Mangaland #07: Kaikisen (Regreso al mar)

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Hace un mes, la noticia de la muerte de Satoshi Kon, uno de los mejores directores de animación de todos los tiempos, conmocionó el mundillo. No solo se iba un gran profesional con una imaginación desbordante solo comparable a la del maestrísimo Hayao Miyazaki, sino que además lo hacía víctima del cáncer, a la injustísima edad de 46 años.
Kon ha recibido muchos homenajes en los últimos días por toda la red; sin ir más lejos, el 25 de agosto, Jordi Querol redactó una bonita retrospectiva del director aquí mismo, en Zona Negativa.

Desde mi posición de colaborador esporádico de ZN especializado en manga me gustaría también aportar mi grano de arena a este homenaje, así que me permitiréis que rescate la reseña de Regreso al mar que escribí hace un tiempo para mi blog personal.

Y es que aunque Kon era básicamente conocido por su tarea como animador, en sus inicios fue mangaka, ¡y de los buenos! Planeta deAgostini publicó en los años 90 dos de los cómics de este gran creador, uno de ellos guionizado por Katsuhiro Otomo –¡Qué horror de apartamento– y el otro de factura 100% propia –Regreso al mar–. Ambas obras son excelentes en su factura y tremendamente recomendables, así que si algún día podéis encontrarlas de segunda mano, no lo dudéis y compradlas. Estoy seguro de que no os arrepentiréis.

 

Kaikisen (Regreso al mar)
Título original: 海帰線 -Kaikisen- (Regreso al mar)
Autores: Satoshi Kon
Editorial Japón: Bijutsu Shuppansha
Editorial España: Planeta DeAgositni
Revista: Young Magazine
Años publicación: 1990 (JP) / 1994 (SP)
Tomos: 1

 

Como ya habréis deducido si seguís habitualmente este blog, a mí lo que realmente me gusta y me fascina es el manga, el «papel», los libros, las historietas, las viñetas la tinta sobre el papel. Muchos relacionan el manga con su «hijo», el anime, y lo colocan al mismo nivel: si te gusta el manga, forzosamente tiene que gustarte el anime. Bien, en mi caso no es así. Mentiría si dijera que odio el anime, que no me gusta nada, etc. Pero francamente no me fascina y si me das a elegir entre leer un manga y ver el anime basado en él, siempre elegiré el manga. Como todo, siempre hay excepciones, y generalmente lo que son películas de animación originales (en contraposición a las series) me gustan mucho y tengo una colección bastante decente de ellas. Y, aparte de la mayoría de las películas de Ghibli (cómo no), el director con el que más disfruto y cuyas películas adquiero siempre que sale alguna nueva es Satoshi Kon.

Sigo a este director desde la inquietante Perfect Blue, su opera prima, y no me he perdido nada de lo que ha hecho: Millenium Actress (fascinante, mi favorita de Kon), Tokyo Godfathers (entrañable) y Paprika (la más rara y la que menos me ha gustado hasta el momento), pasando por supuesto por la estupenda serie de 13 episodios Paranoia Agent, tremendamente bien realizada. Sin embargo, lo que no es tan conocido es que Satoshi Kon fue ayudante de Katsuhiro Otomo en los años 80 y debutó en el mundo del manga, brevemente, antes de pasarse al anime, campo en el que finalmente ha triunfado.

Sin embargo, su paso por el manga fue más bien poco prolífico ya que, aparte de algunas historias cortas, solo dos obras suyas han sido publicadas en tomo: la adaptación al manga de la película de imagen real de Katsuhiro Otomo World Apartment Horror (¡Qué horror de apartamento!) y la obra que reseño en esta ocasión, Kaikisen (Regreso al mar). Kaikisen fue publicada durante el año 1990 en la revista Young Magazine, de Kôdansha, y recopilada en forma de tomo en el mismo año. Su calidad gráfica y argumental es tal que, a pesar de ser Satoshi Kon un perfecto desconocido que todavía no había presentado ninguna película como director de animación, la obra fue publicada en España, Hong Kong y Taiwan (1994) y en Italia (1998). Curiosamente, en Francia no se publicó hasta 2004, cuando Kon ya era un consagrado director de animación.

Kaikisen nos cuenta la historia de Yôsuke, un chaval que vive en un pequeño pueblo costero y que es el hijo del sacerdote del santuario sintoísta. Yôsuke, influenciado por su abuelo, se dedica una vez a la semana a cambiar el agua de mar en la que debe estar permanentemente empapada la preciosa joya que se guarda en el santuario. Dice la leyenda que esta joya, el «huevo de la sirena», fue confiada hace mucho tiempo al santuario: a cambio de custodiarla, cuidarla debidamente y cumplir la promesa de devolverla al mar en ciclos de 60 años, el misterioso ser marino medio humano, medio pez velará por la seguridad del pueblo.

A todo esto, debido a una tragedia que se nos explica bastante avanzado el manga, el padre de Yôsuke, sacerdote del santuario, se empeña en que el pueblo debe ser modernizado y se asocia con una empresa constructora bastante mafias que tiene el plan de transformar radicalmente el pequeño pueblo de pescadores en un esperpéntico conglomerado turístico de hormigón. Con esta premisa, pues comienza una apasionante historia alrededor de la conveniencia o no de abrazar el progreso y de respetar o no promesas antiguas. Con un trasfondo de misterio y fantasía y un precioso dibujo muy en el estilo del mejor Otomo (realmente se nota que Kon aprendió a las órdenes del creador de Akira), esta historia de un solo tomo consigue atrapar y fascinar al lector.

Siendo como es Satoshi Kon un director consagrado de anime, me extraña que ninguna editorial española haya decidido rescatar esta obra en los últimos años. El gancho que tiene el nombre de Kon, así como sus cuatro películas y su serie de TV como director, llamarían sin duda la atención de muchos lectores. La pésima noticia de su muerte tal vez permita que esta obra, junto con ¡Qué horror de apartamento!, sea recuperada. Triste que la muerte de una persona sirva para descubrir y promocionar su obra, pero no sería la primera ni la última vez que ocurre algo así.

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JAVIE
JAVIE
Lector
4 octubre, 2010 17:52

Es duro comprobar que aun,a día de hoy,hay gente que no conoce la obra de este genio( hablo de animación,por desgracía el manga se me paso)
 
Me alegro  mucho que tanto Jordi como Marc hayan tenido a bien homenajear como se merece a esta figura del arte,la cual contribuyó de manera activa a construir la potente industria animada japonesa,que dicho sea de paso,a dia de hoy no tiene rival a ninguno de los niveles(cualitativo,profundidad,contendio..)
 
 
Descanse en paz.

Blade Runner
Blade Runner
Lector
4 octubre, 2010 22:33

A mí el manga me encantó, lo compré nada más salir a la venta y me lo leí del tirón dos veces seguidas; desde entonces tengo por costumbre releerlo todos los años por Navidad, en algún momento de la noche, para poder disfrutarlo con la tranquilidad que se merece. De hecho tengo dos copias del tomo, una de las cuales todavía no he estrenado  ^__^
Es una historia muy bonita, aunque a mí por lo menos siempre me acaba dejando una sensación como de tristeza al final…

Toni Boix
Autor
5 octubre, 2010 7:43

También guardo un exquisito recuerdo de Regreso al mar y ni me había percatado que era del autor que murió hace un mes 🙁

JL
JL
Lector
5 octubre, 2010 12:13

Yo lo tengo por ahi guardado como pendiente, lo pille de un rastrillo hace tiempo.

xastriño
xastriño
Lector
5 octubre, 2010 15:32

Te olvidas de la historia corta que se incluyo en la fallida revista Shonen Mangazine, creo que se titulaba la campanilla de navidad

kyon-kun
kyon-kun
5 octubre, 2010 19:53

porque se van los grandes tan pronto?
descanse en paz MAESTRO SATOSHI KON