La Torre Oscura. El Viaje Empieza.

 

Edición original:Dark Tower: The Journey Begins 1-5
Edición nacional/ España: DeBolsillo.
Guión: Peter David.
Dibujo:Sean Philips.
Color:Richard Isanove.
Formato:Libro en tapa blanda, 128 páginas.
Precio:14,95€.

 

Cuando Marvel comenzó a adaptar los libros de La Torre Oscura al noveno arte, lo tenía claro: Contarían la historia por orden cronológico empezando por cómo Roland Deschain se ganaba las pistolas de madera de sándalo y continuando en lo que sería conjuntamente un muy buen primer volumen, con la aventura de Roland y su primer Ka-Tet en el pueblo de Hambry.
Peter David parecía la propia voz del Ka (algo así como la imparable fuerza de la rueda que es el Destino según Stephen King) cuando con su genial prosa guionizaba la obra, estando siempre acompañado de Jae Lee y Richard Isanove, que no sólo dibujaban a cuatro manos la mayoría de los volúmenes, si no que el caso de Isanove también ejercía funciones de coloreado.

La obra avanzó, y se dedicó a explorar los siguientes eventos de la vida de Roland previos al arranque del primer libro, El Pistolero, que de alguna forma u otra si no habían sido contados en la novelas, si que se habían como mínimo, esbozado. Pero toda buena historia llegaba a su fin, y llegó un momento en el que Marvel, y por extensión Peter David, se quedó sin historias que adaptar. Cierto era que podía comenzar por los libros ya publicados, pero entre La Batalla de la Colina de Jericó, Las Hermanitas de Eluria y los hechos narrados en la novela El Pistolero, se suponía que pasaban varios años, por lo que como mínimo era necesario publicar un cómic que sirviera de bisagra a dichos eventos.

Tal cómic no sería otro que El Viaje Comienza, nuevo volumen de La Torre Oscura en su versión de cómic, que llevaba ya como subtítulo, “El Pistolero” (Gunslinger en inglés) que dejaba claro que la cercanía con la primera novela era más que palpable.

De esta forma, El Roland de este cómic ya se parece más al de las novelas y dista del joven adolescente y cada volumen más atormentado e inhumano que conocimos en los cómics anteriores. Y es que, si bien es cierto que el Roland anterior evolucionaba mucho como personaje, seguía siendo un muchacho relativamente joven que recordaba unas vivencias pasadas que le marcaban de por vida y que le hacían no perder el sentido de la humanidad.

Sin embargo, este Roland, es ya aquel que busca La Torre Oscura pase lo que pase, y que apenas recuerda el por qué de su búsqueda, sirviendo este cómic de transición o puente entre el Roland más humano, y el ser apático, desprovisto de todo sentimiento y obcecado con su misión que conocimos en las novelas.

En ese sentido, el guion cumple con su función, pero no por ello deja mucho que desear si lo comparamos con los anteriores volúmenes, que realmente tenían una historia que contar, y resultaban muy entretenidos, convirtiéndose por tanto este cómic en una obra sólo apta para completistas, pero no para aquellos amantes de esta historia que esperen una continuación digna de la misma.

En cuanto al dibujo, de éste ya no se encarga el magnífico Jae Lee, si no un Sean Philips (Daredevil, Crime Scene) que pese a no llegar ni de lejos al nivel del primero, efectúa un dibujo correcto (siempre aderezado por el genial color de Richard Isanove) que cumple con su función, no siendo especialmente sobresaliente en ninguno de sus aspectos, pero tampoco mediocre.

Recomiendo esta obra sólo a aquellos que amen tanto la adaptación al noveno arte de La Torre Oscura que no puedan dejar escapar ninguno de sus componentes.