Veneno

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Edición original: Gift (Reprodukt, 2010).
Edición nacional/ España: Veneno (Sinsentido, 2011).
Guión: Peer Meter.
Dibujo: Barbara Yelin.
Color: B/N.
Formato: Álbum rústica, 200 págs.
Precio: 6’19€.

 

Una corriente subterránea, aunque constante, recorre Zona Negativa. En pocos días, apenas un mes, los compañeros han traído a la palestra obras como Mi amigo Dahmer o Torso. El descuartizador de Cleveland. Me sumo ahora con Veneno. Tebeos muy distintos, es cierto, pero con un denominador común: el psicópata. Una figura que fascina y repugna, incluso al mismo tiempo, que ha pasado de ser el antagonista desquiciado de nuestros héroes favoritos a la metáfora perfecta de una sociedad en declive. En esta segunda área se encuadra el trabajo de Peer Meter y Barbara Yelsin, indagación que pretende -como From Hell– una contextualización del crimen como fenómeno social.

«Bremen 1831. Una joven escritora llega a las orillas del Weser con el encargo de escribir un relato de viajes sobre la ciudad. Sin embargo, va a encontrarse con una atmósfera de desconfianza, ya que en la ciudad en esos momentos no se habla sino de una cosa: la inminente ejecución de la envenenadora y asesina múltiple Gesche Gottfried. Sin querer, la joven verá cómo su destino acaba uniéndose al de Gesche Gottfried«. [Extraído de la contraportada]

Peer Meter, el guionista, vive obsesionado con el tema. Nacido en Bremen en 1956, en su haber ya contaba con Haarmann -ilustrado por Isabel Kreitz– sobre el asesino en serie del mismo nombre y, desde la aparición de Veneno, rastrea nuevos dementes con los que saciar su curiosidad. Para hacer justicia a la infame historia de Gesche Gottfried empezó a documentarse a finales de los ’80.

La aproximación oblicua -es decir: a través de una escritora novata que busca la simpatía del lector- tiene, aquí, sus ventajas e inconvenientes. Entre los aciertos: permite la crítica social -nada velada- y tiende puentes entre el horror excepcional y las miserias y opresiones cotidianas de una jerarquía social aplastante. En seguida volveré sobre ello. Desgraciadamente, también propicia verlo todo “desde la barrera”, desde una cómoda distancia de seguridad que elude la desagradable tarea de “pescar” en psiques pantanosas. El desvarío de Gesche Gottfried no amenaza al lector. La envenenadora acaba sus días sin que sus enigmas hayan sido apenas arañados.

Como apuntaba, Veneno incide en el valor representativo de los actos criminales como revulsivo de una época, en una suerte de espejo de las tropelías de Jack el destripador retratados excepcionalmente por Moore y Campbell en la mencionada From Hell. La reconstrucción de época, sin llegar a las maniáticas filigranas del británico, respira la atmósfera adecuada, con elementos que asociamos superficialmente a la era victoriana conjugados con los propios del sentir germano y que terminaron destilados en el expresionismo cinematográfico de principios del siglo XX. M, el vampiro de Düsseldorf (F. Lang, 1931), por ejemplo, picotea en similares cuestiones morales acerca de la responsabilidad social. Sin embargo, el ataque más estimulante de Veneno va dirigido a las instituciones del patriarcado, representadas por un cura, un médico, un juez, etc. El machismo es una presencia asfixiante, un monstruo que alarga su sombra en cada página, con atropellos tan explícitos (“Su persona confirma una vez más que la mujer no está capacitada para el trabajo intelectual”, espeta el doctor Vogel, a la postre abogado defensor de la Sra. Gottfried, en la pág.70; entre otras) que nuestra heroína llega a gritar “¡No me extraña entonces que a algunas mujeres de esta ciudad se les ocurra envenenar a sus maridos!” (pág.71) Este sojuzgamiento de la mujer, con actitudes que aún a día de hoy resultan desgraciadamente comunes, es el auténtico protagonista de Veneno, una pirueta no exenta de riesgos (entre ellos el de cierta superioridad moral que trasluce el narrar desde el siglo XXI). En un segundo plano, la devota envenenadora, aún desaprovechada como personaje, protagoniza una de las secuencias más terribles del tebeo: aquella en que, con toda sencillez, describe en su diario el metódico exterminio de sus hijos.


Barbara Yelin (Munich, 1977) estudió ilustración en la Hoschschule für Angewandte Wissenschaften de Hamburgo, lo que explica su técnica al lápiz: viñetas al carboncillo que caricaturizan los fotogramas del cine expresionista, con ocasionales escarceos más naturalistas (la portada es un buen ejemplo de ello y ocasión que hace lamentar que los interiores optasen por el blanco y negro en vez de un tratamiento de color similar) y frecuentes guiños pictóricos (¿cómo no pensar en Van Gogh en la pág.49?). Su narrativa sencilla, demasiado tal vez, se centra en rostros y figuras, su punto fuerte, pero no puede evitar caer en cierta monotonía en la composición, debido al descuido de los fondos como elemento dramático, sorprendente si tenemos en cuenta la citada influencia del expresionismo. Tal debilidad hace que los pasajes que precisan de accesorios externos (sean estos utensilios concretos o elementos paisajísticos) no tengan la fuerza que debieran. No toda la culpa es suya. Meter no es Moore y sus ocasionales juegos de palabras, paralelismos, referencias, etc. están lejos de cautivar. Por el contrario, Yelin destaca en la caracterización, de una exquisitez memorable, llegando al extremo de que en las multitudes todos los integrantes tienen rasgos, físicos y actitudes propias. Esta capacidad gestual echa chispas en varios de los coloquios entre la joven escritora y las fuerzas vivas de la ciudad; hay detrás un estudio concienzudo, como demuestra la distancia entre la relativa simplicidad de rasgos de la protagonista y el más duro, trágico e inescrutable trazo escogido para la asesina.

Veneno fue publicado en 2011 por Ediciones Sinsentido en un tomo en rústica de 200 páginas con los estándares de calidad habituales en sus publicaciones.

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Mr. X
Mr. X
Lector
17 marzo, 2014 10:15

A quien le interese: lo he visto saldado a 6 euros.

Lemmytico
Lemmytico
Lector
17 marzo, 2014 16:35

Ostras…

frankbanner71
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Lector
17 marzo, 2014 16:56

que precio mas raruno.

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
17 marzo, 2014 16:57

Pues con ese precio la verdad es que tienta el echarle un ojo.

Lemmytico
Lemmytico
Lector
17 marzo, 2014 18:14

No lo he visto en su página, ¿seguro?

Lemmytico
Lemmytico
Lector
17 marzo, 2014 21:59

Carajo, pues dándole a la categoría «comic» no me salía. Gracias Javier.