Ultraverse: Mutantes vs. Ultras

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Edición original: Marvel Comics / Malibú Comics – julio, agosto, octubre – 1995
Edición España: Comics Forum – mayo 1996
Guión: Len Strazewski, Gerard Jones, Steve Englehart, Terry Kavanagh
Dibujo: John Statema, Kevin West, Kyle Hotz, Ken Lashley
Entintado: Bob Smith, Mike DeCarlo, Rodney Gates, Jimmy Palmiotti, Tom Wezgryn
Color: Tim Divar, Micky Rose, Shannon Blanchard, Malibú
Portada: Jeff Matsuda
Precio: 895 pesetas (tomo en tapa blanda de noventa y seis páginas)

 

El repaso a tebeos publicados en épocas pretéritas lleva de nuevo a la barca de las reseñas a recalar en el Ultraverso, ese experimento empresarial-editorial que ejemplifica el auge y caída de la burbuja especulativa de los años noventa del siglo pasado y la progresiva tecnificación del proceso de publicación de las revistas del medio. Del origen y destino de Malibú Comics hablé en su momento al tratar el encuentre entre Rune y Estela Plateada, así que no es menester repetirse, salvo para indicar que las aventuras recopiladas en este tomo constituyeron un mojón más en la corta sucesión que marcó el camino de la editorial y sus personajes hacia el olvido.

Mutantes vs. Ultras es la recopilación de tres números independientes y una galería de ilustraciones en las que el nexo de unión es el encuentro entre personajes de Malibú –Prime, NightMan, los Exiles- y personajes de Marvel (no todos mutantes, hay que aclarar) –la Masa, Lobezno, la Patrulla-X-. Las historias mencionaban –aunque fuera de pasada- acontecimientos sucedidos previamente en las respectivas cabeceras y universos, separándose en consecuencia de la regla general de los encuentros intereditoriales. Después de todo, Malibú acababa de ser adquirida por Marvel, así que había que aprovechar todo lo posible de las nuevas propiedades, promocionándolas con algunos pesos pesados de la casa. Sin embargo, a la vista del resultado contenido en este tomo, no sé si las cabezas pensantes de la casa de las ideas querían promover las ventas de los héroes “malibuseros” o hundirles definitivamente en la miseria.

“Ultras” era el adjetivo genérico que se daba a los seres especiales de las colecciones de Malibú, de ahí que hasta cierto punto, resultaba lógica la comparación con los mutantes y que la edición recopiladora de Forum hiciera hincapié en la escudería-X. Después de todo, la franquicia “xavieriana” era una de las más fuertes del sello marveliano de Planeta, por lo que era la candidata ideal para ver si la parroquia ultra cuajaba en la audiencia hispánica. Sin embargo, no serían únicamente los mutis –empezando por el ubicuo Lobezno- los que echarían una mano (al cogote) de sus nuevos vecinos; también Hulk (que pasaba por un momento especialmente bueno por obra y gracia de Peter David) se sumaría a la fiesta y traería de la mano a su guionista de cabecera. De esta forma, se elaboraron las siguientes parejas:

La Masa y Prime: el coloso esmeralda hace equipo con el Superman / Capitán Marvel de Malibú. Kevin Green era un adolescente que, por obra y gracia del socorrido experimento, puede desarrollar una hipertrofiada musculatura (constituida por una suerte de gel-baba verde) y una apariencia adulta. Creado por Gerard Jones, Len Strazewski y Norman Breyfogle, sus aventuras se pueden considerar una versión oscura y realista de un trasunto del gran queso rojo, si este hubiera tenido que vivir en un mundo más desagradable –y próximo al nuestro- que el luminoso y fantástico (en más de un sentido) donde vio la luz. En la historia de encuentro, Prime está atrapado en el universo marveliano, pero intenta seguir llevando a cabo su labor como superhéroe. Esto lleva al clásico encuentro de “pelea por error” del mundo del pijama poderoso, en el que se pueden encontrar algunas semejanzas entre el héroe exiliado y una Masa que era fuerte e inteligente (“Doc” Hulk, como fue clasificada por Paul Jenkins tiempo después). Prime tiene aspecto de adulto pero sigue siendo casi un niño; la encarnación clásica del gigante verde tenía mucho de infantil, pero no nos llamemos a engaño: la historia es solamente una excusa para el reparto de piñas entre los protagonistas y con el villano de turno.

NightMan y Lobezno: el saxofonista Johnny Domino fue uno de los más afortunados militantes de Malibú, ya que tuvo su propia serie de televisión durante dos temporadas. En su caso, los avatares editoriales devinieron en la existencia de dos versiones del personaje, una de las cuales se quedó en el Ultraverso y otra viajó a la Tierra 616, donde acabó en Mundo Asesino y haciendo equipo con un Lobezno que -¡cómo no!- primero intentó destriparle (otra vez, el encuentro-pelea-alianza como prólogo-nudo-desenlace). La escapada de la guarida de Arcade se convierte en el prólogo a las aventuras de un exiliado que, pese a los proyectos de Steve Englehart (creador literario del personaje) no llegaron a narrarse.

Los Exiles y la Patrulla-X: el transporte del Juggernaut al Ultraverso (junto a otro par de mutantes de tercera creados en los oscuros días post-Claremontianos) es una excusa para reformar un grupo creado por Steve Gerber y Paul Pelletier (los Exiliados, personas corrientes escogidas para luchar contra una amenaza de primer orden) y convertirlo en una suerte de oportunidad de redención para seres tan encallecidos en su mala baba como Cain Marko. Para intentar convencer a alguien de que esto es buena idea, la Patrulla-X (Tormenta, Pícara, Gambito, Bestia y el Hombre de Hielo) se da un garbeo por el Ultraverso y, sí, tenemos peleas entre grupos, alianzas circunstanciales y promesas de futuro.

Si tomamos en consideración las premisas de la serie de encuentros, hay que reconocer que existía potencial para haber elaborado unas historias que captaran la atención de la afición de ambas partes para aventurarse en las colecciones de la otra parte contratante. Sin embargo, la ejecución y los resultados solamente pueden calificarse como decepcionantes. El Ultraverso partía de una planificación en la que participaron guionistas con oficio y prestigio y dibujantes que no le iban a la zaga, pero la absorción por parte de Marvel hizo abandonar a una buena parte del equipo, siendo sus sustitutos autores que no estaban a la altura. La colaboración entre Strazewski, Jones y David apuntaba buenas maneras, pero el dibujo de John Statema (uno de los sustitutos de Breyfogle en la colección de Prime) solo puede calificarse como horroroso. Steve Englehart participa en el encuentro con Lobezno; maneja bien a su creación, pero su versión de Logan es una colección de tópicos sobre el peludo canadiense (eso sin contar que a esas alturas el Mundo Asesino de Arcade era el aburrimiento padre). Sin embargo, en el podio de los horrores se alza con el premio de los espantos el encuentro entre los Exiles y la Patrulla-X. El equipo conformado por un mal guionista como Terry Kavanagh y un pésimo dibujante como Ken Lashley (que aquí intenta copiar de mala manera a Jim Lee, como cualquier principiante de esos años) desarrolla una historia donde hay mala caracterización de los personajes, un argumento tópico y un desenlace completamente olvidable.

El periplo marveliano del Ultraverso terminó poco tiempo después. Los intentos de relanzarlo se saldaron con un fracaso; quizá, una creación tan personal resultaba en exceso intransferible y fuera de sus padres fundadores los personajes se deshacían como polvorones, pero quizá hubieran tenido una oportunidad si oportunidades promocionales como esta se hubieran tratado con un poco de mimo. La feligresía marveliana no encontró más que una versión paupérrima de los héroes de Malibú; la parroquia malibulina no encontró más que unos burdos remedos de los héroes de Marvel. Para la posteridad quedan el nombre “Exiles” (que luego daría para una interesante y entretenida colección en Marvel, de la mano de Judd Winnick y Mike McKone) y el experimento de un Juggernaut un poco más superheroico (que luego daría para otra intentona, de la mano del denostado y afortunadamente olvidado Chuck Austen).

Marvel vs. Malibú, por Jeff Matsuda
Portada y contraportada del recopilatorio de Forum

  Edición original: Marvel Comics / Malibú Comics – julio, agosto, octubre - 1995 Edición España: Comics Forum – mayo 1996 Guión: Len Strazewski, Gerard Jones, Steve Englehart, Terry Kavanagh Dibujo: John Statema, Kevin West, Kyle Hotz, Ken Lashley Entintado: Bob Smith, Mike DeCarlo, Rodney Gates, Jimmy Palmiotti, Tom Wezgryn…
Guión - 4
Dibujo - 3
Interés - 2

3

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Alejandro Ugartondo
Autor
4 abril, 2016 23:54

Me pregunto: supongo que Marvel aún conserva los derechos de los personajes de Malibú, no? Podría haber aprovechado las Secret Wars para recuperar alguno de ellos y probar a adaptarlo a los nuevos tiempos.