¿Por qué lo llaman intrusismo cuando quieren decir competencia desleal?

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    Los lectores que sigan un poco la blogosfera española dedicada a los tebeos habrán notado que en la última semana nuestro pequeño mundo se ha visto sacudido por un tsunami que, por una vez y sin que sirva de precedente, ha venido de la mano de los que hacen los cómics, y no de los que hablamos de ellos. El asunto arranca en el blog de Sergio Bleda, continúa en el de Pepo Pérez, tiene su eco en el de José María Beroy y se extiende por webs como la de El lector impaciente o Un tebeo con otro nombre para acabar con uno de los mejores análisis de la industria del cómic en nuestro país que he visto nunca: el que publicó hace nada Álvaro Pons en su Cárcel de Papel. Poco más se puede decir al respecto de la industria tras lo expuesto por don Álvaro.

    Sin embargo me gustaría ofrecer un punto de vista radicalmente distinto: el núcleo principal de la argumentación de Sergio Bleda en su artículo era, básicamente, una queja frente a lo que él tomaba por intrusismo profesional en el campo autoral y en relación con los cómics. Pero niego la mayor: de lo que se trataba en realidad era de la reivindicación laboral de fijar unas tarifas mínimas para los profesionales españoles que se dedican al cómic (nótese el uso de la palabra «profesional»). Y añado: si existieran esas mínimas condiciones, esas tarifas, ése artículo no habría tenido razón de ser, sencillamente porque habría dado igual si se es «panadero» a tiempo completo o por hobby… no se puede regalar pan y, desde el momento en que distribuyes, has de saber que lo mínimo a lo que puedes poner un bollo es de X euros.

    El problema no es pues una cuestión de intrusismo, sino de competencia desleal. La Real Academia Española define intrusismo como ejercicio de actividades profesionales por persona no autorizada para ello y, ¡válgame el cielo! en el campo artístico actual no se puede hablar de autorización o no para ejercer la profesión, sencillamente porque no hay ninguna definición de profesional que resulte seria, inequívoca y, lo más importante, excluyente. En cualquier otro campo, los profesionales vienen determinados por una titulación que acredite sus conocimientos en la materia y el problema es que, desde que en el campo artístico introduces elementos tales como el talento o el autodidactismo, esa acreditación pierde su valor. Alejandro Amenábar nunca acabó sus estudios, Arturo Pérez-Reverte es periodista, Miquel Barceló tampoco terminó la carrera… y cada año se licencian cientos de alumnos en campos como Ciencias de la Información, Filología y Bellas Artes que nunca podrán aspirar a lo que ellos han alcanzado. Tienen conocimientos técnicos, pero no tienen la capacidad de dar rienda suelta a sus sentidos de una forma creativa.

    ¿Qué medios tiene pues una profesión tan creativa y artística pero al mismo tiempo tan artesanal como es la del dibujante de cómics? Pura y sencilla: la asociación; más aún, la obligatoriedad de asociación. Algo que, curiosamente, muchos profesionales con capacidad para trabajar por cuenta propia poseen a través de Colegios Profesionales, asociaciones gremiales de pertenencia obligatoria para determinados casos que son las encargadas tanto de velar por los derechos del trabajador como de evitar situaciones tales como que un colegiado deprecie el valor de su trabajo o incluso llegue a regalarlo. Con una entidad de este tipo, se solventarían los problemas: la editorial X no podrá presionar, ya que no puede pagar menos de una cantidad a un dibujante por sus páginas. Tal dibujante que puede permitirse depreciar su trabajo en tanto en cuanto sus ingresos mayoritarios dimanan de otra actividad laboral no podrá hacerlo por debajo del mínimo estipulado.

    ¿Qué ocurre? Pues que, como todo, un colegio profesional tiene sus luces y sus sombras. Por una parte es bueno para el problema concreto acerca del cual Sergio Bleda se quejaba en su blog, pero por la otra puede estrangular una industria que ahora mismo en nuestro país es inexistente –dejémoslo en precaria– más allá de unos cuantos nombres. Sin embargo, que nadie se lleve a engaño: clamar contra la industria y las editoriales es siempre lo más fácil, pero hemos de tener en cuenta que el primero que tiene que velar por los derechos del trabajador es el propio trabajador, y que no puede esperar que su empleador le resuelva los problemas, sea equitativo o reduzca su margen de beneficio simplemente por un utópico sentido de la justicia y la hermandad. La industria del cómic español debería apostar por nuevos talentos, pero el motivo moral por el que debería hacerlo es por propio interés (para encontrar un modelo productivo que genere más beneficios), no para ayudar a nadie. Y ni mucho menos este problema es asunto suyo: siempre que pueda, una editorial tenderá a contratar el servicio más barato, en igualdad o no de condiciones cualitativas.

    ¿Quién tiene que velar por las condiciones laborales? El trabajador, única y exclusivamente el trabajador. Y ahí es donde entra el quid de la cuestión: un dibujante es un artista, pero desde el momento en que se convierte en autónomo, es también su derecho y su deber como trabajador el velar por los propios intereses y los de su colectivo. No puede estar a vérselas venir, y de la misma forma que en el campo creativo pone su empeño en encontrar soluciones a problemas de anatomía, perspectiva o narración, en el laboral ha de buscarse igualmente las papas, asociarse y marcar las condiciones que deben cumplir sus colegas para ser contratados. No puede esperar que esto surja de la nada sin el esfuerzo de buscarlo.

    Por todo ello, a juicio de quien esto escribe, entender cuál es exactamente su problema es la única alternativa que le queda al dibujante español que aspira a trabajar en la industria patria. En caso contrario, solamente podrá optar por quejarse, ver cómo sus palabras –muy probablemente justas– se las lleva el viento, y asistir impotente a cómo mañana, pasado o la semana que viene, las aguas vuelven a la normalidad sin que nada haya cambiado.

    Pero vamos… todo eso son consejos de alguien inexperto que ofrece una visión sobre el tema (errada, acertada, matizable) y esto una web sobre cómics para lectores de cómics. Como lector, lo único que puedo decir es que adopten el sistema que adopten, no quiero un mundo en el que me quede sin leer El baile del vampiro, La tetería del oso malayo o El Vecino. Y poco me importa –y creo que a la inmensa mayoría de aficionados les ocurre lo mismo– si sus autores son Licenciados en Bellas Artes o Derecho, si son dibujantes de escuela o conserjes de instituto. Lo único que tengo clarísimo, que tenía clarísimo cuando empecé este artículo, es que quiero seguir leyendo buenos cómics vengan de donde vengan. Si la mano que los hace posibles no recibe su justo pago, no debe buscar el problema ahí.

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    I´m with a Skrull!
    Lector
    21 mayo, 2009 16:35

    Se que va a sonar simplista lo que te voy a decir, pero cuando una editorial te rebaja el presupuesto de un libro 2000 € «porque hay crisis» y sin embargo el trabajo que te esta pidiendo, va a llevar la calidad, por el tiempo mas que nada invertido, en realizarlo, y si no lo haces tu, lo hara otro sin esa calidad, porque realmente le da igual… poquito se puede hacer. O que a la editorial no le salga del miembro poner tu nombre por realizar las ilustraciones de susodicho libro, o que el libro tuviera 3 ilustraciones, tuvieras que hacer tu las 7 restantes, y por «cuestiones editoriales», sea el nombre de la otra persona el que aparezca, explicame por favor, frente a eso, que solucion crees tu plausible.

    M. Sanz
    M. Sanz
    21 mayo, 2009 16:39

    clamar contra la industria y las editoriales es siempre lo más fácil, pero hemos de tener en cuenta que el primero que tiene que velar por los derechos del trabajador es el propio trabajador

    Por fin alguien lo dice alto y claro. Añadiría, además, algo: antes de ser artista, hay que ser artesano. Antes de ser un genio, tiene que haber una industria que lo respalde.

    Como se ha dicho muchas veces (y como dice Navarro en uno de los comentarios de La carcel de papel) sí que existen superventas de autores españoles (Mortadelo, Esther, Arrugas…); el problema es que los nuevos autores no siguen ese modelo de creación, sino que quieren hacernos leer sus «pajas mentales» sin que haya una industria comercial, una industria que dé dinero, que los respalde.

    Lo que estos grandes autores deberían hacer es primero crear grandes obras comerciales, y después hacer sus pijadas artísticas. Si crean grandes bestsellers, ya verás cómo las editoriales empiezan a pagarles más.

    Mythos
    Mythos
    21 mayo, 2009 16:42

    Toda la razón.

    Alan Moore ni siquiera acabo la secundaria. 
    Neil Gaiman dejó sus estudios.
    Stanley Kubrick nunca realizó estudios formales sobre cine.
    Steven Spielberg dejó la universidad y los estudios que inició tenían que ver con la filología.
    Ahora mismo no me viene ningún caso de un dibujante pero haberlos haylos seguro.

    En las labores mayormente creativas hablar de intrusismos me parece una tontería. Una cosa es la situación de la industria pero el intrusismo, relacionado con el arte, nunca puede ser malo. Ni necesariamente bueno. Simplemente existe. Pero muchas veces en campos concentros, incluso a nivel científico, son los intrusos los que aportan algo realmente nuevo o trascienden el medio. Quizá porque no han sido educados en él y están desprovistos de dogmas y más dispuestos a hacer algo diferente fuera de la tradición impuesta. 

    I´m with a Skrull!
    Lector
    21 mayo, 2009 16:52

    Pero es que eso mismo que comentas es la utopia laboral, un precio minimo inquebrantable a partir del cual se estipula uno mayor, y mas en sectores «artisticos», sobretodo teniendo en cuenta que muchas veces una editorial utiliza el mismo baremo para un escrito, que una ilustracion, que una labor de diseño gráfico, solo miran lo que les sale caro, o lo que les sale barato, y si esto se hace con libros, se hace con revistas, con comics, etc,… porque en el mundo editorial saben la dificultad de sindicar un genero que ni siquiera esta reconocido como profesión, que te engloban todo en «artes gráficas», y saben perfectamente que con tirar un hueso, la gente que se intenta ganar la vida con esto va a ver la mejor manera de quedarse con ese trabajo, que por desgracia, no es por capacidad sino por coste, si te ves «obligado» a bajar precios, es porque gente «con estudios» en lugar de decir venga otro mas, dicen eramos pocos y pario la abuela, y pasas del «igual siendo legion podemos hacer fuerza» al «este cabron me va a quitar de comer», y todo esto lo saben las editoriales, y disfrutan con ello, porque cuando vives de este tipo de trabajos sueltos, intentas abarcar todo lo que puedas para no morirte de hambre, no para enriquecerte, te lo digo yo, que tengo 3 trabajos y sigo de alquiler.

    Felipe
    Felipe
    21 mayo, 2009 17:13

    Perdonad, pero no estoy de acuerdo con la definición que haceis de profesional. Profesional es aquel que ejerce una profesión, es decir, aquel que realiza una actividad remunerada y esta es su principal fuente estable de ingresos y/o su principal actividad. Otra cuestión es que por razones legales, de seguridad… exijamos (o los Colegios Profesionales exijan) unas condiciones para ejercer esa profesión. Los abogados deben estar colegiados para ejercer ante un tribunal, un médico para ejercer la medicina o extender una receta, un arquitecto / ingeniero de obras para visar un proyecto… aunque no existan colegios de informáticos o la obligatoriedad de la colegiación sea testimonial (por ejemplo en todas las funciones de asesoría, en la llevanza de libros…). ¿O acaso dudais de que alguno de esas personas que comentais sean profesionales? Pues la mayoría están incluso premiados por sus compañeros de «profesión».

    Dicho lo cual, ¿acaso creeis que aun con toda la legislación del mundo no existen acuerdos bajo mano? Por supuesto que te pagan 6 dibujos y haces 10, o cobras 80 en vez de cobrar 100. Por cierto, Skrull, del ejemplo que das de las ilustraciones, no conozco ningún caso, pero si sucede eso que dices será porque el otro dibujante tiene prestigio. ¿crees que este se va a arriesgar a que le atribuyan una obra que no sean suyas ni las haya supervisado? En tres días le meten morralla y su prestigio se va al garete.

    I´m with a Skrull!
    Lector
    21 mayo, 2009 17:25

    Hombre Felipe, el caso, que es el mio, todo sea dicho (y despues de 4 libros de lo mismo con la misma editorial, en ninguno aparece mi nombre), te puedo asegurar que la otra persona a la que sustitui no tenia demasiado renombre, ya que las ilustraciones son de complementos para libros explicativos de diversa indole, vamos, que no son lo prioritario, y te puedo asegurar que aunque no sea PdA, es una editorial de bastante prestigio, que tan pronto le da por querer poner el nombre de la gente que ha participado en la realización del libro, como por no ponerlo.

    Alpar
    Alpar
    21 mayo, 2009 18:06

    Tontería supina la del Bleda. Siguiendo su argumentación, el mismo es intrusista pues guioniza y no tiene estudios de guionista. Y los blogs sois unos intrusistas que jodéis a la prensa seria, leches.

    Mt
    Mt
    21 mayo, 2009 18:22

    Hoy día hay un montón de intrusos que se ponen a opinar sobre arte, política y demás en sus blogs, y gratis, impidiendo a los ensayistas y analistas profesionales mantener una cierta estructura editorial que garantice su sueldo.

    Porque a mí su argumentación no me recuerda en nada al del panadero amateur, sino al de los grupos jóvenes sin discográfica que publican en internet sus maquetas esperando que a alguien le gusten y compren su CD autoeditado o vayan  sus conciertos. ¿Qué? ¿Enviamos al garaje de tales intrusos a los  matones de la SGAE?

    Lo triste de la pataleta de Bleda es que confunde el objeto de sus ataques. En lugar de criticar al sector industrial, ataca a otros que, como él, gustan de dibujar y quieren vivir de ello. Y, confunde, como los cienastas, la aspiración artística con la obligatoriedad de una recompensa pecuniaria asegurada. Como dice Pepo: si no puedes vivir de lo que quieres: búscate la vida. 
    Otra cosa. Esa idea de que sólo pueda considerarse dibujante de comic a quien esté colegiado, qué queréis que os diga, me parece peligrosa.

    Cannonball
    21 mayo, 2009 18:56

    Yo en este asunto, como en otros tantos, lo tengo bastante claro, si un dibujante (en este caso Bleda o el que sea, lo mismo me da) piensa que se esta minusvalorando economicamente su trabajo, que se lie la manta a la cabeza y lo autoedite; como dice el rico refranero español, es muy facil disparar con polvora ajena, que sea otro el que arriesgue su dinero y horas de trabajo mientras yo sea el que se saca limpio sus eurillos, independietemente que luego funcione o no comercialmente.

    Phantomas
    Phantomas
    Lector
    21 mayo, 2009 19:33

    No pensaba opinar, al fin y al cabo es una pataleta de Bleda, pero visto que se pasa Cannonball por aqui, al menos saludaré 😛

    Cannonball
    21 mayo, 2009 19:34

    Saludos recibidos, por aqui me paso siempre, aunque ultimamente no estoy muy parlanchin :p

    Phantomas
    Phantomas
    Lector
    21 mayo, 2009 19:43

    Jajajaja, lo entiendo perfectamente puesto que me pasa lo mismo. Demasiado lio en todos los frentes, y además, tampoco me motivan demasiado los post para comentar… Uhm, la culpa de Torralba, claro está 😉

    Cannonball
    21 mayo, 2009 19:44

    Y de PdA que, dejando a un lado Fabulas, casi no nos da alegrias.

    Antonio J. Bazalo
    21 mayo, 2009 19:49

    Me da a mí que Pepo no ha leído lo mismo que nosotros, porque, aparte de recordarnos lo obvio, no habla del tema central de Sergio, y es el tema de las tarifas, de trabajar gratis reventando el mercado y perjudicando al resto de profesionales.

    alfeizar
    alfeizar
    21 mayo, 2009 20:07

    ¡Al fin ZN entra al trapo!
     
    Sin lugar a duda un tema que es muy interesante para el desarrollo en España de esta actividad.
    Pero por otro lado, me viene un poco lejos todo esto, mero lector de comic. (Sí, egoistamente lo digo,  sólo busco comic buenos y ya está).
     
    En fin, espero que esto mejore para todos y que este debate cibernético dé frutos.
     
    Mi fibra solidaria me dice que esto hay que mejorarlo
     

    Red
    Red
    21 mayo, 2009 20:20

    Luego puede venir un dibujante francés y decir que gracias a que Bleda cobra 4 perras y viene de España, él no puede trabajar en su pais. Jajajajaja.

    Red
    Red
    21 mayo, 2009 20:33

    hablo desde mi corta experiencia como autor cuasi-profesional mal viviendo de los comics y no voy a decir nada que no se sepa ya: el mundo del comic es un mundo competitivo. No hay amistades ni nadie conoce a nadie, y no es que me queje, sólo lo señalo porque es así. Todos los dibujantes con sus colegas en los Salones y tal, muy de burn rollito, qué guay es lo tuyo, no no lo tuyo es mejor, pero por dentro todos, todos están diciendo » como me duerma , éste me quita el trabajo»
    Es un mundillo en el que prima el hacerlo bien, hacerlo rápido y hacerlo barato. Lo demás son cosas de artistitas, de darse el rollo «soy autor profesional». Lo de Bleda no es más que una pataleta, un enfado porque tiene que competir y no dormirse, y para competir y vivir de esto hay que trabajar mucho. ¿Sería competencia desleal que Larroca haga 3 tebeos al mes? Los demás autores pueden decir que si hace uno , los otros dos los puede hacer otro dibujante y así hay trabajo para todos. O Romita JR, ¿es desleal por dibujar rápido? Si uno puede dibujar cinco tebeos al mes, y cobrar poco dinero por cada uno y le compensa..¿es desleal con los demás? El comic es Oferta-demanda, y el dibujante de comic está sujeto a esa ley, y ojo , a mi no me gusta ni un pelo…pero ya lo sabía cuuando me metí a dibujar. ¿O acaso Bleda en la Línea Laberinto pidió una tarifa alta por sus páginas?
    Se queja de que no puede trabajar en su pais, pero no se cuestiona si él hace algo que guste en su pais. El mercado dicta las reglas, y el lector sentencia a las obras.

    Gaeta
    Gaeta
    21 mayo, 2009 20:41

    Mañana por cierto sale artículo del nuevo Fábulas… la semana que viene, de El Otro Bando y Crossing Midnight. Sé que aún no han salido

    José, esperando quedamos a estas reseñas… Por cierto, la del Otro Bando creo que puedes obviarla hasta el mes que viene (si ves que vas muy apurado de tiempo), ya que creo que al final se ha retrasado (de nuevo) y no sale para el Salón (en la página de Planeta está anunciada como para el mes siguiente al Salón).

    Visperas
    21 mayo, 2009 21:04

    Yo lo que no puedo evitar preguntarme (probablemente debido a que no tengo muchas tablas en el asunto) es: ¿De quién habla Sergio Bleda? ¿Qué panadero envía cómics gratis a las editoriales?

    danniel
    danniel
    21 mayo, 2009 21:07

    Buenas,
    A mí lo que me parece es que Bleda pretende, por narices, vivir de lo que ha estudiado sin importarle el mundo real.
    A ver, ¿cuánta gente ha estudiado algo y ha encontrado trabajo de eso?¿todos?
    ¿Cuántos si quiera han estudiado lo que les gustaba y por dinero o por notas no ha podido, terminando estudiando algo que ni les iba ni venía?
    Para lo que uno se prepara y lo que el mundo le prepara son dos cosas diferentes. Y al final quien manda es el que tiene el dinero. El empresario lo invierte en lo que le da la gana y el autónomo también.

    Pero parece que cada vez hay más gente «artista» que pretende hacerse funcionario. Tristemente pasa en el cine español y los demás se ve que tienen envidia.

    Ejemplo: Manel Loureiro empezó escribiendo por hobbie «Apocalipsis Zombie». Fue tal el éxito que tuvo entre el público que ha acabado publicando un libro y ganando algo de dinero con ello. Ha estudiado derecho, no literatura. ¿Deberían cerrarle el blog y prohibir que publique o que cobre por ello?

    John Space
    John Space
    21 mayo, 2009 21:16

    Caramba, cuántos enemigos tiene Bleda. ?Tan peligroso es el tipo?

    Mt
    Mt
    21 mayo, 2009 21:59

    Nada peligroso. Peligrosa es González-Sinde. Pero representa un tipo de pensamiento elitista-caprichoso (me autoproclamo artista y quiero/debo cobrar por ello) no demasiado popular.

    Pablo
    21 mayo, 2009 22:06

    Pues con respecto a los Colegios profesionales, os comentaré que no es ninguna panacea. Yo pertenezco a uno de esos, en concreto el de Arquitectos. Las leyes de la competencia obligan a que los honorarios sean LIBRES y los colegios SOLO pueden proponer unos baremos orientativos que todo el mundo tira a la baja, en función de las necesidad de agarrar el trabajo. Y además tenemos que pagar un dineral en cuotas y en visados, que a la postre no son más que «sellitos» confirmando que soy Arquitecto, cosa que ya hace el título que cuelga en mi despacho. Así que mientras unos estamos deseando que por fin se decidan a abolir los visados colegiales (cosa que parece estar cerca) otros quieren la aparición de nuevos colegios que regulen su trabajo.

    J
    J
    Lector
    21 mayo, 2009 22:36

    En otros paises ya hay tarifas, te pagan segun vendes

    Dicker
    Dicker
    Lector
    21 mayo, 2009 22:47

    ¿Un dibujante, por ser dibujante, es un artista?

    Un dibujante es un trabajador, y si es un autónomo, debería saber que lo primero que hay que hacer es vender.

    Y para vender hay que hacer cosas que interesen.

    Si no hay industria, le quedan dos opciones, o autoeditarse (mucha gente lo hace en USA y otros paises) o trabajar en otra cosa (en las que trabajamos los que no somos artistas).

    Un trabajador tendrá que acomodarse a las leyes del mercado y de su empresa,  a no ser que sea un trabajador cualificado que se pueda permitir lujos (pienso en Ibañez, o en artistas que triunfan en USA o Francia, Pacheco, Larroca, Guarnido).

    Dice REd que es un mundillo donde prima hacerlo bien, rápido y barato, ¿eso no es el clásico bueno bonito y barato que se prima en todos los trabajos del mundo?

    I´m with a Skrull!
    Lector
    22 mayo, 2009 1:01

    Panacea no, utopia, por lo menos en lo que respecta a los asuntos editoriales, direis que como en cualquier otro, pero hay trabajos que son mas necesarios que otros (no me es vital leer comics, pero si me es prioritario tener una casa por ejemplo), los cuales son mas «faciles» de gestionar en esos asuntos, y como en todo, hay gente que dentro de la propia asociacion pretendera sacar mas pasta por por ejemplo los sellos como dice Pablo. Y no es que Bleda tenga muchos enemigos, es que con declaraciones como esas, es facil terminar ganandoselos, es un insulto bastante considerable cuestionar la profesionalidad de nadie en cualquier trabajo porque no se dedique exclusivamente a ello. Con respecto a si un dibujante es un artista? desde luego el dibujo si es arte como tal, pero no cualquier dibujo aplicado a cualquier campo puede ser considerado como tal, eso o directamente se considera todo, es decir, o todo lo es o nada lo es, porque si no pecas de elitista por el hecho de presumir de «yo llevo mas en esto, y como me dedico de pleno a ello, yo si lo soy, si no te pasa como a mi, no lo eres, y eres una lacra para la profesion» cuando es muy posible que ese intruso lo que hace, lo hace mejor que tu. Es muy posible tambien que la gente que le rodea ahora y que estan de acuerdo con el, en su momento pensaran lo mismo de el, «mira este intruso, no pretendera vivir de esto no?»

    sputnik
    sputnik
    Lector
    22 mayo, 2009 1:33

    «es un insulto bastante considerable cuestionar la profesionalidad de nadie en cualquier trabajo porque no se dedique exclusivamente a ello.»

    Sobre todo si tienes en cuenta cuántos autores de cómic de este país se dedican única y exclusivamente al cómic… ¿el diez por ciento, siendo generosos? ¿Menos?

    Tildoras
    Tildoras
    22 mayo, 2009 1:38

    Pues yo no entiendo este tema, de verdad.
    Wendi Pini es una dibujante autodidacta, aprendió por sí misma sin estudios y sin carreras.
    Richard Pini estudió astronomía, profesor de ciencia, programador IBM…
    Juntos crearon Elfquest, una de las sagas de comic más emotivas, grandiosas y colosales jamás realizada.

    La una no tiene título de bellas artes y el otro no tiene el título de escritor. No estudiaron eso. ¿Les convierte eso en menos artistas? ¿no tenían entonces derecho a publicar su obra?
    ¿Qué define quién puede o no publicar? ¿un papel que diga que tienes un título universitario?

    Anda ya, por el amor de Odín. A mi me interesa que la obra publicada me llegue al alma, me conmueva, me fascine y lo demás son puros elementos accesorios y un título no acredita a una persona como más válida para publicar que otra que no lo tenga.

    Tildoras
    Tildoras
    22 mayo, 2009 1:41

    Y considero artísta como el que más, aquella persona que se dedique a LO QUE SEA y en sus ratos libres realice un comic, libro, cuadro… si luego este es publicado y me encanta.
    Ser profesional no quiere decir necesariamente tener la profesión de dibujante o guionista. Para mi ser profesional es tener en tu persona todos los elementos que te hagan realizar tu obra con esmero, cariño, cuidado y conociendo todos los recursos de lo que estés realizando… aunque luego seas panadero. Es IRRELEVANTE.

    sputnik
    sputnik
    Lector
    22 mayo, 2009 6:41

    Bah, como bien se ha dich0, Bleda confundió su blanco (creo que él mismo afirmó después que bastante en caliente) y fue a por esos «intrusos». Pero a la vista está que es un argumento absurdo. Desde siempre, en todas las artes, ha habido recién llegados y autodidactas y gente no dedicada en exclusiva a su campo que han sobresalido. Desde siempre. Y de hecho son los más. Jim Morrison estudiaba cine y Orson Welles no hizo nada e hizo de todo… no hay mucho (o nada) que discutir en ese sentido.
    Pero está bien, ha abierto una brecha. Esperemos que no se cierre a la de YA. 

    Patu!
    Patu!
    22 mayo, 2009 12:39

    Me está resultando muy interesante el tema porque me recuerda mucho a los problemas que se viven en mi propio sector, la traducción.
    Al igual que los dibujantes, los traductores trabajamos en un terreno poco regulado, y provenimos de todo tipo de contextos: hay ingenieros y abogados que se meten a traducir textos relacionados con su campo; hay licenciados en traducción y hay filólogos; hay gente desesperada por trabajar y que acepta lo que le echen, gente que está de vuelta de todo y gente que se lo toma como un hobby, porque le gusta; hay gente que domina diecisiete idiomas y tiene una preparación exhaustiva y hay gente que ha pasado un par de veranos en Irlanda y su vecino del quinto le da traducciones para hacer porque «qué bien habla inglés». Con ese panorama, el tema de las tarifas es un sindios, y el debate sobre crear colegios de traductores lleva mucho tiempo activo; sin embargo, hay muchísima gente que no es partidaria de ellos porque crear los baremos que decidieran quién puede y quién no ser considerado traductor y, por tanto, ser aceptado en el colegio, sería una tarea imposible. En consecuencia, se ha optado por el asociacionismo. Las asociaciones de traductores son de caracter nacional o regional, generales o especializadas según tipos de traducción o idiomas, y son organismos absolutamente fundamentales ahora mismo: informan a los novatos para que no acepten cualquier tarifa, median con agencias y editoriales, asesoran a sus miembros en el plano profesional y en el legal, organizan charlas, coloquios, cursos, movilizan a sus miembros cuando se produce una situación de abuso… Las cosas siguen estando bastante mal, pero van mejorando poco a poco. Desde mi punto de vista, es un esquema que podría aplicarse bien a los dibujantes pero claro, supone implicarse, moverse, comprometerse, actuar. Al fin y al cabo, las editoriales son empresas, y en muchos casos prefieren echar mano de gente desinformada, inexperta o poco preparada para que el proceso de producción de aquello que van a vender les salga más barato.

    dario
    22 mayo, 2009 13:20

    Yo no haría el tipo de cosas que hace Sergio Bleda en cómic. Ni en estilo ni en orientación ni en planteamientos, como me imagino que le pasará a todos los que no sean él.  Así que nada de intrusismo, trabajo que pierda es el que no hace. No hay pastel.

    Peribáñez
    Peribáñez
    Lector
    22 mayo, 2009 22:01

    Casualidades de la vida, el sábado me compré El baile del vampiro de Sergio Bleda. No me gustó.

    marc
    marc
    Lector
    23 mayo, 2009 11:31

    ¿tan malo es tener que trabajar para otros paises, como Francia, que SÍ respetan el arte del cómic?
    en serio, para mí no es una condena, sino una utopía. y si luego vienen las editoriales patrias a «lamer culos», y a «sobornarme economicamente» mejor que mejor 😉
    en serio, Gasol debe estar «muy puteado» de tener que ir a trabajar a los United, cobrar una pasta y tener renombre internacional. joder,todo  muy jodido. (vale los Angeles como ciudad apesta, pero todo lo demás………..:) ).

    Lord deu
    Lord deu
    23 mayo, 2009 19:46

    Nadie quiere que le toquen la torta, lo que ya lo lograron quiereb que a los que vienen de abajo se les haga mas dificil, estamos en un mundo global y las nuevas generaciones deben hacer lo que creen necesario para surgir, la competencia es desleal en TODOS los ambitos del trabajo, por que nadie quiere quedarse del lado de los fracasados, sin etica, siempre se van a dar este tipo de cosas, prohibir la entrada de algunos y premiar a los que ya estan consolidados, solo crea el espacio para la aparicion de mafias y proteccionismo que estoy seguro poco aportaran al desarrollo de la industria y de la sociedad al completo, basta ver con cuanto empeño los gobiernos se aferran a su posicion de ventaja.
    Nadie quire que le toquen el pastel.