Expectativas previas al estreno de Justice League

Llega por fin el momento del estreno de Justice League, el sueño para miles de millones de lectores de cómics en todo el mundo, de muchos que nunca esperamos ver una película basada en el grupo de superhéroes de cómics por excelencia. Ha sido un camino largo y sinuoso desde el estreno de Batman v Superman, lleno de miles de rumores durante el proceso, pero aquí estamos, dispuestos a ver si las cientos de elucubraciones que los fans hemos ido haciendo eran infundadas o no.

Como fan del Universo DC estoy algo tenso, pues llevo más de un año de larga espera temiendo cómo será este nuevo episodio en la macro historia que están contando Warner Bros y DC conjuntamente. He de decir antes de continuar que no me gustó BvS. Como fanático de Superman fui incapaz de dejarme llevar y disfrutar de la película, en la que vi a un Batman brillando en la oscuridad, un Alfred impecable, una Wonder Woman que llegó para robar la peli y un Lex Luthor con un nuevo enfoque que sí, me convenció. Pero me pesó tanto el lugar en el que, para mí, quedó Superman, que no conseguí disfrutar. Apagado, inmaduro, dubitativo, triste, cabizbajo y sepultado en protagonismo por Batman cuando me esperaba un nivel de importancia igualado entre las dos estrellas principales y que Superman, después de los acontecimientos de Man of Steel, ya fuera Superman. Ni siquiera en los posteriores visionados.

Siempre he sido de esos lectores de cómics que cuando ven una película basada en un cómic necesitan ver plasmada en la gran pantalla una representación fiable de los personajes, historias y todas las esencias identificativas bien reflejadas. Como no, también necesita ver a su héroe brillar. Por ello no me convenció la propuesta de Zack Snyder acerca del primer encuentro cinematográfico de los dos superhéroes más icónicos del mundo y de todos los tiempos. No comulgué con la historia, ni con la aparición de Doomsday, a quien creo que desaprovecharon para una buena película de Superman en solitario, a pesar de que me encantó ver a la Trinidad junta por primera vez en la gran pantalla, luchando contra la mortal criatura.

El acercamiento a la Justice League para mi ha ido ganando en interés conforme pasaban los meses y los tráilers. Al principio no tenía prisa ni en que llegara la fecha de estreno ni en ver los anuncios ni las primeras imágenes de la película. Necesitaba tiempo para reponerme del varapalo que supuso ver a mi héroe dentro de una cinta en la que se hablaba de él pero apenas aparecía él. Después de ver el primer tráiler y escuchar la ya famosa versión de Come Together, una de mis canciones favoritas de los Beatles, me quedé en plan «bien pero le falta algo…o alguien…». Y es que para mi no sólo me ha faltado la presencia de Superman en la promoción de la primera película de la Justice League en acción real de la historia. Me falta también Green Lantern y Detective Marciano, aunque entiendo que la presencia de este última sea más improbable por la alineación oficial de los cómics desde la llegada de los New 52.

Con el acercamiento de la fecha y los demás trailers mi interés ha ido creciendo. Tengo más curiosidad y más ganas. Pero sobre todo, ha sido el visionado de unos 7-10 minutos en exclusiva que pude disfrutar en la pasada Heroes Comic Con lo que ha hecho disparar mi hype. En esos pocos minutos vi un equipo de personajes reconocibles de DC unidos, como Justice League, para enfrentarse a Steppenwolf. Es una escena que no voy a describir para no desvelar detalles a nadie, pero sí que diré que en ella vemos al equipo salvar a unos rehenes y pelear contra el villano de Apokolips y unos parademonios y que la acción es brutal. Además, la química entre los personajes es muy orgánica, se ve una perfecta unión en la lucha, lo cual, espero que nos haga disfrutar.

Cuando llega una película de estas características hay que saber diferenciar los universos cinematográficos y literarios. Igual pasa con adaptaciones al cine de obras de teatro, series de televisión, novelas e incluso acontecimientos históricos. Hay que saber sentarse en una sala de cine a disfrutar de lo que el director, guionista y productores quieren contarte, no pensando en lo que quieres que te cuenten, juzgando todo lo que ves con el rasero de tu opinión personal. Aunque a veces duela ver cómo se retratan a tus personajes favoritos, o que cambien la manera de contar las cosas respecto a la obra original. Hay que saber cómo disfrutar, simple y llanamente.

Por todo ello, las expectativas que tengo respecto al estreno Justice League son muy altas. Estoy deseando ver cómo se unen los héroes. Cómo Batman y Wonder Woman llevan a cabo el plan de reunir al equipo para hacer frente a la amenaza que les viene encima. Quiero saber si aparecerán y qué harán Lex Luthor, Darkseid, Green Lantern y como no, Superman. En los últimos meses se hizo público que Zack Snyder abandonaba el proyecto por motivos familiares y que Joss Whedon llegaba a Warner para terminar de montar la película. Con este tema se especuló mucho, pues se habló de que el cambio del enfoque hacia un tono más luminoso de las películas del DCEU era en parte por la llegada de este director, alejado del estilo que estaba marcando Snyder. Quiero saber cómo ha quedado este tema.

No me ha gustado la caracterización de Flash y Aquaman. No veo a Barry Allen en ese joven nervioso, ingenuo y con pinta de ser el autor de los innecesarios chistes de la película. Y tampoco a Arthur Curry en ese badass con aires de bárbaro a quien no podemos quitarle la etiqueta de Conan ni mucho menos la de Khal Drogo por mucho que lo intenten vestir como al rey de Atlantis. Espero ser capaz de olvidarme de ese detalle en el momento en que se apaguen las luces y los vea interactuar. Sí que me espero mucho del Cyborg, de quien estoy deseando ver algo que sea realmente impactante, que guste y justifique la película que supuestamente va a protagonizar. ¿Y Shazam? Espero ver algo que empiece a hacernos pensar en su película.

Dicen que la película ha sido recortada en media hora, lo cual podría haber derivado en un montaje algo alocado, según las primeras críticas de quienes han tenido la oportunidad de ver un pase privado. Veremos si esa locura es coherente y no hay que esperar hasta dentro de unos meses para disfrutar de toda la trama en una versión extendida.

No olvidemos que el devenir del DCEU, a pesar de tener muchos títulos confirmados o en desarrollo para los próximos años, depende de la acogida de esta película. Justice League no es solo un título más en la lista de Warner/DC, es un importante escalón en su camino. Sobre BvS llovieron críticas por el montaje, el tono, el trato a los personajes y las motivaciones que les mueven. Y sobre Suicide Squad no cayeron excesivas alabanzas más allá de la banda sonora y algunos momentos cómicos y entrañables. Wonder Woman sí resultó un éxito, pero con esta apuesta, uniendo a los héroes para hacer una aventura de la Justice League, Warner y DC se juegan mucho. Más aún cuando los vecinos de enfrente siguen cosechando buenas cifras de taquilla y puntuaciones hagan lo que hagan.

¿Será esta la película que superará con creces el exigente listón que hemos puesto los acérrimos fans de DC? ¿Llegará al gran público, que por fin verá con buenos ojos una película de DC? Pronto lo sabremos.

Y ahora os dejo con las expectativas de mis compañeros de ZN.

Es difícil manejar las expectativas ante una película como la Liga. Como a cualquier aficionado, me resulta casi imposible no acudir al cine con toneladas de ilusión, pero también con ideas preconcebidas sobre qué tiene que ser contado.

La primera película de la Liga de la Justicia (LJ) no es cualquier cosa. Para Warner puede que sea la gran apuesta del año, para el DCEU puede que sea su gran prueba de fuego, pero para mí, como para cualquier aficionado, es la película que jamás pensé que llegaría a ver.

No me extenderé mucho en el polémico precedente que supone Batman v Superman. Cada vez se hace más evidente que las decisiones allí tomadas han sido consideradas erróneas por Warner y DC. Parece claro que la LJ tratará de cambiar diametralmente la orientación y el tono del DCEU. Un cambio que ya se ha hecho notar en Wonder Woman, con su tono clásico, que evoca al Superman de Donner. En este sentido, la LJ será una especie de enmienda a la totalidad de BvS. Sin embargo, la orientación emprendida no está exenta de peligros.

Mi problema, como siempre, es que ya tengo una idea en la cabeza. Una película de la Liga tiene que estar en la estela de los canónicos Superman y Batman, pero también de la trilogía original de Star Wars, de ESDLA o incluso de clásicos de ciencia-ficción de serie B. No unos Outsiders sino una Élite. Una película en la que se plasme a los Héroes y sus Gestas como si se tratara de un Mito, que reúna a los Siete Grandes como quién reúne a los grandes señores de unas tierras lejanas para una batalla definitiva. Si BvS debió ser y nunca fue un reflejo de aquello de “dos héroes enfrentados por sus métodos”, la LJ debería ser “la Alianza de los Mejores Héroes del Mundo”. Pero no parece que vaya a ser exactamente así. Parece que se va a imponer una visión “guerrerístico-molona” de los personajes (la herencia más pesada de la visión de Snyder) en detrimento del heroísmo clásico, un tono ligero (resultado de la competencia con Marvel) frente a la aventura épica y una dudosa distribución de roles (producto de la inevitable Bat-exploitation) con overbooking de juniors y Batman en plan papá/hombre-orquesta.

Otros elementos que me escaman son la elección del villano, sólo explicable como avanzadilla-sucedáneo de Darkseid pero que apenas dice nada como enemigo de la Liga y la a día de hoy probable ausencia de Green Lantern, donde el cameo de uno no-terrícola sería una triste concesión complaciente.

Luego está el tema de Superman. Esta será una de las claves de la película: si consigue por fin mostrar un Superman que sea digno de tal nombre, la película habrá merecido la pena. De momento no ha estado apenas en la promo pero consigue hacerse presente. Seguramente es lo que mejor ha manejado la campaña promocional. Es obvio que se le espera. Le esperamos.

En todo caso, también hay elementos que apuntan a la posibilidad de hacer una gran historia y dar solidez al DCEU: el previsible prólogo a lo ESDLA donde se fije el fondo de escenario mítico, encajando a Nuevos y Viejos Dioses o la llegada de la Liga como nueva Era de los Héroes. Esperemos que el exceso de molonismo a lo Snyder o la saturación de chascarrillos a lo Marvel no lo eche a perder.

Porque, tengámoslo claro, el peligro sigue siendo el tono. El hecho de que por no franquear la delgada línea que separa una épica aventura superheroica de una grandilocuente opereta pijamera acabes en la estela de la comedia de aventuras, muy digna ella, pero frustrante para una película de la Liga. Lamentablemente parece que el género se está orientando a eludir este peligro inyectando humor aun a riesgo de morir de sobredosis.

Quizá sea preferible rebajar el tono que volver a caer en la solemnidad hipertrofiada e impostada. Sin embargo creo que es una oposición en buena medida falsa: la primera película del género (Superman, 1978) combinaba magistral y explícitamente verosimilitud y fantasía, tragedia (Krypton), drama (Smallville), comedia (Metrópolis) y aventuras (Superman y sus hazañas). Ni siquiera la más sólida de las películas del género (El Regreso del Caballero Oscuro, 2008) está limpia de chascarrillos (“no llevo gomaespuma”, “me mordió un perro grande”, “pienso decir que todo fue idea tuya”). Obviamente no todos pueden ser Nolan o Donner y visto lo visto, mejor que Snyder no vuelva a intentarlo.

Creo que dentro de los parámetros marvelitas Wheedon hizo un buen trabajo en este sentido en Los Vengadores (2012). Pero mi temor es que al final tengamos dos películas en una, cada una producto de diferentes presiones, intereses y objetivos: una intentando ser una cosa muy seria y muy oscura recuerdo de lo que en origen tenía Snyder en la cabeza aunque acuchillada por gracietas concedidas a los productores y otra que ya descaradamente quiere ser una aventurilla divertida sin más que asegure una recepción pacífica de la crítica.

En fin, no nos dejemos vencer por la melancolía de lo que queremos que sea en detrimento de lo que es. Y lo que es lo sabremos en unos pocos días. Por fin tenemos una película de la Liga. Es nuestro momento.

Y si no, siempre nos quedará la secuela.

El viernes 17 de noviembre es un día muy especial para mí. Es especial porque recuerdo con exactitud la conversación que mantuve un día en el recreo, mientras cursaba EGB, en el que especulábamos con la posibilidad de ver una película de la Liga de la Justicia. Se acaba de estrenar el Batman de Tim Burton y era el momento idóneo para soñar despiertos.

Recuerdo como la posibilidad de ver juntos Superman, Batman, Wonder Woman y demás miembros de la Liga era algo impensable. Nuestras inexpertas mentes no acertaban a poder definir por qué de nuestro pesimismo, pero sabían que era un sueño que nunca podría hacerse realidad. Hasta mañana viernes, 17 de noviembre de 2017. Han pasado 28 años desde aquel recreo, pero por fin puedo decir que un sueño se hace realidad.

Mis expectativas son altas, muy altas, esperando una película épica, llena de carisma, intensa, profunda, dura y cruda, cargada de esperanza, en la que poder ver a mis héroes salvar el mundo del mal que lo acecha. Si esto es un sueño o no es algo que podré saberlo en muy poco tiempo.

Espero poder ver a Flash correr como nunca (aunque deba por ello pagar el precio del humor innecesario). Espero poder ver una Liga liderada por Wonder Woman y a un Batman resolutivo y taciturno que la apoye en esta dura prueba que les espera. Disfruto de cómo han trasladado a Aquaman al celuloide y un nuevo sueño se materializa ante mis cuando se habla de la película en solitario del Rey de los Océanos. Quiero ver a Cyborg asumiendo su identidad y su propia condición, sacrificarse por el bien común. Me gustaría ver un Green Lantern, o un anillo, no importa la forma, pero que la esperanza se torne verde y que la voluntad logre lo que para todos es un imposible.

El viernes se hace realidad un sueño que es en sí mismo varios sueños. La Liga llega al cine y yo voy a poder disfrutarlo pues iré al cine con ese pequeño muchacho que hace 28 años pensó que los sueños no se hacen realidad.

Y no quiero racionalizarlo, no deseo reflexionarlo. Quiero vivirlo y disfrutarlo.

Yo no vi el estreno de Man of Steel en el cine. Aún no he visto Green Lantern de Ryan Reynolds, y no me atreví a dar el paso con la primera película de Zack Snyder durante años. En su día, fue muy criticada, y tras la decepción de Superman Returns, no sabía qué hacer. Finalmente la vi, cuando ya oteaba en el horizonte el estreno de Batman vs. Superman. Y resultó que era una película muy buena, mejor y más disfrutable que algunas películas de Marvel que había visto hasta ese momento.

Seguramente pocos se acuerdan de cuan se criticó en su momento, pues se estrenó su secuela Batman vs. Superman, quien fue el foco de las críticas nuevamente. Pero ya estaba preparado, y esta vez en un cine, volví a salir satisfecho con el trabajo realizado por Snyder. Y las críticas furibundas se apaciguaron con el rechazo cuasi unánime a Suicide Squad. Casi parece que el odio es concentrado y de corto recorrido. Y una vez encontrado un objetivo más reciente, el tiempo pone en su justa medida las obras pasadas – suele pasar lo mismo con las WrestleMania de la WWE -.

Dicha tendencia se truncó con la última película, con el debut en solitario de Wonder Woman en el cine. Una clara mejora en el universo cinematográfico DC, gracias al buen hacer de Patty Jenkins y Gal Gadot – y resto de amazonas -, y posiblemente la mejor desde que se inició con Man of Steel. Si esperase a las primeras críticas, podría estar asustado. Si ya hubo críticas injustas habiendo valorado mal la anterior, ¿podrían ser estas aún más destructivas?

Pero para ello, debería haber algo que no me hiciera ir al cine este mismo viernes – y si pudiese, el jueves -. En cambio, tengo un montón de positivas, y que Josh Whedon haya estado en post-producción no es una de ellas. Tampoco negativa, simplemente algo anecdótico. Recordad estas palabras, pues seguramente en los años venideros sea una de las mayores verdades sobre Justice League.

Me gustó la trilogía principal de películas que preceden esta entrega conjunta. Estoy enamorado de Gal Gadot desde la saga Fast & Furious. Jason Momoa me encanta, y además hará de Aquaman, mi superhéroe preferido entre la alineación original presentada para la película. Ezra Miller me da buenas vibraciones como The Flash. Y con Ray Fisher, nunca me he cortado las venas por tener a Cyborg de miembro fundador de la Liga. Oh si, que también está Batman. Bien por Ben Affleck.

Y el villano, me parece interesante y enlaza con una etapa con la que disfruté lo suyo en los cómics. No diré nada más, por si eres más afortunado que yo, y aún no conoces la identidad de la amenaza en Justice League. Tampoco voy con expectativas desorbitadas, soy plenamente consciente de hasta dónde puede llegar el producto que me ofrecerá Snyder y Warner Bros. Pero es la primera vez que veremos a la Liga junta en la gran pantalla. Esa ilusión no me la va a quitar nadie. Y hay temas de la banda sonora que me pondrán los pelos de punta. Y ojalá en algún momento de la película, mis pupilas tengan un resplandor verde.

Nos vemos el viernes en el cine.

Más allá de la historia, la cual ha de atrapar tanto a críos de 8 años, a jóvenes de 20 y a… jóvenes de cuarenta – tarea difícil por otra parte-, mi ilusión es ver sobre todo tres escenarios, los cuales tampoco debieran ocupar apenas metraje, pero con los que me iría a mi casa con una sonrisa en la boca.
El primero de ellos es mi mayor deseo, y más aún en el año en el que se celebra el centenario del nacimiento de Kirby, pero también el mas improbable. En mi cabeza está, levantarme de la butaca y aplaudir, cuando para presentar el origen del personaje de Steppenwolf, Snyder nos relate en apenas cinco minutos, el enfrentamiento entre Nueva Génesis y Apokolips, apareciendo por tanto, Highfather, Darkseid, Metrón, Orion, Mr. Miracle, Kalibak, Lightray…de pensarlo me emociono.

El segundo, es que la escena de Batman vs Superman, en la que Flash aparece en la batcueva y espeta a Bruce que ha llegado demasiado pronto, que Lois es la clave, tenga relación con el escenario que mucho vieron en esa misma película, como referencia a Injustice. No sé, en mi caso, desearía que todo ello estuviese conectado con el mundo de Flashpoint – y por lo visto, diferente al cómic- o con una conexión con el Multiverso, siendo aquella una de las 52 tierras.

Y el tercero, que si o si ha de aparecer, es en la batalla final, cuando todo parece perdido para la Liga de la Justicia en su enfrentamiento contra Steppenwolf y el ejercito de parademonios – ¿o el villano escondido será Darkseid?- el cielo se nubla de verde y clama: In brightest day, in blackest night, no Evil shall escape my sight. Let those who worship Evil’s might, beware my power–Green Lantern’s light.

En definitiva, espero divertirme, entretenerme, sorprenderme, observar las referencias comiquieras y ver como se abren puertas para el Cuarto Mundo, el Multiverso y los Green Lanterns.

¿Superman? Bueno, nadie puede dudar que tendrá un regreso triunfante y que será el protagonista absoluto de la película, tanto siendo ausente como presente. A pesar de ello, creo que saldré del cine e iré a la tienda de juguetes a comprarme una figura de Aquaman. ¡Momoa mola!

¿Y tú? Qué te esperas de Justice League?

Voy a empezar con polémica: me confieso un gran defensor de Batman V Superman: El amanecer de la Justicia, y me encanta el cine de Zack Snyder. Tanto es así de hecho, que BVS es mi película favorita del DCEU, por encima incluso de la reciente y notable Wonder Woman. Por lo que, a pesar del abandono de Snyder por motivos familiares, el hecho de que haya rodado casi toda la Liga de la Justicia salvo algunas escenas y postproducción, es para mí una gran noticia. Y sí, el hecho de que Joss Wheedon se encargase de perfilar la película también me pareció una buena noticia. Por lo que, no espero sino una excelente película, así en términos generales, que me haga disfrutar y vibrar como lo han hecho las anteriores (excepto Escuadrón Suicida), y sobre todo que convenza a los fans y al gran público, que es el que se deja el dinero en las salas de cine. Poco me importa que le guste a la crítica “especializada” o no, ya que sabemos que Snyder no es precisamente santo de su devoción, y cuando un director no gusta a la crítica, lo destrozan allá por donde vaya.

¿Y qué espero encontrarme en la película? Pues entrando en detalles concretos, espero que el Batman de Affleck, que me encanta, adquiera el protagonismo de líder que los tráileres parecen indicar, junto a la incombustible Wonder Woman de Gal Gadot. Espero que ese Flash que no parece convencer en un principio, me gane por completo, porque Ezra Miller es un gran actor capaz de meterse a la gente en el bolsillo con poquito esfuerzo. Espero que Cyborg tenga un papel importante, y no sea el típico chico informático/solución rápida de guion que es en los cómics de la Liga de la Justicia desde su incorporación por parte de Geoff Johns allá por 2011. Espero que aparezca sino el propio personaje, algún atisbo de Hal Jordan o de los Green Lanterns en general, y que el renacimiento de Superman, evidente para todo aficionado a los cómics, sea épico y emotivo, como el personaje se merece. Y, sobre todo, espero que sea una película repleta de acción, que encandile al público general, como he comentado antes, y que los aficionados del universo DC no olvidemos jamás, y no porque sea una fecha histórica, como es la primera adaptación al cine de la Liga de la Justicia, sino porque es una maravilla de película. No sé por qué, pero creo que mis deseos se van a hacer realidad…

No me siento particularmente interpelado por el cine de Zack Snyder. Considero que es un director un tanto limitado, y con un punto de vista que va en sentido contrario al mío. Por otra parte, creo que el Universo DC cinematográfico se ha construido a trompicones, con prisas, olvidando una serie de aspectos que contribuirían a enriquecer su universo.

Un mal común en el cine de superhéroes es que se olvida de ser, en primer lugar, una experiencia cinematográfica satisfactoria, para convertirse en una sucesión vacía de guiños y una promesa de que “lo mejor está por llegar”, aunque eso nunca llegue a materializarse. Me temo que esta Liga de la Justicia va a jugar en esos términos.

Y a pesar de todo lo mencionado, sigo teniendo cierta ilusión infantil. Sigo alucinando y agradeciendo que nos llegue tanta adaptación de personajes que ni en nuestros sueños hubiésemos imaginado que tendríamos. Es la Liga de la Justicia. Es algo especial que todos los lectores de cómics siempre hemos deseado ver. Probablemente no sea la mejor adaptación de la Liga, pero es una que, por lo menos, parece que tiene algo que decir.

Esperemos que se haga Justicia con los personajes, con sus interacciones y que DC, al fin, dé pasos seguros en la dirección adecuada.