Los Doce. Vols. 1 y 2.

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Edición nacional / España: Vol. 1: Despertares, 2009; Vol. 2: Secretos, 2013. Panini Cómics.
Edición original: The Twelve # 1-12, marzo 2008 – junio 2012, y The Twelve: Spearhead, mayo 2010, Marvel Comics.
Guión: J.M. Straczynski, Chris Weston.
Dibujo: Chris Weston.
Tinta: Garry Leach, Gary Erskine, Chris Weston.
Color: Chris Chuckry.
Formato: Vol. 1, 144 páginas y Vol. 2, 176 páginas. Ambos volúmenes a color editados en rústica con solapas.
Colección: 100% Marvel.
Precio: Vol. 1: 12 €; Vol. 2: 14 €.

 

La nostalgia es un arte peligroso. Dedicarle demasiado rato es perder el tiempo presente. Ignorar el pasado es echar por la borda sabiduría y buenos conceptos. Y tener en un cajón guardados un buen número de personajes, una pérdida de tiempo y de derechos de copyright. No sé cuál habrá sido el proceso, si Marvel encargó la miniserie o si Straczinsky vendió el proyecto en alguna reunión a puerta cerrada. ¿Qué importa si años después tenemos por fin esta obra unitaria en las manos?
La idea de resucitar personajes de la Edad de Oro del cómic no es nueva. Ni será esta la última vez. Que se lo pregunten si no a Dynamite Entertainment. Los personajes del pulp regresan cada cierto tiempo, en intentos, acertados o no, de encontrarles hueco a ilustres como Doc Savage o La Sombra. Incluso autores y editoriales maquillan nuevos conceptos con evidentes retales de inspiración ajena, como casi toda la obra de Alan Moore en sus ABC Comics o las vueltas de tuerca de Awesome o Wildstorm con ideas icónicas tipo superhombre con su Supreme o su Majestic. Remozar, recrear, resucitar, resetear, son necesidades cíclicas de una máquina voraz de contar y recontar historias, de un proceso de narración industrial basado en el copyright y la necesidad de usar personajes para recuperar sus derechos o demostrar que siguen siendo parte de universos creativos blindados por empresas gigantes. La lista de personajes en manos de las grandes editoriales suele ser interminable. Y cuando el manantial de unos parece secarse, toca devolver a la palestra otros que estuvieran esperando en la casilla de salida. Así, existen infinidad de volúmenes de Moon Knight o de Ghost Rider, o cada cierto tiempo reaparece un personaje de la contienda bélica por antonomasia del siglo XX con la excusa de que aquel y no otro era el momento de recuperarlo para el fandom. En la memoria reciente aparecen títulos como Proyecto Marvels de Brubaker y Epting, o Destructor de Kirman y Walker, que indagaban en el pasado de Guerra Mundial de la Marvel, remozando conceptos trasnochados para el disfrute de las nuevas generaciones. Pero en el fondo de armario, aún quedaban más.

Timely Comics mantuvo en su saca toda una serie de personaje que no saltaron a la renovación creativa de la Marvel de los sesenta, forzando a una buena cantidad de personajes a un estado de coma que ha durado más de sesenta años. Los Doce pretende devolver al meollo actual de la Marvel del siglo XXI a unos doce personajes olvidados, pero lo hace de una manera poco usual, ya que no los inmerge de manera directa en el status quo del universo marvelita, sino que crea un universo satelital, perteneciente a la continuidad pero sin que ésta la afecte mucho. Y eso es un gol para Straczynski, ya que le permite centrarse en los personajes, sin tener que darle cancha al qué pensarán los Vengadores de semejante competencia, por poner un ejemplo. Los Doce existen así en su propia historia unitaria. Su universo es lo suficientemente cerrado como para ser válido por sí mismo. Y es que doce personajes dan para más que doce números de un serie limitada.


¿Qué presenta Los Doce aparte de la recuperación de personajes olvidados? Una trama eminentemente detectivesca, proyectada a partir del mcguffin del asesinato de uno de estos personajes recuperados, a modo de la recurrente Watchmen. De manera cercana a la serie de Moore y Gibbons, el tono crepuscular se reparte por sus páginas, pero desde una perspectiva del tipo “hombre fuera de su tiempo”, no en vano estos Doce no dejan de ser Capitanes América en toda regla, individuos arrancados de su tiempo para ser traídos a la época actual. Así, cada capítulo servirá no sólo al misterio planteado, sino como presentación de los orígenes de cada personaje, al tiempo que exposición de cómo afecta a cada uno el regreso a la vida y el pasado perdido. Esto permite al guionista exponer la perspectiva del cambio de su país desde los años de la segunda gran guerra hasta la actualidad, tratando de diseccionar las diferencias que para bien o para mal han sufrido desde ese momento. Nada nuevo bajo el sol, desde luego, pero eso no quita para que la lectura sea efectiva, gracias al buen hacer de Straczynski y al excelente uso de unos cliffhangers que fuerzan a continuar hasta el final. De hecho, es una de los mejores guiones de su autor, así como de los más característicos de su bibliografía, en tanto en cuanto su premisa y desarrollo suele ser mejor que su resolución, que no suele estar a la altura de lo anterior. Aunque eso no quita para que el viaje merezca la pena.

El tiempo dirá si estos personajes aparecerán de nuevo por las páginas de algún tebeo Marvel. Todos ellos son clichés del tipo de aventurero que ya ocupa lugar en este universo de ficción. Y si bien Straczinsky ha sido respetuoso aparentemente con las capacidades de los personajes, la mayoría son tan estereotipados que sólo aguantarían una nueva vida a través de reciclajes viscerales del tipo Vertigo.


De todas formas, el mayor valor de esta miniserie no es su guión, ni el remozamiento de sus personajes, sino el excelente dibujo de Chris Weston. Colaborador usual de guionistas de la talla de Warren Ellis, Grant Morrison o Garth Ennis, el británico ha demostrado su capacidad en páginas para proyectos como Cuatro Fantásticos: Primera Familia, Ministerio del Espacio o El Asco, con un particular estilo realista, demasiado estático según algunos, pero delicioso por su capacidad para el detalle. Sus dibujos tienen esa cualidad, ese mimo, del artesano exhaustivo, pendiente de otorgar verosimilitud a sus imágenes a través no sólo de una minuciosa reconstrucción de época, sino gracias a una seriedad total en la expresión de las figuras y la perspectiva. Las máquinas, los vehículos, incluso los edificios son recreados con una fidelidad pasmosa, digna del mejor ilustrador industrial, con esa profusión de detalles que hace verosímil lo imposible en un entorno posible, como el mejor diseñador de producción en un largometraje de gran presupuesto. Weston presenta así las mejores páginas de su carrera, lo que no es moco de pavo, y justifica cada céntimo invertido en la compra de este tebeo.

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train hard. fight hard. party hard.
train hard. fight hard. party hard.
Lector
12 junio, 2013 8:42

este concepto empieza bien pero termina perdiendo el rumbo como por la mitad o antes, si estrachinsqui le hubiera metido velocidad a esto ni siquiera se hubieran ocupado 12 números, en cambio el alargarlo tanto hizo que las expectativas de un mejor final nacieran (me recuerda a alguien que escribe batman)

lo positivo es que es entretenido, aun siendo lo mas flojo de el autor, lo cual habla de que es un buen escritor, los diálogos algunas veces llegan a lo sublime

ahora va a volver a intentar con un tema un poco parecido (un drama de superheroes) en image, es sobre un sidekick que va perdiendo el rumbo y cayendo en un espiral de destrucción o algo asi y curiosamente también va a ser de 12 numeros (yo creo que siente que es muy iconico sacar sagas de 12 números a la watchmen) y en el arte lo va a acompañar tom mandrake

train hard. fight hard. party hard.
train hard. fight hard. party hard.
Lector
12 junio, 2013 8:46

siento que este pudo ser el watchmen de marvel pero al comparar el resultado final con el comic de culto mas iconico de toda la historia watchmen se la mete con todo y huevos

jmponcela
jmponcela
Lector
12 junio, 2013 15:25

J.M. Straczynski abandonó en 2007 la serie Squadron Supreme en su #7 y en pleno cliffhanger. Pero no lo hizó por abandonar la serie, qué va, lo hizo para seguir guionizando a los personajes en el crossover Ultimate Power.

Parece que nunca sabremos cómo terminó la terrible batalla entre Hyperión y Red Stone.

Jamás se lo perdonaré.

dhaldon
dhaldon
Lector
12 junio, 2013 16:48

«Parece que nunca sabremos cómo terminó la terrible batalla entre Hyperión y Red Stone.

Jamás se lo perdonaré»

Yo tampoco, dejar esa serie para que se acabará convirtiendo en la basura en que terminó… y ni teniendo la decencia de escribir un número más para terminar ese cliffhanger. Ahora lo que yo si que no le perdonare nunca es que convirtiera a Gwen Stacy en una puta, sólo porque él se estába quedando sin ideas en Spiderman y otros guionistas se estaban llevando la atención de los fans.

Por suerte desde entonces ya se le ha visto el plumero y va cosechando fracaso tras fracaso, el primero este, que tardó casi cuatro años en terminar. Y cuando lo hizo, ya no le interesaba a nadie. Y de su Superman mejor no hablar.

Lemmytico
Lemmytico
Lector
12 junio, 2013 21:09

Nunca termino de decidirme con esta serie…

dhaldon
dhaldon
Lector
13 junio, 2013 22:56

«Coño, en mi comic se lo hizo gratis a Norman.»

Ok, cambia puta por golfa.

En cualquier caso, totalmente innecesario y carente de sentido con la historia del personaje y de la serie. Aun no entiendo como la gente que está con el cuchillo en la boca con Slott a cuenta del Superior Spiderman se la dejó pasar tan fácilmente a Strawhisky. La única explicación que se me ocurre es que Gwen es un personaje que no conocen, demasiado antiguo y lejano a ellos, sino, no lo entiendo.

acantarmexico
Lector
14 junio, 2013 16:10

esta historia no me la pierdo http://www.acantarmexico.com

Ocioso
Ocioso
Lector
14 junio, 2013 16:18

¡Hombre, acantarmexico ha vuelto! ¡Y diciendo cosas tan interesantes como de costumbre!

dhaldon
dhaldon
Lector
18 junio, 2013 22:59

Coño, se me pasó mirar las respuestas.

«Ok, cambia puta por golfa.

Pues no, va a ser que ni puta, ni golfa. Y voy a dejarlo estar porque al final resulta que el que se pasa, siempre, soy yo»

¿y eso a que viene? si te molesta la palabra, cámbiala por «cabrona»; poner los cuernos al novio, con su peor enemigo, quedándose embarazada d él, teniendo gemelos y encima ocultándoselo al citado novio pues es la definición de cabrona. Cl

Ahora, si lo que te preocupa es la aparente misoginia, no te equivoques: lo mismo diría si hubiera sido Peter el que lo hubiera hecho, el cabrón hubiera sido él. Es el hecho lo criticable y no el sexo del que lo realiza.

Por lo demás, una gilipollez de historia, que se mea en la historia y el carácter del personaje, desarrollados durante muchos años por guionistas mucho mejores que Stracinsky.¿ok?

Ocioso
Ocioso
Lector
18 junio, 2013 23:00

¿Lo dejamos en «casquivana»?

Khonshu
Khonshu
Lector
18 junio, 2013 23:17

Creo que ahí Marvel perdió una buena oportunidad de acabar con el fantasma de Gwen. Para mí el personaje de Peter Parker habría molado más si, tras enterarse de todas esas barrabasadas, hubiera ido a la tumba e Gwen a decirle que tras tantos años idealizándola, no la había conocido realmente. No digo que Peter la odiara para siempre, pero habría sido una reacción muy normal cantarle las cuarenta y con la que el lector podía haber empatizado. El cornudo Peter resentido contra la santa Gwen.

Habría sido una buena oportunidad para que Peter se diera cuenta de que su esposa era mejor que el recuerdo de su novia muerta, de no ser por que en esa aberración de historia MJ también sale bastante escaldada. La tía sabía toda esa historia y jamás se lo contó a su marido.

dhaldon
dhaldon
Lector
18 junio, 2013 23:20

y luego hay gente que piensa que exageras tu edad Ocioso… expresiones como esa te delatan jajaja

Creo que la ultima vez que la he ledo ha sido en un comic de mortadelo de los 70, cuando Ibáñez aun no iba en piloto automatico, y oírlo creo que no se la he escuchado a nadie en vivo…

dhaldon
dhaldon
Lector
18 junio, 2013 23:32

No se konshu, creo que el fantasma de Gwen ya lleva mucho tiempo superado, tanto por los guionistas, que hace años que no se ocupan de eso, como de los lectores, que menos los mas talluditos no creo que sepan quien es (ahora con las nuevas pelis, si, pero hablo de los comics)

No veo que aportaria o mejor dicho aporta, que esa historia aun no ha sido corregida por Marvel y sigue vigente, el hecho de cargarse la imagen de un personaje emblemático en la historia de la serie, el convertir las historias de Romita y Lee en la que eran pareja en una mentira a retrocontinudad no le veo sentido. Es como si después de la muerte de fénix, épica y dramática, inolvidable, Scot hubiera descubierto que Jean se la estaba pegando todo el rato con Magneto ¿Qué aporta eso?

Ocioso
Ocioso
Lector
18 junio, 2013 23:40

dhaldon ha comentado: Es como si después de la muerte de fénix, épica y dramática, inolvidable, Scot hubiera descubierto que Jean se la estaba pegando todo el rato con Magneto

Pues mira, algo de eso sucedió. Después de la muerte de Jean y debido al éxito de Lobezno se retrocontinuó que habían estado colgados uno del otro durante los años de Byrne.
No veas lo que me jode, mas que lo de Gwen.
Aquella Jean no le dedicaba ni media mirada al enano peludo de los cojones.

dhaldon
dhaldon
Lector
18 junio, 2013 23:51

Si, eso quizás es peor, porque lo de Gwen se ha quedado en esa historia de la que pocos se acuerdan, pero lo de jean se ha vuelto «oficial» quiero decir, la supuesta atracción fatal de Jean por Logan ya la ves en todos lados, desde la era del apocalipsis, a las pelis, o a cualquier futuro alternativo medio chorra… si, esto tiene que joder mas.