Mundo Independiente: el 30 aniversario de Dark Horse

Hacemos a modo de homenaje un somero repaso a lo más destacado de lo que la editorial Dark Horse nos ha ofrecido durante estas tres décadas.

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17En 1980, un tal Mike Richardson abrió una librería especializada en comics llamada Pegasus, situada en Oregón. Con los beneficios que fue obteniendo de la tienda, se decidió en 1986 con Randy Stradley a montar una pequeña editorial a la que llamó Dark Horse Comics. Su primera publicación fue una revista antológica de diversos relatos en blanco y negro titulada Dark Horse Presents, a la que siguió Boris The Bear, una serie sobre un oso antropomórfico que parodiaba los cómics más serios de la época, un poco en la dirección de las ya célebres Tortugas Ninja de Peter Laird y Kevin Eastman.

El año siguiente el creador de Boris the bear se llevó de Dark Horse su personaje por un desencuentro con Richardson, pero la pequeña editorial ya se había puesto en marcha con cierto éxito, debido en gran parte a la serialización del Concrete de Paul Chadwick en las páginas de Dark Horse Presents. Poco a poco fue añadiendo títulos a su catalogo como The American, de Mark Verheiden. Precisamente este guionista fue el encargado de escribir la primera miniserie de la licencia que Richardson y Stradley adquirieron en 1988, nada menos que los Aliens de 20th Century Fox. El buen resultado de esta continuación de la película de James Cameron le granjeó una buena reputación para con los estudios de Hollywood, que vieron que quizás esa pequeña editorial independiente fuese, contra todo pronóstico, la ideal para recibir la licencia de cómics de ciencia ficción, acción y terror. Dark Horse fue haciéndose poco a poco un nombre en el panorama del cómic independiente USA, un lugar donde los autores se encontraban confortables realizando proyectos con resultados económicos razonablemente sólidos.

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Pero quizás pueda decirse que fue a principios de los noventa cuando Dark Horse empezó a ser una pieza realmente importante en el mosaico del cómic norteamericano. Esto fue debido a un fichaje en bloque de estrellas del medio que se animaron a realizar sus propios proyectos fuera de las dos Majors, reteniendo los derechos de sus creaciones. Así, John Byrne, Frank Miller, Howard Chaykin, Mike Mignola, Arthur Adams o Dave Gibbons decidían seguir los entonces recientes pasos de la siguiente generación de artistas superestrellas con la fundación de Image, pero amparándose en Dark Horse. La diferencia fundamental que se vendía, era que sus cómics serían de mayor calidad que los realizados por Todd McFarlane, Rob Liefeld, Jim Lee o Erik Larsen.

15 El éxito con productos como Sin City, Next Men o Hellboy animó a su vez a que otros autores cuyas célebres creaciones en el marco independiente se habían quedado sin casa editora con el colapso de Comico o First se refugiasen en Dark Horse para continuar con sus prestigiosas series: poco a poco Nexus, Usagi Yojimbo, Grendel o Elfquest fueron sumándose a la lista de cómics que la editorial de Mike Richardson ofrecía en los estantes de las librerías.

Al tiempo, no descuidaron el tema de las licencias cinematográficas que ya tenían, y de hecho añadieron a estas nada menos que la de Star Wars, que Marvel había dejado escapar probablemente al decidir que ya no les resultaba tan rentable como a finales de los setenta, cuando según Jim Shooter les salvó del cierre. Randy Stradley había trabajado en Marvel en el título de Star Wars, y probablemente esto les facilitó hacerse con los derechos para el cómic de la saga galáctica de George Lucas. Todas estas líneas de tebeos que ampliaban el universo de películas se beneficiaron con Dark Horse de contar en un momento u otro con nombres de autores de prestigio, o por lo menos de profesionales sólidos y de creadores que empezaban a labrarse una carrera con cierta repercusión. De ese modo la editorial de la pieza de ajedrez del caballo negro demostraba que apostaba por esos productos, que para ellos no eran algo de publicación residual que se vendía por la inercia del título sin prestar atención a la calidad de sus contenidos.

A esto se fue añadiendo el salto con el tiempo de algunas creaciones publicadas por Dark Horse al cine y la televisión, como La Máscara, 300, Sin City, Big Guy and Rusty the boy robot, Timecop, Barb Wire, Tank Girl o Mystery Men. Y de paso, aparte del merchandising asociado a sus publicaciones, Richardson y Stradley recogieron también los derechos de publicación en USA de múltiples e importantes manga provenientes de Japón, convirtiéndose en una de las editoriales referencia de Norteamérica en ese sector.

Hace treinta años que DHP, aquella revista que dio el pistoletazo de salida a Dark Horse vio publicado su primer número. La cabecera sigue publicándose tras varias reinvenciones, y en sus páginas hoy día podemos leer por ejemplo las nuevas entregas del Black Beetle de Francesco Francavilla. Tal aniversario no nos podía pasar indiferente y dedicarle solo alguna mención puntual dentro de otros artículos, así que a modo de homenaje a su notable andadura durante estas tres décadas, nos hemos decidido a hacer un superficial repaso a las que creemos las obras más destacadas publicadas por Dark Horse. No están dispuestas en ningún orden entre ellas, ni por supuesto están todas: sin duda algunas importantes omisiones habremos tenido, así que les animamos a que completen esta lista en nuestros comentarios.

Las licencias cinematográficas de ciencia ficción

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Fue con la primera miniserie de Aliens, en 1988, con la que Dark Horse Comics empezó a llamar la atención del público lector de manera significativa. Resultaba extraño que una pequeña independiente se hiciese con los derechos de una licencia audiovisual de ciencia ficción para el cómic, ya que durante la pasada década había sido Marvel con Star Wars, el Planeta de los Simios o Galáctica (y DC en menor medida, con Star Trek o Atari Force) la que se había encargado de la publicación de este tipo de productos en forma no de adaptación, sino de series que contaban nuevas aventuras en esos universos. El filme de James Cameron, secuela del de Ridley Scott, había sido todo un éxito, y los cómics que Mark Verheiden y Mark A. Nelson ofrecieron contándonos cómo fueron las vidas de Newt, Hicks y compañía tras su huida de la luna Acheron tenían la atmósfera correcta, en glorioso blanco y negro. Por supuesto, todo lo ahí contado contradijo la posterior entrega cinematográfica Alien³ y en posteriores reediciones coloreadas se cambiaron nombres para que no hubiese discrepancias con la continuidad “oficial”. En cualquier caso, los cómics de Aliens fueron también un éxito, obteniendo múltiples continuaciones, proyectos especiales y spin-offs que continúan hoy en día, imbricándose en la nueva concepción de ese universo que Ridley Scott arrojó con Prometheus. Por sus páginas han desfilado algunos ilustres nombres como los de Mike Mignola, John Byrne, Sam Kieth, John Arcudi, Chuck Dixon, Phil Hester, Paul Tobin, Kelly Sue DeConnick o Mark Schultz.

El caso es que este éxito animó a Dark Horse a adquirir otras licencias como las de Terminator o Depredador y a dejarlas en sus primeras miniseries en manos del dibujante Chris Warner, un autor nunca suficientemente reivindicado que supo plasmar perfectamente el espíritu de blockbuster de acción adrenaliníco con tintes de ciencia ficción de sus respectivos filmes. Estas primeras aproximaciones a las películas protagonizadas por Arnold Schwarzenegger fueron publicadas antes de que se estrenasen sus respectivas secuelas, y su éxito impulsó definitivamente estas líneas editoriales. Por Terminator vimos desfilar a James Robinson, Matt Wagner, Paul Gulacy o incluso a Frank Miller y Walt Simonson considerando el genial cruce con Robocop que éstos se montaron. Con Depredador cabe destacar cuánto se hizo desde el cómic por hacer a los terribles cazadores Yautjas parte del mismo el universo de Alien, con una exitosa maxiserie que antecedió al popular videojuego noventero y a las películas que aunaron a ambos monstruos espaciales.

Pero quizá la licencia más exitosa que haya poseído Dark Horse ha sido la de Star Wars. Comenzaron publicando Imperio Oscuro cuando la trilogía fílmica original de George Lucas parecía haber caído en el olvido del público generalista a principios de los años noventa. Con sus consecutivas miniseries, contribuyeron a mantener viva esa franquicia en aquella década junto a las novelas, videojuegos y libros de rol que sus fans atesoraban, generando poco a poco ese llamado universo expandido. Con el estreno de La Amenaza Fantasma a finales del siglo XX, Star Wars ya nunca ha dejado de ser un icono presente de forma continua en la cultura popular global. Las series que Dark Horse dedicó a esta línea alcanzaron estándares de calidad muy altos gracias a autores como John Ostrander. Pero de repente, todo aquello acabó cuando Lucas vendió sus derechos a Disney y por tanto sus cómics pasaron a ser publicados por Marvel. Sin duda, aquello dolió a Richardson y su gente.

El Mignolaverso

2 Mike Mignola creó espontáneamente a Hellboy con un pequeño boceto durante una convención. Publicó un pequeño relato con el personaje en las páginas de Dark Horse Presents para a continuación poner el guion en manos de John Byrne en la primera miniserie protagonizada por el personaje. Ya ahí se veía la vocación coral de aquella creación, presentando a la Agencia para la Investigación y Defensa paranormal y otros coprotagonistas como Abe Sapien o Liz Sherman. En las sucesivas miniseries, aquello fue creciendo de forma orgánica, y poco a poco se le fueron concediendo sus propios títulos a algunos de los héroes que iban surgiendo en aquellas páginas. Pero es con la cabecera de AIDP con la que ese universo ficticio definitivamente se consolida ofreciendo un título muy a destacar en el panorama comiquero. Mignola, aportando los argumentos, deja crecer sus creaciones gracias a los muy solventes guiones de John Arcudi, creando una extensísima saga cautivadora. Paralelamente surgen miniseries retrospectivas contando aventuras en el pasado del AIDP y Anung Un Rama, al tiempo que van apareciendo novelas (coescritas con Christopher Golden), videojuegos, rol, y por supuesto las dos películas dirigidas por Guillermo Del Toro y los dos filmes de animación de Hellboy.

Witchfinder, Frankenstein Underground, Sledgehammer 44, Lobster Johnson…un macabro cosmos compartido al que Mignola parece querer poner fin a corto plazo y que nos va a haber dejado miles de páginas realmente remarcables. Y aunque no son propiamente parte de ese universo, no nos vamos a ir sin señalar también a Baltimore, surgida a partir de una novela de Mignola y Golden (El valiente soldado de plomo y el vampiro), al igual que Joe Golem.

Sus superhéroes

3 A principios de los noventa, se declaró una auténtica fiebre entre las editoriales independientes norteamericanas por crear cada una su propio universo ficticio compartido habitado por personajes superpoderosos pijameros, en la dirección de los tradicionales de Marvel y DC. Probablemente fuese debido al éxito de la recién nacida Image, pero el caso es que Valiant presentó el suyo, teníamos al Ultraverse de Malibú y Dark Horse no iba a ser menos. Su linea Comic’s Greatest World nos presentaba varias ciudades ficticias habitadas por superhéroes a través de una serie de miniseries y one-shots.

Algunos personajes cayeron en gracia y tuvieron su propia cabecera, y otras miniseries como Will to power servían de crossover para todo aquel cosmos introduciendo giros que afectaban al grueso de ese telón de fondo. No funcionó, y aunque conviene destacar X de Steven Grant, Dough Mahnke, Chris Warner y Javier Saltares, o Ghost de Adam Hughes, todas esas iniciativas editoriales terminaron naufragando por uno u otro motivo.

Tal vez también al ver el relativo éxito del resurgir del universo Valiant en 2012, Dark Horse se volvió a animar publicando la línea Proyecto Black Sky, en la que reinventó a varios de aquellos personajes al tiempo que introdujo a otros nuevos, incluyendo a un par de ellos, veteranos de antiguas editoriales, de los que habían adquirido los derechos. Tampoco parece que haya fructificado esta vez la iniciativa, y los títulos han ido desapareciendo un poco por la puerta de atrás. Las nuevas versiones de Barb Wire, Ghost, Catalyst, King Tiger o X (que sufrió una reinvención atroz que le privaba de todo el encanto de su encarnación original) no han gozado del favor del público. Tampoco Brain Boy ni Captain Midnight, los añejos héroes licenciados parecen haber triunfado, a pesar de gozar de unas cabeceras solventes, lo cual quizás es la auténtica lástima de todo esto.

Usagi Yojimbo

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El primer cómic de esta lista que comenzó siendo publicado en otra editorial en décadas pasadas y que posteriormente Dark Horse acogió bajo su ala. Habrá unos cuantos más en ella, todos ellos, ya clásicos indiscutibles del tebeo norteamericano. Usagi Yojimbo fue creado en 1984 por Stan Sakai para las páginas del segundo número de Albedo Anthropomorphics, publicado por Thoughts and Images. De ahí saltó a Fantagraphics, a Mirage Studios y a Dark Horse, aunque Fantagraphics ha publicado hace no mucho unos ómnibus que pronto podremos disfrutar en castellano. Usagi Yojimbo es una historia en blanco y negro que transcurre en un Japón feudal habitado por toda suerte de animales antropomórficos. Es un error pensar que por ello es una obra destinada al público infantil, aunque quizás pueda ser disfrutada también por esta audiencia. La saga del ronin Usagi Miyamoto es uno de los cómics más sólidos, épicos, sensibles y mejor contados en términos de narrativa secuencial de las últimas décadas; así, sin más: obra maestra. Las influencias del Libro de Los cinco anillos de Miyamoto Mushashi se dan cita con las de las películas de Akira Kurosawa y el Lobo Solitario y su Cachorro en esta serie cuya edición en grapa lleva más de 150 números y de la cual puedo decir que jamás he leído un solo número malo.

Los trabajos de Frank Miller

5 Tras revolucionar el medio en los ochenta con Daredevil y Batman en el seno de las majors, Frank Miller se echó un compañero de excepción para inaugurar sus obras en Dark Horse: nada menos que Dave Gibbons, el responsable gráfico de la también fundamental Watchmen. Todo un dream team de dos para Give Me Liberty, el primer arco argumental (y a gusto del que escribe estas líneas el mejor) para el personaje de Martha Washington en esos Estados Unidos futuristas llenos de aventura y sátira política. Poco después lanzó Hardboiled, una gamberrada más o menos cyberpunk visualmente genial gracias a la labor como dibujante de Geof Darrow, un aventajado seguidor de Moebius. Con éste sacaría un tiempo después Big Guy and Rusty, the Boy Robot, en la que las virtudes del libreto de Miller brillan por su ausencia y en la que es el trabajo de Darrow, de nuevo excelente, el que realmente aporta interés. Un tebeo intrascendente pero que generó una serie de animación realmente fabulosa expandiendo enormemente el concepto original.

Pero fue con Sin City, de publicación anterior, con la que volvimos a aplaudir a Miller hasta que las manos nos doliesen. Serializada originalmente en Dark Horse Presents, este relato en blanco y negro sublimó la personalidad gráfica de Miller y dio mucho de lo mejor de sí mismo como escritor. Sus posteriores entregas fueron bajando de calidad de manera paulatina, pero el nivel medio seguía siendo muy alto, y la obra se popularizó definitivamente con una fiel adaptación al cine dirigida por el propio Miller y por Robert Rodriguez. También tuvo una traslación casi literal al celuloide la que quizás sea su obra más épica como autor completo: 300, en la que recontaba el episodio histórico del rey espartano Leonidas en la batalla de las Termópilas. Tal vez haya mucho que discutir sobre el cambio de tendencia ideológica que Miller empezaba a tener en aquellos entonces y que percola en 300, pero decir otra cosa que es un trabajo colosal del noveno arte, embellecido hasta casi lo sublime por el color de su entonces esposa Lynn Varley, sería faltar a la verdad.

Next Men y Danger Unlimited, de John Byrne

7 Cuando en las oficinas de Marvel se empezaba a gestar una idea para presentar el futuro oficial del universo compartido de la editorial (que acabaría dando lugar a la línea 2099), en un principio se trataba de un proyecto entre el propio Stan Lee y la super estrella John Byrne. Las cosas al final fueron por otros derroteros, y Byrne cogió las ideas que había propuesto y fueron descartadas, para reinventarlas y publicarlas en Dark Horse. Primero apareció la novela gráfica 2112, que transcurría en el futuro y servía a pesar de ello de precuela a Next Men, la serie regular en la que Byrne plasmó todos aquellos conceptos. Había mucho de los mutantes marvelianos, algo del Miracleman de Alan Moore, y la intención de narrar con una óptica algo sucia y realista la aparición de seres superpoderosos en un mundo idéntico al nuestro, así como el cambio que éste sufriría frente a tal surgimiento. Y aunque con la reciente relectura de la obra al completo (con su conclusión publicada por IDW Publishing) la sensación que uno tiene es que no ha resistido tan bien el paso del tiempo, en cualquier caso no se puede negar que Next Men fue uno de los títulos importantes durante los años noventa.

Mejor parada sale sin embargo Danger Unlimited, una muy breve serie que quedó truncada por las escasas ventas y el sistema de pedidos en la distribución norteamericana. Si bien se trataba de un título más aventurero, superheroico y menos arriesgado, también se trataba de una nueva óptica sobre uno de los títulos que habían catapultado al estrellato a Byrne en Marvel: si Next Men podían ser unos análogos de la Patrulla-X, Danger Unlimited lo eran de los Cuatro Fantásticos, aunque trasladados a un futuro en el que la humanidad era gobernada por una especie alienígena. Una auténtica lástima que con el retiro de Byrne del mundo del cómic se cierre la posibilidad de ver alguna vez una continuación de esta obra, la verdad.

Grendel

8La genial creación de Matt Wagner había visto publicada toda su andadura en el seno de la editorial Comico. Y aunque daba un poco la impresión de que el concepto original ya se había agotado, lógicamente a Wagner no le hacía ninguna gracias que los derechos de Grendel quedasen perdidos tras el cambio de dueños y posterior hundimiento de la casa que publicaba también Elementals. Al contrario que el creador de ésta, Bill Willingham, Wagner no vendió su parte y luchó legalmente hasta que pudo recuperar a su concepto, y comenzó a publicar nuevas historias ampliando su mundo en Dark Horse. La primera publicación fue Grendel: War Child, una maxiserie de diez capítulos en la que ya se veía que Wagner no estaba interesado en volver sobre el personaje de Hunter Rose, sino explorar ese entorno futurista y de algún modo postapocalíptico al que orgánicamente había ido derivando su serie. Y el hallazgo vino cuando empezaron a lanzarse miniseries en las que diversos autores aclamados por la crítica daban su visión de aquel mundo patrullado por los diversos clanes que se habían visto inspirados por el Grendel original. Cabe destacar de entre estos Grendel Tales los sensacionales Guerra de Clanes de Darko Macan y Edvin Biukovic, Cuatro demonios, un infierno, de James Robinson y Teddy Kristiansen, y El diablo entre nosotros, de Steve T. Seagle y Paul Grist.

Grendel ha seguido apareciendo, en forma de crossovers con Batman o The Shadow, de historias en las que Wagner hacía apuntes sobre el pasado de Hunter Rose o en necesarias reediciones de su material clásico. Y todo ello vale su peso en oro.

Nexus

9 Otro indiscutible clásico de los ochenta rescatado de las garras del colapso de su editorial original (First Comics en este caso), el Nexus de Mike Baron y Steve Rude vio continuadas sus aventuras a medio camino entre la ciencia ficción y los superhéroes en el seno de Dark Horse. Además también se reeditó su anterior andadura en lujosos y muy necesarios tomos. Hoy por hoy nos produce cierta tristeza que esta importantísima serie no capte la atención del aficionado como se merece y haya tenido que ver sus aventuras publicadas en formato digital y financiadas a través de un mecenazgo. Por lo menos parece que pronto esas entregas van a aparecer impresas en algunas librerías estadounidenses. Esperamos que de este modo nuevos aficionados redescubran la obra, el interés crezca, se den lugar a más ediciones, y Nexus vuelva a ocupar el lugar que le corresponde en las estanterías de las tiendas especializadas.

Conan

10Otra licencia que Marvel poseía con gran éxito hace años, pero que con el paso del tiempo empezó a dejarles de ser rentables y acabó en manos de Dark Horse. El bárbaro Cimmerio creado por Robert E. Howard ha visto de este modo reeditadas el grueso de sus aventuras clásicas en formatos aptos para estanterías (tanto La espada salvaje como Conan Rey y Conan el bárbaro), pero además ha gozado de nuevas historias fruto de autores como Kurt Busiek, Cary Nord, Tim Truman, Fred Van Lente, Ariel Olivetti, Cullen Bunn, Roy Thomas, Brian Wood, Becky Cloonan o Brian Ching. Las diversas colecciones en las que éstas andanzas en la era Hyborea han visto la luz han llevado variopintos títulos, desde simplemente Conan, a Conan Rey, Conan el Bárbaro, Conan el Cimmerio, Conan el Vengador, Conan: el Camino de los reyes, y más recientemente Conan the slayer. Y es que sería desconcertante que un personaje así dejase de tener de forma continuada presencia en un medio que le ha popularizado tanto como las novelas donde nació, o el cine y la televisión.

The Umbrella Academy

11Pocas son las ocasiones en las que una estrella procedente de otro medio realiza una incursión en el terreno del cómic y nos deja con algo de auténtico calado. Las hay, por supuesto, y si no miren a JM Straczinsky o al caso que nos ocupa, Gerard Way, el cantante del grupo emo llamado My Chemical Romance. En The Umbrella Academy, Way se alió con el soberbio dibujante brasileño Gabriel Ba para ofrecernos un surreal y muy inspirado heredero de la Doom Patrol de Grant Morrison. Quizás precisamente por ello haya sido este guionista-estrella del rock el elegido para resucitar a la Patrulla Condenada dentro del nuevo sello de DC Young Animal, del que también es coordinador. Y esto está muy bien y ya entendemos que debe ser muy complicado simultanear esta tarea con su carrera musical, pero lo cierto es que queremos leer mas aventuras de Kraken, Spaceboy, Rumor y el resto de los jóvenes reclutados para superhéroes por Sir Reginald Hardgreeves.

La Máscara

12Probablemente la mayoría de la gente asocie a este personaje con la película protagonizada por Jim Carrey en 1994 que supondría el salto al estrellato de Cameron Díaz. Pero inicialmente The Mask fue un cómic creado por Mike Richardson y Mark Badger en las páginas de Dark Horse Presents. Chris Warner, John Arcudi y Doug Mahnke terminaron de definir al personaje en consecutivas miniseries de un tono entre lo hiper violento y lo lisérgico que fue muy atenuado en sus versiones conocidas por el gran público, que incluyen tanto la mencionada película, su secuela, y una serie de dibujos animados. El éxito de La Máscara se evidencia también en que ha tenido una miríada de miniseries, especiales y crossovers con personajes del cómic de otras editoriales como el Joker, Grifter, Marshal Law o Lobo.

Sus ediciones de Manga

13Como comentábamos en la introducción, uno de los aciertos de Dark Horse ha sido dedicarse a la traducción al inglés de famosas obras del noveno arte japonés. Así, han podido ver la luz en norteamérica indiscutibles clásicos como por ejemplo el Astro Boy de Osamu Tezuka, o Ghost in the Shell y Apleseed de Masamune Shirow. También, ya aparecido en USA anteriormente, se ha reeditado Akira de Katsuhiro Otomo, esta vez en blanco y negro al contrario que en la versión coloreada por Steve Oliff de Epic/Marvel. Destaquemos asimismo El lobo solitario y su cachorro, que ya fue empezada a editar por First Comics en USA con portadas de Frank Miller y Bill Sienkiewicz, pero que quedó inconclusa. Dark Horse publicó la obra completa, usando también las cubiertas de los artífices de Elektra Assasin; y para el resto de tomos encargó otras nuevas a Matt Wagner. No solo en clásicos se ha quedado la línea nipona de la editorial de Richardson y Stradley, ya que también han publicado exitosas series como Hellsing, Berserk o Gantz.

Empowered, de Adam Warren

19 Al ver un tomo de Empowered, es fácil que alguien piense que esta obra debiera haberse incluido en el anterior apartado: después de todo el formato en pequeño tomo en blanco y negro y el estilo de dibujo parecen inscribir esta creación de Adam Warren de lleno en el manga. Pero como el nombre del autor delata, no se trata de un trabajo de origen japonés, sino de un divertidísimo cómic paródico del género superheroico con toques picantes de factura estadounidense. Warren es a juicio de este redactor el más interesante de los artistas enclavados en eso llamado el amerimanga, y títulos como Bubblegum Crisis (basado, eso sí en una serie de famosos OVAs del pais del sol naciente), Dirty Pair o Titans: Scissors, paper, Stone ahí están para apoyar dicha opinión. Con Empowered asistimos a las aventuras y desventuras de una sexy superheroina (cuyo aspecto nos recuerda un tanto al de la Stargirl de la JSA) llena de inseguridades que le impiden ver su enorme potencial y valiosas aptitudes. Como decimos, se trata de una obra con cierto contenido sexual y cierta tendencia al bondage, (aunque quizás sea excesiva la etiqueta de Parental Advisory que lucen sus portadas), pero que también está llena de humor y acción superheroica. Y si la protagonista nos resulta realmente entrañable y sufrimos al ver que no es capaz de confiar en sí misma cuando la evidencia señala que es alguien muy capaz tan solo aquejado de complejos, sus descacharrantes personajes secundarios también se han ganado nuestro cariño: su comprensivo novio (un esbirro de supervillanos), su mejor amiga (una asesina ninja), su compañero de piso (un dios Lovecraftiano atrapado en un objeto físico)… El año que viene está anunciado que veremos más de todos ellos, e impacientes que estamos nosotros por leerlo.

Elfquest

16El cómic de culto creado por Wendy y Richard Pini en 1978 ha tenido una andadura repartida a lo largo de varias editoriales. Su primer número vio la luz con Independent Publishers Syndicate, dentro del título underground Fantasy Quaterly. La bajísima calidad de impresión de éste llevó a los Pini a montar su propia editorial, WaRP (juego de palabras con el acrónimo Wendy and Richard Pini; luego lo abandonarían para ser simplemente Warp Graphics) con la que dar salida a Elfquest a partir de su segunda entrega. En 1985 llegaron a un acuerdo con Marvel para reeditar la serie dentro de su línea Epic, lo cual la benefició mucho en términos de una mayor exposición. Sin embargo, dado el formato de grapa mensual, cada episodio cortaba donde cayese, interrumpiendo el ritmo narrativo de las historias. Tras 32 entregas completando el corpus de la obra como el contrato dictaba, los Pini decidieron seguir editando las continuaciones y spin-offs por su cuenta.

Durante los noventa, Warp Graphics quedó severamente afectada por el hundimiento generalizado del mercado USA, y en 2003 fue DC quien se puso de acuerdo con el matrimonio Pini para lazar un especial 25 aniversario y una serie de lujosos tomos recopilando la obra, así como publicando varios spin-offs. En 2008 los Pini empezaron a publicar Elfquest de forma online, y finalmente, en 2013 Dark Horse finalmente acordó con los creadores hacerse cargo de su publicación.

Madman, de Mike Allred

18Antes de su Silver Surfer con Dan Slott, su FF con Matt Fraction y de su X-Force con Peter Milligan, el autor Mike Allred ya había jugueteado con el género superheroico, aplicándole, eso sí, su peculiar visión entre lo naive y lo bizarro. Madman ha pasado por múltiples etapas en varias editoriales, desde Caliber a AAA Pop pasando por ONI Press hasta llegar a Image, donde suelen ver la luz sus lanzamientos hoy en día. Pero una parte muy importante de su publicación la pasó en Dark Horse, la que le hizo más conocido al público y en la que aparecieron por primera vez sus spin-offs It Girl y The Atomics. A nosotros nos encanta esta serie llena de surrealismo pop y les recomendamos encarecidamente que por lo menos le echen un vistazo a las aventuras de Frank Einstein y sus peculiares compañeros.

El presente y futuro

14Lo cierto es que casi todo de lo que les hemos hablado en esta lista parece corresponder a glorias pasadas. La mayoría de las obras que figuran en ella han concluido, están próximas a hacerlo o parece que han encontrado amparo bajo otras iniciativas editoriales. Y es verdad que creativamente el lugar natural de Dark Horse en el panorama comiquero USA parece un tanto difuso a pesar de que económicamente la cosa, entre licencias y reediciones, sigue siendo muy viable y no haya que temer por ello. Y es que Image parece haber ocupado ese nicho que les correspondía a la casa de Richardson y Stradley para dar salida a cómics de autor no necesariamente tan experimentales como los de la línea Vertigo de DC en su día. Sin embargo, hay varias obras recientes que creemos que siguen validando de forma consolidada la propuesta de Dark Horse, no solo dando salida a material que simplemente es necesario que esté ahí disponible en las librerías aunque eluda los focos de la rabiosa actualidad. Así sin pensarlo mucho, nos atreveríamos a destacar Ladykiller de Joelle Jones, el fascinante Ether de Matt Kindt y David Rubín, y muy especialmente el título que uno más espera a que aparezca cada mes hoy por hoy: el maravilloso Black Hammer de Jeff Lemire y Dean Ormston. De nuevo, hay más, muchos más, e igualmente les invitamos a que compartan sus opiniones con nosotros en los comentarios sobre cuáles son los nuevos lanzamientos de Dark Horse que marcarán en el futuro una trayectoria de prestigio tan brillante como en las pasadas tres décadas. Feliz aniversario, señores Richardson y Stradley, a ustedes y a todos los autores y miembros de plantilla que han hecho posible de momento treinta años de cómics memorables. Que se dice pronto.

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Dreadstar_TFE
Dreadstar_TFE
Lector
7 diciembre, 2016 20:59

En el recuerdo más personal que tengo con Dark Horse, sin duda alguna el primer número de Depredador, que creo estaba situado cronológicamente al mismo tiempo que la segunda película, y que en su momento (siendo yo un imberbe chiquillo) me impactó profundamente.

A partir de ahí todas las licencias de franquicias cinematográficas, Aliens, Terminator, Star Wars (cuyos cómics les dan mil vueltas y estaban hechos con más amor que los actuales de Marvel), Star Slammers, Hellboy, los impresionantes Next Men de Byrne… y cien cosas más que Norma tuvo a bien traernos a España.

Siempre me pareció una editorial muy diversa con propuestas por encima de la media en muchos casos.

frankbanner49
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Lector
7 diciembre, 2016 21:32

Que guapo el articulo,sergio. bravo.

tengo buenos recuerdos de DARK HORSE.
Fueron tres décadas de material fresco y variado.y con un nivel muy alto de calidad. solía comprar mucho de ese material cuando se publicaba de manera regular por aquí . Tanto material de STAR WARS (aquel IMPERIO OSCURO y sus super destructores,que estupenda miniserie), como las primeras de HELLBOY ( que luego las he ido dejando,lo reconozco).
X y GHOST tambien las pillaba. «picoteaba» de NEXUS, GRENDEL y MADMAN. aunque nunca terminaron enganchándome. y no me perdía nada del Miller de aquellos años que,como dices,lanzó su SIN CITY,que cayó en la industria como todo un zambombazo a nivel gráfico por aquel entonces.
¿que tanto LEGEND como BRAVURA (en otra orilla) mordieron el polvo ante los de IMAGE?. vale,bueno,pero ahí siguen,de una forma u otra HELLBOY y SIN CITY. no todo estuvo perdido. aún cuando sus creadores o no pueden o ya no quieren continuarlas por mucho tiempo más.
recuerdo leerlas serializadas en la revista CIMOC, que también ofrecía relatos cortos de presentación de DANGER UNLIMITED, MONKEY MAN & O´BRIEN , GIVE ME LIBERTY, o el CONCRETEde paul chadwick.

hecho de menos revistas como CIMOC o EL COMIX INTERNACIONAL,ya de paso.
pero no divaguemos…

de CONAN recuerdo con agrado el dibujo de cary nord. y las otras licencias como PREDATOR o ALIENS mostraban miniseries de calidad media muy aceptables. por no hablar que fueron pioneros en cruzar dichas licencias.
de los últimos años,creo que solo he picoteado algo de THE GOON. también se ha publicado algo en España de UMBRELLA ACADEMY (que no he leído), pero,sinceramente, no recuerdo demasiado de mucho más que asocie con DARK HORSE (algo que si me ocurría por aquellos primeros años de publicación en nuestro país).
Era todo un símbolo de calidad.
lo mismo estaría bien que se publicase un tomaco en condiciones recogiendo una muestra general de todo aquello,como parece que si se hizo en el 20 aniversario.

p.d: sergio,te ha bailado un «antorpomórfico»,por «antropomórfico» al principio del articulo.
(que ya tiene coj..que te lo apunte yo,precisamente , pero,bueno…) 😉

Dreadstar_TFE
Dreadstar_TFE
Lector
En respuesta a  frankbanner49
7 diciembre, 2016 22:35

frankbanner49, «Imperio Oscuro» fue otro hito de Dark Horse.

Ver a Luke reflectando los disparos de un AT-AT contra sí mismo fue una viñeta que se me quedó clavada en el cerebro. A ver si en el Episodio 8 la ponen en pantalla… sería mi sueño dorado.

También recuerdo leer en el Cimoc «Sin City» por capítulos y flipar muchísimo con la historia… el miedo que me daba la primera serie de Aliens… lo violenta que me pareció la primera serie de Terminator (y que con el paso de los años me di cuenta que no era tan violenta)…

En términos de calidad global, no me parecía que fuera una independiente…

Igverni
Igverni
Lector
7 diciembre, 2016 22:05

Gracias Sergio por el articulazo y ¡feliz cumpleaños, Dark Horse!!

Para mi DH siempre fue la casa de la variedad y la calidad en unos años que parecia que solo se vendian los superheroes. Y por supuesto muy muy por encima de Image, que sin embargo vendia m%#$&@ como churros. Consuela (algo) comprobar como 30 años despues tantas y tantas obras son clasicos del comic americano.

Mis recuerdos, igual que la mayoria. Flipar con las primeras miniseries de Aliens y Predator. Llorar de alegria con SW: Dark Empire (aunque al final la historia acabó siendo super meh), Grendel, Hellboy, Sin City…

Mi unico pero es que quizá obligado por las bajas ventas generales, DK durante varios años parecia «solo» una editorial de adaptaciones cinematograficas. Aunque supongo que al final, era lo que resultaba mas rentable y les daba de comer.

Eso no quita que globalmente no se pueda estar mas orgulloso de esta editorial y su impresionante biblioteca.

Dreadstar_TFE
Dreadstar_TFE
Lector
En respuesta a  Igverni
7 diciembre, 2016 22:41

Completamente de acuerdo Igverni, Dark Horse me parece que tiene uno de los fondos editoriales más sólidos de la industria, y sus adaptaciones/continuaciones de franquicias cinematográficas son un claro ejemplo de cómo hacer las cosas.

Lástima que las absurdas películas de Aliens Vs Predator no se parecía en nada al cómic, que tenía para mí otra viñeta mítica, la aparición de una Reina Alien que me hizo estremecer de miedo y alegría a partes iguales.

Pedro Pascual Paredes
8 diciembre, 2016 7:36

Muchas gracias Sergio por este estupendo y «superficial repaso». Muy buena selección de comics que releer y que leer (En mi estantería tengo aun pendiente ese Umbrella Academy de Way que desde DC estamos encumbrando con su sello Young Animal)
Un dato curioso que he escuchado es que un miembro fundador de Dark Hourse se marchó por discrepancias y fundó IDW, hecho que se nota porque IDW se basa como Dark Horse en sus inicios de las licencias.

Un saludo.

Igor Álvarez Muñiz
Autor
8 diciembre, 2016 23:21

Gran artículo Sergio, gracias!!!!. Al leerlo me doy cuenta de lo mucho que piqué en su día de Dark Horse. Espero que vuelvan mejores tiempos para ellos, desde luego a Ether y Black Hammer les tengo ganas.

Nacho Teso
Autor
8 diciembre, 2016 23:59

Enorme artículo Sergio, ¡bravo!

Gusgus
Gusgus
Lector
9 diciembre, 2016 3:06

Muy buen articulo, felicidades!!!!
Recuerdo con mucha añoranza las continuaciones de Aliens y lo bueno que hubiese sido continuar por ese lado la saga cinematografica. También por supuesto Sin City, Barb Wire, Martha Washington (personajazo), Next men, Danger Unlimithed (con lo que me gustaria que se continuara esta serie) y muchas otras. Una editorial que siempre tuvo su huequito en mi estanteria.

Daniel Gavilán
11 diciembre, 2016 13:34

Enorme repaso de la editorial que, en contraposición a Image, Marvel y DC siempre fue algo así como un buen vino: Nunca demasiado ruidosa ni demasiado prolífica, pero siempre a sabiendas de que cuando descorchabas algo de su material ibas a encontrar un suculento trago que llevarte con toda tranquilidad y relax a la boca en el sillón de lectura.

De todo su material, el Mignolaverso, Grendel y Madman son las que más me pierden, pero también guardo bastante aprecio por los Umbrella Academy, La Máscara, Empowered y alguna que otra más.

Jorge
Jorge
13 diciembre, 2016 14:43

Gran repaso, pero… ¿ni una sola línea para toda su línea de cómics del Buffyverso que han tenido junto a IDW y que siguen teniendo siendo de sus armas más importantes? Otros colaboradores como Enrique Ríos se han acordado de ella cuando han hablado de DH, que no lo hagas tú, me parece saltarse una parte importante de su historia. De Star Wars dices cuatro cositas y de muchas otras otras licencias audiovisuales tampoco las mencionas.

Gonzalo
Gonzalo
13 diciembre, 2016 17:48

Tres series que se obviaron y merecen señalarse: El bruto de Eric Powell, Kabuki de David Mack y Mister X de Motter.
No se si se publicó todo o solo parte, pero al día de hoy Dark Horse tiene los derechos y realmente son series increíble.