Saint Seiya 1

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Guión: Masami Kurumada
Dibujo: Masami Kurumada
Edición España: Ediciones Glenat
Formato: Tomo manga rústica de 248 páginas
Precio: 10 € x Tomo

 

La nostalgia es capaz de generar estragos. Así sin más. Cuando era niño era fiel seguidor de clásicos como: Bola de drac, Musculman, Dr. Slump y como no, Los caballeros del zodiaco. Disfrutaba con las divertidas tramas de Son Goku, me encantaba lo gamberro de Musculman y Dr. Slump, y alucinaba con las épicas batallas de Saint Seiya. Eran otros tiempos, es cierto, y yo veinte años más joven, detalle importante.

El caso es que cuando Planeta De Agostini comenzó la publicación del manga de la obra más importante de Masami Kurumada, Los caballeros del zodiaco, de forma serializada como si de un comic-book se tratase no pude comprarlo, eran tiempos en los que en la cesta de la compra apenas cabían tres o cuatro grapas y dos de ellas ya eran de Spider-Man, además, si no podía haber coleccionado Bola de drac por el mismo motivo, y era mi favorita de todas las mentadas anteriormente, no encontraba una razón de peso para gastar mis escasas pesetas en las aventuras de Saint Seiya.

Por suerte, en el mundo del cómic la edición de determinadas obras es cíclica para que nuevas generaciones puedan degustar viejos clásicos difícilmente localizables, y Ediciones Glenat decidió que coincidiendo con el 25 aniversario de creación de la obra era el mejor momento para publicar la edición definitiva de este clásico imperecedero.

Como os decía, la nostalgia puede ser en ocasiones muy peligrosa, tendemos a recordar con cariño las obras con las que disfrutamos en nuestra infancia y acudimos a ellas años después buscando las mismas sensaciones que antaño nos aportaban, pero no nos engañemos, nosotros no somos los mismos, nuestra capacidad de sorpresa no es la misma, nuestra mentalidad tampoco, y obviamente tampoco nuestros gustos así que en ocasiones nos podemos encontrar con obras que pasados veinte años nos siguen maravillando como las creaciones de Akira Toriyama y otras que sin embargo el paso de los años hace importante mella en ellas.

Por desgracia, Saint Seiya entraría en ese segundo grupo, se que los expertos en manga probablemente recalquen en los comentarios que el anime era infinitamente mejor que el manga, que los dibujos de Masami Kurumada eran ramplones, que las historias eran en ocasiones insulsas y excesivamente infantiles, a mi me permitiréis que no sea tan crítico con la obra pues aunque si que he detectado dichos errores, también es cierto que disfruté de su ágil y entretenida lectura.

El mayor problema que le encuentro es que está excesivamente anclada al momento de su creación, y adolece de querer explicar en exceso determinadas situaciones o escenas, como si el target de la obra fuese un lector adolescente poco o nada acostumbrado a leer arte secuencial, aunque me inclino más a pensar que no fue algo buscado por el creador sino debido a su propia limitación a la hora de enfocar determinadas situaciones de la historia. El dibujo, oscila también entre lo detallado en los escenarios y secuencias de luchas y lo caricaturesco de las caras de sus personajes, salvando las infinitas distancias que hay entre ellos me ha recordado al estilo de dibujo más caricaturesco del maestro Tezuka. Ojo, no quiero establecer ningún tipo de paralelismo entre ambos autores, resulta casi ofensivo viendo la trayectoria de uno y otro, pero si creo que esta injustificada comparación os servirá para visualizar su forma de dibujar las caras de sus personajes.

Ejemplo del estilo de dibujo de Masami Kurumada

Saint Seiya inició su publicación en enero de 1986 en la revista Shūkan Shōnen Jump de la editorial Shūeisha, y narra las aventuras de un joven japonés de nombre igual a la obra. Seiya es huérfano de padre y madre y sería cuidado junto a su hermana en un horfanato hasta que a la edad de siete años el presidente de la fundación Grad y mecenas del horfanato, Mitsumasa Kido, juntó con noventa y nueve huérfanos más serían enviados a Grecia para iniciar un proceso de aprendizaje de técnicas de lucha e intentar hacerse con una armadura que les confiera un poder sobrehumano. De todos los huérfanos que fueron enviados tan solo diez sobrevivieron a tan duro aprendizaje y fueron capaces de obtener una armadura bronce – nivel más bajo de los caballeros -. El motivo de enviar a niños tan pequeños para que vuelvan como caballeros peca de pueril y pesa como una losa en el devenir del primer volumen, y es que resulta que el director del centro era un fiel seguidor de la lucha libre y quería que sus niños fuesen caballeros para poder organizar un torneo de lucha libre, por desgracia, murió sin ver concluido su sueño y sería su nieta, Saori Kido, quien lo retomaría construyendo un coliseo al más puro estilo romano para organizar dicha batalla en la que el vencedor obtendría como premio una armadura de oro y por tanto de mayor poder que la bronce que poseía. Los motivos que impulsan a Seiya a participar en el evento no son tanto por obtener la armadura de oro, sino porque se le había prometido que su volvía con la armadura de bronce y se erigía como vencedor del torneo se le informaría del paradero de su hermana de la que no tiene noticias desde que el tuvo que emigrar a Grecia, aunque antes, tendrá que vencer para ello a aquellos a los que consideraba sus hermanos en el orfanato.

Y lucharan por sus vidas...

A pesar de lo forzado de la trama la historia resulta entretenida y los momentos de superación por obtener información acerca de su hermana resultan de lo más interesante, también ver como Seiya tiene que hacer frente a antiguos amigos de la infancia – algunos no tan amigos – y del cruel trato que la nieta de Mitsumasa le daba a Seiya y el resto de niños del horfanato. Obviamente, estamos ante un shonen de peleas y en el que la violencia, aunque no es del todo gratuita si que se trata sin tapujos en determinados momentos del combate.

La edición de Glenat es una pequeña maravilla, toma las principales características de su línea Big Manga, es decir, con un tamaño mayor (15x21cm) respecto a sus ediciones normales, páginas a color, sobrecubierta en este caso con relieves y logos en plateado y unos extras al final del volumen con diseños de las armaduras de los caballeros. Esta primera entrega contiene un total de 248 páginas y un precio más que ajustado de 10€. La obra la conformarán un total de 22 volúmenes.

A pesar de algunos defectos que contiene este primer volumen y de los cuales conviene advertir a nuestros lectores para evitar equívocos, reconozco que el tiempo que pasé leyendo las poco más de doscientas páginas resultó de lo más agradable y por tanto recomendaría a los seguidores del anime que le den una oportunidad aunque recordad, la nostalgia puede resultar de lo más traicionera.

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Raúl López
Naci en Sabadell (Barcelona) en 1978 aunque siempre he vivido en Barbera del Vallés. Mi afición por los cómics de superhéroes se comenzó a gestar en el momento en que mi profesor de EGB, Joan, me dejó algunos números de Clásicos Marvel que contenían las historias: La muerte del Capitán Stacy, La muerte de Gwen Stacy y La última cacería de Kraven. Desde ese momento me convertí en fan absoluto de Spiderman y por extensión de Marvel Comics. Con el paso de los años aprendí a paladear el buen cómic sea cual sea la editorial, el personaje o autor. En 1999 fundé Zona Negativa como el rincón donde hablar de aquello que me apasionaba, el resto es historia.
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Don Patch
Don Patch
Lector
8 diciembre, 2011 12:21

No lo entiendo. Mencionas los errores que hay en el primer tomo pero no aclaras a qué te refieres: ¿a las incoherencias que hay en la obra? ¿Algún error de imprenta, traducción o maquetación?
Un saludo y gracias, es la primera vez que firmo aquí.
 
PD: se escribe «orfanato» 😉

Alberto de Sosa
8 diciembre, 2011 13:28

Una reseña muy interesante.

La verdad, me da mucha pena no haber tenido nunca ese factor nostálgico, tanto por tener únicamente 20 años, como por no haber vivido en Cataluña (no me refiero sólo a Saint Seiya). Por ejemplo, mi primer contacto con Dr. Slump fue con el primer tomo de la edición kanzenban de Planeta, y aún no tengo claro si podré leerme Musculman en un formato decente.

Don Patch
Don Patch
Lector
8 diciembre, 2011 14:03

Gracias por contestar, Raúl. Ya entiendo por dónde van los tiros 🙂

Blade Runner
Blade Runner
Lector
8 diciembre, 2011 15:55

Musculman de momento solo ha salido en catalán, lástima. A ver si se deciden algún día a lanzarlo también en castellano, seguro que ganarían por lo menos un puñadillo más de lectores (yo fijo)

¡Vaya susto me has pegado con lo de los «defectos» del primer volúmen de Saint Seiya, Raúl! Lo compré en cuanto llegó a la librería pero de momento lo tengo en la pila de lecturas pendientes, y ya pensaba que habían metido la pata con la edición, que se habían saltado páginas, o algo… Buuf, menos mal… ^__^U

David Galán
Lector
8 diciembre, 2011 17:31

Yo soy de esos que son tan nostálgicos que me parece una obra perfecta, no la cambiaría ni una coma. El anime era la hostia, mejor ilustrado sin duda, pero la fiereza del manga es incomparable y su ausencia de paja (al contrario que en la serie), eso por no hablar de cambios que se cargaban el original como que el maestro de hyoga fuera El Caballero de Cristal y no Camus de Acuario. Saint Seiya para mí es una obra maestra, la tengo completa en grapa azul, tengo la primera edición en tomo y ahora… caerá esta edición ultrachula (sigh).

Gran reseña!!

No control
No control
8 diciembre, 2011 18:33

Pues a mi me pasa con Saint Seiya como con el equipo A, me explico, cuando tenía 11 años veía a un grupo de 4 tíos enfrascados en tiroteos en los que gastaban miles de balas y no moría ni dios, resolviendo todas las peleas a puñetazos… Y ME LO CREIA, lo veo ahora y me rio de lo malo que es. Con Saint Seiya lo leía de pequeño y me molaba pero joder, esque leo ahora la escena en la que Saori obliga a Seiya a que haga de caballito y al final lo hace Jabu ante la negativa de este, o el simple argumento obligadísimo de mandar a los 99 chabales a que se hagan caballeros y pienso «NO ME JODAS», no se, es una obra que ha envejecido mu mal, ni punto de comparación por supuestísimo con Dragon Ball.

Alex Cruz
Alex Cruz
Lector
8 diciembre, 2011 20:03

Ese es el Saint Seiya que nos gusta, Guión & Dibujo de Masami Kurumada, nada como ver y leer la edicion del autor original. Saiya y sus compañeros luchando juntos por Saori…

Descance en Paz Shingo Araki (tu y todos tus rediseños afeminados de Saint Saiya), que lastima que Masami Kurumada dejo que otros escribieran y dibujaran a sus personajes con una nueva estetica de Saint saiya…

Yo a Goku no me lo imagino sin los dibujos de Akira Toriyama. Aunque hay un pin-up de Dragon Ball hecho por Masakazu Katsura que lo deja a uno con la curiosidad de ver mas:

http://1.bp.blogspot.com/-zCP8wYXIt60/TYuK-n19PTI/AAAAAAAAB4U/70dq3AawV4A/s1600/goku_k2r.jpg

Pero naaah, no se ve como el Goku de Toriyama. Lastima que a Masami Kurumada le de flojera escribir y dibujar a sus personajes. Ojala pronto Toei Animation adapten Saint Seiya Next Dimension.

Blade Runner
Blade Runner
Lector
8 diciembre, 2011 22:55

Ostras, qué raro se me hace el Goku ese del Katsura… Chulo sí, pero raro, raro… Yo tampoco lo imagino sin el estilo de Toriyama, la verdad.

l rodriguez
l rodriguez
9 diciembre, 2011 1:58

le verdad que yo no le pediria coherencia a una obra como Saint Seiya, al menos yo que lo vi en los 90s ya notaba todos sus fallos y aun así es perfecta, siento mucho que haya quien no lo vea así, hay que disfrutarlo como cuando se vio la primera vez, sin duda un clásico