MundoManga: RahXephon, de Izubuchi y Momose; Oh-Roh (El Rey Lobo), de Buronson y Miura

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RAHXEPHON, de Izubuchi y Momose: Surtido medio de robots

Edición original: Rahxephon JAP
Fecha de edición: Nov. 2003 – Marzo 2004
Guión: Yutaka Izubuchi
Dibujo: Takeaki Momose
Color: B/N
Formato: Libro rústica, 198 págs.
NORMA (7)

Sinopsis: Tokio, 2015. Ayato es un adolescente normal y corriente que se salta clases en su instituto, pero que no es mal chico. Tiene novia y también una amiga del alma (Reika) desde que era pequeño que le ama con todo su corazón pero que no es correspondida como quisiera. Un buen día, les atacan de repente unos “hombres de negro” queriendo eliminar a su amiga llamándole Ishtri y queriéndole capturar a él bajo el nombre de Orin. Por suerte llega una chica llamada Haruka, los salva a los dos y se los lleva a un inmenso sitio escondido a los ojos de los habitantes donde se encuentra un extraño robot. Son las instalaciones de MU, la organización que lidera y gestiona la ciudad de Tokio, aislada del resto del país, controlado por Terra, dos organizaciones en guerra. Por alguna razón Ayato es el único que puede pilotar el robot, llamado RahXephon, cosa que hace, y se lleva a su amiga y la desconocida fuera de la ciudad, a la base de Terra. Ahí el tiempo corre a la velocidad real, y están en el 2033. Le explican que el sitio de donde procede es una mentira, que el gobierno de Mu crea impulsos, situaciones falsas, en general una falacia. Ayato deberá luchar con su robot contra los del enemigo, mientras va descubriendo aspectos de su vida, de su madre, de sus amigos y de cómo se llegó a esta situación de guerra. Descubrimientos que le cambiarán la vida, la forma de ver el mundo e incluso dudar de su propio pasado.

Entre líneas: ¿Qué harías tú si de golpe y porrazo un día unos señores te quieren matar, una chica te rescata y te enseña un nuevo mundo que no habías visto nunca? ¿Y si además esta persona te dice que todo lo que has vivido ha sido una mentira, que los gobernantes de tu ciudad son los malos y que además fuera de la “burbuja” que engloba tu ciudad el tiempo pasa más deprisa? Que hay dos organizaciones en guerra, y tu eres clave para la solución del conflicto pilotando un extraño robot que solo obedece tus órdenes. Un conflicto que se originó en la antigüedad, en una especie de paraíso medio azteca medio griego, las ruinas de las cuáles han llegado hasta hoy. Todo en lo que habías creído se tambalea y aunque la gente que te ha hecho abrir los ojos parecen “los buenos”, no puedes olvidar todo lo que has vivido en la ciudad, tu familia, tu novia y amigos, y extrañas revelaciones te hacen ir hasta el fondo de los acontecimientos para descubrir realmente quién eres, volviendo a Tokio y poniéndote en contacto con MU, y con alguien muy allegado a ti.


Los Dolems de MU, emergiendo entre la niebla, con diseños realmente curiosos…

Este es de esos mangas con el cual tienes la impresión de que tu valoración sobre el mismo va a cambiar en tiempo real a medida de que vayas leyendo los tomos. En este caso, hasta mediados del tomo 2, es un cambio para mejor, aunque sin ser muy original. Las primeras páginas del primer tomo recuerdan muchísimo a series mecha muy conocidas como Evangelion, Patlabor, Gundam, etc. El encuentro inicial de Ayato con Haruka se parece mucho al inicio de la obra de Sadamoto (Evangelion), con un ataque a la ciudad, sorpresa inicial del chico que no sabe nada de lo que le pasará y recogida en coche de Misato. Huelga decir que el chico es el predestinado para conducir el robot, pero eso ya lo sabíamos desde Mazinger Z. Hay más coincidencias, como los campos AT (campos de fuerza que protegen de los ataques), extensiones estilo tentáculos para atacar de forma parecida a los ángeles de Evangelion, la espectacularidad de los combates en medio de la ciudad (cierto tipo de disposición de los puntos de vista, la planificación de los ataques, el uso de lásers), etc. La relación con Patlabor y Gundam viene dado que el guionista Izubuchi fue el diseñador de mechas de estas series, aunque el ambiente es totalmente distinto. La obra también tiene mucho de Brain Powerd, dos organizaciones enfrentadas, misterios, personajes enigmáticos, etc., y las dos series comparten origen: el anime antes que el manga, cuando suele ser al revés. Por suerte, RahXephon está bastante mejor narrada y explicada que la obra de Sugisaki, que pecaba de querer “molar” mucho y ser épica cuando lo que pasaba es que no entendías nada. Izubuchi y Momose son capaces de explicarte todo lo que quieren en tres tomos, de forma progresiva, bien encauzada y sin querer parecer que escriben la obra definitiva del género, esa que deba ser recordada por los aficionados gracias a su complicada trama y “molosidad” de los nombres de los personajes. Donde parecía que Brain Powerd era incapaz de explicarse a sí misma a un lector que no hubiese visto el homónimo en animación, RahXephon es capaz de aprovechar las páginas de cada tomo para ir dejando pistas y explicaciones concisas de lo que pasa y quién es quién, aunque se guarda sorpresas, como es lógico. De hecho, el anime y el manga se lanzaron al mismo tiempo en Japón, y los editores decidieron dar visiones distintas del asunto. Mientras que el anime es más denso (posiblemente queriendo emular a Evangelion), el manga es algo más ligero, aunque tiene momentos densos.

El Xephon en plena acción. Eso de ahí parece la esfera de Gantz a lo bestia, pero no lo es.

Como son los mechas en este manga? RahXephon tiene un estilo más bien delgado, bastante estilizado aunque con fuertes caderas. Tiene un rostro bastante humano, incluso posee una boca por la que emite un extraño canto en momentos puntuales que no puedo desvelar. Esto lo aleja de los cuadrados labors de Patlabor o Gundam y lo acerca más a los EVA de la serie de Sadamoto y Anno, aunque sin llegar a la delgadez extrema de estos. Por otro lado, ¿qué es el RahXephon en realidad? Durante la serie se le denomina de varias formas, y no por incongruencias, sino porque cada personaje lo ve como algo distinto. RahXephon es una máquina con sentimientos propios que existe desde la antigüedad. Para algunos, es un ser superior, cercano a los Dioses, que puede controlar el clima y aspectos del Universo como los movimientos astrales. Para otros, es una máquina de la felicidad, en el que su alma interior escudriña tus sentimientos y obra en consecuencia, otorgándote ese deseo o no. Sea lo que fuere, no es un simple robot de la policía.

Reika pasa por una experiencia cercana a la de Rei… y casi acaba como ella…

Decíamos que la impresión inicial de ser una historia muy marcada por otros éxitos pasados en el género del mecha dura tranquilamente todo el primer tomo. Pero es a mediados del segundo tomo donde la historia toma su propio camino. Parece claro que el protagonista masculino está íntimamente ligado con el robot. Pero hay algo más: Reika también tiene relación con la extraordinaria máquina, hasta el punto de reaccionar ambos al mismo tiempo a estímulos externos, o incluso el Xephon moviéndose por sí solo para recuperar a la chica en peligro. Ayato tiene bastantes puntos en común con Rei Ayanami de Evangelion (aunque Reika protagoniza una escena calcada a otra con Rei como estrella), aunque ni por asomo se le parece ni físicamente, ni emocionalmente, ni en su forma de ser. Aparte, van aflorando conceptos como la raza de los ‘sangre azul’, descendientes directos de los ancestros, se desvela quién es el espía, etc Especialmente se nos enseña el remoto pasado de 15.000 años atrás, donde una civilización medio maya, azteca y egipcia vivían en un paraíso de felicidad. Ahí, ascendientes directos de los protagonistas tenían su función dentro de la sociedad, y estaban esperando la proclamación de Ishtri en sacerdotisa, que entraría en comunión con el Xephon, que ya existía en esa época a la espera de alguien que pudiera pilotarlo. Pero no todo es tan bonito: algo en el ambiente aseguraba de que si la sacerdotisa moría en el intento, era fácilmente reemplazable. Esta sensación de ser prescindible y estar sola en el mundo irá pasando de generación en generación durante miles de años hasta nuestros días, afectando a la relación entre Ayato y Reika. Los personajes viven vidas con unión directa al presente, es decir, se crea una unión mística entre los sangre azul actuales con sus ancestros, y un sentimiento de predestinación crece en el ambiente. La cosa se complica bastante y los sentimientos de Ayato por Reika y la gente que ha conocido en Terra decantan su participación, amén de que su mundo se desmorona por lo que ve y oye en Mu, los cuales se creen una raza superior por provenir de los ancestros. La verdad es que la historia pivota en la relación entre Ayato, Reika y el RahXephon, a nivel físico, mental y emocional.

Hay una curiosa relación de este manga con cuentos clásicos. Especialmente se hace hincapié en El Mago de Oz, la famosa película de 1939 dirigida por V. Fleming y basada en el libro El Maravilloso mago de Oz, de L. Frank Baum, escrito en 1900. Más allá de buscar similitudes entre los personajes del manga y los del libro o película (reconocer al león, espantapájaros o a las diversas brujas), el guionista se centra en la letra de la famosa canción Somewhere Over the Rainbow: “Más allá del arco iris hay un lugar del que oí hablar en un canción de cuna. Allí el cielo es azul y tus sueños se hacen realidad”. El arco iris es la burbuja que de repente se formó alrededor de Tokio hace unos años, y ese “mundo exterior” es el dominado por Terra, pero esta canción, cantada por alguien ligado a Mu (y no puedo decir más), viene a decir que ese mundo exterior tampoco es tan bonito como se pensaba, y pretende destruirlo. También hay una referencia a la clásica frase “Totó, creo que ya no estamos en Kansas”, que Dorothy exclama cuando llega al mágico mundo de Oz proveniente de ser arrastrada por un tornado (que haría las veces de espejo como el de Alicia en el País de las Maravillas). Aunque la relación con el cuento se vea un poco forzada, el guionista va dejando detalles o pequeñas menciones al relato. También hay una pequeña mención a Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift y el mundo lilliputense.


El manga hace interesante las relaciones humanas, sobretodo la unión familiar-amorosa entre Ayato y Reika. De hecho, y como pasa en muchos mangas de este estilo, el protagonista se ve envuelto en algo demasiado grande para él pero que en el fondo él se mueve solo para salvar a su chica (que de hecho no es su novia), a la que le une un sentimiento fraternal que se irá explicando en el transcurso de la historia y que tiene sus raíces mucho antes del nacimiento de ambos. Este sentimiento pasa de ser un cariñoso afecto por haber vivido juntos desde pequeños (sin ser hermanos pero queriéndose como tales) hasta convertirse en una historia de amor, el amor que ha sentido Reika por Ayato desde que se conocieron, y que él siempre había ignorado o minimizado. Todos estos sentimientos se ven reflejados en el RahXephon, hasta el punto de poder influir en la batalla o que la máquina se mueva por sí sola.

El humor también hace acto de presencia en RahXephon, al menos en su primera mitad. Los momentos de confusión entre la novia de Ayato y Reika, con la que mantiene una relación muy especial o, una vez en las instalaciones de Terra, las escenas en bikini de Haruka y otra compañera bien dotada, y el enfado de Reika por el babeo constante de Ayato. Pero son momentos puntuales que incluso desaparecen al avanzar la narración. Comparándolo con Genocidio, el manga reseñado el mes pasado, la sensación de querer “enseñar carne” es mucho mayor en aquella que en la que nos ocupa este mes, reduciéndolo a un par de escenas de fanservice sin ninguna complicación y totalmente inofensivas. Aunque sí es cierto que los propios autores declaran haber creado un “manga de bragas” en los chistes dibujados al final de cada tomo. Posiblemente la intención era aligerar la carga dramática que por otro lado sigue existiendo, introduciendo algo de fanservice que posiblemente en el anime original no existía. En cambio, en el anime de Brain Powerd (la otra serie de manga basada en un anime que mencionamos anteriormente) es donde se ven los fanservices más descarados, incluyendo un famoso Opening de la serie con todas las chicas protagonistas desnudas en proporciones gigantescas y objetos, islas o los cuarteles generales tapando sus partes más íntimas, mientras que en el manga derivado se eliminan. Volviendo a RahXephon, el poso serio es suficientemente grande como para compensar esas escenas, que por otra parte son pocas y más graciosas que otra cosa.

El dibujo es bastante común a otros dibujantes, con un trazo mínimamente personal, sobretodo en las caras. Es un dibujo bastante limpio y claro, y aunque usa tramas, no recarga el dibujo con ellas, sino que más bien usa tramas “planas”. Quizá RahXephon sería el ejemplo perfecto para decir que el dibujo no es para nada espectacular o muy personal, pero que esto no impide que se disfrute la lectura. Volviendo a las caras, los rostros femeninos recuerdan un poco a los dibujados por Kia Asamiya, del cuál no sabemos nada en España desde 1999 (si obviamos su Batman Child of Dreams de 2004), por el hecho de hacer caras “regordetas”, bastante anchas. El guionista había participado en Patlabor, y posiblemente de ahí sacasen el prototipo del comandante Kunugi, basándose en uno de los mejores personajes de la serie de Masami Yuuki, el capitán de la segunda patrulla, Kiichi Goto. Se parecen en el físico pero no en el carácter, aunque la primera vez que lo ves es imposible no recordar el impagable Goto. El temible Griffon negro, contrapunto malvado de los serviciales labors, también sirvió de inspiración para el RahXephon negro, que hace su aparición en el tercer tomo de esta serie. Sin dejar a Asamiya, gracias a los textos de final de tomo nos enteramos de que Izubuchi diseñó los personajes para la película basada en Silent Mobius, del mismo autor que Nadesico. De ahí el relativo parecido de las caras dibujadas por Momose, posiblemente siguiendo indicaciones de Izubuchi. Vamos, que todo queda en familia.



Parecidos razonables entre Reika y las protagonistas de Silent Möbius y Nadesico, de Asamiya

Valoración: El género mecha está muy arraigado en Japón, tanto que una de las series más populares, Gundam, ha visto como uno de sus personajes ha sido recreado a tamaño 1:1 en la isla artifical de Odaiba, en Tokio, llegando hasta los 18 metros de altura. Su popularidad hace que sea muy común para los japoneses pensar en mechas, aparte de la gran afición que hay por las figuras a escala y maquetas. Un género tan interiorizado por los lectores nipones como pueden ser las magical girls o el yaoi. En el star system de este género encontramos hitos en todas las épocas, desde Mazinger Z hasta Eureka 7, pasando por las conocidas Gundam, Macross o Nadesico. En este contexto es normal que aparezcan series del estilo continuamente, y no todas pueden tener un nivel de calidad altísimo. Aquí se sitúa RahXephon, por suerte en un sitio bastante digno. El guionista también lo había sido de la serie madre, esta vez en anime, por lo que sabe muy bien lo que contar y como contarlo. Aún teniendo un tercer tomo ligeramente inferior a los otros, la historia es lo suficientemente interesante y está bastante bien resumida como para seguir leyendo. Pequeñas gotas de humor suavizan un relato con momentos auténticamente tristes. Los personajes de Ayato y Reika son bastante creíbles, su amor mutuo (aunque al principio no sea el mismo tipo de amor) es bastante convincente y debe serlo, porque es lo que mueve toda la trama. Un final trágico presagiado para uno de los dos también aporta el punto de dramatismo y el querer luchar contra el destino une a desconocidos. No es una serie complicada de seguir pero tiene sus par de momentos “ahora viene lo importante” (como bien dice una de las chicas) que en pocas páginas hace avanzar la trama. Aunque tenga algunas conexiones con Evangelion (los mechas enemigos podrían pasar por ángeles, y su forma de atacar también), la historia no es tan enrevesada ni psicológicamente tan profunda ni explicada de forma tan críptica como aquella. Los personajes tienen preocupaciones más mundanas, guiados por sentimientos a flor de piel nada impostados. Con temas como la familia, el querer proteger a tus amados, el destino y como romperlo, la versión manga de RaXpehon consigue resumir 26 episodios de la versión animada de forma estructurada, amena y entendible. Es un pequeño manga que no pasará a la historia pero que puede ser interesante para los aficionados a este tipo de relatos, aunque quede muy lejos de los grandes títulos del género. Pero lo hace con honor, bebiendo de otras series pero aportando un trasfondo sencillo pero atractivo, bien planificado y de lectura fácil pero no calco de tantas y tantas historias parecidas.


La verdadera forma de la fortaleza de MU. ¿Esas caras disparan anillos mortales como las caras de Pascua de los Gradius?

OH-ROH, EL REY LOBO, de Buronson y Miura: Variaciones de la historia remota

Edición original: Oh Roh JAP
Fecha de edición: Sept. 2006
Guión: Buronson
Dibujo: Kentaro Miura
Color: B/N
Formato: Libro rústica, 210 págs.
MANGALINE (6,9)

Sinopsis: Kyoko e Iba son una pareja de novios de cualquier ciudad japonesa a finales de los años 80. Los dos son expertos historiadores y además, él es experto en Kendo. En un viaje por la ruta de la Seda, Iba desaparece sin dejar rastro. Kyoko, buscando a la desesperada una pista de su paradero, es transportada por un extraño tornado a la Mongolia del siglo XIII, justo cuando el famoso Gengis Khan gana todas las batallas. Ahí descubre a Kosuke como un guerrero esclavo que es obligado a sobrevivir luchando a vida o muerte en una especie de circo romano. Consiguen atraer la atención de Khan que convierte a Iba en general del ejército por su bravura y novedosa técnica con la espada, aún sin saber que vienen del futuro. Pero la intención última de Khan es totalmente distinta: anhela un heredero para todo su imperio, y este se lo proporcionará el amor existente entre Iba y Kyoko.

Entre líneas: La ficción histórica siempre nos ha permitido vivir un relato imaginario apoyándose sobre datos, situaciones, o eventos reales. En esta ocasión, nos trasladamos a la China del sXIII, concretamente a la zona de Xi Xia, una de las primeras en caer en manos del imperio mongol y de su conocido líder militar. Esta historia de un solo tomo nos narra como la pareja llega al sXIII y como se ganan la amistad de Gengis Khan, que los acoge al comprobar que son de su mismo país, Japón. Después de comprobar su valía en el campo de batalla, Kyoko da a luz un niño. La parte final del tomo revela las verdaderas intenciones de Khan: quedarse el hijo de la pareja como propio y convertirlo en heredero del imperio. La lucha final está servida, con el apremio de que la pareja ve posible el retorno a su tiempo. Al ser un solo tomo, los autores no pueden detenerse con mucho detalle en algunos aspectos, con lo que la estructura del tomo hace avanzar bastante rápido la historia pero sin que notes a faltar nada importante.


La ciudad de Xi Xia en 1212.

El tomo aúna las características más relevantes de ambos autores. Por un lado tenemos a Miura, que en ese momento, allá por 1989, ya tenía en mente la serie que le llevaría al estrellato, Berserk. Se podría decir que Oh-Roh y su continuación, Oh-Roh Den, fueron los primeros mangas que publicó el autor, una génesis de Berserk tanto en dibujo, constantes visuales, etc Ya podemos ver su gusto por las armaduras, espadas, ejércitos, grandes y épicos luchadores, etc. Por otro lado, Buronson ya llevaba más de 5 años guionizando uno de sus mangas más populares, Hokuto no Ken (El Puño del Estrella del Norte, que verá una reedición por parte de Planeta durante 2012), con lo que ya había hecho muy suyas las características principales de sus mangas: época de guerra y confrontación, desolación, muerte, la ley del más fuerte y lo que más e recuerda de H. No Ken: los personajes de grandes dimensiones, ese gigantismo que vimos tantas veces en El Puño, símbolo de grandeza física pero también de poder. Por suerte, aquí no presenciaremos a nadie destrozar las cabezas de sus contrincantes. Es más, el protagonista intenta evitar matar a toda costa, usando el mismo truco que Kenshin el Guerrero Samurai: atacar en el último instante con el reverso de la espada, aunque no siempre lo puede evitar.

Esto es lo que más se acerca la obra al clásico cabezón estallado de Hokuto no Ken

Esta es una de las constantes del tomo y algo que lo hace interesante: el hecho de otorgar conocimientos de historia a los dos protagonistas les permite predecir que pasará en el futuro. No los detalles de cada día, pero sí los grandes eventos, batallas que quedaron reflejadas en las crónicas de la época y que han llegado hasta nuestros días. Así, saben que Khan no morirá hasta el 1227, y eso pesará mucho en la batalla final contra el mismo Khan. La obsesión de Iba de no modificar un ápice la historia llega hasta sus últimas consecuencias. Su conocimiento de la historia hace que comenten entre ellos (ergo, con los lectores) datos importantes de la historia que podrían influir en su viaje al pasado. Esto confiere cierto elemento “académico” al relato, haciendo descubrir al lector sucesos que quizá desconocía. No se puede decir que sea un manga didáctico, pero tiene ciertos momentos donde claramente quiere transmitir un conocimiento.

Los personajes gigantes son una constante, pero es más una alegoría de su importancia que su estatura real. No siempre se mantienen las mismas medidas

Estos datos históricos están bien reflejados y se nota cuales son y por donde se mueven los personajes ficticios en medio de los de verdad: el mismo Gengis Khan y su nombre real Yoshitsune Minamotono, su leal ayudante Benkei, o el futuro Kublai Jan de la dinastía Yuan que atacó Japón en el período Kamakura. El propio Jan es una paradoja del destino: hijo de unos japoneses llegados de otro tiempo, adoptado como hijo propio por un Gengis Khan, que arremete asiduamente y con violencia contra su propio país, quizá con la intención de volver a su patria, y del cuál nos llega un pequeño amuleto que había sido propiedad de Kyoko, cerrando una especie de círculo histórico. Estas licencias históricas están bastante bien colocadas, hasta el punto de que puedes llegar a creer que hubo varios Gengis Khan o que un general enemigo conozca y tema a Iba como si fuese un personaje histórico la destreza del cual en batalla ha traspasado fronteras. El hecho de que nos llegue (siempre dentro de la lógica del manga) hasta nuestros días un amuleto en forma de máscara de Kendo perteneciente a Jan cuando el Kendo nunca había pisado tierra china también tiene su aquél.

Miura nos entrega una visión el mundo creado por Buronson que responde a las características más esenciales de su dibujo: recargado de detalles, consigue dar efectos y volumen sin la ayuda de las tramas, pero que en ocasiones parecen tales por el esmerado detalle que confiere a armas, vestidos, armaduras y todos sus accesorios. Es un dibujo que recuerda inmediatamente a su autor, eso es, bastante personal, al igual que otro dibujante de la época, Kazushi Hagiwara, aunque sin prácticamente humor. Aunque realmente a quien se le parece es a Tetsuo Hara, dibujante de El Puño de la Estrella del Norte, la gran obra magna de Buronson. Aunque Hara es de un dibujo más sucio, comparten ciertas similitudes estilísticas. Y uno no puede dejar de pensar como hubiese quedado El Puño con los lápices de Miura, ya que se ha visto que el dibujante de Oh-Roh se amolda bien a los argumentos clásicos de Buronson (grandes enemigos, luchas a muerte, escalada de poder hasta llegar al más fuerte, etc).


El dibujante pone especial atención a suplir las tramas con infinidad de detalles y líneas para dar volumen

La edición de Mangaline es bastante correcta dentro de lo habitual en la extinta editora sevillana: papel bastante bueno, reproducción clara de las viñetas, una correcta traducción (las fotografías usadas para ilustrar este texto pertenecen a la segunda edición mejorada de una fantraducción de la obra), aunque siempre encontramos esos detalles típicos de la editorial como las letras estilo Arial en mayúsculas en plena portada o lomo. El mismo tipo de letra que se usó para escribir el interesante apéndice sobre la realidad histórica de la época, los protagonistas reales y el grado de libertad de imaginación que nos otorga el autor para mezclar personajes reales e imaginarios, o incluso mezclar dos de los reales en una misma persona. Escrito todo en mayúsculas resulta ser un texto bastante complicado de leer por el poco espacio que tiene la traductora nativa japonesa para explicar lo que quiere: con una página más a su disposición hubiese quedado todo más limpio e incluso podría haber relacionado los nombres en Kanji de algunos personajes reales con palabras surgidas a partir e ciertos eventos históricos, como la palabra Kamikaze. Pero aquí ya debieron entrar decisiones editoriales para el cómputo total de páginas por tomo, encolado de los varios legajos, etc

Valoración: Oh-Roh es un buen manga seinen donde en un solo tomo se explica un viaje en el tiempo que permite a la pareja protagonista vivir de cerca los acontecimientos que ocurrieron en la China del sXIII, en pleno apogeo del impero Mongol. Sin poder entrar mucho en detalles, pero de forma bien estructurada, el guión nos presenta un relato de ficción histórica donde el último propósito es enfrentar a Iba, convertido en un experto guerrero estratega sin perder sus conocimientos del sXX, con el legendario Gengis Khan, y su sorprendente final. Este enfrentamiento ya se gesta a finales del segundo tercio del tomo, por lo que podéis suponer que los sucesos van ocurriendo de forma bastante rápida, aunque por suerte no atropellada o artificial. El peso de la Historia es primordial, y queda patente en muchas de las escenas de la obra, aunque el guionista se permita ciertas licencias como las de unir 2 personajes en uno. Precisamente estas licencias son las que dan juego a la imaginación del lector, en un escenario que se debate entre repasar y respetar los hechos históricos y abrir la puerta a la ficción y un what if que podría realmente haber sucedido. Buronson sigue con sus constantes narrativas, aquí mermadas por la longitud de la historia, aunque reconozcamos su pasión por los personajes grandes (pero muchas veces vacíos de inteligencia y/o sentimientos), desolación y combate continuo. A esto Miura se aplica con un excelente dibujo de armas y armaduras, con mucho detalle, sin uso de tramas, bastante cargado pero claro al a vez. Solo falla a veces con las caras, sobretodo al inicio, aunque son pocas veces y te acostumbras. Sin ser un título imprescindible, Oh-Roh (El Rey Lobo) propone una alternativa a la Historia interesante y bien ejecutada por un guionista ya curtido en estas lides y un dibujante que empezaba a despuntar en la época. De haber sido más larga, se podrían haber narrado más batallas, seguir la expansión del imperio Mongol a modo de lección histórica mientras la relación de la pareja con Khan se iba desarrollando. Pero el éxito de Berserk posiblemente hizo que Oh-Roh se quedase en un solo tomo, si descontamos la continuación, Oh Roh Den, también de un tomo, pero inédita en nuestro país a no ser que visites el submundo de las fantraducciones. Una muy correcta lectura que mezcla realidad y fantasía, dureza y amor, y un respeto por la Historia hecha por los que vinieron antes que nosotros.

El primer encuentro de Iba con Gengis Khan. Gengis rebosa fuerza y poder.
Ampliar para ver con más detalle



Iba a punto de enfrentarse a muerte para regocijo de unos cuantos…


… y rebanando pescuezos de trolls para salvar a su amada.

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Jordi Querol
Nací en Barcelona durante el régimen anterior, por pocos meses. Los primeros cómics que cayeron en mis manos fueron Mortadelos, Tintins (lloré mucho por tener Las Joyas de la Castafiore en castellano y no catalán), Asterix desde la biblioteca del pueblo, revistas de Bruguera...hasta que llegó el manga, con su "sexo y violencia" primero y su diversidad de historias después. Bye bye superhéroes. Cómic europeo, español e independiente USA, cuando se ha podido. En 2006 Toni Boix me llamó a filas en ZN,y por aquí sigo. Siempre digo que no sé escribir pero es #postureo. En realidad soy un crack ^^
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elgorrion
Lector
21 diciembre, 2011 14:24

Al día de hoy disfruto enormemente con los constantes cabios de tamaño de los malotes de «Puño de la estrella del Norte», porque eran una metafora meta-gráfica-lingüistica del poder de sus personajes. Algo como lo que, dicen, hace «intemcionalmente» el subnormal de Liefeld.

Buenas reseñas ambas.

Jordi T. Pardo
Autor
21 diciembre, 2011 14:46

Muy buen artículo, Jordi.

Yo sigo esperando una nueva edición de El Puño de la Estrella del Norte… Y si se animan a reeditar Oh-Roh El Rey Lobo, tiene muy buena pinta, o Japan cuentan con un comprador seguro.

BLAS
BLAS
21 diciembre, 2011 15:24

Estoy sorprendido. Qué tamaños, qué cuerpos, qué exageraciones. Creía que el Puño de la Estrella del Norte era lo máximo en musculámenes exacerbados y crecimientos extraños, pero veo que no. Muy buen artículo, Don Jordi. Reciba usted un saludo, al igual que los comentaristas.
Saludos.

Blade Runner
Blade Runner
Lector
21 diciembre, 2011 17:23

De las ediciones de MangaLine se pueden criticar muchas cosas: la rotulación, las traducciones, las patadas que le pegaban a veces al diccionario… pero en cuanto al tema de la calidad del papel y de la impresión, estaban muy por delante del resto de editoriales, incluídas las más «grandes». Sólo Glènat se les acercaba un poco, y eso era antes, claro. Además tenían un abanico muy amplio de series y temáticas, y unos precios realmente ajustados y baratos (¡Berserk a 6.00 €uros!)

En cuanto a Rahxephon tengo por ahí los dos primeros tomos, pero no conseguí engancharme; aunque después de leer el artículo igual les doy otra oportunidad, a ver si en una segunda relectura me gustan más…

mario
21 diciembre, 2011 21:17

Perdón por la intromisión, pero ya que estamos en manga, ejem:

http://www.youtube.com/watch?v=nCtvy1gFdco&feature=related

Tremens
Tremens
Lector
22 diciembre, 2011 0:45

Miura, cacho cab#@€, déjate las mamonadas y acaba Berserk de una puñetera vez, gandul!!!

Jordi Querol Rielo
22 diciembre, 2011 2:03

elgorrion: Sinceramente, no se yo si era una «metafora meta-gráfica-lingüistica» o si simplemente al tio le soplaba conservar las proporciones, o no le iba bien, o simplemente tenia un día vago. Con los compis de redacción comentábamos que, si Planeta acaba editando la edición Kanzenban de la obra, de 14 tomos, durante este 2012, no sé yo si la voy a comprar. Alguien definió El Puño hace poco como «un tío con cara de palo durante todo el manga que va matando a rivales cada vez mas fuertes hasta pillar al que le robo la novia»…. Sí, muy shonero y muy clásico y nostálgico,…. pero a sXXI habiendo leído mucho más no sé yo si me va a enganchar. Que fue de los primeros mangas que vimos y tal, vale,…. pero no lo veo claro.

Jordi: Si Berserk les va bien, que parece que sí, podrían pillar Oh Roh y su continuación y editarlos los dos en un mismo tomo, y listos. Y de paso Japon. Y con esto finalizaríamos a Miura, no tiene más mangas (según algunas webs de información pura y dura que estoy viendo).

BLAS. Gracias por el «don» 🙂 Depende de como leas tu frase, si lo haces al estilo Parada, tiene un aire muy de pérdida de aceite xDDD Claro que hay un circo chino/romano en el manga, o sea que ya cuadra un poco todo xDD

Blade Runner:Al menos en Oh Roh, tanto la rotulación de viñetas como la calidad de la traducción parecen correctas. Sí es cierto que les avisé, hace años, de que el pequeño manga de Clamp in Wonderland, habían bastantes errores de edición y de patadas al diccionario… respondieron bastante rápido, al menos. Pero los fallos siguen ahí xD Se ha criticado la edición de Berserk, pero es cierto que costaba 6€, un muy buen precio de un superventas que hubiese vendido igualmente a 8€. Por otro lado sí es cierto que el papel es bastante bueno, pero meten la gamba colocando notas a pie de viñetas en Arial xDDD

Mario: Tiene una pinta tremenda.

Tremens: Dudo que Miura te lea xD La verdad es que no sé si Berserk ha decaído en la actualidad, pero 24 años y 36 tomos ya son muchos años…. claro que One Piece lleva desde 1997 pero lleva la friolera de 64 tomos, y Oda dice que aún tiene cuerda…No sé Berserk, pero OP ha tenido el don de no hacer decaer el interés, cada nuevo arco es interesante, y más ahora de haber pasado dos años en la vida de los protas y verlos muy distintos a lo habitual.

Gracias a todos por los comentarios.

elgorrion
Lector
22 diciembre, 2011 2:37

Meta lenguage o no, es como vos decís, al tipo le importaba un rábano las proporciones. Pero es con la película que esto se transforma en algo más, que abandona la lógica, pero sin dañar la «suspensión de la incredulidad». Este tipo de obras son las que llevaron al animé a la cima mundial de la animación, muy por encima del resto. Son obras como Redline (de culto instantáneamente, a ver cuando la reseñan), con casi argumento y guión nulo, las que marcan el camino de la animación (por ahí incluso leí que los guiones eran improvisaciones de los actores).

La vanguardia es así.