Entrevista con Javier Rodríguez

Entrevistamos a Javier Rodríguez, dibujante español conocido por 'Spider-Woman' y, próximamente, 'Doctor Strange and the Sorcerers Supreme'.

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Nacido en Oviedo en 1972. Autor de Love Gun. Colaborador en El Víbora. Guitarrista. Colorista. Dibujante de Spider-Woman. Javier Rodríguez es un talento patrio impresionante. En los últimos años le hemos visto prodigarse en Marvel Comics. En aras del inminente estreno de Doctor Strange and the Sorcerers Supreme, os ofrecemos una entrevista para que podáis conocerle un poco mejor.

Javier Rodríguez

Entrevista con Javier Rodríguez

Nacho Teso: Lo primero de todo, gracias por acceder a esta entrevista. La primera pregunta es casi obligada, ¿cómo empezaste a leer cómics?

Javier Rodríguez: Gracias a vosotros por el interés. Lo correcto sería decir que empecé a leer con cómics. Como todo el mundo de mi generación Don Mikis, tebeos de Bruguera, superhéroes de Vértice y Bruguera y los que le cogía a mi padre. Tengo el recuerdo de que el día que mi padre entró por la puerta con el número 1 de El Víbora a mi me traía el primer número de Superlópez de la colección Olé.

N.T.: ¿Cuáles fueron tus principales inspiraciones? ¿Hubo algún momento concreto en el que supieras con certeza a lo que te ibas a dedicar? ¿Qué carrera estudiaste?

J.R.: Me inspiraba todo. Pero sobre todo el cómic estadounidense y europeo. La lista de autores es infinita. De niño odiaba el fútbol pero con 12 años te podía hablar de Richard Corben o Moebius con argumentos. Bueno, los argumentos que me daban la Historia de los Comics de Toutain y Coma y fanzines como la revista El Wendigo.

Corben me encantaba, aún hoy en día no me explico de donde salía ese talento inmenso. Y luego, como todo aficionado que creció en los 80 me impactó mucho las obra de John Byrne, Walter Simonson, Frank Miller y otros muchos contemporáneos. Eran los autores de mi tiempo y así los viví, con pasión adolescente. Los seguía mes a mes, con ganas de una nueva entrega. Seguía leyendo mucho material enfocado a lectores más adultos, que era la manera en la que aquella época se calificaban las obras con desnudos o violencia explícita. Leía de todo vaya. Y de esas primeras lecturas, de lo pulp y de lo callejero, del compartir, del arte barato y pobre, que son los tebeos populares en aquellos años, pues de ahí vengo yo. Son tanto los autores que me gustan, tantas las influencias que es imposible de hacer una lista. Creo que en general nos pasa un poco a todos los que nos gusta este medio, ¿no?

Contrato con Dios Si debo de decir uno creo que el autor y la obra que me hizo click, que me dio pistas de que aquello iba en serio, fue Will Eisner y en especial Contrato con Dios y en particular “Cookalein”, la última historieta de ese libro. Igual, sin querer ¿es la historieta que más me haya influido nunca? No sé, por el momento en que la leí, de niño, y la cantidad de huecos que rellené con la imaginación, sin estar familiarizado con lo que allí se contaba previamente y con esos personajes… Era la primera vez que leía una interacción entre varios personajes así, todo era creíble, tenía peso. Me cuesta describirlo brevemente en una entrevista. Y probablemente en otra entrevista hace años habré dicho otra cosa, estas cosas pasan. Vienen y van de la memoria.

No tengo ninguna carrera. He estudiado Diseño Gráfico y Fotografía en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios de Oviedo.

N.T.: ¿Qué nos puedes contar de tu experiencia profesional antes de dar el salto al mercado estadounidense? ¿Cuál fue tu primer trabajo?

J.R.: Dibujo cómics desde que tengo uso de razón. De crío era la manera de relacionarme con el mundo. Vivía en Gijón y a nivel local ya había publicado alguna cosa. Sobre todo me autopublicaba, con trabajos como Love Gun llegué a pagarme el alquiler. La verdad es que aprendí a vivir con muy poco y es por eso que me pude dedicar a hacer tebeos. Para mi fue capital trabajar en equipo y compartir local con autores como German García o Marco Recuero. Y en especial con mi amigo Igor Medio, llegamos a escribir y dibujar Love Gun sin diferenciar tareas y aprendimos muchísimo el uno del otro.

El primer tebeo con un contrato profesional de por medio vino de la revista El Víbora y en especial por parte de Hernán Migoya, que confió en mi para que publicara una pequeña historieta en el especial de cómic independiente de la revista y posteriormente la serie Paraíso.

«Sobre todo me autopublicaba, con trabajos como Love Gun llegué a pagarme el alquiler».

Desde entonces colaboré años con El Víbora, incluso trabajando con guiones de otros autores como Mauro Entrialgo. Mas tarde pasé a Glènat España, con dos álbumes Wake Up y Miedo (este último con guión de D. Muñoz y Antonio Trashorras). También hice la serie Lolita HR para Les Humanoïdoes Associés con guiones de Delphine Rieù. La serie Crononautas para la revista Mister K. E infinidad de colaboraciones aquí y allá.

Doy toda esta información sólo para que conste que antes de empezar a publicar en Estados Unidos llevaba años trabajando en España y algo para Francia.

N.T.: Batgirl: Year One fue tu debut, como colorista, para DC Comics. ¿Cómo fue aquella transición al cómic estadounidense? ¿Cómo conseguiste el trabajo?

Batgirl: Año Uno J.R.: La transición vendría más tarde, poco a poco y a lo largo de los años. Empece de colorista de manera casual. Mi amigo Marcos Martín quería tener mayor control sobre su obra de la que brindaban las editoriales por aquel entonces si trabajabas a distancia. Pensó, creo que con acierto, que tener una relación estrecha con los colaboradores mejoraría la calidad de la obra. Y así fue. Yo acababa de publicar Wake Up, mi primer álbum para Glènat, A Marcos le gustó el color y me propuso para el trabajo. El editor que teníamos de aquella en DC Comics aceptó y ahí empieza la aventura. Yo necesitaba un ingreso fijo suplementario a lo que ganaba por mis propios cómics y me lancé de cabeza pese a que tenía los medios técnicos justos. Batgirl está coloreado con el ratón de un ordenador muy corto de potencia, a golpe de click. Hoy sería una locura, ¿no? Tardé unos años en comprar mi primera tableta gráfica.

N.T.: Últimamente estás destacando como dibujante, especialmente en Spider-Woman junto a Dennis Hopeless. Sin embargo, tu principal labor a lo largo de los años ha sido como colorista. ¿Qué nos puedes contar al respecto? ¿Recibe la debida atención? ¿Qué dificultades acarrea?

J.R.: Bueno, el rol del colorista en los cómics de producción masiva, “mainstream”, gana mucho peso con la irrupción del coloreado digital. De la noche a la mañana pasan a ser parte crucial del acabado final de la obra pues los coloristas dibujan muchísimo. Esto es algo que me llama la atención, si participas del modelado, del render como se dice en inglés, estás dibujando. Intercedes muchísimo en la obra. Hay dibujantes muy mediocres que se salvan gracias a grandes coloristas. No sé, las anécdotas son muchísimas.

He sido colorista porque me pagaba el alquiler haciendo una actividad relacionada con el medio que me gusta y conozco. Pero siempre he querido estar donde estoy ahora. Lo prefiero. Es como cuando te das un paseo por el mundo del cine y ves que las aspiraciones de la mayoría de los profesionales es ser director. O por la música, la mayoría de los técnicos que montan los amplificadores o afinan las guitarras les gustaría ser ellos los que llenan la sala del concierto. Lo cual no quita que con los años te conviertas en un magnífico profesional de lo tuyo.

Mi propuesta favorita de color va ligada a colores más bien planos, que dejen trabajar a la línea en lo visual y que la empoderen, que den al trazo del dibujo protagonismo. Creo que eso hace que la lectura se parezca más a como a mi me gusta leer. Pero bueno, esto puede cambiar según el proyecto y las necesidades de lo que se cuente. Todos los estilos me gustan siempre que se adecuen a lo que me cuente la historieta.

«Siempre he querido estar donde estoy ahora».

N.T.: También te estás prodigando como portadista. ¿Prefieres hacer las portadas de los cómics que dibujas? ¿Cuánta libertad tienes?

J.R.: La portada en el mundo del cómic es muy importante. Quizás lo fue más, pues antes la mayoría de las veces era la única información que te venía de lo que hay en el interior. Creo que en el mundo del comic-book se ha cuidado muchísimo más el concepto de portada que en el resto. Grandes portadas hay en todos los sitios y épocas, pero el poderío que ha tenido a lo largo del siglo XX una buena portada en el género de los superhéroes en particular es indudable. Sólo se me ocurre a ese nivel los cómics de Bruguera en España o la escuela Francobelga, con Hergé, Morris, Uderzo… a la cabeza.

Y sí, me gusta hacer las portadas de los cómics que dibujo. Es difícil llegar a conseguirlo pero una vez que las haces la libertad es amplia.

N.T.: De todos los autores con los que has trabajado hasta la fecha, ¿con quién te quedas? ¿Por qué? ¿Alguna anécdota interesante?

J.R.: Si tengo que quedarme con uno es con Marcos Martín. Básicamente porque a su ayuda le debo media carrera y porque es un talento enorme del que aprendí muchísimo. Con Javier Pulido me pasa algo parecido.

Tengo también mucho cariño a la etapa de Daredevil, especialmente con Chris Samnee. Fueron muchos números y el equipo creativo genial. Especialmente porque fue cuando pude por fin empezar mi colaboración con Álvaro López. Álvaro es mucho más que un entintador. Se ha convertido en una parte esencial de los tebeos en los que participo.

«Álvaro López se ha convertido en una parte esencial de los tebeos en los que participo».

Me gustaría destacar la etapa que estuve coloreando a Alan Davis. Era uno de los autores que más admiré de niño y todo un reto colorearlo. Confió en mi de pleno y yo probé cosas que nunca hubiera imaginado. Fue una manera de trabajar muy especial, muy tutelada, con muchos errores por mi parte, pues me tiraba mucho a la piscina, pero de muchísimo aprendizaje en muchos niveles. Desde el color mismo hasta como ha de escribirse un email entre autores de manera correcta y educada. Una experiencia muy enriquecedora.

N.T.: Hemos mencionado ya tu etapa en Spider-Woman, quizá la más importante en Marvel. ¿Cómo ha sido esta experiencia?

Spider-Woman J.R.: Bueno, es obvio que hay un antes y un después. Primero porque era la primera vez que me ponía al frente de una colección. Segundo porque era un personaje de mis favoritos de niño. Sé que suena un poco hortera pero toda la imaginería pop que rodea a los superhéroes es importante y extra motivante en mi caso. Y luego porque fue una manera de usar las adversidades que me iba encontrando para que estuvieran a favor y no en contra. ¡Hay muchas anécdotas pero tampoco quiero que esta entrevista parezca mi autobiografía!

Fue una etapa muy intensa tanto para el personaje como para los que estábamos detrás y estoy convencido que sus peculiaridades serán puestas en valor más adelante. Trabajar con Dennis Hopeless fue una magnífica experiencia que espero se repita en el futuro.

N.T.: Y ahora, Doctor Strange: Sorcerers Supreme, un cambio respecto a tus asignaciones habituales en la franquicia arácnida. ¿Cómo te ofrecieron este proyecto? ¿Qué retos se te plantean? ¿Qué nos puedes contar?

Doctor Strange and the Sorcerers Supreme J.R.: Bueno, fue una propuesta de Nick Lowe en un momento oportuno. Veremos a ver que tal se desarrolla. En el momento que escribo esto estoy con el número 3 de la colección y los retos son muchos. Empiezo con un guionista nuevo, Robbie Thompson, el cual es brillante. Me gusta mucho como construye los personajes. Se trata de un grupo de hechiceros supremos, es decir mucha gente en escena todo el tiempo. Es una colección que empieza muy tranquila y reposada y de repente ya no paran de pasar cosas, se transforma en una montaña rusa con personajes de lo más peculiar. Lo estoy pasando bien, la verdad.

Por otro lado el equipo es una maravilla, del primero al último de los colaboradores.

N.T.: ¿Qué personajes te gustaría dibujar de entre aquellos con los que todavía no has tenido la oportunidad? Sea o no de Marvel.

J.R.: Los 4 Fantásticos y los Inhumanos por puro fetichismo. Pero más que los personajes me gusta hablar de el proyecto en si, lo interesante que este sea.

N.T.: Lo mismo, para guionistas. ¿Con quién te gustaría trabajar?

J.R.: He tenido suerte de trabajar con guionistas increíbles hasta ahora. Me gustaría algún día dibujar un guión de Albert Monteys.

N.T.: ¿Algún deseo de trabajar como autor completo en el futuro?

J.R.: Sí, claro. Espero volver a eso algún día. Tampoco me quita el sueño cuando esto suceda de nuevo.

«Me gustaría algún día dibujar un guión de Albert Monteys».

N.T.: ¿Cómo es tu método de trabajo? ¿Qué referencias utilizas a la hora de dibujar? Si no me equivoco, cuando estabas trabajando en un número anual para Superior Spider-Man, dijiste que usabas a Cristiano Ronaldo de referencia para el arácnido.

J.R.: Bueno, trabajo muchas horas y procuro que me rindan lo más posible. Horario de oficina. Y me inspira todo. Leo el guión y ahí es cuando hago la búsqueda de referencias si son necesarias. Visuales o sencillamente conceptos, ideas. No recordaba lo de Ronaldo, me imagino que sería para cuando el cuerpo de Peter Parker estaba ocupado por el malvado profesor Otto Octavius.

N.T.: De los diseños que has realizado, ¿cuáles son tus favoritos?

J.R.: ¿Te refieres en mi trabajo para Marvel? Quizás las dos hechiceras supremas que veréis en la nueva colección del Doctor Extraño, Nina y Kushala.

N.T.: En los últimos años, Marvel se ha caracterizado por sus relanzamientos. Marvel Now, All-New Marvel Now, All-New All-Different Marvel y ahora, Marvel Now otra vez. ¿Cómo vivís los autores estos movimientos?

J.R.: En mi caso con dolores de cabeza pues suele suponer un corte en la trama en la que estés metido. Hablo como alguien que lo vive desde las colecciones pequeñas y de repente un evento irrumpe como un elefante en la cacharrería. Pero bueno, es algo intrínseco al concepto mismo de la editorial y la propuesta de negocio. Poco puedo hacer yo.

N.T.: ¿Cómo lidias con las críticas?

J.R.: Depende de quien las escriba o donde se publiquen me las leo o no. Me gustaría que hubiera más y más especializadas. Con tanta diversidad de publicaciones de todo pelaje, con tanto donde elegir, la crítica especializada, y hasta la reseña del lector casual, es nuestro aliada. Tenemos que tener más y mejores medios y escritores de crítica.

Página de Spider-WomanHobgoblin

N.T.: ¿Cuáles han sido los momentos más duros en tu carrera? ¿Cuáles han sido los mejores momentos?

J.R.: Los más duros han sido cuando no me han pagado por el trabajo. Empleas muchísimas horas por muy poco y si un editor falla tu vida se transforma en una tragedia. A mi me pasó hace años con una editorial francesa y tardé en recuperarme del mazazo.

El mejor momento sería el actual y probablemente cada vez que debuto con un nuevo proyecto. Me hizo mucha ilusión la primera vez que publiqué en El Víbora y la primera vez que lo hice en Marvel. Tanto La Cúpula como Marvel son las dos editoriales (ya que no existe Toutain) más importantes en mi vida como lector.

N.T.: Hablemos de tus gustos. ¿Cuáles son tus lecturas favoritas actuales?

J.R.: Leo mucho menos de lo que me gustaría. Doy prioridad a lo que producen mis amigos. Así que sigo Barrier, Mirror, Universe, Moon Girl and Devil Dinosaur… Me gusta mucho The Vision. Y releo mucho, también. Estoy repasando Kirby y Ditko un día sí y otro también.

N.T.: ¿Y en otros medios? ¿Qué películas, libros, series… estás disfrutando?

J.R.: La última película que vi fue High Rise y me gustó mucho. Soy muy fan de Ballard y me gusta la adaptación. Libros voy leyendo 5 a la vez. Empezando con calma la autobiografía de Springsteen y El Sombrero del Malo de Chuck Klosterman. Series trago muchas porque son cortas y no veo la tele. Me gustó mucho la última de The Walking Dead.

«Estoy repasando Kirby y Ditko un día sí y otro también».

N.T.: Fuiste guitarrista en el grupo musical Kactus Jack. ¿Sigues tocando? ¿Qué recuerdas de aquel entonces?

J.R.: Sigo tocando. Tocar la guitarra, o cualquier instrumento, aunque sea a un nivel básico como el mío, es una actividad que recomiendo a quien sea. El grupo se reúne de vez en cuando y está muy bien.

Una vez al año hacemos una reunión un grupo de personas que llamamos Monster of Rock. Nos reunimos una tarde Pedro Vera, Pepe Colubi, Fredi García y Juan Carlos Díaz (estos dos últimos del grupo Scandal Jackson) y despachamos covers de toda la vida. Al más puro estilo pub rock y para pasar un buen rato. Con Fredi tengo un proyecto un poco aparcado pero que espero vitalicemos de nuevo un día de estos llamado Hermanos Laser.

De la etapa en Kactus Jack recuerdo aprender mucho de la cultura “do it yourserlf”, tan de los 90. Mucha disciplina y autogestión para llevar a cabo tus proyectos. Aprender a trabajar duro.

N.T.: ¿Qué opinas del estado de la industria del cómic en España?

J.R.: Pienso que la industria específica del cómic no existe. Hay grupos editoriales grandes donde los cómics es una parte muy pequeña del negocio y muchas editoriales pequeñas publicando con muchísima calidad. Esto no puede ser considerado industria en tanto que hay eslabones de la cadena de producción que están sueltos, es una manera de decir que no reciben remuneración por la producción de la obra. En mi opinión no se puede llamar industria.

Por otro lado pienso que nunca se ha publicado ni tanto ni tan bueno como ahora. Bueno, es una obviedad, un hecho, más que un pensamiento.

«Tocar la guitarra, o cualquier instrumento, aunque sea a un nivel básico como el mío, es una actividad que recomiendo a quien sea».

N.T.: ¿Qué recomiendas a aquellos que están empezando y desean trabajar para Marvel?

J.R.: Primero que hagan cómics y que aprendan el lenguaje. Que decidan contar cosas usando dibujos y lleguen a buen puerto con esa labor. Para ello han de aspirar a conquistar primero a los lectores que tengan cerca, a sus amigos, a la gente de su círculo en las redes sociales, en su ciudad. Y luego decidir si con lo que saben hacer desean recibir una remuneración a cambio. Esto no es fácil, es la decisión arriesgada a mi forma de ver. Luego puedes mostrar tu obra a Marvel o a quién desees, claro.

N.T.: ¿Qué opinas al respecto de la situación política actual de nuestro país?

J.R.: Vivimos de las rentas de pensamientos políticos y luchas que en el pasado fueron más avanzadas. De eso viven las sanguijuelas que nos gobiernan, de gente que fue mejor que ellos. Toca ponerse las pilas. Tiempos mejores vendrán, obviamente. A ver si tenemos suerte y los vemos.

N.T.: Para acabar, ¿dónde te ves dentro de un año?

J.R.: Espero que habiendo cumplido mis compromisos contractuales.

N.T.: Muchas gracias por tu tiempo y mucha suerte con Doctor Strange: Sorcerers Supreme.

J.R.: Muchas gracias a vosotros. ¡Un saludo!

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Igverni
Lector
24 octubre, 2016 12:46

Gracias, Nacho!!

Super interesante la entrevista, Javier Rodríguez parece un tío muy correcto y con las ideas muy claras. Me gusta que pueda tener una estabilidad financiera con su trabajo en Marvel y que eso le permita poder seguir realizando más trabajos «europeos» propios…

billyboy
billyboy
Lector
24 octubre, 2016 14:32

En los últimos años, Marvel se ha caracterizado por sus relanzamientos. Marvel Now, All-New Marvel Now, All-New All-Different Marvel y ahora, Marvel Now otra vez. ¿Cómo vivís los autores estos movimientos?
: En mi caso con dolores de cabeza pues suele suponer un corte en la trama en la que estés metido. Hablo como alguien que lo vive desde las colecciones pequeñas y de repente un evento irrumpe como un elefante en la cacharrería. Pero bueno, es algo intrínseco al concepto mismo de la editorial y la propuesta de negocio. Poco puedo hacer yo.

Muy interesante este punto