Criminal: Los Pecadores

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Edición original: Criminal: The Sinners #1 a 5 (septiembre de 2009 / marzo de 2010) The Sinners; Icon, Marvel Comics.
Edición España: septiembre de 2010; Panini Comics.
Guión: Ed Brubaker.
Dibujo y entintado: Sean Phillips.
Color: Val Staples.
Formato: tomo recopilatorio de 144 págs. encuadernado en cartoné.
Precio: 15,00 €.

A estas alturas, con tres volúmenes de la colección a nuestras espaldas –integrados por un total de cinco tomos recopilatorios–, no queda más remedio que asumir la periodicidad anual de Criminal. Más aún si tenemos presente que Panini ha alcanzado la edición norteamericana, por cuenta del sello Icon de Marvel Comics; una circunstancia tan solo atenuada por el hecho de que al otro lado del Atlántico acaba de publicarse una nueva entrega de IncognitoBad Influences–, también firmado por Ed Brubaker y Sean Phillips.

Así pues, es de suponer que muchos lectores habrán acometido la lectura de Criminal: Los Perdedores –así se titula el quinto arco argumental de la colección–, con la voluntad de paladear cada página, haciendo acopio de paciencia necesaria para afrontar la larga espera que nos queda por delante hasta que llegue el momento de leer nuevas desventuras de este hatajo de perdedores, tahúres y truhanes que pululan por una colección que, por sus evidentes referentes, resulta tremendamente disfrutable para los amantes del género negro… aunque en este caso podrían hacerse unas cuantas matizaciones respecto al grado de inspiración de los autores. Sea como fuere, no adelantemos acontecimientos: antes de entrar en materia, convendría hacer un sucinto repaso, para poner en antecedentes al lector menos versado en esta colección, collage de historias aparentemente inconexas que, puestas en relación, conforman la nítida imagen de dos generaciones de delincuentes.

Tras el ejercicio metaficcional de la anterior entrega –Mala noche–, llega el turno de recuperar a un viejo conocido de los lectores, llamado Tracy. En Criminal: Lawless, segundo arco argumental de la colección, partimos del juego de palabras del título para conocer la historia de un tipo que, tras casi dos décadas enrolado en las filas del ejército norteamericano, se vio envuelto en un incidente en una cantina de Bagdad. Como consecuencia directa, una pena de arresto y total aislación, a cumplir en una prisión militar. Dieciocho meses, Tracy fue puesto en libertad, recibiendo la noticia de que durante su cautiverio, su hermano Rick había sido asesinado, una circunstancia que le movió a regresar a su ciudad natal con el único objetivo de vengar su muerte. Para ello, “recaudó” fondos en la vecina Central City con los que poder sufragar los gastos implícitos en su particular misión: integrarse en la banda antaño liderada por su hermano para indagar en las causas de su fallecimiento.

Como suele suceder en estos casos, casi todo lo que podía salir mal, salió mal; sucediéndose una serie de acontecimientos que terminaron con Tracy ejerciendo como sicario de Sebastian Hyde. Un año más tarde, precisamente cuando el peligroso jefe criminal duda de la determinación de su subordinado, nuestro protagonista recibe un encargo de peso: investigar una serie de asesinatos cuyas víctimas tienen en común ostentar una posición de privilegio en los bajos fondos de la ciudad. Pero Tracy no solo tendrá que averiguar quién se esconde tras la muerte de unos delincuentes aparentemente intocables, “cazados” por un asesino firme y determinado, sino que también se verá obligado a lidiar con el impredecible carácter de Elaine y Sabrina Hyde –esposa e hija de su jefe, respectivamente–, y con la irrupción de un oficial de la División de Investigación Criminal del Ejército, encargado de que Lawless responda ante un tribunal militar por su deserción…


Apunta el propio Ed Brubaker
que “en Los Pecadores hay cierto elemento procedimental, pero también estamos pintando una imagen mucho más amplia de la ciudad, de la que hasta ahora solo hemos visto pequeños destellos (…) En los primeros arcos argumentales de Criminal conocimos diferentes aspectos delictivos de la ciudad, como las Tríadas de Chinatown. Pero ésta es la primera historia en la que es posible ver todos esos elementos juntos, involucrados en el desarrollo de una gran historia de misterio.”. Sin lugar a dudas, un punto perfecto para ahondar en el ambiente en el que se desarrollan las tramas narradas, recuperando de paso algún que otro viejo conocido: ““Veremos a Chester de nuevo; los lectores lo conocieron por primera vez al final de Lawless. Es la mano derecha del jefe de Tracy, Sebastian Hyde. También veremos a Gnarly, y sabremos que es de su bar, el Undertown (…) Así que profundizaremos en este mundo, pero de un modo en que si no has leído el resto de las historias, no tienes porqué temer spoilers.”.

En definitiva, más de lo mismo, que en el caso de Brubaker, Phillips, y Criminal, suele ser garantía de entretenimiento de calidad. En este caso, además de la trama central –el misterio de los asesinatos–, y la desarrollada de forma paralela –la persecución por parte del investigador criminal–, nos encontramos con u trasfondo que no solo se vale de la iconografía religiosa, tan adecuada para abordar historias de culpa y redención, sino que también presenta sus dosis de manipulación, inocencia perdida, traición y, por supuesto, venganza. Un cóctel al que sumar la habitual solvencia de un Sean Phillips permanentemente instalado en la efectiva retícula de tres líneas, en la sobriedad, la economía de trazo y el dominio de la iluminación que hacen de él un dibujante plenamente consciente de sus puntos fuertes, que potencia al máximo, y débiles, que logra enmascarar por completo.

Sin embargo, apuntaba en párrafos introductorios que cabía formular matizaciones al nivel de inspiración de los autores; y es que en Los Pecadores más que en cualquier otro arco argumental, da la sensación de que Brubaker y Phillips actúan por inercia, hasta el punto de que quien escribe estas líneas considera que éste ha sido el arco argumental más flojo de la colección. Brilla por su ausencia la capacidad de sorpresa, y aunque en ningún momento se ha ocultado que esta colección vive no solo de los convencionalismos propios del género, sino también por elementos claramente definitorios de algunas de las novelas y películas más representativas del mismo, lo cual repercute de forma negativa en la originalidad de este tebeo. En cualquier caso, es ésta una propuesta más que clara, cristalina: los autores enuncian en todo momento su voluntad de rendir un homenaje al género que tanto aman, jugando con sus lugares comunes y clichés. Y no es menos cierto que los momentos de menos inspiración de dos historietistas de su talla dan forma a una historia entretenida y disfrutable que, esperemos, preceda a otras más elaboradas.

Detalle de Criminal: The Sinners #1, pág. 1, publicado en el blog de Phillips

Finalizamos el presente artículo con una referencia más extensa de lo habitual a la edición española. Como en anteriores ocasiones, mantiene el formato de encuadernado en cartoné y un tamaño ligeramente superior al del comic-book estándar. A su vez, se acompaña de un excelente artículo –de lectura más que recomendable– firmado por Javier Jiménez Barco y José Miguel Pallarés, centrado en la génesis y evolución de Black Mask Magazine, revista de vital importancia dentro del género. Sin embargo –y aquí viene el aspecto negativo–, vuelven a brillar por su ausencia los artículos redactados por los creadores de la serie y sus compinches. Desconocemos si por imposición de Marvel / Icon, o por decisión de los editores españoles, pero en todo caso es una lástima no poder disfrutar de contenidos tan apetecibles como los comentados a continuación:

 Criminal: The Sinners #1: Como siempre, los extras se abren con The secret ingredient is crime, sección escrita por el mismísimo Ed Brubaker. En primer lugar, hace una breve presentación del arco argumental, a la que le sigue la referencia al lanzamiento en DVD de su largometraje Angel of Death (2009). Acto seguido, llegan la recomendaciones literarias: Panic Attack de Jason Starr, y Shadow Season, de Tom Piccirilli. A continuación, menciones a la serie de televisión australiana Underbelly (2008) y la trilogía cinematográfica Red Riding (1999-2002); una impresionante entrevista a Dawyn Cooke, realizada por Brubaker y Tom Spurgeon. Y finalmente, Michael Stradford redacta un artículo centrado en la película The Killer Elite (Los aristócratas del crimen, 1975), dirigida por Sam Peckinpah, y protagonizada por James Caan.

 Criminal: The Sinners #2: The secret ingredient is crime se presenta en esta ocasión como correo de los lectores, respondiendo a las misivas electrónicas de los fans. Se completa la sección de material adicional con dos artículos: el primero, del propio Brubaker, centrado en la obra cinematográfica de Peter Yates: Mother, Juggs & Speed (El madre, la melones y el ruedas, 1976), The Deep (Abismo, 1977), Breaking Away (El Relevo, 1979), Bullitt (1968), Robbery (El gran robo, 1967), The Friends of Eddie Coyle (El Confidente, 1973), etc. Y el segundo, firmado por Ryan Lindsey, versa sobre películas noir de nacionalidad australiana: The Story of The Kelly Gang (1906), For the term of his natural life (1927), Two Hands (1999), Dirty Deeds (2002), The Hard Word (2002), Chopper (2000), The Proposition (2005) y The Square (2008).

Ficción criminal: Bullitt, Oldboy y Angel of Death

 Criminal: The Sinners #3: Referencias a la edición deluxe de Criminal, avances de Incognito, comentarios centrados en el visionado de Underbelly, la lectura del guión de William Monahan (The Departed / Infiltrados) adaptando London Boulevard (novela de Ken Bruen); y otras dos novelas: Once were cops, del propio Bruen; y Expiration Date, de Duane Swierczynski. Brubaker finaliza la sección aludiendo a lo mucho que echa en falta la presencia de dramas criminales de calidad en la televisión norteamericana, tras el final de The Shield y The Wire. Y se cierran los extras con un artículo de Tom Piccirilli centrado en el cine coreano reciente: The Host (2006), A tale of two sisters (Dos hermanas, 2003), Oldboy (2003), Our Town (2007), Death Bell (2008), Open City (2008), Rough Cut(2008), y The Chaser (2008).

 Criminal: The Sinners #4: Incluye referencias a la excelente serie de televisión Breaking Bad, la cálida acogida a la edición deluxe de Criminal; comentarios a lecturas centradas en los sindicatos del crimen: When corruption was the king: How I helped the mob rule Chicago, then brought the outfit down, de Robert Cooley y Hillel Levin; The Outfit, de Gus Russo; Expiration Date, de Duane Swierczynski. Y finaliza con una mención al novelista Joe Hill, hijo de Stephen King y autor de los libros 20th Century Ghosts y Heat-shaped box (El traje del muerto), y el cómic Locke & Key. El propio Hill cierra la sección con un artículo centrado en Mr. Majestyk (1974), y otras cintas de acción protagonizadas por Charles Bronson.

 Criminal: The Sinners #5: Los extras del último número de este arco argumental se abren con comentarios relativos a la participación de Sean Phillips en la adaptación al cómic de La Torre Oscura, de Stephen King; la publicación del primer recopilatorio de Incognito y diferentes cartas remitidas por los lectores. Finaliza con un estupendo artículo obra de Jess Nevins, que versa sobre la presencia de la eterna figura de las femmes fatales en el género.

En resumidas cuentas, material alucinante, tremendamente interesante, que seguro que numerosos fieles seguidores del género echarán en falta. Puestos a ser exigentes, lo cierto es que su recuperación –o al menos que se tomen estas obras como punto de partida para desarrollar artículos de producción propia–, sería el perfecto colofón a una edición, la de Panini, que por lo demás resulta satisfactoria.

Enlaces de interés

  Página web oficial y página MySpace de Ed Brubaker.
  Página web oficial página MySpace y blog de Sean Phillips.
  Semana Criminal en My Space Comics, preview en pdf y blog cectrado en la serie creada por Brubaker y Phillips.
  Reseñas de Criminal: Cobarde, Criminal: Lawless, Criminal: Los muertos y los moribundos y Criminal: Mala noche, publicadas en Zona Negativa.
  Entrevistas a Ed Brubaker publicadas en Newsarama, Comicsreporter.com, Comicbookgalaxy.com y Comicbookresources.com, y vídeo-entrevista conducida por Bill Hader.
  Entrevistas a Sean Phillips, publicadas en Comicon.com, MySpace Comics (realizada por Michael Lark), y esta misma entrevista, traducida en Entrecómics.
  Articulo centrado en Criminal, publicado en Comicbookresources.com.

Un saludo y hasta pronto! (eso espero)

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demanio
demanio
Lector
13 noviembre, 2010 11:32

yo también colecciono esta colección, a mi brubaker me gusta más cuando ahonda en el género negro o de espionaje, que en el superheróico. si, puede que esta saga de los pecadores no esté al nivel de las anteriores, pero sigue siendo entretenida e interesante. aunque yo particularmente echo de meno a leo paterson, el prota del primer arco. a ver cuándo decide bru recuperarle!.
 
saludoos

Elkas
Elkas
13 noviembre, 2010 12:37

Criminal me encanta. Con el tiempo me he dado cuenta de que el comic es el medio en el que más disfruto el género negro y policiaco. La verdad es que en novela no me llama y en cine no me acaba de convencer del todo. Los relatos cortos en cambio me van también bastante.
Creo que tiene que ver con los ritmos de las historias. Un relato corto te permite avanzar rápido y en un comic puedes regular muy bien la velocidad de lectura, fijándote más o menos en los detalles del dibujo más allá de la lectura del guión. Una novela negra me resulta cargante y leeenta; y en cine o el ritmo de la peli es impecable o pierdo fácil el interés.
Menos mal que Bru y Phillips me hacen feliz con Criminal, a pesar de que soy muy consciente de que clichés y convenciones del género se pasean con descarado desparpajo por sus páginas.

Konshu
Konshu
Lector
13 noviembre, 2010 12:40

Pues a mí este tomo me gustó bastante. Creo que huye de tópicos en los que la serie ha caído en otras sagas y teje una historia con menos suspense pero mucho más fresca. Y es lo mejor que le he visto a Sean Phillips en mucho tiempo.
 

samanosuke
13 noviembre, 2010 15:25

¿Sabéis sin los TPBs o los hardbacks originales traen el material extra creado por los autores? Me va a costar un pooquillo el inglés en la serie negra, pero por ese material y al precio que lo puedo conseguir creo que me interesa más. ¿sabéis algo?

Tiegel
Tiegel
13 noviembre, 2010 15:55

El primer tomo se titulaba «Cobarde». Éste se titula «Los pecadores». ¿El próximo será «Fistros de la pradera»?

Askani
Askani
13 noviembre, 2010 17:43

Yo descubri esta serie con este volumen en concreto, aunque coincido con la reseña en que el argumento no es muy original tambien creo que incluso un argumento como este en manos de Brubaker es algo a tener en cuenta. A mi personalmente me gusto mucho, de hecho me compre hace poco el primer volumen, en especial el tratamiento que hace el autor de los personajes. En su linea es capaz de presentar a la perfección a cualquiera de ellos con solo unos pocas pinceladas y eso me encanta.
 
Estoy de acuerdo en que el mejor Brubaker se encuentra en estas historias de corte de novela negra y noir, yo disfrute como un enano con Sleeper e incognito.

johnny 99
johnny 99
Lector
13 noviembre, 2010 18:47

brubaker es muy bueno, no falla casi nunca. y mas cuando se reune con sean philips! hombre, su capitan america o catwoman son cojonudas, mejor que sus otras incursiones superheroicas como dd, batman o la patrulla x, que sin ser fantasticas estan muy bien!!!!
uno de mis autores favoritos del panorama actual

Antoño Retoño
Antoño Retoño
13 noviembre, 2010 23:58

En mi opinión, los cinco tomos de Criminal flaquean por igual en lo que al argumento y resolución de las tramas se refiere, pero por otro lado, Brubaker hace un trabajo soberbio con la construcción de los personajes y la forma de moverlos y hacerlos interactuar en sus historias. Así que, a pesar de que la lectura de cada nuevo tomo de esta serie siempre me deja un regustillo agridulce en la boca, siempre vuvelvo a por más, y sin duda, también me compraré el sexto cuando se publique.

uno que pasaba
uno que pasaba
Lector
14 noviembre, 2010 15:02

Me lo pillé ayer precisamente y supongo que me lo leeré hoy. Muchas ganas, la verdad. El mejor Bru es éste (el de sus proyectos más personales). El de Daredevil, Capitán América o Puño de Hierro está bien pero no es lo mismo. Aunque en el caso de DD no lo entiendo; en esa serie tenía a su disposición los elementos donde mejor se mueve, una pena. La etapa de Bendis se va a quedar como la mejor de la década (normal, es muy buena).
 
David:
 
¿Qué quieres dcir con ejercicio metaficcional respecto a Mala Noche? ¿Te refieres a que el prota es un creador de historietas y de alguna forma representa a Bru o es otra cosa que se me ha escapado?
 
PD: Es una tontería pero las cinco entregas que llevamos recogen tres volúmenes, o si lo prefieres dos volúmenes y una miniserie.

uno que pasaba
uno que pasaba
Lector
14 noviembre, 2010 22:33

Me lo acabo de leer. La verdad es que a mí no me ha parecido una historia floja respecto a las anteriores. Lawless se ha convertido en mi personaje favorito de la serie. Y mira que los tipos duros como él me suelen aburrir. Pero Bru es una bestia de la construcción de personajes. Resultan creíbles, profundos y casi palpables. Partiendo de ese cliché de tipo duro que mencionaba antes Bru hace de Lawless un personaje muy tridimensional sin caer el error de alejarse de ese cliché. Es decir te sigue pareciendo un tipo duro pero compruebas que hay algo más que eso. Me parece muy difícil conseguir; darle profundidad a un personaje sin desvirtuar su esencia.
 
Pero lo que realmente me ha gustado es ese mensaje del final: la violencia sólo engendra violencia. Y gente como Lawles o

Aviso de Spoiler

el padre Mike

están atrapados en ese círculo vicioso. Tracy volvió a la ciudad (la propia ciudad que está también atrapada en esa espiral de violencia) para vengar a su hermano y va dándose cuenta de que no ha servido de nada. Su estancia sólo le ha servido para verse aún más inmerso en esa violencia. Convencido además de que ya no hay remedio para él:

Aviso de Spoiler

cuando le dicen que le envían de nuevo a la guerra piensa «That’s where I belgong»

. Y ahí es donde de verdad empatizas con el pobre tipo. Es consciente de que la violencia no lleva a ningún lado pero sabe que está atrpado en ella, lo sabe y sin embargo se resigna.
 
Obviamente ese mensaje de «la violencia sólo engendra violencia» no es nada original pero sí muy poderoso. Y cuando cuentas bien una historia los mensajes poderosos calan muy hondo.
 
David:
 
No sé porqué te ha parecido tan flojo (relativamente, te entiendo). Tal vez sea por algo de lo que poco a poco me voy dando cuenta: influye mucho cómo te pilla. Creo que un mismo cómic (libro, película…) nos puede parecer cosas muy diferentes según el momento en que lo leamos. A lo mejor si lo hubiera leído hace dos semanas mi opinión no sería tan favorable, ¿quién sabe? Eso sí, se nota una resolución no del todo cuidada y que Bru se toma más licencias de lo necesario (

Aviso de Spoiler

ese oficial del ejército dándole a Lawless las veinticuatro horas que le pide… demasiado empático para ser un militar con una misión muy clara

).
 
Un última cosa: Te felicito por la forma en que te has tomado mi pequeño apunte sobre los volúmenes de la colección. Demuestra mucha humildad. Yo sólo pretendía mejorar en la medida de lo posible este artículo (y de alguna forma, por extensión, esta web) y así lo has entendido. Y muchas gracias por el incalculabe esfuerzo que le dedicáis a Zona Negativa. Os merecéis que os lo digan :).