Shadowpact: Luces y sombras de la magia

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La Novena Era de la Magia ha concluido. Los Señores del Orden y el Caos ya no ejercen su papel equilibrando las fuerzas que gobiernan la magia del Universo, y antiguas puertas se han abierto dando paso a viejos poderes, antaño olvidados.

Las reglas han cambiado, y alguien debe controlar que nadie se aproveche de la nueva situación. Por eso, el equipo creado ex profeso para solucionar los problemas provocados por El Espectro durante la Crisis, es el encargado de mantener a raya las fuerzas de la oscuridad que pretenden apoderarse del mundo.



El origen de Shadowpact

Para aquellos que no lo sepan, este grupo se formó en las páginas de Día de la Venganza (enlace web), donde la influencia ejercida por Eclipso sobre El Espectro hizo que éste entrara en una espiral de destrucción y muerte, acabando por completo con la, ahora extinta, Novena Era de la Magia. Durante esos momentos de incertidumbre y preocupación, un grupo de «refugiados», amparados por el mundo de bolsillo en el que se encuentra el Bar Oblivion, regentado por Nightmaster, decidía unirse para hacer frente a una amenaza de dimensiones bíblicas.

Así es como se formó este variopinto grupo de seres mágicos. Unidos por una causa común, como medida desesperada y, a priori, temporal; este grupo acabó por convertirse en una familia, y lo que hacían, en su trabajo, en su forma de vida.

Comentario


Desde el principio, Willingham quiso que la miniserie Día de la Venganza se convirtiera en una serie regular, y en un primer contacto con Dan DiDio, el guionista se lo propuso. Poco después, el editor jefe de DC se puso en contacto con el guionista para confirmarle que le parecía una muy buena idea y dio luz verde al proyecto.

El Shadowpact de Bill Willingham

Una vez conseguido el visto bueno de DC, Willingham se puso manos a la obra y comenzó a la planear las pautas que debía seguir la serie. Este equipo le brindaba una oportunidad estupenda para demostrar a todo tipo de personas relacionadas con el mundo del cómic cómo debería ser un grupo de superhéroes (en más de una ocasión el guionista a expresado su desencanto con la actual “época” por la que están pasando los enmascarados, e incluso ha afirmado que estos son “los años más decadentes para los superhéores”). «A lo largo del camino pretendo estudiar cómo los miembros de un nuevo super equipo aprende a trabajar juntos y -al igual que en los Elementales- espero desviarme de algunos de los viejos clichés que se asocian con este tipo de grupos, sin dejar de ser fiel a los fundamentos y nunca perder mi gran afición por el subgénero«.

(NOTA AL MARGEN: Los Elementales es una serie escrita y dibujada por Bill Willingham, que comenzó a publicarse en 1984 por la editorial Comico Comics. La historia comienza cuando el hechicero Lord Skater construye una máquina para apoderarse de todos los poderes sobrenaturales del mundo, lo que provoca un desajuste en el orden del Universo. Para intentar solucionar este desorden, los cuatro elementales (fuego, agua, aire y tierra) otorgan poderes a cuatro personas que recientemente habían muerto como consecuencia de estos elementos. A partir de entonces, este grupo de superhéroes se dedicará a combatir a Skater e intentar devolver el orden que se había perdido).

Comentario

Portada de Los Elementales

Para conseguir el objetivo que se había marcado Willingham, desde el primer momento los miembros de Shadowpact deberán aprender a funcionar como un equipo fuerte y asentado bajo unos firmes cimientos. Cimientos que, por otra parte, no tienen. Por eso, los protagonistas de la serie, además de suscribirse el cliché de: «un gran poder conlleva una gran responsabilidad«, deben determinar cuáles son esas responsabilidades y cuáles no. Al igual que cualquier otra policía o fuerzan militar que opera bajo estrictas normas de funcionamiento, veremos cómo se estructura el equipo y cuáles son sus distintas funciones; lo que quiere decir que los miembros de Shadowpact no se limitarán solo a «trabajo en equipo», sino que la serie explorará los detalles de lo que eso significa y la forma en que esto se traduce: tácticas de combate. Los acontecimientos que tienen lugar en el primer arco de la serie llevan al grupo a pensar en una organización mucho más cuidada, estableciendo prioridades y pautas a la hora de entrar en acción.

El centro de operaciones desde el que actuará Shadowpact estará ubicado en el Bar Oblivion, que se encuentra en un universo de bolsillo -un espacio formado de manera accidental cuando diversas dimensiones se superponen-. El Bar Oblivion es, para Bill, «un lugar en el que se concentra sabiduría útil para aquellos que saben prestar atención, y nuestros héroes saben prestar atención«.

Personajes principales

Como consecuencia de los actos llevados a cabo por El Espectro, las reglas del mundo de la magia se reescrito para dar paso a esta nueva era. Esto no es algo anecdótico o simplemente parte de la historia, sino que es un recurso empleado por Willingham para poder redefinir a todos los personajes mágicos del Universo DC –o, por lo menos, a los que le interesan para esta historia-.

Detective Chimpancé: «No existe ningún cómic divertido, que no se pueda mejorar con la inclusión de un chimpancé parlante en la mezcla. Un chimpancé que intenta estar sobrio tras cincuenta años bebiendo es aún mejor. En definitiva, es magia«. De todos los miembros del equipo, el Detective Chimpancé será el único que no entrará en acción, ya que no tiene habilidades de combate. La labor de este personaje será la de solucionar problemas antes de que se conviertan en algo verdaderamente importante, como por ejemplo hacer entender a dos señores de la guerra de dimensiones distintas que este Universo no su propio campo de batalla, y que está protegido por el Shadowpact, un grupo capaz de enfrentarse al propio Eclipso.

Encantadora: «Amo a este personaje. Es como Zatanna pero con más matices. Me gusta su naturaleza pero nunca me gustó el todo o nada, el blanco o negro presente en ella. Antes era: ahora soy buena, ahora soy mala. A partir de este momento va a ser una escala móvil. Ya hemos tenido la saga de la Fénix Oscura, y eso es algo que les ha pasado a muchos personajes en Marvel y DC. Es hora de tomarse un descanso. No cambio sus poderes, aunque sí les doy un nuevo matiz. También le doy un nuevo traje«. Probablemente sea el personaje más mágico de todos los que componen Shadowpact y sin duda, tanto sus habilidades como su personalidad, la convierten en un miembro único e indispensable.

Ragman: «Es uno de mis personajes favoritos del UDC desde hace tiempo, más por su potencial, que por cómo lo han usado otros guionistas. El problema con Ragman es que tiene dos orígenes, y a mi me gustan los dos. En el primero, como consecuencia de un accidente eléctrico, el personaje absorbió las habilidades de tres hombres normales. En el segundo, es una especie de mini-Espectro. Su traje era un artefacto mágico, capaz de reducir a los malos a un parche de su capa. Yo estaba buscando una forma de combinar ambas versiones. Así que ahora atrapa a los malos, como en la segunda versión, pero además es capaz de utilizar su energía vital para mejorar sus habilidades (fuerza, agilidad, resistencia..). Estas habilidades le son entregadas de forma voluntaria por sus «reclusos». En la segunda versión, una vez alguien era absorbido por la capa, se quedaba ahí para siempre. Ahora, sin embargo, su estancia ahí es como en un purgatorio viviente; si ellos prestan su energía vital a Ragman, se les descuenta tiempo en ese purgatorio. Aquellos que sobreviven pueden pasar a mejor vida. Con estos cambios, hago de Ragman un personaje realmente único. Ragman es una máquina viviente de la redención. Mola, eh?«.

Blue Devil: «En primer lugar, le estamos devolviendo a su look antiguo. Piel azul brillante. Sus cuernos originales. Más fanfarrón. ¿Por qué? Porque lo prefiero de esta forma. Por supuesto, la verdadera razón es por los cambios en la naturaleza de la magia. Hay algunos aspectos que quiero explorar (aspectos del personaje y no de sus poderes); pero él sigue siendo un demonio y su poderes se mantienen«. Blue Devil no es sólo importante para el equipo, sino también para la serie. A lo largo de los tres tomos que ya han sido publicados por Planeta, el personaje se ha alzado como la figura principal y elemento catártico de las historias, dado que es el único que arrastra su pasado consigo.

Nightmaster: «Siempre he amado a este personaje, por la única razón de que fue dibujado maravillosamente por Charles Vess. Jim Rook continuará liderando al equipo y manteniendo el Bar Oblivion. Trabajará con el mono para establecer doctrinas, leyes y reglas, y será uno de los miembros que entrará en combate. Él tiene una espada y
una armadura mágicas. A lo largo de la serie veremos qué poderes tienen estos objetos y qué pago ha de hacer Jim por usarlos
”. Este personaje es un buen líder y un buen compañero, su papel es determinante para el buen éxito de las misiones. Sus poderes mágicos, pese a no ser propios, poseen un gran poder, lo que hace de Nightmaster un fiero adversario.

Nightshade: «Es el personaje en el que he hecho más cambios. Nuevo traje. Nuevas maneras de utilizar su poder. En Día de la Venganza no hizo mucho hasta el final. Eso ha cambiado drásticamente. Tendrá sólo sus poderes de generación de sombras, pero se habrán amplificado un poco más«. Esta especie de Green Lantern generador de sombras es un personaje interesante y misterioso. Su enorme potencial le confiere la capacidad de solucionar conflictos con una velocidad asombrosa. Sin embargo, en el discurrir de la serie, Nightshade descubrirá que tiene algunos problemas para controlar sus poderes…

Willingham mencionó que habrá un séptimo miembro en el grupo y que será un personaje nuevo.

Personajes secundarios

Fantasma Errante: narrador y guía de la historia, este personaje se involucró de forma activa durante el primer número de la colección, para luego hacerse a un lado y dejar paso a los miembros del equipo.

La Hija del Brujo: Laura Fell, también conocida como Darla Aquista, apareció por primera vez en Robin vol. 2, # 121, obra del propio Bill Willingham y Rick Mays. Tras ser encerrada en el mundo de la Torre Oscura, hogar de Joshua Coldrake, el maestro de la antimagia, junto a su maestro Johnny Warlock, la joven es devuelta a nuestro mundo, donde se unirá en varias ocasiones al Shadowpact. Sus poderes mágicos son increíbles, pero Laura no es capaz de dominarlos, por lo que Nightmaster encarga a La Encantadora que la entrene.

El jinete de medianoche: Eli Stone es un pistolero que carece de poderes propios, sin embargo, posee unas pistolas, a las que ha denominado “pistolas fantasma”, capaces de detener a cualquiera. Estas pistolas sólo aparecen de noche. Al igual que Laura, este personaje se ha unido en varias ocasiones al equipo.

Aquerón: según dice él, es un fantasma muy poderoso: “No creo poder aguantar un mano a mano con El Espectro, vale, pero me defiendo”. Se ha unido en una ocasión al equipo.

Zauriel: Ángel de la Guarda creado por Grant Morrison durante su etapa en la JLA. Este personaje se dedicó a proteger a algunas de las mujeres más importantes de la historia, hasta que se enamoró de una de ellas y pidió a Dios que le permitiera dejar su labor como ángel protector. El Ángel Abariel le encarga una misión en la que se verá involucrado el Shadowpact, y acabará por formar parte del equipo, aunque de manera temporal.

Eddie Beacon: el actual propietario del Bar Oblivion, local que regenta desde que los miembros del Shadowpact, y en especial su antiguo propietario, Nightmaster, desparecieran durante un año. Posee poderes de telequinesis y aletas en sus extremidades.

Dr. Gotham: villano creado por Willingham para la serie, que recibe su nombre de la ciudad bajo la que ha estado durmiendo durante 4000 años. En palabras de su sirviente, Strega: “Me pregunto de si se dan cuenta de que el siniestro y a menudo maldito carácter de su ciudad estaba influenciado por el hombre que dormía desde hacía tanto tiempo bajo ella”. Este personaje es el sirviente del Rey Sol, y sus poderes han puesto en graves apuros al Shadowpact en más de una ocasión.

Strega: La sirvienta del Dr. Gotham, y por ende del Rey Sol, que se enfrenta en primer lugar con el Shadowpact. Sus poderes y conocimientos rivalizan con los de La Encantadora. Este personaje es sumamente malvado y despiadado, aunque su amo lo es más…

El Rey Sol: el villano principal de la serie. Encerrado durante siglos en otra dimensión, este es uno de los más peligrosos poderes que han existido en el mundo. Aún no se ha enfrentado directamente con el Shadowpact, y probablemente nunca lo haga, pero su influencia sobre diversos agentes está provocando grandes problemas para el grupo de superhéroes mágicos.

Etrigan: “Príncipe demoníaco, capitán general de la decimoquinta hueste diabólica, a veces mastín de guerra del hechicero Merlín”. Este demonio de la categoría de los rimadores es un personaje creado por Jack Kirby en 1972 dentro de su propia colección El Demonio. A veces aliado de los superhéroes, a veces en su contra, juega un importante papel dentro de la colección, y especialmente para Diablo Azul.

Aspectos técnicos y artísticos de la obra

El primer detalle que es importante destacar a nivel artístico es la portada del primer número (del tomo, si hablamos de la edición de Planeta). Y es que ese dibujo corresponde, ni más ni menos, que al propio Bill Willingham, quien dibujaba hace años (y que comenzó ilustrando los libros de reglas del juego de rol Dungeons & Dragons), y decidió que éste era un muy buen momento para retomar los lápices. Sin lugar a dudas, el talento de Willingham no se limita a escribir unas brillantes historias, sino que posee un gran potencial como dibujante.

Los dos primeros números de la colección, titulados Muerte en un pueblo pequeño y Pentáculo están escritos y dibujados por Willingham. Quizás, el guionista de Fábulas no sea uno de los mejores dibujantes del mainstream norteamericano, pero sabe resolver con bastante acierto la papeleta. Con un máximo de cuatro viñetas por página, el guionista narra con efectividad una historia con un considerable número de personajes, paisajes y situaciones. Suele hablarse de economía en el lenguaje, pero Willingham pone en práctica una economía en el dibujo. En ningún momento se percata el lector (al menos yo) de esa reducción de viñetas; no se echan en falta. Todo está tal y como debe estar.


Páginas interiores dibujadas por Bill Willingham

Cierto es que no hay nada en el dibujo especialmente novedoso e innovador. De hecho, en ninguna página hay, ni tan siquiera, elementos que sobresalgan de la pauta marcada por los recuadros de cada viñeta. Es un dibujo simple y efectivo (muy en la línea del guión).

A partir del tercer número comienza un vaivén de dibujantes que se mantiene a lo largo de toda la colección. El primero en sustituir a Willingham es Cory Walker, seguido de Steve Scott, quien volverá a ser sustituido por Cory Walker. Los dos últimos números del primer tomo correrán a cargo de Tom Derenick y Shawn McManus. En el segundo tomo volveremos a contar con los lápices de Steve Scott, Tom Derenick, y por último, Scott Hampton. El tercer tomo cuenta con Derenick, seguido de Doug Braithwaite, nuevamente Derenick, y finalmente Phil Winslade.

Enfermedad de Bill Willingham y sustitución de Matt Sturges

En uno de los momentos álgidos de su carrera como guionista, y como consecuencia de una enfermedad, Bill se vio obligado a dejar todas sus colecciones en manos de su amigo (y protegido) Matt Sturges. Durante los últimos nueve números finales de la colección, Sturges ocupó el asiento de Willingham, llevando a cabo una más que notable labor con los personajes mágicos del Universo DC.

Afortunadamente, el guionista de Fábulas se recuperó pronto.

Matt Sturges es ya un guionista con cierto renombre dentro del mainstream norteamericano. Amigo de Willingham, comenzó a escribir cómics gracias a éste, consolidando poco a poco una carrera llena de éxitos, pero también de ciertos fracasos. Como suele decirse, todos los comienzos son duros, y en el país de las oportunidades no iba a ser menos. A pesar de contar con el apoyo de Willingham, Matt ha tenido que forjarse un nombre con trabajo duro, y en un buen número de ocasiones esta labor la ha tenido que desarrollar como escritor sustituto. Que un guionista abandone una colección puede deberse a varios motivos, pero Sturges ha tenido la “desgracia” de caer en series que no gozaban de una muy buena salud, lo que ha provocado que, pese a la innegable calidad del guionista, estas colecciones acabaran siendo canceladas. Afortunadamente, su trabajo ha sido bien valorado, y hace unos meses Sturges comenzó el proyecto de relanzar la colección House of Mystery para el sello Vértigo -lo que supone su primera colección iniciada desde el principio y en solitario-.

La edición española

Desde principios de 2008, PlanetaDeAgostini publica la colección de Shadowpact en tomos recopilatorios. Cada uno de éstos tomos recogen entre 6 y 7 números de la edición americana, abarcando, por lo general, entre uno y dos arcos argumentales. En algunos casos, el volumen recoge historias auto-conclusivas que sirven para conocer un poco más sobre de los miembros de este grupo tan particular.

La edición, como es ya costumbre en Planeta, está muy cuidada –a pesar de presentar algunos fallos ortográficos-; y cuenta con diversos artículos que ayudan a ubicar un poco mejor al lector dentro del Universo en el que nos encontramos.


Portadas de los 3 tomos publicados Planeta

Lo mejor de Shadowpact

En Shadowpact no hay grandes guiones, ni grandes historias. Sin embargo, lo que hace de Shadowpact una serie a tener en cuenta, son sus personajes. Y no me refiero sólo a los miembros del equipo; todos los que forman parte, aparecen y desaparecen, de la colección, suplen con creces las carencias que se le pueda achacar a la colección. Aquí no hay personaje o papel pequeño. La serie vive y respira gracias a unos protagonistas y secundarios tridimensionales que están más allá de las viñetas en las que han sido concebidos. Paradójicamente, pese a su fantástico e irreal origen, son ellos quienes dan credibilidad a la historia. Willingham eligió, no sin acierto, héroes minoritarios pero con un gran potencial, a los que, además, supo adaptar a sus necesidades; convirtiéndolos en algo mucho más atractivo de lo que eran en un principio.

De los tres tomos publicados hasta la fecha, tan sólo cabe destacar un par de arcos argumentales, al margen de las tres historias auto-conclusivas centradas en Blue Devil, Ragman y Nightmaster. Estas historias, en especial la referente a Ragman, son, quizás, lo más destacable de toda la colección. Parece que Willingham se siente más cómodo y capaz desarrollando la personalidad y los poderes de los personajes con los que trata, por encima de las historias de grupo, e incluso por encima de la acción; y no es que estos números no cuenten con acción, sino que esta sirve de acompañamiento a la historia.

El primer arco argumental es, con toda seguridad, el mejor y el más importante de la colección. La conspiración del pentáculo sienta las bases de lo que iba a ser la colección, de la personalidad de los miembros del equipo y de sus debilidades. Los personajes, tanto los buenos como los malos, tendrán importancia ahora y más adelante, dando a toda la colección una estructura y una sensación de unidad.

En la historia, el Shadowpact deberá enfrentarse con el Pentáculo, un grupo de villanos que representan la contrapartida maligna de nuestros héroes. Los errores que aquí se cometerán llevarán a Nightmaster a plantearse la necesidad de estructurar adecuadamente las funciones que cada miembro debe desempeñar. El Pentáculo ofrece, además de una muy interesante historia, la oportunidad de conocer a nuestros protagonistas a través de sus debilidades –recurso empleado con anterioridad, pero no por ello menos atractivo-. Al mismo tiempo conoceremos los planes del Rey Sol y a su sirviente, el Doctor Gotham.


Los miembros de Shadowpact y el Pentáculo

El otro arco argumental digno de mención es el referente a la etapa de Matt Sturges. Como he dicho antes, el nivel de este guionista es bastante elevado, y su relación con Bill lo suficientemente próxima como para poder continuar con las tramas ya establecidas, añadiendo las suyas propias.

Con la llegada de Sturges es cuando muchos de los cabos sueltos comienzan a cobrar sentido en el conjunto de la historia, mientras que los personajes continúan avanzando en su personalidad e identidad dentro del grupo.

Lo peor de Shadowpact

Por suerte y por desgracia, Shadowpact es una serie creada por Bill Willingham. Como guionista de Fábulas, el escritor nos está dando una buena muestra de lo que es capaz: guiones brillantes, tramas complejas e indiscutiblemente entretenidas, personajes apasionantes y, sobre todo, cuerda para rato. Sin embargo, cuando uno lee Shadowpact, y en especial a la luz de algunas de sus declaraciones en diversos medios especializados –como hemos visto antes- la serie empobrece enormemente. Uno podría pensar en que es un problema de expectativas –quizás estuvieran muy altas- pero dejando eso al margen, y analizando la colección de forma objetiva, la sensación sigue siendo la misma. Es cierto que los personajes son la principal cualidad de la serie, pero es probable que también sea la única.

Una de las mayores pegas de la colección es referente al uso que hace Willingham de la magia. Este factor es, probablemente, algo subjetivo; sin embargo, el guionista no explora todas las posibilidades habidas y por haber. En lugar de eso, el lector –o por lo menos yo- tiene la sensación de que éste es un grupo más de superhéroes, sólo que sus personajes son algo particulares. Muchos de los enemigos son demonios, lo cual no es muy mágico. Y muchos de sus poderes son similares a los de cualquier otro tipo de superhéroes o villanos.

Al margen de la magia, he de destacar el, en mi opinión, decepcionante tratamiento que da Willingham a las mencionadas reglas de actuación, denominadas en la colección como “Las tres Leyes Universales de lo Superheroico”:

1. Primera ley: las vidas y la seguridad de los testigos inocentes siempre se han de proteger.

2. Segunda ley: tu vida y tu seguridad (las del superhéroe) y de los miembros de tu equipo han de protegerse hasta el punto en el que no entren en conflicto con la primera ley.

3. Tercera ley: las vidas y la seguridad de todos los oponentes (y me refiero a los chicos malos) han de protegerse hasta el punto en el que no entren en conflicto con las dos primeras leyes.

No hace falta decir que estas “leyes” son algo implícito en todas y cada una de las colecciones superheroicas –a excepción de las creadas por escritores como Warren Ellis, Grant Morrison, etc.- y que todos y cada uno de los superhéroes del mainstream las respetan.


Portadas de The Authority, de Ellis, y los Invisibles, de Morrison

Dejando al margen las leyes, pero siguiendo el camino marcado por el escritor en su entrevista a Newsarama, he de decir que los miembros de Shadowpact no siguen estrategias, tácticas ni formaciones planteadas de antemano, sino que todo aquello que guarda relación con las pautas mencionadas son, siempre, fruto de la improvisación.

Como disculpa, Bill Willingham cayó enfermo, y a lo largo de estos tres tomos se ven con claridad tramas abiertas e ideas sin cuajar… sin lugar a dudas, esto se debe a una falta de tiempo por parte del guionista.

Valoración personal

A pesar de todo lo “malo” que he dicho de Shadowpact, la serie, en general, es entretenida. La agilidad de su narrativa confiere personalidad y dinamismo a la presentación de este mundo que “acaba” de nacer y en el que todo es posible. Un mundo que, pese a haber sido tratado en múltiples ocasiones, adquiere un nuevo significado a la luz de este grupo y de esta colección.

No es una serie magistral, no es una serie indispensable, ni tampoco altamente recomendable, a excepción del primer arco argumental y la “etapa” de Matt Sturges. Pero ésta es una serie para todo aquél que disfruta con las historias sobre equipos de superhéroes. Y para todo aquél al que le gusta descubrir nuevos personajes.

Por último, me gustaría decir que muy difícilmente esta colección pasará a la historia con un buen recuerdo entre los fans; sin embargo, Willingham ha retomado un camino que necesitaba una renovación, una revisión de sus principios fundamentales y que, muy probablemente, nos lleve, en un futuro, a colecciones realmente memorables.

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sputnik
sputnik
Lector
6 febrero, 2009 13:34

A mí no me gusta shadowpact. Me parece un grupo demasiado heterogéneo de personajes demasiado vistos y que, encima, es más superheroico que mágico.
Lo único que me gusta son Ragman y el Detective Chimpancé. 

Parasiempre
Parasiempre
6 febrero, 2009 14:21

Yo estoy disfrutando bastante con Shadowpact. Es verdad que la van a cancelar?.

kaosbaggins
Lector
6 febrero, 2009 14:47

a mi me esta gustando, aunque con reservas.
lo bastante buena para ni siquiera plantearme dejarla, se disfruta, pero no es algo que recomendaria tampoco, algo irregular y coincido en los defectos del tratamiento de la magia

en la magia se pueden aprender hechizos y evolucionar, pero es que siempre usan a los personajes magicos como comodines capaces de cualquier cosa que venga bien al guionista, sin definir sus caracteristicas ni sus repertoios de hechizos

por ejemplo, a la hechicera la define como «hechicera de combate» pero luego limita sus poderes a rayos indefinidos, burbujas de proteccion y cualquier otra cosa que no tenga que ver con el combate

estaria genial que definieran grimorios y repertorios de hechizos acordes a las caracteristicas de un mago, especializandolos, aunque fuera capaces de aprender o adquirir nuevos grimorios

Raúl Martin
Lector
6 febrero, 2009 16:30

Hola Miguel,
Primeramente decir que me ha gustado mucho el artículo, me ha parecido muy completo.
Yo llegué a SHADOWPACK desde DIA DE VENGANZA siguiendo a Willingham y he de decir que ya en la serie regular noté un bajón de calidad importante, sobre todo tras el primer arco argumental. Al poco la dejé.
No hay color entre lo que hizo Willingham aquí y FABLES, la verdad. Lo que no sabía era lo de su enfermedad. Me alegro que ya esté restablecido.
Un saludo.

billyboy
billyboy
Lector
6 febrero, 2009 16:37

Pes a mi Shadowpack me gusto,y si,si que note el bajon,pero ojala no se hubiese cancelado,en fin,que abra que seguirles la pista en la guerra por el infierno (que no se si ya a acabado en EEUU o no).

Espero que corra mejor suerte el otro grupo formado tras los acontecimientos de crisis infinita (osease los seis secretos).

Lecram
Lecram
7 febrero, 2009 2:06

Felicidades por tu artículo. Al igual que mucha otra gente, yo también quedé fascinado por «El Día de la venganza». Me encantó el grupo que se formó en esa miniserie. Pero también, alarmado por las críticas negativas que tenian estas nuevas historias del grupo no me hice con los siguientes números.

De todas maneras he de decir que me he quedado con la duda. Si como dices tu, el primer tomo es el mejor igual le doy una oportunidad al mismo.

Camelot
Camelot
7 febrero, 2009 8:14

Sólo un apunte Miguel: Las mencionadas Tres Leyes de lo Superheroico no son otra cosa sino una calca de las Tres Leyes de la Robótica ideadas por Isaac Asimov para sus historias sobre robots (si alguno quiere ahondar sobre ellas, les sugiero la lectura del libro «Yo, robot», del citado autor).

teodorus
teodorus
23 noviembre, 2010 23:45

la LJA no pudo con el espectro, eso es todo señores….

Heavyrad
22 marzo, 2011 0:54

ha ha cuando lo leí no había notado lo del máximo de 4 viñetas, xD, cierto el primer arco es muy bueno, fué lo que me atrapó, yo leí una versión con toda la primera etapa, son como 20 numeros, es la que sacó VID acá en México, no puedo decir que es una cosa trascendental pero si es bastante buena y muy entretenida, yo si lo recomendaría.