrado en parte con los guionistas ingleses. Siempre ha habido una tendencia que acerca el cine fantástico a los cómics de superheroes. Un viaje alucinante, 2001,star wars, alien, engendro mecánico, etc. tuvieron contrapartida en vengadores y x-men… Las famosas sagas, incluso Dias del futuro pasado sería una vuelta de tuerca de Terminator, con robot asesino y todo.
El problema es que hoy en dia se considera cine de ciencia-ficción a cine de macarradas y fx que en vez de intentar sorprender intenta vapulear al espectador, con lo que pasamos de ciudades sumergidas o maravillosos poderes con multiples aplicaciones a hostias como panes, un Ultrón con mamellas y «uno de ellos morirá»…
También influye, como no, que los de mi quinta hemos perdido gran capadidad de sorprendernos. Pero también, y mucho, la manera de hacer, en torno a que giran los «puntos fuertes» de la historia o el enfoque que se le dá. Yo sigo disfrutando de capítulos del 63 de Doctor Who que he empezado a ver hace tres años, con todo lo básicos que puedan ser, se vé de fondo un interés en la idea y en el uso de la imaginación que hace tiempo que no veo en la actualidad.
Como pasa en los videojuegos, donde los generos estan (salvo casos) muy estancados, en cómic también resulta dificil ver autores (que los hay) que huyan de lugares comunes y arquetipos ya vistos. Yo cuando empezaron con los pistolones y la dicotomia villanos/heroes paso a parecer propaganda del ejercito… empece a perder el interés por el cómic. Y eso que tuve mi temporada Image, como la mayoría, hasta que me canse de ver ilustraciones a doble página con guiones malos…
Lo dicho, afortunadamente poco a poco parece que surgen autores que aportan enfoques nuevos al cómic y estan logrando re-engancharme…

slqh
slqh
15 marzo, 2011 11:12

Una pena que no se reediten las consecuencias

El número 501 del capitán américa es muy bueno, se deja clara la postura de un nuevo tipo de vengadores más proactivo frente a un capi demasiado clásico para ellos, conversación capi – stark que intenta poner las cosas en su sitio y no lo consigue marcando la diferencia entre ambos, postulación la jefatura de la viuda negra y se va de los vengadores hasta la encrucijada

Por otra parte los vengadores se encuentran con los x men y los saqueadores mientras binaría se curaba allá por el 350 y wonder man tras la explosión perdia el control de su poder y mente al final de su colección inédita aquí

Felipe
Felipe
15 marzo, 2011 11:36

El Nota, Erik, la acusais de larga, pero si veis los números que la componen, vereis que el problema son tantas colecciones como abarcaba (dos de vengadores, Capi, Iron Man, Thor, Quasar, Wonder Man), pero solo son dos o tres números de cada una. Es decir, que en su momento era ágil y rápida. Sin embargo, como recopilatorio, pierde bastante (los saltos entre escenarios hacía que no se pudiera disfrutar todo lo que habría sido posible). Además, el final es de época.

Aviso de Spoiler

No es que fueran la caña, sino que todo había sido organizado por la Inteligencia Suprema para que todo se desarrollase como lo hizo e incluso manipuló a los skrulls con dos objetivos: transportar la bomba y evacuarlo).

Erik Lensherr
Erik Lensherr
15 marzo, 2011 12:32

La Inteligencia Suprema es una especie de Palpatine de Star Wars, que manipula a otros a su antojo para conseguir sus fines macabros, y solo se dan cuenta cuando es demasiado tarde….

Secret Avenger
Secret Avenger
15 marzo, 2011 12:54

veo si la leo o no
acabo de leer la guerra kree-skrull y me parecio aburriiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiidaaaaaaaaaaaaaa a mayusculas
mucha repeticion y escenas presindibles y con el final de rick jones parece esos finales q no saben como terminarlos y hacen plop!!!! y se arreglo todo.
 
 

dario
dario
15 marzo, 2011 13:00

Yo opino que me estan espoileando cosa fina XD

Dultyx
Dultyx
15 marzo, 2011 13:19

yo igaul, Secret Avengers, esperaba algo bastante mas dinamico, y el ritmo se me hizo muy pesado apra ser que es una de las «grandes sagas» de los Vengadores… creo que las hay mejores

jorgenexo
jorgenexo
15 marzo, 2011 14:42

Vaya Secret Avenger está hecho este, descalificando ni más ni menos que a la Guerra Kree-Skrull…
Yo no tengo un gran recuerdo de la saga en términos «creativos», pero estaba entretenida y se publicó de forma bastante cómoda de leer, la revisaré un día de estos.
Yo de quien me he acordado es del ínclito Norman Schwarzkopf, que por lo que veo en la wiki, sigue vivo pero ± retirado. Pues sí que parece mentira que hayan pasado 20 años ya,sí.

ARCANO
ARCANO
15 marzo, 2011 15:16

Estos eran Los Vengadores, no los de hoy que parece una jauría salvaje con el deseo de matar a alguien.
 

Erik Lensherr
Erik Lensherr
15 marzo, 2011 15:36

Secret avenger, la guerra kree-skrull puede ser muchas cosas, pero te aseguro que aburrida, precisamente, no lo es…..con los lápices inigualables de Neal Adams, las grandes localizaciones (la base de SHIELD, el gran refugio de los Inhumanos, la galaxia de Andrómeda, etc….), una trama interesantisima, etc…no es aburrida, pero te concedo que quizá el final fuese, posiblemente algo precipitado, pero que final…la Inteligencia despertando los poderes mentales latentes de Rick Jones para acabar la guerra……y Ojo de Halcón , solo ,en una nave skrull, enfrentado a los pequeños humanoides verdes armado tan solo de un arco y unas flechas…..vamos, cómics Marvel en estado puro….

Animal Man
Animal Man
Lector
15 marzo, 2011 16:24

A mí me gustó bastante cuando la leí en su momento, sobre todo los cross-over con Wonder Man que me parecía una de las  mejores colecciones marvel del momento. Sin embargo no me gustó nada de nada el final, lo de que

Aviso de Spoiler

unos decidan matar a la suprema inteligencia Kree y otros no, no estaba mal, pero la separación del grupo que va a un lado y del que va a otro me pareció totalmente aleatoria. Por ejemplo Wonder Man, a tenor de lo que se leía en su serie no lo hubiera hecho jamás.

Dr. M
Dr. M
15 marzo, 2011 17:18

 

Aviso de Spoiler

Wonder Man estaba padeciendo en ese momento fluctuaciones ionicas que afectaban a su personalidad y que se vieron exponenciadas al estar en el nucleo de la explosion de la Negabomba, ademas, su decision la considero como fruto de la rabia del momento, al esforzarse en vano por detener la detonacion y descubrir, frustrado, que todo era en vano y la Inteligencia tenia previsto de antemano la destruccion de su propia raza, algo inconcebible para Simon

Y a mi me sigue pareciendo a dia de hoy uno de los eventos mas interesantes y, sobre todo, entretenidos de la historia de los Vengadores y por extension incluso de Marvel (como evento que auna distintas series, insisto); planteando un debate que suponia un anticipo de lo que luego seria ‘Civil War’ con consecuencias coherentes y adecuadamente desarrolladas. E incluso me atreveria a decir que es una historia superior a aquella Guerra Kree-Skrull a la que tanto debe, si bien el diseminar la historia en tantas series ya era un prejuicio entonces siendo a dia de hoy un mal vicio editorial. Pero, como ocurre con la gran mayoria de las publicaciones de los noventa, al presentarse en una epoca malograda se la menosprecia sin justo criterio, una lastima, porque esa etapa de los Vengadores fue sin duda la mas interesante de todas (hasta que Dane se despide de Crystal) y sin duda la referencia basica de los Vengadores de Bendis; deberia recuperarse en su totalidad para constatar que los Vengadores no siempre han respondido a lo que podriamos llamar un «canon colorido» y que las alteraciones de Bendis no son tantas como cabria suponer, o en comparacion con otras epocas pasadas de los Vengadores y que se superponen por la nostalgia de los lectores (ahora recuerdo precisamente otra epoca menos colorida, tambien con el Caballero Negro, donde se mostraba la «traicion» de Druida debido a la influencia de Nebula, o la etapa de los «No-Vengadores», con Gilgames y el matrimonio Fantastico, que facilmente podria equipararse a los Vengadores de Luke Cage, pero recordamos lo que queremos y como queremos)

Dr. M
Dr. M
15 marzo, 2011 17:19

Y ya me podeis llenar de manos rojas los mas clasistas, que se que hablar «bien» de Bendis tiene sus consecuencias

Dr. M
Dr. M
15 marzo, 2011 17:29

Y, por cierto, tienes toda la razon, Animal Man; la serie de Wonder Man fue una de las mejores del momento, y de las mas menospreciadas e injustamente olvidadas. Contaba con los lapices de un fresco y acertado Jeff Johnson y los guiones de un ingenioso Gerard Jones que supo retratar la diatriba de un personaje abocado a la violencia que trataba de establecer una nueva vida alejada de su pasado como fabricante de armas asi como su temor a la muerte y a que aquellos cercanos a el pudieran sufrir por su culpa. Wonder Man se convirtio, entonces, en uno de los Vengadores mas interesantes al tener una personalidad mejor definida. Lastima que al no ser de los mas populares se le haya maltratado tanto…

el gaucho
el gaucho
15 marzo, 2011 17:52

Cuando reeditan PANIC IN THE SKY? en su momento se hablo de la similitud de historias,coincidencia o no…

ultron_ilimitado
ultron_ilimitado
15 marzo, 2011 18:26

Me uno a los que tienen un buen recuerdo de esta saga. Yo me la compre en su dia cuando la publico forum, y hasta entonces solo habia leido comics sueltos de los vengadores. Creo que es a raiz de esta saga cuando me empezaron a gustar de verdad

Konshu
Konshu
Lector
15 marzo, 2011 21:03

Antes que nada, muy buena reseña, Luis.
 
A mí siempre me ha parecido una de las grandes historias de los Vengadores y uno de los crossovers mejor organizados que he leído (y van muchos).
 
Salvo algún error de continuidad menor, es increíble que lograran coordinar tan bien un crossover tan amplio como éste. Siete series distintas con seis guionistas diferentes, una trama que se va desarrollando simultáneamente en tres galaxias distintas y en la que todos los puntos tienen interés. Cada serie consigue mantener su propia personalidad y usar el crossover para desarrollar a su protagonista (Había CINCO series implicadas con protagonismo de Vengadores individuales, algo inaudito) y encima pusieron toda la carne en el asador, sacando todo lo que pudiera estar implicado en la trama: Lilandra, La Guardia Imperial, Gladiador, Rick Jones, Binaria, Saqueadores Estelares, Ronan,  Ave de Muerte, un supergrupo kree recuperando personajes antiguos y creando otros nuevos, Mente Suprema, conexión visión-wonder man, rivalidad Capi-Tony, skrulls, la tumba del Capitán Marvel… Consiguieron cuadrarlo todo bastante bien en una historia que alcanza cotas épicas y con un gran e inesperado final.
Y ese sí fue un crossover que cambió las cosas. Los Shiar pasaron de ser parte exclusiva del cosmos mutante a parte fundamental del universo Marvel y los kree, que andaban un tanto olvidados, resurgieron como parte fundamental de las series vengadoras (alguien recuerda a Galen Kor y sus renegados?), dando pie a muchas tramas relacionadas y los hechos acaecidos realmente influyeron en los personajes protagonistas.
En mi opinión, la línea que se traza en el último capítulo es uno de los momentos más dramáticos y decisivos en la historia de los Vengadores y la saga en general una de sus aventuras más épicas. sólo el hecho de no estar implicados guionistas y dibujantes de primera línea (aunque había algunos grandes artesanos) han evitado que tenga una fama mayor. Aún así, para mí supera a algunas sagas clásicas más valoradas y sin duda la pondría como una de las 10 mejores historias de los Vengadores.
 
Por cierto, Luis, aunque obvio y oportunista, a mí sí me gusta el nombre de Galactic Storm y el dibujo promocional en plan odisea cósmica estaba muy bien (supongo que te refieres a aquel de fondo verde y con Thor, el capi y Wonder Man en primer plano).
 
PD: ¿Alguien recuerda la máquina recreativa de Galactic Storm? Estaban Capi, Caballero Negro, Thunderstrike y Crystal contra Korath, Supremor, Dra. Minerva y Shatterrax.

Diomedes
Diomedes
15 marzo, 2011 23:02

Una gran historia ,mucho crossover pero perfectamente estructurados, en España se publicó muy bien además.
Y la calidad seguía ,había quizás algun capítulo o subtrama algo más ligera pero especialmente los números finales daban una sensación de relevancia y grandeza como debería un apocalipsis como ese. La resolución fue absolutamente satisfactoria.
 

Sombra Azul
Sombra Azul
16 marzo, 2011 0:01

Recuperaremos el «Sense of Wonder» cuando volvamos a tener nueve años. Ah no, que no se puede…

Sombra Azul
Sombra Azul
16 marzo, 2011 0:04

¡Sí, me acuerdo del videojuego! Era de lucha y, si no me equivoco, con gráficos prerrenderizados.

Sombra Azul
Sombra Azul
16 marzo, 2011 0:11
Konshu
Konshu
Lector
16 marzo, 2011 8:18

Dentro del contexto de los 90 y debido al calvario que había pasado Iron-Man en su propia serie, yo si ví justificada la existencia de Fuerza de Choque. Creo que se trataba más de reforzar una franquicia en torno a Iron-Man que otra cosa (en la serie de animación de los 90 de IM encajaba mejor fuerza de choque que unos vengadores). La serie no arrancó mal pero a los pocos números acabó siendo un horror y nos dejó a personajuchos como Siglo y Moonraker (quien al final era Libra, mira tú por donde). Al menos sirvió para que Jimmy Cheung pudiera debutar en Marvel.
En la recreativa de Galactic Storm mi combo favorito era Black Knight con Iron Man de Striker, pero a veces me daba el gustazo de hacer un combo Thunderstrike-Thor porque quedaba más bonito. Como detalle curioso: casi todos los vengadores llevaban indumentarias más actualizadas que las correspondientes a los comics de Tormenta Galactica, pero a Iron-Man sí que le pusieron la armadura espacial que sólo usaba en la saga.

Konshu
Konshu
Lector
16 marzo, 2011 21:09

Luis, creo que ya sé por qué yo recuerdo el cartel promocional tan bien y tu como algo horroroso.
Supongo que te refieres a éste:
http://cgi.ebay.com/Operation-Galactic-Storm-Promo-Poster-Thor-Cap-Avengers-/160554756973
Que ciertamente tiene un color horroroso.
Pero en los comics de Forum apareció esa misma ilustración con un entintado y coloreado más tradicional y quedaba francamente bien. Es el mismo dibujo pero con un acabado completamente distinto.