Asesinos de héroes

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Edición original: Marvel Comics – junio 1992
Edición España: Comics Forum – diciembre 1993
Guión: David Michelinie, Fabian Nicieza
Dibujo: Scott McDaniel, Brandon Peterson
Entintado: Keith Williams, Mark Stegbauer, Al Milgrom, Jimmy Palmiotti
Color: Bob Sharen, Mary Javins, Sarra Mossoff
Portada: Mark Bagley, Randy Emberlin
Precio: 695 pesetas (tomo en tapa blanda de 128 páginas)

 

El tercer y último tomo del formato recopilatorio de una parte de los anuales marvelianos de 1992, albergó la aventura a la que se dedicaron los especiales de la escudería arácnida. El último mes del año 1993 trajo a los quioscos españoles la edición de Forum de la historia The Hero Killers, que reunió a Spider-Man con una de las sensaciones de esos años: los Nuevos Guerreros.

Después de La Guerra de la Evolución y Atlantis Ataca, Marvel abandonó la política de dedicar todos los números anuales a una única aventura, agrupando las colecciones premiadas con esa décimo tercera entrega en historias más cortas y, consecuentemente, más manejables. En el caso del trepa-muros, debe mencionarse que en esos días repartía su presencia en cuatro colecciones regulares, tres de las cuales tuvieron su especial anual. La cuarta era aquella carente de adjetivos o subtítulos, lanzada a mayor gloria de Todd McFarlane y dedicada a la publicación de aventuras auto-conclusivas, pero me estoy desviando del asunto. En 1991 y 1992, estos especiales arácnidos compartieron relato, siendo Asesinos de héroes el correspondiente al año olímpico por antonomasia (al menos, en España).

Pongámonos en situación: en 1992, Marvel se veía sacudida por el terremoto de la marcha de siete importantes dibujantes, para fundar Image Comics. En el caso de la escudería arácnida, el citado Todd McFarlane había dado un crucial cambio de imagen a la misma, el cual se había traducido en un importante aumento de las ventas. Los dos millones de ejemplares de la colección de la que el canadiense era responsable total marcaron un hito que, a la larga, se convirtió en el inicio de la nefanda burbuja especulativa, pero esa es otra historia. Cuando el juguetero decidió dejar, a la altura del décimo sexto número, la cabecera creada para su solaz literario, su sustituto en la serie principal del lanza-redes, Erik Larsen, tomó el relevo como autor completo… pero también marcharía a recorrer la senda imaginera. En las colecciones blaugranas quedaban los guionistas con los que McFarlane y Larsen habían colaborado y una versión particular del debate general que se había desarrollado en Marvel: quién tenía el mérito de las espectaculares ventas obtenidas por las franquicias punteras de la casa de las ideas. Los exitosos ilustradores se veían minusvalorados, pese a su condición de estrellas (que en la franquicia mutante había provocado el abandono de veteranos como Louise Simonson o Chris Claremont); la empresa consideraba que eran los personajes –de su exclusiva propiedad- los que contaban con la bendición y los parabienes del respetable; por último y, un poco de tapadillo, los guionistas que habían trabajado con los dibujantes punteros sentían que se les estaba escamoteando su contribución. En el caso de Spider-Man, es bien conocida la controversia entre David Michelinie y Todd McFarlane acerca de la creación de Veneno. Precisamente Michelinie –que era a la sazón guionista de la franquicia arácnida desde hacía varios años- se encargaría de escribir las tres partes correspondientes a los anuales azulgranas de 1992. Vista en retrospectiva, hay que indicar que su etapa es más recordada por la presencia de sus dibujantes –los citados McFarlane y Larsen, Mark Bagley- que por sus aportaciones al extenso legado arácnido. Esta aventura es un buen ejemplo de ello, dejando patente que el mejor trabajo del caballero para la casa de las ideas se encuentra en el Hombre de Hierro.

Por lo que respecta a los Nuevos Guerreros, estos estaban aún bajo la batuta de un Fabian Nicieza que en esta colección operaba de forma más libre que en la encorsetada franquicia mutante. En una década un tanto estigmatizada por la baja calidad de las colecciones y conceptos que se crearon –sobre todo en la primera mitad- las aventuras del grupo de jóvenes empijamados reunido por Tom DeFalco y Ron Frenz en la colección de Thor constituyen un agradable refugio que ha superado bien la prueba del tiempo. Nicieza y Bagley cogieron un puñado de personajes preexistentes de suerte dispar y los convirtieron en uno de los hallazgos de la Marvel de los noventa. En mi opinión, si hubiere que escoger una colección para cada lustro de ese denostado decenio, diría que los Nuevos Guerreros irán para el primero (quedando los Thunderbolts para el segundo, pero ese debate quedará para otro día). Volviendo a lo que aquí interesa, para el segundo número anual de la colección, Nicieza encajó su aportación a la saga, echando mano del creciente bagaje que había desarrollado en la misma.

Asesinos de héroes presenta una aventura en la que Spidey y los Nuevos Guerreros deben enfrentarse a una trama que va eliminando a diversos empijamados –principalmente material de derribo o procedente de colecciones secundarias-. Cada uno de los guionistas aporta material de su cosecha y de sus respectivas cabeceras. Así, Michelinie saca de paso a Justin Hammer, la versión malvada de Tony Stark y a su sindicato del crimen (integrado por villanos bien conocidos por la afición lectora marveliana de la época como Rino, Hidroman, Bumerán, Látigo Negro, Escarabajo o Demonio Veloz); por su parte, Nicieza aporta a un viejo enemigo de los jóvenes guerreros y más antigua némesis de su miembro fundador Nova: la Esfinge. Este egipcio inmortal fue el protagonista involuntario de una saga de realidades alternativas en las que Nicieza demostró su conocimiento de la continuidad y su habilidad para dar una vuelta de tuerca a una idea bastante utilizada en el género súper-heroico. El resultado fue una aventura entretenida en la que los guionistas trabajaron con buena coordinación y en la que se encuentra un uso adecuado de la historia precedente, así como una buena caracterización de los personajes participantes.

En el ámbito de las ilustraciones hay que mencionar la presencia de dos caballeros que se harían populares en los años siguientes: por un lado, tenemos a un Scott McDaniel cuyo estilo aún carece de señas de identidad propias; por otro, a un Brandon Peterson que todavía no llamaba la atención. El primero se encargó de los tres primeros capítulos, en tanto que el último corrió a cargo del segundo. El resultado fue una cohesión aceptable por parte de dos profesionales cuyos dibujos evolucionarían por derroteros bien diferentes.

La historia es, en definitiva, un buen ejemplo de lo que se hacía con los números anuales en aquellos tiempos. Autores competentes para una aventura tan entretenida como intrascendente.

  Edición original: Marvel Comics – junio 1992 Edición España: Comics Forum – diciembre 1993 Guión: David Michelinie, Fabian Nicieza Dibujo: Scott McDaniel, Brandon Peterson Entintado: Keith Williams, Mark Stegbauer, Al Milgrom, Jimmy Palmiotti Color: Bob Sharen, Mary Javins, Sarra Mossoff Portada: Mark Bagley, Randy Emberlin Precio: 695 pesetas (tomo…
Guión - 6.5
Dibujo - 7
Interés - 6

6.5

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dhaldon
dhaldon
Lector
6 junio, 2016 10:21

Tengo este tomo, de hecho fue el primero que me compre fuera de las grapillas de 24/48 páginas y recuerdo que tuve que ahorrar para comprarmelo; 700 pesetas era un dineral de la época para mi

Estoy de acuerdo también en que es correcto y entretenido y que en ningún momento te sientes estafado al terminar de leerlo como era normal años después en los especiales o anuales de la Casa de las Ideas. Una historia entretenida y unos dibujos coherentes entre un número y otro.

Algo que me llamaba la atención era la cantidad de héroes secundarios que aparecían y que yo no había conocido en mi vida, eso me despertaba la curiosidad por saber más sobre ellos y su historia. Eso era el diverso Marvel hace unos años, un tren en marcha en el que te subías en el que poco a poco y vas descubriendo su historia, la magia de la continuidad, mientras que hoy en día reinicia las colecciones cada año para que el que llegue no tenga que plantearse nada, todo masticadito y desde cero.

Por último también muy de acuerdo en que los nuevos guerreros fueron la colección más representativa de Marvel de los 90, lo que hizo Fabián Nicieza en 25 números con personajes sobrantes y secundarios es una maravilla, y resiste lectura tras lectura después de 25 años, cosa que no podemos decir de muchas de las series clásicas que tienen más nombre.

Alejandro Ugartondo
Autor
6 junio, 2016 12:44

Aquí otro que comparte la opinión de la reseña y la agradecce.

En aquella época era un gran seguidor de los Nuevos Guerreros y esta historia supuso una buena oportunidad de ver interactuar a estos personajes con Spiderman, con el que algunos de los Guerreros compartían un pasado.