Entrevista a David Lafuente (1 de 2)

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David Lafuente siempre ha sido una debilidad personal desde que descubrí su weblog hace ya unos cuantos añitos, por aquel entonces el estaba liado con trabajos en Penthouse Comix o con proyectos más personales como el comic en 24 horas. Ya por aquel entonces apuntaba a crack y a medida que me iba enseñando bocetos y páginas más convencido estaba de ello. Como era lógico, en poco tiempo dio el salto a Marvel y de ahí al estrellato más absoluto convirtiéndose en el dibujante de Ultimate Spider-Man. Para mi fue un verdadero placer poder entrevistar a David Lafuente junto a mis compañeros David Fernandez y Jose Torralba, y es que es muy bonito ver como alguien que te habla con tanta ilusión de su trabajo termina triunfando en la vida. Os dejamos con la entrevista y esperamos ofreceros la segunda parte de la misma en unas semanas.

Por lo que sabemos de tu biografía, estudiaste en la Escuela de Arte de Oviedo, ¿qué sacaste de esa experiencia y cómo crees que te ha influenciado técnicamente? ¿qué conocimientos proporcionan en esa clase de centros?

Al principio creí que lo más importante lo aprendí de mis compañeros de clase. Fue toda una colisión de influencias artísticas, puntos de vista sobre el proceso creativo, ideas, egos, etc. En aquel momento yo apenas conocía a nadie que hiciera tebeos aparte de mis hermanos, (y Javi Rodríguez e Ígor Medio, que había conocido el año anterior) así que fue muy enriquecedor.

Hice buenos amigos como Fernando Pasarín, que es autor en exclusiva para DC Comics actualmente, o Iván García, que trabaja para La Cúpula y cien sitios más. Nos prestábamos tebeos y discutíamos sobre proyectos propios e influencias. Ellos me descubrieron un buen número de autores de cómic, cineastas y escritores, y también yo a ellos.

Con el tiempo me he dado cuenta de que había subestimado ciertos aspectos de lo que me enseñaron mis profesores, sobre todo en lo referido a relaciones laborales. Recuerdo que contaban muchas batallas raras con clientes que yo no me creía y que luego me han pasado a mi. Consejos sobre cómo manejar tu carrera o cómo abortar tal o cual problema que aparecería a varios años vista. Lo que se aprende solo con el rodaje y que a oidos de un estudiante suena a chino. Me ha pasado también con historias que Javi Rodríguez me comentaba hace 10 o 12 años, que en su momento pensaba «este tío flipa, ¡eso es imposible!» y no, no estaba flipando.

Concretando en la Escuela de Arte (y lo mismo para el Bachillerato Artístico que cursé). Creo que la función que tuvieron estos estudios en mi formación fue la de obligarme a ver y probar un poco de todo. Desde historia del diseño gráfico a fotomecánica pasando por técnicas de grabado. El resultado es un auténtico arsenal de materiales caros que en su mayoría no he vuelto a usar (risas) pero que tenía que probar para saber que no me gustaban.

Si hay algún estudiante de arte o autor de cómics en ciernes, solo un consejo: paciencia. Y no dibujéis gratis para nadie (risas). Que lo digo de risas pero es en serio, no lo hagáis.

Como ilustrador freelance te ha tocado hacer casi de todo, desde libros de instrucciones a retratos en juicios por asesinato cerrados a las cámaras. ¿Qué sacaste de esa experiencia? ¿Es complicado definir un estilo propio en los cómics tras tener todo ese bagaje o, por el contrario, te ayuda a no limitarte?

Eso fue lo que me convirtió en un dibujante profesional.

De la ilustración comercial disfruto del proceso pero no me atrapa de la forma que lo hacen los tebeos. Cuando trabajaba en ello full-time realmente me lo tomaba como paga-facturas y campo de pruebas. Pruebas a nivel superficial, de técnicas y trucos que aprovechar luego en el dibujo de cómics. Ese coloreado, aquellas tramas mecánicas… todo lo probé primero haciendo ilustraciones. Lo que me parecía que funcionaba lo utilizaba en los cómics, lo que no, se quedaba en experimento. Fue como una extensión de la función de los trabajos de la Escuela de Arte (realmente un complemento, empecé a trabajar como freelance durante mi primer año allí). Espero que esto no suene demasiado irrespetuoso con la profesión de ilustrador comercial.

Gracias a las ilustraciones también descubrí la pelea interminable con fechas de entrega, algo muy importante. Cuando acepté mi primer encargo como ilustrador ni siquiera tenía ordenador propio (de hecho ese trabajo pagó mi primer PC), iba a escanear y colorear los dibujos a casa de uno de mis hermanos. Prácticamente no sabía nada de Photoshop, pero tenía una fecha de entrega que cumplir así que me tuve que espabilar y aprender sobre la marcha.

Y el trato con los clientes. Ensalada de bofetadas y decepciones. Me encontré con algunos que no daban la profesionalidad que aparentaban y también con caras afables que en realidad no lo eran. Hay de todo, claro, pero es una parte del trabajo de ser dibujante que no tiene nada que ver con… dibujar. Creo que el truco es “estar a verlas venir” y tener un poco de paciencia con el cliente, igual que el cliente tiene paciencia contigo a veces.

En cuanto a la definición de estilo… es algo complicado. Diría que me sirvió para formar la opinión que tengo ahora mismo acerca de este tema: que cuanto más perseveres en una dirección concreta, más posibilidades hay de conseguir una identidad propia.

Todo esto está relacionado también con el trato con clientes, la aceptación del público, y la búsqueda de tu “siguiente paso” como autor. Un cliente no es adivino, si te ha llamado a ti suele ser porque ha visto una obra tuya que le ha gustado y espera algo parecido. Si tu apareces con algo que va en un estilo completamente diferente estás en problemas porque no es por lo que te han contratado. O si apareces en mitad de la obra con otro acabado. Lo mismo con cierto sector de público. Si te siguen es porque les gusta la forma en la que ya eres. Y por otro lado estás tú mismo y tus deseos personales de explorar. Ese “siguiente paso”. La exploración ha sido lo que te ha llevado al punto en el que estás, no se puede desconectar porque sí. Tanto a nivel personal (es monónoto) como a nivel laboral (las modas pasan).

Durante la carrera desarrollada dentro del panorama tebeístico nacional, tuviste la ocasión de participar en proyectos como Los Reyes Elfos: Historias de Faerie, la revista Dos veces breve, o Historias del olvido. ¿Cuál de estos títulos crees que ha sido más provechoso en tu formación como historietista?

Hmm… no sabría decirte. Fueron historias cortas hechas sobre guión ajeno, en ratos libres entre ilustraciones y mis propios cómics. En el caso de LOS REYES ELFOS ni siquiera llegué a hablar con Víctor durante el proceso, no nos conocimos hasta después de que se publicara (risas). Descubrí que teníamos muchas influencias en común e ideas similares sobre narrativa, me hubiera gustado poder discutir aquella historia con él tomando unas copas.

Con HISTORIAS DEL OLVIDO me solté el pelo probando ideas narrativas, pero dibujé una parte de las páginas, lo dejé aparcado por algún encargo y pasó bastante tiempo hasta que lo retomé. Eso creó problemas de coherencia estética que tuve que intentar resolver sin repetirlo todo de nuevo porque no había tiempo… en fin. No obstante estoy bastante orgulloso del resultado y compartir publicación con compañeros de profesión que admiro como Mister Rubin. Aquí sí que me escribí bastante con Javier y Luciano, aunque fue más por temas de coordinación. Un poco lío aquel proyecto, yo estaba con un montón de cosas a la vez, bueno, todos lo estábamos. Por cierto, está siendo serializado en Argentina y posteriormente será recopilado según parece.


Página de Historias del olvido

Creo que lo que más me aportó fue la historia corta que publicó DOS VECES BREVE, que ya estaba hecha en realidad. No tanto por la historia de LOBOS en sí (que por supuesto era un proyecto mucho más largo que quizá algún día vea la luz, cuando se acabe la chorrada esta del dinero y hayamos vuelto al trueque), si no por la colaboración con Josep Busquet. Creo que nos compenetramos muy bien, disfruté mucho del proceso. Trabajamos juntos en una buena cantidad de proyectos durante un par de años y aprendí bastante de él. De todo aquello prácticamente no llego a buen puerto ninguno, lo cual es una verdadera pena. Él es un tío genial y un guionista de mucho talento que, como todos los guionistas españoles de tebeos de género, vive en el país equivocado.

Probablemente, tu obra más conocida como autor completo sea Qu4ttrocento, donde jugaste con diferentes géneros para conformar cuatro historias tremendamente divertidas. ¿Cómo recuerdas el proceso de desarrollo de este tebeo?

Qu4ttrocento tuvo una génesis bastante marciana, un poco la casa por el tejado. Lo primero que se me ocurrió fue el cartel de publicidad (risas). Con su tagline y todo.

Empecemos por el principio. Jorge Iván Argiz acababa de asociarse con Vicente García para crear un sello editorial dedicado a autores españoles dentro de Dolmen y estaba buscando-preparando proyectos. Uno de ellos era una antología para dar a conocer nuevos autores que en aquel momento se iba a llamar algo así como “A Fuego Lento” pero todavía estaba en una fase muy inicial. Yo trabajaba de forma regular con un diario haciendo humor gráfico y había colaborado con Semic en un par de ocasiones pero me veía muy verde y sentía que tenía que demostrar muchas cosas como autor de tebeos. Tenía varias ideas para distintos proyectos, diferentes géneros y no sabía bien a donde apuntar. También tenía que pagar el alquiler, no podía permitirme dejar mi trabajo de lado. Todo confluyó en el Qu4ttrocento. Una obra hecha de pequeñas piezas individuales, que pudieran hacerse en unas vacaciones o entre encargos y en el que sería el responsable de todo, guión, lápiz, tinta, tramas, rotulación, color de portada… hasta el diseño gráfico del libro. Suficientemente interesante a nivel creativo como para que mereciera la pena hacerlo pero no tan absorvente como una novela gráfica. Un proyecto a prueba de realidad laboral.

Le dediqué mucho esfuerzo a este proyecto. Tenía en mente los tebeos de Camaleón que tanto me gustaban, la línea Laberinto, el «se pueden hacer tebeos en España»… creía que si yo trabajaba muy duro podría hacer que el tebeo funcionara económicamente y poder continuar una o varias de las historias en un formato parecido de forma semi regular. Incluso preparé una minicampaña promocional para internet. Con una foto de las Spice Girls (risas).

Cometí errores de principiante, por supuesto. Supongo que el más grave fue a nivel literario, la parte en la que menos experiencia previa tenía. Matraca de información por página para intentar demostrar todo lo que creía saber. A nivel gráfico lo veo interesante todavía. En general estoy contento con el resultado.

Una vez terminado, Jorge y yo empezamos a hablar de qué podía hacer después para él. Si me interesaba hacer un “Qu4ttrocento 2” o si prefería dejarlo para que continuaran otros autores. Como no tenía planes para esa antología y mi vista estaba puesta en proyectos diferentes (con Polls, quería hacer una continuación de Castor y Pollux con Siurell pero no llegó a despegar), pensé que podría ser muy interesante que se continuara con otra gente. Hubo un momento en el que hablamos de que yo, como creador del proyecto, lo supervisara de alguna manera pero esa idea tampoco llegó a ningún lado. Me gustó especialmente el que hizo Ken Niimura, quedó muy bien.

Tu periplo americano se inició a través de colaboraciones con el dibujante catalán Kano, materializadas en las páginas de Spider-man Family. ¿Resultó complicado coordinarte con él para que, encargándote de la realización de fondos y la aplicación de color, vuestros estilos resultaran plenamente compatibles?

Fue un proceso muy curioso, bastante mezclados a pesar de que trabajabamos separados, él desde Cataluña y yo desde Asturias primero y luego Inglaterra. Nos coordinabamos con un bombardeo constante de e-mails. Cuando llegaba el guión discutíamos el story-board, luego yo hacía bocetos de todo o lápices de fondos, él remataba los lápices y entintaba, me mandaba las páginas por ftp, yo hacía separaciones de color y él terminaba el asunto. Por en medio había búsqueda de documentación, a veces otros trabajos… dependía del momento y del tebeo. En una de las historias de Iron Fist solo hice algunos fondos a lápiz, en otro llegué a hacer el color acabado e incluso hacer separaciones de algunas páginas de David Aja. En Spider-Man estuve más involucrado en figuras, en Man-Thing algo menos porque los fondos eran muy orgánicos, más de pincel directamente.

La clave de la coherencia del tebeo era Kano, por supuesto. Él tenía mucha más experiencia en superhéroes y un estilo muy sólido. Muy buena gente, espero que podamos repetir colaboración más adelante. No os perdáis la miniserie que está haciendo con Kieron Gillen, certified cool.

Cuentan que C.B. Cebulski quedó muy impresionado con las muestras de tu trabajo que pudo apreciar en la Convención de Cómics de Dublín y consideró que eras el dibujante adecuado para, tras participar en X-Men Divided we stand #1, encargarte de la miniserie Patsy Walker: Hellcat. En una anterior entrevista, ya nos comentaste numerosos detalles acerca de este proyecto, pero echando la vista atrás y una vez finalizado… ¿cómo valoras la colaboración con los Immonen (Kathryn y Stuart) y qué recuerdo guardas de esta obra?

En realidad fue Nick Lowe, uno de los editores de la oficina X (y el de Nextwave entre otras muchas series) el que me contrató para Hellcat, C.B. es quien contacta autores, no edita las colecciones.

La colaboración con Kathryn fue genial, creo que es una guionista de mucho talento aparte de una persona maravillosa. Esto unido al buen rollo con Nick dio como resultado un ambiente de trabajo muy positivo que repercutió en el propio tebeo. Le tengo mucho cariño a pesar de los días interminables dibujando conejos (más risas). Sale en castellano dentro de nada con una entrevista reciente, espero que incluyan los extras de la edición norteamericana.

Todo el trabajo de la miniserie está todavía bastante reciente, habrá que esperar un tiempo para verla con suficiente distancia para estudiar aciertos y fallos.


Páginas interiores de Patsy Walker: Hellcat


El Iron Man de Lafuente.


Hellcat, en el frío entorno de Alaska.

Recientemente, tu nombre ha sonado con más fuerza si cabe, puesto que has sido nombrado como dibujante regular de Ultimate Spiderman. Cuentan que fue el mismísimo Brian Michael Bendis quien se puso en contacto contigo… ¿Cómo surgió exactamente esta posibilidad y qué supone para ti que uno de los autores más importantes del cómic mainstream contemporáneo muestre tanto interés en colaborar contigo?

Se quedó muy contento con el resultado del Annual y quería continuar la colaboración. Hablamos por teléfono sobre algunas ideas, pasó un tiempo porque yo tenía que acabar primero Hellcat, y luego apareció lo de Ultimate Spider-Man. Me comentó que si estaba interesado en hacer la serie regular, que Stuart pasaba a los Vengadores y el relanzamiento post-Ultimatum. Me interesó y acepté. En un primer momento dudé, la verdad, por el volumen de trabajo que es hacer una colección mensual a lápiz y tinta. Más teniendo en cuenta que es una de Spider-Man, donde las historias transcurren en Nueva York y el reparto de personajes secundarios es muy extenso.

Y sobre Bendis… es Steven Soderbergh. Trabaja en proyectos mainstream sin dejar de lados sus proyectos independientes y además apoya a autores nuevos como Jonathan Hickman o yo mismo. Esta filosofía me encanta, creo que es positiva a todos los niveles. La industria del cómic no es diferente de cualquier otra, necesita renovar talentos. Necesita nuevas visiones.

De hecho, ésta es tu segunda toma de contacto con el personaje (como dibujante completo), puesto que la primera se produjo se produjo en Ultimate Spider-man Annual #3. ¿Qué tal resultó la experiencia?

Muy buena. Me divertí mucho. La parte de búsqueda de documentación sobre Nueva York fue muy interesante. Tuve la oportunidad de diseñar la versión Ultimate de Mysterio, uno de mis villanos clásicos favoritos. Lo que no sabía entonces es que iba a ser yo quien dibujara luego al personaje de forma regular (risas).


Peter y Mary Jane en plena colada

Por tu estilo –que comentaremos con mayor detalle en la segunda parte de la entrevista– parece tratarse de una colección en la que sacar el mayor de los partidos a tus virtudes como dibujante. ¿Compartes esta opinión? ¿Te ha costado “cambiar de chip” en relación a tu trabajo en la miniserie Patsy Walker: Hellcat?

Cambiar el chip… sí y no. Me ha costado en temas concretos de producción, no tanto en cuanto a estilo. Ambas colecciones son aventureras y les va bien una estética clara y pop. No obstante, los requisitos gráficos de Hellcat y Ultimate Spider-Man difieren bastante. Como decía antes, las historias de Spider-Man transcurren mayormente en Nueva York, una gran ciudad con rascacielos, coches, calles de muchos carriles, puentes, etc. Todo esto son horas en el tablero de dibujo y buscando documentación. La acción de Hellcat se situaba en entornos nevados, eso hacía que los fondos fueran más rápidos de dibujar. Aunque no había descanso, ese tiempo extra lo dedicaba a diseñar los personajes secundarios, todos de nueva creación, y la forma de representar los hechizos y todo el tema mágico.


Páginas interiores de Ultimate Spider-Man Annual #3

Mención aparte para los guiones. Kathryn y Bendis tienen su estilo de escritura propio y eso supuso un cambio importante. Primero tuve que acostumbrarme a Kath, entender por donde tiraba, y luego ha tocado hacer lo mismo con Brian. La forma en que describen las acciones y sobre todo la cantidad de viñetas e información en cada una de ellas. Él, por ejemplo, usa unas 6 o 7 viñetas por página y entre 2 y 4 páginas dobles por número (me refiero a una de esas páginas de 14 viñetas que se extiende por dos hojas del tebeo), y Kathryn tendía más a 5 viñetas por páginas y a no utilizar dobles.

Ultimate Spiderman ha sido una colección marcada por la continuidad de su equipo creativo: el omnipresente Brian Michael Bendis, y dos dibujantes de primerísimo nivel, como Mark Bagley y Stuart Immonen. ¿Con cuál de los estilos de estos autores te sientes más identificado? ¿Cuál crees que es el mayor “legado” que han aportado a la colección y cuáles serían los aspectos gráfico-narrativos que, de forma diferenciadora, te gustaría explorar?

Supongo que con Stuart, con su estilo de dibujo reciente, más sintético. Creo que con su aptitud exploradora también, lo que comentaba antes de la búsqueda del “siguiente paso”. Stuart tiene un talento fuera de lo común.

En cuanto a Mark Bagley, es un autor del que he leído bastantes obras aunque nunca me había entusiasmado demasiado… hasta que yo mismo tuve que ponerme en su lugar. Al recibir el encargo de ser el dibujante titular de la serie, completé los huecos que tenía en mi colección de Ultimate Spider-Man y la leí-releí desde el principio. Me di cuenta de que Bagley es un autor increíblemente sólido, tanto a nivel narrativo como de dibujo. Algo muy, muy complicado de conseguir, y más aún teniendo en cuenta el ritmo de producción de la serie. Mientras leía, me encontré muchas veces asombrado con la forma tan sutil en la que había resuelto escenas difíciles manteniendo coherencia de estilo.

Sobre el legado y sobre los aspectos grafico-narrativos. Creo que cada uno aportó su estilo a la serie y supongo que yo quiero explorarlo todo de una forma diferenciadora (risas). No es una pijada de ego, es una necesidad. Tengo que trabajar a mi manera porque es la forma en la que se trabajar. Y porque opino que no tiene sentido copiar al autor anterior. Stuart no lo hizo, y yo no voy a hacerlo. Aunque sea cierto que, como en la secuela de una película, tiene que haber similitudes, es también necesario que haya una visión nueva. Ahí están las películas de Alien, o como ejemplo más cercano a lo que estamos tratando, la etapa de Peter David en Hulk, que contaba con propuestas visuales muy diferentes.

Ahora que ya he ondeado mi bandera (risas)… estoy trabajando en la caracterización de los personajes. Vestuario y lenguaje corporal para mostrar las emociones. Me viene a la memoria la primera escena del Annual. Peter y Mj están tumbados en la cama y ella está nerviosa. La dibujé un poco encogida de hombros, juntando los dedos de los pies, etc. Más adelante en la historia Peter está confuso porque no entiende que le pasa por la cabeza a Mj, y le puse una camiseta con una espiral. Pequeños detalles.



Luego está el tratamiento de la acción. Por ejemplo, entiendo que Spider-Man es extremadamente rápido y ágil. En lugar de las secuencias de figuras que dan la sensación de que el tiempo se ha congelado, hago que la figura esté ligeramente desdibujada y uso viñetas más estrechas. La acción sucede en un segundo, es tan rápido que no llegas a verlo claramente. También está el hecho de que él no es Thor. Spider-Man es fuerte pero derrota a los malos con esfuerzo y sufrimiento, no con un arsenal de poderes. Por tanto la violencia es polvorienta, el traje se ensucia y rompe continuamente… trato de que los golpes duelan de verdad.




Previa de Ultimate Spider-Man #1

Comentábamos con anterioridad tu trabajo en Qu4ttrocento. Al formar parte de una industria como la americana ¿echas de menos ejercer un mayor control sobre la totalidad de los aspectos de los tebeos en los que trabajas?

No dista tanto de aquello. Sigo haciendo mis tintas, lo cual significa tener el control del acabado del dibujo, también hablo con el colorista y el escritor, etc. Es un sistema de trabajo en colaboración, suma de talentos para dar como resultado una obra diferente a una hecha en solitario.

A veces hecho de menos escribir los guiones o hacer el diseño gráfico (aunque esto he podido hacerlo en las portadas de Runaways o en detalles de Spider-Man) pero para eso están mis proyectos personales en los que sigo trabajando a ratos libres. Desde luego no hecho de menos trabajar gratis y que el cómic se quede inédito o inacabado. Controlar al 100% un proyecto que está en el cajón me da un 0% de satisfacción (risas).

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toño
toño
21 diciembre, 2009 12:36

Primer!

Muy buena la entrevista, la verdad que no me llamaba mucho esta autor de primeras pero a medida que vas viendo su obra se hace mas interesante.

Espero impaciente la segunda parte.

Goku_Junior
Goku_Junior
Lector
21 diciembre, 2009 13:14

ME ENCANTA este dibujante. Que ganas tengo de que salga U.C. Spiderman

Matalascañas
21 diciembre, 2009 15:50

Le sigo desde que hizo el reto de hacer un comic en 24 horas (brutal XD), y me gusta bastante su dibujo, aunque no sabía como quedaría en Spider-Man.

Pero viendo el previo, ha hecho un trabajo de puta madre. Siga así, Sr. Lafuente!

punicher
punicher
21 diciembre, 2009 19:58

me ha gustado ver que menciona a Igor Medio un gran dibujante y mejor persona que por desgracia ya no esta entre nosotros, sobre la calidad del dibujo de La Fuente nada que decir se ve de sobra que es un fiera!!!
muy buena la entrevista, a ver cuando seguis con ella, un saludo y felices fiestas!!

Zetchbell
Zetchbell
22 diciembre, 2009 4:45

Cojonuda la entrevista, y majisimo LaFuente.

Darío
Darío
23 diciembre, 2009 11:26

Su trabajo en Hellcat era sencillamente genial, estoy a la espera de ver mas cosas suyas.

Pablo
Pablo
23 diciembre, 2009 16:57

Me parece genial que un talento como Lafuente sea reconocido en EEUU con series de peso como Ultimate Spiderman Al mismo tiempo, es una pena que artistas como este asturiano tengan que seguir los pasos de muchos otros que han tenido que buscarse «las habichuelas» en el extranjero porque aquí no hay manera de encontrar trabajo de dibujante de cómics medianamente bien pagado.

¡Ole Lafuente, sigue así!

Dellius
24 diciembre, 2009 4:17

Soy refan de Lafuente, me da gusto poder seguir su increible trabajo en Ultimate Spiderman y la estilizacion de personajes, creo que al ir a industria mas grande su estilo a crecido.

Victor Arratia
24 diciembre, 2009 13:11

Lafuente es genial!! Muy buena entrevista!