Historietas desde Latinoamérica #113 – Crack Bang Boom 7

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Por séptimo año consecutivo se realizó la Convención Internacional de Historietas Crack Bang Boom, con sede en la ciudad de Rosario entre el jueves 11 y el domingo 14 de agosto pasados, co-organizado por el equipo que encabeza Eduardo Risso junto a la Secretaría de Cultura de la Municipalidad y el Centro de Expresiones Contemporáneas perteneciente a esa dependencia institucional. La cita anual para el cómic argentino y de la región se repitió ofreciendo todo lo que ya es habitual para sus asistentes regulares, más algunas propuestas nuevas para este evento. No obstante, no fue fácil llegar a ese final del camino.

La Crack Bang Boom más difícil

En los comentarios de la Crack Bang Boom de años anteriores señalamos más de una vez que hacer una convención perfecta no era nada fácil. En este 2016 fue todavía más complicado aspirar a ofrecer el mejor festival posible. En muchas oportunidades, antes y durante los cuatro días, manifestaron desde la organización que esta edición fue la más difícil de llevar a cabo. Inclusive en el cierre tradicional, las palabras de Eduardo Risso como cabeza visible del grupo que lleva adelante este festival apuntaron a eso mismo: “Este año les puedo asegurar que fue muy duro”, afirmó en el comienzo de su discurso final, refiriendo a cuestiones personales pero dejando entrever un esfuerzo mayúsculo que debió sobrellevar todo el equipo.

(Fotografía: Carolina Clerici)
(Fotografía: Carolina Clerici)

Los motivos de las dificultades son muchos y tienen que ver con distintos factores. Desde el principio de la organización de esta séptima edición tuvo que afrontar un cambio gubernamental que implicó comenzar casi desde cero: Horacio Ríos, el Secretario de Cultura de la Municipalidad de Rosario que estuvo en ese puesto en los seis años anteriores con un manifiesto apoyo a la Crack Bang Boom y a la historieta en general, dejó su cargo y su lugar lo ocupó uno con menor relación con este mundo, Guillermo Ríos. Esta modificación implicó demoras en la organización, lo cual se manifestó por ejemplo en que la confirmación de la fecha del evento llegó ya comenzado el año, cuando en oportunidades previas poco después del final de una edición ya se confirmaba su lugar reservado en el calendario para el año siguiente.

(Fotografía: Carolina Clerici)
(Fotografía: Carolina Clerici)

Factores externos a la convención y a la gestión de la ciudad también afectaron al evento, principalmente la situación general de la economía de Argentina de los últimos tiempos con devaluación, inflación y la consiguiente baja del consumo. Esto derivó, por ejemplo, en comentarios críticos a los precios de las entradas de parte del público así como respecto al nivel de ventas de los stands de las editoriales. En cuanto a lo primero, efectivamente el aumento de precio de 2015 a 2016 fue notorio y superior a la diferencia entre años anteriores. Sin embargo, por un lado, esto tiene que ver con la citada situación económica general así como con un menor apoyo estatal; y por el otro, la comparación de precios de la entrada a Crack Bang Boom con otros eventos la sitúa a esta por debajo.

(Fotografía: Carolina Clerici)
(Fotografía: Carolina Clerici)

Todo lo dicho se relaciona también con el volumen de ventas de los puesteros que en comparación al año anterior fue igual o menor, cuando hasta ahora siempre había sido una línea de crecimiento año tras año. Además de lo ya mencionado, en esto también influye la falta de otro gran evento en el horizonte con la ausencia de Comicópolis (que durante tres años se había realizado en septiembre) y la falta de consolidación de Docta Cómics (la segunda será en octubre), mientras Dibujados y Argentina Comic Con son eventos de perfiles diferentes. De esta manera, las muchas editoriales presentaron sus novedades durante los cuatro días de Crack Bang Boom, resultando en una cuenta que puede simplificarse: menos dinero en general (o más cuidado para gastarlo) y mayor oferta, es igual a menos ventas.

(Fotografía: Carolina Clerici)
(Fotografía: Carolina Clerici)

Esto en cierta medida excede a la organización del evento, ya que son determinantes los factores externos. Pero sí puede ofrecerse como crítica constructiva el tener en cuenta la situación económica actual y disponer mecanismos para compensarla; por ejemplo, algún sistema de descuentos, articulado con las editoriales considerando que uno de los objetivos de CBB siempre fue estimular al trabajo editorial nacional, o una disposición o señalización de los tres espacios principales de la convención para orientar mejor a la audiencia (dado que también se mencionó que por el ordenamiento, el público gastaba el dinero disponible antes de llegar a los puestos de los sellos autogestivos). Aunque también cabe reconocer que hasta ahora siempre había funcionado parecido a como estaba este año (hubo también una modificación de los galpones disponibles para el evento), y en esta oportunidad el resultado fue distinto.

Balance positivo, a pesar de todo

Sin alcanzar la euforia de pasadas ediciones, igualmente el saldo de la Crack Bang Boom fue positivo. En cuanto a números, se mantuvo la cantidad de público de 2015 en torno a las 25 mil personas y unas 35 mil si se contabilizan todos los espacios (en especial, la audiencia del desfile de cosplay en el día final, que se acomoda sobre el parque en lo cual obviamente no se paga entrada). Como es costumbre, viajaron hasta Rosario desde distintos puntos del país para disfrutar y participar de la convención, así como desde fuera de Argentina: principalmente de Uruguay, Chile y Perú.

(Fotografía: Carolina Clerici)
(Fotografía: Carolina Clerici)

En lo cualitativo, y como decíamos al comienzo, la oferta de la convención fue la misma fórmula exitosa de siempre y que este año tampoco decepcionó: un homenajeado, varios invitados de renombre internacional del mainstream, un editor también de afuera del país para dar consejos y revisar carpetas, un buen grupo de autores nacionales de diferentes generaciones y estilos, y los representantes locales de la ciudad de Rosario; muchas muestras con páginas y arte relacionado a la historieta; charlas con todos los invitados; talleres y clínicas de diferentes temas del quehacer de las historietas; stands comerciales y de las muchas editoriales nacionales en actividad; un callejón de los artistas donde se encontraban también los invitados de ediciones pasadas, en medio del espacio de fanzines, todo con entrada gratuita; el ya referido y tan convocante desfile de cosplay; la segunda entrega de premios propios; y muchas más actividades.

Horacio Lalia, el homenajeado (Fotografía: Carolina Clerici)
Horacio Lalia, el homenajeado (Fotografía: Carolina Clerici)

A esto se sumó la novedad de debates temáticos referidos al lugar de la mujer en el cómic (con Gail Simone a la cabeza), al significado y la identidad de la historieta argentina, el rol del periodismo especializado en este mundo y el trabajo de los dibujantes para el exterior.

(Fotografía: Carolina Clerici)
(Fotografía: Carolina Clerici)

La amplia y variada oferta permite que cada uno de los asistentes disfrute a la convención como más le guste, ya sea recorriendo los espacios apreciando las muestras y comprando novedades editoriales o el cómic que le falta en la colección, escuchando las conferencias de los invitados, participando de los debates, presentando su carpeta o proyecto al editor (Olivier Jalabert de Glénat Francia, quien tuvo una disposición total para revisar más de 100), buscando una firma o boceto de algún autor admirado, etcétera.

Goran Parlov y Goran Sudzuka (Fotografía: Carolina Clerici)
Goran Parlov y Goran Sudzuka (Fotografía: Carolina Clerici)

Entre todos esos aspectos, hay algunos en los que interesa puntualizar particularmente.

Protagonismo femenino

Una característica particular de la Crack Bang Boom 7 fue el rol protagónico que tuvieron las mujeres en dos aspectos de relevancia (y bienvenido sea). El primero de ellos es que el nombre internacional principal sea el de una mujer, Gail Simone, a quien además se la invitó a hablar sobre la historieta y la cuestión de género en su debate titulado Sacando a las mujeres de los refrigeradores.

Gail SImone (Fotografía: Carolina Clerici)
Gail Simone (Fotografía: Carolina Clerici)

Y en otro plano, en el Concurso de Historietas que organiza la convención cada año desde su segunda edición los dos primeros premios tuvieron como guionistas a otras dos mujeres, que en su caso están comenzando su carrera en este mundo: María Jazmín Beain y Johanna Garabello. En cierto punto esto es una mera casualidad, ya que los concursantes se presentaban con seudónimos y los jurados no conocían los nombres de las historietas que elegían como ganadoras.

Las duplas ganadoras del Concurso de Historietas  (Fotografía: Carolina Clerici)
Las duplas ganadoras del Concurso de Historietas (Fotografía: Carolina Clerici)

Pero a la vez no es para nada casual, por el hecho de haber sido influenciadas en cierta forma por autoras como Simone (entre tantas otras) así como por la cuestión natural de que en el trabajoso y luchado camino por la igualdad, las mujeres de a poco han conseguido espacios históricamente ocupados solo por hombres.

Si bien no sorprende ver cada vez mayor cantidad de público femenino en una convención de historietas, y ya se cuentan varias autoras integrales, guionistas y dibujantes en el panorama argentino y latinoamericano, la buena coincidencia entre invitada y ganadoras del concurso era digna de notar.

Nuevas publicaciones y nuevas editoriales

Una cualidad que se repite año tras año y que la misma CBB buscó como objetivo en su comienzo es el surgimiento de más editoriales que publiquen historieta en la Argentina. En esta oportunidad destacó la presentación de varios espacios nuevos, sea sellos o sean colectivos que agrupan a varios preexistentes, como símbolo de la enorme actividad que hoy por hoy tiene este país.

Le Noise presentando sus nuevos cómics (Fotografía: Carolina Clerici)
Le Noise presentando sus nuevos cómics (Fotografía: Carolina Clerici)

Así se presentaron en sociedad Ouroboros Ediciones, UMC Comics, La Snob, a la vez que celebraron un año de vida Szama Ediciones, Le Noise y Atmósfera, y debutaron como nuevos colectivos Babel y Asedio.

Entre todos ellos y los sellos con más años de vida se presentaron al menos 40 nuevos títulos, que no solamente son una gran cantidad sino que demuestran una buena diversidad de géneros y estilos en todos los aspectos. Cabe destacar además, que en el momento de sus respectivas charlas los editores no se limitaron a comentar lo nuevo sino también hablaron de los planes a futuro inmediato y por venir.

Más voces para seguir aportando al debate de qué es la historieta argentina.

Premios Carlos Trillo

Un momento especial de la Crack Bang Boom desde el 2015 es la entrega de los Premios Carlos Trillo, cuyos nominados son seleccionados por la organización de la convención en base a todo lo publicado en el año anterior y los elegidos son votados por todos los que fueron parte del evento previamente, con lo cual principalmente son los mismos autores quienes seleccionan entre sus colegas. En su segunda edición tuvo tres grandes ganadores.

Hotel de las Ideas y Juan Sáenz Valiente, ganadores del Premio Trillo (Fotografía: Carolina Clerici)
Hotel de las Ideas y Juan Sáenz Valiente, ganadores del Premio Trillo (Fotografía: Carolina Clerici)

Uno de ellos fue Juan Sáenz Valiente, acreedor del premio al Mejor Autor Integral por La Sudestada, obra que también fue elegida como Mejor Obra Público Adulto. En ese segundo galardón se premia a la vez a la editorial Hotel de las Ideas, sello que también se quedó con el premio a Mejor Rescate de Material Previamente Editado por Sudor Sudaca.

El tercero de los destacados es la Revista Términus, ganadora como Mejor Antología por su #8 y también en Mejor Portada por el trabajo de Germán Peralta en ese mismo número.

Germán Peralta, Premio Trillo por la portada de Términus (Fotografía: Carolina Clerici)
Germán Peralta, Premio Trillo por la portada de Términus (Fotografía: Carolina Clerici)

Es destacable también que por segundo año consecutivo fue votado como Mejor Guionista el uruguayo Rodolfo Santullo, por El Oro del Zar. El ganador a Mejor Dibujante fue Jok por Merlín, mientras que la Mejor Obra de Público Infantil fue Escuela de Monstruos de Mauro Serafini y la Mejor Obra Humor Gráfico fue Judíos de Langer.

Por último, se entregó el premio Reconocimiento a la Trayectoria a Ricardo Villagrán, aunque no estuvo presente en el momento de la ceremonia.

Un futuro no del todo incierto

Con todo lo referido previamente, y mucho más que queda fuera de este texto, queda evidenciada la necesidad de este espacio de encuentro de la historieta argentina y latinoamericana para continuar su camino de crecimiento, atendiendo a su pasado, presente y futuro.

Eduardo Risso en Crack Bang Boom 7 (Fotografía: Carolina Clerici)
Eduardo Risso en Crack Bang Boom 7 (Fotografía: Carolina Clerici)

Sin embargo, por primera vez en siete años la próxima edición de Crack Bang Boom tiene un halo de incertidumbre. En el cierre del evento, cada domingo por la noche desde el 2010 Eduardo Risso confirmaba que habría más CBB por venir. En este 2016 el mensaje fue diferente, haciendo público lo que se comentaba por lo bajo. “Hay rumores instalados, les voy a contar la verdad: el problema que tenemos para el próximo año es que estos espacios se van a renovar, entonces tenemos que repensar como hacer Crack Bang Boom de aquí en adelante, porque no sabemos en verdad si vamos a poder contar con esos espacios”, señaló el artista y organizador.

Alejando temores, también afirmó: “Cuando se ve esto, el acompañamiento que hubo de parte de la gente, de todos los colaboradores, uno se siente como refrescado. A pesar de que está cansado a esta altura, uno refresca un poco el espíritu, vemos que Crack Bang Boom está vivo, y queremos mantenerlo como tal… Queremos que esto siga adelante, primero fue una piedrita, luego fueron dos, llegamos a la séptima y creemos que el evento se ha ganado un espacio importante tanto a nivel nacional como a nivel regional. Entonces no podemos perderlo”.

(Fotografía: Carolina Clerici)
(Fotografía: Carolina Clerici)

No se sabe a ciencia cierta qué ocurrirá en el futuro. Sí sabemos que durante siete años disfrutamos de esta convención, que le dio mucho a la historieta argentina en todos sus niveles (desde el público hasta los editores, pasando por autores y prensa), por lo que deseamos creer en la promesa de Eduardo Risso: Crack Bang Boom va a seguir, no se va a morir aquí, no vamos a dejar que se muera”.

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AIRE
AIRE
Lector
19 agosto, 2016 18:13

¿Son bodegas industriales donde se hace esa convención??? A ver cuando reseñan también la Mole Comic Con Internacional, de México. Aquí lo hacen en el World Trade Center de México, un lugar muuuuuuuy bonito y han estado artistas de talla mundial, como Milo Manara, este año estarán Chris Claremont, Luis Royo, Marv Wolfman, Brett Breeding, Scott Koblish, Marguerite Bennett, Tim Seeley, Mike McKone, Brandon Peterson, Brian Steelfreeze, Wes Craig, Chad Hardin, Nei Ruffino, Whilce Portacio, Alex Sinclair, Chip Zdarsky, etc. Además de muchas cosplayers internacionales bastante guapas.

AIRE
AIRE
Lector
En respuesta a  Mariano Abrach
19 agosto, 2016 18:35

Desgraciadamente no voy a poder asistir este año debido a compromisos en mi trabajo, me hubiera gustado ser «corresponsal de campo» para ZN. Ojalá y para la próxima convención si pueda ir.