El otro Capitán América

Hagamos memoria. Volvamos a los primeros números del Capitán América. Todos recordamos la historia, Steve Rogers, un rubio flacucho se alista en el ejército americano para luchar en la Segunda Guerra Mundial, y una vez allí se ofrece voluntario para el programa supersoldado. Tras la inyección de ese suero que tanta guerra ha dado (y da, hay tenemos Steve Rogers Super Soldier) el recién nacido Capitán América lucharía durante años contra las fuerzas del Eje, hasta que tratando de impedir que el Barón Zemo destruyera Londres, tanto él como Bucky cayeron a las heladas aguas del Atlántico, sufriendo una aparente muerte segura.

Pero surgió un problema. Para el ejército americano, la propaganda ¿como asumir que el gran héroe nacional había muerto? Y para Marvel, las ventas ¿como renunciar a un comic rentable? La solución llegó con la retrocontinuidad. Para explicar los números 58 a 75 de Captain America, años después se dijo que dos héroes vistieron el uniforme del Capitán América. El primero fue William Nasland (posteriormente, Espíritu del 76), y después el que ahora nos interesa, un tipo sin superpoderes, reportero del Daily Bugle llamado Jeffrey Mance. Éste luchó siguiendo los pasos de Steve Rogers (sin suero de supersoldado que le ayudara), hasta que voluntariamente renunció a su personalidad pública, se casó con Golden Girl, otra superheroína, y murió de cáncer en los 80, con Rogers al pie de su cama.

Pero su historia nunca ha sido contada con detalle. Ahora el guionista Karl Kessel y el dibujante Mitch Breitweiser se unen para contarnos cómo afronta una persona normal ser el mayor héroe del país y cómo decide dejarlo todo atrás para irse a vivir con su nueva esposa. Lo harán en Captain America: Patriot, una miniserie de cuatro números que acaba de aparecer en Estados Unidos. Kessel ha afirmado en Newsarama que “escribiendo me gustó la idea de alguien normal en las botas del Capitán América, y cuando super que Mace se retiró voluntariamente del mayor grupo de superhéroes del momento, me di cuenta que allí había una historia que contar. Y lo hice”.

Pero el mundo de Mace no es el mismo que vio Steve Rogers. Tras la Segunda Guerra Mundial le tocará lidiar con una situación mucho más complicada, “en los cincuenta se dieron en Estados Unidos el McCartismo y la política del miedo, lo que desgraciadamente tiene mucho que ver con los Estados Unidos de hoy”. Para Breitweser la trama supone “una oportunidad para profundizar en la psicología americana del periodo post-bélico. Como dijo Mark Twain, “la historia no se repite, sólo rima”. Así que miraremos esta era mientras en nuestra sociedad superamos nuestra propia crisis, por suerte sin McCartismo ni tensas relaciones interraciales”. En una entrevista para Comic Book Resources, Kessel afirmó que “Mance viene del periodismo, no tiene un pasado militar como Rogers, y además su visión es más izquierdista que la de la mayoría del gobierno”. Quizá sea este uno de los ejes de la mini-serie, puesto que en esta época Rogers siempre ha sido un “chico del gobierno”, un arma mitad bélica mitad propagandística en la lucha contra el enemigo de tuno, ya sea el nazismo o el comunismo.

Los otros dos ejes de la trama vendrán de la relación de Mance con los Invasores, puesto que le será muy difícil seguir su ritmo de hazañas cuando no ha recibido el suero del supersoldado. “Namor, especialmente, es muy leal hacia el Capitán América original”, ha declarado.

El último punto de interés de la serie es Golden Girl. Al ser la futura esposa del protagonista, aparecerá con bastante frecuencia en la serie. “De hecho, dice Kessel, la veresmos aquí más que en cualquier otro sitio”. Su relación tendrá además relación con el trasfondo político de la serie, puesto que Golden Girl es Betsy Ross (introducida por Kirby al comienzo de la andadura del Capitán), y será el enlace del FBI con Mance. El roce hace el cariño, y por esta relación “profesional” acabarán enamorándose.