Historietas desde Latinoamérica #30 – Perú

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Aquí, con este artículo dedicado a exponer someramente la historia, el presente y la perspectiva de la historieta de Perú, se salda una deuda pendiente de varios meses. Debería haberse publicado meses atrás, pero por una u otra razón no se hizo; no presentaré excusas. Esta deuda fue contraída especialmente con quienes tuvieron la total predisposición para atender mis preguntas para poder elaborar este texto, y a ellos van las disculpas por la demora.

Sucede que, lamentablemente, es muy poca la difusión que recibe la historieta de la mayoría de los países de la región por fuera de su territorio. Y, por supuesto, es imposible hablar de lo que no se conoce. Es por esto que se acudió a varios de quienes hacen la historieta en Perú; los autores Rodrigo La Hoz, Juan Carlos Silva Bocanegra y Jesús Cossío, así como los representantes de Dogma Editorial, de MED Comics, de Editorial Contracultura y del blog comics-ensabap.blogspot.com (Carlo González y Juan Carlos Delgado), aportaron sus conocimientos y opiniones para que este texto pueda existir. A ellos se agradece y nuevamente se les pide disculpas por la demora.

Y a continuación se les cede la palabra a todos ellos, que hablarán mediante citas extraídas directamente desde las entrevistas realizadas.

“En el Perú, la historieta tiene una tradición bastante ligada a la política y la sátira social. Muchos de los referentes nacionales son tiras cómicas que fueron publicadas en su momento en diarios ya desparecidos, como La Prensa. A excepción de algunos cultores del género de aventura, como Javier Flores del Águila, la historieta peruana siempre ha procurado dar una opinión acerca de nuestra realidad inmediata, ya sea por medio de la crítica o el humor”, nos comentaron desde el sello Dogma.

“La historieta peruana tiene una tradición destacada con un periodo de apogeo en la década del 50, cuando los autores y personajes peruanos tomaron los diarios de la época y existían revistas con tirajes muy grandes si comparamos la población de entonces”, agregan desde Contracultura.

Repasando los hitos del cómic en Perú, existe unanimidad sobre una persona: Juan Acevedo. “El más importante historietista peruano vive y está en actividad, se llama Juan Acevedo y ha realizado obras tan trascendentes como Túpac Amaru, Paco Yunque, La historia Iberoamericana para niños en 4 volúmenes, Ciudad de los Reyes, Pobre Diablo, etc. Es además creador de El Cuy, el personaje más emblemático de la historieta peruana”, afirmaron desde la misma Contracultura.

“Es también obligatorio mencionar la obra de Juan Acevedo, uno de nuestros historietistas más queridos y creador del personaje El Cuy, tira cómica que traducía lo mejor y lo peor de nosotros, siempre con algo de humor y mucha sinceridad”, afirmaron igualmente desde Dogma.

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Rodrigo La Hoz, por su parte, sostuvo: “el principal de los viejos [autores] es Juan Acevedo, que publica hasta ahora y tiene un personaje súper famoso que se llama El Cuy. Pero tiene novelas gráficas muy buenas, Pobre Diablo que es de los 60, y hay otras… pero el problema es que en el Perú hay un proceso constante de olvido y reinicio desde cero. Es como que la gente se olvida totalmente de lo que pasó antes. [Igualmente,] Juan Acevedo es como el ícono de la historieta en Perú, y él sí saca libros constantemente, durante años ha sacado tiras que se convierten en libros y son un montón de personajes…”.

De la misma manera, Jesús Cossio agregó: “Está Juan Acevedo, que viene haciendo historietas desde inicios de los 70; con libros que son populares y a la vez con una crítica muy sentida y humorística sobre la sociedad peruana”.

Además de Acevedo, se rescatan otros nombres y momentos importantes: “Cuando uno habla de revistas de historieta en el Perú, es imposible no referirse a la revista Avanzada, publicada desde 1954 hasta 1968, y que albergó a gran parte de los talentos de la llamada Edad de Oro peruana, con Juan Osorio y Hernán Bartra a la cabeza. Además de Avanzada, y con excepción de Monos y Monadas y El Idiota Ilustrado (verdaderas instituciones del humor político peruano), pocas han sido las revistas de historieta que han logrado mantener un gran tiraje y una periodicidad continuada”, afirman desde Dogma.

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Al respecto, señalan desde MED: “El Perú tiene algunos momentos históricos dentro de la historieta, mayormente reflejados en el humor político, la tira cómica, se habla mucho de los años 60 con publicaciones financiadas llamada Avanzada muy buenos dibujantes pasaron por allí en sus 10 años de vida, en las siguientes décadas habido intentos fallidos y muchos artistas emigraron en busca de mejores oportunidades”.

Progresando en la historia, siguen contándonos la gente de Dogma: “durante la primera mitad de la década del setenta, nuestro país sufrió una marcada sequía historietística, cuando la dictadura militar de Juan Velasco Alvarado prohibió el ingreso de comic-books extranjeros, por considerarlos alienantes. Eso, en muchos sentidos, nos desconectó de la importante evolución artística que el medio experimentaba a nivel latinoamericano y mundial. El Perú tardó mucho en recuperarse de este perjudicial período de silencio artístico: la tradición y la formación de nuevos artistas se vio irremediablemente interrumpida. La historieta logró sobrevivir a través de los diarios, con uno que otro despunte en ventas gracias al ingreso de editoriales mexicanas”.

“Fue recién durante la década del noventa, cuando la corriente del Hágalo Usted Mismo dio pie a una ola de publicaciones de manufactura más bien modesta, pero de muy buen contenido. De esta época datan varios de los autores nacionales más celebrados en la actualidad, como David Galliquio y Miguel Det. (…) La década del noventa nos dejó publicaciones como Crash Boom Zap, fanzine gracias al cual muchos conocieron el trabajo de David Galliquio. (…) [También] en la década del noventa, el grupo Sugoi logró publicar la revista homónima durante varios años, marcando un importante hito en cuanto al manga y la animación japonesa. Ya en el 2001 se publicó el primer número de Carboncito, publicación colectiva de cómic underground encabezada por los hermanos [Renso y Amadeo] Gonzáles, que ha logrado mantenerse hasta hoy, cada vez con mejor calidad”, complementan.

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Acercándonos ya al panorama reciente, se identifica un crecimiento de manera similar a lo que sucede en buena parte de los países de la región, cauto pero interesante. “En comparación a décadas pasadas, ahora hay más movimiento. No hay industria, pero sí varios fanzines y desde hace unos años, se publican libros de cómic”, afirma el autor Cossio.

“Como industria, la historieta en nuestro país recibió un empujón en el 2008, cuando un importante diario local decidió apostar por el cómic norteamericano de superhéroes, lo cual derivó en la aparición de un sinnúmero de propuestas nacionales y extranjeras. Desde entonces, el mercado se ha ido diversificando cada vez más, y ya se editan en el país licencias extranjeras como The Walking Dead, Hellboy y Kick-Ass, además de los consabidos productos DC y Marvel. Existe además un público consumidor de novelas gráficas y de historieta independiente que va en aumento”, comentaron desde Dogma.

Lo mismo nos explicaba Rodrigo La Hoz: “Hasta hace unos años no había un mercado pero poco a poco están apareciendo y cada vez hay más autores de historietas independientes. Hay un gran púbico de cómics de superhéroes y llegan cómics de superhéroes que se editan en Perú de Marvel y DC”.

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Sobre estas últimas, añadieron los representantes de Dogma: “Las editoriales que lideran la ‘industria’ nacional son todas licenciatarias de títulos extranjeros. (…) son las únicas que pueden (y necesitan) cubrir costos de distribución para generar ganancias. Así, títulos como Batman, Spiderman, Hellboy y The Walking Dead llegan a todo el país. Para las editoriales independientes, alcanzar una distribución a nivel nacional resulta difícil, debido a una fórmula básica: una gran distribución exige un gran tiraje, y un gran tiraje exige una gran inversión (…) Actualmente, para las editoriales independientes, la distribución es toda por venta directa, a través de las tantas ferias y convenciones que se llevan a cabo, sobre todo en Lima. Pocos son los que usan intermediarios, pero tampoco es que existan tantas tiendas especializadas como para hablar de un sistema de distribución indirecta o a través de terceros. Sin embargo, las tiendas que existen por lo general concentran gran porcentaje de la producción nacional”.

E igualmente lo ven los miembros del blog comics-ensabap: “Mercado en términos editoriales de distribución masiva y trabajo profesional de producción y promoción publicitaria definitivamente no existe en el Perú. Lo que tenemos es una producción que se vende en circuitos temático/culturales, o de coleccionismo”.

De este modo, no existe una profesionalización de los autores: “En Perú lo que normalmente hacen los autores es robarle tiempo a su vida para hacer algunas páginas que mucho tiempo después editaran con su plata (sin conocimiento y menos rigurosidad editorial) y finalmente pondrán en la mesita de alguna feria donde se les invite para que ellos mismos vendan su producto; es en este escenario de venta donde contemplarán cómo su producto no resulta competitivo con el estándar de los productos de llevar en feria (…)» explicaron desde el citado blog.

Por su parte, de la Editorial Contracultura, añadieron: «los historietistas peruanos deben dedicarse a varias cosas, entre ellas la historieta, para poder vivir decentemente. La mayoría se dedica a la ilustración de libros escolares, el diseño y trabajos freelance.

Quienes hacen MED Comics coincidieron: “No es posible dedicarse exclusivamente al cómic en el Perú, como en muchos lugares, se tiene que apoyar con trabajos de ilustración, diseño, animación, etc. Pero es de alguna manera es positivo ya que demanda de la habilidad del dibujante por hacer varias cosas”.

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No obstante, el trabajo existe. Y así lo explica Cossio: “Hay varios autores que están haciendo cosas muy interesantes, sea en libros o fanzines. Varios de ellos somos amigos, así que siempre estamos comentando nuestro proyectos cada cierto tiempo: Rodrigo La Hoz, Jorge Pérez Ruibal, David Galliquio, Manuel Gómez Burns, Eduardo Yaguas, Miguel Det… Son de la línea ‘alternativa’ que me gusta. (…) En editoriales, casi todos estamos en Editorial Contracultura, que está apostando por publicar autores peruanos cuando la apuesta por historietistas peruanos es casi inexistente en el mercado editorial”.

Los mismos Cossio y La Hoz son señalados como dos autores actuales relevantes desde Contracultura: “Entre los actuales historietistas destacaría a Jesús Cossio que utilizando la historieta documental aborda el tema de la violencia política en el Perú. También a Rodrigo La Hoz que tiene una novela gráfica Islas que ha removido el pequeño circuito peruano de la historieta de autor”.

Coinciden desde Dogma y agregan varios nombres más: “En cuanto a novelas gráficas, destacamos Islas de Rodrigo la Hoz, Rupay de Jesús Cossio, Alfredo Villar y Luis Rossell, y Las Moscas no Vuelan de Noche de César Santivañez y Carlos Lavida. Todas estas fueron publicadas por el sello Contracultura, reconocido impulsor del medio en nuestro país. (…) Por lo demás, Med Comics es una publicación peruana que viene apostando por el género de superhéroes desde el 2009, con gran aceptación entre el público infantil y juvenil. Es de resaltar su búsqueda constante de canales de distribución».

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Respecto a otras publicaciones salientes del panorama actual, se destaca la supervivencia de Carboncito, que “va por el número 16 [al momento de la entrevista, hoy ya son 17] y desde hace unos años viene publicando a los mejores historietistas de Sudamérica”, tal como lo explica Cossio.

Igualmente lo ven desde el blog, agregando otras: “Las mejores publicaciones regulares de aparición anual hace diez años en papel son los comic-books auto conclusivos o compilatorios como es el caso de Carboncito, Los Comentarios Reales de los Incas, La mujer de un Noble, El Inca Garcilazo de la Vega, Ojotin y Goyo, Somos Barrio. Las publicaciones en formato revista también suelen aparecer anualmente pero con menor nivel de contenido; sin embargo, hay algunos casos de excepción que podemos citar: Ayar la Leyenda, Subcon 100 T«.

Y esta información es complementada ampliamente por Dogma Editorial: “el grupo Pandemia, de Arequipa, es uno de los más identificables [del interior]. Diríase incluso que, durante su período de mayor actividad, lograron una formar una escuela arequipeña de historieta, con autores de diversos estilos pero con una visión común. Otro caso de interés es Misionet, colectivo web que alberga a autores jóvenes con propuestas sumamente novedosas, como la de Oscar Choquecota y Arturo Flores Paz. En cuanto a editoriales, Perro Muerto, de Paulo Rivas, es la más prolífica, habiéndose mantenido en el mercado peruano desde hace varios años. Punto Aparte es también un buen ejemplo de editorial independiente cuyo catálogo ha logrado mantener la misma línea a lo largo de sus tantos años de existencia. (…) Khan: el monje guerrero, de Paulo Rivas, es una revista bastante saludable, con una presencia en el mercado que data desde hace varios años. Aún se editan nuevos números, y se distribuyen en eventos y ferias especializadas. (…) Las revistas Gólgota y Eutanasia, ambas publicadas por la editorial Punto Aparte, son títulos dedicados al horror que ya cuentan con una lectoría fija. Eso, en nuestro país, es un logro significativo”.

Pasando al tema de los eventos en el país, la misma Dogma lo explica con precisión: “Durante todo el año se realizan actividades relacionadas a la historieta. La mayor concentración está en Lima, pero hay ciudades del interior que cuentan también con eventos muy interesantes, como Arequipa, Cuzco, Trujillo o Pucallpa. Quizás el evento con mayor trascendencia a nivel nacional sea el Lima Cómics. A esta convención vienen invitados de la talla de James O’Barr, Alberto Montt, Horacio Altuna, Ariel Olivetti y Fabio Moon, entre otros. Es una oportunidad insuperable de entablar contacto entre autores, editores y fanáticos. Además, en nuestro país también se celebra el Free Comic Book Day, evento que cuenta con asistencia masiva y, cómo no, abundante material gratuito. Desde hace algún tiempo, la Feria Internacional del Libro también cuenta con un salón destinado a la historieta, lo cual supone un paso muy grande a favor del arte de las viñetas. Existe además un colectivo denominado La Diaria de Daria, que convoca con gran éxito a jóvenes de todo el país, y organiza eventos especializados en donde las historietas nacionales comparten espacio con el cómic norteamericano y el manga. En los eventos desarrollados por este grupo son frecuentes las pasarelas cosplay y las presentaciones de nuevos títulos. En definitiva, los eventos son un entorno con mucho potencial comercial, y que bien podrían recibir más atención por parte de los grandes sellos y la empresa privada en general. Actualmente, el Perú atraviesa un período de crecimiento económico sostenido. Esto, sumado a la globalización, hace que el público invierta cada vez más en entretenimiento. Somos las editoriales jóvenes las llamadas a satisfacer la oferta de dichos productos”.

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Desde la perspectiva del autor Rodrigo La Hoz se destaca lo siguiente: “Lima Comics trataba un poco de cómics independientes pero más que nada era superhéroes, y estaba el día del cómic gratis y la gente se disfrazaba y vendían cómics de Superman, Batman… era como una Comic-Con versión peruana, chiquita. Sin embargo este año [se refiere a 2013] ha habido uno que se llama Lima en Cuadritos que si era más del cómic [independiente] y que fueron varios autores interesantes”. Este último, es de notar, está organizado por la misma Contracultura.

A esto se añade la visión de los miembros del mencionado blog: “Los eventos de cómic no tienen mayor relevancia para apuntar a la solución del problema editorial. Un ciclo de festivales nacionales exitosos de cinco años no cambió en nada el panorama; un siguiente ciclo de festivales internacionales exitosos de cinco años tampoco cambió nada el panorama. Esto se debió primero a que nunca se propusieron cambiar nada porque no se podía hacer frente a un problema editorial que va más allá del campo de la edición de cómics y segundo porque no se consiguió mover capitales de inversión, y finalmente porque se cayó en reducir el festival en un espacio de contemplación admirada del cómic de afuera que nos visitaba. (…) Lo mejor que le ha pasado a la escena nacional son las ferias y festivales regionales del interior del país donde se producen diálogos editoriales entre autores de regiones diferentes y se consigue un circuito de distribución rudimentario pero sostenido en siete ciudades. Últimamente algunas editoriales de literatura vienen incursionando en la inversión por el cómic pero esta etapa todavía no presenta luces de evaluación”.

A modo de reflexión que sirve de conclusión, nos quedamos con estas frases. La primera es de Rodrigo La Hoz: «Es un mercado que está empezando a crecer y están habiendo cosas interesantes. (…) es bastante chiquito pero me parece que en los últimos años está empezando a crecer (…) hay pocas tiendas especializadas, y antes no había ninguna, pero en todas las librerías hay una sección de comic y más sorprendentemente hay sección de novela grafica, eso hace 10 años era imposible pensar”.

De manera similar lo analizan desde MED Cómics: “el mercado actual empieza a abrirse en buena dirección, por el esfuerzo individual de los autores independientes, que buscan innovar y proponer nuevos retos dentro del cómic local. Desafíos hay, pero esto es un trabajo que se verá con resultados en los siguientes años».

Y cerramos con el análisis de los representantes de Dogma: “Uno de los grandes problemas del sector editorial (y de otros tantos) en el país es la informalidad: a algunos autores no se les paga por su trabajo, y se ha extendido la creencia de que las editoriales le hacen un favor al artista al publicar su obra. (…) Pagarle poco a un autor quizás sea rentable para una sola publicación, pero refleja una falta de visión empresarial, pues prácticas poco éticas como esta perjudican la relación autor-editor, que a la larga es la fuerza vital de un negocio de este rubro. (…) Al final, toda la ecuación se resuelve con una sola variable: calidad. Y paciencia, claro. Primero hay que generar confianza en el público y los anunciantes, demostrar que se puede trabajar bien, lo cual puede demorar varios números en los que se trabajará a costo, o incluso a pérdida. La clave es no desistir”.

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Para finalizar cabe señalar, una vez más, que lo hasta aquí expuesto es un panorama general y resumido de la historieta en Perú. Esto se profundizará con el tiempo en esta misma sección, con publicaciones de más entrevistas, noticias y reseñas (como por ejemplo lo hemos hecho ya con el surgimiento de dos editoriales importantes como son Dogma y Pictorama). Asimismo, a continuación se proveen algunos enlaces de interés para profundizar en la información.

Actualizamos luego de que José Antonio Vilca, organizador de Lima Comics y editor del blog La Nuez, solicitara aportar su visión tras la publicación.

«Entre los antiguos autores, y los ya no tan jóvenes, está José Malaga, quien es discípulo de Dionisio Torres. Es el único de su generación que aún hace cómics. Fue uno de los primeros en viajar fuera del Perú, para ver las posibilidades de vivir del comic, por lo que vivió unos años en Brasil, y en esa época dibujó Reanimator. De sus trabajos más recientes está Vampirella y una adaptación de la serie Grimm [ambas para Dynamite Entertainment]«. Otros autores que nos destaca Vilca son Christian Rosado, Cesar Carpio, Antonio Carlin y Antonio Pomar.

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«Sobre el público, el Perú es un país de saldos, hemos leído de todo, cómic americano clásico, manga, cómic europeo, cómic argentino, cómic mexicano, superhéroes, de todo, pero no de manera continua. Cada crisis equivalía, a prohibir las importaciones, o que los precios fueran tan altos que la gente dejaba de comprar (…) Siempre ha habido lectores, el tema era que no pasaban de un par de miles y siempre se hablaba con ensoñación de las épocas donde los cómics estaban en los kioscos. Esto volvió con los cómics editados por Peru21. Allí viene el gran pero, cuando nuevas editoriales quisieron entrar en ese mercado se dieron de lleno con una pared: pese a la gran demanda la distribución es caótica, y en muchos casos los pagos se retrasan o simplemente no se realizan. Ni que decir de el trato al cómic que regresa muy deteriorado del circuito de kioscos. A esto se suma que muchos lectores, se han vuelto coleccionistas y buscan cómics que estén en estado inmaculado o no los compran”.

“Tal es la demanda de cómics que hay todo un circuito de pirateo de cómics de superhéroes, que son vendidos al mismo precio que los oficiales, y en el tema de los mangas, se fotocopian tomos de tomos o imprimen versiones digitales, a precios comparables con tomos originales en otros países”.

“El problema principal es la falta no sólo de editoriales serias, sino de editores serios. Por el tema de ediciones que nunca se acaban pese a que han pasado muchos años, siempre hay libros disponibles. Las tiradas son inacabables. Fuera de la falta de responsabilidad y seriedad con el tema de los pagos, el mismo hecho de la falta de capacidad editorial, de crear productos nuevos, exigir a los autores, lograr las ediciones más profesionales posibles…”.

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“Es indiscutible que Viñetas con Altura, en Bolivia, fue crucial para el desarrollo de los autores bolivianos, no solo el hecho de tener un espacio de intercambio entre ellos sino conocer y tener talleres con autores como Loustal, Berberian, Jose Villarrubia, entre otros. Igual sucedió en Perú, con Mundo Viñetas, evento donde se dieron talleres de guion con Fabien Vehlmann, de dibujo con autores como Jens Harder. Se afirma que los festivales son contemplativos, pero es todo lo contrario, existen talleres y actividades alrededor de la mayoría de ellos”.

“El mercado es inmenso, las importaciones crecen cada día, hay librerías que están especializadas en determinados tipos de cómic, por ejemplo Sur, está claramente enfocada al comic europeo, y traen casi todo el catalogo completo de Astiberri por ejemplo. Hay otras librerías que han optado por traer mangas, otras más dedicadas a superhéroes pero es posible encontrar comic independiente de calidad traducido al español”.

“Las editoriales locales tienen 2 posibilidades: entrar al negocio del formato comicbook, que implica grandes tirajes, tener una gran inversión y un control adecuado de la distribución, y considerar la poca vida de las revistas frente a los libros. Los beneficios son un retorno más rápido de la inversión y mayor exposición. O el formato libro, teniendo en cuenta además que por la ley peruana los libros no pagan impuesto a las ventas. Aquí la inversión es menor, pero el retorno más lento, pues el circuito son librerías y tiendas especializadas. Al no tener tanta exposición se necesita que se compense esto mediante actividades, publicidad, etc”.

Enlaces de interés

  Cronología de la historieta en el Perú.

  Historieta en el Perú en Wikipedia.

  Historieta peruana en la Casa de la Literatura Peruana (noticia del 31 de enero de 2011)

  Blog Estudios de Cómics

  Facebook de MED Comics

  Facebook de Dogma Editorial

  Facebook de Librería Contracultura

  Facebook de Ediciones Pictorama

  Blog de Revista Carboncito

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Franz
Franz
Lector
10 agosto, 2014 2:27

En españa tienen mucha suerte de poder ir a la tienda de la esquina y encontrar el comic de su preferencia, gracias a Panini o ECC u otros, mal que bien editado en su propio pais y siguiendo una secuencia, en peru no ocurre eso, tal masificacion no existe, hay un diario que publica Marvel y ocasionalmente DC pero limitadamente (tres titulos al año?) Y unos valientes estan sacando kickass, star wars, TWD, hellboy, entre otros. Si uno quiere acceder a una cartera mayor de títulos en castellano tiene que recurrir a librerias que importan, que existen solo en la capital y a precios bastante elevados. Realmente envidio los casos de otros paises, como españa, mexico u argentina. Colecciono comics Marvel hace muchos años y para mantenerme al dia tengo que recurrir a las descargas de comics «tradumaqueteados» hechos por entusiastas y con mjchos errores, y comprar lo poco que haya. Ese es a grandes rasgos el panorama.