Dándole vueltas

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Edición original: Ruminations; Atrabile (mayo de 2008).
Edición España: Astiberri Ediciones, Colección Sillón Orejero (junio de 2009).
Guión, dibujo, entintado y color: Frederik Peeters.
Formato: tomo recopilatorio de 184 págs. encuadernado en rústica con solapas.
Precio: 19,00 €.

Cuando en el año 2001 la pequeña editorial suiza Atrabile publicó un tebeo titulado Píldoras azules, muchos lectores quedaron gratamente sorprendidos por el desparpajo mostrado por su autor: el semidesconocido Frederik Peeters (Ginebra, 1974). La historia, de tintes autobiográficos, acreditaba la sensibilidad, el ingenio, y el talento que atesoraba este titulado en Comunicación Audiovisual; numerosas virtudes puestas de manifiesto a través de un trazo inconfundible, que invitaba a no perder la pista de este historietista.

Tras ver reconocidos sus méritos a través del Premio Jules Töpffer de la Villa de Ginebra de 2001 y la nominación al Premio Alph’Art al mejor álbum del Salón Internacional de Cómic de Angoulême de 2002, cabía formularse una pregunta un tanto impertinente, pero razonable: ¿se trataba de un éxito efímero, o estábamos presenciando los albores de una prometedora carrera? Peeters no tardó en responder a este interrogante. Y lo hizo de forma enérgica y contundente, hasta el punto de que en los últimos años ha completado su particular transición de promesa de la BD a uno de los autores más reconocidos del panorama internacional.

Lejos de encorsetar su talento reincidiendo en un género –el autobiográfico– que tan buenas críticas le había reportado, este inquieto suizo tocó los más variados palos: desde la ciencia-ficción introspectiva de Lupus, hasta el policíaco hiperrealista de RG, pasando por las aventuras de la entrañable Addidas, narradas en Koma, o ese pequeño divertimento experimental titulado Constellation. Obras sumamente recomendables en las que Peeters ha evidenciado una progresión constante y una versatilidad inusual. Pero un dominio tan apabullante de los recursos que ofrece la historieta no solo parte del talento natural e innato, sino también del ensayo y el error, de la práctica, de la improvisación, de la asunción de riesgos… Durante la última década, este autor eligió el formato de la historia corta como su particular campo de experimentación donde probar la consistencia de nuevos enfoques gráficos y argumentales. Así lo atestiguan las pequeñas piezas que han visto la luz en las páginas de publicaciones como Bile Noire, L’Express, Ecritures y Drozophile, algunas de las cuales hemos podido disfrutar en las páginas de la revista El Manglar.

En mayo de 2008, Atrabile decidió recopilar estas piezas en un único volumen titulado Ruminations, para el que, salvando determinadas restauraciones cromáticas –las versiones originales de un par de historias que “ya no estaban técnicamente presentables”, según el autor helvético–, apenas se han introducido cambios. Transcurrido un año, la editorial bilbaína Astiberri continúa haciendo gala de su buen gusto, acercándonos este tomo recopilatorio bajo el título Dándole vueltas. Un total de veintiséis historias de variado tono y temática. Y aunque en este tipo de antologías es inevitable que la calidad y el interés fluctúen, lo cierto es que el nivel medio es elevadísimo.


Imágenes correspondientes a tres historias cortas recopiladas en Dándole vueltas
(haced click sobre las imágenes para ampliarlas)

Sorprende en primer lugar el peculiar sentido del humor apreciable en cada historia. No es que en otras obras de su bibliografía Peeters no sacara a relucir su vis cómica. Pero siempre de forma más sutil, ocasional, puntual… En determinados relatos de Dándole vueltas, nos encontramos con un humor negrísimo, con personajes llevados al extremo por las propias vicisitudes del destino, que en retorcidos giros, termina por conformar un elogio de lo absurdo, una sucesión de carambolas vitales, de encuentros inesperados que cofluyen en desenlaces cargados de ironía.

Tampoco es extraño toparnos en las páginas de este tebeo con anécdotas desenfadadas y elementos aparentemente autobiográficos, aprovechados para sumergirse en conmovedores episodios del pasado, o incluso para reflexionar acerca de la condición de autor, de creador de historietas. También somos testigos de relatos sorprendentemente surrealistas, que en ocasiones derivan en desenfrenados episodios de violencia, potenciadores de un inquietante sentido de lo absurdo. Y tenemos la ocasión de convertirnos en testigos de excepción del devenir de almas perdidas, de personajes atrapados por sus obsesiones que en soledad –una soledad en ocasiones forzosa, en otras premeditada– “rumian” sus inquietudes, reflexionan, recuerdan o divagan acerca de sus obsesiones y sus males, “dándole vueltas” a aquello que les impide pasar página, de forma que sus vidas trazan una espiral infinita, que tiende a alejarlos de la normalidad.

Peeters también aprovecha la oportunidad para orientarse hacia la crítica política y social, bien sea para hacer alusión a los criterios de control de inmigración aplicables en Suiza, o para retratar su país natal de forma divertida y mordaz en una historia sin título, publicada originalmente en Bang nº 7 y El Manglar nº 3.

Pero por encima de todo, se aprecia en Dándole vueltas la necesidad y la vocación de explorar recursos, de jugar con diferentes géneros. En definitiva, de experimentar con formatos, perspectivas, narración, estructura, composición de página, color… Un recorrido en toda regla por el brutal proceso evolutivo de un autor cuyo talento está fuera de toda duda y que, sorprendentemente, se aleja del conformismo y de fórmulas estandarizadas para continuar dando rienda suelta a sus inquietudes a través de un potencial aparentemente ilimitado.

Destacar la correcta edición por cuenta de Astiberri, al servicio de una agradabilísima lectura, perfecta para conocer en profundidad las raíces y tal vez los derroteros por los que discurrirá la carrera profesional de este autor, mientras esperamos con impaciencia la publicación de su nuevo trabajo: Pachyderme.

Un saludo y hasta pronto! (eso espero)

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Raul Lopez
Admin
4 julio, 2009 8:41

En primer lugar quería agradecerte por estos cuatro años en los q has pasado de un mero colaborador a uno de mis grandes amigos, en el terreno profesional darte las gracias de la misma forma por tu aportación siempre excelente y ya centrandones en este articulo… Si esto es lo q nos espera a partir de septiembre le auguro muchas alegrías a la sección, con esta reseña sigues alimentando mis ganas de leer algo suyo aunque supongo q comenzare por RG.

José Torralba
4 julio, 2009 12:59

Es una auténtica gozada volver a tenerte al frente de una sección de reseñas. Ya sabes que tus entrevistas me encantan, pero tus artículos los he echado de menos enormemente a lo largo de estos meses. ¡Un abrazo compañero!

Shuji
Shuji
Lector
4 julio, 2009 14:20

Enhorabuena por estos 4 años, y por los buenos ratos que he pasado leyendoos.

Parábola Durden
Parábola Durden
4 julio, 2009 15:05

Estoy con José Torralba en eso de que se echan de menos tus artículos y reseñas. Personalmente, las buenas reseñas son lo más que valoro y lo más que me interesa, y hace tiempo que llegan con cuentagotas, sean tuyas, David, o de otro. (Entro en ZN unas 5 o 6 veces al día, y últimamente lo más que hago es saltarme artículos de crisis, eventos y  movidas q están pasando, o peor, están por pasar en EEUU, cosa q no me interesa en absoluto. Pero, eh! son gustos y es mi opinión acerca de cierto cambio de rumbo ligeramente perceptible en la página. Seguís haciendo un  gran trabajo! 😉 )

De Peeters:  RG. El adjetivo utilizado de hiperrealista le viene muy bien, y es exactamente lo que lo diferencia de otros cómics o libros policiacos-noir. El guionista es un ex RG, lo que lo explica todo, y la única pega a la serie es que finalmente no haga el tercer volumen que estaba proyectado desde un inicio. Una pena.

Jordi Querol Rielo
4 julio, 2009 15:46

No puedo más que refrendar las palabras de mis compañeros Raul y Jose. David, eres una pieza fundamental en ZN. Todos ponemos lo que podemos o hasta donde llegamos (algunos no muy lejos, y no miro a nadie porque entonces me quedaría bizco xDD), pero es de justo reconocer que hay algunos que aportan en calidad y cantidad, y mucho además. Tu eres uno de ellos. Y siempe rallando la excelencia!

Y en cuanto lo personal recuerdo la efusiva y calurosa bienvenida que recibí por tu parte cuando entré en ZN, con conversaciones en el messenger como si fuésemos amigos de toda la vida. En ZN todos recibimos bien a los nuevos componentes (y todos lo hicieron conmigo), somos una gran família.

No hace falta ser muy psicólogo para detectar la calidad humana de una persona. La tuya vence centenares de kilómetros a través de la Red y otros medios para hacer parecer que estás aquí, con nosotros, al lado de cada uno, regalándonos tu amistad, tu tiempo y tu implicación en el proyecto.

Amigo, gracias por estar en ZN y ser como eres. Eres grande, compañero.

Psi-Lord
Psi-Lord
8 julio, 2009 9:46

Felicidades compañero!!!!

Y que sean muchos más.

Un saludo.