El poder de la letra impresa o cómo un gran poder conlleva una gran responsabilidad, por Alejandro M. Viturtia

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No hace tanto tiempo, cuando recabar datos sobre obras, autores y ediciones era una tarea artesanal (sino titánica) me encontraba a menudo con referencias a productos que no existían. Y sabía que no existían después de una ardua investigación. Pero ¿de dónde salían estas referencias? Pues en más de una ocasión el origen estaba en un error de picado en un artículo o una confusa maquetación en un listado. Hasta ahí no hay nada nuevo; esas cosas pasan. El verdadero problema venía cuando en artículos posteriores, autores menos cuidadosos tomaban ese dato erróneo como correcto sin cotejarlo. Y como eso sucedía en varias ocasiones, ese dato erróneo, al aparecer en diferentes artículos se daba por correcto de una manera tácita. La situación llegó a un punto donde aquellas obras fantasmas que todo el mundo mencionaba pero nadie había visto nunca se convirtieron casi en mitos. Afortunadamente, el tiempo fue poniendo en su sitio las cosas, y esos errores se fueron aclarando. ¿Por qué pasaba esto? Pues por muchas y diversas razones pero detrás de todo esto se agazapa el poder de la letra impresa. Un dato erróneo impreso varias veces mediante un curioso mecanismo psicológico se nos antoja como verdadero mientras que si ese mismo dato en lugar de leerlo se nos hubiera comunicado de manera verbal, probablemente no nos parecería tan verdadero. Y es que no es lo mismo decir, “…he leído en…” que “…me han dicho que…”. Una actitud perfectamente normal.

Curiosamente, uno de los factores que más ha contribuido a eliminar este tipo de errores ha sido la aparición de Internet. Como mercado de ideas y comunicación a nivel global, Internet ha permitido que aficionados, investigadores, libreros, artistas, etc. al poder compartir información de una manera rápida, fiable e interactiva, listados, bibliografías, datos, etc. cada vez estén más contrastados y sean más fiables. Por eso siempre he defendido Internet y, sobre todo, la labor que desempeñan los blogs.

Pero ese gran lado positivo a menudo se ve empañado por cierta tendencia que estoy detectando en algunos blogs. Y es la de confundir información con opinión o el dato contrastado con el chascarrillo de Salón (nunca mejor dicho). Ya lo he explicado en diversas ocasiones. No es que me importe que las reseñas sean cortas, o largas, positivas o negativas, oportunas o inoportunas. No. Evidentemente para hacer una buena reseña has de estar bien informado y ofrecer datos contrastados pero gran parte de las conclusiones son subjetivas. ¡Y eso es fantástico! Cada uno tiene (tenemos) diferentes sensibilidades, puntos de vista, filias, fobias, etc. Y poder compartirlas, debatirlas, analizarlas, etc, de una manera tan fácil e inmediata es valiosísimo.

Lo que me importa es cuando se abordan temas como la situación del mercado, los productos más significativos de un año o de una editorial, evolución de las ventas, etc. la subjetividad o los datos sin contrastar ya no valen. Y sin embargo no dejo de leer artículos de este tipo donde los gustos, anhelos e ideas propias de los que escriben son presentados como hechos. ¿Cuán importante es este problema? Sea cual sea el punto se vista o del tema que se trate pero yo creo que siempre es importante. Es importante porque esta información a veces trasciende a la prensa generalista y así me encuentro con situaciones tan surrealistas como las del primer párrafo. Por ejemplo, un aficionado escribe sobre la situación del mercado. Supongamos que lo hace basándose en un par de datos que le ha dado un editor en un Salón, un artículo de un blog y unos comentarios que le han hecho un par de libreros. Como, suponemos, es un tipo hábil, procesa esa información y la presenta de manera ordenada y coherente. Y lo que es más importante, sus conclusiones sobre las ventas, las políticas editoriales, los formatos o las licencias pueden ser del gusto de otros. De esta manera ese artículo empieza a correr por la web con la bendición de todos o casi todos. Llegará el momento en que periodistas o investigadores buscarán información y encontrarán ese artículo y lo darán por bueno. ¡Hemos cerrado el ciclo! Un artículo llena de errores y conclusiones falsas ha adquirido el rango de “verdad”.

Hemos vuelto a la misma situación que vivíamos veinte años antes. Y que nadie se engañe: eso no es bueno. Quizá deberíamos pedir más responsabilidad pero ese no es el problema. Estas situaciones no se hacen con mala idea o segundas intenciones; simplemente suceden. Pero sí lo que tenemos que pedir es más claridad a la hora de presentar hechos y diferenciarlos de las opiniones. Hasta que eso no sea nos costará no sólo analizar el mercado del cómic sino que nos tomen en serio.

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Álvaro Pons
Álvaro Pons
3 octubre, 2009 8:53

El problema es que esta reflexión esconde un problema que Alejandro se deja en el tintero: el absoluto oscurantismo de las editoriales españolas en cuanto a tiradas y ventas. Por supuesto que todo artículo escrito sobre el tema es una especulación y es más opinión que información. Eso es indudable. Por la sencilla razón de que ninguna editorial da cifras de ventas. Y no vale con decir que dos o tres datos. Estamos hablando de transparencia editorial como hay en Francia o USA.
Si esos datos existieran, no tendría sentido los artículos de análisis sobre cuatro datos sacados bajo manga o invitando a demasiadas cervezas a un editor, serían análisis objetivos.
Lo que no quita, por supuesto, que luego se pueda hacer una evaluación subjetiva.

TigreHobbes
TigreHobbes
3 octubre, 2009 10:41

Ahí le has dao! Si no quieren oscurantismo que enciendan la luz!!!! A mi me encanta el cine y puedo saber al minuto cuantas copias tiene una cinta, cuantos cines la proyectan, cuantos expectadores van a verla… lo mismo pasa con la música, el teatro o los videojuegos, que acaban de llegar y al final nos van a adelantar en eso de considerarse «cultura».

R
R
3 octubre, 2009 13:05

Jo, resulta complicado aceptar que un texto tan lleno de verdades acabe resultándote tan hipócrita.
Quejarse de la especulación realizada en torno a datos que tú sí manejas pero no quieres compartir es ver la  paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio.
Por otro lado, cualquiera que escriba acerca de cuestiones como las ventas o las tiradas en este país sabe que no trabaja con datos fiables. Y lo mismo nos pasa a quienes leemos esos artículos. Sabemos que son orientativos en el mejor (en el mejorcísimo) de los casos.
Por lo tanto, nadie serio pretenderá sentar cátedra ni elevar a rango de verdad la información extraída de blogs, artículos o columnas que traten dicho tema.
Todo el que lo pretenda (es cierto que ahí está el riesgo) se engaña a sí mismo y lo que es peor, puede llevar a engaño a los demás.
Pero si de verdad conoces cómo funcionan las editoriales aquí (es decir, si de verdad eres un tío serio), no tienes que preocuparte. Lees el artículo ese lleno de cifras, sonríes al leer los datos que sabes que no puede tener y los olvidas al instante.
P.D.: De todo esto se desprende que al final la falta de información por parte de las editoriales se está volviendo contra ellas (como era de esperar, por otro lado). A ver si se bajan del burro, las puñeteras.

Don Guri
3 octubre, 2009 14:34

Por no mencionar que las opiniones de una editorial sobre su propia obra o la de los competidores nunca van a ser imparciales.
Entonces, si como ha comenzado mencionando Álvaro nadie tiene ni idea de lo que realmente se mueve, ¿a quién vamos a pedirle una opinión «imparcial» y «creíble»?

Parábola Durden
Parábola Durden
3 octubre, 2009 19:39

Joder, me pegué todo el tostón de arriba pensando que era otra felicitación a la página, o algún texto como el de Hernando o el editor de Norma. No sé por qué no paré a tiempo. ¿Por qué un editor o un dirigente de una editorial tan importante como la que nos ocupa sólo nos presta atención a cuentagotas y la mayoría de las ocasiones para llamarnos la atención, como ahora? (De manera sutil y soterrada, pero nos la llama) No lo entiendo. No es que estén obligados a ser unos ‘Quesadas’ y comentar con entusiasmo, fervor y trato de tú a tú sus productos (USA queda muy lejos en muchos sentidos) pero un mínimo de información, más diálogo con sus lectores (deberían mimarnos, joder, somos compradores de cómics en españa, coño, digámoslo claro, aún una minoría, una minoría a la que deberían mimar por la cuenta que les trae. No hablamos de compradores de videojuegos, a los que los dirigentes de esas empresas podrían obviar y sus negocios seguirían viento en popa-y aún así no lo hacen-). Yo es que no entiendo nada. ¿A qué coño venía este texto? Lo entiendo pero lo veo fuera de lugar, más esta semana. No sé si los chicos de zona lo pusieron a ciegas por el nombre del que lo firmaba o lo colocaron a pesar de leerlo. Si es así, no entiendo nada. No entiendo que permitan y difundan un tirón de orejas la misma semana de su aniversario.

José Torralba
3 octubre, 2009 20:16

¡Hola Parábola!

Bueno, en realidad contactamos con los editores para que nos enviaran un texto de libre creación con motivo del aniversario. Una vez pedido, nuestra obligación es colgarlo por deferencia, educación y compromiso. Y porque siempre es interesante saber lo que opina un editor, siempre nos interesa que opine aquí como medio informativo que somos y no estamos cómodos con censurar opiniones. Si Don Alejandro quiere expresarse, Zona es un buen sitio para hacerlo en el que siempre será bienvenido. Por otra parte, creo que Raúl habló repetidas veces con él a lo largo de la gestación del texto.

Ahora, si me preguntas (a mí, en singular) qué opino de lo que dice… estoy de acuerdo con el hecho de que la subjetividad no puede ni debe aplicarse, desde la seriedad, a los datos (lo que incluye la calificación de cierto tipo de productos como «modas», por cierto). Pero igualmente estoy de acuerdo con Don Álvaro y especialmente con TigreHobbes. Donde no hay oscurantismo no hay carnaza y para casi cualquier producto cultural tengo cifras oficiales en el Ministerio correspondiente o facilitadas por las propias casas comerciales.

Respecto a la comparación de los Quesada/Didio con los editores españoles… los editores de Marvel y DC están profundamente implicados en el proceso creativo y lo controlan (también tienen mucha más responsabilidad). Es normal que estén más pendientes del fan. Lo que tenemos en España –salvo aquéllos que se dedican a lo patrio– son como bien dice no exento de ironía Álex Fernández en su texto re(editores). Reeditan en España lo que ya ha sido editado en otro país, y por ello su función, sus aspiraciones y la necesidad de contacto con el fandom son radicalmente distintas.

Raúl López
Admin
3 octubre, 2009 21:14

Vayamos por partes… Fue idea mía invitar a los editores a participar en nuestro aniversario con un artículo de temática libre, y Alejandro con quien me une una gran amistad no podía ser menos. A lo largo de esta semana hablé por teléfono con el en varias ocasiones sobre como quería enfocar su artículo y me pareció una muy buena idea pues en el fondo no deja de ser un documento que debería hacernos recapacitar sobre el «poder» que tiene un weblog y como pueden afectar al negocio las palabras que allí se vuelquen, si todos tenemos en cuenta esto, creo que deberíamos hacer un ejercicio de autocritica y publicar noticias contrastadas evitando amarillismos y rumorologia que en muchas ocasiones no llevan a ningún lado. Yo tengo muy clara cual tiene que ser la línea a seguir en ZN y supongo que pasará lo mismo en el resto de weblogs y lo de Alejandro no deja de ser la opinión de un profesional y que por tanto da su particular punto de vista.

Por desgracia los comentarios recibidos en el articulo se quedan en el tema de unas cifras de venta que ni dan ni creo que vayan a dar en un futuro más o menos cercano la mayoría de las editoriales, y sus razones tendrán que no creo que las oculten para reirse de los lectores, lejos de recapacitar en un tema tan interesante como es dar información contrastada en vez de especulaciones innecesarias.

Parábola Durden
Parábola Durden
3 octubre, 2009 21:31

José, estoy de acuerdo con la primera parte de tu comentario, pero no veo por qué ha de ser distinta, en esencia, la labor de un editor y un ‘re-editor’. Los productos, cuando los lanzan Panini o Planeta por primera vez en España, deberían venir acompañados de una promoción propia, una publicidad, un marketing, cierta ambición en la difusión (esto es lo que veo más nulo por su parte, como si fuera una batalla perdida de antemano, cuando solo la lucha ya haría un efecto parecido. !Si es que esta parte del negocio la desarrolla casi en su totalidad en españa las webs especializadas y porque se buscan la vida para hacerlo, casi sin ayudas editoriales!), igual que cuando aparecen en el mercado yanqui. Se debería crear expectación, preparar el terreno, conceder entrevistas, encargar decenas de reseñas y repartirlas por la red a los cuatro vientos, etc. Y las editoriales en España no hacen nada de esto. Dejan ese trabajo a lectores amantes y comprometidos como tú y tus compañeros, y para colmo debemos sonreir entre dientes cuando se les pide un texto y devuelven ‘esto’. Claro que deben expresarse y ZN no debe censurarles, ni mucho menos!!! Pero es el atrevimiento Pilato de Viturtia lo que critico. A mí me piden como dirigente de una empresa tan importante para el cómic en España un texto por motivo de un aniversario de una página que tanto favor me hace (coño, yo he comprado decenas de cómics panini que a priori obviaba sólo por vuestras reseñas!!) y jamás tendría la cara de enviar ‘esto’. Pero bueno, es sólo mi opinión.

En fin, José, entiendo tu opinión pero algún punto no lo comparto. Sobre todo esa última parte: «Reeditan en España lo que ya ha sido editado en otro país, y por ello su función, sus aspiraciones y la necesidad de contacto con el fandom son radicalmente distintas.»
Para mí no hay tanta diferencia. Es conformarse con un estatus de mercado y de consideración hacia el noveno arte.  Y aquí, con más motivo, el contacto con el fandom es más imprescindible. Somos tres gatos, joé, y cada vez con más ganas de empezar a comprar por allá, vía esa herramienta llamada Internet que ellos tanto menosprecian o vilipendian. Entonces veríamos como los editores iban casa por casa enseñando la desvergënza de Brand new day como si fuera el catálogo Avon.
Es posible que esa idea que transmite tu último párrafo, José, sea una de las que lastren el cómic en nuestro país. Esa mentalidad, en mi opinión, y en boca de un editor, sólo reflejaría dejadez y un mal empresario.
En cualquier caso, José, gracias por responder a mi comentario en este caso en particular. Siempre es un placer, al menos por mi parte.

Parábola Durden
Parábola Durden
3 octubre, 2009 21:36

Recalcar que digo en boca de un editor. En la tuya, José sólo es una opinión inocente más. 😉

Y repito, lo único que no entiendo es la ubicación ‘espacio temporal’ del artículo. En otro momento no hubiera pasado de un texto demanda con algo de acusación travestida. Pero entre el resto de homenajes a la pagina y de comentarios de otros editores… No lo veo. Por mucho que lo haya debatido con Raúl y tuviera licencia. A mí ni se me habría ocurrido. Pero es sólo eso, una opinión. Tan inválida como cualquier otra.

José Torralba
3 octubre, 2009 22:36

No, no, no… si en eso te doy totalmente la razón. Sólo decía que si un editor español diera una entrevista sobre una colección o determinado material, en realidad no se distinguiría mucho de que la diera un especialista o algo parecido. El editor español decide qué traer y qué no traer, mientras que el editor americano es el que decide qué pasa y qué puede pasar en las colecciones. De ahí que vea radicalmente distinto el interés que tienen para mí las palabras de unos y de otros (respecto a este tipo de temas) y su relación con los aficionados.

En relación a lo que dices de la promoción (marketing, difusión, etcétera) creo que estás totalmente en lo cierto. Pero no te creas… editoriales como Norma o profesionales como David Macho hacen todo lo posible por facilitarnos nuestra labor. La primera por ejemplo con SuperSpy nos propuso un concurso, nos dio facilidades para ponernos en contacto con el autor para hacerle una entrevista y demás. Lo que no hizo fue encargarnos una reseña porque saben que nunca hacemos reseñas por encargo, sólo por voluntad propia. Lo mismo David Macho con Batman en Barcelona… nos puso en contacto con sus autores y se deshizo en atenciones. O también don José Luis Córdoba y el propio don Alejandro, cuando se mostraron inmediatamente disponibles el mismo día de la compra de Marvel por parte de Disney. Creo que ése es el camino a seguir y todo lo que tienda a ello (y más) es necesario y propio de un buen empresario, pero como ves, el editor ahí tiene una función alejada de los focos –salvo excepciones– y de la fuerte presencia mediática de gente como Didio o Quesada.

Respecto a lo que dice Raúl… más allá de la anécdota de unas cifras de ventas, los rumores siempre surgen cuando hay falta de información fidedigna. Sean cifras de venta, retrasos editoriales, cierre de líneas o colecciones, etc. Todo ello datos indispensables tanto si se es comprador como si se pretende hacer un análisis. Claro que igualmente su carencia no es justificación para inventarlos (si no se conocen) o para asegurar su fiabilidad absoluta (si se han obtenido bajo mano, mediante fuentes no autorizadas, etc.). El tema es complejo desde luego.

José Torralba
3 octubre, 2009 22:42

Ahm… se me olvidaba: para mí responder (en este u otro tema) es siempre una obligación y un compromiso para con los lectores. Si le debemos algo, es atenderles. Especialmente si son respetuosos.

Y en determinados casos ese compromiso también es un placer, como pasa contigo. Así que sí, un placer conversar como ya es costumbre, Parábola 😉

Álvaro Pons
Álvaro Pons
3 octubre, 2009 23:06

Raúl: pero es que toda la queja de Alejandro es hacia los que hacen opinión sobre el mercado sin tener cifras de ventas. Y no se pueden contrastar las noticias en este caso Raúl, lo sabes bien. Muchos son los que te dicen en «petit commite»  las cifras, pero luego te piden que no las digan. El secretismo y oscurantismo de las cifras de ventas es propio del mercado español (pasa también en los libros) y es absurdo. No se pueden hacer análisis de mercado más que desde la especulación porque no hay forma de contrastar los datos originales. Lo que no quita que se puedan hacer con cierto tino, todo sea dicho. Si uno se preocupa de preguntar, de hacer proyecciones de ventas, de indagar e investigar, no es imposible especular con cierta base. Aunque como se ha dicho, sin oscurantismo no existirían las especulaciones. 
De todas formas, me resulta cuanto menos sorprendente que se hable «del poder de los blogs» etc, etc, cuando éstos son siempre iniciativas voluntariosas no profesionales (en el sentido económico que siempre comento, no en el de rigurosidad y seriedad, que las doy por descontadas) y se está dejando sobre ellas de forma activa por parte de las editoriales la promoción de sus productos (aunque precisamente Panini es una que se sale de esa norma con Marvelmanía, hay que reocnocerlo). Me resulta siempre muy divertido que las editoriales, que han creado el «monstruo» de los blogs por comodidad y para evitar tener que hacer promoción pagada, luego se quejen de los blogs.

Parábola Durden
Parábola Durden
3 octubre, 2009 23:40

Todo lo que ha dicho Álvaro Pons en el último párrafo comparte opinión con lo que yo expreso en mi parrafada anterior. Por descontado, estoy de acuerdo con él.
Y José, entiendo el matiz que acabas de apuntar entre editores de aquí y editores de allá. Aunque sigo en las mismas; creo que los de aquí deberían olvidar por completo que sus productos son ‘hijos adoptivos’ y tratarlos como de ‘propia sangre y creación’. Con ese cambio de mentalidad empresarial y de implicación para con lo que se vende, nosotros también ganaríamos. El cómic ganaría.

Dicker
Dicker
Lector
4 octubre, 2009 0:53

¿Disculpen mi ignorancia?

¿Para que quiere un lector de comics saber las cifras de ventas?

Lo entendería si fuera una agencia de publicidad que debe decidir en que medio hacerse notar, pero vamos…a mi reconcome la curiosidad que reconcome al lector de comic.

José Torralba
4 octubre, 2009 1:09

No sé Dicker… ¿para qué quiere nadie saber nada? Por curiosidad, para poder pensar, para poder razonar. Me gusta salir con amigos a cenar y poder contraponer las cifras del cine español, del europeo y del estadounidense por ejemplo; algo que no puedo hacer con el cómic. También me gustaría saber si cierta colección que me gusta tiene lectores, y no porque escriba aquí.

Y desde un punto de vista utilitarista, Josep Calduch me hizo una vez esa misma pregunta y yo le contesté que, por ejemplo, sería interesante saber las cifras de ventas para saber si una determinada colección va a cerrar y si, consiguientemente, merece la pena seguir comprándola. Un caso inmejorable serían las mensuales de Vertigo. Calduch por cierto, muy agudo, me contestó que ese era un motivo excelente de las editoriales para no publicar las cifras (XD) pero eso no cambia el hecho de que un lector cualquiera SÍ le interesa saberlas.

José Torralba
4 octubre, 2009 1:29

Don Álvaro… pero eso es así con prácticamente todo. Si cogemos, por ejemplo, el cine o la literatura, la promoción más efectiva es llevada a cabo por medios externos. Periódicos, revistas, blogs, portales, páginas de información… las páginas oficiales de las distribuidoras y las editoriales son penosas y están muy mal diseñadas, y en el caso de determinadas películas las webs oficiales sólo tienen de interesante el tráiler y el diseño. Y esto, en grandes superproducciones, claro. Luego hay cosas que rompen la norma (la interactividad de las campañas virales con El caballero oscuro a la cabeza) pero no habría visto Brick de no ser por la crítica del Fotogramas, no tendría ganas de ver la última de Jarmusch de no ser por el Cahiers de este mes y no sabría que la tercera de The Wire sale en octubre desde mediados del mes pasado si no fuera por Zona DVD.

El hecho de que la información se deje en manos remuneradas o no es anecdótico, y no acabo de ver esa supuesta estabilidad del medio de comunicación  que, usted supone, le da el componente económico. Una línea editorial puede cambiar por motivos económicos (fíjese en EL PAÍS), un programa puede ser cancelado por motivos económicos (mire El cine de lo que yo te diga… un caso tristísimo) y un blog basado en la remuneración puede ser cerrado por falta de rentabilidad. Usted, Zona, Entrecómics, ADLO y tantos otros, no.

John Space
John Space
6 octubre, 2009 0:06

La discusión en Un tebeo con otro nombre

Ivan
Lector
6 octubre, 2009 11:00

Totalmente de acuerdo con Viturtia:
«Pero sí lo que tenemos que pedir es más claridad a la hora de presentar hechos y diferenciarlos de las opiniones. Hasta que eso no sea nos costará no sólo analizar el mercado del cómic sino que nos tomen en serio.»
Por ejemplo.
HECHOS: Panini anuncia una línea económica.
«El precio será de 5,95 € por 96 páginas, lo que deja cada episodio alrededor del euro y medio. Piensa que un tomo convencional de 96 páginas suele tener un precio de 7,75 €, con lo que el ahorro es evidente, sobre todo para el lector que está tan enganchado a Marvel que no deja escapar ninguna serie. Ese lector se merece todo nuestro apoyo con medidas como ésta»
HECHOS: Panini se cepilla la línea económica en el número 2. El número de Cable cuesta 7,75.
Explicaciones:
«Otra pregunta muy interesante que nos planteamos, aunque no sé si eres la persona que la tiene que contestar pero eres nuestro interlocutor y por lo tanto te la tengo que hacer, es el cambio repentino que se ha producido en el formato y el precio de los llamados «tomos baratos»…
AMV.- Dame un respiro.
CJL.- Venga respira, que yo sigo. Una de las posibilidades que se plantea es que era una especie de «oferta de arranque». Es peculiar porque en ningún momento desde la editorial se ha planteado así…
AMV.- Correcto.
CJL.- ¿Se va a dar una explicación?
AMV.- Lo vamos a intentar, aunque sé que quizá no convenza a muchos. Calculamos muy mal nuestras fuerzas. Hicimos unas previsiones que han demostrado ser irreales, pensamos que las cosas iban a ir por un lado y luego han ido por otro completamente diferente. Y… hemos tenido que subir los precios, algo que no nos gusta absolutamente nada, pero no hemos tenido más remedio.
CJL.- ¿No hay culpables?
AMV.- Más allá de la mala suerte y la mala planificación, no.
CJL.- En mi opinión es una metedura de pata enorme.
AMV.- Lo es, lo sabemos, y lo sentimos enormemente. Hemos tenido que cambiar nuestra idea inicial y los que han salido perjudicados son los lectores. Lo siento de verdad. Pero no me gustaría hacer mucho más grande la bola, así que dame otro respiro.»

HECHOS: Panini ha mentido.
HECHOS: No explican claramente a sus clientes por qué les han mentido.

Es curioso que luego pida que «se nos tome en serio» cuando el primero que no se toma en serio a sus clientes es él mismo.
 

John Space
John Space
6 octubre, 2009 12:20

Torralba, a ti te interesan las cifras de ventas, pero porque trabajas para Vertigo (?eras tú o era otro de ZN?). Al lector inteligente le interesa la calidad de las historias, no lo que vendan.

Ivan
Lector
6 octubre, 2009 16:13

A mi me interesan las ventas.
Me interesa la calidad, claro está, pero también las ventas.
Además de por curiosidad para intuir los próximos lanzamientos.
Por ejemplo, si Supergirl vende de cine (que lo merece que es muy buena) es probable que salgan Young Justice y Aquaman.
Y si Young Justice y Robin venden de cine, es probable que salgan superboy e impulso.
Si venden nada de nada, pues nos quedamos sin linea.

José Torralba
6 octubre, 2009 16:29

Al lector inteligente le interesa la información, John. Y no, no trabajo para Vertigo xD ¡Si lo hiciera ya habría entrevistado a Grant Morrison para vosotros!

Octavio B. (señor punch)
8 octubre, 2009 7:54

sin entrar en polémicas, y sin leer la mayor parte de los comments (¡eh,mirad que hora es!, que me tengo que ir!!! 🙂 ), aplaudo la participción pública de los editories en la red, pues ofrecen perspectivas que los lectores, críticos y bloggers no tenemos, lógicamente.
Bien, muy bien por la iniciativa, Negativos.