Spider-Man: Un gran poder…

5
1966

Spider-Man: Un gran poder…
Panini Comics
Guion: David Lapham
Lápiz: Tony Harris
Tinta: Jim Clark
Color: J.D.Metler
Edicion: 120 páginas a color – 11€

Escribir esta reseña se me ha hecho bastante difícil, pues hasta la fecha no he leido ningún trabajo de David Lapham en el mercado mainstream que me haya entusiasmado como en su día lo hizo con Balas Perdidas: no me gustó su versión de Batman ni la que dio de Punisher y Daredevil, así que nada hacía pensar que Lapham fuese a conseguir llamar la atención con su versión de un joven Peter Parker excesivamente alejado de los arquetipos de personajes con los que anteriormente ha trabajado el guionista.

Por desgracia mis temores iniciales se han confirmado en la que es una miniserie entretenida sin más aunque a todas luces innecesaria pues no aporta nada nuevo al origen del personaje, todo lo contrario, uno tras leerla se queda con la sensación de que el Peter protagonista de la miniserie está muy lejos del Peter que todos hemos conocido en los comics y excesivamente cercano al Peter bailón que vimos en la tercera entrega cinematográfica.

Spider-Man Un gran Poder… es el ambicioso intento de David Lapham de mostrar el ¿vacio? que existe desde que la araña picó a Peter otorgándole los poderes hasta la muerte de su tio Ben. Para ello podría haber narrado como era la vida de Peter en el instituto, donde era repudiado por sus compañeros, en vez de eso David decide dejar esa situación en segundo plano y prefiere centrarse en el Peter estrella del Wrestling, un chico irresponsable, pagado de si mismo y que antepone su felicidad al resto, ¿verdad que este no es el Peter que todos conocemos? Pues bien es el que retrata Lapham en la miniserie y entiendo a donde quiere conducir su relato, quiere romper el mito del Peter Parker buena persona y enseñarnos como el poder puede corromper hasta a la persona más noble, es probable que incluso lo que pretendiese Lapham con esta historia es enseñarnos que no fue la muerte de Tio Ben lo que llevo a Peter a convertirse en el héroe que todos conocemos, sino el conjunto de irresponsabilidades que este lleva a cabo a lo largo de la miniserie como la carrera de coches contra Flash al más puro estilo James Dean o ver desde una azotea con una chica como los 4 Fantásticos se enfrentan a un monstruo del hombre topo (fallo de continuidad en dicha escena por cierto…) o incluso su primera borrachera para impresionar a la chica de turno… La deconstrucción del personaje que lleva a cabo Lapham no habría pasado de algo anecdotico y especialmente aburrido si no fuese porque en los últimos dos episodios consigue remontar la historia mostrándonos por fin al héroe que todos ansiábamos ver en esta historia, enseñandonos que fue ahí donde se forjó la leyenda de Spider-Man y cobró sentido la frase de «Todo gran poder conlleva una gran responsabilidad».

Por desgracia los dos últimos episodios no son suficientes para enmascarar el desaguisado en el cual se ha metido el guionista con el personaje, enseñandonos a «su» Peter Parker en el cual nos cuesta reconocer detalles del que en su dia creó Stan Lee y que décadas después nos enseñó Kurt Busiek en Las historias Jamás contadas de Spider-Man donde nos demostró que se pueden escribir grandes historias de un Peter Parker adolescente.

Si tuviese que hacer una valoración final de esta miniserie diría que me ha dejado con una sensación agridulce, los primeros capítulos me parecieron soberanamente aburridos y demasiado pretenciosos para alguien que se acercaba por primera vez al personaje, hacia el final de la historia consigue darse cuenta de lo que tiene entre manos, consigue ver la esencia del héroe y remata la historia de una forma hábil con un final que nadie se puede esperar. El dibujo de Tony Harris, de quien por cierto no he hablado hasta la fecha, es más de lo mismo de lo que ya hemos visto en obras como Ex Machina, o te gusta su estilo o lo odias, a mi personalmente me gusta para Ex Machina pero no lo veo dibujando una historia de Spider-Man, excesivamente estático para un personaje que lo que exige es alguien que domine la movilidad. En definitiva, se pueden encontrar en la actualidad mejores historias de Marvel para leer e incluso algunas de ellas protagonizadas por Spider-Man aunque ese será motivo de reseña de otro dia…

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Raúl López
Naci en Sabadell (Barcelona) en 1978 aunque siempre he vivido en Barbera del Vallés. Mi afición por los cómics de superhéroes se comenzó a gestar en el momento en que mi profesor de EGB, Joan, me dejó algunos números de Clásicos Marvel que contenían las historias: La muerte del Capitán Stacy, La muerte de Gwen Stacy y La última cacería de Kraven. Desde ese momento me convertí en fan absoluto de Spiderman y por extensión de Marvel Comics. Con el paso de los años aprendí a paladear el buen cómic sea cual sea la editorial, el personaje o autor. En 1999 fundé Zona Negativa como el rincón donde hablar de aquello que me apasionaba, el resto es historia.
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x-ternon
x-ternon
18 diciembre, 2008 12:57

Hombre Peter siempre ha sido responsable buen chico y todo lo demás pero es él disfrazado de Spiderman y con el ego por las nubes el que dice:

«A partir de ahora solo cuidaré de número 1 y ese soy yo» o algo parecido, dejando escapar al ladrón que mata a tío Ben, así que el tratamiento que describes de Peter Parker no lo veo tan mal (sin haber leído el tebeo) otra cosa es que sea un rollo 

John Space
John Space
18 diciembre, 2008 13:07

Prueba con el número 1 de _Spiderman: Noir_. No está mal, y lo dice alguien a quien nunca le ha terminado de gustar el personaje (sobre todo en esta época).

Goblin_
Goblin_
18 diciembre, 2008 13:52

Una cosa que contradice la continuidad en este comic, es que en el Peter tiene carnet de conducir,mientrasque años más tarde, cuando la Antorcha Humana lehizo el Spidermovil,Peter afirm no habersesacado nunca el carnet.

alextronic
18 diciembre, 2008 15:44

Te creo.
La historia podrá estar mejor o peor, pero por las imágenes que adjuntas al artículo, es un estilo MUY poco recomendable para spidey. De todos modos, la composición de la página en la que salta sobre los demás personajes «saliéndose» de las viñetas es chulísima.

José Álvaro
Lector
20 diciembre, 2008 13:51

Para mi gusto ha sido una espinita más clavada en mi costado de fan de Spidey. Me ha parecido aburrida, farragosa, pretenciosa, totalmente irrespetuosa, etc, etc. En dos palabras: MUY MALA.
No he leído el muy alabado trabajo de Lapham en Balas Perdidas, pero después de haber leído bodrios del calibre de Daredevil/Punisher y este Spider-Man, le pido a San Gil Kane y San Ross Andru que nunca más le vuelvan a dejar guionizar -ni dibujar, ya puestos- ningún comic de los personajes importantes y que siga dedicándose a la creación propia que, parece, se le da mejor.
Con respecto al estilo de Tony Harris es lo que tu has dicho: o te gusta o lo odias. Aunque hay ocasiones en que lo dejo en un término medio. Aún así, sus interpretaciones de los personajes en este comic son de verguenza. El Peter con el peinado «tonto de pueblo» es patético, pero el peor es el tío Ben, con ese peinado, ese bigotillo horrendo y fumando en pipa. ¡Si se parece más al Comisario Dolan de «Spirit» que al tío Ben, por Dios!
En fin, que si eres seguidor y completista del personaje -como yo-, cómpralo -como yo-, y si no lo eres, pues mejor para ti, dinero y disgusto que te ahorras.
Arácnidos saludos.