The Tower Chronicles: GeistHawk

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Edición original: The Tower Chronicles: GeistHawk #1-4.
Guión: Matt Wagner.
Dibujo: Simon Bisley.
Entintado: Rodney Ramos.
Color: Ryan Brown.
Formato: Prestige, 72 páginas.
Precio: 7,99 dólares.

 

Matt Wagner es principalmente reconocido como creador de Grendel y Mage (más allá de sus interesantes trabajos con Batman). Sin lugar a dudas las cualidades utilizadas para esas creaciones fueron las que buscaron desde Legendary Comics al convocarlo para desarrollar esta idea con la que Thomas Tull (fundador y CEO de la empresa madre del sello) estaba jugando. Quien trajo a Wagner a elaborar y co-crear entonces este cómic que tenemos entre manos no fue Tull, sino otro hombre muy importante para la industria norteamericana moderna, Bob Schreck, quien cumple el rol de editor.

El plan, por supuesto, era que el escritor lo hiciera de nuevo, creando personajes y un mundo que los contenga muy elaborados, con una historia épica en movimiento alrededor de ellos, para así conseguir anotar un primer buen cómic para la editorial en nacimiento (no, Holy Terror no entra en esa clasificación).

Y en efecto, Wagner lo hace de nuevo. Desarrolla un protagonista llamado John Tower que no sólo es un tipo rudo y muy bien capacitado para cumplir su tarea de mercenario caza recompensas/caza monstruos, sino que también tiene un trasfondo bastante construido y con profundidad, el cual es utilizado para impulsar la narración de la historia, principalmente apelando al misterio y a generar curiosidad que se irá satisfaciendo con el pasar de las páginas. Crea también un variado reparto de personajes que lo rodean (que todos sabemos de la importancia de estos para una buena historia) también con características y detalles definidos, dándoles vida y más que un mero rol secundario para el cual ser útil. Para oponer a estos, claro, hay villanos y aquí también se trabaja mucho, en varios niveles: están los monstruos de diversos tipos y orígenes (desde vampiros hasta strigoi rumanos, todos con cierta reformulación propia) contra los cuales combatir apenas un momento, y también hay grandes organizaciones mundiales que serán otro elemento muy importante de la historia. Desde ya, todo esto compone un mundo, del cual se nos muestra a lo largo de estas casi 300 páginas que tiene sus peculiaridades y su historia, basada en la de nuestro mundo pero atravesada por estos rasgos propios, que esencialmente tienen que ver con lo sobrenatural, lo místico (de todo tipo, ya que toda leyenda y fantasía parece ser cierta en este mundo ficcional), y claro, con los seres humanos interesados en todo ello.

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En ese último punto es sobre el cual marcha la historia grande de The Tower Chronicles, con su protagonista que aparece como un simple mercenario que trabaja de cazar monstruos y demonios y demás, para pronto develar que tiene otros motivos, algo que lo mueve más que simplemente ganar dinero y destruir el mal de esas criaturas; y también, desde ya, con esas organizaciones (sí, más de una) que de una u otra manera estará detrás y en frente del héroe (o debería decirse antihéroe) de esta narración.

Utilizando recursos conocidos y tocando temas muy comunes, Wagner no obstante consigue construir una obra que tiene su propia identidad, en lo cual tiene mucho que ver el rol de los autores, desde luego, tanto del mencionado escritor como del dibujante, Simon Bisley. De acuerdo con lo dicho por éste último en cierta ocasión, The Tower Chronicles parece haber sido escrita para él, ya que le viene como anillo al dedo el protagonista rudo, casi bestial, así como sus oponentes monstruosos, y las escenas de acción espectaculares que narra con gran dinamismo. Tanto es así, que las escenas más cotidianas en algunos momentos no están tan logradas como las mencionadas antes; aunque, como adivinarán, aquellas son minoría en todo este cómic.

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Esto es así, también, debido a que el guionista se vale de la narrativa con bocadillos de pensamiento del protagonista (y en ocasiones de un personaje secundario, la oficial del FBI, Alicia Hardwicke) para sumar contenido a lo que se está contando, en especial a lo que respecta a esa misteriosa pero adivinable motivación. Otro recurso importante del escritor, utilizado desde el segundo número, es la incorporación de escenas del pasado de John Tower que resultan relevantes tanto para conocer más del protagonista en general, develando muchos detalle del protagonista, como también para ciertas cuestiones que hacen a la historia presente que se está narrando. Estos breves flashbacks, se alternan con algunos casos para los cuales es contratado el personaje, los cuales sirven desde el comienzo para introducir a todo el reparto, desde el mismo Tower, hasta los villanos, pasando por la mencionada oficial del FBI. Esto da la pauta de la combinación de géneros que atraviesa a The Tower Chronicles, entre los cuales podemos enumerar rápidamente el policial, terror, acción, aventuras y drama, fusionándolos y chocándolos para crear algo propio; Tower comprende todo eso, con una historia mayor.

GeistHawk es el primer volumen de una trilogía, según se propuso, y fue publicada inicialmente en cuatro números en formato Prestige, para luego ser recopilada en un único tomo. A lo largo de todo este volumen, se desarrolla la primera historia del personaje creado por Wagner a partir de la idea de un tercero, la cual en su totalidad no deja de ser bastante introductoria aunque se cuente un arco argumental cerrado. Si bien tiene su introducción, su conflicto y su desenlace propios, GeistHawk esencialmente nos introduce a John Tower, nos invita a que nos interesemos por su pasado y sus misterios, y por su futuro en este mundo en el cual tiene enemigos de sobra. Siendo apenas una introducción, resta ver cómo sigue y concluye la historia mayor. Queda mucho por leer, entonces, luego de este primer volumen; y tiene con qué interesar a los lectores para que continúen siguiendo las aventuras y desventuras de Tower, ya sea con lo ficcional que se menciona, o con las cualidades artísticas vigentes de Matt Wagner y Simon Bisley.

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Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
12 febrero, 2014 16:21

Mira que flipé con Bisley en Slaine. Sobre todo en el primer álbum, donde desplegaba todo un catálogo de técnicas de dibujo. Pero, desde entonces, cada nuevo trabajo suyo me gusta cada vez menos.

Es que miro estas páginas y a duras penas lo encuentro soportable.

Tronak el Karbaro
Tronak el Karbaro
Lector
12 febrero, 2014 16:44

A mí Bisley me encantaba en el Juez Dredd.

Lono
Lono
Lector
13 febrero, 2014 11:42

Los números que hizo últimamente para Hellblazer estaban bastante bien…