Excalibur: Mojo Mayhem

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Edición original: Marvel Comics – diciembre 1989
Edición España: Comics Forum – enero 1990
Guión: Chris Claremont
Dibujo: Arthur Adams
Entintado: Terry Austin, Bob Wiacek
Color: Glynis Oliver
Portada: Arthur Adams, Terry Austin
Precio: 475 pesetas (tomo en formato prestigio de 48 páginas)

 

Durante la segunda mitad de la década de los ochenta del siglo pasado, las colaboraciones entre Arthur Adams y Chris Claremont en la franquicia mutante fueron sinónimo de proyectos especiales en los que el dibujante desplegaba su talento, para deleite de la parroquia lectora. El hombre que empezara emulando a Michael Golden, iba ganando fama y prestigio con cada trabajo y, para el final del decenio, ya era uno de esos nombres cuya presencia llamaba la atención y servía de gancho para las ventas. Mojo Mayhem o «el caos de Mojo» es un ejemplo de esas empresas donde, además se combinan la presencia de un dibujante de éxito con el formato de moda en aquellos días y la última creación del patriarca mutante para la escudería.

En primer lugar, hay que recordar que, cuando Claremont convenció a Alan Davis para llevar a cabo una serie regular, el primero tenía una bien ganada fama como escritor de corte dramático. Las aventuras o, más bien, desventuras de la Patrulla-X encajaban perfectamente en la definición de culebrón y para la soldadesca de la escuela de don Charles, el mundo era un valle de lágrimas al que se venía a sufrir. En Excalibur, decidió cambiar de registro y presentar una propuesta en la que el humor llevara la voz cantante. La iniciativa bien podía enmarcarse dentro de la línea iniciada por la Liga de la Justicia Internacional de Giffen, DeMatteis y Maguire y, como el grupo de la distinguida competencia, pronto concitó interés. Alan Davis aportaría su talento para conseguir la vis cómica de unos personajes definidos tradicionalmente por la tragedia y colocarles en una Gran Bretaña configurada a partir de los tópicos sobre Londres y el pueblo británico. Él daría la imagen arquetípica de Excalibur y, pocos años después, sería también el guionista que crearía la etapa definitiva del grupo pero, en 1989, la colección ya ha quedado aposentada como algo bien distinto de lo que hubiera sido una Patrulla-X europea. Humor, dimensiones alternativas y un grupo con dificultades para actuar en equipo, eran las premisas de una de las sensaciones de ese período.

En segundo lugar, hay que indicar que, en aquellos días, tanto Marvel como DC experimentaban con un nuevo formato en el mercado, que combinaba un número superior de páginas con la encuadernación en lomo. La presentación de Excalibur como grupo se produjo en una publicación de esas características, la cual inauguró la colección antológica en la que Forum publicó en España buena parte de los productos marvelianos editados originalmente en ese formato, denominado prestigio. Mojo Mayhem sería la segunda aventura del grupo en ese tipo de continente y, para el caso de nuestro país, se editó al mes de su publicación en el mercado anglosajón.

En tercer y último lugar, es menester mencionar la presencia de los Bebés-X en la historia. Aunque el título del cómic lleva el nombre de Excalibur, los verdaderos protagonistas son unas versiones infantiles de la Patrulla-X que, en ese momento, había sido dada por muerta durante La caída de los mutantes. La premisa de unas versiones infantiles del equipo-X por antonomasia, se presentó durante una aventura especial -en la que los personajes originales eran revertidos a la infancia- y, poco después, pasó a ser reutilizada y recreada por Mojo, el demente tirano catódico creado por Adams y Ann Nocenti en la miniserie de Longshot. Compungido y cabreado por el sacrificio del grupo que consideraba propiedad de su cadena televisiva, se lanza a un disparatado proceso creativo de versiones patrulleras -a cual más chiflada- hasta que crea / consigue a unos nuevos Bebés-X. Esta segunda aparición servirá para aposentar definitivamente la idea y para consecuentemente, tener cada cierto tiempo de visita a estos infantes con pijama y poderes.

La historia comienza cuando la versión reducida de la Patrulla-X intenta escapar de un Mojo que pretende colocarles -literal y metafóricamente- la marca de su propiedad. Acompañados por Rita Carambola -la especialista de cine que conociera Longshot en su miniserie- sembrarán el caos por los dominios del seboso ser-sillón, hasta dar con sus juveniles osamentas en la Tierra. Allí se toparan con Kitty Pryde, la cual disfruta -o eso cree- de un fin de semana de música y relajación, antes de que todo su equipo deba servir como escolta en una boda real. La que antaño fuera la miembro más joven e inexperta de la Patrulla-X, se verá en la curiosa situación de convertirse en protectora de unas criaturas que comparten los poderes y la personalidad de sus amistades «difuntas». Para Kate, cada gesto de esta revoltosa tribu evoca recuerdos de amigos, mentora y amante, por lo que redoblará sus esfuerzos para evitar que Mojo recupere el control sobre la misma. El brazo ejecutor del tirano extra-dimensional será el Agente, un cazador -cuyo aspecto evoca el de un desenmascarado Darth Vader- con la orden de capturar vía contrato al colectivo fugado.

La aventura es una entretenida sucesión de persecuciones y peleas en las que Pryde debe asumir el papel de adulta, intentando que sus protegidos no se desmanden ni acaben en las manos de su incansable perseguidor. El relato combina elementos de Aventuras en la gran ciudad con Diez negritos, más unos toques de El prisionero de Zenda (novela que Claremont ya homenajeara en la serie mutante principal). En cuarenta y ocho páginas hay espacio hasta para que el equipo creativo del tebeo aparezca, en un ejercicio de interacción entre creadores y creaciones. Por lo que a Adams respecta, hay que indicar que se reencuentra con algunas de sus más populares creaciones -Mojo, los Bebés-X, Rita Carambola…- y se adapta bien a las premisas gráficas de Excalibur, haciendo de este tomo un producto que no desmerece al de presentación del equipo. Sin embargo, hay que indicar igualmente que, aquí, la carga satírica inherente al Mojoverso -un mundo dominado según los designios de la audiencia televisiva- se convierte en un humor más ligero y casi blanco. En su primera aparición, aquella dimensión catódica tenía un elemento oscuro, desagradable y desazonador que, poco a poco, fue desapareciendo hasta convertir a Mojo y compañía en un chiste recurrente. La revisión de aquellas historias -más largas, más cortas- escritas por Claremont, me hace pensar en las posibilidades de aquella anunciada y malograda continuación de las aventuras de Longshot, firmadas por el mismo equipo creativo. Don Chris podía ser muy bueno en lo suyo pero, ciertamente, carecía de la retranca de Ann Nocenti y, quizá por eso, el churrero oficial de la casa de las ideas nunca terminó de encajar en la franquicia mutante. Aquí, el escenario televisivo del Mojoverso da para unos cuantos guiños irónicos en torno a la competencia Marvel-DC y al desequilibrio entre productoras y currantes.

En conclusión, tengo que decir que Mojo Mayhem es una aventura entretenida en la que Gatasombra lleva la voz cantante y el patriarca mutante aprovecha para echar una mirada a la forma en la que Pryde vive con la pérdida de la que fuera su familia adoptiva. Buen guión, mejor dibujo y un tebeo de los tiempos en los que en formato prestigio se publicaban historias dignas de esa denominación y en los que Excalibur era uno de los puntos de interés del momento.

  Edición original: Marvel Comics – diciembre 1989 Edición España: Comics Forum – enero 1990 Guión: Chris Claremont Dibujo: Arthur Adams Entintado: Terry Austin, Bob Wiacek Color: Glynis Oliver Portada: Arthur Adams, Terry Austin Precio: 475 pesetas (tomo en formato prestigio de 48 páginas)   Durante la segunda mitad de…
Guión - 7.8
Dibujo - 8.3
Interés - 7.8

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Drury Walker
Drury Walker
Lector
25 marzo, 2018 15:07

Para mí fue una decepción, cuando lo leí me dejó más bien frío. Por un lado me parecía que Adams estaba un peldaño por debajo de otros trabajos con Claremont. Por otro, respecto al guión, lo que apuntas: el tono me parece equivocado. Sobre Mojo, como dices, no tiene el mordiente de Nocenti, ni siquiera el conciso, rotundo y «grand-guignolesco» enfoque de la historia corta del anual de «La guerra de la evolución» de los mismos autores. Un humor demasiado blanco para Mundomojo y los Bebés-X y un exceso de melodrama para lo que era habitual en la serie regular de Excalibur, conformando un trabajo que parece hasta rutinario cuando por presentación y ambición se supone que es un proyecto «especial». No es malo (los autores en ese momento tenían un nivel), pero es fallido a mi entender.

Por cierto, seguid con esta iniciativa de los días, que da mucha alegría!

Gusgus
Gusgus
Lector
26 marzo, 2018 5:50

Siendo uno de los primeros comics que cayeron en mis manos de Forum (que tiempos aquellos) luego de solo leer las antológicas argentinas (Fantasía, Nippur, etc) y Condorito, me pareció genial. Los personajes sumamente interesantes, sobre todo Kitty y a pesar de la brevísima aparición Fenix. Los bebes x. Mojo. Etc. En aquella época también descubrí la Legión de SH de Zinco (que le gano en simpatía a Excalibur, que se le va a hacer) así que tal vez mi opinión este parcializada. Pero, lo he vuelto a leer recientemente, y me sigue pareciendo encantador.