Ultimate Iron Man: Biografía no autorizada

 

Edición original: Ultimate Iron Man 1-5 y Ultimate Iron Man II 1-5.
Edición nacional/ España: Junio 2013.
Guión: Orson Scott Card.
Dibujo: Andy Kubert, Mark Bagley, Pasqual Ferry, Leonardo Manco.
Entintado: Danny Miki, Pasqual Ferry.
Color: Richard Isanove, Dean White.
Formato: Tapa dura. 240 págs.
Precio: 9,99€.

 

El origen del Iron Man del Universo Ultimate fue tratado de una forma muy especial en dos miniseries que exploraron la infancia de Tony Stark y el camino que le llevó a convertirse en el hombre de hierro. Tal labor recayó en el premiado escritor de ciencia ficción Orson Scott Card (El Juego de Ender) y en los dibujantes Andy Kubert y Pasqual Ferry.

Cuando Joe Quesada llegó a al puesto de editor en jefe de Marvel, una de las iniciativas que puso en marcha fue la de atraer grandes nombres de otros medios para que escribieran historias de sus personajes favoritos. Algunos de los casos más famosos fueron el del director de cine Kevin Smith (Clerks) en Daredevil o el del también director y productor Josh Whedon (Firefly, Buffy) en Astonishing X-Men. La jugada le salió bien a Quesada y muchas de estas iniciativas fueron un éxito entre los lectores. A lo largo de los años esta práctica se mantuvo en activo siempre que se dieran las circunstancias adecuadas y el Universo Ultimate también tuvo su ración de escritores famosos. Un caso sonado fue el de Damon Lindelof (Perdidos) en Lobezno vs. Hulk. Otro ejemplo fueron las miniseries incluidas en este tomo.

Orson Scott Card es uno de los más prestigiosos escritores de ciencia ficción contemporáneos y es el único escritor que ha ganado dos años seguidos los prestigiosos premios Nébula y Hugo. Su obra más famosa es El Juego de Ender y sus secuelas pero también es autor de otras sagas notables como la del Retorno a la Tierra o la de Alvin Maker. Card es un escritor al que le gusta desarrollar sus historias a partir de una buena construcción de personajes, dando mucha importancia al plano psicológico y emocional de sus protagonistas, utilizando el marco de la ciencia ficción o de la fantasía como un lienzo donde exponer sus ideas sobre los más variados temas. Además, muchas de las novelas de Card están protagonizadas por niños o adolescentes que deben afrontar difíciles aprendizajes y complejos conflictos emocionales por lo que parecía una buena elección para encargarse de narrar los primeros años de vida de una de las mentes más brillantes del Universo Ultimate.

La primera de las miniseries se remonta a antes del nacimiento de Antonio (Tony) Stark. Su padre Howard es un importante empresario del sector militar que está desarrollando una bioarmadura que hace invulnerable a su portador. Su madre, Maria, colabora con Howard y sufre un acciente de laborotorio y queda contaminada por un virus que tiene efectos inesperados sobre el hijo que está esperando. El resultado es la muerte de Maria durante el parto y que el niño desarrolle más tejido cerebral que cualquier otro ser humano convirtiendolo en la persona más intelegente del mundo además de tener una increible capacidad de regeneración de tejidos, pero también le dará una piel demasiado sensible que le impedirá tener una vida normal. Mientras tanto, la exmujer de Howard se alía con Zedebiah Stane, su rival empresarial, para hacerse con el control de la empresa de su marido y todas sus investigaciones. Howard lo pierde todo menos la fórmula de la bioarmadura que es lo único que permite a Tony llevar una vida más o menos normal. Durante su infancia Tony debe lidiar con los ataques de los Stane y sólo consigue algo de solaz en compañia de sus amigos del colegio James Rhodes y Nifara. La segunda miniserie nos presenta a un Tony adolescente que debe lidiar con los intentos de venganza de Obadiah Stane, el hijo de Zebediah, el cual le acusa del asesinato de su padre, y con el dearrollo de una armadura para el gobierno que se acabará convirtiendo en el futuro Iron Man.

El punto de partida que propone Card es sumamente interesante y se nota que el autor se esforzó en plantear un origen completo al personaje alejado de los clichés más habituales sobre Iron Man. La propuesta del guionista explora tanto el origen científico como el entorno personal y familiar de Tony Stark. Las aportaciones de Card a la historia de Tony son realmente importantes y dan una visión del personaje radicalmente distinta de lo que se había presentado hasta la fecha en la serie de los Ultimates. Aquí es donde radica uno de los problemas más graves de la obra que es la sensación de que lo que nos están narrando está completamente desvinculado de lo que hizo Mark Millar con el personaje cuando lo escribía en Ultimates. Este podría haber sido un problema menor si el escritor se hubiera preocupado de trazar una línea de convergencia entre ambas versiones del personaje, pero a medida que avanzaba la historia dicha convergencia no se intuye lo más mínimo.

El estilo adoptado por Card en esta obra me recuerda al de sus novelas de la saga La Sombra de Ender. No es casual que la historia del origen de Iron Man la escribiera justo después de dicha saga y es fácil encontrar algunos paralelismos entre las historias de Bean y la de Tony Stark. Ambos son brillantes y tienen una infancia difícil en la que deben luchar contra otros que les desprecian por sus limitaciones físicas y su superioridad intelectual. También los dos encuentran asueto en un grupo de adolescentes que complementan sus propias carencias y establecen una relación que les permite vivir sin necesidad de injerencias por parte de los adultos. Las similitudes entre ambas obras no se limitan a la temática sino que Card utiliza un estilo excesivamente literario para narrar su obra lo que hace que algunos pasajes sean demasiado lentos y que parezca que Card se haya olvidado que está escribiendo un cómic de superhéroes. El desarrollo de los personajes es más que correcto y el análisis de sus motivaciones está bastante por encima de la media del género pero se echa en falta ciertos toques de acción y espectacularidad que caracterizan a las obras del Universo Ultimate.

Otro de los reproches que se le puede hacer el autor es lo poco que aprovecha las características de los dibujantes asignados a cada una de las miniseries. Andy Kubert era una de las estrellas de la Marvel en el año 2005 y su elección para la primera miniserie demuestra el apoyo que dio Marvel al proyecto, pero la historia de Card no se ajusta al estilo espectacular de Kubert que sólo puede lucirse en algunos momentos de la serie. El caso de Ferry es similar ya que es un artista especialmente dotado para recrear asombrosos escenarios de ciencia ficción pero que en la segunda miniserie apenas puede dar una muestra de todo su talento.

Otro de los factores que lastró la edición original de la serie fue la lentitud del guionista para completar la historia. Transcurrieron casi dos años entre las dos miniseries y su cadencia era bimestral para dar tiempo al escritor a completar los guiones de cada número. A día de hoy la historia planteada por Card sigue inconclusa y no parece que el autor vaya a continuarla en breve para mostrar como enlazan los hechos planteados en estas miniseries con lo que se mostró del personaje en la serie de los Ultimates.

La primera de las miniseries contó con el dibujo de Andy Kubert que realiza un trabajo estupendo magníficamente acompañado por Danny Miki en las tintas y Richard Isanove en el coloreado. A pesar de no ser el dibujante ideal para una historia en la que hay poca acción y muchos diálogos, el artista sale bastante airoso, sobretodo en el primer número y en los que Tony Stark aparece ya como un adolescente. Es una pena que el guión de Card no le permita realizar más escenas en las que aparezca la armadura de Iron Man. La segunda miniserie corre a cargo de Pasqual Ferry, que tiene más suerte a la hora de dibujar a Tony Stark en acción y con el traje de combate completo, y que realiza un trabajo muy competente representando el mundo tecnológico en el que se mueven los protagonistas. Quizás le falte un poco más de detalle en los fondos pero su sombreado digital es una delicia. En general la parte gráfica de ambas miniseries es impecable salvo por la sustitución de ambos dibujantes principales en las últimas páginas de cada uno de sus respectivos quintos números lo que hace que se rompa la uniformidad gráfica de cada una de las miniseries. En el caso de Andy Kubert, el sustituto fue Mark Bagley que realiza un trabajo muy decente y es el responsable de dibujar las pocas escenas de acción superheroica que hay en toda la serie. Peor fortuna tiene el sustituto de Ferry, Leonardo Manco, cuyo estilo desentona bastante con el estilizado acabado del español.

Se puede considerar que esta ambiciosa iniciativa para narrar el origen de uno de los personajes más importantes de los Ultimates fue un fracaso que demuestra que la incorporación de talento ajeno al medio no siempre da buenos resultados a pesar de aportar ideas y conceptos interesantes.