Ultraverse: Rune

 

Edición original: Malibú Comics – enero – diciembre 1994
Edición España: Comics Forum / World Comics – mayo 1995
Guión: Chris Ulm, Barry Windsor-Smith
Dibujo: Barry Windsor-Smith
Entintado: Alex Bialy, John Floyd
Color: Barry Windsor-Smith, Keith Conroy, Jennifer Schellinger, Chris Young, Albert Calleros
Portada: Barry Windsor-Smith
Precio: 1795 pesetas (tomo en tapa blanda de doscientas páginas)

 

Uno de los personajes más interesadas de cuantos hicieron su aparición en el difunto y olvidado sello promovido por Malibú Comics fue, sin ningún género de dudas, la creación de Chris Ulm y Barry Windsor-Smith: Rune. El alienígena de costumbres vampíricas, parte hechicero y parte semidiós, protagonizó una de las colecciones más interesantes de la desaparecida editorial, tanto desde el punto de vista gráfico como del argumental. Todo un hallazgo, si tenemos en cuenta que hablamos de una serie que se publicó en la primera mitad de los años noventa del siglo pasado. El primer tomo recopilatorio de la cabecera sería parte de la fugaz presencia del Ultraverso por estos barrios, que se produciría durante los años 1995 y 1996.

Rune se caracteriza por la combinación de una serie de «lugares comunes» provenientes de la fantasía, la ciencia-ficción y los pasquines magufos. Ninguno de ellos fue creado para la ocasión, pero Ulm y Windsor-Smith –que fue aquí tanto ilustrador como coguionista- supieron combinarlos de forma adecuada para contar el principio de una historia en la que, cosa más bien poco común, no había buenos ni malos, sino más bien un drama en el que los personajes poderosos jugaban sus cartas para conseguir sus propios intereses, moviendo al resto como peones de una milenaria partida de la que, solamente al final de este tomo, empieza atisbarse el tablero en la mayor parte de su extensión.

La historia comienza presentando al protagonista de la serie, un ser de monstruosas fauces que, proveniente del espacio exterior, lleva aposentando en la Tierra desde hace siglos. Su vastos poderes le han granjeado la adoración de unas poblaciones que han intentado infructuosamente eliminarle; si no se le puede vencer, seguramente sea una deidad que ha bajado a pasearse por su creación. Así, asumirá las identidades de dioses tan alejados cultural y geográficamente entre sí como Anansi o Tánatos. El paso de las eras convertirá su presencia en algo más sutil, e influirá en los trabajos de científicos heterodoxos como Nicola Tesla. Sin embargo, la llegada de la energía nuclear demostrará al milenario visitante que la humanidad tiene ya el poder de hacer auténtico daño, por lo que iniciará una desesperada búsqueda por su supervivencia, mientras sus otrora impresionantes poderes menguan.

De forma paralela a la descripción de los sufrimientos de Rune, la serie cuenta el misterio de dos jóvenes idénticos que, separados al nacer, empiezan a experimentar misteriosos sueños y a descubrir que todo cuanto creían sobre sí mismos era una gran mentira. Una misteriosa organización –Aladino- dirigida por un militar mutilado y una inteligencia artificial identificada como «Genio» investigan tanto a la criatura como a los mellizos, como parte de un proyecto que lleva décadas desarrollándose y que combina ciencia, filosofía, misticismo en una peligrosa búsqueda del poder.

Ulm y Windsor-Smith presentan una historia de atmósfera opresiva donde el terror y la conspiración se dan la mano para demostrar que el protagonista y presunto villano de la saga no es el único ser capaz de moverse pensando únicamente en sus intereses. La organización Aladino y su jefe principal, el general Rayder pueden ser en sus métodos menos sanguinarias que Rune, pero son tan despiadadas como él. Quizá los únicos personajes dignos de conmiseración serían los gemelos Erik y Noel –zarandeados por la tormenta de un conflicto que no atisban siquiera a comprender- y sus seres cercanos. Su destino se verá revelado al final del tomo, pero las consecuencias del mismo se verán en el siguiente.

El primer arco argumental presentado en la serie y recopilado en el tomo expone la intención de sus autores de trabajar de forma autónoma al resto del Ultraverso. Hay referencias puntuales al fenómeno «ultra» y al final de la recopilación se publica una historia corta en la que el vampiro combate a Mantra y Prime, pero la integración de Rune en el seno de las grandes tramas de la editorial solamente se producirá a través de las sagas destinadas a dar versión ficticia a la absorción de Malibú por parte de Marvel. No por nada el coguionista Chris Ulm era también uno de los pesos pesados de la empresa y después de todo, Barry Windsor-Smith era ya desde hacía largo tiempo una estrella que solamente se implicaba en aquellos proyectos que realmente le interesaban.

El apartado gráfico es uno de los puntos más fuertes y atractivos de la colección. El dibujante no necesita presentación alguna, pero aquí despliega una buena ración de su talento, empezando por el diseño de Rune y pasando por el de los distintos personajes de la historia, para concluir en una cuidada ambientación que refleja la mentada sensación de opresión, agobio y suciedad inherentes a este tipo de tramas.

El resultado fue una historia que podría gustar a la afición televisiva a series del estilo de Expediente-X o Fringe y que, por supuesto, deleitará a quienes sigan asiduamente los trabajos de Barry Windsor-Smith.