Ice Haven

 

Edición original: Random House.
Edición nacional/ España:Random House Mondadori.
Guión:Daniel Clowes.
Dibujo:Daniel Clowes.
Entintado:Daniel Clowes.
Color:Daniel Clowes.
Formato:.
Precio: 18.95 €.

 

A veces desearía ser Daniel Clowes. No por ser una persona que ha conseguido llevar al cine sus propios cómics y ha sabido vivir de lo suyo – que también – sino por la facilidad que tiene este señor para engañar a simple vista. Hacer que todo parezca una locura, que parezca que no tiene sentido, pero luego (y en algunas mejor o peor) todo termina por tener un sentido. Y si no… deja algo. Si no lo creéis, Ice Haven es muestra de ello. Es ver una pequeña ciudad en miniatura, con unos habitantes tan peculiares como ya estamos acostumbrados viniendo de Clowes.

Creo que aún tengo algunas pesadillas con «esa mujer con forma de patata/loquesea» de Como Guante de Seda Forjado en Hierro y me sigo preguntando si entendí el cómic o mejor: qué leí, pero esta vez con esta obra creo que me he encaminado mejor con él.

Básicamente porque quise entender la obra como esos pequeños pinypons a los que les cambia la cabezas y peinados consiguiendo cosas extrañas para luego llenarlos de tus propias preocupaciones, deseos, obsesiones y secretos inconfesables que de alguna manera se coordinan entre todos.

Y así funciona. Cada una de las pequeñas historias sirve de alguna manera.

Debemos de recordar que muchos de estos comics ‘mainstream’ se dieron en los noventa y que muchos autores de esta corriente, a la que pertenece nuestro autor, tuvieron que defender su obra con uñas y diente por presentar una cosa totalmente contraria a lo que se dictaba en América en aquella época. Como toda corriente y nueva ola que surge puede ser rechazada en una primera instancia o ser aceptada. Lo que no se puede negar es que transgrede lo ya establecido.

Y funcionó ¿o no? Cambió el lenguaje del cómic.

En esta obra vamos a tener a Harry Naybors, quien abre y cierra el cómic. Es un crítico de cómic al que le achacan si tiene o no la ‘autoridad’ de decidir entre lo bueno o lo malo y se pone a debatir un poco sobre el cómic en sí. Este da paso a Random Wilson que nos da la introducción a su ciudad. Es un escritor frustrado quien a pesar de creerse con un gran talento, sufre un revés en la vida que le hace replantearse su vida. A algunos nos recordará en esos momentos de «voy a ponerme a aprovechar el tiempo» y termina haciendo miles de cosa antes que lo de verdad debe hacer. Siente envidia de Ida Wentz, su vecina… Luego tenemos a Carmichael, un joven problemático que inicia el primer nudo de la trama. Con el, Charles, un chico con demasiadas inquietudes demasiado profundas para su edad, como una pequeña reflexión entre la realidad virtual y el sexo (es gracioso a cómo se ha adelantado unos siete años por lo menos) y con él, su hermanastra Violet, la típica adolescente enamorada que fracasa estrepitosamente. El motor de toda la historia va a ser la desaparición de David Golderg. Es un suceso que ha conmovido a toda la población. El caso está siendo investigado por Mr. Ames cuya relación matrimonial sólo parece ir de mal en peor.

Con todas sus idas y venidas Ice Haven constituye una mirada cenital de lo que pasa en la mente de estos personajes. Donde igual no es nada importante el nudo y desenlace, pero sí lo que legan a pensar, sus temores y sus obsesiones siendo una propia parodia de la ‘novela gráfica’ debido también a su formato de publicación horizontal y criticar este término desde dentro.

La paleta de colores es a la que estamos acostumbrados: colores planos y la secuencia entre las viñetas no es muy continuada y a veces suele interrumpirse (como en el caso de la historia de Violet) por otras viñetas.

Todos estos personajes, a pesar de ser diferentes a simple vista, no podemos olvidar que son sólo el reflejo del propio autor. Esto es lo que haga que la mayoría de los cómics de Clowes sean tan personales.

Y es eso en lo que le tengo envidia: en cómo siendo tan personal, en cómo parece que se le va la pinza, sabe conectar (tan) bien con todos. (… o casi todos)