Explorando Marvel NOW! Savage Wolverine

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Edición original: Enero 2013.
Guión: Frank Cho.
Dibujo: Frank Cho.
Entintado: Frank Cho.
Color: Jason Keith.
Formato: comic-book 24 pags.
Precio: $3.99.

Valoración:

 

Cuesta asimilar que haya pasado prácticamente una década desde que leyera la Shanna (no confundir con el barrio de Granada) de Frank Cho. El cómic cayó de rebote en mis manos sin saber bien de que iba aquello ni tener más contacto con el artista que alguna que otra portada o los comentarios de otros aficionados hacia su Liberty Meadows.

En la cubierta se veía una imposible mujer de la selva, sujetando una lanza en ristres mientras lucía un físico despampante que parecía acuñado por el mismísimo Dios. Teñida de rubia, su bikini parecía estar apunto de estallar en cualquier momento, mientras a sus alrededores veíamos multitud de detalles prehistóricos cuidados hasta el último detalle. Pase usted por caja.

Propiciando una árdua polémica entre los que lo disfrutaron por su naturaleza primaria y básica, y aquellos que lo criticaban por ser un cómic primario y básico, lo que encontrábamos en su interior era una exaltación a la enésima potencia de lo que nos prometía la portada. 168 páginas de espectacular dibujo en el que los bocadillos se veían reducidos un susurrado hilo musical que apenas se atrevía a molestar, dejando que fuera su voluptuoso poderío gráfico el que se apoderase de la función.

Narrándonos como una expedición viajaba a una selva prehistórica en cuyo interior encontraría las ruinas de ¡un laboratorio nazi!, que entre sus tubos de ensayo y cámaras de criogenización guardaba el tesoro de una todopoderosa divinidad rubia esperando a ser despertada. Aquella figura irreal y perfecta, escondida en el corazón de lo primitivo, dejaba ensimismados a los exploradores anónimos que se atrevían a adentrarse en los dominios de sus páginas. Regalándonos un festival de poses distraidas cuyo único objetivo era inundar nuestros ojos con los dones de la creación, el grado de carnalidad de aquel cómic era tal, que Marvel se vio obligada a sugerirle al artista que usase trucos a lo Austin Powers para que el espectador no quedase deslumbrado ante tal colección de maternales pezones y montes de Venus.

1566Pero ya era demasiado tarde, y al igual que aquellos expedicionarios aislados del mundo exterior, quedábamos irremediablemente perdidos entre las páginas de aquel cómic, mientras una marabunta de Velocirraptores se aproximaba a su localización consumiéndolo todo como una promesa de que aquel placer para los ojos llegaría a su final. Repleto de dinosaurios, la frondosa vida de lo salvaje, infinidad de planos de la protagonista y un guión que cabría en una servilleta, no se trataba de un cómic de mal gusto al que hubiera sido conveniente etiquetar con un par de «X» sino de una luminosa y necesaria fantasía adolescente que nos devolvía al esplendor de aquella lejana época entre la niñez y la madurez.

Shanna no ejercía como mera catarsis lúbrica dispuesta a satisfacer nuestros más bajos deseos, sino que se erigía como una diosa hecha carne a la que aquellos tipos rudos armados hasta los dientes se aferraban como a una madre para que los protegiese de la tormenta que se les venía encima. Y así lo haría sin necesidad de mediar apenas palabras mientras se enfrentaba a gigantescos tiranosaurios e infinitas huestes de reptiles con su cuerpo prácticamente desnudo. Porque ella es Shanna. La hembra suprema sin necesidad de más añadidos o aditivos.

Feminista definitivo, Cho nos brindó la biblia del culto a la mujer. Esa obra que versa sobre el lugar del que todos hemos salido y al que muchos queremos volver aunque solo sea de forma ocasional. Alrededor de aquella diosa no hacían falta palabras ni adornos. Su mera presencia estoica bastaba para llevar el orden en mitad del caos, rompiendo quijadas prehistóricas mientras derrumbaba todo rastro de falocracia hasta reducir a sus ministros a una caterva de niños tambaleante suplicando sus atenciones entre ruegos y pucheros (a la par que un pequeño Cho reposaba sonriendo abrazado a su regazo, soñando en la historias que escribiría sobre Ella).

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El cómic culminaría con aquel tsunami de velocirraptores cayendo sobre ella como una tormenta de esperma bíblico mientras Shanna se habría paso a base de machetazos llevándonos hasta lugar seguro. Clásico. ¿Qué donde estaban Ka-Zar y Zabú? A quién demonios le importa. El caso es que tras aquella miniserie Marvel cometió el error de publicar una secuela sin la implicación de su creador que no ha debido leer nadie mientras que Cho creaba su propio sucedáneo en páginas de Jungle Girl en Dynamite Entertaiment.

Ocho años han tenido que pasar para que el dibujante y su criatura (que no la creó él, pero como si lo hubiera hecho) volvieran a reunirse con la excusa de un nueva serie de Lobezno. Savage Wolverine intenta recuperar todo lo que fue aquella miniserie, arrancando con nuestra siempre ligera de ropa protagonista mientras acompaña a un comando de SHIELD en una misión para cartografiar la Tierra Salvaje. Tras dar con un lovecraftiano templo situado en un islote en mitad de un lago, el grupo de expedición sufrirá el ritual accidente que les obligará a luchar por sus vidas frente a tribus de neanderthales, hombres anfibio, pterodáctilos y gigantescos reptiles.

El canadiense de las garras se suma al conjunto para hacer todavía más divertido el conjunto (aunque echo en falta que vaya con el look de Indiana Jones con el que le dibujaba Alan Davis en lugar de su traje de spandex amarillo), brindándonos un espectáculo pulp repleto de desmembramientos, monstruos imposibles, secundarios cuya única función es servir de carnaza y espectáculo visual desatado. Solo hace falta algún gorila gigante. ¿Significa esto que esta serie recupera toda la grandeza de aquella mítica miniserie de culto?

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Pues por desgracia, no. Comparando este primer número de la nueva serie de Cho con su anterior acercamiento a la Tierra Salvaje, Savage Wolverine se antoja como una criatura domada en donde el artista pierde la fiereza de aquel poderío gráfico que le surgía de las entrañas para perderse entre textos de apoyo que no aportan nada necesario ni interesante a la historia. En casi todos los sentidos, se trata de un cómic que se mueve entre lo tradicional y el polvo de escritorio, con el que Cho intenta emular las narraciones en primera persona de Claremont y Miller sin salir demasiado bien parado.

Pero lo peor de todo, es que Shanna ya no es la diosa que se nos presentaba en aquella miniserie, sino que actúa con los agentes y el canadiense como si fuera una más. Esa vecinita o amiga de la infancia con la que nos reencontramos tras volver de vacaciones y nos cuenta como le fue todo en el trabajo y como están su marido y su hijo. Cae un mito. Desde la coloquial conversación entre la rubia de la Tierra Salvaje y el líder de la Patrulla-X hasta la página en la que esta luce con pose apesadumbrada mientras habla de sus vicisitudes de su día a día, es imposible evitar la sensación de que se ha esfumado la magia y que en su lugar ha quedado un producto cansado por el que empieza a notarse el paso de los años y el recuerdo de mejores años.

Al igual que su rubia protagonista, Cho parece intentar revivir el brío de aquella adolescencia desatada sin saber como hacerlo, dejando como resultado la nostalgia de un debut deliciosamente dibujado pero cuya alma se ve diluida ante unos palpables síntomas de fatiga vital. O quien sabe, quizás sea yo el que haya cambiado y los encantos de aquella miniserie que sin ser gran cosa rebosaba frescura y vitalidad ya no hagan efecto como antes. Al final, el tiempo nos pilla a todos e incluso los territorios más salvajes se ven invadidos por la enfermedad de lo cotidiano.

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@Mister_Air
@Mister_Air
Lector
17 enero, 2013 18:13

Que bien escribes jodio.

Reverend Dust
Lector
17 enero, 2013 18:19

Descartada más rápido incluso que los Thunderbolts de Way. A ésta no le doy ni el beneficio de los 3 números, que ya he tenido bastantes con el primero. Cornell, ya estás tardando.

P.D. Daniel, me ha encantado la crónica poética de tus picores y el tono del cómic así lo pedía. Tu reseña es, como si fuera esto algo nuevo, mejor que el cómic que reseñas. Aplausen. Lo único, en el penúltimo párrafo creo que quieres decir que «[…] es imposible evitar la sensación», no «tenerla». 😉

R4R3Z4
Lector
17 enero, 2013 19:05

 Ok, llevo mucho tiempo sin comentar en Zona Negativa (es que se me olvida la contraseña y luego me da pereza reestablacerla) pero este articulo me ha hecho volver a las andadas. 

-¿Seran los dinosaurios? Soy paleontologo y amo esos bichos, pero no.

-¿Seran las tias pechugonas? Pese a que una sola teta pueda mantenerme en vilo durante varias noches tampoco es eso.

-¿Sera Lobezno? Aquel tipo con garras y voz aspera era mi favorito cuando veia la serie de los X-men a la hora de merendar, pero tampoco.

-¿Entonces?

La respuesta es Shanna, o mejor dicho La Chana o aun mejor dicho Chana Town. Por favor Daniel como es que conoces tan «excelso» barrio granadino?

the drummer
the drummer
Lector
17 enero, 2013 19:28

coincido con daniel (y el reve), un tebeo del montón que, si no fuera por cho, no merecería el esfuerzo de hacerle una crítica; no obstante, y por ser cho (a mi me gusta, qué pasa?), yo le echaré un ojo al siguiente número (no sea que la cosa mejore), pero sólo por eso.

ultron_ilimitado
ultron_ilimitado
Lector
17 enero, 2013 20:19

Es lógico que esta Shanna no se parezca ni en pintura a la de la miniserie. Aquella Shanna estaba fuera de continuidad, no era la Shanna de toda la vida. Ésta si lo es.

Dicho lo cual y viendo los dibujos de Cho…Shut up and take my money!

Spirit
Spirit
Lector
17 enero, 2013 21:08

Qué bien escrita está la reseña, es verdad.

Me ha encantado especialmente las mil formas de decir que «la shanna de Cho nos pone cachondos» sin decirlo así…

Personalmente, no tengo ningún interés ni en la serie ni en Shenna (como personaje de cómic), pero es que Cho me tira mucho, y no sólo por sus féminas…escribiendo lo de Liberty Meadows tenía su mala leche y sentido del absurdo, pero nunca se lo he vuelto a ver en sus trabajos para las grandes (o para una, la Marvel).

Por cierto; a mí la Shenna que me gusta es la de Gulacy. Le daba un toque macarra y decadente, como todas las mujeres que dibuja…

master_del_frikiverso
master_del_frikiverso
Lector
17 enero, 2013 22:27

 flojo, flojo, flojo, de los peores que he leído de marvel now.

Ocioso
Ocioso
Lector
17 enero, 2013 23:06

Una advenediza. La que de verdad tenía las carnes prietas era esta.

Kravinoff
Kravinoff
Lector
17 enero, 2013 23:09

 Mal, muy mal. Que manera más absurda de desperdiciar a Cho, uno de los mejores dibujantes que pulula por la plantilla. Y no porque la serie sea mala(que si nos guiamos por este número lo es, y mucho), sino porque se antoja totalmente innecesaria. Por ejemplo, Cable y X-Force no me gusta nada, pero es necesaria dad el statu quo del UM. 

Ahora mi top:

1-New Avengers(es el cómic perfecto para mí), 2-Avengers, 3-All-New X-Men(por cierto que Jean me cae como el culo).

-1-Masacre, -2-Savage Wolverine,-3-Thunderbolts

Aparte de las tres primeras, las únicas que a mi parecer son dignas de leerse(de Now, no de Marvel en general) serían Thor. God of Thunder(aunque ahí el dios es Ribic, no Thor) y las gratas sorpresas de Avengers Arena, Journey into Mistery y X-Men Legacy. 7 de 18. Menos mal que la semana que viene se estrenan dos de las series que más espero: Young Avengers(donde Gillen humillará a Heinberg) y Uncanny X-Force.

Alejandro Ugartondo
Autor
18 enero, 2013 0:30

Esta serie se debería haber enfocado como una limited que continuara de la anterior y hubiera quedado un tomo la mar de chulo. Y si querían incluir a Lobezno que lo hubieran hecho (a fin de cuentas tiene el don de la ubicuidad, no?) y que hubieran dejado como serie regular del personaje la de Davis.

Javier Agrafojo
18 enero, 2013 2:36

A Cho le pasa como a David Lapham o a Howard Chaykin: lo que mola de verdad son sus proyectos personales, pero también es cierto que tiene que ganarse la vida. 

Kravinoff
Kravinoff
Lector
18 enero, 2013 7:59

 «Hombre, conociendo a Cho, yo diría que esta serie tiene toda la pinta de habérsela asignado él mismo. «

Ya ¿Y? Sigue estando desaprovechado. Es como Shanna la Diablesa pero sin el encanto de esta y metiendo a Aguja Dinámica porque sí.

Khonshu
Khonshu
Lector
18 enero, 2013 14:24

Es lógico que esta Shanna no se parezca ni en pintura a la de la miniserie. Aquella Shanna estaba fuera de continuidad, no era la Shanna de toda la vida. Ésta si lo es.

Es lo que dice Ultron, son personajes distintos. Aquella Shanna no se parecía demasiado a la original. De hecho, la han coloreado como la de Cho, cuando la de Marvel debería ser pelirroja y de ojos verdes (se ve que los tintes capilares y las lentillas llegan hasta la Tierra Salvaje).

Aunque Shanna siempre fue un plagio descarado de Shenna (y ni siquiera estoy seguro de que ésta fuera la mujer-Tarzán original), así que tampoco es que fuera un personaje tan bueno. La de Cho, siendo como era un refrito de historias pulp, era hasta más original.

Reverend Dust
Lector
18 enero, 2013 16:51

Hoygan, que el miércoles DC estrenó Threshold, de Keith Giffen, y por aquí no ha habido review del #1. A mí me ha gustado pero necesito un poco del background que me proporcionaría una reseña para saber quién pollas es Larfleeze y si alguno de los personajes de los Juegos del Hambre Intergalácticos (pesadicos se están poniendo con esto, que ya hay versión Marvel, DC y hasta Community).

Grasias de antebraso.

the drummer
the drummer
Lector
18 enero, 2013 16:57

el enlace de ocioso inmediatamente me ha hecho pensar el esto y no he podido por menos que enlazároslo. grandes.

FJR
FJR
Lector
18 enero, 2013 17:18

Reverend,el Larfleeze que yo conozco es el Orange Lantern que actualmente aparece en la serie de los New Guardians de Kyle Rayner y compañia,me imagino que sera el mismo

FJR
FJR
Lector
18 enero, 2013 17:53

Creo que Daniel lo ha dejado mas claro que yo

Reverend Dust
Lector
18 enero, 2013 17:59

Pues Giffen me ha contado (casi) todo eso en un simple back-up. Era por saber si tenía más historia. Gracias, Daniel. Deseando leer vuestra opinión del número.

Jordi Molinari
18 enero, 2013 18:03

La espera tendrá su recompensa 😉