V de Vigilantes: Plásticos y papeles

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La nostalgia es una arma poderosa. Los recuerdos del pasado, sobre todo los buenos, son capaces de movernos, de movilizarnos desde nuestros fueros más internos. Eso debió pensar Óscar Lombana cuando tuvo la idea de realizar el primero de sus libros de la trilogía (por el momento) Papel y plástico, que ha publicado Astiberri en una edición cuidada al detalle y de gran calidad (en tapa dura y a todo color) que es, en sí misma, un buen objeto de coleccionista. «De todas las vertientes de la nostalgia, los dos tomos de Papel y plástico expltan una de las más legítimas: la celebración del reencuentro con aquello que creíamos perdido para siempre, o que habíamos olvidado», expone Nacho Vigalondo en la introducción del segundo de ellos.

El director de Los Cronocrímenes continúa: «Los libros de Óscar Lombana son una sorpresa incluso para los que no lo vean venir. Hasta para los más escépticos ante este tipo de complicidades. No hay página que no te pille desprevenido, que no provoque la sonrisa o la incredulidad ante ese recuerdo electrizante que ni siquiera echábamos en falta. Puede sonar extremo, pero creo que el placer del reencuentro justifica la pérdida anterior«.

Las páginas de los tres volúmenes de Papel y plástico están repletas de recuerdos, detalles vivos que forman parte de colecciones particulares (y de la propia del autor), son recuerdos de gente que sirven para rescatar recuerdos de otra gente. La experiencia de leerlos es completa y va más allá de la propia lectura, algo que puede llegar a convertirse en un sencillo y sensorial viaje al pasado. En cada página, a modo de puzzle o de collage, Óscar Lombana va montando su discurso, como quien construye un castillo de recuerdos. Es imposible que quien se acerque a estas publicaciones no redescubra algo que le traiga a la memoria momentos felices de su niñez o de su juventud.


Quizá el mayor acierto de este autor, nacido en Bilbao en 1971, sea el no centrarse en un sólo medio, sino ampliar su caleidoscópica mirada a todo elemento de la cultura popular sensible de ser querido, recordado y añorado: desde libros a juguetes, pasando por cromos, figuritas de todo tipo, videojuegos, series de televisión, películas, actores, personajes, helados…

«Óscar Lombana ha abordado la elaboración de este libro, sin duda, impregnado por el ánimo del acercamiento antropológico-artístico; ha debido sufrir la inmersión en el polvo de colecciones ajenas que requiere una indagación fricoinvestigadora, pero, finalmente, ha optado por transmitir al lector ese deleite agridulce que produce una aproximación nostálgico-festiva, elaborando un producto cuyo consumo, incluso administrado en pequeñas dosis, reavivará recuerdos y anécdotas, animará reuniones sociales y descargará un festín de sensaciones que creíamos olvidadas», añade Mario Entrialgo en el texto introductorio del primero de los libros.

El propio autor nos ha concedido una larga entrevista en la que nos cuenta los detalles de la gestación de este proyecto y nos da pistas sobre sus propias inquietudes nostálgicas. Antes de entrar en harina, conozcámosle un poco mejor. Óscar es licenciado en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco, ha trabajado realizando portadas e ilustraciones para varias editoriales; además de compaginar esos trabajos con el de diseñador gráfico. Papel y plástico fue su primer libro.

ZN entrevista a… Óscar Lombana


Diego Matos (ZN): Empecemos por el principio, ¿cómo surge la idea de realizar unos libros como éstos?

Óscar Lombana: La verdad es que me puse a hacerlo porque era el libro que estaba deseando encontrarme un día en la librería y no terminaba de llegar. Añoraba todo esto. No soy coleccionista así que hacía 20 o 30 años que no me encontraba con estas cosas. Si las hubiera visto a diario, en mi habitación, tal vez, no hubiera sentido la necesidad de hacer Papel y plástico. Los hice para recordar y compartir esos recuerdos. Como un album de fotos a la vuelta de tus vacaciones. Al principio iba a ser un proyecto menos ambicioso, un librito tipo bloc de notas con dibujos y anotaciones, sin fotos. Pero pronto nos dimos cuenta de que no es lo mismo hablar del madelman que volver a verlo. La imagen, en este caso, te golpea el corazón y el recuerdo con más intensidad que el texto.

ZN: Si tuvieras que definir estos tres libros con una palabra, ¿cuál sería?

ÓL: Si tuviera que definir los tres Papel y plástico con una sola palabra sería: “Agradecimiento”. Agradecimiento a todos aquellos dibujantes, guionistas y fabricantes de juguetes que nos endulzaron la infancia. Y la verdad es que ignoramos muchos de sus nombres, pero aquellos objetos fueron muy importantes para nosotros. Fueron parte de nuestra vida, de nuestra infancia y juventud y no me parecía justo que criaran polvo en el Limbo. Así que espero que los libros sirvan de modesto homenaje.

ZN: ¿A qué público van dirigidos estos libros?

ÓL: Papel y plástico va dirigido, sobre todo, a aquellos que fueron niños o adolescentes en los 70, 80 y principios de los 90. Pero me he dado cuenta de que muchos juguetes y tebeos se heredan entre hermanos, así que el espectro se amplia. Incluso sirven, me han dicho, para que los niños de ahora vean los muñecos prehistóricos con los que jugaban sus padres.

ZN: ¿Cuál sería la banda sonora ideal para escuchar mientras se leen los libros de Papel y plástico?, ¿y el momento del día: quizá durante la merienda…?

ÓL: Supongo que sí, la merienda es un momento ideal y naturalmente, cualquier sintonía de serie infantil de la tele es perfecta.

ZN: ¿Hay algún sabor o algún olor que ayude a meterse de lleno en el viaje del tiempo que supone la lectura de estas publicaciones tuyas?

ÓL: El olor, como dice Borja Crespo en el prólogo del tercero, podría ser el de una goma de borrar Milán Nata. Pero, en su defecto, servirá hundir la nariz en la grapa de cualquier tebeo. El sabor, sin duda, el de la Nocilla o el de un bocata de mantequilla con azúcar. (Los quesitos del Caserío también servirían, pero nunca me gustaron).

ZN: De todos los posibles artículos (juguetes, personajes, dibujos, libros…), ¿por qué elegiste los Clicks para las portadas?

ÓL: Elegí el Click porque es uno de los pocos diseños que ha sobrevivido prácticamente inalterable al paso de los tiempos. Otros muñecos se han ido adaptando a las nuevas tendencias pero el Click aguanta intacto y sigue funcionando. Me gustaba enfrentar su pureza y minimalismo con el desván revuelto del interior de los libros. De todas formas, el indio de la portada del tercero no es un Click. Es un Coman boy.


ZN: ¿Qué diferencias hay entre Papel y plástico, Papel y plástico 2 y Papel y plástico 3?, ¿se pueden comprender por separado, o funcionan mejor leyéndose como un todo?

ÓL: Creo que puedes disfrutar de cualquiera de los libros por separado sin problemas. Aparecen cosas distintas en cada uno de ellos y el tono desordenado y desenfadado hace que no importe demasiado por donde empieces. Pero pienso que son tres capítulos del mismo libro. Una vez empieces por uno vas a necesitar el resto.

ZN: En estos libros, alternas fotos, conceptos, personajes, actores… con recuerdos propios del colegio; esas anécdotas, ¿son reales?

ÓL: Sí, todas las anécdotas son reales. Es más gracioso contar la verdad. Pero aunque estén en primera persona no todas me ocurrieron a mí. Algunas fueron cosa de mis vecinos de pupitre.

ZN: ¿Cuánto tiempo hay detrás de cada uno de estos libros?

ÓL: Los dos últimos, un año cada uno, pero con el primero tardé más porque partía de cero y estaba algo despistado. No conocía coleccionistas y empecé con la intención de visitar todos los desvanes, trasteros y camarotes polvorientos que encontrase a mi paso.

ZN: ¿Tu formación como artista te ha ayudado a la composición de Papel y plástico?

ÓL: Claro, soy un gran admirador de Peter Beard, un fotógrafo que hace collages y manuscritos increíbles, saturados de imágenes. Que siempre me han fascinado.


ZN: Hablando de la composición, a simple vista, algunas páginas pueden parecer algo caóticas o con pocos espacios en blanco, ¿esto es estéticamente buscado?

ÓL: Desde el principio tenía claro que no quería un libro limpio y ordenado, lleno de fechas, datos e información fría y aséptica. No se trataba de catalogar nada sino de plasmar emociones y sentimientos, de capturar el instante. Recuerdos en bruto que llegan al corazón sin detenerse en la cabeza. Es un trabajo subjetivo, no objetivo. Por eso el aspecto de cuaderno de notas o diario de viaje se presta mucho mejor a la inmediatez, a la catarata de recuerdos y sensaciones. La falta de nitidez, la imprecisión, la vaguedad y la saturación son deliberadas. Nunca quise hacer un acercamiento intelectual sino una exaltación emotiva.

ZN: La inclusión de los textos sueles realizarlos, la mayoría de las veces, en forma de lista, ¿a qué se debe esa elección?

ÓL: La Génesis del primer Papel y plástico fue una lista. Cogí un cuaderno y empecé a anotar todos los objetos, juguetes y tebeos que recordaba (lo siguiente era encontrarlo todo… y eso costó un poco más). Así que las listas se convirtieron pronto en marca de la casa.


ZN: ¿Alguna de las ilustraciones que aparecen en las páginas las has realizado tú?

ÓL: Sí, la mayoría de las ilustraciones son mías (sobre todo las raras) y algunas son auténticos dibujos sacados de los márgenes de mis cuadernos del colegio. En cuanto un profesor me aburría me ponía a dibujar en el borde de la hoja.

ZN: En alguno de aquellos momentos de tu infancia, ¿pensaste en dedicarte profesionalmente al mundo del cómic o de la ilustración?

ÓL: Siempre, desde pequeño, me gusto dibujar pero nunca pensé en publicar algo como Papel y plástico. A veces no sé si nosotros tenemos ideas o las ideas nos tienen a nosotros.

ZN: Imagino que, debido a la escritura de estos libros, te has vinculado bastante con el mundo del coleccionismo, digamos más “pop”, ¿cómo crees que se vive este tipo de coleccionismo en España?

ÓL: Pues creo que aquí es algo mas light que en Estados Unidos, pero tampoco mucho más. En Barcelona y Madrid hay mercados, tiendas y rastrillos en los que puedes quedarte extasiado una mañana y en internet hay un “mercachifleo” salvaje. Subastas vertiginosas y pujas que te dejan con la boca abierta y coleccionistas cazando piezas a golpe de talonario. No obstante, algunas de esas colecciones son dignas de estar en un museo. A la gente le encantaría verlas. Sería genial que tuvieran un reconocimiento y pudieran salir de las casas de los particulares y ser expuestas. Muchos disfrutaríamos tanto como en el Reina Sofía.

ZN: ¿Te consideras coleccionista?, ¿cuántas de las piezas (libros, figuras, cromos, cómics) que aparecen en los libros son tuyas, de tu propia colección?

ÓL: No, no soy coleccionista. Apenas tengo un 5% de todo lo que aparece en los libros.

ZN: ¿Prefieres los artículos abiertos o en sus embalajes originales?

ÓL: Sé de gente que se compra dos veces la misma cosa. Una para abrir y disfrutarla y otra para dejarla en su embalaje intacto. De todo tiene que haber en la viña del Señor. Personalmente prefiero las cosas gastadas, manoseadas y con “historia”. A veces haciendo Papel y plástico me he encontrado con dos ejemplares del mismo tebeo, uno en perfecto estado de conservación y el otro estropeado y requetesobado. Y siempre, sin dudarlo, he preferido fotografiar este último. Me gustan los libros con anotaciones. Creo que las personas dejan algo de su espíritu en los libros que leen y en los objetos que tocan, más aun si han disfrutado con ellos.

ZN: Dentro de las colecciones que has tenido el gusto de poder ver, ¿había más artículos “abiertos” o “cerrados”?

ÓL: Pues había de todo, pero confieso que siempre me sorprende encontrame con Madelmans o Geypermans sin abrir, intactos. ¿Quién puede resistirse a eso? Yo no, desde luego.

ZN: Varias de los artículos que muestras en las fotografías son de otros muchos coleccionistas (que aparecen acreditados y agradecidos desde la primera página), ¿cómo logras acceder a ellos?, ¿contactan contigo?, ¿o tú con ellos?

ÓL: Para el primer libro fui yo quien tuve que buscarme la vida. Pero con los siguientes fue mucho más fácil porque me escribió mucha gente, que había comprado el primer tomo, ofreciéndome su ayuda. Y ha sido inestimable.

ZN: ¿Cómo convences a Astiberri para que apuesten tan fuerte por Papel y plástico?

ÓL: Todo han sido facilidades, fué muy fluido. Realmente no tuve que convencerles. Un día estábamos hablando sobre hacer un libro de juguetes y recuerdos y al poco tiempo ya estábamos metidos de lleno en Papel y plástico. Ha sido un placer trabajar con ellos. Fernando, Javier, Laureano, Manuel, Héloïse y Soraya hacen muy bien su trabajo y leer un libro o un cómic de Astiberri es como ver una peli de Ed Harris, una garantía de que no te van a defraudar (han dicho que me subirán el sueldo si digo esto).

ZN: Los tres libros que conforman la colección de Papel y plástico están repletos de anécdotas asociadas a una época, a unos juguetes, a unos dibujos animados, a unas series de televisión… a unos recuerdos, en esencia, ¿podrías compartir alguna anécdota nueva relacionada con todo ello, pero que haya ocurrido durante la elaboración de alguno de los libros?

ÓL: Pues cuando estaba haciendo el segundo libro me escribió un experto en Clicks, para decirme, amablemente, que había un error en la portada. Se supone que el click azul es un soldado del Séptimo de caballería y los de Playmobil, para hacer de guantes, les ponen esos brazaletes a los clicks. Pues resulta que los brazaletes de mi click están al revés. La parte ancha tiene que estar arriba, apuntando al hombro, no a la mano. El caso es que ese click es mío. Pertenece a ese 5% escaso que conservo. Pero no lo he tocado en 30 años. Vamos, que lleva 30 años con los guantes del revés. Y en tal caso, la culpa, más que mía, es de mi yo infantil. En fin, no deja de ser curioso el grado de detalle y observación de la gente. (Pero si alguien tiene un DeLorean con condensador de Fluzo incorporado, que me avise y lo arreglamos)

ZN: ¿Qué prefieres: Másters del Universo, Thundercats, Gi-Joe o Tortugas Ninja?

ÓL: Másters, claro, ¡¡por el poder de Greyskull!!

ZN: Estos últimos (Gi-Joe y Tortugas Ninja) no aparecen en ninguna de las páginas de tus libros (al igual que el Telesketch), ¿ha sido un “olvido” deliberado?

ÓL: No, que va, no me he acordado ¡¡Dios mío!! Pobres Rafael y Leonardo; habrá que solventarlo.

ZN: ¿Cuál de todas las “maravillas” que has visto en estos años, en colecciones privadas o en labores documentales, te ha traído más recuerdos?, ¿Y cuál de ellas te ha gustado más?

ÓL: Pues me ha emocionado volver a encontrar los Anillos de Matutano, que regalaban en los paquetes de patatas fritas. Perdí toda la colección cuando era peque y llegué a pensar que lo había soñado y que nunca existieron.

ZN: A tu juicio, los dibujos animados de ahora son ¿mejores o peores que los de antes?

ÓL: Creo que el Coyote y el Correcaminos son insuperables. No han vuelto a hacer nada igual. Pero pienso que si a los niños de ahora les gusta Bob Esponja será porque tiene algo que nosotros no vemos, así que no me voy a poner en plan abuelo Cebolleta. Pero que conste que Pixie y Dixie le pueden dar de tortas a Bob Esponja cuando quieran.

Lo mismo sirve para los juguetes…


ZN: Quizá una marca que ha sabido mantenerse fuerte en el mercado ha sido Playmobil, ¿cuál es la clave del atractivo de los Playmobil, para gustar por igual a los niños de las diferentes generaciones?

ÓL: Supongo que su simplicidad, es como Tintín, un estilo de línea clara que no envejece pero sobretodo la valentía de sus fabricantes, que han sabido resistir la tentación de renovar algo que no necesita cambios ni retoques. Creo que los niños de ahora se lo pasarían igual de bien que nosotros con el Pato Lucas y los Supersónicos, pero no es cuestión de mandar al paro a las nuevas generaciones de animadores.

ZN: ¿Con qué personaje de cómic te sientes más identificado?

ÓL: Batman siempre fue mi favorito. Superman no tenía gracia. Podía resolverlo todo con un soplido. Pero El Murciélago tenía que sudar y daba miedo y luego Miller hizo lo que hizo y Batman se quedó a vivir en el Olimpo para siempre.

ZN: ¿Qué importancia tienen los tebeos dentro de tus libros de Papel y plástico?

ÓL: Los tebeos fueron el gérmen de Papel y plástico, cuando la idea surgió yo pensaba en tebeos y editoriales. Los juguetes vinieron después. Algunos de mis mejores recuerdos de infancia y adolescencia llevan el logotipo de Bruguera, Toutain o Zinco antes que de cualquier otro objeto o juguete.

ZN: ¿Crees que las connotaciones asociadas a los cómics han ido cambiando a lo largo de los años?

ÓL: Creo que sí, por suerte. El cómic y la novela gráfica han dejado de ser cosa de niños o frikis, pero a veces cuesta desprenderse del aire a bicho raro. (Sobre todo, cada vez que en un salón de cómic o estreno cinematográfico ves a dos zoquetes de 30 años luchando con sables luz de plástico).

ZN: ¿Cuándo comienzas tú a leer tebeos?

ÓL: Pues no tengo ni idea, pero desde siempre que yo recuerde y no se cual fue el primero, pero seguro que llevaba el gato de Bruguera.

ZN: ¿Has intentado hacerte con un ejemplar de algún tebeo mítico de tu infancia ahora, de adulto?

ÓL: Hace unos años volví a comprar la colección de la revista Spirou, en grapa. No los he leído, pero están guardados y fue genial volverlos a tener. La posesión del Alma y todo eso…

ZN: ¿La nostalgia sería el ideal que mueve la creación de los mercados de segunda mano, tipo “ebay” o “todocolección”?

ÓL: Sin duda. Hay gente dispuesta a pagar pequeñas fortunas por recuperar un trocito de su infancia y, sinceramente, creo que hay formas peores de gastarse el dinero. Algunos recuerdos son balsámicos y no tienen precio. Tal vez no estás pagando, realmente, por un tebeo o un juguete sino por un recuerdo asociado: una mañana de reyes abriendo cajas en la alfombra del salón, un domingo saliendo de misa cogido de la mano de tu padre con un Capitán Trueno en el bolsillo del abrigo…

Ahora, algunas preguntas rápidas (un intento de formulario desenfadado y nostálgico, como los propios libros de Papel y plástico):

¿Serie de televisión clásica favorita? El Gran Héroe Americano.
¿Serie de dibujos animados favorita? Mazinger Z.
¿Figuras de acción preferidas? Los Madelman.
De niño, ¿dormías con algún peluche?, ¿cuál era su nombre? Tenía una conejita gigante que se llamaba Marta, pero no dormía con ella (no es coña).
Para merendar, ¿nocilla, mermelada de fresa, rebanadas de paté o bocadillo de tableta de chocolate? Bocata de mantequilla con azucar.
¿Camy, Frigo o Miko? ¿El Drácula de quien era?
¿Banda sonora de tu infancia? “Enunpaismulticolornaciounabejabajoelsol», La Abeja Maya.
¿Dinos tu título favorito de los libros de “elige tu propia aventura”? Creo que se llamaba La Ruta de los Piratas.
¿Libro infantil juvenil con el que mejores ratos de lectura pasaste en verano? Alguno de Los Tres Investigadores.
¿Colección de cromos que no terminaste pero que intentaste hacerlo hasta que dejaron de vender los sobres en el Kiosco? El álbum de Supermán 2.
¿Cómic favorito de tu infancia? Gastón el gafe.
¿Cómic favorito de tu juventud? El Retorno del Señor de la Noche y Watchmen. Imposible decidirme por uno.
¿Cómic favorito de tu edad adulta? Calvin y Hobbes.
¿Qué nave ganaría en una carrera intergaláctica: El Halcón Milenario o el Enterprise? Lo siento por los trekkies, pero no hay ni la mas ligera duda. Han y Chewie ya están de vuelta cuando Kirk calienta motores (siempre y cuando la velocidad luz esté conectada).
¿Cuáles eran tus favoritos: los Caramelos Pez o los Peta Zetas? Peta Zetas con cocacola.
¿Quién ganaría en una pelea: Skeletor o el Doctor Muerte? Skeletor seguro, Victor es un pedante.
Tebeo, cómic, historieta, novela gráfica, noveno arte… ¿qué término te gusta más? Me gusta más “Tebeo”.
¿Superman o Spiderman? El trepamuros es más simpático.
Sé que te gustan los gatos y que la pregunta es difícil pero… ¿Isidoro o Gardfield? Isidoro mola mas, Garfield es un cabroncete; y no me gusta la lasaña.
¿Lego, Tente o MegaBloks? Tente, … los megablocks no sé ni lo que son…
¿Madelman o Geyperman? Ésta es dificil, pero creo que Madelman.

Por último,

ZN: Podrías avanzarnos algo sobre tus proyectos futuros, ¿hay un Papel y plástico 4 en el horizonte?

ÓL: Algo hay. Pero… es que tengo la estúpida superstición de que si hablas de las cosas antes de tiempo, se difuminan por el camino… lo siento.

ZN: ¿Qué le recomendarías a los niños de ahora?

ÓL: Que atesoren sus juguetes. Que no dejen que sus madres los regalen. Que les digan que es una inversión que cuadruplicará su valor cada 10 años. Y además se ahorrarán disgustos.

ZN: ¿Y qué consejo les darías a los niños de antes?

ÓL: Que compren la trilo de Papel y plástico, ¡naturalmente! La recomendaría aunque no fuera cosa mía. El recuerdo y la evasión no tienen precio.


Borja Crespo es el encargado de realizar la introducción del tercero de los libros de Óscar Lombana. Traigo aquí, para cerrar, algunas de sus palabras, que son extremadamente relevantes: «Suspirar por una infancia y adolescencia imposibles de repetir está a la orden del día. Recuperar aquellos años es imposible, pero no volver a vivir ciertas sensaciones. Lo confirman el olor de la goma de borrar, la plastilina, la Nocilla untanda en pan de molde caliente, los juguetes de plástico y los bocadillos de mantequilla con azúcar. Esa electricidad que mueve las conciencias de toda una generación, que necesita alimentarse de la nostalgia, dar de comer a ese Peter Pan interior que no parece querer irse, está también atrapada sobre papel».

Desde luego, la nostalgia es un arma poderosa.

Nos leemos.

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Raul Lopez
Admin
15 diciembre, 2010 8:50

Muchísimas gracias a ambos por la entrevista me ha gustado muchísimo y me ha traído muchísimos recuerdos, en casa tengo el segundo volumen de papel y plástico y es una compra obligada para los q rebasen la treintena como yo, rejuvenecí 20 años con su lectura.

Y ahora una pregunta q llevo 25 años son responder y este es el mejor foro para ello. Cuando tenía unos cuatro o cinco años iba a casa de los vecinos a ver en video unos dibujos protagonizados por un oso con poderes y capa a lo Superman q se acompañaba de otro que tenía como topos o redondeles por todo su cuerpo, alguien recuerda la serie o es algo q soñé en su día y he trasladado hasta hoy como realidad?

Ah y una de mis series favoritas de niño era el profesor postnaggle diría q se llamaba así :p

R.I.P.
R.I.P.
15 diciembre, 2010 12:18

Me ha gustado la entrevista. Leí el primero de los volúmenes, y tengo los dos siguientes en mi lista de la compra. Efectivamente, los recuerdos no tienen precio.

etsaibat
etsaibat
15 diciembre, 2010 12:27

yo tambien tengo los 3 tomos. soy de los que lo compran el dia de su lanzamiento,ya que se que no me van a defraudar. soy del 75 y me encanta enseñarles el libro en alguna reunion. las caras de la gente al ver juguetes que ya habian olvidado que los tenian no tiene precio. por cierto…lamentablemente el tomo 1 es un poco mas grande que el resto. creo que luego lo han unificado con la reedicion, pero bueno..al ser mas grande, mejor se ve 😛
de hecho, el raton-rotulador fue durante tiempo un avatar que usaba por ahi. quien no compre este libro, se pierde muy buenos ratos

manuyondaime
manuyondaime
15 diciembre, 2010 14:28

Un fallo enorme de los libros es que en ninguno de ellos salen los madelman 2050!!!!con imanes en los pies!!!

Number H
Number H
Lector
15 diciembre, 2010 15:51

He comprado el tomo 2.-
Y lo siento por el autor pero mucha foto, pero poca chicha.-
Lo compre porque vi algo que me llamo la atencion, mire varias veces el libro y ya esta, es un libro de fotos y ya esta.-
El otro dia estuve mirando en  Todocoleccion y fue casi la misma sensacion.- Solo que aqui podia comprar los articulos.-
Y lo siento por el autor por si lee esto pero me deje el dinero, y me quede con una sensacion de pues vaya.-
No estaria mejor hacer un libro sobre el coleccionismo de las figuras, de los albumes de los comics.- O ni siquiera de coleccionismo , un libro sobre Las 10 mejores colecciones de figuritas segun mi opinion.-
 
Bueno en fin…

Raul Lopez
Admin
16 diciembre, 2010 7:22

Hola Diego, esa tambien la veia pero no era esa, la que digo es una serie que veía yo con tres o cuatro años aprox, es decir, entre el 81 y 82 así que la serie tenía que ser como poco de finales de los setenta, la veia a la par que Jackie y Nuca, Belfy y Llilibit o Mazinger Z.
 
 

samanosuke
16 diciembre, 2010 19:34

Estoy leyendo el artículo mientras como un bocata de nocilla. 🙂 Es una de las cosas que a pesar de los años, estoy seguro que no perderé nunca jeje.

samanosuke
16 diciembre, 2010 19:41

Y por cierto que se me olvidaba, genial entrevista, no tengo ninguno de los libros pero caerán seguro en cuanto los pille por banda.

Number H
Number H
Lector
16 diciembre, 2010 20:54

Hola buenas.-
Mis respetos al autor, que se ve que buena gente.- LA revista online ActionFan ya la conocia, esta interesante pero no trata el mercado Español.-
Ah estuve leyendo los comentarios y respondiendo a RAul Lopez la serie que dices es Super Teddy, basada en el peluche ese tan famoso americano.-

Raul Lopez
Admin
16 diciembre, 2010 22:31

Si Number H es esa es Super Teddy!!! Dios casi se me saltan las lagrimas cuando he visto la intro en youtube: http://www.youtube.com/watch?v=gyvsQBcG9OU
Si vas al salón de barcelona buscame que te pago unas cervezas, bien lo valen por la alegría que me has dado 🙂

carlos
carlos
17 diciembre, 2010 12:38

 diego,desde luego que si tuviste rotuladores de raton te lo aseguro, ya lo creo que tuviste…