Mundo independiente: Kill or be killed #1

Reseñamos Kill or be killed, el ultimo trabajo del equipo creativo de obras como Sleeper, Criminal, Incógnito y Fatale: Ed Brubaker y Sean Phillips.

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Edición original: Image Comics.
Guión: Ed Brubaker.
Dibujo: Sean Phillips.
Color: Elizabeth Breitweiser.
Formato: Grapa USA, 40 páginas.
Precio: 3,99 $.

 

Hay autores que funcionan bien juntos, y que siempre que colaboran consiguen establecer unas sinergias que sacan lo mejor los uno de los otros, dando lugar a obras que se ganan un puesto entre las favoritas de afición y crítica. Cabe pensar que esto implica que personalmente deban llevarse bien (cuestión de la que como aficionados poco podemos saber en realidad, y que tampoco es de nuestra incumbencia) para que todo funcione en armonía, pero en ocasiones estas relaciones pueden resultar complejas o incluso atormentadas. Los casos de Stan Lee/ Jack Kirby, el mismo Lee con Steve Ditko, el de Chris Claremont/ John Byrne, o James Robinson/ Tony Harris vienen rápidamente a la cabeza. Y luego están esos otros en los que efectivamente parece que la relación personal es correcta o incluso de amistad, y que dan lugar a que los autores se animen a embarcarse en varias colaboraciones que cosechan éxitos a lo largo de los años, como los tándemes Jeph Loeb/Tim Sale, Garth Ennis/ Steve Dillon o este que nos ocupa hoy de Ed Brubaker y Sean Phillips.

Brubaker y Phillips empezaron a gestar proyectos de calado juntos con Sleeper, pasando luego a trabajos tan importantes como Criminal, Incognito, Fatale y The Fade Outs. Desde Fatale, la colorista Elizabeth Breitweiser se ha unido al guionista y al dibujante como tercer componente habitual de esa artística banda. Ahora los tres se reúnen de nuevo para ofrecernos Kill or be killed, obra que en principio gira en torno al concepto del vigilantismo, un termino anglosajón nacido del castellano pero que se aleja del significado que nosotros le podemos dar. A lo que se hace referencia con la palabra Vigilante es a aquellas personas que se toman la justicia por su mano de forma violenta al margen de la ley. Dado que las temáticas de las obras de Brubaker y Phillips han solido girar siempre alrededor del género negro y aledaños, era de esperar que tarde o temprano visitasen esta cuestión que en el cómic tan a menudo está relacionada con tales sórdidas atmósferas. Pero si lo que esperamos es la visión de estos autores del Castigador, o de Adrian Chase, nos vamos a llevar una pequeña sorpresa, porque han sido los suficientemente inteligentes como para incluir un interesante giro que cambia en una medida la óptica de la obra.

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Kill or be killed comienza a saco, con una violentísima escena del protagonista irrumpiendo en un lugar lleno de criminales a los que ejecuta sin piedad. Los textos de apoyo en off en primera persona nos acercan a la forma de pensar y las motivaciones de este antihéroe mientras emula al Daredevil televisivo o más bien al Travis Bickle del filme Taxi Driver. Pero lo que vemos es una trampa; es tan solo lo que veníamos preparados a encontrarnos, y la autentica historia y la descripción del personaje principal y de qué le mueve realmente comienza después.

Es a partir de ese momento cuando destaca la labor de Brubaker como escriba. Especialmente porque lo hace sin llamar la atención, sin fuegos artificiales, como si lo que hiciese fuese sencillo. Pero nos embarca en un viaje al pasado en forma de flashbacks que primero nos llevan a un punto, después a otro, y después a otro más. Y a pesar de que no están ubicados de forma lineal en el tiempo (no es estrictamente desde atrás hacia adelante, ni de adelante a atrás, sino que unos transcurren en un punto, otros en otro y otros en medio) y hay cortes en ellos, no nos perdemos en absoluto. Así, a base de pinceladas, vamos descubriendo cómo es nuestro protagonista, la vida que ha tenido y qué le ha llevado a seguir este camino de violencia. Y en un momento dado, nos plantearemos si en esta oscura historia urbana y realista ha aparecido un elemento fantástico, o si la cordura del vigilante está en entredicho.

Brubaker había declarado que con Kill or Be killed quería apartarse un tanto de la estructura habitual de los trabajos que venía desarrollando habitualmente con Phillips, para así experimentar y no repetirse. Su intención era recuperar el tono de cómic mensual que tenía algo abandonado desde su Capitán América, con sus eternos continuarás formando una gran historia, y renunciar un poco al de mas bien novela serializada que ha caracterizado la mayoría de sus trabajos desde entonces. Y no quería hacerlo a través de un dedicado antihéroe a lo Frank Castle y las crónicas de sus andanzas (buena idea: eso le hubiese puesto inevitablemente bajo la comparativa con el trabajo de Garth Ennis en Punisher MAX; y ahí es imposible salir ganando) sino mediante alguien que no elige con los brazos abiertos ese camino de justiciero. La idea del guionista tras Kill or be killed gira en realidad en torno a la inquietante pregunta “Si tuvieses que matar a alguien, ¿a quién elegirías?”.

Los retos para hacer algo nuevo no se han restringido a la estructura de la historia, sino que en el apartado gráfico también encontramos recursos que el equipo creativo no ha usado habitualmente. Sean Phillips establece viñetas grandes a sangre, llevando la ilustración hasta los límites de la página e insertando otros paneles en medio que quedan separados por calles de márgenes blancos, en contraposición a su más habitual cuadrícula de tres por tres. En tres ocasiones a lo largo del cómic, un tercio de la página tiene una franja vertical blanca sobre la que se insertan los textos de apoyo en off, creando efecto muy atmosférico. Entre esto y las escenas de nieve y de tejados, se nos evoca sutilmente al Daredevil y el Sin City de Frank Miller. Buenas elecciones, claro. El dibujo de Phillips está a su habitual nivel, es decir, altísimo, y sus ilustraciones quizás se antojan un punto menos deliberadamente toscas y feistas que en anteriores trabajos. La pulcra y maravillosa labor en la paleta de colores de Elizabeth Breitweiser ayuda a subrayar esta sensación, y a que las escenas de violencia parezcan más dolorosas, y a que aquellas en las que hay nieve se sientan más frías.

Brubaker, Phillips y Breitweiser lo han vuelto a hacer. Por lo que podemos juzgar en este número de debut tenemos entre manos otro trabajo que será llamado a ser un clásico. Y además lo hacen sin repetirse, mezclando ingredientes de otras de sus anteriores obras, pero en proporciones distintas dando lugar a algo fresco, alejándose del riesgo a estancarse. A disfrutarlo.

  Edición original: Image Comics. Guión: Ed Brubaker. Dibujo: Sean Phillips. Color: Elizabeth Breitweiser. Formato: Grapa USA, 40 páginas. Precio: 3,99 $.   Hay autores que funcionan bien juntos, y que siempre que colaboran consiguen establecer unas sinergias que sacan lo mejor los uno de los otros, dando lugar a…
Guión - 7
Dibujo - 8
Interés - 9

8

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DavidMen
DavidMen
Lector
10 agosto, 2016 13:32

Se sabe si es serie abierta o limitada? En cualquier caso, que cuenten conmigo. Todo lo que hacen estos autores, especialmente Brubaker, me encanta. Todavía tengo pendiente de leer Sleeper y Velvet, pero Fatale, Criminal y The Fade Outs (mi último descubrimiento, he comprado los TP americanos) son de sobresaliente

hammanu
hammanu
Lector
10 agosto, 2016 22:01

Vaya he leído el comic y un servidor tuvo una idea ligeramente parecida a lo que pensaba Brubaker sobre las motivaciones(aparentemente) para hacer lo que hace.
La historia tiene muy buena pinta, habrá que ver como la desarrolla

Damián González
Damián González
Lector
10 agosto, 2016 22:56

Y aquí esperando desde un año el tercer tomo de Velvet y la publicación de The Fade Outs, venga Panini que ya es hora.