MAX: Howard el Pato

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Edición original: Marvel Comics / MAX – mayo – agosto – 2002
Edición España: Comics Forum – marzo – mayo – 2004
Guión: Steve Gerber
Dibujo: Phil Winslade, Glenn Fabry
Entintado: Phil Winslade, Glenn Fabry, Garry Leach
Color: Chris Chuckry
Portada: Glenn Fabry
Precio: 3,50 € (serie limitada de tres números en format prestigio)

 

Ahora que Howard el Pato vuelve a estar en el candelero, disfrutando de apariciones y hasta recuperando una cabecera propia; ahora que Disney es la propietaria de Marvel y el palmípedo de la casa de las ideas es propiedad de la empresa que explotaba al pato Donald; ahora que el cine nos ha brindado una versión más fiel al original que la fracasada incursión fílmica realizada por Lucasfilm, cabe preguntarse qué habría dicho el guionista Steve Gerber de todo ello. Prematuramente fallecido hace casi diez años, la parca se llevó antes de tiempo a un autor agudo, incisivo y sobre todo, profundamente crítico con una industria que usa y tira a los profesionales como material desechable.

En honor a la verdad, hay que decir que la opinión de don Steve acerca de la presencia de Howard en historias que no llevan su firma es fácilmente deducible. El señor Gerber se caracterizó en vida por defender el valor de la autoría en el seno de la industria, y expresó su opinión de forma directa como indirecta. Cuando las promesas editoriales de respetar el vínculo que le unía a Howard fueron incumplidas, no tuvo problema en expresar su opinión hacia unas estrategias empresariales que pretendían reducir a la nada el peso de las personas que desarrollaban las tareas creativas. De las implicaciones de la compra de Marvel por Disney –y lo que ello suponía para su vástago anseriforme, así como de la hipótesis de una nueva película –barruntada a partir de la escena post-créditos de la primera aventura cinematográfica de los Guardianes de la Galaxia- nada puede imaginarse, pero es cosa segura que el caballero no se hubiera quedado callado. Ahora que la sociedad parece sumida en la paradójica dicotomía de la invocación a la hipocresía de lo políticamente correcto y la confusión entre la árida crítica y la invectiva superficial, se echa de menos su presencia. Por tal razón, me pareció buena idea recuperar esta miniserie en la que Gerber tensó la cuerda de Marvel pensando que se rompería y acabó brindando otra demoledora visión del mundo de principios de siglo / milenio, con especial atención a la industria del tebeo.

La serie limitada, al ser publicada dentro del sello adulto de la casa de las ideas, permitió a sus autores soltarse aún más el pelo y mostrar ciertas imágenes que, de otra forma, difícilmente hubieran visto la luz. La historia comienza con una singular novedad, revelada en la portada: el viejo Howard ya no es el pato que conocemos sino un ratón. De esta forma, los responsables de la miniserie ponían en solfa el desventajoso acuerdo por el que Marvel había pasado por las horcas caudinas de una Disney que consideraba que el encorbatado fumador de puros se parecía demasiado al ya mentado plumífero con traje de marinero. Este «nuevo» Howard es un roedor antropomórfico que lleva ropa, pero se parece al ratón Mickey como un huevo a una castaña. El misterio de esta metamorfosis llevará a su víctima y a su pareja de siempre, Beverly Switzer –y con ellos, a la parroquia lectora- a averiguar más sobre su situación. En este periplo, unos y otros encontrarán viejos conocidos –como el Doctor Bong- y nuevas críticas y sátiras del mundo contemporáneo.

La historia que llevó a la publicidad de este tebeo es el relato de una mutua desconfianza. Por un lado, las cabezas visibles de la editorial –en ese momento Joe Quesada y Bill Jemas- consideraban que Howard era un personaje demasiado anclado al tiempo que le había visto eclosionar, la década de los setenta del siglo pasado; por otro, Steve Gerber resumía sus suspicacias en una palabra: «Marvel». Después de tantas decepciones, el veterano guionista consideraba poco o nada probable volver a hacer nada en la casa de las ideas. Quizá por eso, cuentan las crónicas –y las entrevistas en las que glosaba su regreso- que había presentado unas condiciones que consideraba inaceptables para su contraparte. Para su sorpresa, habían sido aceptadas y se abrió una nueva etapa que, desgraciadamente, acabó como siempre. Afortunadamente, Gerber tuvo ocasión de contar durante seis números una ácida sátira en la que cupieron las consecuencias del 11-S, la fabricación de grupos musicales juveniles por parte de la industria musical, la imposible anatomía de las féminas de los primeros tebeos de Image, la parodia de los éxitos de Vértigo o el fenómeno televisivo del programa de Oprah Winfrey.

Esta serie limitada de tono más adulto supuso el último parpado de Gerber con Howard. Las portadas realizadas por Glenn Fabry atraían la atención y el dibujo de Phil Winslade –que en aquellos años se prodigaba bastante por Marvel- contribuyeron poderosamente a que el resultado fuera positivo. Don Phil captó a la perfección el tono paródico del guion y plasmó a la perfección las versiones «homenaje» de personas y personajes que en aquellos días contaban con notoria popularidad. Quien haya disfrutado del material recuperado recientemente por parte de Panini, no haría mal en hacerse con esta miniserie que se publicó durante los compases finales de la larga relación entre Marvel Comics y el inolvidable sello Comics Forum.

Howard y Donald
Ilustración de Glenn Fabry

  Edición original: Marvel Comics / MAX – mayo – agosto - 2002 Edición España: Comics Forum – marzo – mayo – 2004 Guión: Steve Gerber Dibujo: Phil Winslade, Glenn Fabry Entintado: Phil Winslade, Glenn Fabry, Garry Leach Color: Chris Chuckry Portada: Glenn Fabry Precio: 3,50 € (serie limitada de…
Guión - 8.1
Dibujo - 7.8
Interés - 8.9

8.3

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Arturo Porras
23 enero, 2017 9:38

Gracias Luis por esta reseña y por recordar esta mini serie, llena de mala uva y acidez marca Gerber. Es necesaria una recuperación de la misma, ahora que ya tenemos la serie clásica en el mercado. Vamos Panini, que no cuesta tanto 😉

hammanu
hammanu
Lector
23 enero, 2017 10:47

Muy buena la miniserie, menos mal que uno la compro en su momento. A ver si se animan y la reeditan junto a otro material de Gerber para que nuevos lectores disfruten su obra.

Save
Save
Lector
23 enero, 2017 13:22

La sensación que me quedó, tras leer esta mini y viendo declaraciones de Gerber comparando a Howard con Spider Jerusalem, es que el guionista contemporáneo con el que se sentía en más sintonía es Warren Ellis.

La miniserie excelente, sobre todo la parte de Vertigo.