Marvel 50 Aniversario – Aquellos maravillosos ochenta

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La Saga de Fenix Oscura, Hulka, Dazzler, Linea Epic, John Byrne, Daredevil Frank Miller, Elektra, Picara, Dreadstar de Jim Starlin, Contest of Champions, Lobezno de Claremont y Miller, Los Nuevos Mutantes, El Duende, Chirs Claremont,Madelyne Pryor, Thor de Walt Simonson, Secret Wars, Simbionte, Cuatro Fantasicos de John Byrne, Alpha Flight, Los Vengadores de la Costa Oeste, Roger Stern, Power Pack, Longshot, John Romita Jr., Capa y Puñal, Alan Davis, Born Again, Bill Rayos Beta, X-Factor, Nuevo Universo, Bill Sienkiewicz, Masacre Mutante, Eketra: Asesina, Iron Man de Bob Layton, La Ultima Caceria de Kraven, David Micheline, Tom DeFalco, Hulk de Peter David, Mark Gruenwald, J.M. DeMatteis, Apocaypsis, Doctor Muerte/Doctor Extraño: Triunfo Y Tragedia, Mr. Sinestro, Caida de los Mutantes, La Boda de Peter Parker y Mary Jane, Excalibur, Armor wars, Vengadores de Roger Stern, Escuadron Supremo, La Muerte Del Capitán Marvel, Rom, Micronautas, Vision & La Bruja Escarlata, Capitán América No More, Simbiontes y Veneno, Todd McFarlane, Ann Nocenti, Asalto de los Hombres del Man a la Mansión, Secret Wars II, Eric Masternon, Inferno, Evolutionary War, Ojo de Halcón, Jim Lee, Actos de Venganza, Punisher, The Nam, Larry Hama, Los Nuevos Guerreros…

BOOOOM

Eso que habéis oído es el sonido de vuestra cabeza explotando al ser expuestos a la majestuosidad y grandeza de lo que fueron los años ochenta para Marvel.

En los años 80 Estados Unidos experimentó un renacimiento de la cultura popular, la música y las artes, liderados por las exitosas series de la pequeña pantalla y las primeras superproducciones hollywoodenses y sus impresionantes efectos especiales. Se trataba de una época de expansión y de auge. El consumismo y los iconos populares estaban de moda. Y evidentemente, Marvel, siempre en sintonía con el movimiento cultura de moda, no iba a ser menos. Al comienzo de los años ochenta, cuando los comics Marvel todavía valían 40 céntimos de dólar, la compañía estaba dirigida con mano férrea por uno de sus editores en jefe más polémicos de toda su historia: Jim Shooter. La editorial publicaba mes a mes unos treinta comics de superhéroes, algo impensable hoy en día y la Patrulla-X solo tenía una colección, guionizada por Chris Claremont y dibujada por el recién incorporado John Byrne, aunque todavía no era el éxito de ventas en el que iba a convertirse en pocos meses. Los ochenta, como decíamos, iban a ser una época de expansión para los comics Marvel, además de ampliar sus horizontes en otros registros, bajo los cuales Marvel incluso pasó a crear y producir exitosas series de animación como G.I.Joe o Transformers. El éxito llevó a que Marvel empezase a pasar de manos. A mitad de la década sería vendida a New World Entretainment y en 1988 a MacAndrews and Forbes, entrando en escena Ronald Perelman, quién daría muchos quebraderos de cabeza a la editorial durante los noventa. Y es que muchos de los problemas que tanto sufrió Marvel en los 90 empezaron a germinar en los ochenta, aunque estaban tan excepcionalmente gestionados por el sargento de hierro Jim Shooter que nadie podía imaginarse lo que estaba por venir. De esa forma, en esta década empezaron a surgir los primeros crossovers (Contest of Champions, Secret Wars I y II, Inferno…), las primeras diferencias serias entre dibujantes y editorial (aún coleaba la disputa Kirby/Marvel, y aunque Shooter ha declarado que estaba a favor de Kirby, tuvo que posicionarse de lado de la empresa, impidiendo que le fuera devueltos todos sus originales), se empezó el sello Epic (para material y derechos de los creadores), se creó una línea basada en un nuevo universo alternativo (Nuevo Universo), etc… Si analizáis bien esta enumeración, muchos de estos hechos se repetirían una en los sucesivos años y a lo grande (Image, Vertigo, 2099, Ultimate, Chapter One o Era de Apocalipsis, por poner un par de ejemplos de cada caso). Y a pesar de que uno de los errores que se le suelen echar en cara a Jim Shooter (que son muchos) fue su falta de ojo a la hora de importar el talento británico que venia del Reino Unido y que DC si supo captar (con Moore y Morrison a la cabeza), la verdad es que los dibujantes noveles que debutaron durante esta década y que dominarían el mercado años más tarde se iniciaron en Marvel durante el reinado de Jim Shooter. Y, por ultimo, no hay que olvidar la cantidad de autores que abandonaron Marvel por discusiones o diferencias con Shooter, del calibre de George Perez, John Byrne, Marv Wolfman y demás, que acabaron haciendo que al final de la década (aunque Shooter ya no estaba en la editorial), DC recortase distancias comercialmente con Marvel.

Sin duda alguna, creativamente, la década viene marcada por cuatro etapas sublimes, canónicas y de referencia que tuvieron lugar durante estos años, que quedarán siempre asociadas al nombre de cuatro autores que en sendas largas etapas portaron la antorcha de Marvel durante estos años. Claremont/Patrulla-X, Byrne/Cuatro Fantásticos, Simonson/Thor, Frank Miller/Daredevil, con permiso de Peter David que empezó su etapa en Hulk casi a finales de los ochenta y de otros autores como Gruenwald (Capitán America) o Stern (Vengadores, Amazing). Y es que se hace muy raro imaginarse hoy en día una historia de Marvel que no esté influenciada por lo visto en aquellas etapas o que no repita esquemas.

¿Cual te parece la mejor etapa/colección de los años ochenta?

  • Uncanny X-Men de Chris Claremont y John Byrne (46%, 189 Votes)
  • Daredevil de Frank Miller (19%, 78 Votes)
  • Amazing Spider-Man de Roger Stern y John Romita Jr. (8%, 34 Votes)
  • Thor de Walt Simonson (8%, 32 Votes)
  • Los Cuatro Fantasticos de John Byrne (7%, 29 Votes)
  • Avengers de Roger Stern (4%, 16 Votes)
  • Excalibur de Chris Claremont y Alan Davis (3%, 14 Votes)
  • Hulk de Peter David (2%, 9 Votes)
  • Iron Man de Bob Layton y David Michelinie (1%, 5 Votes)
  • New Mutants de Chris Claremont (1%, 4 Votes)

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La historia está a punto de cambiar

Porque la historia estaba a punto de cambiar, en uno de los momentos clave de la editorial que aún se conserva en la retina y en la memoria de todo aficionado al Universo Marvel que se precie. En Enero de 1980 se publicó Uncanny X-Men #129. En este número los aficionados dieron la bienvenida a Kitty Pryde, Emma Frost, Sebastian Shaw, El Club del Fuego Infernal… Y solo era el principio, porque este era el primer capítulo de una historia que concluiría este mismo año con la muerte de Jean Grey, Fenix. Como decíamos, tras la Saga de Fenix Oscura, nada volvería a ser igual.

Tan legendaria como la propia conclusión de la Saga de Fenix Oscura lo es la polémica en torno a su concepción, un documento que ha sido mil veces debatido pero que merece la pena recuperar aquí. Chris Claremont y John Byrne, guionista y dibujante de la colección consideraban que era suficiente con la lobotomía que eliminaba sus poderes. Pero a Jim Shooter esto no le bastaba. Fénix debía pagar por sus crímenes, y cargarse a un planeta de seres vivos no era algo de lo que debía salir impune. Había que matar a Jean Grey si o si. Las ventas de la Patrulla-X subieron como la espuma y la montaña rusa de emociones, aventuras, mutantes y más mutantes había comenzado. Siendo sinceros, el tiempo ha dado la razón al editor en jefe y esa decisión se considera hoy en día todo un acierto. Otro de los casos históricos donde el editor tomó la decisión correcta fue la disputa Lee/Ditko sobre la identidad del Duende Verde (Lee apostaba por Osborn, Ditko por un personaje nuevo). Nuevamente el editor impuso su idea y el tiempo le ha dado la razón. En la misma línea de disputas podemos recuperar el reciente caso del One More Day de Spiderman, Mephisto, Tia May y compañía, que acabo convirtiéndose en un Joe Quesada vs JMS (& The World). De todas formas, este capítulo todavía tiene que reposar en el tiempo para poder analizarse con perspectiva.

Después de eso vendrían Días del Futuro Pasado (esos que Byrne atestigua que fueron invención y desarrollo exclusivos suyos), El Nido, Carol Danvers, la marcha y el regreso de Ciclope, Magneto rehabilitándose, Illyana y sus demonios, Tormenta vs Emma Frost, Paul Smith, John Romita Jr. Picara, Los Nuevos Mutantes, Tormenta, Mariko, Yukio, Binaria, Los Morlocks y Calisto, La boda de Kitty y Caliban, Forja, Japón, Lockheed, Las Guerras Asgardianas, Arthur Adams, Alpha Flight, Rachel Summers, Arcade, Juggernaut, El Juicio de Magneto, X-Men vs Vengadores, X-Men vs Cuatro Fantásticos, Secret Wars II, Power Pack, Nimrod, La Fuerza de la Libertad, Masacre Mutante, Dientes de Sable, Alan Davis, Marc Silvestri, Madelyne Prior, el regreso de Kaos Y Lorna, Comando Escarlata, Espiral, Dallas, Australia, Mister Sinestro, Inferno, Jim Lee, Mariposa Mental, Actos de Venganza, El Lugar Peligroso, Lady Deathstrike, Los Cosechadores, el reencuentro con X-factor…

¿Hace falta decir algo más?

La familia mutante crece

Si cuando entrábamos a la década con una serie regular mutante en el mercado alguien nos hubiera dicho que diez años más tarde eso sería algo suicida hubiéramos pensado que estaba loco. A finales de la década la familia mutante se había multiplicado. A los pioneros Nuevos Mutantes se les habían unido X-Factor, Alpha Flight, Excalibur y Lobezno, amén de varias series limitadas por el camino. La progresión a lo largo de la década fue suave y serena, y no se creaba un nuevo título a no ser que existiera una verdadera razón y un plan solido para ello. Caso curioso es el de Lobezno, quien tardó bastante en conseguir su serie regular, a pesar de las continuas peticiones de los aficionados. Esta práctica editorial se ha confirmado con el tiempo como un éxito, ya que todas esas series mencionadas acabaron siendo de lo mejorcito de la década.

X-Factor surgió en 1986, el año de las bodas de plata del Universo Marvel. Como decíamos, la franquicia mutante estaba expandiendose para comprobar cual era su límite, y la apuesta más segura era reunir a los cinco estudiantes originales de Xavier en una colección, algo que no sucedía desde hace muchísimo tiempo en tiempo Marvel. Pero cada uno de los cinco mutantes de la primera alineación de La Patrulla-X había recorrido caminos muy diferentes hasta el momento. La Bestia había formado parte de Los Héroes Más Poderosos de La Tierra durante una larga temporada, para acabar reencontrándose con El Hombre de Hielo y El Ángel en los Defensores (además del tiempo de Warren y Bobby como miembros de Los Campeones). Jean Grey estaba muerta desde hacía cinco años y Ciclope iba a tener un hijo justo un mes antes de lanzamiento de X-Factor. Su relación con Madelyne Pryor iba viento en popa y había dejado la Patrulla-X para tener una vida más tranquila, por no hablar del Profesor Xavier, quien estaba en el espacio exterior con su amada Lilandra, habiendo dejado a Magneto a cargo de Los Nuevos Mutantes y le escuela.

Los encargados por la editorial de relanzar esta colección fueron Bob Layton y Jackson Guice, pero la historia de este relanzamiento está repleta de otros nombres, entre ellos (y entra en escena por primera vez, en una de los secretos editoriales más famososos y conocidos) un jovencísimo Kurt Busiek. Y es que si reclutar a la Bestia, Angel y Hombre de Hielo era relativamente fácil (se le pide/sugiere/exige al editor correspondiente que encuentre una excusa argumental para ello, cosa que Shooter hacia día sí y día también), no lo era tanto para el caso del recientemente padre Ciclope o de Fenix. Ciclope, en cuanto escuchó que Jean había resucitado, salió corriendo dejado de lado a su esposa e hijo. Y es que, casualmente, Ciclope acabó siendo el personaje más cambiado por este relanzamiento, y no Jean. Claremont tenía pensado para Ciclope un retiro dorado en Alaska, con sus abuelos e hijos y algún apoyo de reserva puntual para la Patrulla-X. Muy distante de lo que acabó pasando entonces, y mucho menos, de lo que está pasando hoy en día. Esta decisión fue de lo más polémica, y si hubiera habido foros de internet como ahora, no puedo ni imaginarme la que se hubiera armado.

Más complicado fue la vuelta de Jean. Tanto que desde la editorial lo veian como imposible y Layton tomó la decisión de sustituir a Jean por Dazzler en ese quinteto. ¿Cómo hubiera sido la historia de haberse producido ese cambio? De hecho, en las primeras promos de la serie se puede ver una enigmática figura que bien podría haber sido Dazzerl al finalEn cambio, Kurt Busiek (quien por aquel entonces trabajaba en las oficinas de la editorial) sugirió el primer caso de retrocontinuidad polémica de la historia Marvel. Jean Grey nunca llegó a ser el Fenix. El cuerpo de Jean Grey estaba a salvo en el fondo de Jamaica Bay y el Fenix lo que había hecho es un cuerpo copiado de Grey para sobrevivir, así que Jean Grey no había matado a aquel planeta de series alienígenas. Por ello, en Avengers #263 (guionizado por Roger Stern) los Vengadores encontraban el capullo donde estaba preservada Jean (desde Uncanny X-Men #100, hace casi 10 años) en Fantastic Four #286 (dibujado y guionizado por John Byrne, quien no había querido matar a Grey en su día), Jean Grey volvía a estar entre los vivos y los cinco estudiantes originales de Xavier podían volver a unirse.

Bonus track: Como, editorialmente, la muerte y resurrección de Jean Grey son de los temas más polémicos de los ochenta (a la altura de las polémicas originales de Kirby/Ditko en Spiderman, del final de la saga del clon o del OMD de Quesada), incluimos en este artículo como fueron las páginas originales de Byrne donde contaba la resurrección de Jean, junto a la versión final publicada, pasada por el «filtro Shooter», para que cada uno juzgue por su cuenta y riesgo. ¿Era la versión inicial de Byrne publicable? ¿Sobraban los cambios de Shooter? Señores, con ustedes, Fantastic Four #286 Deluxe.

Bob Layton y Guice solo duraron los primeros números de la serie, a la que dieron ese aire a lo Cazafantasmas que tan de moda estaba por aquel entonces (una vez Marvel reflejando la cultura popular del momento). X-Factor era un grupo que de cara al público simulaba que cazaba mutantes (con el nombre X-Terminators y a las ordenes de Cameron Hodge) pero realmente era una operación encubierta para salvarlos y entrenarlos de cara a los peligros de la sociedad. Personajes míticos como Artie, Leech, Rictor, Rusty y Desliza o Boom-boom surgieron de esta forma. Rápidamente las riendas de la serie pasaron a las manos del matrimonio Simonson. Louise guionizaba y Walter dibujaba, dando a la serie un tono oscuro que se asemejaba al aura del que estaba empezando a impregnarse el Universo Marvel y los comics en general (Watchmen, Dark Knight), con la Masacre Mutante y la muerte/suicidio de El Ángel al perder sus alas. Y de ese tono surgieron aventuras y villanos absolutamente clásicos para los mutantes. Apocalypsis y sus Cuatro Jinetes, la muerte de Ángel y conversión en Muerte y Arcángel, la presentación de su sustituto Caliban y muchas historias más. A finales de la década, en Inferno, La Patrulla-X y X-Factor se verían las caras por primera vez (ambos grupos pensaban que el otro ya no existía o que Jean estaba muerta) y Nathan volvería a manos de su padre, sin saber lo que le aguardaba el destino y los años noventa. Bueno, de hecho, no lo sabían ni los propios guionistas todavía…

Otra de las series mutantes que salieron (y sobrevivieron) durante los ochenta fue Alpha Flight. A pesar de la negativa inicial de John Byrne a concederles una serie, acabo aceptando ante la posibilidad de que lo hiciera (y mal, según él) cualquier otro guionista, como comenta en su blog. Byrne, que llegó a dibujar hasta tres series mensuales durante algunos años de esta decada (aunque muchas de estas páginas adolecían de fondos y escenarios… ¿Quién no se acuerda de aquellas páginas completamente en blanco porque Snowbird estaba luchando en la nieve? Solo Byrne era capaz de eso) dibujó y guionizó los primeros 28 números de la colección, empezando en 1983, introduciendo a Puck, Marrina, Omega Flight y varios conceptos más, además de matar sorprendentemente al Guardian al inicio de la serie (aunque años más tarde, nuevamente por retrocontinuidad, se demostraría que no estaba muerto sino que estaba de parranda), dejando el liderazgo del grupo a su mujer, Heather, bajo el nombre de Vindicador (a pesar de que el propio Byrne aseguraba que no le gustaba nada, pero una vez más demostró que, como Claremont, sabía como escribir a personajes femeninos). La primera saga de cinco números dejó paso a varios capítulos centrados en cada uno de los personajes, hasta la esperada y promocionada muerte de un miembro del equipo. Talisman, Box, la muerte de Sasquach el retorno de Guardian (oye, Byrne empezó a poner de moda esto de las muertes/resurecciones a cascoporro, quien lo iba a decir). Aunque Byrne dejó la serie en el número #28 (seguido por Bill Mantlo & Mike Mignola), la serie duró muchos años más, hasta 1994 (casi once años). Sucesivos e infructuosos relanzamientos han puesto a prueba la popularidad del grupo, que está en horas bajas tras la reciente cancelación del úlitmo volumen, a pesar de contar con todos los miembros originales y carismáticos entre sus filas.

Los Nuevos Mutantes fue otra de las series que nos dejó grandes aventuras durante esta década. Concebidos en Marvel Graphic Novel #4, los nuevos mutantes eran el siguiente paso lógico (comercial y editorialmente) vista la progresión de la franquicia. Con tres títulos mensuales de Spiderman, los mutantes tenían que aumentar su familia. Chris Claremont (¿quién si no?) y Bob McLeod lanzaron la serie en un escenario (post Uncanny X-Men #151) muy similar al de la Segunda Génesis: La Patrulla-X no había vuelto de su última misión y un cúmulo de sucesos hicieron que Xavier se convenciera de que era necesario tutelar una nueva generación mutante. A Ranhe se le sumarían Xi’an, Dani, Sam y Berto, a los que pronto se les unirían Karma, Warlock, Cifra y, como no, Illyana/Magik (Kitty al final se quedó con los mayores). Selene debutaría en estas páginas pero el mayor punto álgido de esta serie fue la llegada de Bill Sienkiewicz, quién se marcó unos excelentes números que marcaron a esta generación y colección por completo, de la misma forma que lo hizo Jim Steranko a final de los sesenta con la serie de Nick Furia. Cifrá moriría en el número #60 de la serie, siendo está para mi una de las mejores cinco muertes de la década (cuyo Top Five cierran Jean, Guardian, Jean DeWolf y Capitán Marvel, dejando de lado la de Ross, que tiene sus complejidades). Curioso que cuatro de esos cinco hayan resucitado (por no hablar de Elektra, Sasquatch, Visión…).

Los Cuatro Fantásticos

El fantástico John Byrne revitalizó una franquicia devolviéndola a cotas no vistas desde los tiempos ya lejanos de Stan Lee y Jack Kirby. Después de su legendaria etapa, los sucesivos cambios de guionistas y de dibujantes no ayudaron precisamente a la hora de producir buenas historias. Con el número #232 de la serie (Julio 1981, con un más que apropiado título Back to the Basics) Byrne tomo las riendas de la colección como guionista, dibujante y entintador. Y aunque el propio autor siempre ha afirmado que las interferencias editoriales fueron constantes durante su etapa (lo del Doctor Muerte y su aparición misteriosa en Secret Wars a pesar de que estaba muerto fue de traca), el legado de Byrne fue revitalizante para el cuarteto fantástico, e incluso se puede ver su influencia en futuras etapas como la de Tom DeFalco o la de Marin y Pacheco (Diablo en la primera saga, Valeria…). El tratamiento de Susan Richards, que pasó durante esta etapa de Chica Invisible a Mujer Invisible, tras la saga de Malicia, fue especialmente interesante, pero no lo único destacable. Terrax, Nova, el noviazgo de Johnny Storm y Alicia Masters (que luego sería eliminada en otro ejercicio de retrocontinuidad que pasaría a la historia), el aborto de Sue (que también sería retrocontinuado), Hulka sustituyendo a La Cosa (mientras el mismo Byrne contaba las aventuras de La Cosa en el mundo del Todopoderoso en su propia serie), Terror in a Tiny Town, el número #258 centrado en el Doctor Muerte, El Juicio de Reed Richards (por haber salvado a Galactus, todavía recuerdo la polémica que se causó porque, oh dios, Reed y Sue salían en la cama cuando Lilandra se les presentaba), la vuelta de Jean Grey, el cambio de uniformes, el retiro de Sue y Reed, el exilio de Los Inhumanos, la destrucción del Edificio Baxter, Terminus… Admito que yo leí esta etapa por primera vez en el Coleccionable semanal de Forum, hace ya más de diez años. Y aunque el de La Patrulla-X de Chris Claremont es tan bueno o más, yo hay días que sinceramente pienso que la etapa de Byrne en 4F fue superior a la Claremont en los mutantes.

Lamentablemente todo lo bueno se acaba y este es un ejemplo más. En 1986, cuando DC Comics relanzaba/rebooteaba por primera vez su universo de comics, desde la editorial empezaron a pedir varias propuestas para relanzar sus personajes más conocidos. John Byrne envió su propuesta de Superman (de hecho, y esto es una leyenda de la industría, años antes Marvel estuvo a punto de editar y publicar seis series de DC porque DC Comics no veía posibilidad de sacarles rentabilidad, y Byrne estuvo a punto de escribir Superman desde Marvel). Evidentemente, se lo comunicó a sus superiores en Marvel. Mike Carlin y compañía le felicitaron por ello, como no podía ser de otra forma, en cambio Jim Shooter empezó a ponerle problemas a algunos guiones recientemente le habían aprobado ya para Los Cuatro Fantásticos. Y así es como se fraguó su marcha de la serie (en medio de una saga) y de la editorial. Sus siguientes sustitutos duraron poco, Roger Stern, Tom DeFalco (quién volvería a escribir la colección bastante decentemente durante los noventa), Roy Thomas, y algo más Steve Englehart, pero sin que la colección fuera llamativa en el mercado y que encima también estuvo plagada de diferencias creativas entre Englehart y editores varios. El último mes de la década vimos el primer número de Walter Simonson en la colección. Estaría en ella veinte números, de lo más interesantes (Agencia de Variación Temporal, Nuevos Cuatro Fantásticos, etc.). Pero eso es una historia para la semana que viene.

Frank Miller entra en escena

Si, Frank Miller, de moda nuevamente ahora por sus declaraciones políticas contra los Indignados. Pero dejemos esto de lado, por favor. Antes de nada, el autor de este artículo se siente completamente incapaz de valorar como es debido esta obra. Las dos etapas de Frank Miller en Daredevil y lo que supuso para la colección el caudal de imaginación, de innovación, de realismo… Daredevil era una colección que estaba muerta y llegó este tio y la revitalizó, situandola a un nivel estratosférico de calidad que no ha sido superado hasta ahora y nunca lo será. Y mira que las etapas de Nocenti, la de Bendis (o si me apuras la breve de Smith o incluso la de Bru, aunque se diluye al final) son buenas, buenisimas. Y serían absolutos referentes si no hubiera pasado por aqui antes Frank Miller. El dibujo, los secundarios, las composiciones, la deconstrucción del personaje …las palabras no me llegan, lo siento. Así que si me perdonais, en este trozo, voy a poner una imagen que para mi simboliza todo (y mira que hay muchas, pero es que esta…)

Thor y Simonson, el regreso de la épica

Cuando se analiza esta década, o cuando se habla de grandes etapas del comic, es imposible no mencionar al Thor de Walter Simonson. Thor era una colección que languidecía al borde de la cancelación (como en los casos del Daredevil pre-Frank Miller o del Hulk pre-Peter David), pero en estas que llegó Walter Simonon, un novato guionista para revolucionar el mundo de Thor en una breve etapa de cuatro años (si, son cuatro años, pero para mi fueron pocos y por eso digo breve). Simonson había trabajado en Marvel picoteando aquí y allí, que si Hulk, que si Conan, que si algún anual. Pero todo cambio, y de que manera, en Noviembre de 1983, con la puesta en venta de The Mighty Thor #337. Serían 44 números absolutamente épicos, tanto en guión como en dibujo. De hecho, personalmente, Thor fue, es y debería ser siempre será la colección Marvel más épica de todas, la más similar en cuanto a corte y estilo a las que publica DC, apelando a los superhéroes más poderosos alejados del realismo y la angustia de los personajes clásicos Marvel cortados por el patrón de Stan Lee. Esa premisa la capto desde un principio Walter Simonson, que con un dibujo exagerado, lleno de onomatopeyas (DOOM!, FAAOOOOOSH!), círculos cósmicos y líneas cinéticas (made in Kirby) y apostando por la mitología más que por las aventuras terrenales (aunque algun que otro crossover ya cayó), recordaba al Jack Kirby más desatado desde el principio. Simonson apostaba alto.

En el primer número se nos presenta a Bill Rayos Beta quien, recoge el martillo de Thor. Pero es que además, el futuro nos traería a Loki luchando por Asgard (más o menos), la Rana-Thor, el protagonismo de Balder, las luchas contra Surtur, Hela, el destino de Odin, la pérdida de la identidad de Donald Blake, Fanfir saliendo del East River, el excepcional tratamiento de Skurge, El Ejecutor (quien protagoniza una de las mejores batalles de la historia de los comics con un MI16 en la mano). Años más tarde, en pleno Heroes Return, Dan Jurgens y John Romita relanzarían a Thor (está vez con una nueva identidad humana) y no hay que ser muy avispado para comprobar como Jurgens repetía uno tras otro los esquemas de la etapa de Walt Simonson en Thor, muertes y resurrecciones incluidas, incluyendo el sidekick de turno. Es una pena que en nuestro país esta serie no haya gozado del apoyo popular y del reconocimiento que se le merece, y en el que sucesivas reediciones de este material nunca han acabado siendo un completo éxito como debería.

Secret Wars

¿Qué os puedo contar yo de las Secret Wars que no sepamos ya? Maxiserie de 12 números, guionizada por Jim Shooter y dibujada por Mike Zeck y Bob Layton donde los mayores héroes de la tierra debían enfrentarse a los villanos más peligrosos en un juego organizado por el Todopoderoso. Apoyados por Mattel para producir esta miniserie y crear multitud de muñecos y merchandising que vender a cuento de ella (de hecho las palabras “Secret Wars” se eligieron porque los estudios de mercado decían que eran palabras que les gustaban a los niños) e inspiradas en el éxito de Contest of Champions, Secret Wars tendría su secuela un año más tarde e incluso la formula de reunir a los héroes Marvel para combatir a una amenaza se repetiría no mucho más tarde en la trilogía del infinito. El omnipotente y misterioso Todopoderoso estaba intrigado por los conceptos de bien y mal de la humanidad, así que para ponerlos a prueba organiza esta competición: “Asesina a tus enemigos y todos tus deseos te serán concedidos”. Y para demostrar el nivel de amenaza, al principio de la miniserie el Beyonder se cargaba como si nada a Galactus, el hasta entonces villano más poderoso del Universo Marvel. Los lectores quedaron inmediatamente intrigados por este personaje.

Las consecuencias de Secret Wars fueron palpables. Vamos, que entonces si cumplieron aquello de “Y el Universo Marvel no volverá a ser el mismo”. La Cosa se quedaba en este mundo y era sustituido por Hulka en Los Cuatro Fantásticos, Spiderman tendría nuevo uniforme que le daría mucha guerra, Coloso tuvo un romance que le cambió para siempre su relación con Kitty y nuevos personajes como Spiderwoman o Titania fueron creados y promocionados para la ocasión. Incluso se aprovecho la ocasión, editorialmente, para traer de vuelta al Doctor Muerte. Además, novedosa y original fue la forma en la que se publicó la serie, algo que hizo a esta ganar aún más carisma. Los héroes desaparecían camino al mundo del Todopoderoso en sus series regulares, pero volvían de él al comienzo de sus respectivos números siguientes, dejando en intriga que es lo que realmente había pasado durante esa aventura, obligando a los lectores a comprarse si o si Secret Wars si querían saber de donde había sacado Spidey ese traje o donde estaba Ben Grimm.

No todos los heroes y villanos Marvel tuvieron su oportunidad, y personajes como La Chica Invisible, Iron Fist, Doctor Extraño, Daredevil, Namor, La Visión y la Bruja Escarlata o villanos como el Lider o La Abominación se quedaron fuera de las Secret Wars. Curiosa, y polémica, fue en cambio la elección del bando de Magneto y Galactus por parte del Todopoderoso. Al primero se le empezaba a ver su giro hacia el lado de los buenos (hasta llegar a convertirse años más tarde en el director de la escuela de mutantes de Xavier) y al segundo se le presuponía un ser neutro, por encima del bien y del mal. Por no hablar del Baron Zemo, que si que tuvo su propio muñeco articulado de Mattel pero luego no salía por ningún lado en la maxiserie.

Y para los que se quejan de las muchas muertes absurdas y gratuitas que están por todos los lados hoy en día incluso en el mismo evento (¿Bucky?), hay que recordarles que aquí pasaba algo similar (La Avispa) o algo más heavy (todos los héroes menos Coloso mueren en uno de los últimos números) y aquí nadie se llevó las manos a la cabeza. Y las batallas, esas si eran batallas de verdad de héroes contra villanos.

Jim Shooter, editor en jefe de la compañía fue el encargado de escribirla. Como él mismo relata en su blog, “solo yo podía hacerlo”. Según él, «los guionistas de las series eran muy posesivos con los personajes que escribían. Lo cual estaba bien, porque demostraba que les gustaba lo que hacían, pero para el caso de los crossovers y los invitados especiales era un problema. Por ejemplo, el guionista A (que permanecerá sin nombre) quería a Muerte como villano para su serie, pero el guionista B (que escribía a Muerte en su serie) no quería que se usara porque el guionista A iba a hacer que pareciera estúpido, así que luego hacía una historia que demostraba que esa aparición especial era en realidad de un robot, enfadando al guionista A. Y lo mismo pasaba al revés. Y lo mismo para los editores de cada franquicia. Así que la única forma de que alguien escribiera Secret Wars respetando a todos era que la escribiera yo, quien por definición, era el designado “Keeper of the Franchises” y la Absoluta Autoridad (si, todo esto son palabras textuales de Shooter). Los guionistas podían (y lo hacían) discutir conmigo, pero la decisión final siempre iba a ser mía.» Así que así es como se fraguó el guión de Secret Wars.

Vengadores en los ochenta, a la sombra de la excelencia

El recorrido de Los Vengadores en los ochenta tiene una gran desventaja. Y es que si bien se trata de una obra entretenida, coral y divertida, estuvo siempre a la sombra, por una razón u otra, de otras etapas de la editorial, de las que ya hemos hablado y requete-hablado. Recientemente (y en curso) recuperado en nuestro país por Panini en la línea Marveld Gold, los ochenta tienen un nombre asociado a los Vengadores: Roger Stern. Tras la marcha al comienzo de la década de David Micheline (otro de esos guionistas a la sombra de los grandes genios, como el caso de Bill Mantlo) y el magnífico George Perez (guionista y dibujantes estables de la serie durante el ultimo par de años) supuso un continuo cambio y baile de dibujantes en el titulo, como de alineaciones del propio grupo Vengador. Hasta que llegó en el Avengers #211 nuestro amigo Jim Shooter a armarla gorda. O no, depende de cómo se mire. Supongo que ya sabéis a lo que me refiero (es uno de los momentos Marvel de los 80), y si no, os lo refresco con una imagen.

Un Hank Pym enloquecido por su despido de los Vengadores abofetea a su mujer, La Avispa. Años después, Jim Shooter confirmaría que el no escribió tal cosa en los guiones, sino que fue más bien una decisión del dibujante que hizo que Pym golpeara brutalmente a su esposa. En cualquier caso, este fue uno de los puntos claves de la década. Afortunadamente, La Avispa iba a acabar la década siendo escrita como es debido gracias a Roger Stern, quien la hizo líder de los Vengadores, justo a tiempo para la peor tragedia de la historia del grupo. El Caballero Negro, Hercules, Namor, El Dr. Druida y como no, La Capitana Marvel, acabarían formando junto a la Avispa y el Capitán America uno de los grupos más interesantes de su historia y, concretamente, una de sus mejores sagas: La Saga del Asalto de los Hombres del Mal a la Mansión. Con el Barón Zemo a la cabeza, el drama y la angustia se palpan en todas y cada una de las páginas dibujadas por un John Buscema en estado de gracia (ese pobre Jarvis, Hercules golpeado casi hasta la muerte…). Clásico absoluto y competidor con la Guerra Kree-Skurll por ser consideradas la saga por excelencia del grupo. Además, gracias a su buena labor, el grupo recibió su primer spin-off en la ya clásica serie de Los Vengadores Costa Oeste, protagonizada por Ojo de Halcón, Pajaro Burlón, Tigra, Iron Man y Wonder Man. Por decisión editorial, Stern no pudo guionizar esa colección como el hubiera previsto y fue Steve Englehart (recién retornado a Marvel desde DC) quién se encargó de lanzar la colección regular. En cuanto a la serie principal, una vez más, Roger Stern tuvo que abandonar la colección sin acabar de desarrollar todas las ideas. Lo mismo le pasó en Spiderman, dejando la identidad que él tenia pensada para el Duende sin desvelar. En este caso las diferencias fueron con Gruenwald (y no con Shooter) sobre quien debía ser el líder del grupo, aunque intuimos que las diferencias iban más allá. Los siguientes equipos estables serían Walter Simonson y John Byrne (a quién si le dejaron guionizar a la vez las dos series vengativas), aunque esta es una historia que se adentra en los años noventa y que dejamos para otro día.

Spiderman en los ochenta

La historia de Spiderman en los años ochenta se puede contar a través de muchas historias, con muchos protagonistas envueltos en ellas: la Ultima Cacería de Kraven (J.M. DeMatteis y Mike Zeck, 1987, de la que tambien os reseñaremos en extensión esta semana), considerada por muchos como la obra culmen de Spiderman. El traje negro/simbionte de Spiderman. Amazing Spiderman #248: El Niño que coleccionaba Spiderman (Roger Stern, Ron Frenz). El Duende (Roger Stern y varios, #236 a #247) y el misterio sobre su identidad, que al final no fue resuelto por Stern (sin contar la minisierie El Duende Vive de los noventa). La serie de televisión de principio de los ochenta. Todd McFarlane y la creación de Veneno. La relación Gata Negra/Spiderman. La relación (acabada en boda por petición de Stan Lee) de Mary Jane y Peter Parker. La proliferación de series (Spectacular, Web of, Spiderman) y el cierre de Marvel Team-Up (una de las mejores series de los setenta que no aguantó el paso del tiempo, y la marcha de Claremont, todo sea dicho). El retorno de Misterio. Los Seis Siniestros. Peter David y la Muerte de Jean DeWolf. La historia del Juggernaut de Roger Stern. El debut de Capa y Puñal…

Cada una de estas historias, aunque unas más y otras menos, están grabadas a fuego en nuestra memoria, amen de otras más personales para cada uno (como en mi caso las historias de back-up del Tigre Blanco). Y todas ellas se merecerían sendos extensos artículos desgranando cada una de sus misterios y sus polémicas, que no son pocas. Afortunadamente, los aficionados conocen más que de sobra todos estos detalles de estas historias (aunque no estaría mal repetir todo el lío de las identidades de El Duende, que nunca viene mal repasar para algún despistado).

Las chicas son guerreras

¿Sabíais que Hulka fue creada en los años 80? Es más, ¿sabíais que Hulka fue el último personaje que creó Stan Lee para Marvel? (Me refiero de la primera y segunda generación, antes de productos más puramente comerciales como Ravager 2099 y otros cuyo nombre no puedo acordarme) Con el éxito de la serie de televisión The Incredible Hulk, protagonizada por el inolvidable Lou Ferringo, Stan Lee tenía miedo que los productores de la serie crearan su propia Hulka y se quedasen con los derechos. De esa forma, se puso manos a la obra y creó con la ayuda de John Buscema a Hulka. Se trataba de Jennifer Walters, la prima de Bruce Banner, la cual sufría un accidente terrible y necesitaba una trasfusión de sangre de su primo, reteniendo por tanto la capacidad de convertirse en un terrible monstruo verde. Aunque no tan terrible, ya que Jennifer mantuvo la capacidad de controlar el cambio y conservar la inteligencia en su forma verdosa. Stan Lee tan solo guionizó el primer número, pero el carisma de Hulka la permitió conservar su serie durante mucho tiempo y llegar a ser miembro de Los Vengadores, Los Cuatro Fantásticos, Heroes de Alquiler, los Defensores y hasta de SHIELD. Cinco equipos en veinte años es algo que no era muy común por aquel entonces. Aunque su primera serie no duró más de 25 números, el futuro le aguardaba mejores tiempos cuando el omnipresente John Byrne comenzó a guionizar y dibujar su serie, The Sensational She-Hulk, durante sesenta números, firmando una de las mejores etapas que se le recuerdan.

Otra de las féminas creadas durante los años ochenta y que llegó a contar con serie propia fue Dazzler. Los orígenes de Dazzler, como los de Hulka, también están ligados a otros medios, como en este caso el cine. En busca de sinergias (vamos, sacar pasta), Casablanca Records pidió a Marvel y a la compañía de cine Filmworks para crear un personaje que apareciera a la vez en comics, discos y películas. Se pusieron de acuerdo en el nombre y contrataron a Romita Jr para que dibujara y diseñara el personaje. Aunque le pidieron que se basara en Grace Jones, Romita admite que al final se basó en Bo Derek cuando esta última acepto ser la protagonista de la película (aunque al final no se llegó a hacer). De la música disco del momento al rock, llegó a protagonizar su propia serie durante la friolera de 42 números (algo impensable hoy en día) y en una miniserie con la Bestia titulada (La Bella y la Bestia), formar parte de X-Men y Excalibur. Desaparecida durante muchos años (lo que hizo Lobdell con ella con el cambio de siglo fue infame) acaba de ser recuperada por aclamación popular para la franquicia mutante, de la que nunca debió irse.

Elektra. El mayor legado que dejó Frank Miller para Marvel. O no. Porque el autor expresó en muchos momentos su deseo de que la editorial no volviera a usar a su personaje en la vida. Creo recordar que fue Larry Hama quién la recuperó por primera vez desde la marcha de Miller y que lo hizo en alguna saga de Lobezno desatado tras haber perdido el adamiantum, pero el tratamiento que se le ha dado al personaje desde los ochenta oscila entre lo lamentable y lo vergonzoso, y si, me refiero a todas y cada una de sus apariciones. Y encima ahora hemos sabido que la mitad de todo este tiempo era una skrull (o no, quien sabe…) lo cual devalúa todavía más al personaje.

Otras féminas interesantes son, como veremos en la sección de nuevos personajes, fueron Picara (excelente primer introducción en el Annual de Los Vengadores y evolución hasta convertirse, en manos de Claremont, en un icono de la franquicia mutante y de la cultura pop), Kitty Pryde (está todo dicho ya), Emma Frost (idem) o las Vengadoras Spiderwoman y Capitana Marvel. Y además, el tratamiento de personajes ya creados por La Chica Invisible, Hulka o Heather Hudson (en manos de Byrne), La Avispa (en manos de Stern) o Tormenta, Carol Danvers y Rachel (Claremont rules). Posiblemente estemos hablando de la década más notable en cuanto a protagonismo femenino, algo muy difícil de conseguir hoy en día y muy recriminado a las dos grandes editoriales americanas.

Limited Series al Poder

Como he venido repitiendo a lo largo del artículo, los ochenta supusieron un suave vistazo a lo que nos depararían los noventa. Y si el mercado en los noventa estaba inundado (hasta el infinito y más allá) de miniseries (leñe, si Veneno encadeno hasta siete series limitadas una detrás de otra a mitad de los noventa), os podéis imaginar el nivel de muchas de esas miniseries. Pero el los ochenta esto no fue así. Porque lo poco gusta y lo mucho cansa. Y en los ochenta tuvimos unas series limitadas de lo más interesantes. No podemos analizar todas, porque no tendría final, pero si podemos recordar una clasificación de lo mejor y que todo el mundo debería tener en su colección y como se hace en estos casos, haremos una lista de las 10 mejores (¿porque las listas siempre son de 10 y nunca de 6 o de 9?), dejando para su propia sección a Secret Wars.

01 – Contest of Champions – ¿Hay mucho que explicar que no sepamos ya de Contest of Champions? Escrita por Mark Gruenwald (te echamos de menos, Mark) y dibujada por John Romita Jr, es reconocida como la primera miniserie como tal de la historia de publicaciones de Marvel, y que gracias a su éxito daría pie a las otras miniseries que vemos en este articulo. Originalmente planeada como un homenaje a los juegos olímpicos (aunque se acabó publicando en 1982, realmente el concepto empezó en 1980) y en él tendrían cabida héroes internacionales de Marvel (Darkstar, Pantera Negra, Sasquatch, Wolverine, Sunfire, Iron Fist…) y que además serviría para presentar otros tantos creados para la ocasión: Talisman, Sabra, Defensor, El Peregrino, El Hombre Colectivo, Biltzkrieg… El guión es sencillo y tras unas sencillas presentaciones muy de agradecer para cualquier aficionado novel y Marvel Zombie en potencia, pasamos directamente a la acción, con motivo del «juego» organizado por dos entes cósmicos de altura, como son El Granmaestro y La Muerte. Su nivel de calidad quizás no sea excelente, pero el cariño, la nostalgia y la originalidad hacen que se gane el primer puesto de esta clasificación.

02 – Wolverine – Claremont & Miller – La mejor aventura en solitario de Lobezno. Con un Chris Claremont en estado de gracia y un Frank Miller revolucionando el medio y la forma de dibujar (algo que para mi no volvió a suceder hasta Bryan Hitch en Authority). ¿De donde creéis que viene la frase «soy el mejor en lo que hago pero lo que hago no es muy agradable«? Pues de aquí, señores, de aquí. Y si solo fuera eso… Esta miniserie sería seguida dos años después (veis, por aquel entonces se tomaban las cosas con calma y no explotaron excesivamente a Lobezno) por la también fantástica Kitty Pryde y Lobezno (Claremont & Milgrom)

03 – Escuadron Supremo – Gruenwald, Hall, & Ryan – Aqui es cuando yo digo aquello de «presentamos el Watchmen del Universo Marvel» y luego en los comentarios del post todos nos volvemos locos diciendo unos que si y otros que no. Realizada en 1985 (atentos a las fechas, volviendo al tema de Watchmen), Mark aprovechó la demanda popular de más aventuras de este grupo (de apariciones contadas, auqnue todas ellas siempre dejaban ganas de más) para currarse esta pedazo saga de 12 episodios y dejarnos como legado su obra maestra. Héroes reales, complejos y que deciden dar un paso adelante para rehacer y controlar la sociedad, por el bien de está, con el tremendo debate moral que esto supone. Nighthawk versus Hyperion, una posible cura del cáncer, peleas a tutiplén… si solo esta serie hubiera tenido algo más de consistencia en el apartado gráfico, estaríamos hablando de una de las 10 mejores series limitadas de todos los tiempos.

04 – Vision y La Burja Escarlata – Mantlo & Leonardi – Miniserie de culto y semilla de muchas de las subtramas y sagas que estaría por venir en los 20 años siguientes. Cuatro números autoconclusivos excelentes que nos narran las aventuras de la Visión y la Bruja Escarlata en su retiro europeo de la alineación de los Vengadores, donde personajes secundarios de Los Vengadores como Zumbador, Jarvis, Nuklo, Wonder Man, El Segador y, én el último número, la revelación por parte de Magneto de que La Bruja Escarlata Y Mercurio son sus hijos, con visita a la Luna y los Inhumanos incluida. En la época actual de sagas hiper-alargadas e intrascendentes, una relectura de esta miniserie (recopilada en la línea Marvel Gold también) es un soplo de aire fresco.

05 – Hercules – Bob Layton – Galactus de botellón. Solo con eso a mí ya me tienen comprado. Por aquel entonces Hércules estaba exiliado de Olympus así que se dedicó a explorar el Universo acompañado de un Rigeliano que registraba sus aventuras. Uno de los mejores momentos de esta miniserie de cuatro números es cuando Hércules le ofrecía/engañaba a Galactus para echar unos tragos y emborracharse. Como me hicieron saber en los comentarios el otro día, el humor y el estilo de esta miniserie (y su secuela un par de años después en la que Hercules volvía a casa, gracias al éxito de la primera) plantaron las semillas del uso del humor en situaciones grandilocuentes que luego acabaría destilándose y perfeccionándose al final de la década en la JLI/JLE de Giffen y DeMatteis. Son palabras mayores, pero no está nada mal visto. ¿Habéis leído esta miniserie? Si no es así, echadle un vistazo sin falta.

06 – Longshot – Nocenti & Adams – Ann Noceti (otra de esos autores de segunda fila nunca suficientemente valorados por el legado corto pero intenso que dejaron detrás) se sacó a Longshot de la manga, en una fantástica miniserie de seis números que también sirvió para que debutara Mojo y su locura de Mojoverso. Ayudada de Arthur Adams y While Portaccio (no se me ocurren dos dibujantes más distintos). Más tarde descubriría que era un hombre artificial pero ello no le impidió luchar por la revolución. Finalmente acabó asentado en la Tierra y se relacionaria con Dazzler (formando una de las parejas de más «monas» de los ochenta). Recientemente ha vuelto a primera fila y forma parte de los X-Factor de Peter David.

07 – Vengadores Costa Oeste – Stern & Hall Reseñada previamente antes en la sección de Los Vengadores, esta miniserie sucedía cronológicamente a la de Ojo de Halcón y Pájaro Burlón y sentaba las bases definitivas de la nueva rama de Los Vengadores en California, a petición de La Visión y liderados por Ojo de Halcón. El próximo Enero tendremos la oportunidad de revisitar estas dos miniseries en el Marvel Gold de Los Nuevos Vengadores.

08 – Hombre Máquina – DeFalco & Windsor-Smith – El Hombre Maquina, creado por Jack Kirby (en 2001: Una Odiesa en el Espacio, en 1977) se relanzó en 1984 de la mano de Tom DeFalco, Herb Trimpe y Barry Windsor Smith (la portada del número uno es una de mis preferidas de la historia Marvel). En un futuro (mundo cyberpunk en 2020) nuestro querido Aaron deberá luchar con Madame Menace y sus corporaciones multinacionales.

09 – Ojo de Halcón – Gruenwald & Breedings – Aunque reconozco que la incluyo por cariño personal, considero esta obra el Born Again de Ojo de Halcón (palabras mayores, lo sé, pero la deconstrucción del personaje que hace Gruenwald es muy interesante). Esta miniserie fue muy importante para Ojo de Halcón. No solo comprobaba su verdadera popularidad con los aficionados (un continuo reto que le ha acompañado en todas sus series en solitario), sino que sirvió para justificar el «Y nada volverá a ser lo mismo». Nuevo traje, el aerodeslizador, algún que otro villano ridículo, el emparejamiento definitivo y boda con Pajaro Burlón y sobre todo, las oportunidad editorial de formar su propia subsidiaria de Los Vengadores gracias al éxito de la miniserie. Gruenwald no revoluciona el medio como con El Escuadrón Supremo, pero nos deja una aventura muy interesante que próximamente veremos recopilada en Marvel God.

10 – Capa y Puñal – Mantlo & Leonardi – Capa y Puñal debutaron en Spectacular Spiderman #64. Tras un tiempo prudencial de apariciones especiales aquí y allí, Shooter decidió darles su oportunidad en solitario en una miniserie de cuatro números, preparando el terreno para la serie regular posterior. Bill Mantlo (que estaba en todos los fregaos) introdujo al policía Bridgid O´Rielly y el cura Padre Delgado, quien harían de demonio y ángel en los hombros para la pareja, ofreciéndoles los dos puntos de vista de sus acciones (en sus primeras apariciones, no lo olvidéis, Capa y Puñal no tenían problemas en matar a los traficantes de drogas que perseguían). De todas formas, las dos series regulares que siguieron a la mini, de 11 y 19 números, no acabaron de vender todo lo que quería, formándose la opinión acerca de la pajera que les cataloga como excelentes secundarios pero poco populares personajes principales. Y Rick Leonardi, debilidad personal, como Chuck Dixon.

Se quedan fuera, a las puetas, muchas miniseries como Rondador Nocturno, Cuatro Fantasticos vs X-Men, Vengadores vs X-Men, Rocket Raccon (Mantlo y Mignola!!), Sota de Corazones (Bill Mantlo again), Punisher-Full Circle y muchas más. Incluso la miniserie de Fenix (Rachel Summers) que tenían preparada Chris Claremont y Rick Leonardi y que finalmente no se llegó a publicar, pero que estamos seguros que hubiera sido una delicia.

Licencias, licencias, licencias

Jim Shooter y su constante ímpetu por ampliar fronteras más allá de los cómics tuvieron sus pros y sus contras durante sus nueve años de reinado al frente de la editorial. De hecho, John Byrne comenta que una de las razones por las que decidió dejar Marvel fue debido a que no le sentó nada bien que Marvel contratará a guionistas de musicales para sus cómics. Pero siendo sinceros, esta búsqueda de ingresos y participación en otros campos no ha sido un movimiento único de Jim Shooter, ya que editores sucesivos no han escatimado en recursos para ampliar los registros de la oferta de Marvel. Si Conan, las Artes Marciales y los Vampiros y Monstruos nocturnos se habían dejado ver durante la década anterior, ahora nuevos iban a tomar forma. Además, no todo fueron aspectos negativos, ya que en este campo de experimentos se pueden englobar muchos de los proyectos que vieron su luz durante los ochenta. Vamos a hacer un rápido resumen, y atentos, porque la lista es larga y a más de uno le saldrá la vena nostálgica.

G.I.Joe, Star Wars: Return of the Jedi, Los Pitufos, El Equipo-A, Alf, Barbie, Ewoks, Los Osos Amorosos, Thundercats, Conde Duckula, Freddy Krueger, Loca Academia de Policía, Los Picapiedra y la lista suma y sigue. Pero siendo sinceros, y a nivel personal, hay que destacar dos de estas por encima de las demás. Se trata de The Nam y Dreadstar.

Tres nombres estarán asociados para siempre a estos proyectos. Larry Hama, Doug Murray y Jim Starlin respectivamente. Empecemos por este último, Dreadstar, por seguir un orden cronológico, pero para ello tenemos que hablar de Epic. Y para hablar de Epic, debemos hablar una vez de Jim Shooter. Epic Comics fue un sello de comics creado por Jim Shooter como un spin-off de la exitosa revista Epic Illustrated. Las condiciones de Epic eran muy sencillas, ya que permitían a los autores retener el control y la propiedad de sus creaciones, al estilo de las revistas británicas de la fecha y con una orientación más adulta y más seria. Las ventas iniciales del sello no fueron muy buenas, así que desde la editorial decidieron promocionar aun más la línea con obras protagonizadas por superhéroes de la editorial. De esa forma vieron la luz clásicos del género de los ochenta como Elketra Assasin (Frank Miller, Bill Sienkiewicz), Meltdown (protagnoizada por Kaos y Lobezno) o Estela Plateada: Parabola (apelando al producto onírico del mesías mutante Claremont y la estrella europea del noveno arte Moebius, que os reseñaremos esta semana). Y por si esto fuera poco (que os aseguro que no lo era), desde las oficinas aprovecharon el sello para publicar obras extranjeras de la talla de, atentos, Blueberry, El Incal o Akira, con un coloreado de cara al mercado norteamericano que le valió al colorista Steve Oliff más de un premio. Y, sin olvidarnos a todo esto, del Groo The Wanderer de Sergio Aragones. Como podéis comprobar, cómics de alta calidad y factura, casi todos clásicos inmediatos del género.

Como decíamos, dentro de ese sello, el primer título en nacer (Noviembre 1982) fue Dreadstar, del grandísimo dibujante y guionista Jim Starlin. Se trataba de una space-opera centrada en las aventuras de Vanth Dreadstar y su pandilla espacial (Syzygy Darklock, Willow, Oedi, Skeevo).

La otra obra resaltada en esta sección es The Nam, de la que lamentablemente hasta ahora nadie se acordaba pero que Panini ha decidido recuperar este mismo mes (y que deseamos venda como es debido). Platoon, la película de Oliver Stone, había sido recientemente estrenada en 1986, cuando Jim Shooter entró en la oficina del editor Larry Hama con uno de sus comics de G.I.Joe bajo el brazo (cuyos primeros números guionizó con éxito el propio Hama) y le preguntó si quería hacer un título sobre las aventuras de la guerra de Estados Unidos en Vietnam. Fichó al veterano Doug Murray quién, acompañado de Michael Golden, planteó The Nam como una serie de doce números, pero el éxito de las aventuras del soldado Edward Marks fue tal que la serie vendió hasta las 44 entregas, recibiendo críticas, alabanzas y premios merecidos durante ese tiempo.

Nuevos Personajes

Aunque la época más prolífica de la historia Marvel fue y seguirá siendo la década de los sesenta, los años ochenta no se quedaron atrás y nos dejaron como legado muchos de los personajes que ocupan el corazón de los aficionados que crecieron leyendo estos comics. Agarraos fuerte.

  • 1980: Kitty Pryde, Emma Frost, Sebastian Shaw, Dazzler, Hulka, Supervisor, U-Foes, Madame Web,
  • 1981: Hydro-Man, Elektra, La Mano, Stick, Picara, Vanguard, Darkstar, Ursa Mayor,
  • 1982: El Nido, Capa y Puñal, Los Nuevos Mutantes, Capitana Marvel, Recordador
  • 1983: El Duende, Bill Rayos Beta, Los Morlocks, Madelyne Pryor, Nomada,
  • 1984: Pecado, Los Infernales, Forja, Terminus, Power Pack, La Rosa, Puma,
  • 1985: El Azote, Longshot, Firestar, Silver Sable, Malicia, Sociedad Serpiente, Mojo,
  • 1986: Nathan Christopher Summers, Rusty, Desliza, Boomboom, Artie, Leech, Apocalipsis, Superpatriota,
  • 1987: Mister Sinestro, Microchip, Excalibur, D-Man,
  • 1988: Venom, Eric Masternon (Thor, Thunderstrike), Speedball, Infectia,
  • 1989: Quasar, Blackheart, Crossbones, Nuevos Guerreros, Vengadores de los Grandes Lagos, Jubilo,

Villanos de primerísimo nivel como Apocalipsis, Mister Sinestro, Veneno, Sebastian Shaw, Emma Frost o El Duende vieron la luz durante estos años, lo que suponen un legado en cuanto a villanos a la altura de los sesenta o los setenta (con respeto a todos ellos). Afortunadamente, para el prestigio de los años ochenta, Cable se queda fuera por tres meses (Marzo de 1990), aunque si aplicamos ese gran y elocuente concepto que es la retrocontinuidad, como ya sabeis todos, fue realmente creado en 1986, en Uncanny X-Men #201, con el nacimiento del pequeño Nathan. Pero eso es una historia para otro día, que os contaremos la semana que viene en el post de los noventa.

Por destacar algunos de los mencionados, podemos hablar de Firestar y de su curiosa concepción. Apareció primero en la infumable y simpática (a partes iguales) de Spiderman y sus Asombrosos Amigos (suspiro). Por problemas legales con la Antorcha Humana y su mal ejemplo para los niños (de hecho este aspecto se tocó en un excepcional comic de ¿X-Factor? con Rusty que a mi me recordaba al de PAD del El Niño que Coleccionaba Spiderman) se tuvieron que sacar de la manga a un personaje nuevo, que por demanda popular acabaría siendo incorporado a los comics (casos similares se darían en los noventa con Renee Montoya y Harley Quinn), aunque empezaba en el bando de los Infernales de Emma Frost.

A raiz de los personajes de los noventa me vienen a la cabeza unas recientes declaraciones de Nick Spencer (guionista de Iron Man 2.0 o Ultimate Comics X-Men) en las que decía que muchos de los guionistas que están empezando a trabajar actualmente para las grandes editoriales americanas han crecido leyendo los cómics en los ochenta (ya sabéis, hay una ley no-oficial que dice que los comics que lees con 13-15 años son los que más te gustan y condicionan). Por ello, el espera que en los próximos años se empiece a dar un revival de los personajes creados en aquellos años. Es una teoría de lo más valida y que seguramente sea verdad. Joe Quesada ha comentado que todo últimamente todo el mundo quiere escribir a Capa y Puñal. Los Nuevos Mutantes han tenido nueva serie (muchos, muchos años después), Pecado (originalmente Madre Superiora) y Calavera están de moda con Fear Itself y los Power Pack han tenido varias miniseries infantiles durante estos años. Si hasta Longshot y Júbilo están viviendo una segunda juventud.

Nuevo Universo, una apuesta personal de Jim Shooter

En 1986, Marvel cumplía 25 años. Y eso había que celebrarlo (Masacre Mutante, Born Again, resurrección de Jean y demás). Y no bastaba con añadir a todas las portadas de un mes el legendario ribete con los héroes de la editorial en sus bordes que tanto añoramos los lectores de la época (veis, otro germen del fenómeno de la explotación de las portadas en los noventa se dio aquí, seguido de la portada doble con motivo de la boda de Peter y Mary Jane). Había que crear algo más grande para aprovechar la ocasión, y Jim Shooter tenía una idea muy clara de lo que había que hacer para celebrar las bodas de plata del Universo Marvel: crear otro Universo, un Nuevo Universo. Porque así es como se llamó, en todo un alarde de originalidad. El concepto inicial de New Universe era básico. Iba a ser un mundo normal y corriente, sin superhéroes y con una versión más realista del mundo. Nada de aliens superpoderosos, razas de Dioses, seres mitológicos o magia. Operando en tiempo real, se puede resumir en ¿Qué pasaría si la gente normal adquiriera superpoderes? (cualquier casualidad con el coetáneo Watchmen es casualidad, pero las modas del mercado iban por ahí, hacia el oscurísimo y pesimismo de los noventa). Series como Star Brand (el eje central, escrita por el mismo Jim Shooter que además “quitó” a John Romita a la fuerza de Uncanny X-Men para que dibujara esto), Psi-Force, Nightmask, Justice (guionizadas por Archie Goodwin) o D.P.7 fueron algunos ejemplos de la producción de esta línea. Tras 174 comics publicados en total y tres años en el mercado, las ventas no eran buenas y con Jim Shooter fuera de Marvel desde hacía meses (al fin y al cabo, esta fue su apuesta personal), decidieron cancelarla.

De todas formas existieron historias muy buenas y frescas que tuvieron sus seguidores (yo sigo pensando que la alabadísima Rising Stars de JMS es un New Universe 2.0 como la copa de un pino). Lo que si que está claro que ha perdurado en el tiempo es la idea de los Universos alternativos, una prueba que en Marvel siguieron intentando de una forma u otra (2099, MC2, Heroes Reborn, Exiles) hasta perfeccionarlo en el Universo Ultimate, donde la idea era la misma pero de todos los antecesores previos este era el que contaba con autores de mayor prestigio y tirón comercial. Tan alejado no estaba Jim Shooter en su idea, así que algo habrá que agradecérselo a él, ¿no?

Pequeñas Joyas ocultas a plena vista

Y por si todo lo que hemos descrito hasta ahora os parece poco, hay mucho mucho (pero que mucho) más que para hablar. De lo más variado. Evidentemente no nos da tiempo ni espacio a abarcar todo, pero si que se merecen su propia mención al menos en este artículo. Son elecciones personales, muchas de ellas muy ocultas (Power Pack de Louise Simonson, por favor!)) y otras de ellas más conocidas o demandadas. Algunas de estas son: Strikeforce Morituri, Rom, Amazing Spider-Man (Stern & Romita), Incredible Hulk (Mantlo & Buscema), Micronautas (incluyendo X-Men vs Micronautas), Ka-Zar (Jones & Anderson), Capitán America (Stern y Byrne), Peter Porker: Spiderman, Captain America (DeMatteis & Zeck), Dios Ama Hombre Mata, Spider-Woman, Jack of Hearts, La Ultima Historia de Galactus (por Byrne), Daredevil (O’Neil & Mazzuchelli, etapa olvidada donde las haya, pero muy recomendable), La Muerte del Capitán Marvel, Amazing Spider-Man (DeFalco & Frenz)… y menciones especiales también para los crossovers con DC (Teen Titans/Patrulla-X, Spiderman/Superman, Batman/Hulk)…

Y con esto acabamos los ochenta. Es evidente que habrá muchas cosas que se nos han quedado en el tintero, así que teneis los comentarios a vuestra diposición para recordarnos vuestras preferencias de los años ochenta Marvel. Excelsior!

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davilinarenas
davilinarenas
Lector
16 noviembre, 2011 15:32

Muy de acuerdo con casi todo lo que se resalta aquí. También incluiría, aunque no pertenecía al Universo Marvel, los primeros años de G.I.Joe que nos brindó el bueno de Larry Hama.

Armin Tamzarian
Autor
16 noviembre, 2011 15:41

Y decía el matao de Ocioso que los 80 no fueron para tanto. DC también se lució en esa década, por supuesto.

Genial artículo Pedro.

Daniel Gavilán
16 noviembre, 2011 15:48

Grandísimo post, Pedro. Lo que más me ha llamado ha sido el tema de la resurrección de Jean Grey. Aunque la muerte de la pelirroja es un clásico incuestionable del comic, el saber que quien disparó aquella arma skrull enterrada en la Luna fue Shooter siempre me dio la sensación de que el editor era un tipo dictarorial con una moral inflexible que en los años posteriores nunca dejó que Claremont llevara la historia por donde él quería en su implacable política contra héroes que cometieran actos cuestionables.

Las páginas originales de Byrne en contraposición a lo que vimos finalmente publicado me dan otra imagen del tema. Y es que aunque puede que si que fuera un dictador y que siempre he estado a favor de la libertad creativa… por dios, menos mal que no dejó que Byrne publicase semejante horror. Aquello llega a salir a la calle tal y como el pelirrojo tenía en mente y Claremont quema la editorial de cabo a rabo. Si lo de resucitarla ya me parecía un error que por suerte dio algunas buenas historias, si encima llega a convertir a la Jean que vimos desde su resurgir desde las aguas hasta su sacrificio en la luna en «eso» habría sido ya dantesco

Spirit
16 noviembre, 2011 16:01

Para mí. los 80 fueron la edad dorada del género de superhéroes nunca superada ni antes ni después. Es cuando el género alcanza su madurez y sin perder ni una pizca de sus características (épica, folletín, aventuras, etc..para todos los públicos) se torna más adulto pero a la vez igual de accesible. El derroche de imaginación, talento y buen hacer que hay en todas y cada una de las obras que se mencionan es bestial. En los 80, te podías subir a la patrulla x en mitad de una saga y no te quedabas con sensación de tonto, si no que te enganchaba. Vale, éramos más jóvenes e impresionables, pero es que incluso las series de segunda tenían una coherencia y un nivel de buen hacer que no se ha vuelto a ver jamás.
 
Para mí, Schooter será un cabrón, pero el mejor editor que ha tenido Marvel y la lista de obras bajo su mando lo demuestra. Además, sabía dónde debía ir una colección y lo que debía de hacer o no hacer un personaje.
 
No obstante, hay que decir que la DC de la segunda mitad de los 80 es la que acabó por completar ese aura de que los pijameros se habían vuelto adultos. No sé cómo de cómics tan buenos luego vinieron los horribles 90.
 
Soy incapaz de quedarme con una sóla obra de ése periodo…joder, qué subidón ir al kiosko y tener lo nuevo de los 4 f de Byrne, el DD de Miller, el Thor de Simonson, la patrulla x de Claremont…si es que hasta el Doctor Estraño estaba que se salía. Y las historias duraban pocos números y la lectura más de diez minutos!

Spirit
16 noviembre, 2011 16:02

Por cierto, no he felicitado al autor por el artículo, craso error que presto corrijo.

peta-z
peta-z
Lector
16 noviembre, 2011 16:11

Gran articulo, y que gran epoca, solo la patrulla x, daredevil y los 4F justifican el encumbramiento una decada que dió mucho más de si. Y DC también sacó un buen puñado de obras maestras en esa decada, y que en conjunto hacen que los 90, en comparación, y visto con todos estos años de perspectiva, parezcan un mal sueño.

jorgenexo
jorgenexo
16 noviembre, 2011 16:16

Grandísimo y completísimo, Pedro. Y cervezaca para el chaval.

molon labe
molon labe
Lector
16 noviembre, 2011 17:08

Que grande! Esta es la decada Marvel con la que me crie y que buena era la jodia..
Ha sido como ver un capitulo de Cuentame…con lagrimilla y todo (Byrne por dios! que grande es este tio y lo que me ha hecho disfrutar)
Una decada magnifica.

Carlos Cruz
Carlos Cruz
Lector
16 noviembre, 2011 17:46

Grande y completísimo artículo. Y qué grandes sagas las de los ochenta. Hay que valorarlas así, puestas una detrás de otra, para darte cuenta de todo el talento que había en el cómic de superhéroes de esos años.
 
Aun así, mi impresión es que estas eran enormes (y numerosos) picos, en medio de un valle donde también hay mucho malo. Hay «ochomiles», sí, pero también montones de material prescindible para aburrir en colecciones como The Web of Spiderman, Peter Parker,  mucho de Amazing, todo el Thor pre-Simonson, Capitan América pos Zeck, Daredevil pos Miller y pre Mazzucheli, casi todo Iron Man, Vengadores, etc.
Creo que los setenta fueron más homogéneos y, por tanto, de más nivel general (que no en número de obras maestras); sobre todo en la parte gráfica. Bueno, si quitas a Don Perlin.

Carlos Cruz
Carlos Cruz
Lector
16 noviembre, 2011 17:50

Y lo que me ha hecho gracia es descubrir que también fue Byrne el que «inventó» ‘Días del Futuro Pasado’. Este chico no dibujaba mal, pero qué ego!, qué ansias de decir «eso lo pensé yo antes» sobre cualquier concepto que haya tenido éxito.
Desde que le leí que, 25 años antes de crear Burbaker al Soldado de Invierno, él ya había planeado que Bucky volviese con vida y mutilado durante los pocos números que dibujó del Capi… en fin, ya sólo espero con ansia el día que diga que él diseñó el traje de Spiderman y lo ‘taquioneó’ hasta la mente de Ditko en 1962.
 
Por cierto, el episodio de Byrne sobre Snowbird en la nieve, con la portada y páginas en blanco y todo eso, es una copia de lo que hizo Miller en Daredevil #187 de Miller, sólo que traída por los pelos, y con bastante peores recursos narrativos.

jorgenexo
jorgenexo
16 noviembre, 2011 18:08

Mira, sólo por joder, te diré que te has olvidado de mencionar la coleción Aventuras Bizarras, que tuvo su trascendencia, al menos en relación al formato y tipo de historias que presentaban.

Fran
Fran
16 noviembre, 2011 18:10

Muy buen artículo. Tengo que leerlo con más detenimeinto, pero me parece bastante completo.

No conocía esas páginas de Byrne rechazadas del retorno de Jean Grey. Básicamente se ha añadido más diálogo expositivo, más detalles de continuidad (recordar que el cristal ese ya lo había cogido Rachel Summers pocos meses antes en la Patrulla-x) y rehacer las páginas del conatcto entre Jean y Fénix. La versión original es más dura, casi parece que el Fénix la viola. Imagino que lo cambiaron para mantener intacta la idea de que inicialmente el Fénix era un alma cándida que se corrompe. En la primera versión de Byrne ya parece un cabronazo.

Grijaldo
Grijaldo
Lector
16 noviembre, 2011 18:14

Peazo artículo,una hora llevo leyendo,que pechá a currar,felicidades!!

Sin duda los 80 nos marcaron a sangre y fuego a los que ya pasamos de los 30 y desde luego objetivamente fué la mejor década de Marvel y si me apurais de cualquier editorial,auténticas joyas se parieron aquí.

Eso sí,no acordarse en el árticulo del IronMan de David Michelin con su segunda crisis alcohólica y todo el tema de la sustitución de Toni Stark por Jim Rodhes,las Armor Wars….mal,muy mal.

Todo lo demás bien eso sí.

Fran
Fran
16 noviembre, 2011 18:24

Por cierto, ¿técnicamente la etapa de Claremont y Byrne en la Patrulla-X no sería de los 70? Sí, acabó a principios de 1981, pero el grueso transcurrió en los 70. Entiendo que en España confunda porque salió casi todo en lso 80, pero…

Otro detalle. George Perez no se peleó con Shooter, se fue porque le ofrecieron la JLA e imagino que más dinero. Incluso volvió a Marvel puntualmente para hacer cosas como los Marvel Fanfare de la Viuda Negra. Fue durante el lío del crossover Vengadores-JLA que se alineó con sus compañeros de DC, pero no llegó a haber ningún problema personal.

Fran
Fran
16 noviembre, 2011 18:25

Grijaldo, la segunda crisis alcohólica y la sustitución de Tony por Rhodey fue escrito por Denny O’neil.

Fran
Fran
16 noviembre, 2011 18:32

Lo de Byrne en los 80 era demasiado. Era tan genial que se podía permitir ir de sobrado, sin dibujar fondos ni detalles y sin pasar guiones. Se dice que dibujaba directamente a tinta, sin presentar guiones y escribía los diálogos directamente en la página, por supuesto, cobrando las tarifas de guionista, dibujante y entintador. Por lo visto, hacía por juntarse con editores que se lo permitían y luego Shooter les echaba la bronca a ellos.

La famosa historia de Hulk de a viñeta por página que se dice que rechazó Shooter y acabó provocando la dimisíón de Byrne (y que se publicó al poco en un Marvel Fanfare), por lo visto la rechazó directamente Denny O’Neill argumentando que Shooter había dicho que no, cuando en realidad ni siquiera sabía nada del tema. En el blog de Shooter tanto él como Denny O’Neill confirman que O’Neill se lo inventó todo temiendo otra bronca del jefe. Lo gracioso es que al poco, Simonson publicó una historia de Thor, también a viñeta por página y no hubo ningún problema.

Hachas
Hachas
Lector
16 noviembre, 2011 18:34

Los 80, snif… qué época más gloriosa!!! A partir de entonces todo parece cuesta abajo…

Fran
Fran
16 noviembre, 2011 18:44

Carlos Cruz, como te pasas. Muchas de esas etapas no sólo son dignas, sino muy buenas, ¿Spiderman? ¿Los Vengadores? ¿Iron Man? ¿Capitán América? Pudieron tener algún número flojucho entre etapas, pero no muchos. Spiderman tuvo a Stern-Romita JR, DeFalco-Frenz y el comienzo de Michelinie-McFarlane.

Los Vengadores tuvo a Michelinie-Pérez, Shooter y Stern. Aquí hubo varios números entre etapas flojillos, pero no tantos. Lo sguiones de Stern y las tintas de Sinnott hacen que te olvides de los lápices de Milgrom y cuando llega John Buscema es una pasada.

Iron Man tuvo su etapa definitoria, nada menos, con Michelinie, Romita JR y Layton. Luego vino la etapa de Denny O’Neill que no es una obra maestra pero es bastante interesante. De nuevo, cuando el dibuajnte malo, Luke MacDonell se va y llega Mark Bright la serie sube muchos enteros. Y luego vuelven Michelinie y Layton y vuelven a hacer historia con las Armor Wars.

Capitán América tuvo una década impecable. Empezó con Stern-Byrne, siguió con DeMatteis-Zeck, y cuando se fue Zeck para que entrara Paul Neary, DeMatteis aumentó aun más el nivel de sus guiones. Después llegó Gruenwald con la infravaloradísima (por los dibuajntes, sobre todo) saga del Capitán.

Vamos, salvo algunos episodios sueltos por aquí y por allá, me parece una década espectacular en lo creativo.

Carlos
16 noviembre, 2011 18:57

Si me permitís una noticia-aviso-anuncio que creo que puede interesar a más de uno, la Fnac está ofertando el tomo de Crónica Marvel a la mitad de su precio de origen, quedando por sólo 25 pavos, lo cual es una ganga para un tomaco chulísimo. En su día yo ya me lo agencié por el doble, de ahí que aquel que no lo tenga… ¡Yo casi estoy por comprarme otro! Vale muy mucho la pena.

Khonshu
Khonshu
Lector
16 noviembre, 2011 19:01

Qué articulazo y qué época más gloriosa fue los 80. La más grande para mí y para muchos.

De la encuesta… es que ni me planteo contestar, hubo tanta excelencia en la marvel 80 que no podría comparar todas esas etapas.

Punicher
Lector
16 noviembre, 2011 19:26

dificil elegir…como no señalar a los X-Men de Claremont & Byrne?? esos es una maravilla, al igual que el Daredevil de Miller o el Hulk de Peter David, 2 buenos ejemplos de como coger un personaje en la UVI y llevarlo a lo más alto…de elegir me quedo con estas 3 pero lo cierto es que los 80 fueron cojonudos para el cómic, justo al contrario que la ropa, un artículo sensacional, menudo currazo! enhorabuena!

Carlos Cruz
Carlos Cruz
Lector
16 noviembre, 2011 19:30

Yo no lo veo así, Fran; también me gustan los ochenta, claro; también leí entonces más cómics de Marvel que en ninguna otra década… Pero antes me dio tiempo a pillar el final de los setenta (y más que el final, gracias a las reediciones y al retraso con que editaba Vértice, y Forum en sus primeros años) y creó que estos son mejores, ojo, en cuanto al nivel general.
El John Buscema de los Vengadores en los últimos sesenta-setenta (y no te digo ya el de Conan, su cumbre)  es muy superior al de los ochenta, que le pillaron ya sesentón, y se le notaba (aunque un Buscema siempre sea un Buscema).
A Al Milgrom no lo mejora ni Joe Sinnot ni un chute de ácido. Es recordar todo lo que hizo en Peter Parker y me duelen los ojos. Ese tono que quería ser en parte urbano-gansteril, «a lo Frank Miller», pero pasado por Milgrom… Uf. Ver cualquier viñeta suya donde saliera Kingpin en su torre, puesta al lado de otra de Miller o Mazzucheli se convierte automáticamente en parodia.
Stern y Byrne se fueron de Capitán América en el año 80 (igual que de los X men). Vamos, que son sagas más setenteras que ochenteras. Y aunque el Capi no fue el peor parado en los ochenta, yo creo que su década redonda es la anterior, con John Romita, Sal Buscema, Frank Robbins… y Lee y Englehart en los guiones. Comparados con ellos, Gruenwald y Paul Neary creo que se quedan en normalitos.
En Spiderman, tener a DeFalco-Frenz y, sobre todo, Michelinie-McFarlane, después de venir de Gerry Conway, Roy Thomas, John Romita y Ross Andru (el mejor dibujante que ha tenido Spiderman)… Bueno, creo que si hay un personaje con una década entera sin altibajos es el Spiderman de los 70, hasta que se va Andru al final del todo.
Como alguien ha escrito en algún post de esta serie, creo que los ochenta son una década más de buenos guionistas que de buenos dibujantes, que muchas veces hacían que sus historias se quedasen cojas. Y, por supuesto, aparte están los galácticos, como Byrne, Miller, Simonson… Pero ellos eran estrellas, no representan la media de los autores.

Goofy
Goofy
16 noviembre, 2011 19:53

Ojala hicieran reseñas asi de los años 80s de DC y las demas Editoriales.

molon labe
molon labe
Lector
16 noviembre, 2011 19:55

«después de venir de Gerry Conway, Roy Thomas, John Romita y Ross Andru (el mejor dibujante que ha tenido Spiderman)… »

Carlos Cruz te has ganado mi admiracion «ad eternum».
Ross Andru y Jhon Romita dos fuera de serie y para mi su Spiderman es el Spiderman definitivo, insuperable…

jorgenexo
jorgenexo
16 noviembre, 2011 19:56

Carlos Cruz, te pongas como te pongas, el párrafo incial del artículo, antes del BOOM y las etapas de la encuestica deja bien a las claras que los ochenta en Marvel, con toda la morralla que indudablemente tuvieron, fueron la ápoca calve de la editorial en términos creativos. Curiosamente (aunque seguramente no tanto), también lo fue de DC.
Lo que no quita que los 70 también fueran la polla y que buena parte de lo bueno de los 80 es consecusión directa de la bueno que venía haciéndose en los 70. Lo de la Patrulla X, es evidente. Pero los 80 fueron la eclosión de las semillas de creatividad plantadas y cuidades con esmero en los 70, donde ya apreciábamos algunos frutos maduros muy jugosos. Lo lamentable es que muchas de estas delicias de los 80 se revinieron con el paso de década.
Los 80 fueron la verdadera época de madurez del género.

Spirit
16 noviembre, 2011 19:58

Volviendo a leer el artículo y los comentarios me vienen dos cosas en mente;
 
En su momento, no éramos conscientes lo que estábamos viviendo. Ir al kiosko y que estuvieran juntos los 4 f de byrne, la patrulla de claremont, el dd de frank miller antes de ser un cascarrabias fascista, el thor de simonson…era un privilegio y lo hemos sabido apreciar años después, cuando nos hemos dado cuenta que los cómics también podían ser malos e incoherentes. De hecho, el dd de miller y el thor de simonson tuvieron que cerrar por falta de ventas, al igual que la colección extra superhéroes que reunía a muchas de esas límited series mencionadas.
 
La otra reflexión es que por supuesto que en los 80 había cómics malos…pero eran malos de otra manera. Me explico; una historia de, por ejemplo, Thor pre simonson guionizada por Alan Kupperberg y dibujada por alguno de la casa, tipo Keith Pollard en plan «salir del paso» tenía una coherencia interna, un principio, un nudo y un desenlace, una legilibilidad y un saber hacer artesanal que no se encuentra en la mayoría de los cómics de hoy en día. Lo mismo para obras que palidecen ante las grandes sagas de los 80, pero que por sí misma tienen coherencia y sentido. Por ejemplo; el Spiderman de Milgron puede ser malo, pero es una delicia de coherencia y legilibilidad comparado con lo que han hecho después. Otro ejemplo; incluso una fill in enmedio de la saga de Thor de simonson puede ser un clásico menor, como la historia aquella de Hércules guionizado por Bob Layton. Un Dennis O Neil en horas bajas te hacía un Daredevil post miller de calidad más que notable, igual que sus pocos números de Iron Man. Un autor mediocre como J. C. Owsley te hacía sagas de Conan deliciosas. El capitán américa de Paul Neary se puede leer perfectamente y nos cuenta una historia, sabemos quien es y qué quiere el personaje y nos entretiene con historias sencillas, pero imaginativas. Yo tanto leer que el capi de Brubaker es la polla y me bajé en el número 14 sin que hubiera pasado nada. Es decir; que incluso una mierda como el WEB OF SPIDERMAN tenía una dirección y conservaba la esencia del personaje contando una historia que no eternizaba en mil números.

Diomedes
Diomedes
16 noviembre, 2011 20:24

Genial artículo, mis felicitaciones!

Que maravillosos fueron los 80 en cuanto a comics……es casi imposible de concebir hoy dia que se estuviesen publicando al mismo tiempo tantas series con tantísima calidad.

Con razón amaba tanto los comics entonces! Con razón esperaba ansioso a que saliesen los nuevos números de mis colecciones favoritas!

Tanto la Marvel de los 80 como DC (quiza no todos los 80, pero empezando por el 83 un par de añitos antes de Crisis) son maravillosas.

Unos minicomentarios
1) Peter Porker es Spider-Ham, no Spiderman. No hubiese estado de mas alguna mencioncita mas a la genial linea de historias de cachondeo What The? ya que se ha mencionado al gran Spider-Ham.

2) Larry Hama guionizó algo mas que los «primeros numeros de GI Joe». La pasada semana mismo haciendo orden en casa de mis padres encontre mi coleccion GI Joe y tengo el numero 39 cuando la serie era bimestral y en cada numero venian 2-3 comics USA. Ese numero 39 equivale mas o menos al 55 USA, y Larry Hama seguia al frente de la serie. Una gran serie, si bien algo lastrada por tener que estar introduciendo constantemente nuevos personajes por salir los muñequitos, pero el desarrollo de algunos de los antiguos como Sombra, Ojos de Serpiente, Flint, Paraca, Lady Jaye etc fue muy bueno…..la verdad es que Hama hizo una gran labor en el título pese a la naturaleza del mismo.

3) Transformers, gran serie con altibajos, pero generadora de un imperio actual con las peliculas que recaudan 10 veces mas que toda la serie clasica en su historia.

4) Menos mal que alguien se acuerda del Daredevil de O´Neil y Mazzuchelli…..continuador directo del de Miller, con el dibujo de Mazzuchelli dandole un enlace directo con esta etapa, con los mismos personajes secundarios, el mismo héroe definido a la perfección tal como lo dejó Miller, con un tono algo crepuscular y melancólico que la hacen muy especial, es una de las etapas mas olvidadas del personaje quiza porque hasta que no llegó Nocenti no se le revitalizó de nuevo. Sin embargo, y pensarlo, el Daredevil de O Neil y Mazzuchelli es la continuación directa del de Miller, al que siguió argumentalmente y emotivamente en todo, y si bien no llega a su nivel por supuesto la mejor alabanza que se le puede hacer es que se percibe como una etapa crepuscular de aquel, sin desentonar en demasía hasta el retorno de Miller en 1985 para Born Again. Luego ya vendrian las reinvenciones (Nocenti, Chichester y Mc Daniel, Karl Kesel, Bendis), pero O Neil mantuvo vivo al Daredevil de Miller, Mc Kenzie y Mazzuchelli.

ultron_ilimitado
ultron_ilimitado
16 noviembre, 2011 20:27

¿Asalto de los Hombres del Man a la Mansión?
¿Secuaces de Stan Lee intentaron asaltar la mansión?
Por cierto, debo corregirte con lo de la boda de Peter y Mary Jane. Ese hecho nunca ocurrió, creo que has debido de soñarlo. Todo el mundo sabe que estuvieron a punto pero Peter llegó tarde por culpa de un pájaro y al final siguieron adelante como novios…

Marcos Martín
Marcos Martín
16 noviembre, 2011 21:01

Un gran artículo, una vez más, Pedro. Yo conocí los cómics en esta década y sus recuerdos están grabados a fuego en mi memoria. Curiosamente tengo mejores recuerdos del Secret Wars II que del primero. Había un tipo que era una mezcla de muchos superhéroes que me dejó flipando durante mucho tiempo y olvidé su nombre.

brodie
brodie
Lector
16 noviembre, 2011 21:02

Simplemente la década en que todos empezamos a amar a los comics. Una de las pocas ocasiones en que nostalgia y calidad van de la mano. Que vivan los 80!!!

Ocioso
Ocioso
Lector
16 noviembre, 2011 21:15

Armin Tamzarian ha comentado: Y decía el matao de Ocioso que los 80 no fueron para tanto
 
Carlos Cruz me ha venido de maravilla para ahorrarme el trabajo de contar mi punto de vista porque es casi idéntico al suyo. Sus comentarios podría haberlos escrito yo salvo por algunos detalles: que empecé con Vértice algunos años antes, que soy mas de Gil Kane que de Ross Andru, y que pongo mas faltas de ortografía. Pero vamos, yo veo los 80 mas o menos igual que él.

Armin Tamzarian
Autor
16 noviembre, 2011 21:18

Nada, a currarte un tochazo como el suyo o a mí no me dirijas la palabra más.

Grijaldo
Grijaldo
Lector
16 noviembre, 2011 21:20

Ciertamente Fran,esos comics de IronMan fueron de Denni O’neill,craso error el mio,siempre los meto en el mismo saco que los de Micheline,gracias por recordármerlo.

Eso sí,no han aparecido en el post,clamo venganza.

Ocioso
Ocioso
Lector
16 noviembre, 2011 21:24

¿Los ironmanes de Denni O´neill eran aquellos en los que viajaba a Camelot?
Joder, creo que todavía los tengo en la pila. A ver si un día me pongo.

ultron_ilimitado
ultron_ilimitado
16 noviembre, 2011 21:42

Desde luego pedazo de currada de artículo. Creo que es un buen reflejo de todo lo que se vivió en esa época. Si los 60 fue la época de la génesis y los 70 la de la expansión, los 80 fue la de la consolidación (bueno, aunque también hubo bastante expansión). La cantidad de obras míticas que aparecieron en esta época es brutal. Creo que la mayoría de los de aquí nos hicimos fans de Marvel en esta época. Al menos ese es mi caso. La verdad es que yo todavía era un ñajo que ni siquiera sabía seguir las colecciones y se compraba números sueltos. Pero cada tebeo que caia en mis manos parecía mágico y espectacular. Ya fuera un Iron Man de Micheline/Romita, un Capitán América de Byrne, un Spiderman de Stern… esos tebeos me convirtieron en fan irredento de los superhéroes hasta el dia que me muera.
Me doy cuenta de que esa época dio origen a cosas que hoy en dia son habituales. Algunas quizá incluso no tan buenas. Observo que el tren de muertes arrancó en los 80. También los crossovers masivos, lo que aumentó la cohesión del universo Marvel. Lo cierto es que lo peor de los 90 vino de que se corrompieron conceptos originados en los 80 abusando de ellos hasta la extenuación. Porque se podrá decir lo que se quiera de Secret Wars. Quizá no es una maravilla del 9º arte. Quizá tiene agujeros de guión del tamaño de la provincia de Soria. Pero eran 300 y pico páginas repartidas en 12 números de acción a raudales donde pasaban cosas que luego dejaban consecuencias auténticas. Ahora tenemos crossovers de 7 números con la mitad de páginas llenos de splash-pages, donde si hay suerte hay un único momento memorable. Puede que sea peor que Crisis en tierras infinitas. Pero definitivamente con todos sus fallos, es bastante mejor crossover que el 90% de los que se hicieron después.

molon labe
molon labe
Lector
16 noviembre, 2011 21:47

«que soy mas de Gil Kane que de Ross Andru»

Vaya Ocioso eres Gilkanista, ya me parecia a mi que no podias ser perfecto.
Te estare vigilando…

Armin Tamzarian
Autor
16 noviembre, 2011 21:51

Hombre, el Gil Kane del Spiderman de los 70 era cojonudo.

molon labe
molon labe
Lector
16 noviembre, 2011 21:55

Cojonudo no, cojonudisimo, es mas llevo todo el año intentando conseguir una pagina suya de Green Lantern que me tiene enamorado…
Pero es que Andru para mi es el maestro.

Ricardo
Ricardo
Lector
16 noviembre, 2011 22:03

Pues, que puedo decir yo tengo 23 años y como me hubiera gustado haber nacido antes y haberme leido y gozado todos estos comics, y no solo los 80 fueron buenos por las grandes historias de Marvel y DC sino tambien por la musica, cine entre muchisimas otras cosas, series Animadas clasicas en fin que epoca tan buena fue esa, y envidio a aquellos que la vivieron a pleno..

Yo por mi parte si he logrado leer y releer gran parte de estas Grandes historias ochenteras tanto Marvel y DC, entre ellas mis favoritas SECRET WARS y MAN OF STEEL del grande john byrne, que buena narrativa, buenos guiones e incluso buen dibujo el de aquellos años, de parte de ambas editoriales, otra historia de mis favoritas fueron la saga de la Fenix Oscura y obvio Los Dias del Futuro Pasado de Byrne..

ultron_ilimitado
ultron_ilimitado
16 noviembre, 2011 22:14

Ocioso, los de Camelot eran de Micheline y Romita.

molon labe
molon labe
Lector
16 noviembre, 2011 22:18

Y con un entintado de Bob Layton que quitaba el hipo. ¿Por cierto que habra sido del bueno de Layton? Hace mucho que no veo nada suyo…

johnny alpha
johnny alpha
16 noviembre, 2011 22:28

Genial artículo, aunque yo habría hecho una mención especial a Marc Silvestri. Tanto sus Xmen como su Spiderman son de lo mejor de la década. No entiendo por qué todos le obviáis al hablar de dibujantes de Spidey!

nenoskoda
nenoskoda
Lector
16 noviembre, 2011 22:28

Y lo que me ha hecho gracia es descubrir que también fue Byrne el que “inventó” ‘Días del Futuro Pasado’. Este chico no dibujaba mal, pero qué ego!, qué ansias de decir “eso lo pensé yo antes” sobre cualquier concepto que haya tenido éxito
 
Es que es cierto.
El argumento de los Días del Futuro Pasado es, principalmente de Byrne. Y a pesar de su ego, John era tan buen argumentista -aunque no todos su guiones fueran luego igual de buenos- como dibujante y era una máquina de buenas ideas.
 
Por cierto, el episodio de Byrne sobre Snowbird en la nieve, con la portada y páginas en blanco y todo eso, es una copia de lo que hizo Miller en Daredevil #187 de Miller, sólo que traída por los pelos, y con bastante peores recursos narrativos.
 
La escena de Alpha Flight no es una copia de la de Miller. En Daredevil salía DD en viñetas en blanco que representaban el aislamiento de Matt y la AF éra una broma -recuerda que era el mes de los editores asistentes- en la que la nevada era tan intensa que en varias páginas todas las viñetas estaban en blanco y sólo se veían los bocadillos y los textos.
Así que no es que tengan mucho que ver, por lo que no hay ningún motivo para decir que es un plagio.
 
creo que los ochenta son una década más de buenos guionistas que de buenos dibujantes, que muchas veces hacían que sus historias se quedasen cojas. Y, por supuesto, aparte están los galácticos, como Byrne, Miller, Simonson… Pero ellos eran estrellas, no representan la media de los autores.
 
 
En los años 80 las series salían puntuales y no había tantos fill in por lo que los dibujantes no podían dedicar el mismo tiempo a un número como hacen ahora, aparte de estaba más asumido el que el dibujo era una colaboración entre dibujante a lápiz y entintador y el penciler no dedicaba tanto tiempo a detallar su dibujo para que quede perfectamente reconocible bajo las tintas del entintador que le toque.
En los 80  podías ver a Byrne o Buscema entintandos por Janson, Green, Austin, Palmer, Sinnot o de Zuñiga y el resultado del trabajo de cada equipo era muy distinto.
 
En los 80 había dibujantes mediocres o hasta malos, pero no te olvides que además de Milgrom o Trimpe (que no son tan malos como se les quiere hacer ver) en esos tiempos había muchos dibujantes de calidad.
Además de Miller, Byrne, Simonson o Pérez también estaban Arthur Adams, Paul Smith, Marc Silvestri, Bret Blevins, Bill Sienkiewicz, John Romita, Jr, Alan Davis, Howard Chaykin, John Bolton, Mike Zeck, Ron Frenz, Mike Mignola, Dave Gibbons, Jim Starlin, Golden, Marshall Rogers, Craig Russell, Gene Colan… por citarte unos pocos que me vienen ahora a la cabeza y que hicieron un gran trabajo en distintas series y miniseries de Marvel de la época.
 
 
 

nenoskoda
nenoskoda
Lector
16 noviembre, 2011 22:31

Carlos Cruz me ha venido de maravilla para ahorrarme el trabajo de contar mi punto de vista porque es casi idéntico al suyo.
 
Entonces no sólo discrepo totalmente con él. También lo hago contigo.
 
Qué decepción, Oci…
 

THADEUS MORGAN
THADEUS MORGAN
16 noviembre, 2011 22:43

los 80 el final de una gran etapa,y quizas de la manera clasica de leer y disfrutar un comic
llegaron los 90 y el comic nunca volvio a ser el de siempre,portadas multiples,plateadas o doradas,hologramas,preservativos con la cara de stan lee etc,etc…y esto no mejora!

Carlos Cruz
Carlos Cruz
Lector
16 noviembre, 2011 22:50

Ocioso, olvidarme de Gil Kane ha sido un fallo imperdonable, de esos de escribirlo cien veces en la pantalla de la tableta, pero es que llegaba tarde a un sitio y el Kane se me pasó. Imperdonable. Luego me he acordado en el metro y me daban ganas de volver para añadirlo a la lista… Gil Kane Vs. McFarlane. Dime con quién te acuestas (para leerlo arropadito en la cama, claro) y te diré de qué quinta eres.
Molón, entre el Ross Andru y el Gil Kane de Spiderman, está jodido escoger, aunque creo que me quedo con Andru porque como se suele decir es más «icónico», es decir, que le pintaba mejor las patillas a Peter y las minifaldas a Mary Jane. Gil Kane le ganaba en dibujar los agujeritos de la nariz desde abajo. Morbius nunca ha vuelto a ser el mismo sin él.
Peter Parker con patillas y pantalones de campana o el todopoderoso con hombreras y rizos engominados. Al final la elección 70′ y 80′ se reduce a eso.
 

nenoskoda
nenoskoda
16 noviembre, 2011 23:03

el Daredevil de O Neil y Mazzuchelli es la continuación directa del de Miller, al que siguió argumentalmente y emotivamente en todo
 
El Daredevil de O´Neil era muy, muy inferior al de Miller. Las historias de aquel tipo descendiente de unos colones ingleses, una especie de buen salvaje con facilidad para aprender cosas malas y que se convierte en enemigo de DD, además de larguísima y aburrida, no aparta nada de nada al personaje.
 
 
Si bien no llega a su nivel por supuesto la mejor alabanza que se le puede hacer es que se percibe como una etapa crepuscular de aquel, sin desentonar en demasía hasta el retorno de Miller en 1985 para Born Again. Luego ya vendrian las reinvenciones (Nocenti, Chichester y Mc Daniel, Karl Kesel, Bendis), pero O Neil mantuvo vivo al Daredevil de Miller, Mc Kenzie y Mazzuchelli.
 
No se percibe como una etapa «crepuscular» de nada.
 Se percibe, especialmente en su tramo final, como una etapa aburrida a más no poder que no llegaba a los tobillos del trabajo anterior y posterior de Miller.

Ocioso
Ocioso
Lector
16 noviembre, 2011 23:03

nenoskoda ha comentado: Entonces no sólo discrepo totalmente con él. También lo hago contigo.
 
Yo hablaba hace tiempo de florecillas asomando entre el fango (o la mierda, no recuerdo) y Carlos habla de ochomiles rodeados de valles. Mucho mas bonito lo suyo, donde va a parar.
Pero creo que ninguno habla de una mala década ni mucho menos. Coincidimos en que puede que esté demasiado mitificada. Dió algunas obras maestras incontestables, obras que han resistido mejor el paso del tiempo que muchas de las de los 60 y 70, pero la calidad media era inferior.
En mi nada humilde opinión, por supuesto.
 
Por cierto, la etapa de Iron man a la que me refería antes es la de Denny O´neil y Luke McDonnell. Antes hacía la coña de que los tenía al fondo de la pila. ¡Pues es posible que sea así!
En unos años en los que tenía una avidez tremenda por leer lo que fuera, que la mitad de las compras del día ya las había leído por la calle antes de llegar a casa, y que no me iba a dormir hasta haberlo leído todo, llegué a acumular veintitantos ironmanes de estos sin leer. Algo impensable en aquellos tiempos. Eran horribles, y aunque los tengo por lo peor de lo peor de aquellos años, la mayoría de los personajes de la primera hornada de Marvel las estaban pasando putísimas.
 

Elvis
Elvis
Lector
16 noviembre, 2011 23:15

Vaya pedazo de post que os habeis marcado! Esto si que son bueno recuerdos! buenos de verdad!

cbm
cbm
Lector
16 noviembre, 2011 23:24

Estupendo post, desde luego esta etapa es la que creó una generación de fans (entre los que me incluyo). Particularmente en España por la mejor distribución.

Aún no me ha dado tiempo a leerme los comentarios, pero tienen pinta de ser bastante entretenidos también.

Una cosa sólo, lo comenté en otro post hace tiempo donde hubo la misma confusión. La -maravillosa, increible, etc- novela gráfica de los Doctores es «Triunfo y Tormento», «Triunfo y Tragedia» es una saga de Spiderman que no está al nivel.

Ciao!

Armin Tamzarian
Autor
16 noviembre, 2011 23:30

Elvis
ha comentado el 16 noviembre, 2011 a las 23:15h
Vaya pedazo de post que os habeis marcado! Esto si que son bueno recuerdos! buenos de verdad!

Pero qué recuerdos ni recuerdos, si tú llevabas 3 años muerto cuando empezaron los 80.

Erik Lensherr
Erik Lensherr
16 noviembre, 2011 23:38

Miller, Simonson, Byrne, Arthur Adams, Claremont, Alan Davis, George Perez, Romita Jr…..es quizá las década más brillante en cantidad y calidad de autores de la historia de Marvel…

cbm
cbm
Lector
16 noviembre, 2011 23:50

Acabo de caer que dos de los momentos que mencioné en el artículo del 50 aniversario como mis mejores recuerdos de Marvel son de esta década y se mencionan expresamente: Skurge sobre el puente de Hel y la frasecita inicial de Logan en su primera miniserie.

Ains, me voy a volver a leer esas historias que me ha entrado ganas. Gracias, mañana estaré muerto por leer este artículo.

Carlos Cruz
Carlos Cruz
Lector
16 noviembre, 2011 23:56

Nenoskoda, que yo no digo que  lo de las viñetas en blanco de Byrne en AF fuera un plagio de lo que había hecho Miller en DD. Más bien creo que debió de ser una especie de  efecto «culo veo culo quiero»; de pensar «ah, pues si este lo hace y se lo consienten, yo, que soy John Byrne, no voy a ser menos».
 
En los años 80 las series salían puntuales y no había tantos fill in por lo que los dibujantes no podían dedicar el mismo tiempo a un número como hacen ahora.
Bueno, en los setenta aún le podían dedicar menos tiempo. Cuenta las series que hacían al mes Gil Kane, John Buscema, Sal Buscema o Gene Colan y compara. No creo que el problema de Al Milgrom o Luke McDonnell fueran las prisas.
Meter a Ron Frenz en una lista de mejores dibujantes no es hacerles un favor a los ochenta . Ron Frenz viene a ser como el Rick Buckler de los setenta, un señor que clonaba estilos. Cuando hacía Spiderman, era Ditko, cuando hacía Thor, era Kirby 2, con unas gotas de Buscema. Vamos, lo mismo que le encargaban hacer a Buckler. Por eso era tipo cumplidor, pero un par de peldaños por debajo de Buscema o Gil Kane.
Y yo a Howard Chaykin o Jim Starlin los veo más setenteros que otra cosa. Y Gene Colan ni te cuento.
Pero vamos, que a mí me gustan los ochenta. De hecho creo que separar así las décadas es un poco artificial: el principio de los ochenta son continuidad de los 70′, y el final de la década se parece, por desgracia, a lo que habría de venir en los 90′.

alienigena
Lector
16 noviembre, 2011 23:57

Mi más sincera enhorabuena. Un artículo para recordar y enmarcar. He disfrutado mucho con la década en que empecé a comprar comics (Secret Wars número 5)y…aquí sigo (madre mía, qué mayor me estoy haciendo)

johnny alpha
johnny alpha
17 noviembre, 2011 9:55

Estupendo post, desde luego esta etapa es la que creó una generación de fans (entre los que me incluyo). Particularmente en España por la mejor distribución»
Has dado en el clavo. Reciéntemente leí The Dirt, la biografía del infame grupazo Motley Crue. En él Nikki Sixx cuenta cómo David Lee Roth se citó con él un día y le explicó que la clave del negocio estaba en la distribución. Que no aceptara ninguna distribuidora que no pudiera «deliverar» (perdón por el anglicismo)su producto hasta en la última recordshop de Cicelly. En España con los comics en los ochenta pasó algo parecido. La cantidad de material que ocuapaba SÓLO Marvel en cada kiosko de las 17 comunidades era salvaje. Yo, que soy de Palencia una ciudad minúscula, recuerdo que cada kiosko dedicaba un lado enterito a comics forum y zinco. Y tenían 4.
 

Nachucky
Nachucky
17 noviembre, 2011 9:57

Casi dejo de leer el artículo en la introducción, tras leer la mención a Chapter One… ¡ESO! ¡NUNCA! ¡OCURRIÓ!

Fran
Fran
17 noviembre, 2011 10:03

Spirit, lo has explicado mejro que yo. En los 80, hasta los peores tebeos tenían una coherencia interna, una artesanía, un A, un B y un C.

Ahora hasta los mejores tebeos resbalan en cosas básicas. Los peores ni te cuento. Y lo peor es que para leer una mala historia necesitas mínimo 6 números.

Lo de la división por décadas es artificial, sí, aunque más o menos corresponden a etapas de Editores Jefe, que marcan su estilo. Normalmente correspodemos «los 80» con los años de Jim Shooter, que estuvo de 1978 a 1987. Fíjate como en el artículo hay pocas menciones a finales de la década, bajo las manos de DeFalco.

Igualmente solemos corresponder «los 90» con los años de Tom DeFalco, que en realidad sólo estuvo hasta 1995, pero que marcaron a fuego la década. En el imaginario colectivo también se corresponde esa década con la etapa de Bob Harras que estuvo de 1996 hasta 2000, y fue el más notorio de los editores de DeFalco. Mejoró algo la calidad de los comics, pero seguía sin mejorar etapas anteriores.

Por lo demás, «los 60» más o menos se ajustan a la etapa de Stan Lee, que se fue en 1972, y «los 70» con el batiburrillo de editores que hubo hasta 1977. Los «2000» son los años de Quesada, claro.

En fin, que las fechas no son exactas, pero más o menos se ajustan a verdaderas etapas editoriales dentro de Marvel.

Fran
Fran
17 noviembre, 2011 10:08

johnny alpha, mi experiencia es justo la contraria. En Málaga la distribución era escasa y nefasta. Era rarísimo que un kiosko tuviera todos los comics de Forum o Zinco, y como mucho traían un ejemplar o dos de lo que trajeran, que no era todo. Conseguir números consecutivos era una odisea.

Seguramente habría kioskos bien surtidos, pero yo no los conocía, hasta que encontré uno, ya en 1989.

Fran
Fran
17 noviembre, 2011 10:12

¿Larry Hama los primeros números de GI Joe? ¡Los hizo todos! Bueno, con justicia, tuvo algunos fill-in que no hizo él, pero hizo más de 150 números, más anuales, especiales y series paraleleas.

QuijoteX
Lector
17 noviembre, 2011 10:25

Pedazo de artículo, Pedro!! Vaya curro que te has metido!!

Yo soy más hijo de los 90, que de los 80 pero aun así me enganché a un montón de cosas de esta época

Y se te ha olvidado meter en las licencias, aquel gran cómic del Papa
http://pictures.todocoleccion.net/fot/d88/2853963.jpg

Fran
Fran
17 noviembre, 2011 10:30

Profundizando en el tema de los 70-los 80. El problema de los 70 es que no había labor editorial, y hasta los mejores escribas s epermitían entregar trabajos bajo par.

Se pone como ejemplo la etapa de Gerry Conway en Spiderman. Y sí, hizo un buen trabajo en según que áreas, pero hizo que todo el mundo apalizara a Spiderman El Tarántula, por amor de Dios). Sus argumentos necesitaban más de una revisión. Por ejemplo, Jameson es secuestrado en Francia por el Ciclón y contactan con Robertson para que les entregue un millón de dólares. Robbie se lleva a Peter para luego dejarlo en el hotel. Peter lo sigue como Spiderman y ve que el Ciclón secuestra a Robbie, el que le lleva el dinero, ¿para qué? Para pedir el mismo dinero que antes, un millón de dóalres. ¿Y quién se supone que te lo va a traer? Absolutamente estúpido. Y luego está la historia de Hércules tirando de Manhattan, como si las islas flotaran.

jorgenexo
jorgenexo
17 noviembre, 2011 10:33

Pero qué recuerdos ni recuerdos, si tú llevabas 3 años muerto cuando empezaron los 80.
Tsk, tsk ¡Blasfemo!
http://www.youtube.com/watch?v=A-24z_erdpM

jorgenexo
jorgenexo
17 noviembre, 2011 10:45

¡Otro blasfemo!  ¡La escena de Hércutes tirando de Manhattan es un jodido Top 10 de las escenas épicas de la historia del cómic mundial! Ya la primera vez que la vi, seguramente no tendría ni diez años, me pareció absurda e inverosímil pero… absurda e inverosímilmente épica. Estasmo hablando de un señor que se supone tuvo el firmamento sobre sus hombros, devolver una isla de 60 kilómetros cuadrados a su sitio original fue costoso, pero una fruslería comparado con sustituir a un Titán en el castigo que le impuso Zeus…
Además… juraría que ese nº no es de los 80, del 79 como mucho…

cbm
cbm
Lector
17 noviembre, 2011 11:44

Hola Fran, en Málaga estaba difícil encontrar quioscos con material. Recuerdo especialmente bien surtido (con todas las novedades Marvel y parte de las de DC, aunque éstos los controlaba menos siendo niño) el que había junto a Plaza de Uncibay en un bajo de C/Casapalma.

No sé decir desde qué año empezó a funcionar, pero duró muchos hasta la llegada a la ciudad de las primeras librerías especializadas en comic-book.

ultron_ilimitado
ultron_ilimitado
17 noviembre, 2011 11:49

«Se pone como ejemplo la etapa de Gerry Conway en Spiderman. Y sí, hizo un buen trabajo en según que áreas, pero hizo que todo el mundo apalizara a Spiderman»

Por fin alguien mas que comparte mi opinion sobre Conway!! Es lo que yo siempre he dicho. Conway fue bueno sobretodo en el tema de hacer evolucionar a Peter en su vida cotidiana y en la relacion con su entorno. Pero con Spiderman era bastante flojito. Es el principal responsable de reducir sus niveles de poder hasta cotas irrisorias. De ahi viene la tendencia que ha calado en muchos fans y autores de considerar a Spiderman un mierdecilla que cuando se junta con otros supers esta basicamente de comparsa comico, cuando Stan Lee, con su estilo grandilocuente no paraba de recordarnos lo poderoso que era. Conway es el tipo que hizo que a Spiderman lo tumbara la tia May o que usaba villanos del calado del mencionado Tarantula, Puzzle, el Castigador (un tio cuyo poder consistia en haberse entrenado con los marines, o Conway tenia en muy alta estima a sus fuerzas armadas, o en muy baja a los poderes aracnidos o ambas cosas a la vez). Y lo peor es que esas cosas, como ya digo, calaron entre los autores, por lo que en los 70 no era raro ver a Spiderman enfrentarse a simples matones con pistolas y entrenamiento, verle ser tumbado por campesinos desarmados, por hampones de tres al cuarto («oh, mi sentido aracnido me avisa de que me han tirado una caja, pero no me da tiempo a apartarme», «oh, un tio normal y corriente me ha dado un golpe, no he podido esquivarlo y ahora caigo inconsciente»,»oh, he dado una patada a esa pared de ladrillos y me he roto el pie»). Durante los 70 muchas veces daba la impresion de que Spiderman solo podia tirar redes y contar chistes.

jorgenexo
jorgenexo
17 noviembre, 2011 12:04

Otra imagen totémica descalificada, la de la tía May dejando ko a Spidey de un jarronazo en la nuca. ¿Es que no hay nada sagrado para vosotros? ¿Nada?

Luisru
Lector
17 noviembre, 2011 12:14

Genial post. Sólo dos reivindicaciones: el Hulk de la encrucijada de Bill Mantlo, sobre todo aquel número de crossover con Secret Wars II que hablaba del verdadero origen de Hulk (en general, los tie-ins con SWII estaban muy, muy bien, compárenlos con los de ahora), y los primeros números de Excalibur, aunque lo mejor del grupo viniese en los 90.
Y, de paso, algunos números sueltos que leí siendo un tierno infante y que recuerdo con gran cariño:

– El What The? 4, ¡Fiesta mutante playera! Con guión de un desconocido Kurt Busiek.
– El Moon Knight 35, con unos espectaculares dibujos de Kevin Nowlan, otro dibujante para reivindicar.
– La primera serie limitada de Control de daños, divertidísima.
– Y, como siempre, reivindicando al Englehart de Los Nuevos Vengadores y Los 4 F. En nuevos personajes tendríais que incluir a delirantes creaciones como Ave de Fuego o Fasaud, además de ser el responsable de convertir a Sharon Ventura en una mujer-cosa.

Duende
Duende
Lector
17 noviembre, 2011 12:30

Acabo de terminar una hora de lectura con los ojos pegados a la pantalla. ¡Impresionante artículo!
Mis recuerdos de los ochenta se basan principalmente en las figuras de las Secret Wars (mis preferidas eran las de Daredevil, Spiderman con el traje negro y la que da nombre a mi pseudónimo). Pese a que por supuesto compraba tebeos, no lo hacía de forma regular, salvo una breve época de Transformers y otra de G.I. Joe (sí, lo mío eran los muñequitos), así que la mayor parte de los ochenta los he leído posteriormente gracias a reediciones y coleccionables varios.
Y por supuesto, cualquier comparación con los noventa es merecedora de aplicación del sistema Robespierre.

cbm
cbm
Lector
17 noviembre, 2011 12:49

Luisru dijo:

– Y, como siempre, reivindicando al Englehart de Los Nuevos Vengadores y Los 4 F. En nuevos personajes tendríais que incluir a delirantes creaciones como Ave de Fuego o Fasaud, además de ser el responsable de convertir a Sharon Ventura en una mujer-cosa.

Fasaud!! Con el poder de una señal de TV!! 🙂 entonces valía cualquier cosa, y hasta le daba para darles una tunda a las «cosas».

Sobre los 80, venía leyendo los Vengadores de Stern y la continuidad de universo cohesionado se nota en cada número, como las referencias al alcoholismo de Tony Stark, la interacción con los 4F, etc. por decir algo. Hoy en día para tratar de tener cohesión se necesita paralizar los argumentos de cada serie individual 6 meses al año, una salvajada.

Y yo pienso que los comics Marvel de Quesada son en general muy buenos. Más ahora con la preponderancia de los Vengadores clásicos que recuerda a épocas pre X-men. Pero la pérdida de la identidad de la grapa en favor del los TPB es un lastre que hace que me llenen más las historias clásicas.

Stasis
Stasis
17 noviembre, 2011 12:59

¿De que año es Nth Man?

jorgenexo
jorgenexo
17 noviembre, 2011 13:49

¡Nth Man The Ultimate Ninja! Tiene que ser tan de finales de los 80 que casi será de principios de los 90. Joder, ni me acordaba de que tengo que tener esa cole por ahí. Ni me acuerdo de qué iba o de si estaba integrado en el UM. ¿Lo estaba?

altrax
altrax
17 noviembre, 2011 14:04

Completamente de acuerdo con Spirit, incluso el comic más flojo de esta epoca, tenía coherencia, mostraba a los personajes actuando fieles a si mismo. Vale que algunos dibujantes eran penosos, pero seguía siendo Marvel.
En los 60 y 70, se crearon los personajes, se cimento el universo Marvel, se plantearon las bases y los conceptos, pero los 80 fueron la eclosión. Muchos autores que crecieron con esos comics, desarrollaron los personajes demostrando su conocimiento y cariño por ellos, como Byrne.
Muy dificil que nadie vuelva a definir a los personajes como lo hicieron Claremont, Byrne, Simonson o Miller. Prueba es, que la imagen que tenemos de la patrulla, los 4 efe, Thor o Daredevil, es la suya.
Cuando te asomabas al  kiosko(snif) a comprar, e ibas falto de dinero, no sabias que serie dejar para la proxima semana. Es más, contabas los dias para que llegase el nuevo mes. y vinieran las nuevas entregas.
Ahora no compro nada. Lo que tenemos , para mí, no es Marvel, es el capricho de unos tipos como Bendis, que se creen que los Vengadores son un team up absurdo e inchoherente de personajes punteros, al peor estilo de los noventa,  que alargan historias en lo que  irreconocibles Spiderman o Lobezno , se limitan a soltar chorradas, fondeadas con posturitas, pocos dialogos, pocas viñetas. 
y se quejaban de Byrne cuando sus paginas solo tenian 4 o 3 viñetas….(Lo que hace Romita en la serie actual es para colgarlo) vamos, que a veces creo que no hemos salido de los 90, o lo peor, es que no hemos aprendido. Media docena de hulks de colorines,  2 capis, 2 venenos, muertes absurdas, dibujantes todos iguales…de malos claro.  Antes cada serie tenía su estilo y su dibujante, con sus fijos y sus fillins  con Alan Davis, Buscema, larocque,Silvestri, Leonardi , Arthur Adams, y tantos otros.
No quiero entrar en el tema, y respetar a los que les guste, pero cuando voy con amigos a las librerias a comprar, veo que compran las series por inercia, y las almacenan por meses sin leer.(quitando el factor volumen de compra) Anda que en los 80, te duraban un comic sin leer un día. Eso es algo que deberiamos pensar, si comprar y guardas y acabas leyendo 7 numeros seguidos de una serie, algo está pasando.
Por mucha era heoíca que se monten,  lo que necesitamos es un nuevo Heroes Return(no Reborn, XD)

Number H
Number H
Lector
17 noviembre, 2011 18:17

Los 80’S que GRANDES.-

Los 80´s fueron magicos.-
Podria decir muchas cosas.-
Pero quiero comentar algo sobre: Escuadron Supremo – Gruenwald, Hall, & Ryan.-
Yo compre esta serie a lo mejor en el 2000 y por ahi, en un rastro. No sabia nada, pero nada sobre esta serie.- Y en principio la compre para vender, pero antes la lei, y me quede alucinado. Lo adelantada que esta a su tiempo, sus argumentos se repetian no solo en Watchmen, si no en multitud de series. Es una joya, que en ese entonces poco o nada se le habia reconocido.- Gracias a el boca a boca, se le ha ido reconociendo, lo revolucionado de esta obra. Pero es una pena que en su dia no lo fuera.

Fran
Fran
17 noviembre, 2011 18:19

jorgenexo, lo de la Hércules tirando de la isla de Manhattan es de mediados de lso 70, lo puse como ejemplo de tontada que un editor medio despierto no hubiera dejado pasar, cosa que no había en los 70.

Pero aparte de que las islas no flotan, fallan muchas más cosas en esa escena.

– Aunque tuviera fuerza para eso, antes cederían las cadenas o se arrancaría la pilona a la que estén sujetas.

– Manhattan no cabe por el estrecho de Verrazano, entre Long Island y el continente. Es como decir que Hércules pasa la isla de Mallorca al Atlántico. ¿Por dónde? XD

– Imaginamos que lo consigue. ¿Cómo la vuelves a poner en su sitio? ¿Empujando? ¿O la colocó con Battery Park (al sur, donde estaban sujetas las cadenas) dando con el Bronx?

Como tú dices, hasta a un crío de 10 años le rechina la escena. Pero sí, ha quedado como algo inverosímilmente divertido.

Fran
Fran
17 noviembre, 2011 18:23

Nth Man tiene fechas de portada entre agosto de 1989 y septiembre de 1990.

Hace poco la pillé por Ebay, a ver si la cuelo en un mejor sitio de mi pila de lectura…

Fran
Fran
17 noviembre, 2011 18:27

cbm, sí, aquel kiosko lo conocí allá por 1990, y dos o tres más, bien surtidos, todos en los alrededores de Plaza Uncibay. Ojalá los hubiera descubierto antes, desde luego.

Octavio B. (señor punch)
17 noviembre, 2011 18:28

Marvel y 80’s, buf, es como… tocarme generacionalmente, esos títulos son mi «de niño a señor», que cantaría Julio Iglesias: del asombro por los X Men de Claremont/Byrne ala adicción con los 4F de Byrne y la necesidad patológica de seguir los brillantes juegos que hicieron Miller y Simonson en Daredevil y Thor. Y un Spiderman decente aún (¿cómo no recordar el choque con Juggernaut?)
Sí, no fue mala década para la Marvel… ni para mí como lector